Mercado de Animales

por Genas Sáb Oct 23, 2010 5:06 am

Recuerdo del primer mensaje :

• Búsqueda Parte I

Tras haberme topado con esas personas cercas del coliseo volvieron a mi recuerdos de la guerra que creía olvidados, como aventuras con Orpheo batallando juntos contra el ejercito Egipcio, mi corazón palpitaba cada vez mas fuerte al sentir esa nostalgia pero eso no me separaba de mi actual objetivo, encontrar a mis Hermanos y develar el misterio de la muerte de mis padres adoptivos, ésto no sería fácil para un simple hombre como yo pero mi personalidad me hacia así, siempre desafiando lo establecido nunca conforme con nada y eso me ayudaba hasta cierto punto, al caminar pensando sin prestarle atención a lo demás, volando en mi mundo, volví en si cuando me topé con un enorme mercado el cual contaba con innumerables tiendas de todo tipo, había ropa, comida, entretenimientos, pero la tienda que mas me importó fue la de los animales, el pequeño perro que llevaba conmigo no había comido desde que lo encontré y ya había pasado bastante tiempo de aquello, entonces decidí entrar con las pocas monedas que tenía con la intención de comprarle algo de alimento para que no se enferme ni le pase nada malo, compré una bolsa de alimento para perro y le serví un poco en el suelo, mientras el pequeño cachorro comía yo me senté en un banco al lado de el y esperé a que terminara, en si yo también estaba muy cansado pero eso no era de importancia, yo podía estar mas tiempo sin comer pues me había acostumbrado cuando fui esclavo de Egipto.

.- Vamos amigo, terminalo rápido así nos vamos pronto de aquí que me aburro...
Le dije a mi fiel compañero para recibir a cambio una mirada tierna y un movimiento leve de cola para que luego volviera a comer...

por Fingolfin Lun Nov 01, 2010 1:44 am

La espada del gran Steven estaba en mi mano derecha, incitándome este a que le demostrara que es lo que podía hacer. ¿Acaso me había visto como un artista de circo o que mierda? Quizás me subestimaba por ser uno de los tantos niños ricos que quería ir al combate a solo morir, pero yo no era de esos, así que desenfundé mi espada a gran velocidad desde la postura de vaina y la giré cuatro veces para terminar clavándola justo al lado del pie izquierdo de Steven, pues de seguro el podría haber llegado a sentir el viento que el acero provocó cerca de ellos.

- Me subestima, señor. No sé si esto es una prueba o simplemente quiere que haga el ridículo, pero el corazón de una espada no late en tiempos de paz como estos. El corazón de una espada late al mismo tiempo, sincronizados con el guerrero cuando la adrenalina del combate se presenta y no hay mas remedio para ello, creo que usted lo debería saber mas que nadie, pues según cuentas las leyendas es invencible.

Dije observándole directo a los ojos desafiantes, ¿Invencible? Podría quitarle aquella invencibilidad si se me presentaba la ocasión con tácticas, con cerebro y con paciencia, en lugar de ir a morir frente a su espada como todos los soldados cabeza hueca que se oponían frente a él, pero la sangre de un romano no debería ser derramada por otro así que me puse de pie dejando la espada clavada en sus pies para luego mirar a la joven.

- Es un gusto haberle conocido, pero veo que usted piensa igual que los demás acerca de mí. Me gustaría saber que tan invencible pueda ser en un futuro… y vaya que me gustaría, ¡Jajajaja!

Dije dándole la espalda y comenzando a caminar hacia mi carruaje, aquel idiota realmente me había quitado las ganas de hacer alguna compra o algo que se le pareciera, solo quería ir a mi villa a descansar un poco. Hice unas señas a una de mis sirvientas para que me abriera la puerta del carruaje y rápidamente me introduje en él, corrí las cortinas para mirar al guerrero mientras comenzaban a andar los caballos, mi mirada se mantenía firme en él, observándole desafiante... ¡Idiota!

por Raider Lun Nov 01, 2010 9:56 pm

Steven seguía hablando de forma cortando. Sarahissa atrás de él miraba hacia el costado suspirando por el tedio de tener que estar ahí “sociabilizando” cuando odiaba estar en lugares llenos de gente. Realmente lo odiaba, era algo que le encrespaba los nervios, como si en cualquier momento le hubiese faltado la respiración y se fuera a poner a correr. De pronto se dio cuenta que Steven lanzaba su espada al aire y la tomaba por el mango retando al joven de cabello anaranjado a luchar. Fue lo primero interesante que veía que sucediera desde que su camino había sido interrumpido y levantó la mirada deseando que ambos se mataran para poder salir de ahí con rapidez. No porque Steven hubiese sido buena con ella significaba que ella le tuviera aprecio o consideración. Si Steven moría ella era libre de su servicio y podría volver a Germania por lo tanto aquella batalla le era de interés.

Observó con la rapidez en que el joven desenfundaba su espada, y quedó mas que interesada por la forma en que lo hacía. Su postura era perfecta y su velocidad era increíble. Ese joven de cabello anaranjado si no era un guerrero, le hubiese sorprendido, pues sus movimientos decían lo contrario. Tal vez fuese un guerrero innato, cosa que muy pocos hombres eran.

Pero tan pronto como sacó su espada la clavó a los pies de Steven. Sarahissa no supo si aquello habría sido una advertencia o simplemente una muestra de que no deseaba pelear. Lo observaba con tanto detalle como podía, analizándolo con la mirada. Al parecer el muchacho se había ofendido y pronto se retiró, dejando a Sarahissa interesada, pues sabía por algún motivo que ese no sería el último encuentro entre todos ellos.

Suspiró mostrando su descontento por estar en el mercado lleno de tanta gente y en los harapos en que se encontraba. Entre más pronto pudieran retirarse mejor.

- ¿Quiere que lleve su espada, Domino? – Preguntó con frialdad, esperando que con ello entendiera que se quería ir de ese lugar, miraba de un lado a otro a las personas con desagrado.

por Steven Mar Nov 02, 2010 4:20 am

Bastante habilidoso resulto ser el muchacho de pelo anaranjado que desenfundo su espada muchas veces mientras que luego la enterró junto al pie de Steven. El invencible bajo su mirada para ver aquella espada y sonrío, al parecer se había interesado en las habilidades que Fingolfin poseía pero no paso mucho tiempo hasta que el muchacho reacciono de manera errónea y muy estupida. Se frustró porque Steven solo quería ver una muestra de que tanto amaba la lucha, pero quizás en un punto tenia razón, no era mucho lo que podría hacer con una espada en medio de un mercado pacifico. Pero igual, la reacción de Fingolfin no era la adecuada.

Steven suspiro mientras que miraba la carroza retirarse, algo le decía que aquel terco y mentiroso jovencito tendría mas participación en su vida de lo que esperaba, por alguna razón sentía la sensación de que no seria la ultima vez que se cruzara con él. En la próxima vez talvez le diera el gusto de sacarse las dudas, de que si Steven era invencible o no.

El guerrero de Roma escucho las palabras amables de su esclava, que mas de ofrecerse a ayudar parecía ser una indirecta para retirarse, Steven estaba cansado del mercado así que le respondió positivamente mientras que se agachaba para tomar la espada.

-No hace falta Sarahissa. Nos vamos, toma los pollitos…

Dijo mientras que saco la espada de un tiron y la enfundo con el mismo envión, dando una vuelta con su brazo. El invencible se había quedado intrigado por aquel sujeto que había pasado y sabia que algún día se sacaría la intriga. Algún día, volvería a ver a Fingolfin.

por Seiren Miér Nov 17, 2010 3:13 am

Aun seguíamos tomados de la mano para tratar de guiarme a la salida, todo era totalmente oscuro y a pesar de estar un buen rato ahí varados me sentía algo incomoda que de repente tomara tanta confianza cuando apretaba mi mano ligeramente para darme la confianza de seguir o solo para evitar que siguiera tropezando… a lo lejos alcanzaba a ver un ligero destello de luz a lo que me cubría con la mano que tenía libre mis ojos ya que al estar demasiado tiempo en la oscuridad sentía que me enceguecía si no me protegía pero lo que me llamo más la atención era el barullo que se formaba en el exterior debido a las diferentes especies de animales que cantaban y gritaban llevándonos a una sección totalmente apartada a la de las otras tiendas, abriendo esa portezuela vieja salíamos justo de un callejón donde almacenaban aun a animales que esperaban a ser vendidos causando un gran alboroto a nuestra salida. Como siempre Suzaku sin llamar la atención soltaba mi mano empezando a hacer movimientos inusuales para tratar de calmar a las aves que graznaban asustadizas al ver a un extraño en sus nidos…

Mirando tímidamente me aseguraba que nadie nos viera jalándolo por la parte trasera de su traje y arrastrarlo conmigo para que se olvidase de aquel asunto.

En serio… a ti si que te fascina llamar la atención..

Murmuraba levemente para seguir caminando pero de la misma forma que aquella primera vez la gente no veía con buen agrado que alguien como yo rondara por esos lugares con demasiada libertad a lo que optaba tomar del brazo a ese joven y pegar mi cuerpo hacia a él para que no intentasen nada contra mí, no era demasiada la protección que podía brindarme pero al menos hacía ver a la gente que no me encontraba sola.

por Suzaku Miér Nov 17, 2010 3:10 pm

Estaba ya cansado de andar encorvado por varios minutos ya, ese pasillo era estrecho y lo suficientemente bajo como para obligarnos a caminar agachados. Pero la luz ya se veia frente a nosotros, la luz de salida y de la libertad, a menos que unos cuantos soldados nos estuvieran esperando al salir..

Asomo la cabeza y vio que estaban en un lugar bastante conocido para el, habia muchos animales por lo cual le hacia indicar que estaba claramente en el mercado de animales, salio sin temor pensando que aquellos animales le recibirian con alegria y fue todo lo contrario, los animales comenzaron a hacer muchisimo ruido y eso hizo que Suzaku intentara calmarlos moviendo sus manos en todas las direcciones

Calmaos calmaos!!!

Alguien tiro de mi, por la ropa de mi espalda llevandome en otra direccion alejada de esos animales, era Seiren que parecia estar bastante abochornada por mi actitud, pero eso solo me hizo sonreir mas. Su brazo se entrelazo con el mio, y es que habia varias personas que la estaban mirando, y supongo que queria sentirse protegida para que nadie le hiciera nada.

Hmmm vaya.. es normal que te miren tanto, supongo que esos barbaros no estan acostumbrados a ver chicas guapas..

Decia mirando hacia un lado, le hacia bastante gracia el hecho de que una egipcia y un hispano se acabaran encontrando en Roma y ahora ellos juntos estuvieran paseando por las calles de Roma. Volvio a mirarla mostrandole una sonrisa bastante infantil, y cerrando sus ojos.

Y ahora? Hay algo que tengas que hacer? No deberiamos exponernos mucho hasta que tu amiga salga de Roma.

por Seiren Miér Nov 17, 2010 5:21 pm

Apenas seguía sostenida de su brazo avanzando logrando ver diferentes tipos de animales demasiado extraños a comparación a los que estaba ya acostumbrada a ver, con algo de rencor observaba a las personas de aquellas calles como exponían a unas bestias singulares, mis ojos se volvieron un tanto perplejos pasando a tomar la mano de ese chico entrelazándola para ver a un tipo de felino demasiado grande solo que su pelaje negro brillaba contra la luz del sol mientras estaba echado tomando una siesta mientras que en la parte de atrás aves de cientos de colores agitaban sus plumas cantando y parloteando captando la atención de aquellos que podían adquirir singulares joyas..

En Egipto casi no se logra ver tantas especies de animales como estos..

La verdad me había olvidado de los comentarios hechos recientemente por parte de Suzaku, extendía ligeramente mi mano hacia una de las aves de plumaje blanco con tonalidades rosadas en sus plumas para acariciarla, estas se sentían tan finas y suaves que lograba arrebatarme una sonrisa después de tanto tiempo.. sin querer esa salida se convertía en un paseo peculiar debido a las circunstancias de cómo nos conocimos, el hombre al verme interesada se acercó a mi acompañante ofreciéndole a la criatura pero ambos negábamos con la cabeza acabando por salir de ese sitio.

Sinceramente no creo que Rain vuelva por nosotros.. después de aquella maldición es como atraer mal augurio de las personas que te puedan rodear afectándolos mientras que uno se condena a la soledad… pero debo sentirme creo afortunada que la maldición también recayó en ti.

Lo miraba directamente dándole una sonrisa algo más que amable pero mostrando ligero sarcasmo en mi voz aunque a diferencia que resultase una extraña compañía era muy grato el haber tenido la oportunidad de haberlo conocido.

por Suzaku Miér Nov 24, 2010 2:35 pm

Aun seguian escuchandose el griterio de los animales, la mirada de la gente seguia fija en nosotros, sobre todo en mi acompañante por ser una mujer. Ya que lo que mas abundaba en el callejon eran hombres y su instinto les hacia fijar su mirada directamente en la parte femenina. Ademas de que en algunos rasgos y si nos escuchaban hablar se darian cuenta que no eramos romanos precisamente, solo extranjeros en un tierra muy alejada de nuestro hogar.

Aunque eran muy ruidosos, aquellos animales eran tambien muy hermosos. Seiren se acerco a un ave que habia alli, comenzo a acariciarla y aquel pajaro se calmo, el dependiente de la tienda buscando una oportunidad para vender nos comenzo a ofrecer aquel hermoso ave, pero ninguno de los estaba interesado en comprarla y ademas no disponiamos de mucho dinero. Asi que nos fuimos..

La verdad nose como sera ese Egipto tuyo.. ni que animales sueles ver por alli.

Seguiamos andando y hablando sobre lo que nos habia pasado, ahora los dos estabamos maldecidos por culpa de la antigua ama de Seiren, aunque a mi eso no era lo que me preocupaba, para mi que sentia la llama del universo una pequeño maleficio no suponia nada.

Si tanto miedo te da.. deberia haber caido toda la maldicio sobre mi y asi te hubieras librado.

Estabamos caminando pero realmente no teniamos ningun destino o camino que seguir, pensaba donde podriamos dirigirnos ahora y que hacer de ahora en adelante. Siempre podria volver a la villa donde Sabbi me habia acojido pero creo que alli las cosas ya se habian calmado.

No tienes a nadie en el mundo? Me refiero.. no hay nadie con quien puedas volver, una familia.. lejos de la esclavitud?

por Seiren Miér Nov 24, 2010 3:05 pm

Habíamos avanzado en toda la calle sin dejar de admirar aquellas especies aunque solo era yo la que demostraba algo de más interés a comparación de Suzaku; así había pasado un largo rato conversando dejando que después de mi comentario se produjera un largo silencio, no sabía si lo que había dicho lo hubiera incomodado o el asunto de la maldición era algo que no tenía que bromear tan a la ligera ya que después de todo era algo en lo que debía creer profundamente.

Miedo?... – negaba con la cabeza levemente para zafarme de su brazo y darle la espalda, giraba mi rostro en busca de su mirada – hace tiempo que yo ya no creo en ninguna de esas cosas… aunque no sé si debería enorgullecerme por haber dado la espalda a mis creencias pues eso fue lo que me inculcaron mis padres.. el vivir cada día dando gracias a los dioses por darme esta existencia… tratando de encontrar un propósito por el cual seguir adelante… y estaba de acuerdo con todo eso hasta que..

Tenía que ser demasiado cuidadosa con lo que decía, ya que aunque solo me dirigía con mi acompañante la gente a nuestro alrededor disimulaba al estar con sus propias actividades pero pude notar que de alguna forma estaban vigilándonos, daba un corto suspiro para sujetar la mano de ese chico y salir de ese lugar pues además estaba diciendo cosas que a él ni siquiera le concernían sobre lo que creía o no y lo que opinaba del imperio romano.

Suzaku entendía aquella acción de mi parte siguiéndome pero como era su costumbre cambio de tema al pensar que lo que mencionaba nos incomodó a ambos pero solo estaba siendo cautelosa, saliendo del mercado se marcaba un camino que llevaba precisamente a los bosques. Nos adentrábamos en aquel sendero sin responder aún… tenía temor que si lo hiciera alguien pudiera malinterpretar mi respuesta.

por Suzaku Jue Dic 02, 2010 2:31 pm

La palabra miedo no suponia nada para Seiren, pero aunque ella intentare ser valiente, todo el mundo tenia miedo a algo, todo el mundo en lo mas profundo de su ser habia algo contra lo que de verdad debia sacar esa valentia ocultar. Aun asi ella decia no tenerlo. Separandose de mi para hablarme mas firmemente y con sus ojos fijos en los mios, podia notar como estaba realmente decidida a no dejarse vencer por el miedo.

Aun asi.. seguro que se sintio aliviada cuando yo me la lleve lejos o cuando estuvo a punto de ser capturada por su gran amiga egipcia. El alivio que se sintio fue por que tenia miedo a que la cogiera y la castigaran, por eso mismo, si de pequeña le inculcaron cuales eran sus dioses ahora mismo este algo asustada por la maldicion que supuestamente hecharon sobre nosotros dos.

Pero no queria negarle el miedo, por que ya bastante hacia con reprimirlo y mostrando ese valor. Aquella conversacion levanto algunas miradas sobre nosotros, asi que decidimos no hablar mas y salir rapidamente de alli para adentrarnos primero a las afueras de la ciudad y luego seguir hasta el bosque y caminar.

El bosque habia sido mi hogar durante muchos dias para mi que era un completo trotamundos, sentia en aquella naturaleza toda una familia. Ademas de la tranquilidad que se respiraba y de la relajacion de poder hablar con Seiren de manera mas comoda.

por Dhoko Mar Jun 28, 2011 6:10 pm

El día era hermoso, los rayos del sol comenzaban a salir y las suaves brisas que acariciaban todo lo que llegaban a tocar, mostrando otro mercado más en roma, el gran mercado de animales, era algo triste pero al mismo tiempo interesante como domaban a la fieras con música.

Los rayos del sol comenzaban a caer sobre todos y el día comenzaba a nacer, nuevamente otro día más otros retos más y otros misterios y enseñanzas por descubrir

Su caminar tranquilo y suave observando todo lo que ocurría a su alrededor mirando cada una de las especie que se encontraban en el lugar, muchas desconocidas y otras conocidas, avía ciertas aves que no eran de ese mundo.

Bueno la creación es impresionante y muy pero muy larga, creo que hay muchas más especie en este mundo lastimosamente que estas estén en cautiverio seria más hermosas verlas en plena libertad cuando estas con sus colores vivos mas no muertos, como están aquí su tristeza se transmite por su miradas, este lugar realmente es triste y hermoso a la vez, como algo haci puede existe pero existe.

Siguió su camino contemplando todo mientras las brisas lo iban guiando y los rayos del sol le iban mostrando su caminar.

por Zelghadis Mar Dic 27, 2011 12:34 am

El inusual peregrinaje iba adentrándose más y más en el centro comercial del imperio romano. A pesar de su situación, todos los celtas, Zelghadis incluido, no dejaban de sorprenderse por lo pintoresco del lugar. Lenguas ajenas a ellos pero en su mayoría podían reconocer uno que otro mercader en lengua romance por lo cual podían entender parte de lo que se hablaba por doquier.

Los ojos de Zelghadis no podían dar crédito a la gran gama exótica de animales reunidos en aquella sección. Para un gálata exiliado como él su desconocimiento en la fauna le hacían pensar que la mayoría de los ejemplares eran criaturas mitológicas de su olvidada niñez. Jamás habría pensado encontrar aves de las mas extrañas tonalidades. Sólo recordaba los halcones y las águilas de las montañas de Galacia.

Fue más su sorpresa al mirar animales similares a los nobles caballos pero algunos con una protuberancia sobre sus lomos. Imaginándose que padecían una extraña enfermedad que les deformaba logró sentir una escueta compasión por animales tan bellos. Era tal su desconocimiento por esos animales como el destino al que caminaba al lado de sus compañeros.

- Incluso lo que se vende por estos lados tiene más valor que toda esta mierda a la cual vamos escoltando.

De forma irónica y lanzando un escupitajo a la hilera de celtas, el centurión romano vociferaba con la clara evidencia de que necesitaba mejores encomiendas. Como todo escalafón militar aquel oficial había sido designado para el traslado de los celtas hacia lo que sería el mercado de esclavos.

- Bah ¿pero a quién le importa? Ya queda poco para que lleguemos al mercado de esclavos. Tendrán suerte si alguien paga más de un cuarto de cobre por alguno de ustedes...

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