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-A orillas del río Tiber-
Recuerdo del primer mensaje :
Ya habíamos abandonado el bosque hace un buen rato, íbamos caminando por las calles de los distritos, mirando adelante, sin hablarnos, sin mencionar nada. Mientras caminaba tranquila al lado del muchacho miraba a mis alrededores, estaba algo nerviosa, pues el lugar por el cual entramos para ir al río no tenía muy buen aspecto, los edificios se veían gastados y algo sucios, y las calles estaban desiertas, era raro que a esas horas de la tarde no hubiera nadie, pero ya era un hecho. De pronto mencioné unas palabras, que por cierto, al no haber gente hablando ni ruidos en el lugar, se oyó muy bien.
-Es demasiado extraño esto... a estas horas suele haber gente...- Decía dudosa mientras miraba a mi alrededor, más luego pensé -Este lugar siempre me pareció un tanto incómodo, no veo la hora de llegar al río...- Eso pasaba por mi mente mientras caminaba lentamente por el lugar.
Luego de algunos minutos, dejamos atrás las calles de cemento gastado para pisar por fin la fría arena. A unos cuantos metros podía divisarse el río, que estaba algo alborotado, las aguas se movían de un lado al otro, formando pequeñas olas. Tan pronto llegaba la tarde y la brisa refrescante del viento comenzaba a soplar, haciendo elevarse a los pequeños granos de arena que se perdían en el aire. De pronto, al esbosar una alegre sonrisa, miré de repente a Leonard.
-Este es el lugar... ¿Verdad que es bello?- Suspiré de repente y me detuve -Suelo venir aquí para pasar mi tiempo... me relaja el sentarme en la orilla y mirar el agua desde cerca, es algo que hago desde pequeña.- Sonreí, y tras hacer silencio cerré los ojos y comencé a sentir el aire que chocaba en mi piel, me quede allí por unos minutos, y luego volvi a mirar a Leonard esperando su reaccion.
Ya habíamos abandonado el bosque hace un buen rato, íbamos caminando por las calles de los distritos, mirando adelante, sin hablarnos, sin mencionar nada. Mientras caminaba tranquila al lado del muchacho miraba a mis alrededores, estaba algo nerviosa, pues el lugar por el cual entramos para ir al río no tenía muy buen aspecto, los edificios se veían gastados y algo sucios, y las calles estaban desiertas, era raro que a esas horas de la tarde no hubiera nadie, pero ya era un hecho. De pronto mencioné unas palabras, que por cierto, al no haber gente hablando ni ruidos en el lugar, se oyó muy bien.
-Es demasiado extraño esto... a estas horas suele haber gente...- Decía dudosa mientras miraba a mi alrededor, más luego pensé -Este lugar siempre me pareció un tanto incómodo, no veo la hora de llegar al río...- Eso pasaba por mi mente mientras caminaba lentamente por el lugar.
Luego de algunos minutos, dejamos atrás las calles de cemento gastado para pisar por fin la fría arena. A unos cuantos metros podía divisarse el río, que estaba algo alborotado, las aguas se movían de un lado al otro, formando pequeñas olas. Tan pronto llegaba la tarde y la brisa refrescante del viento comenzaba a soplar, haciendo elevarse a los pequeños granos de arena que se perdían en el aire. De pronto, al esbosar una alegre sonrisa, miré de repente a Leonard.
-Este es el lugar... ¿Verdad que es bello?- Suspiré de repente y me detuve -Suelo venir aquí para pasar mi tiempo... me relaja el sentarme en la orilla y mirar el agua desde cerca, es algo que hago desde pequeña.- Sonreí, y tras hacer silencio cerré los ojos y comencé a sentir el aire que chocaba en mi piel, me quede allí por unos minutos, y luego volvi a mirar a Leonard esperando su reaccion.
Lady- Berseker de Ares
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Re: -A orillas del río Tiber-
Luego de unos momentos de esperar la respuesta de la joven ella por fin hablo, en ese momento me di cuenta de que fue mala idea tocar el tema, porque ella se había puesto triste. Ella trataba de ocultarlo aunque yo lo noté pero decidí no hablar al respecto, al cabo de unos segundos Lady dijo de que "Leonard" era solo parte de su pasado a lo que le respondí.
Ya veo... un triste pasado.... ¿no?..-dije sonriendo intentando levantar el animo de aquella joven que mi pregunta había entristecido, después escuche que dijo que el destino era cruel y la miré y le conteste con voz irónica-Ya lo creo...- Yo caminé unos pasos para ver el río, pero Lady no tardo momentos en decir un alago acerca de mi nombre y yo le respondí dulcemente.
Gracias, Lady también es bonito.-Luego hice una pausa mientras pensaba una pregunta en la cual pudiera asegurarme de que era mi hermana, aunque ya fuera bastante obvio-A propósito, ¿que edad tienes?-supuse que si ella decía 21 estaría completamente segura de que era mi hermana perdida.
Ella también menciono que el motivo de su desmayo era que había perdido energías. Yo no entendí muy bien pero asentí con la cabeza como si lo hubiera echo. Después de un rato ella dijo que fuéramos a los baños yo la mire para contestarle.
Me parece una buena idea, yo también necesito uno- Dije riéndome un poco con la intención de que la joven levantara su animo. Después me quede en el lugar esperando una reacción de ella mientras miraba el hermoso día que me había tocado para reencontrarme con mi querida hermana
Ya veo... un triste pasado.... ¿no?..-dije sonriendo intentando levantar el animo de aquella joven que mi pregunta había entristecido, después escuche que dijo que el destino era cruel y la miré y le conteste con voz irónica-Ya lo creo...- Yo caminé unos pasos para ver el río, pero Lady no tardo momentos en decir un alago acerca de mi nombre y yo le respondí dulcemente.
Gracias, Lady también es bonito.-Luego hice una pausa mientras pensaba una pregunta en la cual pudiera asegurarme de que era mi hermana, aunque ya fuera bastante obvio-A propósito, ¿que edad tienes?-supuse que si ella decía 21 estaría completamente segura de que era mi hermana perdida.
Ella también menciono que el motivo de su desmayo era que había perdido energías. Yo no entendí muy bien pero asentí con la cabeza como si lo hubiera echo. Después de un rato ella dijo que fuéramos a los baños yo la mire para contestarle.
Me parece una buena idea, yo también necesito uno- Dije riéndome un poco con la intención de que la joven levantara su animo. Después me quede en el lugar esperando una reacción de ella mientras miraba el hermoso día que me había tocado para reencontrarme con mi querida hermana
Alice- Berseker de Ares
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Re: -A orillas del río Tiber-
La joven de cabellos rosas estaba cerca del agua, de pronto respondió a mis anteriores palabras, aquella respuesta que me hizo sonreír con algo de melancolía, pero solo asentí con la cabeza. Era cierto que había sido aquello un triste pasado pero ya era hora de que me olvide de eso, como decía aquella voz en mi interior, no podía vivir todo el día pensando en ello. Por lo que hice poco caso a lo que mi mente decía, y continué oyendo las palabras de la joven de nombre Alice. Me acerqué un poco a ella, aunque no demasiado, y de pronto preguntó mi edad, me pareció algo muy extraño que esa sea una de las preguntas que hace alguien al que acabas de conocer, pero decidí contestarle algo confundida.
-¿Mi edad? Tengo 21 años.- Hice una pausa un tanto corta, estaba intrigada de por qué la joven me haría esa pregunta entonces decidí de una vez preguntarle el motivo -Y... ¿Por que querías saber mi edad?- Dije con una voz suave.
Después mientras esperaba, unos pensamientos pasaban por mi mente producto del silencio que se sentía. Solo se escuchaba el sonido del viento y el agua chocando con la orilla. Aquellos recuerdos vinieron a mi mente, me invadió una desesperación por marcharme cuanto antes de aquel lugar, puesto que me hacía recordar los momentos que había vivido hace a penas unas horas. Entonces comenté a Alice algo nerviosa -¿Por que no nos vamos ahora? Me cuentas por el camino.. ¿Si?- Dije mientras comenzaba a caminar hacia la salida, esperando que Alice me siga.
-¿Mi edad? Tengo 21 años.- Hice una pausa un tanto corta, estaba intrigada de por qué la joven me haría esa pregunta entonces decidí de una vez preguntarle el motivo -Y... ¿Por que querías saber mi edad?- Dije con una voz suave.
Después mientras esperaba, unos pensamientos pasaban por mi mente producto del silencio que se sentía. Solo se escuchaba el sonido del viento y el agua chocando con la orilla. Aquellos recuerdos vinieron a mi mente, me invadió una desesperación por marcharme cuanto antes de aquel lugar, puesto que me hacía recordar los momentos que había vivido hace a penas unas horas. Entonces comenté a Alice algo nerviosa -¿Por que no nos vamos ahora? Me cuentas por el camino.. ¿Si?- Dije mientras comenzaba a caminar hacia la salida, esperando que Alice me siga.
Lady- Berseker de Ares
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Re: -A orillas del río Tiber-
Post de despertar la armadura de Bazir.
Recuerdos atormentadome, en el mismo lugar donde habia salido a pasear con Shez, cuando los primeros rasgos de mi posible locura o maldicion comenzaron ya a expresarse, aquel momento que se sentia hervir mi sangre y que habia casi evaporado un poco de agua cuando hice contacto con mi cuerpo, algo fuera de lo comun, lo cual vio mi amor, sorprendida, pero eso habia sido por mi pequeña coneccion con Bazir, un guerrero, el cual me habia enseñado a comenzar a atacar como loco cuando se pudiera, pero controlarlo cuando la ocacion lo ameritaba.
Respire, el aire de la noche comenzaba a hacerse presente, recorriendo cada una de las ramas y hojas de los arboles que rodeaban el rio, haciendo sombras tenebrosas en las pequeñas lomas, reflejos de la luna, el rio circulando por la brecha que hacian los limites del rio, las ranas croaban a lo lejos, y demas animales nocturnos hacian acto de presencia, camine de repente hasta toparme de nueva cuenta con el rio, de cristalinas aguas, sin preocuparme porque mis ropas se mojaran, camine despacio por dentro del agua, sobre alguna piedra que ahi estaba, me meti poco a poco hasta casi llegar a la cintura, cuando estuve apunto de meter la cabeza completamente y el resto de mi cuerpo, vi cercano a donde estaba un pequeño destello rojo, el cual hizo que mi curiosidad se despertara, camine un poco mas y el brillo se hizo mas pronunciado, y creaba pequeño vapor que sobresalia por la superficie, ligeramente comenzo a crear un vacio alrededor del objeto, no dejando que pasara mas agua porque enseguida comenzaba a evaporarse, camine un poco mas, y entonces la comenze a ver, era mas o menos una cripta que estaba cuadrada, la cual con el brillo comenzaba a asemejarse al fuego que ardia con mas fuerza, mis manos comenzaron a acercarsele, y con un instinto un poco loco mis dedos comenzaron a pasar sobre la cripta, percatandome que no habia porque preocuparse, el calor no me afectaba y ligeramente tome aquel objeto con mis manos, para jalarlo de unas cadenas, las cuales comenzaron a abrir la extraña caja, y se denoto como salia de el, una pequeña armadura que se fracciono y comenzo a cubrirme todo el cuerpo, irradiandome un calor mas fuerte, con un poder mas intenso, sentia todo ese cosmos rodear por mi cuerpo, ahora sabia que para esto habia nacido, para ser, el guerrero de Bazir.
Recuerdos atormentadome, en el mismo lugar donde habia salido a pasear con Shez, cuando los primeros rasgos de mi posible locura o maldicion comenzaron ya a expresarse, aquel momento que se sentia hervir mi sangre y que habia casi evaporado un poco de agua cuando hice contacto con mi cuerpo, algo fuera de lo comun, lo cual vio mi amor, sorprendida, pero eso habia sido por mi pequeña coneccion con Bazir, un guerrero, el cual me habia enseñado a comenzar a atacar como loco cuando se pudiera, pero controlarlo cuando la ocacion lo ameritaba.
Respire, el aire de la noche comenzaba a hacerse presente, recorriendo cada una de las ramas y hojas de los arboles que rodeaban el rio, haciendo sombras tenebrosas en las pequeñas lomas, reflejos de la luna, el rio circulando por la brecha que hacian los limites del rio, las ranas croaban a lo lejos, y demas animales nocturnos hacian acto de presencia, camine de repente hasta toparme de nueva cuenta con el rio, de cristalinas aguas, sin preocuparme porque mis ropas se mojaran, camine despacio por dentro del agua, sobre alguna piedra que ahi estaba, me meti poco a poco hasta casi llegar a la cintura, cuando estuve apunto de meter la cabeza completamente y el resto de mi cuerpo, vi cercano a donde estaba un pequeño destello rojo, el cual hizo que mi curiosidad se despertara, camine un poco mas y el brillo se hizo mas pronunciado, y creaba pequeño vapor que sobresalia por la superficie, ligeramente comenzo a crear un vacio alrededor del objeto, no dejando que pasara mas agua porque enseguida comenzaba a evaporarse, camine un poco mas, y entonces la comenze a ver, era mas o menos una cripta que estaba cuadrada, la cual con el brillo comenzaba a asemejarse al fuego que ardia con mas fuerza, mis manos comenzaron a acercarsele, y con un instinto un poco loco mis dedos comenzaron a pasar sobre la cripta, percatandome que no habia porque preocuparse, el calor no me afectaba y ligeramente tome aquel objeto con mis manos, para jalarlo de unas cadenas, las cuales comenzaron a abrir la extraña caja, y se denoto como salia de el, una pequeña armadura que se fracciono y comenzo a cubrirme todo el cuerpo, irradiandome un calor mas fuerte, con un poder mas intenso, sentia todo ese cosmos rodear por mi cuerpo, ahora sabia que para esto habia nacido, para ser, el guerrero de Bazir.
Jabranth- Status : MUERTO
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Azrael, marioneta sonora
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Re: -A orillas del río Tiber-
Hablo/narro/pienso/
Yo seguía parada frente al río cuando de repente Lady contesto mi pregunta, note que estaba confundida, pues esa era una pregunta extraña para alguien que acababa de conocer, pero la verdad era que no debería ser extraña ya que nos conocíamos desde hace mucho tiempo, aunque ella no lo supiera. Ella dijo, como era de esperarse, que tenia 21 años al igual que yo, mis pensamientos me invadían, las ansias de decirle que eramos hermanas, los momentos que pasábamos cuando eramos niñas, y a la vez imaginaba como se lo tomaría, ya que podría creer que es una broma y enojarse. Asique decidí esperar un rato, luego la joven interrumpió mis pensamientos con una pregunta, ella quería saber el porque de esa supuesta extraña pregunta. Yo me sonreí intentando tapar que no sabía que decir ya se me había ocurrido que decirle y estaba apunto de hacerlo cuando esa joven me interrumpió. Pregunto de repente que me parecía que fuéramos en ese momento al lago. Yo la miré mientras pronunciaba unas dulces palabras.
-Claro... ¿porque no?...-Después me quede pensando en porque su tono era nervioso y porque esa decisión de golpe y no pude contener mi intriga y decidí preguntarle- Y... ¿porque tu decisión tan repentina?... si es que se puede saber, claro-- Después camine hasta donde estaba ella, aproximadamente 4 metros. Y decidí contestarle la primer pregunta que ella había efectuado.
-Yo te pregunte tu edad porque...-hice una pausa para tomar aire--antes de decirte, ¿prometes que no te enojaras con lo que te diga?-Dije eso para ver si ella se enojaría o como seria su reacción con la confesión, luego me sonreí mientras pensaba que ella entendería que estaba loca o que era muy extraña la pregunta, pero en ese momento no me importaba demasiado.
Yo seguía parada frente al río cuando de repente Lady contesto mi pregunta, note que estaba confundida, pues esa era una pregunta extraña para alguien que acababa de conocer, pero la verdad era que no debería ser extraña ya que nos conocíamos desde hace mucho tiempo, aunque ella no lo supiera. Ella dijo, como era de esperarse, que tenia 21 años al igual que yo, mis pensamientos me invadían, las ansias de decirle que eramos hermanas, los momentos que pasábamos cuando eramos niñas, y a la vez imaginaba como se lo tomaría, ya que podría creer que es una broma y enojarse. Asique decidí esperar un rato, luego la joven interrumpió mis pensamientos con una pregunta, ella quería saber el porque de esa supuesta extraña pregunta. Yo me sonreí intentando tapar que no sabía que decir ya se me había ocurrido que decirle y estaba apunto de hacerlo cuando esa joven me interrumpió. Pregunto de repente que me parecía que fuéramos en ese momento al lago. Yo la miré mientras pronunciaba unas dulces palabras.
-Claro... ¿porque no?...-Después me quede pensando en porque su tono era nervioso y porque esa decisión de golpe y no pude contener mi intriga y decidí preguntarle- Y... ¿porque tu decisión tan repentina?... si es que se puede saber, claro-- Después camine hasta donde estaba ella, aproximadamente 4 metros. Y decidí contestarle la primer pregunta que ella había efectuado.
-Yo te pregunte tu edad porque...-hice una pausa para tomar aire--antes de decirte, ¿prometes que no te enojaras con lo que te diga?-Dije eso para ver si ella se enojaría o como seria su reacción con la confesión, luego me sonreí mientras pensaba que ella entendería que estaba loca o que era muy extraña la pregunta, pero en ese momento no me importaba demasiado.
Alice- Berseker de Ares
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Re: -A orillas del río Tiber-
Estaba parada casi en la salida del lugar, a unos pasos podia verse una pequeña chosa de madera, habia un pequeño perro durmiendo frente a la puerta del lugar. Lo mire porque me llamo mucho la atencion, me sonrei y volvi a fijar mi vista en Alice que volvia a hablarme, aceptaba mi invitacion para salir del lugar y e preguntaba el motivo por el cual estaba tan anciosa al comentarselo. No quise darle muchas explicasiones, y aun menos decirle el verdadero motivo asique decidi darle una corta respuesta para asi marcharnos del lugar cuanto antes. -Es que... ya es de noche y comenza a hacer frio, no es buena idea estar aqui por la noche...- Dije con una sonrisa en mi rostro y comence a caminar hacia la salida, para asi dirigirnos a los baños, me urgia tomar un baño de agua tibia para relajar mi cuerpo y olvidar mis penas. Pero antes de seguir caminando escuche la respuesta de la joven mujer preguntandome y no me enojaria con lo que ella me iba a confesar.
-Bueno, dependiendo de lo que me digas, aunque no creo que lo vaya a tomar a mal...- Dije mientras cerraba los ojos por unos segundos en un gesto amistoso. Despues comence a camina -Pero hablemos en los baños asi estamos mas relajadas, vamos.- Y me dirigi hasta la salida del sitio esperando que Alice me siga, asi ya nos marchabamos hacia los baños de Roma y hablabamos con mas tranquilidad. Asi de paso ponia a secar mi vestido que habia quedado un poco humedo del momento en que me meti al agua, aunque con el calor de mi cosmos y el viento que produjo mi poder se habia secado un poco pero no del todo, asique era una buena oportunidad.
-Bueno, dependiendo de lo que me digas, aunque no creo que lo vaya a tomar a mal...- Dije mientras cerraba los ojos por unos segundos en un gesto amistoso. Despues comence a camina -Pero hablemos en los baños asi estamos mas relajadas, vamos.- Y me dirigi hasta la salida del sitio esperando que Alice me siga, asi ya nos marchabamos hacia los baños de Roma y hablabamos con mas tranquilidad. Asi de paso ponia a secar mi vestido que habia quedado un poco humedo del momento en que me meti al agua, aunque con el calor de mi cosmos y el viento que produjo mi poder se habia secado un poco pero no del todo, asique era una buena oportunidad.
Lady- Berseker de Ares
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Re: -A orillas del río Tiber-
Luego de unos momentos Lady hablo formulando una respuesta con respecto ami pregunta a cerca de su ansiedad, ella mencionó una que no me convenció pero decidí fingir que si me había convencido, lo q la joven dijo fue que hacia frió y no era bueno estar en ese río por las noches. Dijo mientras sonreía y luego comenzó a caminar hacia la salida yo me caminé bastante rápido para alcanzarla, luego de unos momentos contesto a mi pregunta a cera de la forma en que tomaría mi confesión , ella contesto q su reacción seria según con el significado de lo que yo diga, después me tranquilizó un poco cuando dijo q lo mas probable era q no se lo tomara a mal. Yo suspire, aunque aun mis pensamientos me agobiaban, y cada vez me ponían mas nerviosa asique me parecía buena idea ir a toma un baño, ya que lo necesitaba y el agua siempre me había calmado y quitado el estrés y no dudaba que esta vez no seria diferente. Después Lady interrumpió diciendo q sería mejor ir a los baños. Yo la miré y asentí ademas de pronunciar unas suaves palabras.
Me parece una buena idea, el agua es relajante y nos servirá hablar en la tranquilidad de las aguas termales. ¿no crees?-Dije con una sonrisa amistosa q se iba marcando lentamente en mi rostro a medida q caminaba hacia la salida.
Yo caminaba, me sentía pesada y cansada, el frío me había secado los labios, asique me pase la lengua por ellos para humedecerlos con saliva, ya que me habían comenzado a doler. Después camine un par de pasos y mire a la joven que ya estaba mi lado.
Vayamos rápido antes de que sea mas peligroso-dije despacio mirando para los costados, ya que esas horas de la noche no son apropiadas para dos jóvenes que están solas es muy peligroso.
Me parece una buena idea, el agua es relajante y nos servirá hablar en la tranquilidad de las aguas termales. ¿no crees?-Dije con una sonrisa amistosa q se iba marcando lentamente en mi rostro a medida q caminaba hacia la salida.
Yo caminaba, me sentía pesada y cansada, el frío me había secado los labios, asique me pase la lengua por ellos para humedecerlos con saliva, ya que me habían comenzado a doler. Después camine un par de pasos y mire a la joven que ya estaba mi lado.
Vayamos rápido antes de que sea mas peligroso-dije despacio mirando para los costados, ya que esas horas de la noche no son apropiadas para dos jóvenes que están solas es muy peligroso.
Alice- Berseker de Ares
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Re: -A orillas del río Tiber-
Sus piernas comenzaron a perder fuerza tras el correr descontrolado de la estrella celeste, Alessa. Los arboles tupidos de hojas una vez mas se alzaban en derredor de su camino y lentamente la brisa se humedecía, pues se daba por hecho que no muy lejos, un riachuelo pasaba dividiendo su camino.
Y una rama atravesada en el sendero, reseca… pero gruesa, causaba el tropezar de la pereza despistada, cayendo por una segunda vez en aquel lapso de su vida lleno de tormento. Esta sucumbía abruptamente en el suelo, siendo las rodillas desnudas las que golpeaban primero, seguido por su demás cuerpo, mas sin embargo Alessa había sido habilidosa anteponiendo sus brazos, para así amoldar su rostro y no lastimárselo.
Su cuerpo se movía descontroladamente de arriba hacia abajo, el agite que invadía sus pulmones causaba tal danza de vaivén. Esta levantaba su cara, fijando su mirada cristalina al caudal del delgado riachuelo que en frente pasaba mansamente, el cual dejaba para los vagabundos una pasiva sinfonía.
Alessa se arrastro lentamente entre el fango, dejando su huella por detrás de su denigrante silueta; se apoyaba firmemente gracias a la fuerza de sus codos y piernas, sus ropas se manchaban y plagaban de lodo, mas no le importo en absoluto, su danza viperina culmino en la orilla del rio, esta se quedó pensativa mientras que la poca fuerza que llevaba las aguas salpicaban pequeñas gotas hacia su rostro, escasamente lavándole.
Cerró sus ojos, pues ya no había vuelto a crecer el parche sobre el costado izquierdo de su fas; comenzando así a elevar su cosmos una vez más, Alessa no entendía muy bien aquellas sensaciones de vacio que ceñían los sentidos de su cuerpo, al grado de demostrar su miedo, tragándose el orgullo que siempre mostraba.
Su escudo pesaba demasía encima de su espalda, no podía respirar muy bien, pero tampoco le prestaba su atención al cien, pues su mente en aquel momento vivía un altercado de su pasado, presente y futuro. Tal situación género que esta se perdiera entre las lagunas de su mente, despegándose abruptamente de aquella realidad, tan solo hay estaba un cuerpo tirado a la orilla de un riachuelo, emanando un cálido cosmos de tonalidades verdosas, mas no presentaba una supuesta vida.
Para Alessa en esa situación tan extraña le era muy difícil pelear con sus propios sentimientos y recuerdos, los cuales había ya negado mantener albergados en su corazón lunas atrás, no sabia enfrentarse a aquel rival tan terrible para ella: su conciencia.
Esta caía en un prado verdoso, producto de su imaginación, sus ropajes eran distintos, a la falda y blusa negra con la que siempre vestía, pues ahora se veía adornada con unas medias rojas hasta sus muslos, cueros color café que apenas y cubrían sus senos, una chaqueta roja corta. El alterar no se hizo tardad entre sus nervios, cayendo hincada aplastándose la cabeza y gritando… mas lo que Alessa no sabia, era que lentamente comenzaría una reminiscencia crucial en su periodo de vida, que despertaría un nuevo cosmos en sus entrañas.
Y una rama atravesada en el sendero, reseca… pero gruesa, causaba el tropezar de la pereza despistada, cayendo por una segunda vez en aquel lapso de su vida lleno de tormento. Esta sucumbía abruptamente en el suelo, siendo las rodillas desnudas las que golpeaban primero, seguido por su demás cuerpo, mas sin embargo Alessa había sido habilidosa anteponiendo sus brazos, para así amoldar su rostro y no lastimárselo.
Su cuerpo se movía descontroladamente de arriba hacia abajo, el agite que invadía sus pulmones causaba tal danza de vaivén. Esta levantaba su cara, fijando su mirada cristalina al caudal del delgado riachuelo que en frente pasaba mansamente, el cual dejaba para los vagabundos una pasiva sinfonía.
Alessa se arrastro lentamente entre el fango, dejando su huella por detrás de su denigrante silueta; se apoyaba firmemente gracias a la fuerza de sus codos y piernas, sus ropas se manchaban y plagaban de lodo, mas no le importo en absoluto, su danza viperina culmino en la orilla del rio, esta se quedó pensativa mientras que la poca fuerza que llevaba las aguas salpicaban pequeñas gotas hacia su rostro, escasamente lavándole.
Cerró sus ojos, pues ya no había vuelto a crecer el parche sobre el costado izquierdo de su fas; comenzando así a elevar su cosmos una vez más, Alessa no entendía muy bien aquellas sensaciones de vacio que ceñían los sentidos de su cuerpo, al grado de demostrar su miedo, tragándose el orgullo que siempre mostraba.
Su escudo pesaba demasía encima de su espalda, no podía respirar muy bien, pero tampoco le prestaba su atención al cien, pues su mente en aquel momento vivía un altercado de su pasado, presente y futuro. Tal situación género que esta se perdiera entre las lagunas de su mente, despegándose abruptamente de aquella realidad, tan solo hay estaba un cuerpo tirado a la orilla de un riachuelo, emanando un cálido cosmos de tonalidades verdosas, mas no presentaba una supuesta vida.
Para Alessa en esa situación tan extraña le era muy difícil pelear con sus propios sentimientos y recuerdos, los cuales había ya negado mantener albergados en su corazón lunas atrás, no sabia enfrentarse a aquel rival tan terrible para ella: su conciencia.
Esta caía en un prado verdoso, producto de su imaginación, sus ropajes eran distintos, a la falda y blusa negra con la que siempre vestía, pues ahora se veía adornada con unas medias rojas hasta sus muslos, cueros color café que apenas y cubrían sus senos, una chaqueta roja corta. El alterar no se hizo tardad entre sus nervios, cayendo hincada aplastándose la cabeza y gritando… mas lo que Alessa no sabia, era que lentamente comenzaría una reminiscencia crucial en su periodo de vida, que despertaría un nuevo cosmos en sus entrañas.
Tercer post de seis con respecto al tema de segundo ataque medio
Elemento: Manipulación del Tiempo.
Alessa0- Dama del Pecado
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Re: -A orillas del río Tiber-
-¿Qué me esta pasando? Ya no quiero seguir con esto, tan solo quiero morir, quiero rendirme, ser débil…lo que en verdad soy, mis recuerdos se los di a el, con la finalidad de poder caminar un poco mas… soy un muleto n vida, ¿Por qué siento? Eso no es coherente… eso no es lógico… Hades… o gran dios Hades, sabéis muy bien que yo no soy la idónea guerrera ejemplar en su legión, pues sabe muy bien que asqueo los de su clase, pero a usted le respetaba por que me había quitado la daga de mi vida, me hizo olvidar a mi hermana menor y aquel hombre que llegue a amar… ¿ Pero por que ahora me hacer recordad? Le di mi dignidad, mi cuerpo, mis recuerdos, y aquí estoy buscando a mis demás hermanas para así comenzar el genocidio, cumpliendo la parte del trato. No entiendo el por que no cumple algo tan simple, como es el quitar una humanidad… no lo entiendo en verdad… Hades.
Aquella se agachaba, mojando sus nuevas prendas, contrayendo su cuerpo por la presión que generaba el alterar de sus sentidos, así estuvo por varios minutos, las dudas que tenían se quedaron sin respuestas, aquella paso su brazo derecho y limpio sus lagrimas, pues si Hades no cumplía con su parte menos lo haría Alessa, aquella se levanto y miro el cielo, el cual tomaba una danza en verdad distinta, pues el recorrer de las nubes lo hacia de forma contraria a la de siempre, esta ciño su frente y relamió sus labios, para que de la nada se sintiera abrazada, aquella cosmos-energía que expedía el ente que le sujetaba por la espalda era en verdad incomoda, tan poderosa que ni podía moverse, cerro sus ojos y comenzó a temblar de miedo, para que la silueta incógnita le lamiera el cuello y le susurrara de una forma retorcida:
-Jajajaja… Alessa, Alessa, que vergüenza me das, esta reencarnación de pereza es en verdad patética, no como lo fue la anterior, siempre tan necia a sus acciones, tan fuerte, sádica y sin dudar… ¿Pero y tu?… te conmueves con lo que sea… ya dej atrás a tu asquerosa hermana, ella ya esta muerta, deja atrás aquel amor… sabes muy bien que ese tipo de sentimientos son repugnantes… ¿Pues que te crees que eres? Tu no eras ya un ser vivo, tu ya no eres mortal… metete esto en la cabeza, eres ahora una estrella infernal, solamente lo único que debes pensar es en pelar y siempre vencer… entiéndelo de una vez por todas mujer… No me cuses una repugnante vergüenza, ya vuélvete en verdad fría, mata solamente eso es lo que debes de hacer… déjame renacer como técnica a tu lado, pues ya es momento de la venganza con aquella mujer… ya es momento…
La silueta desapareció y Alessa se quedo sorprendida, con la boca abierta, con sus ojos sin parpadeo, pues la que se le había arrimado anteriormente era el antiguo espíritu de la pereza, esta cerro sus puños y por fin entendió su veredero papel en la guerra, pero para eso debía hacer nacer ese nuevo cosmos que a gritos pedía ser liberado.
Aquella se agachaba, mojando sus nuevas prendas, contrayendo su cuerpo por la presión que generaba el alterar de sus sentidos, así estuvo por varios minutos, las dudas que tenían se quedaron sin respuestas, aquella paso su brazo derecho y limpio sus lagrimas, pues si Hades no cumplía con su parte menos lo haría Alessa, aquella se levanto y miro el cielo, el cual tomaba una danza en verdad distinta, pues el recorrer de las nubes lo hacia de forma contraria a la de siempre, esta ciño su frente y relamió sus labios, para que de la nada se sintiera abrazada, aquella cosmos-energía que expedía el ente que le sujetaba por la espalda era en verdad incomoda, tan poderosa que ni podía moverse, cerro sus ojos y comenzó a temblar de miedo, para que la silueta incógnita le lamiera el cuello y le susurrara de una forma retorcida:
-Jajajaja… Alessa, Alessa, que vergüenza me das, esta reencarnación de pereza es en verdad patética, no como lo fue la anterior, siempre tan necia a sus acciones, tan fuerte, sádica y sin dudar… ¿Pero y tu?… te conmueves con lo que sea… ya dej atrás a tu asquerosa hermana, ella ya esta muerta, deja atrás aquel amor… sabes muy bien que ese tipo de sentimientos son repugnantes… ¿Pues que te crees que eres? Tu no eras ya un ser vivo, tu ya no eres mortal… metete esto en la cabeza, eres ahora una estrella infernal, solamente lo único que debes pensar es en pelar y siempre vencer… entiéndelo de una vez por todas mujer… No me cuses una repugnante vergüenza, ya vuélvete en verdad fría, mata solamente eso es lo que debes de hacer… déjame renacer como técnica a tu lado, pues ya es momento de la venganza con aquella mujer… ya es momento…
La silueta desapareció y Alessa se quedo sorprendida, con la boca abierta, con sus ojos sin parpadeo, pues la que se le había arrimado anteriormente era el antiguo espíritu de la pereza, esta cerro sus puños y por fin entendió su veredero papel en la guerra, pero para eso debía hacer nacer ese nuevo cosmos que a gritos pedía ser liberado.
Post Cuarto de seis con respecto al tema de segundo ataque medio
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Re: -A orillas del río Tiber-
¿Qué creo ser?
Alzando la mirada hacia aquel cielo difuso, mientras que su silueta una vez más llegaba estar cerca del rio, el espejismo de un prado hermoso por fin se extinguía, para que tan solo la dama quedara varada entre la soledad de aquel rio. Por fin puro respirar si jadeo, la presión se había ido, el miedo al igual, todo suepuestamente a la normalidad caía nuevamente, la pereza errabunda relamió sus labios, mientras cerro sus ojos, alzando al mismo tiempo su cosmos haciendo el regenere por fin de su parche, pues su ojo izquierdo ya estaba sangrante, borrando la visión de tal.
Los minutos pasaron y aquella inerte yacía varada en un solo lugar, incertidumbre era lo que expedía aquel cosmos, para que de la nada tras el cantar de un cuervo esta despertara de su transe y así mismos tras el abrir de su ojo derecho hiciera nacer un enorme cosmos el cual azotaba con desde su alrededor, enormes arboles perecieron y otros mas se destrozaron, los arbustos se desnudaron y las alimañas huyeron… Alessa estaba demasiado molesta por lo que estaba viviendo, aun no entendí por que de la nada un pasado regresaba entre su conocimiento, no lo entendí… no por que fuese difícil la explicación, si no por que a ella esa vida no era suya, y sus intenciones no eran cargar con penas ajenas a su corazón.
Elevo aun mas su cosmosenergía, la cual se materializaba en un tenue manto en derredor de su silueta semidesnuda en un color verdoso, su escudo una vez mas pesaba, por lo que hábilmente se llevo las manos hacia la espalda y le arranco con fuerza, poniéndolo frente a ella esta se concentro, pues estaba aprendiendo una nueva técnica para sus fines de cercene.
Surco nuevamente una macabra sonrisa, bajo su rostro y le encubrió con las penumbras del lugar, mientras que el cosmos que materializaba en rededor de ella, lentamente se conducía por sus brazos delgados, hasta llegar a la egida, esta que en relieve un demonio albergaba, genero el despertar de tal, abriendo lentamente sus ojos dejando escapar un ligero rayo carmín, rápidamente se disperso en su alrededor, haciendo detener todo lo que en movimiento estaba, las copas frondosas de los arboles se detuvieron, las hojas que danzaban entre la brisa se quedaron estáticas al igual que el riachuelo colérico, era en verdad extraño, Alessa tardo para comprender que el tiempo había detenido, una magnifica táctica de guerra en ella había nacido… ¿Pero como usarlo? Aun era demasiado pronto para saberlo, por lo que comenzó a caminar en círculos y así analizar las probabilidades de emplear aquella técnica que nacía entre sus manos.
-Perfecto
Musito la dama, pues se había dado cuenta que ahora manipulaba el tiempo, queriendo así ver si afectaba a un ser regresándolo a un pasado doloroso…
Alzando la mirada hacia aquel cielo difuso, mientras que su silueta una vez más llegaba estar cerca del rio, el espejismo de un prado hermoso por fin se extinguía, para que tan solo la dama quedara varada entre la soledad de aquel rio. Por fin puro respirar si jadeo, la presión se había ido, el miedo al igual, todo suepuestamente a la normalidad caía nuevamente, la pereza errabunda relamió sus labios, mientras cerro sus ojos, alzando al mismo tiempo su cosmos haciendo el regenere por fin de su parche, pues su ojo izquierdo ya estaba sangrante, borrando la visión de tal.
Los minutos pasaron y aquella inerte yacía varada en un solo lugar, incertidumbre era lo que expedía aquel cosmos, para que de la nada tras el cantar de un cuervo esta despertara de su transe y así mismos tras el abrir de su ojo derecho hiciera nacer un enorme cosmos el cual azotaba con desde su alrededor, enormes arboles perecieron y otros mas se destrozaron, los arbustos se desnudaron y las alimañas huyeron… Alessa estaba demasiado molesta por lo que estaba viviendo, aun no entendí por que de la nada un pasado regresaba entre su conocimiento, no lo entendí… no por que fuese difícil la explicación, si no por que a ella esa vida no era suya, y sus intenciones no eran cargar con penas ajenas a su corazón.
Elevo aun mas su cosmosenergía, la cual se materializaba en un tenue manto en derredor de su silueta semidesnuda en un color verdoso, su escudo una vez mas pesaba, por lo que hábilmente se llevo las manos hacia la espalda y le arranco con fuerza, poniéndolo frente a ella esta se concentro, pues estaba aprendiendo una nueva técnica para sus fines de cercene.
Surco nuevamente una macabra sonrisa, bajo su rostro y le encubrió con las penumbras del lugar, mientras que el cosmos que materializaba en rededor de ella, lentamente se conducía por sus brazos delgados, hasta llegar a la egida, esta que en relieve un demonio albergaba, genero el despertar de tal, abriendo lentamente sus ojos dejando escapar un ligero rayo carmín, rápidamente se disperso en su alrededor, haciendo detener todo lo que en movimiento estaba, las copas frondosas de los arboles se detuvieron, las hojas que danzaban entre la brisa se quedaron estáticas al igual que el riachuelo colérico, era en verdad extraño, Alessa tardo para comprender que el tiempo había detenido, una magnifica táctica de guerra en ella había nacido… ¿Pero como usarlo? Aun era demasiado pronto para saberlo, por lo que comenzó a caminar en círculos y así analizar las probabilidades de emplear aquella técnica que nacía entre sus manos.
-Perfecto
Musito la dama, pues se había dado cuenta que ahora manipulaba el tiempo, queriendo así ver si afectaba a un ser regresándolo a un pasado doloroso…
Post Quinto de seis con respecto al tema de segundo ataque medio
Elemento: Manipulación del tiempo.
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Re: -A orillas del río Tiber-
Alessa yacía varada entre el prado húmedo, aun las cosas no tomaban su danza normal, por lo que estas escudriñaba en silencio el que hacer para manifestar dicha técnica. Comenzó a caminar hacia el frente y sus paso de la nada se hicieron lentos, sus cuerpo pesaba y su ojo se cerraba, vio como lentamente su piel se despegaba y se iba hacia el cielo, pero en vez de dejar desnuda su carne, sus extremidades se hacían pequeñas, aquella vivía una regresión en su cuerpo, se hacia joven, de mediato quedaba como cuando niña era.
-¿pero que diablos?…
Esta respiraba rápidamente, dando un pazo hacia atrezo, denotando como de nuevo su carne regresaba al lugar, tomando su verdadera edad. Alessa repasaba sus manos entre su cara surcando una sonrisa de alivio, suspirando…pero nuevamente comenzó a sufrir cambios, ahora su piel se marchitaba y se encorvaba, ella estaba envejeciendo. Era así como aquella técnica, manipulando a su antojo el tiempo teniendo la habilidad de hacer mas joven o mas vieja a una persona.
Cerró su ojo y elevo sus cosmos, contrarrestando el proceder de dicha manipulación de tiempo, tras un fogonazo que salía de su silueta esta quedaba como normal era, una joven de diecinueve años, con un parche, con una amargura… Respiro profundamente y tomo entre sus manos aquel metal enorme: su egida. Repaso su diestra entre los orbes abiertos del demonio cerrándolos tras su rose, dejándole dormido una vez mas, de la nada tras un crujir extraño, todo tomo su rumbo cotidiano, la brisa siguió danzando en derredor, las aguas se amansaron y deambularon entre el pequeño caudal, las nubes que se arremolinaban tras la tormenta venidera tomaban su iracundo danzar y las alimañas que había quedado atrapadas corrían a su guarida con gran desesperación, provocando que por leves segundos Alessa sonriera de una manera nunca antes hecha por aquella mujer.
Alessa sucumbió en el suelo arrodillada, alzo el rostro y miro el cielo, así estuvo en silencio por durante mucho tiempo, para así tras el crujir de los cielos un rayo callera no muy lejos de donde la dama de la pereza estaba, comenzando a llover… comenzando así a llorar.
Suspiro una ultima vez y no hablo… ¿Con quien y para que?… se levanto empapada y comenzó a caminar sin rumbo aparente, sin espíritu también. Estaba algo impactaba por lo que había vivido, pues cuando sufrió los cambios de edades pudo por fin recordad por que se unió y pudo ver un esbozo de su muerte, algo lindo en verdad, por que aunque fuese tristes amansaba el espíritu del la dama reencarnada.
L a mujer no sabía a donde dirigirse, pero ya no quería estar en aquel rio solitario y triste, por lo que como pudo acelero sus pasos y lentamente dejo su huella en el fango, dando la espalda a aquel paraje, a aquel tiempo pasado.
-¿pero que diablos?…
Esta respiraba rápidamente, dando un pazo hacia atrezo, denotando como de nuevo su carne regresaba al lugar, tomando su verdadera edad. Alessa repasaba sus manos entre su cara surcando una sonrisa de alivio, suspirando…pero nuevamente comenzó a sufrir cambios, ahora su piel se marchitaba y se encorvaba, ella estaba envejeciendo. Era así como aquella técnica, manipulando a su antojo el tiempo teniendo la habilidad de hacer mas joven o mas vieja a una persona.
Cerró su ojo y elevo sus cosmos, contrarrestando el proceder de dicha manipulación de tiempo, tras un fogonazo que salía de su silueta esta quedaba como normal era, una joven de diecinueve años, con un parche, con una amargura… Respiro profundamente y tomo entre sus manos aquel metal enorme: su egida. Repaso su diestra entre los orbes abiertos del demonio cerrándolos tras su rose, dejándole dormido una vez mas, de la nada tras un crujir extraño, todo tomo su rumbo cotidiano, la brisa siguió danzando en derredor, las aguas se amansaron y deambularon entre el pequeño caudal, las nubes que se arremolinaban tras la tormenta venidera tomaban su iracundo danzar y las alimañas que había quedado atrapadas corrían a su guarida con gran desesperación, provocando que por leves segundos Alessa sonriera de una manera nunca antes hecha por aquella mujer.
Alessa sucumbió en el suelo arrodillada, alzo el rostro y miro el cielo, así estuvo en silencio por durante mucho tiempo, para así tras el crujir de los cielos un rayo callera no muy lejos de donde la dama de la pereza estaba, comenzando a llover… comenzando así a llorar.
Suspiro una ultima vez y no hablo… ¿Con quien y para que?… se levanto empapada y comenzó a caminar sin rumbo aparente, sin espíritu también. Estaba algo impactaba por lo que había vivido, pues cuando sufrió los cambios de edades pudo por fin recordad por que se unió y pudo ver un esbozo de su muerte, algo lindo en verdad, por que aunque fuese tristes amansaba el espíritu del la dama reencarnada.
L a mujer no sabía a donde dirigirse, pero ya no quería estar en aquel rio solitario y triste, por lo que como pudo acelero sus pasos y lentamente dejo su huella en el fango, dando la espalda a aquel paraje, a aquel tiempo pasado.
Post ultimo con respecto a segundo ataque medio
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Re: -A orillas del río Tiber-
Caminábamos juntos hacia la pequeña playa donde abundaba la arena y se veía muy bella el agua chocando contra la orilla, las estrellas resplandecientes en el cielo aunque había algunas nubes oscuras que se movían con gran velocidad. Era mi lugar preferido de todo el distrito, el lugar más lindo del lugar, o único quizás, pero además no era muy asistido, podía hacer lo que quiera sin que nadie me critique. Mientras llegábamos, me detuve un momento a unos cuantos metros del agua, bastante lejos y me quité el calzado, mis pies desnudos por fin sentían la fría arena, esa hermosa sensación que hace tiempo no experimentaba. Aquel desconocido muchacho se aferró a mi cuerpo por detrás, tomándome de la cintura, al mismo tiempo que dejaba caer la botella en la arena.
-¿Asique también conoces este lugar? Es mi sitio favorito de todo el distrito, aquí podemos hacer lo que queramos sin que nadie interrumpa... ¿no crees, preciosa?- Me decía el muchacho con un aire decidido mientras acercaba sus labios a mi pies y daba pequeños besos en mi cuerpo por el costado, yo ni me inmutaba, tan solo pensaba.
-Muy pocas personas conocen este sitio, personas especiales como yo... y personas a las que yo guié hasta aquí... ¿Como es que tú lo conoces?- Le dije algo molesta, no creí que una persona tan ingenua sin poderes siquiera conozca un lugar tan particular como ese.
-¿Acaso eso importa, linda? ¿Por que no olvidas tus problemas y disfrutas de esta linda noche?-
-¿Sabes que yo acepté acompañarte porque tú querrías estar conmigo y que si quiero puedo dejarte tirado aquí mismo?- Dije con una voz desafiante pero a la vez seductora. Me volteé para quedar frente a frente con el chico. -Sin embargo no pienso hacerlo todavía... tú me sirves, amigo- Dije eso mientras desabrochaba el pantalón del joven, solo para provocarlo.
-Eres atrevida... me gusta eso en las mujeres...- Comentó él desviando un poco el tema, me sentí mejor, sabía que él estaba cayendo en mi trampa y de a poco iba a atraparlo.
De pronto me acerqué al muchacho, colocando una mano sobre su hombro derecho y la otra acariciando su mejilla. -No creas que soy una mujer cualquiera... estoy segura de que ni siquiera sabes las verdadera razón por la cual te traje aquí... ¿Nunca has pensado en la posibilidad de estar siendo engañado?- Dije con una voz hipnótica e irónica pues era cierto lo que estaba diciendo, en realidad solo estaba jugando con él. Besé su mejilla y pronto me alejé un poco de él.
Me paré a unos metros del muchacho y miré al cielo, comenzaba a soplar un frío viento que tenía destellos en rojo, viento que por supuesto yo controlaba con mi cosmos. Las fuertes ráfagas hacían levantar olas en el río y también la arena de las orillas. Estaba comenzando a despertar verdaderamente como berseker pero no me esperaba lo que pronto iba a ocurrir.
-¿Que rayos está pasando? ¿Quien eres tú?- Dijo desesperado el chico, estaba realmente confundido.
-Ya lo verás...- Dije luego aunque un tanto indiferente, no me interesaba realmente aquel muchacho.
-¿Asique también conoces este lugar? Es mi sitio favorito de todo el distrito, aquí podemos hacer lo que queramos sin que nadie interrumpa... ¿no crees, preciosa?- Me decía el muchacho con un aire decidido mientras acercaba sus labios a mi pies y daba pequeños besos en mi cuerpo por el costado, yo ni me inmutaba, tan solo pensaba.
-Muy pocas personas conocen este sitio, personas especiales como yo... y personas a las que yo guié hasta aquí... ¿Como es que tú lo conoces?- Le dije algo molesta, no creí que una persona tan ingenua sin poderes siquiera conozca un lugar tan particular como ese.
-¿Acaso eso importa, linda? ¿Por que no olvidas tus problemas y disfrutas de esta linda noche?-
-¿Sabes que yo acepté acompañarte porque tú querrías estar conmigo y que si quiero puedo dejarte tirado aquí mismo?- Dije con una voz desafiante pero a la vez seductora. Me volteé para quedar frente a frente con el chico. -Sin embargo no pienso hacerlo todavía... tú me sirves, amigo- Dije eso mientras desabrochaba el pantalón del joven, solo para provocarlo.
-Eres atrevida... me gusta eso en las mujeres...- Comentó él desviando un poco el tema, me sentí mejor, sabía que él estaba cayendo en mi trampa y de a poco iba a atraparlo.
De pronto me acerqué al muchacho, colocando una mano sobre su hombro derecho y la otra acariciando su mejilla. -No creas que soy una mujer cualquiera... estoy segura de que ni siquiera sabes las verdadera razón por la cual te traje aquí... ¿Nunca has pensado en la posibilidad de estar siendo engañado?- Dije con una voz hipnótica e irónica pues era cierto lo que estaba diciendo, en realidad solo estaba jugando con él. Besé su mejilla y pronto me alejé un poco de él.
Me paré a unos metros del muchacho y miré al cielo, comenzaba a soplar un frío viento que tenía destellos en rojo, viento que por supuesto yo controlaba con mi cosmos. Las fuertes ráfagas hacían levantar olas en el río y también la arena de las orillas. Estaba comenzando a despertar verdaderamente como berseker pero no me esperaba lo que pronto iba a ocurrir.
-¿Que rayos está pasando? ¿Quien eres tú?- Dijo desesperado el chico, estaba realmente confundido.
-Ya lo verás...- Dije luego aunque un tanto indiferente, no me interesaba realmente aquel muchacho.
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Re: -A orillas del río Tiber-
Pronto comenzó a soplar el viento muy fuerte y las nubes se movían a gran velocidad y comenzaban a cubrir el cielo por completo como si estuviera cerca una tormenta, mis ojos abiertos mirando hacia arriba, concentrada movilizando mi cosmos para elevar mis fuerzas. Estaba muy cerca del agua y el fuerte viento hacía levantar grandes olas mojando mis pies. El joven que estaba detrás de mí sospechaba de mi presencia, estaba algo asustado con lo que pasaba, especialmente por esa energía extraña y poderosa que comenzaba a rodear mi cuerpo. Pero aún no pensaba quitarle la vida y apoderarme de su condenada alma, todavía tenía mucho tiempo para jugar con él.
Me di vuelta mirando al chico y lo señalé con la palma de mi mano, en ese momento una fuerte ráfaga de viento arremetió contra él y lo lanzó contra el tronco de un árbol que estaba solo a unos metros detrás de él. Pero no lo dejó caer al suelo, mi propio cosmos en forma de viento lo atrapó, arrinconado contra el árbol sin poder moverse, ni sus manos ni sus pies, nada, estaba completamente inmovilizado. Me acerqué al muchacho y con mi mano derecha sequé un pequeño hilo de sangre que resbalaba desde su labio y me sonreí siniestramente, como si estuviera disfrutando verdaderamente el mal del chico. Él tan solo me miraba a los ojos, podía ver el miedo y desconfianza en su mirada, casi podía ver lo que tenía en su mente en ese momento.
-No tengas miedo, lindo... no tienes por qué temer a una mujer como yo...- Dije en un tono burlón mientras levantaba el mentón del muchacho con dos de mis dedos. -Tan solo quiero pasar un buen momento contigo...- continué mientras me acercaba lentamente el muchacho, apoyando mi cuerpo en el suyo mientras que con una mano sostenía su cabeza por detrás, entrelazando mis dedos en sus oscuros cabellos. Acercando mis labios a su oído derecho para así susurrarle:
-No hiciste bien en meterte conmigo, amor...- Dije y luego apoyé mis labios en su mejilla, y le di un pequeño beso para luego alejarlos mis labios de él.
-Por favor... ¿Que piensas hacer conmigo? no quiero estorbarte, si te molesta mi presencia solo me voy...- Dijo asustado el chico.
-No me molesta tu presencia, al contrario me favorece para mi propósito...- Dije con una voz suave. El viento comenzaba a soplar fuerte a mi alrededor, mis cabellos se elevaban danzando en los aires. -Pronto sabrás por que lo digo... pero no te dejaré escapar...- Aquel joven ya estaba condenado, tan solo por meterse conmigo. Y era mi parte favorita, me gustaba mucho torturar a la gente antes de acabar con sus vidas, era mi pasatiempo favorito, y si eran hombres que se morían por pasar un buen rato conmigo, con más razón lo disfrutaba, insinuandome y luego dañándolo, tomando el control de la situación.
-Ya es el momento, Tafariel... es hora de que obtengas tu recompensa...- Dijo una voz seria y algo gruesa, parecía venir desde el más allá, no se lograba distinguir muy bien, pero yo sabía perfectamente de que se trataba, mientras permanecía abrazando al muchacho no me olvidaba de elevar mi cosmos, el momento estaba próximo, tan solo me sonreí.
Me di vuelta mirando al chico y lo señalé con la palma de mi mano, en ese momento una fuerte ráfaga de viento arremetió contra él y lo lanzó contra el tronco de un árbol que estaba solo a unos metros detrás de él. Pero no lo dejó caer al suelo, mi propio cosmos en forma de viento lo atrapó, arrinconado contra el árbol sin poder moverse, ni sus manos ni sus pies, nada, estaba completamente inmovilizado. Me acerqué al muchacho y con mi mano derecha sequé un pequeño hilo de sangre que resbalaba desde su labio y me sonreí siniestramente, como si estuviera disfrutando verdaderamente el mal del chico. Él tan solo me miraba a los ojos, podía ver el miedo y desconfianza en su mirada, casi podía ver lo que tenía en su mente en ese momento.
-No tengas miedo, lindo... no tienes por qué temer a una mujer como yo...- Dije en un tono burlón mientras levantaba el mentón del muchacho con dos de mis dedos. -Tan solo quiero pasar un buen momento contigo...- continué mientras me acercaba lentamente el muchacho, apoyando mi cuerpo en el suyo mientras que con una mano sostenía su cabeza por detrás, entrelazando mis dedos en sus oscuros cabellos. Acercando mis labios a su oído derecho para así susurrarle:
-No hiciste bien en meterte conmigo, amor...- Dije y luego apoyé mis labios en su mejilla, y le di un pequeño beso para luego alejarlos mis labios de él.
-Por favor... ¿Que piensas hacer conmigo? no quiero estorbarte, si te molesta mi presencia solo me voy...- Dijo asustado el chico.
-No me molesta tu presencia, al contrario me favorece para mi propósito...- Dije con una voz suave. El viento comenzaba a soplar fuerte a mi alrededor, mis cabellos se elevaban danzando en los aires. -Pronto sabrás por que lo digo... pero no te dejaré escapar...- Aquel joven ya estaba condenado, tan solo por meterse conmigo. Y era mi parte favorita, me gustaba mucho torturar a la gente antes de acabar con sus vidas, era mi pasatiempo favorito, y si eran hombres que se morían por pasar un buen rato conmigo, con más razón lo disfrutaba, insinuandome y luego dañándolo, tomando el control de la situación.
-Ya es el momento, Tafariel... es hora de que obtengas tu recompensa...- Dijo una voz seria y algo gruesa, parecía venir desde el más allá, no se lograba distinguir muy bien, pero yo sabía perfectamente de que se trataba, mientras permanecía abrazando al muchacho no me olvidaba de elevar mi cosmos, el momento estaba próximo, tan solo me sonreí.
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Re: -A orillas del río Tiber-
Post de Obtención de Armadura - Berseker Tafariel, la amante de los condenados
Es hora Lady... es el momento de convertirte ahora verdaderamente en el berseker Tafariel y comenzar la búsqueda de Ares...- Decía aquella tenebrosa voz que parecía venir desde el más allá. Pronto iba a descubrir de que se trataba aunque por mi parte ya tenía una idea porque había estado esperando ese momento desde hace mucho tiempo. Pero debía ser paciente, todo a su tiempo aunque debo decir que estaba muy ansiosa por que llegue ese momento tan esperado.
El viento comenzaba a resoplar con mayor intensidad a cada minuto. Los destellos rojos de a poco se iban intensificando mientras que las hojas sueltas de los pocos árboles que había en aquel sitio de volaban danzando en los aires y posándose en la arena fresa de la noche, y otras en mis cabellos o en mi ropa. Todavía permanecía abrazando al muchacho, por lo que el viento golpeaban mis cabellos que rozaban el rostro del joven. Lo miraba fijamente a los ojos analizándolo. Ya que pronto me iba a deshacer de él, no faltaba mucho para completar mi plan.
-Es el momento... lo siento si no soy lo que esperabas...- Le dije al muchacho en un tono de voz suave y seductor. Pero el muchacho estaba realmente asustado con lo que estaba pasando, no sabía quien era yo y tenía miedo de que le haga daño.
Las nubes grises en el cielo se movían con mayor velocidad a cada segundo, el cielo se oscurecía y las estrellas y la luna eran tapadas por esas nubes, parecía avecinarse una tormenta pero en realidad era todo obra de mi cosmos, que cada vez me hacía más fuerte. Me separé del chico pero lo dejé atrapado con mi cosmos contra aquel tronco. Me acerqué lentamente a la orilla, las olas mojaban mis pies al moverse con el fuerte viento.
-¡Vamos Tafariel! ¡Estoy lista!- Decía mirando al horizonte, en realidad hablaba sola, pero sabía que aquel espíritu del berseker amante de los condenados me escuchaba, estaba lista para el siguiente paso, el de obtener la armadura. El viento seguía soplando con mucha fuerza, tanto que me costaba mantenerme en pie pero lograba controlarlo. Pronto el cielo se tiñó de un color rojo intenso que se reflejó en cada rincón de la playa, una luz fuerte que inundó cada rincón del Tiber, sorprendiendo a más de uno Supuestamente, era más que obvio que el chico a quien había engañado estaba muy asustado.
-Eres digna de obtener el poder que se merece un verdadero berseker... y tú... con el poder de controlar el viento has demostrado estar conciente de lo que eres y de lo que tu destino te depara para el futuro... ¿Estas lista para obtener la Armadura de Tafariel?- Decía aquella voz explicándome todo, aunque ya lo sabía desde antes.
-Estoy lista para lo que mi destino escoja para mi- Dije decidida esperando el momento justo. Pronto una fuerte ráfaga de viento que hizo incluso que el muchacho que estaba detrás de mi vuele al suelo, no podía moverse, estaba tan sorprendido por él hecho que incluso tenía miedo de querer escapar. Pronto desde los cielos apareció un metal rojo en forma de dragón serpiente con las, volando como si fuera un animal de verdad, se dirigía hacia mí a gran velocidad y yo la miraba fijamente, sorprendida.
-Es... la armadura de Tafariel... es preciosa.... puedo sentir ese cosmos...- Aquella que era la armadura de Tafarie efectivamente se posó en el suelo frente a mí, desprendiendo esa luz roja intensa y llena de oscuridad, que opacaba incluso cualquier resplandor de luz que haya en el ambiente. -La armadura que tanto esperé... es por fin mía...- Dije con un tono de voz suave y bajo. El viento rodeó el metal y la elevó por los aires, haciendo que por fin se separé y comience a cubrir cada parte de mi cuerpo. Cuando ya estaba lista, comencé a analizar el metal rojo cubriendo mi cuerpo, todavía no lo pocía creer, era algo extraordinario, por fin tenía mi armadura y era una berseker de verdad.
-Si.... por fin....- Me dije a mí misma por último.
Es hora Lady... es el momento de convertirte ahora verdaderamente en el berseker Tafariel y comenzar la búsqueda de Ares...- Decía aquella tenebrosa voz que parecía venir desde el más allá. Pronto iba a descubrir de que se trataba aunque por mi parte ya tenía una idea porque había estado esperando ese momento desde hace mucho tiempo. Pero debía ser paciente, todo a su tiempo aunque debo decir que estaba muy ansiosa por que llegue ese momento tan esperado.
El viento comenzaba a resoplar con mayor intensidad a cada minuto. Los destellos rojos de a poco se iban intensificando mientras que las hojas sueltas de los pocos árboles que había en aquel sitio de volaban danzando en los aires y posándose en la arena fresa de la noche, y otras en mis cabellos o en mi ropa. Todavía permanecía abrazando al muchacho, por lo que el viento golpeaban mis cabellos que rozaban el rostro del joven. Lo miraba fijamente a los ojos analizándolo. Ya que pronto me iba a deshacer de él, no faltaba mucho para completar mi plan.
-Es el momento... lo siento si no soy lo que esperabas...- Le dije al muchacho en un tono de voz suave y seductor. Pero el muchacho estaba realmente asustado con lo que estaba pasando, no sabía quien era yo y tenía miedo de que le haga daño.
Las nubes grises en el cielo se movían con mayor velocidad a cada segundo, el cielo se oscurecía y las estrellas y la luna eran tapadas por esas nubes, parecía avecinarse una tormenta pero en realidad era todo obra de mi cosmos, que cada vez me hacía más fuerte. Me separé del chico pero lo dejé atrapado con mi cosmos contra aquel tronco. Me acerqué lentamente a la orilla, las olas mojaban mis pies al moverse con el fuerte viento.
-¡Vamos Tafariel! ¡Estoy lista!- Decía mirando al horizonte, en realidad hablaba sola, pero sabía que aquel espíritu del berseker amante de los condenados me escuchaba, estaba lista para el siguiente paso, el de obtener la armadura. El viento seguía soplando con mucha fuerza, tanto que me costaba mantenerme en pie pero lograba controlarlo. Pronto el cielo se tiñó de un color rojo intenso que se reflejó en cada rincón de la playa, una luz fuerte que inundó cada rincón del Tiber, sorprendiendo a más de uno Supuestamente, era más que obvio que el chico a quien había engañado estaba muy asustado.
-Eres digna de obtener el poder que se merece un verdadero berseker... y tú... con el poder de controlar el viento has demostrado estar conciente de lo que eres y de lo que tu destino te depara para el futuro... ¿Estas lista para obtener la Armadura de Tafariel?- Decía aquella voz explicándome todo, aunque ya lo sabía desde antes.
-Estoy lista para lo que mi destino escoja para mi- Dije decidida esperando el momento justo. Pronto una fuerte ráfaga de viento que hizo incluso que el muchacho que estaba detrás de mi vuele al suelo, no podía moverse, estaba tan sorprendido por él hecho que incluso tenía miedo de querer escapar. Pronto desde los cielos apareció un metal rojo en forma de dragón serpiente con las, volando como si fuera un animal de verdad, se dirigía hacia mí a gran velocidad y yo la miraba fijamente, sorprendida.
-Es... la armadura de Tafariel... es preciosa.... puedo sentir ese cosmos...- Aquella que era la armadura de Tafarie efectivamente se posó en el suelo frente a mí, desprendiendo esa luz roja intensa y llena de oscuridad, que opacaba incluso cualquier resplandor de luz que haya en el ambiente. -La armadura que tanto esperé... es por fin mía...- Dije con un tono de voz suave y bajo. El viento rodeó el metal y la elevó por los aires, haciendo que por fin se separé y comience a cubrir cada parte de mi cuerpo. Cuando ya estaba lista, comencé a analizar el metal rojo cubriendo mi cuerpo, todavía no lo pocía creer, era algo extraordinario, por fin tenía mi armadura y era una berseker de verdad.
-Si.... por fin....- Me dije a mí misma por último.
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Re: -A orillas del río Tiber-
Había ya trascurrido aproximadamente cinco horas desde que Shlainn y Alessa habían llegado a Roma, se tornaba más caluroso el lugar por lo que se podía reducir que era ya medio día… igual viendo la situación del Sol se confirmaba tal sospechas. La mujer de cabellos azulados estaba acostumbrada a caminar demasiado sin embargo Shlainn era otra cosa, de reojo podía divisar como esta estaba ya un tanto fatigada, pero pereza no hizo caso pues no muy lejos estaba el rio que cruzaba entre las praderas del Distrito Tiber, por lo tanto y sin nada que decir apresuró el paso… era cuestión de minutos para llegar a dicho lugar para así poder descansar un poco antes de emprender la búsqueda de su descarriada hermana menor.
Lentamente se podía escuchar a la lejanía de aquel sendero maltrecho el bullicio de la servidumbre. Los aromas a cloacas y vino se entremezclaban con los perfumes de las rosas e hierba silvestre… Alessa dibujaba una sonrisa ya que en “casa” una vez más estaba. Desviando su rumbo hacia la izquierda la mujer se adentraba por entre la maleza para así salir y divisa que frente de ambas mujeres errabundas el famoso rio del Tiber estaba.
Los ojos de la mujer se iluminaron y con ello salió disparada corriendo hacia el frente llegando ala orilla del caudal la mujer se despojó de su falda y saltó, nadando así por unos segundos. Los suspiros de aquella terrenal estrella se podían escuchar en un gran perímetro al igual que ligeras carcajadas. Alessa recordó que en compañía estaba por lo que seria una vez más se tornó, rápidamente nado hacia la orilla y recargando sus brazos musitó:
-Disculpa por mi reacción mujer por unos segundo olvide que estaba acompañada… como sea… este es el rio del Tiber, cuando de niña solía visitarlo con mi hermana (saliendo del rio la mujer se sentaba en la orilla, señalando un monte no muy lejos de aquella zona) ves aquel montecito desde ahí amabas salíamos disparadas corriendo despojándonos de nuestras prendas, pues siempre nos retábamos para ver quien era más rápido para llegar a la orilla, quien perdía tenia que casar la cena de ese día… Bárbara era pequeña con extremidades cortas como de ocho años y yo de 10 delgada y de extremidades largas, pues era obvio que yo siempre iba a ganar por lo tanto siempre a la mitad del camino me hacia la que me tropezaba dejaba que ella me ganara… siempre… ajaja… que tiempos.
Alessa surcaba una sonoriza melancólica y con ello observaba el paso del caudal, dejando atrás su pasado esta relamió sus labios y con ello dijo:
-Ven siéntate… si quieres… el agua esta fresca y te mereces un descanso y que te refresques para continuar nuestro paso…
Dicho eso la dama se levantó comenzando a caminar sobre la orilla del riachuelo…
-Que tiempos (susurraba una y otra vez)… jiji…
Lentamente se podía escuchar a la lejanía de aquel sendero maltrecho el bullicio de la servidumbre. Los aromas a cloacas y vino se entremezclaban con los perfumes de las rosas e hierba silvestre… Alessa dibujaba una sonrisa ya que en “casa” una vez más estaba. Desviando su rumbo hacia la izquierda la mujer se adentraba por entre la maleza para así salir y divisa que frente de ambas mujeres errabundas el famoso rio del Tiber estaba.
Los ojos de la mujer se iluminaron y con ello salió disparada corriendo hacia el frente llegando ala orilla del caudal la mujer se despojó de su falda y saltó, nadando así por unos segundos. Los suspiros de aquella terrenal estrella se podían escuchar en un gran perímetro al igual que ligeras carcajadas. Alessa recordó que en compañía estaba por lo que seria una vez más se tornó, rápidamente nado hacia la orilla y recargando sus brazos musitó:
-Disculpa por mi reacción mujer por unos segundo olvide que estaba acompañada… como sea… este es el rio del Tiber, cuando de niña solía visitarlo con mi hermana (saliendo del rio la mujer se sentaba en la orilla, señalando un monte no muy lejos de aquella zona) ves aquel montecito desde ahí amabas salíamos disparadas corriendo despojándonos de nuestras prendas, pues siempre nos retábamos para ver quien era más rápido para llegar a la orilla, quien perdía tenia que casar la cena de ese día… Bárbara era pequeña con extremidades cortas como de ocho años y yo de 10 delgada y de extremidades largas, pues era obvio que yo siempre iba a ganar por lo tanto siempre a la mitad del camino me hacia la que me tropezaba dejaba que ella me ganara… siempre… ajaja… que tiempos.
Alessa surcaba una sonoriza melancólica y con ello observaba el paso del caudal, dejando atrás su pasado esta relamió sus labios y con ello dijo:
-Ven siéntate… si quieres… el agua esta fresca y te mereces un descanso y que te refresques para continuar nuestro paso…
Dicho eso la dama se levantó comenzando a caminar sobre la orilla del riachuelo…
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Re: -A orillas del río Tiber-
**la muchacha vio como su hermana se adelantaba y se despojaba de sus ropas para entrar en las aguas del Tibet, aquellas reacciones por parte de alessa daban a demostrar una cierta inocencia en parte suya, shlainn la miraba tiernamente porque desde todo esos momentos de conocerla no habia notado algo similar hasta ese momento en el que la alessa que conocia parecia otra en realidad.
La muchacha la miraba y sonreia de modo que alessa no lo notara pues no sabia como reaccionaria, fue cuando alessa recordo que no estaba sola en ese momento y se dirigio hacia shlainn, esta respondio de forma feliz (alto raro en ella).
-no te preocupes hermana (despues dirigió su mirada hacia donde su hermana pereza le indicaba)
La muchacha estaba feliz, sonrio un poco y se sento en el suelo mientras Alessa le comentaba parte de su niñez
-debieron ser momentos muy agradables, me alegro por ti hermana, yo en cambio solo tengo recuerdos felices cuando mi madre se encontraba bien de salud y eso era raro en ella, creo que fueron solo dos ocaciones.
Viendo conteta a su hermana decidio acompañarla en su diversion, se despojo de sus ropas quedando en ropa interior, como un tipo bikini y se metio en el agua, después le dijo a su hermana
-bueno entonces aprovechemos a divertirnos un rato antes de continuar
________________________________________________________________
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La muchacha la miraba y sonreia de modo que alessa no lo notara pues no sabia como reaccionaria, fue cuando alessa recordo que no estaba sola en ese momento y se dirigio hacia shlainn, esta respondio de forma feliz (alto raro en ella).
-no te preocupes hermana (despues dirigió su mirada hacia donde su hermana pereza le indicaba)
La muchacha estaba feliz, sonrio un poco y se sento en el suelo mientras Alessa le comentaba parte de su niñez
-debieron ser momentos muy agradables, me alegro por ti hermana, yo en cambio solo tengo recuerdos felices cuando mi madre se encontraba bien de salud y eso era raro en ella, creo que fueron solo dos ocaciones.
Viendo conteta a su hermana decidio acompañarla en su diversion, se despojo de sus ropas quedando en ropa interior, como un tipo bikini y se metio en el agua, después le dijo a su hermana
-bueno entonces aprovechemos a divertirnos un rato antes de continuar
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Re: -A orillas del río Tiber-
Alessa con tranquilidad divisaba como su hermana se despojaba de casi toda su ropa y así se adentraba al rio para continuar con el juego. Alessa se sentía un poco nerviosa no por que estuviera ambas casi desnudas en aquel lugar húmedo, sino que en ella veía a su hermana menor y eso para la dama del pecado a futuro podría percutir en algo aterrador, pudiera ser que quisiera defenderla tanto que hasta el mismo Hades haría un gran escandalo.
La mujer de cabellos largos y azulados sonrió y con ello nado mientras pensaba que hacer ahora que ambas se conocían y tenían sentimientos de hermandad mutua. No obstante despejó su preocupación y comenzó a jugar en el agua lanzándole cantidades nefastas a Shlainn, así estuvieron carcajeándose por un buen rato hasta que Alessa dejo de interesarle y tal cosa y nado a la orilla. Recargando sus brazos en dicha tierra la mujer observo los troncos de los árboles y suspirando dijo:
-A veces pienso que hubiera sido mejor que no tuviera una hermana… sabes, me dolió mucho como Bárbara cambio espantosamente por culpa de aquella mujer… pero también culpa mía fue por descuidarla… como sea niña sal del agua esta fría y tu no estas acostumbrada a estos climas, salgamos no quiero que pilles un resfriado.
Suspirando salió del agua y se sentó en la orilla jugando con su pies esperando la reacción de aquella que cargaría a futuro el mismo o peor destino que Alessa tenia. Pero en aquel momento en que estaba demasiado confundida no quiso indagar más de aquel tema preocupante ya a futuro habría tiempo par tal cosa.
La mujer de cabellos largos y azulados sonrió y con ello nado mientras pensaba que hacer ahora que ambas se conocían y tenían sentimientos de hermandad mutua. No obstante despejó su preocupación y comenzó a jugar en el agua lanzándole cantidades nefastas a Shlainn, así estuvieron carcajeándose por un buen rato hasta que Alessa dejo de interesarle y tal cosa y nado a la orilla. Recargando sus brazos en dicha tierra la mujer observo los troncos de los árboles y suspirando dijo:
-A veces pienso que hubiera sido mejor que no tuviera una hermana… sabes, me dolió mucho como Bárbara cambio espantosamente por culpa de aquella mujer… pero también culpa mía fue por descuidarla… como sea niña sal del agua esta fría y tu no estas acostumbrada a estos climas, salgamos no quiero que pilles un resfriado.
Suspirando salió del agua y se sentó en la orilla jugando con su pies esperando la reacción de aquella que cargaría a futuro el mismo o peor destino que Alessa tenia. Pero en aquel momento en que estaba demasiado confundida no quiso indagar más de aquel tema preocupante ya a futuro habría tiempo par tal cosa.
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Re: -A orillas del río Tiber-
**las dos damas empezaron a jugar con el agua como aquellas pequeñas que en un día de verano empiezan a divertirse entre las aguas del río, en aquellos momentos pareciese que todos los pensamientos se habian detenido y que solo existia ese momento para aquellas, shlainn lo disfrutaba tanto ya que era la primera vez que hacia algo semejante, siento ella hija unica no tenia con quien compartir sus pocas alegrias.
Vio después a su hermana alejarse nadando para ir a la orilla, la joven la miró en silencio sin comentar nada aunque trataba de controlar su alegría, pues en Alessa además de tenerle un gran respeto como su maestra, le empezaba a tener un cariño muy grande un sentimiento que nunca había tenido por ningún otro ser, el sentimiento de hermandad.
Pasando unos minutos escuchó a su hermana como le decía que saliera del agua, sin dudarlo Shlainn empezo a nadar a la orilla para salir del agua
-tienes razón, estos cambios de temperatura me pueden hacer daño
Diciendo esto se sentó de foma coqueta y empezó a qutarse el exceso de agua de sus cabellos largos, después se secó con parte de su ropa, la colgó en un tronco y esperó a que se secara por completo para asi vestirse
Vio después a su hermana alejarse nadando para ir a la orilla, la joven la miró en silencio sin comentar nada aunque trataba de controlar su alegría, pues en Alessa además de tenerle un gran respeto como su maestra, le empezaba a tener un cariño muy grande un sentimiento que nunca había tenido por ningún otro ser, el sentimiento de hermandad.
Pasando unos minutos escuchó a su hermana como le decía que saliera del agua, sin dudarlo Shlainn empezo a nadar a la orilla para salir del agua
-tienes razón, estos cambios de temperatura me pueden hacer daño
Diciendo esto se sentó de foma coqueta y empezó a qutarse el exceso de agua de sus cabellos largos, después se secó con parte de su ropa, la colgó en un tronco y esperó a que se secara por completo para asi vestirse
Re: -A orillas del río Tiber-
La futura mujer que levaría la esencia de lujuria en alto hacia cas ala sugerencia de Alessa. La de cabellos azulados largos simplemente sonrió al ver como aquella se secaba y al culmino de tal acción colgaba sus prendas. El aire de aquel medio día era cálido por lo que haría un agente perfecto para secar su húmedo cuerpo. La estrella del infierno bajó su rostro y se quedo pensando por un largo rato. El correr del agua amenizaba una paz en su cuerpo. Cosa que desde ya hace algún tiempo había dejado de sentir. No pudo evitar surcar una sonrisa y soltar un sin fin de suspiros. Y tras escuchar los pajarillos cantar la mujer sintió un punzante dolor en su cabeza, esta contrajo levemente el rostro y alzó su mirada al horizonte de inmediato en su mente se comenzaron a ver unas cuantas caras que habían trascendido en acierto lapso de tiempo de vida en ella.
El primer rostro fue el de su zorra hermana menor con aquella amante, recordando que por sus actitudes se había alejado de ella, después el rostro de aquel peliblanco de nombre Jabranth, que había primero entablado una relación de hermanos para después caer en u amorío que fracasó ya que ella no podía estar a lado de ese hombre por su destino y aunque le doliera recordó que lo correcto fue alejarse de el. Después un rubio con el cual tropezó… luego aquella mujer de pelos rosados a la cual le causo terror cuando allano su casucha surcando una sonrisa. Luego dos hombres en la plaza del mercado… después sólo vago sola luego conoció a Astrid… una vez más sola y de ahí aquel muchacho de la plaza de brebajes que cada vez que veía su rostro recordaba que tan lindo podía ser un humano cuando este no corrompido estaba… luego otras caras y por ultimo Hang y Shlainn.
Parecía que Alessa había vivido mucho desde que supo su vestido cruel. Unas cuantas lagrimas se derramaron de su ojo derecho para así tan sólo cubrir su rostro entre sus rodillas y dejar que el tiempo pasara frente a ella… muy pronto el verdadero entrenamiento de Lujuria comenzaría así que no vio de malo recordar un poco antes de volverse totalmente fría y despiadada como lo que en verdad era.
El primer rostro fue el de su zorra hermana menor con aquella amante, recordando que por sus actitudes se había alejado de ella, después el rostro de aquel peliblanco de nombre Jabranth, que había primero entablado una relación de hermanos para después caer en u amorío que fracasó ya que ella no podía estar a lado de ese hombre por su destino y aunque le doliera recordó que lo correcto fue alejarse de el. Después un rubio con el cual tropezó… luego aquella mujer de pelos rosados a la cual le causo terror cuando allano su casucha surcando una sonrisa. Luego dos hombres en la plaza del mercado… después sólo vago sola luego conoció a Astrid… una vez más sola y de ahí aquel muchacho de la plaza de brebajes que cada vez que veía su rostro recordaba que tan lindo podía ser un humano cuando este no corrompido estaba… luego otras caras y por ultimo Hang y Shlainn.
Parecía que Alessa había vivido mucho desde que supo su vestido cruel. Unas cuantas lagrimas se derramaron de su ojo derecho para así tan sólo cubrir su rostro entre sus rodillas y dejar que el tiempo pasara frente a ella… muy pronto el verdadero entrenamiento de Lujuria comenzaría así que no vio de malo recordar un poco antes de volverse totalmente fría y despiadada como lo que en verdad era.
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Re: -A orillas del río Tiber-
**Mientras la joven muchacha esperaba paciente a que sus ropas se secaran empezo a ver el cielo, le gustaba mucho encontrar imágenes entre las nubes pues era uno de los pasatiempos que tenía junto con su madre, en ciertos momentos la dama dejaba escapar de sus labios un profundo suspiro, y en aquellos momentos sentía que su corazón era desgarrado, asi que para evitar eso se levantaba y se acercaba a la orilla del río sólo para observar.
Por un momento se le ocurrió voltear la cabeza hacia donde estaba su hermana, fue cuando la vio absorta en sus pensamientos, Shlainn sonrió al verle por un momento muy breve y de nueva cuenta se sentó a esperar paciente.
Una brisa cálida que en ese momento se sentía ayudaba a que esto fuera más rápido, mientras la dama se acomodó cerró sus ojos y se dispuso a descansar un poco, tanto era la tranquilidad que sentía en esos momentos que empezó a tararear una canción.
(https://www.youtube.com/watch?v=fOW_w_E7Lu)
Tanta era su concentración en sus pensamientos que no se dio cuenta de que estaba empezando a cantar la melodía en voz baja, hasta que abrió los ojos.**
Por un momento se le ocurrió voltear la cabeza hacia donde estaba su hermana, fue cuando la vio absorta en sus pensamientos, Shlainn sonrió al verle por un momento muy breve y de nueva cuenta se sentó a esperar paciente.
Una brisa cálida que en ese momento se sentía ayudaba a que esto fuera más rápido, mientras la dama se acomodó cerró sus ojos y se dispuso a descansar un poco, tanto era la tranquilidad que sentía en esos momentos que empezó a tararear una canción.
(https://www.youtube.com/watch?v=fOW_w_E7Lu)
Tanta era su concentración en sus pensamientos que no se dio cuenta de que estaba empezando a cantar la melodía en voz baja, hasta que abrió los ojos.**
Re: -A orillas del río Tiber-
-Ya es momento (susurró Alessa al ver reflejada la silueta de Shlainn en el translucido rio)
Alessa divisaba como su hermana se sentaba a un costado de donde ella estaba, simplemente le vio de reojo dejando que el aire siguiera secando sus largos cabellos azulados. Por un momento dejaba de pensar sobre toda aquella gente que había conocido.
Y una melodía apenas y se escuchaba. Esa onda sonora se atendía demasiado pacifica haciendo que Alessa girara por completo su rostro y observara la fisionomía de la futura Lujuria. En su mente se comenzaba a formar una cuestión… y esta era que nunca había conocido a Lujuria a lo largo de las eras, era la primera vez que interactuaba con ese pecado reencarnado. Fue entonces cuando divisó un ligero cosmos en derredor de Shlainn que tal vez ni ella lo podía percatar por estar dormida aún.
Ya era momento de entrenar, de demostrar su frialdad como guerrera… decirle adiós a aquellos momentos de mera paz y darle bienvenida a la crueldad que caracterizaba a la estrella del infierno, pereza. Alessa se levantó y con ello tomó la diestra de Shlainn haciendo un poco de esfuerzo para levantarla. Caminando hacia atrás y jalando a la de cabellos pardos, la mujer de ojo azul y otro color miel musitó:
-Ya es momento Shlainn de despertar… dejemos de perder el tiempo mujer.
Soltándola y dando unos cuantos pasos hacia atrás hacía nacer en ella un aura color índigo, de repente las aguas se alteraban y el aire se ponía frenético. Tronando las coyunturas de sus dedos ésta dijo:
-Tomaste la decisión de que yo fuera tu maestra… aún ciento que te arrepentirás al futuro. La Alessa que has visto tranquila y amable, es sólo faceta mía mujer. Yo soy de las que gusto del sufrimiento ajeno, amo ver la sangre derramarse y manchar mi piel y armas… yo no tengo apiade de los débiles… soy arrogante y demasiado presumida… me siento casi, casi tocada por los Dioses… ajaja… no, no tanto, pero tengo demasiada confianza en que nadie me puede vencer… me ciento superior ante todo guerrero que se tope ante mí. Ahora bien te preguntaras ¿Por que diablos te digo todo esto apenas? No lo digo para que te arrepientas y te vayas, no para nada… ya tomaste tu decisión y debes ser legan en esto… aunque seamos espectros y nos consideren embusteros, mentiroso y traicioneros… es mera mentira por parte de los enemigos. Nosotros luchamos mejor que otros por el simple hecho de demostrar que aún estamos en este mundo y queremos superar nuestras fuerzas… no tendemos sentimientos humanos y eso nos hace ser ya seres sin vida… pero si tenemos mucho deseos de superación y ser fuertes. No tenemos sentimientos amorosos y somos fríos… pero eso es la verdadera esencia de un guerrero, aquel que a matado no tiene el derecho de amar, estamos condenados a caminar entre las sombras pero eso mi querida alumna es algo que no nos debe de afecta al contrario… si caminamos entre la oscuridad que sea con la cabeza en alto… no te arrepientas de tu destino enorgullecerte aunque este esté demasiado sombrío.
La mujer sonrió macabramente para dejar que su garganta se humectara con un poco de saliva y así retomó su dialogo:
Ahora bien mujer ya es momento de que demuestres que tan fuertes eres… los elementos que manejo en mis técnicas son: El fuego, puedo controlar tu mente, cortar tu aire, congelar el ambiente de alrededor, manipular los lapsos de tiempo y espacio, resucitar tus miedos con el convocar de seres infrahumanos… es decir ya muertos, También me ingenuo con la electricidad y lo más reciente el sonido… piensa que elemento deseas entrenar para el nacer de tu defensa… piénsalo y más que eso que tu cuerpo te lo diga.
Guardó silencio y con tranquilidad espero respuestas por parte de su alumna.
Alessa divisaba como su hermana se sentaba a un costado de donde ella estaba, simplemente le vio de reojo dejando que el aire siguiera secando sus largos cabellos azulados. Por un momento dejaba de pensar sobre toda aquella gente que había conocido.
Y una melodía apenas y se escuchaba. Esa onda sonora se atendía demasiado pacifica haciendo que Alessa girara por completo su rostro y observara la fisionomía de la futura Lujuria. En su mente se comenzaba a formar una cuestión… y esta era que nunca había conocido a Lujuria a lo largo de las eras, era la primera vez que interactuaba con ese pecado reencarnado. Fue entonces cuando divisó un ligero cosmos en derredor de Shlainn que tal vez ni ella lo podía percatar por estar dormida aún.
Ya era momento de entrenar, de demostrar su frialdad como guerrera… decirle adiós a aquellos momentos de mera paz y darle bienvenida a la crueldad que caracterizaba a la estrella del infierno, pereza. Alessa se levantó y con ello tomó la diestra de Shlainn haciendo un poco de esfuerzo para levantarla. Caminando hacia atrás y jalando a la de cabellos pardos, la mujer de ojo azul y otro color miel musitó:
-Ya es momento Shlainn de despertar… dejemos de perder el tiempo mujer.
Soltándola y dando unos cuantos pasos hacia atrás hacía nacer en ella un aura color índigo, de repente las aguas se alteraban y el aire se ponía frenético. Tronando las coyunturas de sus dedos ésta dijo:
-Tomaste la decisión de que yo fuera tu maestra… aún ciento que te arrepentirás al futuro. La Alessa que has visto tranquila y amable, es sólo faceta mía mujer. Yo soy de las que gusto del sufrimiento ajeno, amo ver la sangre derramarse y manchar mi piel y armas… yo no tengo apiade de los débiles… soy arrogante y demasiado presumida… me siento casi, casi tocada por los Dioses… ajaja… no, no tanto, pero tengo demasiada confianza en que nadie me puede vencer… me ciento superior ante todo guerrero que se tope ante mí. Ahora bien te preguntaras ¿Por que diablos te digo todo esto apenas? No lo digo para que te arrepientas y te vayas, no para nada… ya tomaste tu decisión y debes ser legan en esto… aunque seamos espectros y nos consideren embusteros, mentiroso y traicioneros… es mera mentira por parte de los enemigos. Nosotros luchamos mejor que otros por el simple hecho de demostrar que aún estamos en este mundo y queremos superar nuestras fuerzas… no tendemos sentimientos humanos y eso nos hace ser ya seres sin vida… pero si tenemos mucho deseos de superación y ser fuertes. No tenemos sentimientos amorosos y somos fríos… pero eso es la verdadera esencia de un guerrero, aquel que a matado no tiene el derecho de amar, estamos condenados a caminar entre las sombras pero eso mi querida alumna es algo que no nos debe de afecta al contrario… si caminamos entre la oscuridad que sea con la cabeza en alto… no te arrepientas de tu destino enorgullecerte aunque este esté demasiado sombrío.
La mujer sonrió macabramente para dejar que su garganta se humectara con un poco de saliva y así retomó su dialogo:
Ahora bien mujer ya es momento de que demuestres que tan fuertes eres… los elementos que manejo en mis técnicas son: El fuego, puedo controlar tu mente, cortar tu aire, congelar el ambiente de alrededor, manipular los lapsos de tiempo y espacio, resucitar tus miedos con el convocar de seres infrahumanos… es decir ya muertos, También me ingenuo con la electricidad y lo más reciente el sonido… piensa que elemento deseas entrenar para el nacer de tu defensa… piénsalo y más que eso que tu cuerpo te lo diga.
Guardó silencio y con tranquilidad espero respuestas por parte de su alumna.
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Re: -A orillas del río Tiber-
Varios minutos me había quedado disfrutando del fresco viento de la orilla del Tiber. Ya tenía mi armadura de Berseker y ya nada ni nadie podría detenerme. Mis cabellos se elevaban en el aire, danzando suavemente mientras mis ojos se abrían mirando al rojizo horizonte, con un gesto de seriedad e inexpresión, sin sentimientos. Aquello que alguna vez habría sentido por cualquier mortal había desaparecido de mi mente y de mi frío corazón. Mis rojos ojos brillaban opacos con la poca luz que del cielo se mostraba. Pronto sentí una presencia, más bien dos. Quizás había llegado gente al lugar pero estarían en el otro extremo del Tiber, no lograba distinguir a nadie.
Muy pronto sin siquiera pensarlo volteó mi vista hacia un lado y recordé que había dejado al muchacho con el que fingí querer estar un momento solo para mis malvados propósitos. Con un gesto de seriedad mordí mi labio inferior y luego sonreí. Me volteé y comencé a caminar hacia el chico quien temblaba, estaba aterrado y no quería sufrir más, no sabía lo que pasaba, tan solo me miraba fijamente y sin poder decir ni una palabra. Me agaché y lo tomé del cuello se su camisa levantándolo para que se ponga de pie. Pronto lo tomé de su brazo y lo empujé contra el árbol con el propio peso de mi cuerpo acercando mi rostro al suyo.
-Tú ya no me sirves...- dije mientras levantaba una mano y acariciaba su mejilla derecha. -Que lástima no haber podido tener una noche contigo... pero es que eres cobarde... eso no me gusta de los hombres...- pronunciaba en un tono de voz baja. Pronto acerqué mis labios a su oído, bajando mi mano hasta su brazo. -Pero cuídate... no querrás volver a encontrarme ¿o sí?- Dije y apoyé mis labios en su mejilla besándolo por unos segundos y pronto me alejé un poco, apoyando mi mano en la nuca del muchacho para así empujarlo por mi izquierda y alejarlo. -Ya vete...- dije seria. Mientras el joven se marchaba corriendo el viento a mi alrededor comenzaba a ser cada vez más cálido, hasta casi quemar mi piel.
-Pronto te encontraré... estoy ansiosa por volverte a ver... veremos que tal me recibes...- decía mientras miraba al cielo, obviamente refiriéndome al mismo Ares. Aunque mi alma pertenecía a él, y le serviría por el resto de la eternidad aun me sentía traicionada, aunque en un pasado muy lejano no me había portado muy bien, por así decirlo, no me sentía culpable de nada. Pero pensaba que primero debía tomarme un tiempo de descanso ¿Y por que no un poco de diversión? luego visitar el templo de las desgracias, y por último si el tiempo me lo permitía, encontrar al dios de la guerra.
-Creo que es el momento... no tengo mucho que hacer así que...- murmuraba para mi misma. Entonces el viento comenzó a resoplar muy fuerte, el calor era insoportable y las ráfagas quemaban mi piel pero disfrutaba de ese dolor. Pronto me rodeó, aquello iba a ayudarme a transportarme mucho más fácil hacia mi próximo destino... el templo de la guerra. Entonces las rojas alas de la armadura de Tafariel se desplegaron y comencé con mi viaje.
Muy pronto sin siquiera pensarlo volteó mi vista hacia un lado y recordé que había dejado al muchacho con el que fingí querer estar un momento solo para mis malvados propósitos. Con un gesto de seriedad mordí mi labio inferior y luego sonreí. Me volteé y comencé a caminar hacia el chico quien temblaba, estaba aterrado y no quería sufrir más, no sabía lo que pasaba, tan solo me miraba fijamente y sin poder decir ni una palabra. Me agaché y lo tomé del cuello se su camisa levantándolo para que se ponga de pie. Pronto lo tomé de su brazo y lo empujé contra el árbol con el propio peso de mi cuerpo acercando mi rostro al suyo.
-Tú ya no me sirves...- dije mientras levantaba una mano y acariciaba su mejilla derecha. -Que lástima no haber podido tener una noche contigo... pero es que eres cobarde... eso no me gusta de los hombres...- pronunciaba en un tono de voz baja. Pronto acerqué mis labios a su oído, bajando mi mano hasta su brazo. -Pero cuídate... no querrás volver a encontrarme ¿o sí?- Dije y apoyé mis labios en su mejilla besándolo por unos segundos y pronto me alejé un poco, apoyando mi mano en la nuca del muchacho para así empujarlo por mi izquierda y alejarlo. -Ya vete...- dije seria. Mientras el joven se marchaba corriendo el viento a mi alrededor comenzaba a ser cada vez más cálido, hasta casi quemar mi piel.
-Pronto te encontraré... estoy ansiosa por volverte a ver... veremos que tal me recibes...- decía mientras miraba al cielo, obviamente refiriéndome al mismo Ares. Aunque mi alma pertenecía a él, y le serviría por el resto de la eternidad aun me sentía traicionada, aunque en un pasado muy lejano no me había portado muy bien, por así decirlo, no me sentía culpable de nada. Pero pensaba que primero debía tomarme un tiempo de descanso ¿Y por que no un poco de diversión? luego visitar el templo de las desgracias, y por último si el tiempo me lo permitía, encontrar al dios de la guerra.
-Creo que es el momento... no tengo mucho que hacer así que...- murmuraba para mi misma. Entonces el viento comenzó a resoplar muy fuerte, el calor era insoportable y las ráfagas quemaban mi piel pero disfrutaba de ese dolor. Pronto me rodeó, aquello iba a ayudarme a transportarme mucho más fácil hacia mi próximo destino... el templo de la guerra. Entonces las rojas alas de la armadura de Tafariel se desplegaron y comencé con mi viaje.
Lady- Berseker de Ares
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Re: -A orillas del río Tiber-
**la muchacha estaba abosrta en sus pensamientos, su mente empezaba dibagar mientras cantaba de forma alegre y despreocupada, pareciendo que en ese momento se encontraba sola pues no le prestaba ninguna atención a su maestra, tanto asi que fue sorpresivo cuando aquella le tomo de repente y la levantó de donde se encontraba.
La muchacha abrió los ojos de una manera rápida y algo brusco, pues no se notaba mucho pero estaba algo asustada por el repentino cambio de actitud de su tutora.
No dijo ninguna palabra pero estaba sorprendida, y más cuando empezó a notar ese brillo inusual que salía de Alessa, esa energía que provocaba que sus cabellos se movieran como meciendose entre aguas termales.
Con algo de miedo escuchó a su maestra, cada una de las palabras pronunciadas por ella se estaban clavando inconcientemente en la mente de Shlainn, era algo raro realmente pero parecía que ella lograba sentirlo, era el momento de despedirse de su vida común de mortal, para darle paso a su nueva existencia, aquella que le daría un nuevo giro a lo que se lo podria llamar su "existencia".
La joven cerró los ojos por un momento al escuchar los poderes que su maestra dominaba, parecian interesantes y algo desconocidos para ella, en su mente un dura desición iniciaba para saber cual de todos aquellos poderes le servirían para defenserse, abrió pues los ojos y con determinación estaba por decir ...........controlar la mente para mi defensa, pero algo pasó, su lengua se travó u no podía pronunciar palabra alguna, y en su cuerpo empezaba a correr varios escalofríos, y a persibir un gran frio, como nunca antes lo habia sentido.
Así fue como comprendio después de unos segundos lo que estaba ocurriendo, asi que con algo de dificultad dijo al fin:
-enseñame a congelar el ambiente, para defensa del pecado**
La muchacha abrió los ojos de una manera rápida y algo brusco, pues no se notaba mucho pero estaba algo asustada por el repentino cambio de actitud de su tutora.
No dijo ninguna palabra pero estaba sorprendida, y más cuando empezó a notar ese brillo inusual que salía de Alessa, esa energía que provocaba que sus cabellos se movieran como meciendose entre aguas termales.
Con algo de miedo escuchó a su maestra, cada una de las palabras pronunciadas por ella se estaban clavando inconcientemente en la mente de Shlainn, era algo raro realmente pero parecía que ella lograba sentirlo, era el momento de despedirse de su vida común de mortal, para darle paso a su nueva existencia, aquella que le daría un nuevo giro a lo que se lo podria llamar su "existencia".
La joven cerró los ojos por un momento al escuchar los poderes que su maestra dominaba, parecian interesantes y algo desconocidos para ella, en su mente un dura desición iniciaba para saber cual de todos aquellos poderes le servirían para defenserse, abrió pues los ojos y con determinación estaba por decir ...........controlar la mente para mi defensa, pero algo pasó, su lengua se travó u no podía pronunciar palabra alguna, y en su cuerpo empezaba a correr varios escalofríos, y a persibir un gran frio, como nunca antes lo habia sentido.
Así fue como comprendio después de unos segundos lo que estaba ocurriendo, asi que con algo de dificultad dijo al fin:
-enseñame a congelar el ambiente, para defensa del pecado**
Re: -A orillas del río Tiber-
Narraccion// Dialogo de Alessa // Dialogo del Fantasma
-¿Congelar?…
Alessa musitó al escuchar las cortas palabras por parte de su joven pupila. Rascando su sien derecha la estrella del infierno elevó su cosmosenergía para simplemente hacer aparecer aquellas tizonas que le caracterizaban como guerrera milenaria. Desenvainándolas y suspirando la mujer concentró su poder en dichas cuchillas. De inmediato el ambiente que cálido se había presentado hasta ese entonces descendió abruptamente de temperatura y con ello la mayoría del riachuelo y un enorme perímetro de la vegetación del bosque.
La pereza lo que estaba haciendo era convocar el espíritu que ocupaba para con Corte Gélido; era uno de los pocos demonios con los que interactuaba por lo mismo de su naturaleza fría… tenia la dama un poco de miedo por el resultado pero ese era su papel como maestra, no podía dudar en esos momentos que se le necesitaba… no era de verdaderos guerreros el miedo. Uniendo ambas espadas de inmediato un fogonazo de luz violeta emanó de dichas tizonas inundando por escasos tres segundos su alrededor y así, tras apagarse esa irradiación fosforescente se dejó ver la transformación de sus espadas en una sola y aún más ostentosa. La mujer la blandió de derecha a izquierda haciendo nacer oleadas de viento frio que se materializaban y congelaban en medio de su trayecto dejando varios picos de hielo alzado, relamiendo sus resecos labios la mujer dijo:
-Shlainn nosotras como estrellas terrenales sufrimos un poco cuando hacemos nacer nuestros poderes… o por lo menso en el caso mío. Ya que yo domino los espíritus de cada elemento. Pero he de advertirte que casi no interactuó con el alma de Hielo que empleo para con mi técnica. Ahora bien le convocare y te dejare a la merced de dicho demonio de hielo, si eres en verdad una de nuestras hermanas le podrás dominar… no te decepciones si al principio fallas es apenas el comienzo de esto…
Dicho eso la dama dio un enorme salto hacia atrás y al momento que su pie derecho tocaba el suelo rápidamente echaba su cuerpo al frente clavando así la enorme espada. Un ligero temblor entre las placas tectónicas hacia sacudir aquel medio, partiendo el hielo que se había acumulado gracias al cosmos de Alessa. De inmediato una oleada de viento se arremolinó por encima de la pereza reencarnada para que simplemente al momento de quitar la hoja de aquella arma y dejar expuesto el hoyo que se había formado, dicho elemento traslucido fuese succionado.
Apenas y un minuto se quedó en total mutismo el medio pero tras caer los objetos que adornaban a la espada de aquella dama un enorme estruendo hizo encrespar el cielo de aquel ocaso. De inmediato un bloque de hielo broto desde el mero subsuelo quedando en medio de las damas. Irradiando un aura color índigo jaló los objetos que habían caído al suelo proveniente del arma de su convocadora para así formar el demonio que empleaba Alessa para con su ataque medio del corte gélido.
La silueta era masculina, el rostro apenas y se podía divisar en aquel cristalino material, la altura de dicho espíritu solidificado era de aproximadamente dos metros y medio… sino que más. Este exhalaba de una manera exagerada dejando ver su vaho semisólido. Lentamente aquel caminaba hacia donde Alessa estaba y con una voz imponente exclamaba:
-Tú ¿qué no te vasta con tenerme ya dominado en tus asquerosas espadas? Y aún así tienes la osadía de llamarme al mundo mortal… ¿Qué es lo que quieres dama del pecado?
-No creas que yo también esté contenta viéndote… si lo que menso quiero es interactuar contigo y con el espíritu del tempus… son los que más me han dado problema, pero esta vez no es para mi el favor. Tengo el deber de entrenar la nueva lujuria de esta era, apenas comenzara con el entrenar una defensa, pidió que fuera hielo el elemento que ocupase… así que te pido que le ayudes.
-Mmm… ¿lujuria? (Girándose hacia donde Shlainn se mantenía parada observando) Totalmente diferente a la anterior (surcando una macabra sonrisa) Bueno, bueno que más no puedo negarme a mi señora… pero Alessa sabéis muy bien que no soy un ser compasivo si va a ser una de ustedes debe aprender de la pero manera… donde el dolor y la angustian será el pan de cada día ¿Ya esta ella notificada de eso?
-Sí… tú no te preocupes de eso…
-Sabes muy bien cual es la moneda de cambio…
-Cuando quieras…
-¿Cuál será la de ella o la tuya?
-Por el momento la mía…
-Perfecto (dándose una vez más media vuelta tomando la espada de Alessa) sabes muy bien cual es el precio y aún así me solicitas Alessa, no lo entiendo… pudisteis haberle enseñado tu misma.
-Que mejor que tu mí querido demonio… deja de alentar esto y has el cambio para así comenzar con el entrenamiento.
-Está bien…
De inmediato el demonio clavaba la espada en el abdomen de Alessa, ya que las condiciones de emplear sus habilidades siempre eran tras un sacrificio de sangre. La dama adolorida caía al suelo llevándose ambas manos sobre la herida, sin embargo aquel corte no le mataría pero si debilitaría. Después el demonio se giró hacia lujuria blandiendo una vez más la espada de Alessa dejando así un caminito goteado de su sangre, surcando su sonrisa este dijo:
-Prepárate mujer que esto no será nada divertido…
-No seas tan rudo con ella (musitaba Alessa con dolor)…
Antes de atacar aquel espíritu tenia que divisar que tan inmune era esa mujer por lo que acercándose a la de cabellos pardos le tocó el hombro derecho soltando así un poco de aquella cosmosenergía fría, esperando ver las reacciones de su aún cuerpo mortal.
Off rol:
Tarea: Antes que nada pues lleva coherencia en este post. Este será tu primer post de despertar de defensa. Por yo no ser maestra de elemento siempre harás seis con diferentes elementos igual a futuro podrás tomar este mismo elemento para con un ataque… eso al final de cuenta es tu decisión. Vale la mínima de líneas es de 20(COMPLETAS) para cuando estas despertando una técnica… yo te recomiendo que hagas más, por favor… tomate tu tiempo. Ok es sencillo lo que te pido escribirás coherencia de este post y al final describirás que sensación tienes al sentir el tacto del fantasma de mi corte gélido… eso es todo de a poco a poco se ira haciendo la manipulación del elemento… Suerte nena cualquier cosa ya sabes donde encontrarme n.n…. Cierto al final o al principio donde gustes, indicaras que tu post es de manipulación de alguna técnica, algo como esto:
“Primer post de seis: Despertar de defensa
Elemento: Hielo”
Tarea: Antes que nada pues lleva coherencia en este post. Este será tu primer post de despertar de defensa. Por yo no ser maestra de elemento siempre harás seis con diferentes elementos igual a futuro podrás tomar este mismo elemento para con un ataque… eso al final de cuenta es tu decisión. Vale la mínima de líneas es de 20(COMPLETAS) para cuando estas despertando una técnica… yo te recomiendo que hagas más, por favor… tomate tu tiempo. Ok es sencillo lo que te pido escribirás coherencia de este post y al final describirás que sensación tienes al sentir el tacto del fantasma de mi corte gélido… eso es todo de a poco a poco se ira haciendo la manipulación del elemento… Suerte nena cualquier cosa ya sabes donde encontrarme n.n…. Cierto al final o al principio donde gustes, indicaras que tu post es de manipulación de alguna técnica, algo como esto:
“Primer post de seis: Despertar de defensa
Elemento: Hielo”
Alessa0- Dama del Pecado
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Re: -A orillas del río Tiber-
**la dama después de decir aquellas palabras, quedo estática al ver a su maestra y hermana de alma quien había hecho aparecer dos armas gracias a su cosmos, si bien shlainn todavía no comprendía del todo el alcance de la energía interna llamada cosmos, se sorprendía cada vez que observaba una demostración de este aunque no era aparente.
Pues bien, bruscamente empezó a descender la temperatura del lugar, provocando en la chica algunos escalofríos que corrían por todo su cuerpo, dándole cierto toque de miedo a lo desconocido que estaba por ocurrir.
Después de que Alessa junto sus tizonas el brillo que salió de estas dejo
momentáneamente ciega a la joven por escasos segundos ya que no le había dado tiempo de cubrirse los ojos de modo de evitar ese brillo su sorpresa fue grande al ver que en las manos de su maestra solo había una espada aún más
sorprendente para ella, al momento en que Alessa movió dicha arma las oleadas
de aire helado provocaron en la chica cierta duda. Pero ya era demasiado tarde
para arrepentirse, si bien era su destino tenía que afrontarlo con valor.
Sus ojos estaban abiertos de par en par cuando vio la materialización de aquel hielo su boca casi entre abierta, y sus manos empezaban a temblar pero rápidamente sacudió la cabeza para tranquilizarse, fue cuando alessa le refirió unos detalles importantes que shlainn tenía que conocer, escuchándolos atenta, miro con determinación a su maestra y le dijo
-estoy consciente y acepto ese destino maestra
Le había llamado maestra para poner ciertos límites en ese momento, para poder concentrarse y dar lo mejor de si quería que sus sentimientos no se interpusieran en su entrenamiento y como había tomado cierto afecto a Alessa decidió llamarla por un “titulo” y empezar a mirarla de otra manera, un tanto indiferente.
Si bien no dijo nada más cuando vio aquella transformación toda la maniobra hecha por su tutora para hacer visible a ese espíritu gélido a aquel demonio del hielo que le ayudaría ahora a dominar lo que sería su defensa su protección ante algún ataque.
La dama escucho la conversación que alessa refería con aquel ser, pero había algo que shlainn no comprendía del todo, “la moneda”, ¿acaso un pago a cambio de la enseñanza?, y de que tipo de pago se refería aquel ser, shlainn no le gustaba deber nada a nadie y prefería siempre pagar ella misma las cosas pero no pudo hacer nada Alessa rápidamente había contestado a lo dicho por aquel espíritu.
Shlainn quedo con la boca abierta cubierta por sus manos cuando descubrió a lo que se referían con lo dicho de la “moneda” a pagar, en ese momento tenía el impulso de correr a donde estaba alessa, tratar de detener la hemorragia, o auxiliarla en lo que pudiera, pero no se movió, no hizo nada, el pánico, la incertidumbre, todo se estaba apoderando de ella lo que provoco que no hiciera nada.
-
alessa porque pagaste por mí, no tenías que hacerlo, hermana
Aquellos pensamientos la inundaban pero que podía hacer, era claro que esa era la voluntad de alessa aunque por fortuna la herida no comprometía órganos internos con lo que la muerte se veía demasiado lejana
Por un instante la muchacha se tranquilizó pero esto fue momentáneo, después al escuchar la última oración de aquel ser, se llenó de un cierto temor, pero no lo hizo notorio, cuando el demonio coloco su mano en el hombro de la joven, de
inmediato empezó a sentir como la temperatura empezaba a descender drásticamente, empezando a tener escalofríos algunas veces leves y otras un
tanto bruscas, sus manos empezaron a entumecerse sintiéndolas pesadas e
inútiles, le costaba trabajo cerrar la mano, su respiración empezó a acelerarse
y los bellos de la piel empezaban a erizarse, y su corazón empezó a latir con más rapidez.
Juntando las manos como si se tratara de cubrir con algún manto imaginario la joven se rodeó con sus brazos, de su boca empezó a salir un humito blanco
Aquella dama sentía desvanecer lentamente, sus músculos empezaron a temblar inevitablemente sus movimientos parecían entorpecerse no podía coordinar bien a pesar de tener la apariencia de que estaba alerta en realidad pasaba todo lo contrario.
Aquel ser había disminuido la temperatura rápidamente, tanto así que las piernas ya no lograron sostener a la joven y cayó al suelo, sin dejar de temblar, su piel blanca era a un mas, estaba pálida y unos ligeros tonos azulados se empezaban a ver en sus labios y manos, la taquicardia y bradicardia se habían presentado, los ojos de aquella dama estaban abiertos completamente, su mirada era fija, algo fúnebre.
La dama trato de hablar de decir algo pero le fue imposible ni siquiera el simple
movimiento de su boca podía hacer bien, casi estuvo a punto de perder la movilidad de sus órganos vitales, pues era notorio que la muerte no era el
objetivo de aquella criatura.
Pasaron varios minutos, que a la muchacha le parecieron horas para que se empezara a recuperar poco a poco, aunque todavía los escalofríos eran evidentes y cierta confusión había en su mente, trato pues de levantarse con mucha dificultad hasta por fin lograrlo, shlainn no dejaba de mirar al suelo, no quería ver al rostro de su maestra ni a ese demonio, solo deseaba que ese malestar terminara.
“Primer post de seis: Despertar de defensa Elemento: Hielo”
Pues bien, bruscamente empezó a descender la temperatura del lugar, provocando en la chica algunos escalofríos que corrían por todo su cuerpo, dándole cierto toque de miedo a lo desconocido que estaba por ocurrir.
Después de que Alessa junto sus tizonas el brillo que salió de estas dejo
momentáneamente ciega a la joven por escasos segundos ya que no le había dado tiempo de cubrirse los ojos de modo de evitar ese brillo su sorpresa fue grande al ver que en las manos de su maestra solo había una espada aún más
sorprendente para ella, al momento en que Alessa movió dicha arma las oleadas
de aire helado provocaron en la chica cierta duda. Pero ya era demasiado tarde
para arrepentirse, si bien era su destino tenía que afrontarlo con valor.
Sus ojos estaban abiertos de par en par cuando vio la materialización de aquel hielo su boca casi entre abierta, y sus manos empezaban a temblar pero rápidamente sacudió la cabeza para tranquilizarse, fue cuando alessa le refirió unos detalles importantes que shlainn tenía que conocer, escuchándolos atenta, miro con determinación a su maestra y le dijo
-estoy consciente y acepto ese destino maestra
Le había llamado maestra para poner ciertos límites en ese momento, para poder concentrarse y dar lo mejor de si quería que sus sentimientos no se interpusieran en su entrenamiento y como había tomado cierto afecto a Alessa decidió llamarla por un “titulo” y empezar a mirarla de otra manera, un tanto indiferente.
Si bien no dijo nada más cuando vio aquella transformación toda la maniobra hecha por su tutora para hacer visible a ese espíritu gélido a aquel demonio del hielo que le ayudaría ahora a dominar lo que sería su defensa su protección ante algún ataque.
La dama escucho la conversación que alessa refería con aquel ser, pero había algo que shlainn no comprendía del todo, “la moneda”, ¿acaso un pago a cambio de la enseñanza?, y de que tipo de pago se refería aquel ser, shlainn no le gustaba deber nada a nadie y prefería siempre pagar ella misma las cosas pero no pudo hacer nada Alessa rápidamente había contestado a lo dicho por aquel espíritu.
Shlainn quedo con la boca abierta cubierta por sus manos cuando descubrió a lo que se referían con lo dicho de la “moneda” a pagar, en ese momento tenía el impulso de correr a donde estaba alessa, tratar de detener la hemorragia, o auxiliarla en lo que pudiera, pero no se movió, no hizo nada, el pánico, la incertidumbre, todo se estaba apoderando de ella lo que provoco que no hiciera nada.
-
alessa porque pagaste por mí, no tenías que hacerlo, hermana
Aquellos pensamientos la inundaban pero que podía hacer, era claro que esa era la voluntad de alessa aunque por fortuna la herida no comprometía órganos internos con lo que la muerte se veía demasiado lejana
Por un instante la muchacha se tranquilizó pero esto fue momentáneo, después al escuchar la última oración de aquel ser, se llenó de un cierto temor, pero no lo hizo notorio, cuando el demonio coloco su mano en el hombro de la joven, de
inmediato empezó a sentir como la temperatura empezaba a descender drásticamente, empezando a tener escalofríos algunas veces leves y otras un
tanto bruscas, sus manos empezaron a entumecerse sintiéndolas pesadas e
inútiles, le costaba trabajo cerrar la mano, su respiración empezó a acelerarse
y los bellos de la piel empezaban a erizarse, y su corazón empezó a latir con más rapidez.
Juntando las manos como si se tratara de cubrir con algún manto imaginario la joven se rodeó con sus brazos, de su boca empezó a salir un humito blanco
Aquella dama sentía desvanecer lentamente, sus músculos empezaron a temblar inevitablemente sus movimientos parecían entorpecerse no podía coordinar bien a pesar de tener la apariencia de que estaba alerta en realidad pasaba todo lo contrario.
Aquel ser había disminuido la temperatura rápidamente, tanto así que las piernas ya no lograron sostener a la joven y cayó al suelo, sin dejar de temblar, su piel blanca era a un mas, estaba pálida y unos ligeros tonos azulados se empezaban a ver en sus labios y manos, la taquicardia y bradicardia se habían presentado, los ojos de aquella dama estaban abiertos completamente, su mirada era fija, algo fúnebre.
La dama trato de hablar de decir algo pero le fue imposible ni siquiera el simple
movimiento de su boca podía hacer bien, casi estuvo a punto de perder la movilidad de sus órganos vitales, pues era notorio que la muerte no era el
objetivo de aquella criatura.
Pasaron varios minutos, que a la muchacha le parecieron horas para que se empezara a recuperar poco a poco, aunque todavía los escalofríos eran evidentes y cierta confusión había en su mente, trato pues de levantarse con mucha dificultad hasta por fin lograrlo, shlainn no dejaba de mirar al suelo, no quería ver al rostro de su maestra ni a ese demonio, solo deseaba que ese malestar terminara.
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Re: -A orillas del río Tiber-
Narración // Dialogo de Alessa // Dialogo del Fantasma del hielo
-Maldición…
Alessa susurraba un tanto enojad al divisa los efectos que provocaba el espíritu del Cords Gelidus para con Shlainn. Como podía aquella se levantaba del suelo. Aún la hemorragia perduraba en su abdomen provocando cierto desconcierto a la estrella pecadora. Ya que ella tenía cierto don para cicatrizar rápidamente sus heridas, sin embargo en aquella fría ocasión no sucedía absolutamente nada.
Fue entonces que recordaba que aquel era el defecto del sacrificio de sangre con aquel demonio. Surcando una sonrisa y bajando el rostro mientras posaba sus manos entre la herida, simplemente se resignó a esperar a que aquella bestia terminara su labor para que desapreciara del ambiente y así Alessa se pudiera recuperar.
Sin embargo aquella no podía negar que estaba demasiado preocupada por Shlainn más al ver como el frio le afectaba de sobremanera. Recordando que había olvidado una importante recomendación con respecto al cosmos interior. Adolorida caminaba hacia donde ambos estaban. Mientras exclamaba con tono firme:
-Oye maldito demonio tampoco no te fanatices que aún no es tan fuerte como yo. Por lo tanto le es difícil controlar la temperatura y por obvias razones el elemento… maldito demonio ¿Me escuchasteis?… Tú… mierda.
Como podía llegaba en donde estaba su demoño interactuando con su alumna, fue entonces cuando diviso el como Shlainn le costaba recuperar el movimiento de sus músculos y cierta cantidad de calor en su cuerpo para así no morir de alguna hipotermia. Alessa quedaba sorprendía como aquella costosamente se levantaba del suelo. Fue ahí que la dama del pecado elevando su cosmosenergía hizo llamar su armadura que inmediatamente se fundía con su cuerpo cubriéndole lo necesario.
El aura cósmica que irradiaba su sensual silueta ayudaba para elevar la temperatura de aquel riachuelo y sin más que decir la mujer tomaba el hombro derecho del demonio del hielo para que con fuerza lo lanzara unos cuantos metros hacia atrás. De inmediato el efecto que provocaba aquel ser espiritual sobre la naturaleza como con Shlainn se disolvía en un parpadear. Alessa tomaba entre sus brazos a aquella niña que le veía como si fuese su hermana menor. Abrazándola con fuerza elevó de nueva cuenta su cosmos para así trasmitir el calor necesario al sistema de Shlainn. Suspirando la dama del pecado le susurró a su alumna:
-Perdóname que no te haya dicho esto antes Shlainn, pero compréndeme por favor yo aprendí sola a saber que era el cosmos, a manifestarlo y combinarlo con al energía que me rodea… por lo tanto es un hecho que no sabría como explicarlo. No tengo el conocimiento para ser una maestra con licencia pero si la suficiente experiencia para enseñarte de la mejor manera que sé… Practica. Escucha con atención mujer. El cosmos es una energía interna que todo humano tiene… algunos más desarrollados que otros… con verdadera concentración de parte del guerrero se puede manifestar aquella energía interior hacia el exterior: ya sea un aura en derredor de vuestro cuerpo hasta una nova que produce alteraciones al medio. Ahora te pido que concentres tu mente a un sólo punto y lentamente despejes todo sentimiento que te altere… sólo así el cosmos comenzara a nacer dentro de ti. Ahora te preguntaras ¿Para qué sirve el cosmos en este momento? Es sencillo paraque no mueras congelada. La energía cósmica te ayudara a mantener una temperatura normal sin importar las inclemencias del clima… que importa si frio o muy caliente esté el derredor tuyo con el cosmos regularizas aquellas sensaciones en tu cuerpo… entiéndelo y trata de hacerlo lo más rápido posible sino mi demonio te aniquilada… ahora bien…. Ahhhh
Alessa no culminaba su dialogo ya que por detrás le tomaba con fuerza el demonio separando a Shlainn de ella. Con una furia frenética el ser hecho del hielo impactaba el cuerpo de la estrella infernal de la pereza sobre el suelo, haciendo presión en su cara para que esta simplemente se sumiera aún más. Con una verdadera rabia animal el ente aplastaba el abdomen herido de la de cabellos largos y azulados aumentando el dolor tanto la hemorragia en ella. Salivando el espíritu exclamaba:
-Maldita, si quieres mi ayuda déjame a mí hacer las cosas ahora cállate y no interrumpas… o sino (con más fuerza apretaba la herida de Alessa)…
-Ahhhh (gritaba con fuerza la dama)… ahhh, maldito, te estas divirtiendo de tu efímera… ahhhh libertad… ni te acostumbres que muy pronto acabara… ahhh.
El demonio molesto apretaba aún más la herida divisando como aquella quedaba por pocos segundos inconsciente. Aquel tiempo no lo desaprovecharía por lo que dándose media vuelta sino antes patear el cuerpo de Alessa aventándola a unos cuantos metros de aquel lugar, quedando medio cuerpo hundido en las aguas del riachuelo.
El ser del hielo surcaba una sádica sonrisa y así elevaba su cosmos materializando una energía azulada entre su puño derecho y viendo a Shlainn, este comenzó a rotar por encima de su nuca su extremidad, haciendo que aquella nova se tornara en un pequeño hilo de energía que lentamente se prolongaba. Suspirando aquel musitó:
-Te advierto perra que sino te defiendes de este ataque quedaras totalmente congelada. Ya te explicó tu estúpida maestra que es lo que tienes que hacer con el cosmos. Pues ahora bien escucha con atención que no lo repetiré. Concentra tu energía en manos y codos y trata de materializarlo al mundo exterior combinado con el elemento hielo para así formar la barrera que te defenderá de mi ofensiva. Recuerda que entre más tardes mi hilo de energía fría se agrandara y estarás más corta de tiempo en lograr tu tarea…
Dicho eso siguió blandiendo sus muñeca en forma circulas generando que aquella concentración de energía se alargara rumbo a donde Shlainn estaba. Mientras lentamente iba despertando Alessa de su inconsciencia causada por tan terrible sensaciones de dolor. Divisando como su cuerpo lentamente se iba hundiendo en el rio, como pudo aquella salía de las aguas frías y se arrastraba para simplemente ver las reacciones de su alumna con aquel entrenamiento. Señalando el frente simplemente musitaba:
-Shlainn…cuidado…cof, cof…Shlainn… ahh.
Alessa susurraba un tanto enojad al divisa los efectos que provocaba el espíritu del Cords Gelidus para con Shlainn. Como podía aquella se levantaba del suelo. Aún la hemorragia perduraba en su abdomen provocando cierto desconcierto a la estrella pecadora. Ya que ella tenía cierto don para cicatrizar rápidamente sus heridas, sin embargo en aquella fría ocasión no sucedía absolutamente nada.
Fue entonces que recordaba que aquel era el defecto del sacrificio de sangre con aquel demonio. Surcando una sonrisa y bajando el rostro mientras posaba sus manos entre la herida, simplemente se resignó a esperar a que aquella bestia terminara su labor para que desapreciara del ambiente y así Alessa se pudiera recuperar.
Sin embargo aquella no podía negar que estaba demasiado preocupada por Shlainn más al ver como el frio le afectaba de sobremanera. Recordando que había olvidado una importante recomendación con respecto al cosmos interior. Adolorida caminaba hacia donde ambos estaban. Mientras exclamaba con tono firme:
-Oye maldito demonio tampoco no te fanatices que aún no es tan fuerte como yo. Por lo tanto le es difícil controlar la temperatura y por obvias razones el elemento… maldito demonio ¿Me escuchasteis?… Tú… mierda.
Como podía llegaba en donde estaba su demoño interactuando con su alumna, fue entonces cuando diviso el como Shlainn le costaba recuperar el movimiento de sus músculos y cierta cantidad de calor en su cuerpo para así no morir de alguna hipotermia. Alessa quedaba sorprendía como aquella costosamente se levantaba del suelo. Fue ahí que la dama del pecado elevando su cosmosenergía hizo llamar su armadura que inmediatamente se fundía con su cuerpo cubriéndole lo necesario.
El aura cósmica que irradiaba su sensual silueta ayudaba para elevar la temperatura de aquel riachuelo y sin más que decir la mujer tomaba el hombro derecho del demonio del hielo para que con fuerza lo lanzara unos cuantos metros hacia atrás. De inmediato el efecto que provocaba aquel ser espiritual sobre la naturaleza como con Shlainn se disolvía en un parpadear. Alessa tomaba entre sus brazos a aquella niña que le veía como si fuese su hermana menor. Abrazándola con fuerza elevó de nueva cuenta su cosmos para así trasmitir el calor necesario al sistema de Shlainn. Suspirando la dama del pecado le susurró a su alumna:
-Perdóname que no te haya dicho esto antes Shlainn, pero compréndeme por favor yo aprendí sola a saber que era el cosmos, a manifestarlo y combinarlo con al energía que me rodea… por lo tanto es un hecho que no sabría como explicarlo. No tengo el conocimiento para ser una maestra con licencia pero si la suficiente experiencia para enseñarte de la mejor manera que sé… Practica. Escucha con atención mujer. El cosmos es una energía interna que todo humano tiene… algunos más desarrollados que otros… con verdadera concentración de parte del guerrero se puede manifestar aquella energía interior hacia el exterior: ya sea un aura en derredor de vuestro cuerpo hasta una nova que produce alteraciones al medio. Ahora te pido que concentres tu mente a un sólo punto y lentamente despejes todo sentimiento que te altere… sólo así el cosmos comenzara a nacer dentro de ti. Ahora te preguntaras ¿Para qué sirve el cosmos en este momento? Es sencillo paraque no mueras congelada. La energía cósmica te ayudara a mantener una temperatura normal sin importar las inclemencias del clima… que importa si frio o muy caliente esté el derredor tuyo con el cosmos regularizas aquellas sensaciones en tu cuerpo… entiéndelo y trata de hacerlo lo más rápido posible sino mi demonio te aniquilada… ahora bien…. Ahhhh
Alessa no culminaba su dialogo ya que por detrás le tomaba con fuerza el demonio separando a Shlainn de ella. Con una furia frenética el ser hecho del hielo impactaba el cuerpo de la estrella infernal de la pereza sobre el suelo, haciendo presión en su cara para que esta simplemente se sumiera aún más. Con una verdadera rabia animal el ente aplastaba el abdomen herido de la de cabellos largos y azulados aumentando el dolor tanto la hemorragia en ella. Salivando el espíritu exclamaba:
-Maldita, si quieres mi ayuda déjame a mí hacer las cosas ahora cállate y no interrumpas… o sino (con más fuerza apretaba la herida de Alessa)…
-Ahhhh (gritaba con fuerza la dama)… ahhh, maldito, te estas divirtiendo de tu efímera… ahhhh libertad… ni te acostumbres que muy pronto acabara… ahhh.
El demonio molesto apretaba aún más la herida divisando como aquella quedaba por pocos segundos inconsciente. Aquel tiempo no lo desaprovecharía por lo que dándose media vuelta sino antes patear el cuerpo de Alessa aventándola a unos cuantos metros de aquel lugar, quedando medio cuerpo hundido en las aguas del riachuelo.
El ser del hielo surcaba una sádica sonrisa y así elevaba su cosmos materializando una energía azulada entre su puño derecho y viendo a Shlainn, este comenzó a rotar por encima de su nuca su extremidad, haciendo que aquella nova se tornara en un pequeño hilo de energía que lentamente se prolongaba. Suspirando aquel musitó:
-Te advierto perra que sino te defiendes de este ataque quedaras totalmente congelada. Ya te explicó tu estúpida maestra que es lo que tienes que hacer con el cosmos. Pues ahora bien escucha con atención que no lo repetiré. Concentra tu energía en manos y codos y trata de materializarlo al mundo exterior combinado con el elemento hielo para así formar la barrera que te defenderá de mi ofensiva. Recuerda que entre más tardes mi hilo de energía fría se agrandara y estarás más corta de tiempo en lograr tu tarea…
Dicho eso siguió blandiendo sus muñeca en forma circulas generando que aquella concentración de energía se alargara rumbo a donde Shlainn estaba. Mientras lentamente iba despertando Alessa de su inconsciencia causada por tan terrible sensaciones de dolor. Divisando como su cuerpo lentamente se iba hundiendo en el rio, como pudo aquella salía de las aguas frías y se arrastraba para simplemente ver las reacciones de su alumna con aquel entrenamiento. Señalando el frente simplemente musitaba:
-Shlainn…cuidado…cof, cof…Shlainn… ahh.
Off rol.- antes que nada te felicito por tu primer post n.n me encantó. Ahora bien ten continuidad en el relato, ya sabes las mínimas de líneas si puedes hazlo como el anterior de largo… toma todo el tiempo que necesites claro está. Ahora bien lo que tienes que hacer ósea tu siguiente tarea es trata de formar tu primera barrera defensiva. Tienes todo mi permiso para dominar al ente de hielo. Eso quiere decir que cuando edites y si escribes que te defiendes correctamente puedes manipular los sentimientos y movimientos del espíritu tienes permiso de parte mía n.n Suerte cualquier cosa ya sabes donde me encuentras querida n.n
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