[Casa de Virgo] Salon Principal

El suave andar despreocupado de la lemuriana era acompañado por una leve brisa que mecía sus largos cabellos rosa y a su vez el viento refrescaba el calor que hacía en aquel momento del día, el calor sofocante no la hacía transpirar a pesar de todo ya que estaba acostumbrada a un calor superior a aquel gracias a un entrenamiento en la zona volcánica de Lemuria el cual no fue del todo fácil puesto que se trataba en el control del fuego, un pequeño escalofrío recorrió el cuerpo de la lemuriana al recordar aquello, quemaduras, deshidratación y algunos otros percances fueron parte de aquella experiencia inolvidable.
- Y abrasadora - dijo para si misma sarcásticamente, fijó su atención en el camino subiendo algunos escalones más comenzó a ver la fachada del templo de Géminis el cual tenía un ángel del lado derecho y otro en el lado izquierdo, ingresó en el sagrado lugar hasta totalmente atravesarlo y continuar subiendo escalones. El templo de Cáncer se hizo presente al ir subiendo con un cangrejo en su fachada y el símbolo de este tallado en mármol, este templo al igual que el anterior lo atravesó sin mayor problema puesto que se encontraba vació, no paso mucho hasta que llegase a Leo con dos grandes leones de mármol cuidando la entrada del templo el cual para variar se hallaba vacío, siguió subiendo escalones hasta llegar al templo de Virgo el cual en su entrada tiene dos grandes estatuas de mármol blanco talladas al parecer a mano, se trata de dos hombres que por su aspecto se podría decir que eran de oriente, ingresó con cuidado y con cierto respeto allí se encontraba Leonard sentado con un objeto en sus manos, Enya se acercó con cuidado, sin decir palabra alguna.

Aún callada esperando respuesta Enya nota una leve subida de cosmos por parte de Leonard, más no comprende demasiado a pesar de haber sido entrenada para ser amazona ella no tenía control del cosmos totalmente y con rapidez perdía el control de este provocando desastres a diestras y siniestra puesto que su mente se volvía inestable cosa que no la hacía apta en aquellos momentos de desesperanza para entrenar al menos no una cantidad apreciable de cosmos, necesitaba que alguien estuviese cerca para hacerla desmayar o algo para que la detuviese así había pasado en sus entrenamientos en Lemuria, el solo recuerdo hacía que se desanimase y no quisiese saber nada de entrenamientos, cosmos o guerras, se estaba negando totalmente a ello, la voz de Leonard la sacó de sus lamentables pensamientos negativos, la joven le vio atentamente mientras el cosmos del joven se elevaba creando ilusiones de árboles los ojos de Leonard se cerraron de seguro para mantener su concentración.
- Haz lo mismo y concéntrate en tu cosmos - dijo una voz de forma maternal en su cabeza similar a la de ella más no igual, desde el encuentro con la energía del templo de Aries se estaba comenzando a sentir extraña y aquella voz no era telepatía estaba segura de ello, así que le hizo caso se sentó con cuidado en el piso de frío de mármol tomando posición de loto, lentamente comenzó a controlar la respiración y procedió a cerrar los ojos, para dejar de pensar en lo que la rodeaba y dejarse llevar. Lentamente abrió sus ojos más no se encontraba en el templo de Virgo, sino en su fuero interno un lugar en el cual nunca había podido llegar puesto que su grado de concentración era igual al de un niño pequeño se distraía con todo, allí vio una energía cálida y pura con una forma similar a la de ella, se quiso acercar a ella, pero esta la rechazo dándole un manotazo.
- ¿Que pasa? - formulo en voz baja sin esperar respuesta, más esta llegó - Tú cosmos te rechaza porque tú temes perder su control, tú mente es débil debes aprender – aquella voz nuevamente se hizo presente, el como ella sabía que temía perder el control ni ella lo podía saber, nuevamente se acercó a la figura femenina más nuevamente la rechazó, pero esta vez con más intensidad, haciéndola caer. Era acaso tanto su temor por perder el control, debía de controlarse dejar que las emociones fluyeran y le diesen fuerza tenía que hacerlo, no, debía de hacerlo si quería ser una amazona completa debía de ser una misma con el cosmos, sus emociones y más que nada consigo misma.

El temor siempre había sido una pared autoimpuesta por ella misma que cobardemente por miedo no enfrentaba, el temor había prevalecido desde que hirió a algunos compañeros entrenando por perder el control de todo sea emociones y de sí misma, dejo que el poder hiciera lo que quisiese, debía de concentrarse en calmarse y controlarse si quería acercarse a la dama de cosmos que tenía frente a ella en su fuero interno, pensó en las vidas que podrían ser sacrificadas si ella no tomaba las riendas de la situación debía de ser fuerte por ella y los demás. Se volvió a acercar a la dama pero en vez de lanzarla por los aires la quedo mirando fijamente como si esperase a que algo sucediese, Enya intento tocarla nuevamente, pero sin miedo sabía que era parte de su esencia tenía que aceptarla como tal ellas eran una sola no tenían porque estar separadas incluso en su mente debían de estar unidas, cerró los ojos y lentamente la dama de cosmos se fundió con el cuerpo de la lemuriana siendo nuevamente una sola, pero aquello no era todo una nueva figura apareció en su mente de formas similares más no iguales algo que la desconcertaba aunque por ser su mente no podría sorprenderse, ya que desde pequeña había soñado con una dama similar a ella que siempre le decía cosas de manera maternal, más a pesar que era la misma de sus sueños esta se acerco a Enya con tranquilidad hasta que tomó posición de ataque y prosiguió a ello, la joven no sabía que hacer en aquel momento hace pocos instantes había podido controlar su cosmos más no sabía que hacer, no sabía como defenderse de un ataque, solamente atino a esquivarlo pero con consecuencias ya que fue herida.
- Si no te sabes defender no eres una digna amazona - dijo la dama mientras volvía a arremeter contra Enya lastimándola, la joven intentaba concentrarse, pero no podía si lo hacía sería atacada - Piensa en tu cosmos y dale la forma que desees, es lo único en que te ayudaré - la joven le miró, pero por el momento no se le ocurría nada, unos recuerdos fugaces se hicieron presente de su niñez aquel recuerdo fue suficiente para concentrarse en una forma y proceder a crear una barrera de cristal más no era de la forma usual que era enseñada en Lemuria esta era distinta simulaba un domo esférico que la protegía de cualquier ángulo, la cual fue hecha justo a tiempo antes de que la dama la alcanzara a atacar.

La esfera de cristal aún se mantenía a su alrededor cubriendo una pequeña periferia que mantenía su cuerpo a salvo de los ataques de la dama, pero inevitablemente la barrera comenzó a desvanecerse haciéndola frágil, la lemuriana veía aquello con cierto temor el cual provocaba que la barrera se desvaneciese más rápido, el temor nuevamente jugaba en su contra debía de ser valiente aunque hubiese temor tenía que transformar el miedo en valor, pero en aquel momento lo que menos hacía era concentrarse, nuevamente volvía a tratar de esquivar los ataques.
- Otra vez el juego del gato y el ratón - dijo la dama de forma burlona y con una sonrisa - lo siento querida pero ya te di demasiadas oportunidades - esto último sonó a una sentencia final sus ataques se volvían cada vez más rápidos y violentos, haciendo casi imposible el poder esquivarlos pensó en quedarse quieta y dejar que terminase todo en aquel instante, se estaba desanimando quería dejar todo de lado, todo lo hecho y vivido se estaba dejando vencer por sí misma, de pronto un recuerdo sacudió su corazón, la sonrisa de Sophia y su energía cálida llena de amor aquel recuerdo de la que sería la diosa que había jurado proteger desde que inicio su entrenamiento, ella sería capaz de dejar de lado su misión y de paso que la sonrisa de la joven pelirroja se desvaneciera en la tristeza y el dolor, como podía ser tan egoísta no estaba pensando en los demás sino en sí misma. Miró a la dama que nuevamente se dirigía hacía a ella para golpearla en una milésima de segundo concentró todo su cosmos en la forma de una esfera, la cual a pesar de ser constituida enteramente de cosmos era débil debía de hacer algo para reforzarla, la idea de utilizar polvo estelar el cual había ocupado cuando estaba aprendiendo sobre las armaduras podría servir para reforzarla, se le ocurrió entonces cargar el polvo estelar con su cosmos y luego unificar todo aquello para crear la barrera la cual sería más fuerte y se podría mantener con un mínimo esfuerzo, era darle vida al polvo estelar esto significaría ocupar poco cosmos y ayudaría en aquella situación, aplico lo pensando con rapidez no solo provoco que el ataque chocase con la barrera la cual se mantenía intacta sino que también lo devolvía contra la dama había creado una defensa que también devolvía el ataque adversario, asombrada por ello miró a la dama la cual por recibir su propio ataque yacía tirada en el suelo, se levantó y miró a la joven sonriendo.
- Hasta que lo logras pequeña - sonrió tras decir aquello, se acercó a Enya lentamente sin intención alguna de atacar, la lemuriana deshizo la barrera que había creado y se quedó mirándola con curiosidad, mientras la dama le acariciaba la cabeza - Veo que tengo una digna descendiente y futura amazona de Aries - dijo sonriente mientras le tomaba el mentón - Supongo que sabes quien soy, de seguro los ancianos te lo mencionaron, espero que cuides bien de la humanidad - esto fue lo último que dijo hasta desaparecer.

Tras la desaparición de la que fue su antepasada en la primera guerra santa, la joven tenía tantas preguntas por hacerle más no pudo hablar solamente callar hasta que se fue, de cierta manera feliz y algo triste la curiosidad común en ella afloraba estaba triste por no poder saber más, pero sabía que pronto todas sus dudas y preguntas serían disipadas, solamente debía de darle tiempo al tiempo y esperar pacientemente, un sonrisa se hizo presente en sus labios al imaginar todo aquello, aún era una niña en algunos aspectos psicológicos, pero en los mínimos a pesar de todo prefería demostrar eso a que ser seria y aburrida como sus maestros que con la edad comprendieron que así ellos eran y no tenían porque cambiar, ella aún no haría ese cambio se mantendría siendo ella misma. Lentamente todo se vuelve negro en aquel fuero interno para dar paso a la realidad, comienza a abrir los ojos con lentitud hasta mirar todo con tranquilidad, había avanzado y mucho en su crecimiento personal estaba feliz, pero algo la desconcertó un grito proveniente de Leonard la hizo ponerse alerta le miró y vio en la mano de este una esfera de cosmos la cual se partía en pedazos generando agujas la joven debía de actuar rápido, aplicando lo recién aprendido generó suficiente cosmos para cargar pequeñas partículas de polvo estelar que se encontraban en el lugar, rápidamente estas comenzaron a general un brillo entre blanco, plateado y dorado lo cual indicaba que se encontraban cargadas, con el pensar en la forma estas comienzan a unirse generando un domo de cosmos con polvo estelar el cual si bien se veía transparente como el cristal era lo suficientemente fuerte para protegerla y justo a tiempo, ya que las agujas llegaron justo cuando se completaba el domo el cual impidió su paso más allá de este, la barrera funcionaba a la perfección la concentración de la amazona era tal que incluso impidió que las agujas se devolviesen de donde vinieron quería evitar dañar a Leonard, en su interior sabía que el ataque no era intencional, al parar la ráfaga de agujas lentamente deshizo la barrera de cosmos y polvo estelar se quedó mirando al joven sonriendo.
- Al fin lo logré - la felicidad que tenía en aquellos instantes superaba todo lo pasado, le gustaba aquella sensación se sentía llena, satisfecha consigo misma se había superado a pesar de que aún existiese miedo ella haría que se transformara en valor, el cual le daría las fuerzas para seguir adelante.

La defensa había sido un éxito, la fuerza interna que no sabía que poseía la lemuriana se había hecho presente, más no debía confiarse sabía que había gente más poderosa que ella y por ello debía esforzarse el doble o el triple por ser más fuerte, estaba en una gran desventaja las amazonas siempre han sido más débiles en poder, pero jamás se rendían eran tercas y decididas, no se dejaban intimidar aunque nunca faltasen las excepciones igualmente eran de temer, la voz de Leonard se hizo presente en el lugar felicitándola por lo logrado.
- Gracias - el gracias se escuchó claro pero con un deje de timidez, poco común en Enya ya que era bastante extrovertida o muy infantil en muchos casos dependiendo de cómo se le mirara, Leonard se dio la vuelta y dijo unas últimas palabras, la amazona asintió con la cabeza mientras le veía retirarse del lugar a través de unas grandes puertas, la joven se sacudió las ropas, y arregló su cabello para que se viese algo ordenado aunque sabía que no duraría mucho valía la pena por un rato, tomó su morral y de este sacó una botella la cual abrió bebiendo su contenido el cual era simplemente agua, pero era algo refrescante en aquella situación, debía hidratarse antes de bajar a menos que quisiera morir por deshidratación, la sombra y frescura que se sentía en el templo difería mucho del exterior caluroso y casi desértico, ya lista cerró la botella y salió del Templo de Virgo.