Salón de la casa de Piscis

Según la explicación de Aspros, la casa de Piscis era la última de las 12 casas de los signos protectores, y tal y como había mencionado, cada casa pertenecía a uno de los signos del zodiaco. Ioros miró hacía arriba para intentar ver su destino pero lo único que podía contemplar era esa escalinata y la casa de Aries, la chica que había conocido hacía poco se empezó a adelantar, su mascota iba con ella a ratos corriendo a ratos entre sus brazos, tenía que seguirla pues ambos habían sido destinados a ser protectores del mismo signo, los dos compartían un mismo poder que se manifestaba ante ellos en forma de espíritu. El romano contaba mentalmente cada escalón que subía como intentando memorizar el camino aunque era del todo innecesario, traspasaba la primera casa, estaba vacía, y así igualmente todos los demás edificios, sus guardianes no estaban presentes, las casas eran bastante similares entre ellas pero a la vez cada una tenía unos rasgos que las hacían diferentes de las demás.

Ya habiendo pasado por las once casas anteriores finalmente se dibujaba la fachada de Piscis, ahora que la tenía delante sentía un temblor en el corazón, estaba emocionado y sin saber porque pues sentía que había esperado mucho para llegar a ese sitio. Ioros se paró apoyándose contra el marco de la puerta, sus piernas tenían calambres por la falta de descanso, no hacía mucho había recibido esa paliza por parte de Sylvanas, desde esa posición podía escuchar algunos susurros de la muchacha rubia que hablaba a su bicho con dulzura.

- Bien…. Ya hemos llegado, aquí esta nuestro presente y futuro.

Ioros pasó al interior del templo, su extraña compañera desapareció por una de las habitaciones que habían a los lados del salón principal, así que el romano antes de investigar las otras cambras se adentró en el salón, el templo aunque antiguo mantenía toda su belleza, los pilares aún mantenían cada detalle de los relieves, bellos dibujos sobre el mármol, había descritos temas marítimos, hazañas de los caballeros de antaño todos evocaban la mitologia que rodeaba todo ese lugar. Ioros creía que solo la arquitectura y cultura griega podía igualar o asemejarse a la romana, había viajado bastante en las campañas con su legión y podia decir que muchos de los pueblos conquistados no eran más que bárbaros sin conocimientos, hombres rudimentarios.

Finalmente el salón terminaba en una cerrada puerta, el general apoyó sus manos en la madera y la empujó con para que la luz del día entrara con fuerza sobre la fría piedra.El rostro del chico quedó encegado por el Sol y por la magnifica vista que ofrecía la parte posterior del templo de Piscis, se podían observar otro tramo de escaleras aunque se veía que no eran tan largas como el tramo anterior, pues se podía contemplar cerca el templo del patriarca y la estatua de la diosa Athena.