[Villa del Casale] Jardines Principales

por Nicole Sáb Ene 29, 2011 3:33 pm

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Unos enormes jardines que se encuentran detrás de la villa Casale con miles de flores multicolores que hacen que luzca hermoso, donde árboles gigantes que crean una gran sombra para poder recostarse a un costado de el un hermoso lago con agua cristalina y cientos de prados verdes,algunas de las flores que le adornan son : rosas rojas, rosas y blancas,también se plantaron tulipanes ya que la esposa de máximo adoraba esas flores al igual que a si hija Nicole, También hay alcatraces, campanillas, albores frutales como el de duraznos y cerezo entre otros, y todo ello digno para tener una buena vista y un lugar donde pasar el tiempo para disfrutar de la naturaleza.

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Otra de las partes esta adornada con un hermoso laberinto hecho con arbustos y algunas estructuras típicas romanas con palmeras a los costados, creado especialmente para los Hijos del cenador Máximo.

Nicole se estremesio y suborizo al sentir los labios del general en su frente, giro su cabeza un poco hacia la izquierda para nuevamente disimular colocando su mano derecha sobre sus labios cubriendolos y teniendo su tilipan aun sobre su oreja, el general le coloco una flor roja Nicole suspiro profundamente y una vez que aquel joven acepto ir al jardin rapidamente nicole se movilizo para dirijirse hacia aquellos jardines miro hacia atras para observar si Talos la seguia al entrar se asombro mucho ya que los jardines aun conservaban su belleza apesar de que segun Nicole sabia nadie vivia aqui desde que se fue con Diva, Rapidamente corrio aun lado de aquel lago aun se conserbava cristalino y puro, se recosto sobre el pasto verde y comenzo a dar vueltas sobre el como si fuese niña nuevamente, recordando los momentos tan felices que vivio con su madre plantando flores y jugando sobre los prados - se siente tan bien regresar- quedo acostada - ohh disculpeme general , paresco una niña tonta disculpeme- con su cara un poco apenada

por Talos Sáb Ene 29, 2011 4:35 pm

Envidiables, era la primera impresion de los jardines de la Villa Casale, Talos empezaba a darse cuenta de las cosas que le faltaban a su vida, aquellos detalles como este, en su casa nunca tuvo la oportunidad de tener un jardin como este, el cual se encontraba en su total esplendor con flores de todos los colores que alegres adornaban la casa, denoto que Nicole salio corriendo en direccion de un lago y empezo a jugar como si fuese una niña, por sus palabras y sus acciones extrañaba su hogar, al parecer aquel viaje como polizon le sirvio de leccion para no irse de casa, aunque quien no lo haria con la situacion que ella vivia. Talos sonrio placidamente y luego boto una carcajada, ver a Nicole en esa actitud le causaba gracia, pero no de una forma burlona sino de un modo divertido.

- No te excuses, no olvidar que se puede disfrutar de la vida siendo un adulto es un privilegio que solo tienen algunas personas como tu, te envidio de cierta forma joven Nicole, me gustaria ver la vida de una forma tan facil como tu la ves y que las preocupaciones no fuesen mas que un juego -

El general se sento en el pasto, bajo la sombra de un arbol mientras miraba aquel lago, realmente se sentia hastiado de tantos problemas, el estupido enfermo de Alizé por un lado y el asunto del emperador por el otro y todo se concentraba en un solo lugar: Roma. Pero por otro lado estaba Nicole a quien recien habia conocido y cautivaba su corazon de una manera nunca antes vista, que ironico la ciudad que odiaba ahora le estaba dando un motivo para disfrutar de la vida, pero aquella ilusion solo duraria unas cuantas horas ya que volveria a Persia.

- Nicole, me gustaria preguntarte, tienes a alguien que se pueda encargar de ti? O realmente estas sola en este mundo? -

por Ambrose Sáb Ene 29, 2011 7:36 pm

Había esperado lo suficiente para que esos dos hubiesen llegado a los jardines principales, había recuperado por completo mi compostura, aún sonreía con esa malicia que parecía caracterizarme, mi andar suave y elegante dejando que mis cabellos al igual que las telas de mi vestido se ondearan con el viento, la tarde se mostraba más fresca, por lo menos los malditos pájaros no los sentía cantar, atravesé el pasillo siguiendo el mismo camino que los invitados de Casale, aunque me encontraba serena, no dejaba de preguntarme qué hacía Nicole acompañada de aquel sujeto en nuestra propiedad, era bastante extraño dado que ella siempre permanecía a la falda de la gran zorra de Roma, la Emperatriz Diva, algo debió haber ocurrido para que ella ya no se encontrará más en palacio..... mi curiosidad se había despertado pero ahora por lo pronto, debía averiguar que hacía un General Romano en mis tierras.

El gran jardín se extendía a lo largo del gran lago, la tranquilidad que brindaba aquel paisaje en especial la calma de aquellas aguas era inigualable, desde pequeña mostré interés, admiración y aprecio por los paisajes acuaticos, eran bastante especiales para mi, era como si las aguas y yo fuesemos un solo ser. Hacía mucho tiempo que no visitaba aquellos terrenos y me maravillaba como cuando era niña cada vez que los veía.

Me encontraba en el mismo lugar que el General y mi hermana, Nicole parecía regresar a su niñez y el General disfrutaba verla, parecía existir una cercanía o relación entre ellos, los observé detenidamente, sonreí con picardía, aquel sujeto sería mi pasaje directo a Roma, por lo que sería inteligente y prudente tratarlo con extrema amabilidad.

Me acerqué más a ellos, se respiraba romance en el ambiente, interesante desde mi punto de vista, caminando sobre el suave y delicado césped, estando a un par de pasos de ellos escuché la pregunta que el hombre de cabellos blancos le hacía a mi hermana menor, sin miramientos ni esperas intervine, el tono de mi voz era dulce y cálido: - Ella no está sola .... ella me tiene a mi .... General de Roma.

Haciendo una pausa para ver la reaccióon de ambos, al fin y al cabo ni mi propia hermana sabía de mi existencia.

por Nicole Sáb Ene 29, 2011 10:56 pm

Nicole solo levanto su torso para poder sentarse sobre el césped- Me alegra volver a este lugar, me encanta me relaja el dulce canto de las aves, el sonido del lado, el viento que sopla dejando la fragancia de las flores es tan ...hermoso, hahaha mi forma de ser es la única forma de la cual escapo de mis deberes aburridos trato de hacerlo un poco divertido- Nicole observo como el General se sentó bajo la sombra de un enorme árbol Cuando pregunto que si había alguien que cuidara de ella, en esos instantes Nicole se puso a pensar que los únicos descendientes de Casale eran ella y Nia la cual no sabia nada de ella, estaba a punto de responderle cuando una voz le interrumpió Nicole giro su cabeza lentamente para percatarse de quien era al observar el rostro de aquella joven desconocida se puso de pie rápidamente y solo alcanzo a prenunciar una palabra - Ma..Mama- cuando de la nada se desmayo y se aproximaba a caer hacia el suelo

por Talos Sáb Ene 29, 2011 11:34 pm

El general se quedo observando tranquilamente el lago como si estar en aquel lugar junto al agua le trajera la calma que buscaba desde hace tiempo, su pregunta buscaba una sola cosa proponerle a Nicole el mundo, darle a conocer sus buenas intensiones y que si le aceptaba como pretendiente podria a sus pies todo lo que deseara, nada estaria prohibido pero sobre todo la amaria como lo estaba haciendo en estos momentos y hasta mas, aunque el amor fuese un sentimiento desconocido para Talos no le quitaba su caracter dominante el cual le permitia conseguir todo lo que deseara y ahora lo unico que queria era a Nicole.

Pero algo rompio aquella bonita escena, una mujer hermosa pero con un ligero toque de demencia en sus ojos, inspiraba un poco de desconfianza en el general Romano, Talos inmediatamente se reincorporo y cambio totalmente dejando a un lado esa expresion de calma que mantenia con Nicole a una de total frialdad frente a la desconocida.

- Y qui... - en esos instantes Nicole caia al suelo presa del shock que le habia causado aquella mujer. Acaso se refirio a ella como "madre"? seria esa señora la progenitora de aquella joven... pero porque habia reaccionado asi al verle, es como si hubiese visto a la mismisima muerte de frente o un muerto que volvia a la vida, que bueno que Talos poseia buenos reflejos y tomo a la chica en brazos evitando que esta cayera al suelo y sufriera daño, su rostro denotaba molestia.

- Me va a ayudar o que?! busque agua o traiga a un sirviente! - El general alzo a Nicole y la recosto contra un Arbol el cual le daría sombra, mientras rompia un pedazo de su tunica para mojarlo en el agua y ponerlo en la frente de la joven.

por Ambrose Dom Ene 30, 2011 2:40 am

La situación se planteó como bien lo había imaginado, Nicole era la primera vez que me veía por lo tanto era normal, era casi previsorio que estaría impactada y bajo un fuerte shock al verme, la actitud del generalucho bastante .... autoritaria, acaso pensaba que andaba comandando a una de sus puercas legiones. Debía mantener la compostura dado que él y Nicole serían mi boleto de salida de Casale, sin criados ni sirvientes no podía hacer uso de los carruajes, así que debía actuar como toda una gran dama de sociedad romana.

Me acerqué a ellos, poniendo mi mano derecha sobre la frente de mi hermana, escuché con atención las palabras toscas del sujeto y con elegancia y delicadeza respondí: - Disculpe mi descortesía e intromisión, pero por ahora podría dejar a mi hermana sobre el césped?

Alejándome de ambos, acercándome a la orilla del lago, introducé ambas manos al agua y con mis manos juntas recogí un poco del líquido, volví al lugar de ellos y mojando delicadamente la frente y mejillas de Nicole derrame el agua sobre ella, esperando que con ello se recuperara.

Una vez más regresé al lago ahora mojando las telas de la parte baja de mi vestido, volví una vez al lugar donde se encontraba el General y mi hermana, poniendome a su lado pase suave y delicadamente mi vestido por todo su rostro, mientras lo hacía con cálida y dulce voz repliqué: - En este momento no cuento con servidumbre dentro de la Casa Casale, todos se han marchado o han huído .... Hice un pausa mostrando la educación que me habían dado y sonriendo mientras seguía con mis acciones retomé: - ... Espero que mi hermana no haya sido una carga para Ud. en este momento .... aunque debo entenderla .... dejé la tela por un momento y acaricié dulcemente sus mejillas, levanté la vista y la dirigí al sujeto que se encontraba al otro costado de Nicole, dije: - ... Para Nicole debe ser duro y ser una fuerte impresión al verme y confundirme con nuestra madre .... ella al igual que su melliza nunca supieron de mi existencia aún teniendome tan cerca .... Mis ojos se aguaron y de ellos unas cuantas lágrimas se derramaron, oculté mi rostro, secando con mi mano libre las lágrimas que aún se mantenían estancadas en mis ojos.

Me levanté evitando mirar a nueva cuenta al General, le daba la espalda y regresaba una vez más a mojar la falda de mi vestido, sonreía de placer, el placer de saber de mi magnifica actuación, permanecí un momento de pie mirando la lejanía, sentí un dolor en mi pecho y dos verdaderas lágrimas derrame, las aguas se aquietaron, parecía exhorta en aquel horizonte, saliendo de él me agaché con rápidez, mojé aquellas telas y me acerqué de nuevo al costado de Nicole, repetía una vez más mis acciones, esperando que la pequeña princesita despertara, mientras lo hacia sin levantar la vista expresé: - Podría decirme gentil ciudadano romano, ¿Quién es Ud?.

por Nicole Dom Ene 30, 2011 1:25 pm

antes de caer lo buenos reflejos del general lograron tomarla antes de que callera hacia el suelo, poco despues la colocaron el en cesped, Nicole sintio suavidad y humedad en su rostro mas de una vez estuvo a punto de despertar cuando abria sus hermosos ojos azules mira primero a Talos y sonrio, despues giro su cabeza ala derecha y vio nuevamente lo que parecia ser su madre se preguntaba comopodia pasar ella estaba muerta, Rapidamente Nicole se levanto del suelo y se alejo un poco colocandose detras de un arbol - O por Los dioses porque me pasa esto a mi me estoy volviendo loca- se toco la frente ya que penso y quizas era victima de aquella fiebre nuevamente pero... recordo escuchar una dulce voz -¿que pasa aqui?¿quien es usted? y ¿porque se parece a mi madre? a demas ¿que hace en mi hogar?- realmente Nicole tenia muchas preguntas pero en esos instantes pocas respuestas se sentia tan extraña.
Suspiro y comenzo a golpear su cara con pequeñas cachetadas teniendo la esperanza de que esta fuese una pesadilla

por Talos Dom Ene 30, 2011 9:43 pm

Al ver a Nicole en tal situación, Talos perdió todo sus modales por lo cual ordeno a aquella mujer como si fuese una sirvienta, pero como no desesperarse cuando aquella jovencita había caído en estado de shock al verle? Después de atender a Nicole su cabeza empezó a enfriarse y a indicarle que debía guardar la compostura, analizo a aquella mujer, no sabía por qué la sentía terriblemente familiar, había algo en ella que le indicaba que ya le conocía, pero si era la primera vez en su vida que la veía, aparte de que le inspiraba un poco de desconfianza sentía que había algo malo en ella, pero por el momento lo que más importaba era Nicole.

Talos escucho atentamente a la mujer mientras tomaba la delicada mano de Nicole esperando que esta despertase, un hermana? Ahora resultaba que aquella mujer era hermana de Nicole y ella no lo sabía, bueno esto ya empezaba a tornarse en una historia fantasiosa, pero la reacción de Nicole hacia verídica la versión de aquella mujer, si la llamo “madre” es por algo, pero porque apareció justo ahora? Bueno la historia de la vida de Nicole no la conocía a fondo pero era extraño, algo había pasado con esa mujer, lo más seguro es que era una hija bastarda de la madre de Nicole y ahora aparecía o bien para velar por su hermana o quedarse con su fortuna, eran miles de explicaciones que el general se daba a si mismo. Aunque manejara una imagen de buena persona Talos era un ser lleno de maldad y era un especialista para manejar todas las cosas a su alrededor a su conveniencia, aquel espectáculo de la mujer aunque parecía ser convincente aun no le aclaraba muchas dudas, desconfiaba totalmente de ella.

- Si es así, porque aparece hasta ahora? –

Talos iba a responder la pregunta de la extraña pero justo en esos momentos Nicole despertó mostrándose confundida y asustada, tanto que se escondió tras el árbol que se encontraba en el lugar mientras exigía respuestas, evitando que la rubia cayera en otro ataque o hiciera alguna locura sin presionarla se mantuvo a su lado y coloco su mano en el hombro de Nicole en señal de apoyo, mientras miraba con total desaprobación a la recién llegada.

- Y bien, respóndale, quien es usted o mejor, que pretende – Pregunto el general, manteniendo la tranquilidad con su autoritaria voz.

por Ambrose Lun Ene 31, 2011 12:08 am

Parecía que aquellos improvisados cuidados habían dado resultado, lentamente la pequeña Nicole recobraba el conocimiento, poco a poco sus ojos se iban abriendo y el azul intenso de ellos lo primero que vieron fue al General y luego me los dedicaba a mí, le sonreí dulcemente cerrando mis ojos entregandole una dulce expresión de bienvenida, la pobre Nicole se levantó atemorizada, abrí mis ojos y ella salió corriendo a esconderse detrás de un árbol, me levanté, seguía estupefacta al verme, no me inmuté en mirar al General ese, di mis pasos y me acerqué al lugar donde Nicole se escondía, escuchaba sus susurros, sonreía ante aquellos cuestionamientos, de pronto ella misma comenzó a golpearse, me adelanté y la tomé de sus muñecas si causarle daño, en tono dulce un tanto maternal le dije: - Cálmate Nicole, no soy Augusta, nuestra madre, soy ..... tomé un poco de aire, la noticia no sabia como darla o bien no sabía como la tomaría ella, me quedé muda, pensando: - Esta chiquilla si que es tonta, es obvio que no puedo ser nuestra madre, ella está muerta .... yo la maté!!!! reflejando una sonrisa de satisfacción por mis propios pensamientos, miré directamente a Nicole a los ojos y retomé: - Nicole, toda mi vida, toda tu vida he estado .... aquí .... siempre oculta .... mi, nuestro padre ... me confinó a una parte de la sección de la casa donde ni los hermosos y cálidos rayos del sol llegaban ... soy tu hermana mayor, la primera hija del Senador Máximo, soy tu hermana Ambrose ... no puedes negar, soy el vivo retrato de nuestra amada y (bien) difunta madre ... Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas y a derramarse por los lagrimales, mis mejillas eran recorridas por aquel cálido líquido que finalmente caían y mojaban mi vestido blanco, solté las manos de mi hermana y me giré, me quedé mirando el lago, la calma de sus aguas, la paz y la tranquilidad que ofrecía aquel lugar era indescriptible, nuevamente el dolor en mi pecho, me llevé mis manos a él y casi arrugando las telas me encogí un poco aguantando el dolor, era la segunda vez en aquel lugar y en aquel momento que me dolía el pecho, me quedé por un instante sin aire, se me nubló la vista y me tambaleé un poco, apoyé mi mano derecha en el tronco del árbol más cerca, no sabía que me pasaba pero usaría ese extraño malestar a mi favor, con la voz entrecortada, triste y sumamente melancólica esbocé: - Mi padre .... el ... gran .... senador romano ... el Gran Máximo Casale ... prohibió el gran ... amor ... que despertó .... en ... mí un soldado de nuestra amada Roma ... confinandome al encierro y no ver nunca más la luz ... ni la vida pública de Roma ... por haber deshonrado el nombre ... de nuestra ... familia ... y ... él ... pagó .... con ....su ... vida!!! El dolor se hacía más agudo, me quedé sin aire haciendo que cayera de rodillas contra el verde césped, comencé a toser y las lágrimas a nueva cuenta eran verdaderas, el dolor me estaba dejando sin fuerzas, con mi mano izquierda apoyada en el suelo, la derecha en mi pecho, con mi cabeza oculta y gacha, comencé a respirar agitadamente tratando de tomar aire de alguna forma, tosí un par de veces, respiré profundo y volví a recomponerme lentamente y retomé, mi voz era suave un tanto baja: - ... Nicole... Levanté la cabeza buscando encontrarme con los ojos de Nicole, lentamente me puse de pie apoyándome o ayudándome del árbol, reincorporada por completo me giré quedando nuevamente frente a ella, permanecí en silencio tratando de ocultar el dolor y el malestar que tenía en mi pecho, sonreí, llevando ambas manos a mi pecho, retomé con un poco más de entusiasmo en mi voz, dije: - ... Es repentino todo esto... es duro .... no es fácil de asimilar pero este no es el lugar ni el momento para hacerlo ... no queremos indisponer al invitado a nuestra casa. Dedicándole una dulce y cálida expresión al General.

Apoyé mi cuerpo sobre el árbol, por un momento sentí frío, era ilógico dado que era un día un tanto caluroso, regresé mi vista al General que mostraba un aura tranquila, pero sabía a ciencia cierta que estaba un tanto ansioso, su voz "mandona" me comenzaba a molestar cada vez más, conservando la dulzura y la candidez en mi voz, ésta se mostraba un tanto dura, expresé: - Antes de hacer cuestionamientos ha pasado por mal educado y descortés a no responderle a una dama una pregunta hecha con antelación ..... ¿Quién es Ud? y ahora bien .... ¿Qué desea de Nicole y .... la familia Casale? Tomé aire e hice una nueva pausa y retomé: - Espero no pasar por grosera y mucho menos ahora que ha cuidado de mi hermana ... pero a Ud. es a quien menos debo responder a sus cuestionamientos o reproches .... cuando no hace parte de esta familia.

Levanté mi vista y lo desafié con la mirada aún conservando ese toque de delicadeza y elegancia en mis palabras.

por Nicole Lun Ene 31, 2011 3:03 pm

De pronto Aquella mujer la tomo
de la muñeca y le dijo que no era su madre Augusta, eso le tranquilizo mucho a Nicole ya que al perecer no estaba alucinando o se trababa de alguna pesadilla, pero como explicar el sorprendente parecido asimilo nuevamente las palabras que aquella mujer le dijo diciendo nuestra madre fue cuando entendió que ella era su hermana, pero como , cuando paso? se preguntaba ella misma ello, ya que en
toda la estadía con su familia nunca la vio o escucho de ella, porque su padre la ocultaba acaso no la reconocía como hija, de pronto aquella joven dijo llamarse Ambrose y le contó como su padre había sido cruel al separar a 2 enamorados. Cuando Ambrose cayo parecía estar enferma rápidamente Nicole la observo -¿Estas Bien?- Ambrose se puso de pie sosteniéndose de un árbol, Nicole se puso seria por un momento mientras Ambrose decía algunas palabras dirigidas hacia Talos, Nicole abrazo fuertemente a Ambrose aunque era difícil de entender ella estaba realmente contenta de tener una hermana además de nia cuya detestaba a Nicole como si no fuese su enemiga sus ojos se llenaron de lagrimas las cuales rápidamente detuvo
con sus manos para evitar que se corriera el maquillaje - Estoy tan feliz de haber encontrado una nueva hermana,... amm Ambrose tranquila este caballeroso general me hizo el favor de traerme hasta aquí, le debo toda mi gratitud- le dijo sonriendo

por Talos Lun Ene 31, 2011 4:35 pm

Definitivamente esa mujer no le agradaba, sin embargo no lo iba a demostrar en aquel lugar, escucho atentamente la historia de Ambrose, un cuento rebuscado a su parecer, en realidad que habrá hecho para que su padre la hubiese desaparecido por tantos años de su propia familia, lo único que le reconocía era que actuaba bien, realmente convincente al menos para Nicole lo fue, pero para Talos no, ya había lidiado antes con situaciones asi, mujeres persas que rogaban por sus vidas alegando ser buenas entre otras cosas, en fin ahora ella exigia respuestas y asi lo haría, con Nicole se dio cuenta que podía llegar a actuar sin pensar, pero las palabras de ella le ayudaron en parte.

- Nicole esta en lo correcto, Mi nombre es Talos Almenara, hijo del desaparecido general Meneazus Almenara, combatiente con su majestad el Cesar en Persia y líder de una de sus poderosas legiones – respondió con seriedad, aunque su presentación fue larga lo hizo sin el animo de echarse flores o sentirse superior, no sentía la necesidad de engrandecer o volver pequeño lo que era, sino lo justo –Y he ayudado a vuestra hermana quien no se encontraba en buenas condiciones para volver a su hogar – termino su intervención explicando el porqué estaba en ese lugar, sabía que aquella mujer no estaría satisfecha con sus palabras por lo que indagaría mas, pero eso era lo que menos le importaba ahora era Nicole la que se robaba toda su atención.

Al dirigirse a Nicole la expresión de su rostro cambio de seriedad a preocupación, enterarse de tantas cosas así como así tal vez causarían mella en el espíritu de la joven, era extraño, la primera vez en su vida que de verdad se preocupaba por alguien que no fuese el mismo.
- Nicole, realmente estas bien? -

por Ambrose Mar Feb 01, 2011 1:11 pm

El abrazo que me daba me tomó por sorpresa, sentir su pequeño y frágil cuerpo pegado al mio, unido por un fuerte abrazo era algo que nunca había experimentado, por un momento mi corazón se aceleró y un fuerte espasmo energético me recorrió por completo, Nicole seguía aferrada a mí, mostrándome "amor" .... una especie de felicidad por tener una hermana ... "nueva", levanté mi mano derecha para acariciar el cabello de Nicole, regresandole la demostración de cariño, fue algo automático que a mitad de camino me detuve, mis pensamientos eran contradictorios, un impulso materno me hacía querer darle esa muestra de cariño y por otro lado mi verdadero yo me gritaba "no lo hagas". Mi mano se movió por si sola y comenzó acariciar sus sedosos cabellos rubios, en ese instante por primera vez me sentí madre, la pequeña Nicole alejaba un poco su rostro de mi pecho y me dedicaba una cálida sonrisa cuando de pronto Nicole perdía fuerzas y perdía peso, volviéndose a desmayar pero ahora entre mis brazos, aunque ella no pesaba temía que pudiera hacerse daño si se me caía de mis brazos, mi corazón se mostraba angustiado por primera vez mostraba preocupación por alguien y alguien con quien no habia tratado, rápidamente la sujeté de los brazos y delicadamente la tendí en el césped, con suaves palmaditas en sus mejillas le llamaba por su nombre para que despertara: - Nicole ... Nicole ... Despierta Nicole .... El tiempo pasaba y ella no mostraba ninguna mejoría, una nueva punzada en mi pecho, comencé a llorar, lágrimas de verdad y éstas caían mojando el hermoso rostro de Nicole, con mis manos comencé a mover el cuerpo de mi hermana continuando con el llamado: - Nicole .... por los dioses despierta!!! .... Nicole pequeña abre tus ojos .... Mi voz se mostraba entrecortada, Nicole no mostraba cambios, levanté mi vista al General Romano, llorando completamente, no sabía que me pasaba pero por primera vez sentía dolor, lo miré sin casi poder hablar, solo pude susurrar: - Por favor...

Volvía a mover el cuerpo de Nicole un par de veces más, nuevamente no había respuesta, me levanté, sequé mis lágrimas y por primera vez en aquellos jardínes noté que llevaba anudada mi bolsita de terciopelo negro, la miré y rápidamente miré al General, sin reparon dije en tono afectado: - General Talos ... podría llevarnos a Roma ... mi hermana necesita de los servicios de un galeno!

A pesar de las circunstancias y el dolor que sentía en mi pecho, las acciones de Nicole eran más que perfectas, ella y nadie más que ella lograría que pudiera salir de Casale.

por Talos Mar Feb 01, 2011 4:41 pm

Nicole no respondió, sino que se limito a abrazar a su hermana, no se explicaba como podía soportar aquella carga emocional estando tan débil después de aquel viaje, si que era un tonto, debio haberle dado de comer antes de llegar a las villas o algo, apretó sus puños con fuerza mientras miraba aquella “conmovedora” escena, las dos mujeres abrazadas y el allí siendo un estorbo, pero fue cuando escucho los gritos desesperados de Ambrose al ver que Nicole volvió a caer desmayada pero esta vez sin ninguna reacción.
- Nicole! –
Exclamo el general mientras le ayudaba Ambrose a despertar a la rubia sin ningún resultado favorable, midio su pulso y los latidos de su corazón estaban bajando, Nicole necesitaba atención medica urgente.

- Esta bien, iremos de inmediato a Roma, mi carruaje esta a la entrada de la villa, permítame –
Tomo a Nicole y la cargo delicadamente, era sumamente ligera como una pluma señal de que no estaban en buenas condiciones físicas y aquellas noticias no habían causado nada bueno en ella, la miraba preocupado mientras trataba de escuchar que su leve respiración no se detuviera, al salir de la villa ahí estaría el vehiculo que les conduciría a Roma

por Aixa Mar Feb 01, 2011 8:01 pm

Había cabalgado durante un día entero sin detenerse a descansar, el destino final era lo único que estaba en su mente, retumbando como un eco lejano de aquel suceso a las orillas del mar. Estaba exhausta pero era fuerte. Todavía podía resistir un poco más y tenía que hablar con alguno de los habitantes del lugar, quizá podrían ofrecerle hospedaje. Por más que había buscando en la residencia, no encontró a nadie, así que se dirigió a los jardines, donde le pareció haber escuchado voces.

Mientras caminaba se quedo prendada de la belleza de aquel sitio. Estaba lleno de árboles frutales, cerezos, ciruelos y muchos más. Las flores de vivos colores le daban un aspecto alegre al paisaje, como si al entrar en el fueses transportado a los mismísimos Elíseos. La hermosura y perfección que irradiaban las plantas era maravillosa.

Dejó que Ángel (su caballo) bebiese agua de un estanque cercano y con sigiló se aventuro hasta el lugar de donde provenían aquellas voces. Al parecen estaban alteradas, algo había ocurrido.

- ¿Qué habrá pasado? – se preguntó mientras observaba detrás de una columna de mármol.

Una mujer de largos cabellos color azabache y ojos tan azules como el cielo, sostenía en su regazo a una jovencita menuda y muy hermosa, de cabellera rubia. A su lado se encontraba un hombre de cabellos claros, muy contrastantes con los de la dama que acariciaba el rostro de la muchacha de menor edad. ¿Acaso se había desmayado? Todo parecía indicar que sí.

- Esta bien, iremos de inmediato a Roma, mi carruaje esta a la entrada de la villa, permítame – él hombre tomo a la delgada chica en brazos y al aparecer se disponían a trasladarla.

Sin pensarlo, Aixa salió de su lugar y grito:

- ¡Esperen! Si le sucede algo podría ser peor que la muevan de su lugar, déjenla reposar y traigan a un medico aquí.

En ese instante sintió los dos pares de ojos se clavaban en su figura, inspeccionándola de pies a cabeza. ¿Cómo se le había ocurrido aparecer así? Pero la verdad era que la vida de aquella joven estaba en peligro si la movían o peor hacía un viaje en aquel estado.

por Ambrose Miér Feb 02, 2011 5:54 pm

El General Talos tomó en sus brazos a Nicole, me encontraba realmente preocupada pero lo que tanto había deseado estaba a punto de cumplirse, estar propiamente en Roma, cuando nos disponíamos a dar nuestros primeros pasos en dirección a la salida de la nada aparece una chica, gritando que esperaramos, que no podíamos mover el cuerpo de Nicole porque podría ser peor, mis ojos se clavaron al instante de escuchar de donde provenía la voz, la maldad que en ellos reflejaba podrían pulverizar a cualquiera que osara interponerse en sus planes, permanecí en silencio esperando una intervención por parte del General pero él parecía un tanto sorprendido del mismo modo que yo, mientras esperaba las palabras de alguno pensaba: - Por los Dioses!!! ... acaso estos infelices quieren arruinar mis planes... esta mocosa no lo hará... Iré a Roma sea por las buenas o por las malas ... pero que salgo de Casale ... LO HAGO!!!!

Permanecí en silencio unos minutos más, el dolor en el pecho no cedía pero igual así con cierta imponencia en mi voz sin dejar de lado toques delicados expresé ante el nuevo visitante: - Perdone señorita ... es acaso Ud. un médico? .... Mi hermana necesita atención urgente y este lugar no cuenta con lo necesario sea lo que sea que ella ahora mismo padezca ... no perderé tiempo y si tengo que llevarla al averno para que se recupere lo haré! ... Me pusé en actitud más altiva y un tanto desafiante y le dediqué una nueva mirada, repliqué: - No sé quién sea un señorita ni que intenciones tenga en mi propiedad pero le agradecería que se marchara de mis tierras, a no ser que lo que ud busque sea ... empleo ... de ser así acompañenos

Me dí la vuelta caminando hacia la salida, Nicole necesitaba atención y yo necesitaba estar en Roma.

por Talos Miér Feb 02, 2011 8:51 pm

La tarde se había convertido en una sorpresa tras sorpresa, aparte de la aparición de la hermana de Nicole y el desmayo de esta ahora salía de la nada una loca la cual hizo dudar un poco a Talos sobre lo que debía hacer, tenia razón en que el viaje podría causar mas estragos en la joven pero en el tiempo en que iba a Roma y volvia con un medico ella podría morir era el momento de tomar desiciones, tal y como lo hacia en el campo de batalla seguiría sus instintos algo que le fastidiaba y mucho era escuchar a los consejeros con sus estupideces y prejuicios, le dio la espalda a las dos mujeres con Nicole en brazos.

- Ambrose, nos vamos a Roma ahora – se refirió a la hermana de Nicole en un tono de seriedad mostrando que estaba de cierto modo fastidiado, no iba a perder el tiempo con las discusiones de aquellas dos mujeres, lo que le importaba era Nicole que se estaba muriendo justo en esos momentos y ahí si terminaría de detestar su estúpida vida, subió al carruaje esperando que aquella mujer lo hiciera mientras le dirigió a la otra mujer una despectiva mirada.
- No me basare en los juicios de otros para tomar mis decisiones –
Y partió de la villa Casale en el carruaje acompañado de Ambrose

por Aixa Jue Feb 03, 2011 4:08 pm

Si había algo que caracterizaba a la joven de ojos cual cuarzos rosados, era su orgullo. A menudo era algo que terminaba por manejarla pero en aquella ocasión, supo que no era momento de erguirse en todo su esplendor y dar a conocer que venía de una familia adinerada. La mujer que acaba de quedarse estática unos pasos adelante suyo clavo sus ojos en Aixa como si intentara fulminarla, es más parecía casi una amenaza muy bien disfrazada, una “invitación” a que cerrara la boca y no interfiriese en lo que estaban a punto de hacer, en tanto el hombre que la acompañaba no expresó palabra alguna, parecía muy sorprendido como para hablar.

La pelilila no se inmuto por la feroz mirada que le proporcionaba aquella dama, realmente no la inquietaba así que actuó con total indiferencia al respecto como si la situación fuera normal aunque podía leer la rabia en aquel par de orbes azules.

- Así que tú eres la dueña de este hermoso sitio – pensó mientras sonreía internamente ante las palabras de aquella mujer que le indico que a menos que fuese un medico, no le prestaría atención y que debía llevar a su hermana (la joven rubia al parecer) a que recibiera atención – Tengo bastante que averiguar sobre el sitio, así que seré amable.

Aixa ablando su actitud, mostrándose ahora como una dulce señorita y dijo con voz sumisa:

- Entonces la seguiré mi Señora.

Y dicho eso, anduvo algunos pasos atrás, llevando a su caballo suavemente de la rienda mientras caminaba siguiendo a la dueña de aquella propiedad y al hombre que las escoltaba con el cuerpo de su hermana en brazos.

- Me pregunto que le habrá sucedido para que se haya desmayado y no reaccione.

Sin embargo antes de que pudiera seguir ahondando en sus propias inquietudes, el hombre que hacía momentos había indicado que se marchaban a Roma inmediatamente.

- No me basare en los juicios de otros para tomar mis decisiones.

La mirada despectiva que le dirigió a la pelilila no le removió ni un pelo, tan solo levanto la vista y murmuro:

- Es usted una persona decidida.

Luego monto en su negro caballo de raza árabe y cabalgo siguiendo al carruaje en el que iban aquellas personas.

– Bastardo.

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