[Villa Rodorio] - Entrada

La ruta de los mercaderes que cruzaban los territorios adyacentes al Imperio Romana guardaba más de una sorpresa para Aspros, el ex-senador y ex-dueño de Cambre, quien para ese momento se encontraba maravillado con todas las historias y relatos que había oído a través del tiempo que le llevó llegar hasta cierta zona de Grecia.

Incluso cuando tenía ciertos conocimientos del clima de ese país tan particular, nunca había llegado a imaginar que la temperatura y el sol reinante fueran tan inclementes. Aspros estaba acostumbrado a un cielo despejado, con el astro rey brillando sobre su cabeza pero con el frescor que generaba el viento agitando sus cabellos, pero contrariamente a eso tenía una brisa seca, que fácilmente podía secarle la garganta y obligarle a gastar sus reservas de agua en un santiamén. Pero era tan solo un obstáculo más que superar, era algo que no tenía mayor peso y que sin duda vencería para continuar adelante. Así lo hizo. Acostumbrarse al cambio de ambiente no resultó sencillo para el gemelo de Cambre pero el esfuerzo gastado en ello tenía sus recompensas…ahora lo que le quedaba por hacer era descubrir la cuna de los mitos más prominentes de toda la región, y dado que aquella era una cultura con raíces míticas tan fuertes y de gran peso sobre la vida de cada ser que viviera en el territorio, hallar información en la primera villa en la que desembarcó de la caravana de mercaderes no le llevó demasiado tiempo. Las referencias conseguidas de los habitantes del lugar hablaban de una antigua villa, cuya fundación se remontaba a siglos atrás sobre la cual reinaba una deidad que reencarnaba cada doscientos años más o menos para salvar el mundo de las fuerzas del mal…una leyenda muy persistente según lo que pudo averiguar el peliazul. Y si persistía tanto, sus razones y su verdad tendría, así que su primer objetivo en Grecia era encontrar la Villa de Rodorio.

Después de rondar a través de varias aldeas, conseguir información fragmentada en su sitio u otro, el gemelo de Cambre se había formado una buena idea de adonde debía dirigirse, tomando la palabra de varios de los miembros más reconocidos de cada localidad…el éxito por lo visto, le estaba asegurado.

Villa...Rodorio. murmuró Aspros, parado en la entrada del asentamiento que le rendía culto a Athena con una sonrisa neutral en su cara y la melena siendo agitada constantemente por una brisa cálida y reconfortante. Ya había llegado a su objetivo y ahora lo que debía hacer era recabar un poco más de información que le fuera útil. Sin pensarlo demasiado, el gemelo de Cambre atravesó el umbral y marchó en dirección al centro de la enorme y extensa villa.

Chrystalle - Otras personas

El camino restante antes de llegar a Rodorio no había sido para nada tranquilo entre tanto griterio de la pareja que aveces lograban sacar un suspiro de la joven que trataba de calmarlos mas sus esfuerzos eran ignorados fácilmente por las vociferaciones. Pero cuando los tres viajeros observaron la entrada de la Villa los reclamos y demás palabras quedaron en el olvido ya que ahora la pareja entraba en modo de comerciantes para poder vender al mejor precio sus productos.

Rodorio, era muy diferente a Roma que contaba con calles magníficas y algunas zonas para la clase alta como las villas que había visto en la posada anterior pero tambien eran diferente los ambientes en ambos lugares. En Roma cada uno velaba por sí mismo y a muy pocos les interesaba algo de otros muy diferente a Rodorio que tenía un ambiente más tranquilo y mas amigable para poder relajarse a simple vista pero aún faltaba mucho por ver para dar un buen juicio.

La peli verde acompaño a la pareja hasta su propiedad y poder ayudarles en algo sobre su negocio y después podría partir buscando una posada donde quedarse primero y descansar un poco de aquella caminata. Varias frutas y carne eran los productos principales de la mercadería que ni bien fue puesta en venta los clientes ya estaban esperando poder comprar provisiones frescas.

-Si tiene un parecido a la capital Romana-

Pronunció mientras veía a los señores y se despedía de ellos no sin antes agradecerles por su guia y la sugerencia de una posada que se encontraba muy cerca de ahí luego que ella se negara a quedarse en el recinto de ambos puesto que eso le resultaba incomodo de cierta forma.

-He de retirarme, fue un gusto el conocerlos-

-Puedes venir de visita cuando gustes Chrystalle-

Le respondió la mujer dedicándole otra vez una sonrisa a lo cual ella agradeció y se marchó del lugar en busca de la posada mas en el camino podía ir investigando o conociendo las calles de la Villa.

Chrystalle siguió su avance entre las calles muy cerca de la entrada a la Villa de Rodorio, buscando el lugar el cual le habían recomendado para poder alojarse. Sus pasos eran suaves y calmados, poca gente transitaba en la calle contigua a las ventas, así que el chocarse con alguien no era problema ahí. Observó con detalle las casas de la villa y si por ahí tenía la suerte de encontrar una librería, algún sitio donde pudiera leer o relajarse como en Roma.

Minutos después su estomago le pedía algo que comer por lo que opto por sacar una manzana que amablemente le había dado la señora a la que había acompañado. No necesitaba ser lavada puesto que ya lo había hecho en el puesto de ventas así que la limpio un poco con un pequeño pañuelo que llevaba consigo y le dio el primer mordisco saboreando su sabor.

-Tiene buen sabor... Las ventas serán rápidas-

Reanudo su camino grabando en su mente cada lugar por si en una emergencia necesitaba algo ir a buscarlo rápidamente, sin perder tiempo y ni perderse en el lugar. En unos cuantos segundos estaba frente de la posada donde debía hospedarse.

-Es aquí-