[Bosque]Zona de tiro

por Edward Mar Jun 21, 2011 4:40 pm

1er post de 4 para segundo Ataque Medio con maestria en elemento electricidad

Habian pasado ya dos dias desde que le dije a Sylvanas que esperara que mejoraramos antes de aceptar la prueba a la que ella nos habia retado. Este tiempo habia estado entrenando junto a Seiren el arte del cosmos, no fueron unos dias duros, sino mas bien, de concentracion y relacion, intentando hablar con nuestro interior. Era importante tambien esa parte del entrenamiento pero ahora que solo quedaba un dia era el momento de enseñar a Seiren algo de nocion de lucha.

Y por las tardes, cuando no entrenabamos, yo mismo me perdia por el bosque, estaba buscando algo que me habian dicho que alli habia y que necesitaba para antes de que pasaran los tres dias. Habia estado trabajando en algo durante las dos noches despues de volver del bosque, y luego por las mañanas entrenamientos.

Este tercer dia cite a Seiren en una zona del bosque que estaba preparada para armas que estuvieran preparadas para ser usadas a distancia, asi como el arco. Era una de las pocas cosas que le podia enseñar a ella, una espada.. no seria buena idea, y lucha cuerpo a cuerpo, tampoco creia que fuera lo que ella necesitaba. Pero un arco, era facil y ligero, necesitaba de precision y calma eso si, pero queria creer que Seiren tenia de ello, aun asi, no le habia contado a ella aun que queria enseñarle con el arco.

Me encontraba en el centro de ese campo de tiro, en medio del bosque, sentado en la hierba a horas muy tempranas de la mañana. Con dos arcos a mi espalda y con los ojos cerrados con la mano alzada hacia delante. Rayos salian de ella que llegaban hasta el suelo, los rayos eran estables y no hacian mas que subir y bajar todo el rato. Estaba intentando perfeccionar una nueva tecnica que no tuviera que depende de mi maestria con el arco.

Esperaba a que Seiren llegara a la zona y que supiera llegar sin problema a ella, en el dia anterior se lo habia intentado indicar para que no tuviera problemas para llegar donde yo me encontraba. Seguia controlando los rayos, ahora con las dos manos alzadas, con las palmas mirandose la una a la otra y los rayos pasando de una mano a otra sin cesar. Estaba cerca...

La brisa de la mañana refrescaba algo, aunque era un dia bastante caluroso, por suerte el sol no llegaba totalmente a donde yo estaba por que las hojas de los arboles hacian sombra en casi todo el lugar. Daba gracias a ello por que ya de por si los rayos eran calurosos, aunque habia aprendido a aguantar bien el tiempo

por Seiren Mar Jun 21, 2011 5:23 pm

1 Post 2° Ataque Débil [Maestría Electricidad]

El día en el que habíamos seguido a Sylvanas nos revelaba otra historia más acerca de hombres que lucharon por nobles causas convirtiéndose en héroes. Mi vista se perdía entre esas lápidas maltratadas por el paso del tiempo, varios nombres se plasmaban a nuestro alrededor haciéndose irreconocibles, tenía miedo de lo que esa niña nos pedía y como era de esperarse Edward rechazó su oferta alejándose y llamándome al mismo tiempo para que lo alcanzara…

Los momentos que pasaba a lado de él eran para saber controlar y estabilizar mi propia energía, a pesar de que fui capaz de crear una técnica que el mismo romano desconocía no era capaz de volver a efectuarla a menos en contra de alguien nuevamente. El tipo de electricidad que maneja podría resultar nocivo, este me rebasaba causándome daño inesperadamente y debido a ello fue que era sometida a ese entrenamiento.

El lugar en el cual era citada era algo especial, pocos se aventuraban a ese campo pues la especialización acerca de un arma era considerado meramente una inutilidad más… para alguien que no fue entrenada desde que nació me resultaba complicado el tratar de defenderme pero al menos había demostrado ciertos talentos como lo eran la velocidad y la agilidad que poseía mi cuerpo para no ser alcanzada por cualquier tipo de daño. Cuando me daba cuenta de las ausencias de Edward despertaba a Sylvanas a mitad de la noche al menos para que me mostrara como defenderme.. y como era de esperarse se entusiasmaba ante la idea de que me involucrara cada vez más en el mundo con el que se rodeaba. Pocos eran los que accedían a pelear conmigo por petición de mi hermana, al menos me ayudaba a acrecentar mis propios conocimientos.. los primeros golpes siempre fueron duros pero las heridas eran cubiertas por vendajes… ocultando el verdadero daño.

Al adentrarme al bosque mi sentido de la orientación fallaba pero unos ruidos provenientes del interior me atrajeron, era como si una tormenta se avecinara a pesar de la perfección que indicaba el clima en ese día soleado. Finalmente llegaba hasta donde se encontraba aquel hombre que me había estado enseñando a comprender mis poderes… sus manos se deslizaban por el aire manipulando de una manera armoniosa esos relámpagos. Avergonzada no solo por retrasarme abrazaba mi cuerpo al presentar un nuevo atuendo, además de que entre mi rostro una máscara se interponía ocultando mi identidad. Las pisadas que daba eran silenciosas a excepción de que por accidente rompía una pequeña varita indicando mi llegada.

La silueta de mi cuerpo se definía a la perfección mientras que en otros sitios como mis manos eran cubiertas por vendas. Seguramente sería irreconocible para el romano pero debido a ello apresuraba a hablarle antes de que tuviera una idea errónea acerca de mi identidad, bajaba la cabeza de inmediato por lo que simplemente me limitaba a encender mi cosmos y dejar escapar esa electricidad que residía en mi cuerpo, últimamente mi poder era tan inestable que con el único ser que podía liberar esa carga era Edward.

por Edward Miér Jun 22, 2011 4:26 pm

2nd post de 4 para segundo Ataque Medio con maestria en elemento electricidad

Manipulaba ese poder a mi antojo, cada vez se ma hacia mas facil poder controlarlo y manifestarlo de la forma que yo deseara, iba juntando mis dos manos para que esa corriente penetrara dentro de mi y se quedara en mis manos el poder aunque no se viera. Me levante y abri los ojos para acercarme a uno de los arboles que alli habia. Coloque una de mis manos en el arbol, apoyada. Aparamente no tenia nada en la mano y tampoco ocurria nada, pero pasado unos segundos las hojas del arbol comenzaron a caer con mas rapidez de lo normal, y pequeñas grietas se estaba abriendo entre la corteza del arbol, solo con tener la mano apoyada en el..

Lo que estaba haciendo era intentar controlar las particulas que hay dentro del arbol para atacarlo desde dentro. Si conseguia atacar internamente a mis enemigos podria ser una gran ventaja. Provocarles heridas internas podia decantar una batalla a mi favor. Pero no era tan facil, era mucho mas facil controlar las particulas de electricidad y cosmos que hay en el aire para generar rayos que hacerlo con las que estaban dentro.

Necesitaba mucha concentracion para ello, mi mirada estaba fija en el arbol, y una gota de sudor caia por mi frente como si aquello me costara bastante trabajo. Pero mi concentraccion se desvanecio cuando pude escuchar un ruido de una rama detras de mi. Gire mi cabeza rapidamente, apartando mi mano del arbol. Las hojas volvieron a caer con la misma normalidad y las grietas en la corteza ya no avanzaron mas.

¿Eres tu.. Seiren?

Si no llego a sentir su cosmoenergia y reconocer esa cabellera negra nadie diria que aquella mujer era Seiren. Hoy se presentaba con atuendo muy poco tipico de ella. Para empezar llevaba una inespresiva mascara plateada en la cara que ocultaba su rostro. y su ropa era corta con algunas armaduras en los hombros, las rodillas y los codos. Esa ropa hacia mas notorio el cuerpo de Seiren que siempre habia estado tapado por largas tunicas.

Si eres tu no hay duda. Dejame mostrarte lo que quiero enseñarte hoy.

Fui no muy lejos de donde estaba, concretamente a donde estaban mis cosas en el suelo, y alli cogi los dos arcos que habia traido, hechos ambos por mi durante estos dias. Y le di uno a Seiren, quizas ella se sorprendiera por esto, pero todo tenia una explicacion.

Necesitas aprender a luchar, pero.. tus brazos no tienen la suficiente fuerza como para coger una espada y manejarte bien con ella, y tampoco puedes golpear con fuerza. Por eso.. creo que lo unico que te puedo enseñarte es esto.. Miralo bien, no pesa, y puedes manejarlo rapido. ¿Crees que tendras lo necesario para saber usarlo?

por Seiren Jue Jun 23, 2011 7:16 pm

2 Post 2° Ataque Débil [Maestría Electricidad]

Extrañada observaba a mi acompañante que su reacción no era la que esperaba, moviendo ligeramente a un lado mi rostro colocaba ambas manos hacia atrás tratando de rebajar unas mangas sueltas para ocultar los vendajes, no me acostumbraba a exponer mi cuerpo con esos tipos de prendas...

Aparentando ese posible nerviosismo le seguía colocándome justo detrás de su espalda, alcanzando a ver precisamente dos arcos, cuando me daba uno de ellos le miraba con nostalgia pues esa era el tipo de arma que usaba mi padre cuando solía cazar al Nilo. Acariciando el arco entre mis manos suspiraba profundamente, pequeñas memorias regresaban pero nuevamente la voz del romano me atraía para bajarme a la realidad de las cosas. Tenía razón de que quizá no poseía ningún tipo de habilidad como lo era el combate cuerpo a cuerpo y la especialización en otro tipo de armas como la espada.. me molestaba en el fondo que no me creyera capaz, era testaruda en algunas cosas pero no negaba que poseía la razón al pensar en esas opciones. Elevando mi mano la apoyaba por debajo del mentón, pensando en explicarle porque precisamente me presentaba ante él vestida así pero preferí confesarle algo más… lo que sucedió durante su ausencia..

General.. en su ausencia seguramente se dio cuenta que no puedo mantener por más tiempo la estabilidad de mis poderes, durante el entrenamiento en el manejo del cosmos tal parece que este me domina más a mí que yo a él… pensando en ello acudí con Sylvanas para que lograra fortalecer mi cuerpo..- cerraba el puño, estaba un poco dolorida al ponerme semejante prueba pero aquello fue interrumpido cuando descubrí que cada vez que estaba al borde de la desesperación..- … no obstante al momento que me vencían hería a dichas personas.. con… –tomando el arco en ambas manos lo apretaba con fuerza furiosa conmigo misma, sintiendo a cada momento ese dolor en el pecho- el sello que colocó provisionalmente sobre mis poderes pareció desvanecerse.. y me agota realmente… tuve que alejarme de todos.

En el bosque conocí a un hombre.. su cosmos era tan dorado como el suyo, me relató la historia de una diosa que peleaba por la humanidad y sobre que existían caballeros a su servicio para mantener dicha paz.. él me dijo que poseía cualidades que jamás había visto en ningún otro… al saberlo en ese momento.. cuando me mostró de lo que era capaz algo salió mal. Cada vez que alguien intenta hacerme daño actuó impulsivamente y ataco sin pensarlo por defenderme.. esto no debe de seguir así. Ese hombre solo me mostró su técnica pero tuve terror que me lastimara por lo que accidentalmente estuve a punto de herirlo o incluso pude ser capaz de matarlo.

El dolor en mi pecho regresaba, las descargas eléctricas se liberaban lastimándome ahora, no lo resistía por lo que retrocediendo unos pasos lo soportaba para mostrarle la habilidad que Aspros me otorgó.. por decirlo de alguna manera, concentrando la gran carga de energía en mi brazo derecho liberaba un lazo que al sacudir mi brazo este se sesgaba en varias formas sin romperse… la dirección que mantenía mi vista era el curso que tomaba, al lograr ver a lo lejos uno de los robles dejaba que el ataque se impactara por completo destrozándolo justo por la mitad. Ahora seguramente se enteraría de que era lo que hablaba, exhausta caía de rodillas sosteniendo mi pecho, era como si este no soportara cada vez que la energía viajaba por mi cuerpo.

Duele.. a este paso...

por Sylvanas Dom Jun 26, 2011 4:12 am

Dudaba, todo mi interior se estremecía, pero estaba preparada para hacer lo que creía, sin embargo su rechazo me cayó como apuñalada. Bajé mi cabeza, dejándoles marchar quedándome allí quería estar sola un buen rato. Sin embargo Seiren parecía inquieta de simplemente marcharse dejándome allí, se volteo y al sentir sus pasos detenerse vocifere con firmeza y rapidez.

-Estaré cerca…- no iba a separarme de mi hermana, incluso si no podía mostrarles lo que deseaba, nunca estaría lejos de ella, no pensaba dejar de protegerla y de estar a su lado. Disfrutar de esa familia que había vuelto a obtener, que el destino una vez mas me regalaba. Pero en esos momentos quise estar sola…

Me interné en los bosques, corriendo por la tierra y dejándome llevar por los retorcidos troncos de asiera corteza, respirando esa brisa que silbaba con el mecerse de las espesas copas. Sentía un impulso por huir, por llorar y gritar a los cuatro vientos, me carcomía un sentimiento impotencia. Me sentí inútil, agobiada y nuevamente la frustración me nublaba los pensamientos. La noche serena y las constelaciones brillando en el firmamento calmaron mi desesperación, pero no quitaban la angustia. No podía dejar de pensar en Aldebarán, no solo quería que estuviese allí a mi lado y temía el no ser capaz de encontrarlo de saber a donde se había ido, lo extrañaba mucho, pero lo que mas me dolía era esa decepción de mi misma de darme cuenta de que no estaba hecha para ser lo que anhelaba. No era una gran guerrera, ni gran conocedora, ni siquiera era capaz de sentir que podía trasmitir algo como mi maestro lo había hecho conmigo. No tenía el poder de guiar, no me sentía una amazona dorada sino tan solo la niña que una vez fui, que solo existe para ser una imagen mas en las calles. Hice lo que pude para quitar esos pensamientos de mi cabeza, por descansar y no seguir dando vueltas pero no pude.

Los siguientes días decidí hacer de mi tiempo algo mas productivo y tener a ojo a Seiren y Edward. Algunas veces me mostré ante ellos, intentando lucir una sonrisa sosegada y alentadora por su esfuerzo, pero había una pizca de agobio y tristeza que simplemente no me permitía ser la niña de siempre. Ayude a mi hermana lo poco que sabía de movimientos de evasión y defensa, cosas básicas mas por puro instinto que por técnica. Podía percibir ciertas cosas que aunque intentasen ocultarlas no escapaban de mi, tal vez aún no entendían que las mascaras no servían frente a alguien que no ve con sus ojos. Cuando el joven llamó a Seiren a un lugar en especifico los seguí ocultándome entre las sombras de los bosques y me quede desde lejos concentrándome en la luz de sus cosmos y las vibraciones de sus pisadas en la tierra, de esas cargas eléctricas que generaban y me permitían visualizar en mi mente sus cuerpos como si pudiese ver la imagen con nitidez. Era interesante como se contenían y se ayudaban a mejorar y a prepararse. Por inercia mi cabeza hizo un ademán de negación, no se tal vez yo era la que estaba equivocada pero solo habría una forma de averiguarlo y debía esperar para ello. Al rato decidí marcharme, dejarlos solos y volver a sumergirme entre el verde de la naturaleza y los inquietos animales. Decidí que fuese lo que tuviese que ocurrir, incluso si fracasaba, necesitaba tener la mente clara y poder esperar con tranquilidad y esperanza.

por Edward Mar Jun 28, 2011 8:39 pm

3er post de 4 para segundo Ataque Medio con maestria en elemento electricidad

Yo estaba dispuesto para enseñarle el arte y la maestria de saber usar el arco, un arma para la cual se necesitaba mucha precision, tranquilidad, paciencia y seguridad. Pero eso ultimo era algo que Seiren tenia que superar, por eso me empezo a contar cosas las cuales yo ya intuia, pues solo tenia que sentir su inestable cosmos, fue tambien una de las razones por la cual no deje que ella atacara a Sylvanas o fuera atacada, por que aquella prueba podria haber terminado de forma tragica para todos, y es que Seiren guarda un gran poder, si.. pero inestable y que puede ser destructivo.

Entre las cosas que me fue contando me hablo sobre otro hombre que sabia tambien de la existencia de Athena y sus caballeros, la diferencia con el es que yo aun no le habia contado a Seiren sobre la diosa, por que pense que podia ser pronto para ella, primero debia controlarse y tener seguridad, no era aconsejable meterle mas presion aun.

Podia notar en sus manos y en su voz la agustia que sentia ahora mismo consigo misma por no poder controlarse, no podia ver su cara pero no importaba, comprendia como se sentia y entendia ahora mismo sus sentimientos.

Tienes miedo Seiren. Puedo notarlo, pero no vas a poder solucionarlo con miedo, mientras temas a tus poderes estos te van a seguir rechazando y actuar por su cuenta. ¿A que le temes? ¿A hacer daño al rival? Mientras pienses asi no podras hacer nada, asi seria mejor que no emprendieras el camino de la lucha.

Mis palabras podian sonar algo duras, es mas.. quizas nunca hubiera sido tan duro con Seiren como en ese instante, pero si la respetaba de verdad como guerrera, no podia quedarme callado viendo como huye de la realidad. Yo era al fin y al cabo una persona que habia instruido a decenas de soldados, y para ello a veces hay que ser duro.

Sera mejor que dejemos por un momento el arco. Aun necesitas madurar, y esto te va a ayudar a hacerlo.

Deje caer mi arco al suelo y en cambio se genero en mi mano una esfera de electricidad, Seiren podria notar en ese momento la diferencia entre dos poderes que supuestamente eran tan iguales, mientras que el mio era estable, tranquilo pero a la vez impresionante y poderoso, el suyo era descontrolado, inquieto e inseguro. Este era el momento perfecto para terminar de perfeccionar aquello que ayudaria a las personas que tuvieran el mismo problema que Seiren con sus poderes.

Dices que cuando te atacan, tu cuerpo responde atacando a tu rival. Entonces muestrame ese poder descontrolado pues te voy a atacar. Y te aseguro que lo controlare y no podra hacerme nada.

La esfera en mi mano cada vez brillaba con mas intensidad, tardaba en preparar el ataque, esperaba que una vez que atacara a Seiren ella hiciera lo correcto, que no fuera su cosmos por si solo quien se defendiera, sino que lo hiciera ella misma, por su cuenta, eso era el principio para mejorar, el resto.. dependia de mi, de mi depende poder sellar aquel descontrol, era una ayuda que queria darle a Seiren, pero no se lo diria hasta el final.

¿Miedo? ¿Miedo a matarme una vez yo empiece mi ataque? Yo no lo tengo... pues somos guerreros y no debemos temerle a la muerte. Eres tu una guerrera Seiren!!??

Actuaba como todo un maestro estricto...

por Seiren Miér Jun 29, 2011 7:58 pm

3 Post 2° Ataque Débil [Maestría Electricidad]

Enterraba mi mano sintiendo como mis dedos se hundían en el suelo, todo mi cuerpo parecía quemarse por dentro pero más que nada era la sensación de no poder moverme, todo mi sistema nervioso estaba a punto de colapsar. La máscara me sofocaba por lo que estuve tentada a apartarla de mí, me resultaba extraño vestir de aquella manera incluso a pesar de tener sus ventajas pero me sentía segura como siempre… ante los cambios.

Esperando que el dolor se disipara no fui capaz de apagar mi cosmos, solo deseaba una especie de interruptor o al menos que pasara el tiempo para caer rendida ante el cansancio.. de la resistencia que implicaba llevar esa carga. Pensando en esa posibilidad no pude evitar escuchar las palabras mismos del ex general.

Agradecía por lo tanto la ventaja de llevar esa máscara de plata, pues así no tendría que observar ese hombre la impresión que marcaba en mi rostro. No negaba que tenía razón y era cierto, jamás fui capaz de tratar de herir a alguien por toda mi vida, ni siquiera en el momento que logré escapar deseaba hacer el mismo daño al que fui sometida. Posiblemente no sería capaz de entenderlo por lo que era ya algo normal en mi persona evitar el enfrentarme a mis verdaderos problemas, me era tan sencillo evadirlos que terminaba no solo por acostumbrarme sino que era ya algo cotidiano en mi personalidad. Consiguiendo nuevas fuerzas me colocaba de pie, había algo que ocultaba en el interior… algo que yo luchaba día con día, justamente en el momento que nos conocimos y decidía seguirlo.

No lo entendería hasta que lo viviera, a pesar de que quizá poseemos las mismas habilidades no me hace mejor ni mucho peor de lo que usted es… tengo miedo si… y dicho sentimiento me ha llevado a sobrevivir todo este tiempo. No tiene nada de malo el temer, al contrario, me ha hecho más fuerte de alguna forma.- estaba molesta, había alcanzado un punto que nunca debió de tocar. Mientras tanto ese hombre dejaba caer su arma al suelo, generando en su mano una enorme descarga, estaba hablando en serio pero para mí no era la manera correcta- … de..detente… –tartamudeaba paralizándome, aun si mi cuerpo siguiera lastimándome no le mostraría lo que era capaz de hacer. Los recuerdos avanzaban cuando conocí a Aspros, de cómo estuve a punto de dañarlo al sentir que su ataque me alcanzaba. Siempre reaccionando de manera imprevista pero el instinto era lo que me guiaba totalmente o al menos así lo comprendía-

¡BASTA!... yo solo quiero...

Casi previendo sus movimientos sentía como esa energía me dominaba, estirando mi silueta no soportaba la enorme descarga después de la casi amenaza del romano. aaaAAHHH!!!... –al negarme a atacarlo dejaba entonces que esa carga de energía terminara por lastimarme, una gran luz irradiaba por todo mi cuerpo generándose rayos y relámpagos que azotaban en todas direcciones. Si estaba ahí tolerando todo eso era porque no quería acabar sola, no quería perderme nuevamente en ese vacío, por eso fui capaz de seguir a Edward aunque al hacerlo implicara lastimarme más de lo que imaginaba. Tras de mí unas alas doradas salían tras de mi espalda, estas en su origen son blancas pero cuando la energía de mi cosmos se mezclaba con las plumas las envolvía en un polvo casi dorado.

por Edward Jue Jun 30, 2011 10:38 am

4º post de 4 para segundo Ataque Medio con maestria en elemento electricidad

La reaccion que pude ver por parte de Seiren no era la que esperaba en ese momento, pero debia ser un cambio muy drastico asi que no se iba a dar de manera normal, solo por unas palabras mias que la hicieran entrar en razon. Para convertirla en lo que ella queria debia hacer esto, debia atacarla como si de un enemigo se tratara. Ella ahora mismo le estaba horrorizando la idea de todo lo que podia pasar una vez yo atacara.. pero deberia levantarse sino queria que alguno de los dos saliera mal parado. Debia demostrar el porque lleva esa mascara plateada, que no era solo un adorno, y por que habia cambiado su atuendo por uno mas duro.

Descargas electricas que salian de su propio cuerpo empezaban a dañarle, su nivel de descontrol era demasiado alto, no era recomendable que una persona con ese poder y que no fuera capaz de controlarle siguiera por el camino por el de la lucha, asi que esta era el momento decisivo en su vida como amazona, si queria luchar debia vencerse primero a ella misma.

No dejes que te haga daño! Tu lo controlas! No tu poder a ti! Levantate Seiren!!

La mano que tenia mi esfera la levante y con la palma abierta y los dedos juntos, apuntando directamente a donde estaba Seiren, con mi otra mano agarraba mi antebrazo para mantener al maximo el control sobre la esfera. Una vez atacara la esfera saldria volando a la velocidad del rayo, y atacaria a Seiren tan rapido que no tendria mas remedio que responder al ataque, al menos su cosmos lo haria.

Levantate y recibe mi ataque!

Dispare la bola que en menos de un segundo ya se habia introducido dentro del cuerpo de Seiren, no habia creado herida, solo habia traspasado el cuerpo de Seiren y estaba dentro de ella, no sentiria dolor.. por el momento.. solo una extraña sensacion dentro de ella. Pues mi esfera lo que habia era analizar el poder de mi rival... para que momentos despues su cuerpo emperara a brillar cuando mi ataque al fin comprendiera la naturaleza de su cosmos.

Ya empieza..

El cuerpo de Seiren brillaba... y de su interior se expandia la esferza de energia hasta rodearla, era como si estuviera encerranda en una burbuja de electricidad. Pero ahora vendria la parte mas dura, la parte en la que intento inutilizar y controlar sus poderes.. La esfera solto descargas en su cuerpo comenzando a dañarla, era el modo en que la pararia, no habia otro modo.. era duro.. pero sabria que estaba prueba era necesaria para Seiren..

Aguanta Seiren...

Susurre mientras mi mano seguia alzada, controlando el ataque desde la distancia, ella al sentir dolor responderia seguramente, ahora solo habria que ver quien podia mas.. si su poder o mi nueva tecnica creada para controlar a personas que tienen el mismo problema con sus cosmos como el de Seiren.

por Seiren Jue Jun 30, 2011 11:28 am

4 Post 2° Ataque Débil [Maestría Electricidad]

El dolor se propagaba entre más trataba de retenerlo, un grito se escapaba de mis labios y por más impresionante que fuera las alas parecían abrirse cada vez más reaccionando. Me costaba trabajo mantenerme, el sueño me cegaba cuando el ex general irradiaba lo que parecía ser una esfera de energía..

No...- era la última persona que creía que fuera capaz de someterme a ese tipo de presión. Siempre estuvo protegiéndome incluso el día que trataba de huir abstuvo a sus propios legionarios para que no se me hiciera daño o me castigaran severamente. No entendía por qué necesariamente tenía que luchar cuando no lo deseaba, el pelear de esa manera solo creaba un ciclo que jamás terminaría. Murmurando tenuemente me negaba aunque ya era demasiado tarde, mis sentidos se apagaban terminando por desmayarme. Ahora el panorama se colocaba conmigo en el aire prácticamente.

Las alas una vez más se batieron para cerrarse, conteniéndome en su interior, estando atentas al momento en que Edward se dispondría para atacar. Justo en esos instantes una energía chocaba conmigo misma pero está en vez de ser rechazada la absorbían para otro propósito. Estando en el interior percibía el calor de sus cosmos conteniéndome, lo que esperaba a usar a mi favor me estaba lastimando, un grito más sucedió… me abrazaba completamente, tenía miedo ¿pero de qué?...

Al recibir esa descarga las alas se abrían para ser destrozadas, grandes plumas ahora me rodeaban dentro de ese campo de energía. Mis ojos lucían casi pardos, ya no era yo misma.. era el poder que me dominaba. Mostrándome de una manera más seria pero a la vez un tanto serena dejaba que mi cuerpo descendiera manteniendo las plumas detrás de mí.

Un sentimiento de reproche, de enojo, de desesperación. Lo único que podía cruzar por mi mente en esos segundos era el de querer acabarlo yo misma, desconocía totalmente a ese hombre que procuró por mí y aun así si podría mantener uso de la razón le hubiera atacado sin dudarlo era alguien más prácticamente. Dirigiendo mi mano derecha a un lado tomaba una de las tantas plumas que flotaban a mi alrededor, la cual se posicionaba sobre mi palma como una daga dorada… estas parecían ser solo plumas inofensivas pero en su interior contenían lo que era una gran descarga eléctrica a cualquiera que atraparan. Lanzándola en pos al romano fue tras su objetivo pero eso solo era el comienzo ya que esta primera pluma servía como guía para encaminar a las otras que se mantenían esperando mi respuesta.

por Edward Jue Jun 30, 2011 1:18 pm

Estaba siendo bastante dificil controlar hasta mi propio poder, pues era una nueva tecnica que no habia probado antes en ninguna persona, quizas estaba siendo demasiado duro con Seiren y puede que ella no me mirara con los mismos ojos ahora, pero quizas algun dia entenderia el por que de todo lo que hacia en este momento. Las alas que rodeaban a Seiren se sentian imponentes, eso era parte de su poder.. pero no podia llegar hasta el de momento. Ella era muy poderosa, al igual que su hermana Sylvanas.

Las alas terminaban por explotar, transformandose en plumas, Seiren no parecia ella, era como si su cuerpo y cosmos se moviera por su propia cuenta. Esas plumas no se veian normales. Hasta que Seiren cogio una de ellas y la lanzo contra mi, los ojos de Seiren se veian vacios cuando me lanzaba esa pluma dorada, y las demas plumas la siguieron, habia llegado el momento que tanto esperaba....

Las plumas se empezaron a clavar en mi cuerpo y a soltarme descargas electricas, empezaba a sudar y enterre una rodilla en tierra, pero era todo eso lo que queria, que me atacara. En el momento en el que cosmos de Seiren me ataco y las plumas se clavaron algo en mi pecho brillo, un pequeño circulo de color lila.

Ya casi lo tengo...

No paraba de estar en mi pose con la mano alzada hacia delante, la esfera se cerraba cada vez mas alrededor de Seiren pero yo comenzaba a sangrar por las heridas de las plumas. Eleve mi cosmos hasta lo maximo que pude, y cerre mi mano haciendpo el ataque final, la esfera se termino de juntar con el cuerpo de Seiren y un brillo intenso emano del cuerpo de Seiren.. Extrañamente las plumas que habia en mi cuerpo iban desapareciendo, como si el poder de Seiren estuviera siendo anulado...

Es el final!

Cogi lo que brillaba en mi cuerpo y fui corriendo hasta Seiren para tocar con aquello el cuerpo, tanto particulas del cosmos de Seiren como del mio que estaban en su cuerpo se metieron en aquella perla que tenia en mi mano. Cuando termino de absorber todo el poder la luz se desvanecio y el cuerpo de Seiren fue callendo pero no deje que callera al suelo pues la agarre por la cintura en mi brazo.

Ya termino todo.. perdoname Seiren.

Me disculpe por todo aquello que le habia hecho pasar, pero habia servido para crear aquella perla que tenia ahora en la mano, mi objetivo era hacerle ese nueva tecnica que habia perfeccionado para anular el cosmos de mi rival, pero esa tecnica no se mantiene siempre estable, asi que estos dias estuve buscando esta piedra que es algo especial, y que tiene una carga electromagnetica mas alta de lo normal, eso ha hecho capaz de que pueda meter dentro tanto el poder de Seiren como mi tecnica que quedara dentro, significa que si Seiren tiene eso cerca sus poderes seguiran estables.

Seiren, toma esto, a partir de ahora llevalo siempre contigo, esto te ayudara a controlar tus poderes.

No era solo una perla, sino que tambien era un colgante que coloque en el cuello de Seiren, el colgante lo habia hecho yo mismo en estos dos dias, era lo que hacia estos dos dias, eso y preparar la perla para el momento en que entrara en contacto con nuestros poderes.

por Seiren Jue Jun 30, 2011 2:35 pm

Clavándose como meras dagas contra el cuerpo de ahora mi oponente, observaba aun así el poder que trataba de contenerme. Lucharía, si eso era lo que deseaba entonces lo haría, pagaría las consecuencias de haberme provocado con esas palabras.

Tratando de reunir mi cosmos para crear otras alas notaba que el poder se escapaba de entre mis manos, el dolor en mi pecho no solamente crecía sino que también gracias a la técnica de Edward mi energía era consumida por ese campo de energía...

¿Qué he hecho?...- miraba aterrorizada en todas direcciones, hasta toparme con la imagen de Edward que seguía aprisionándome en esa esfera de electricidad. Las plumas se esfumaban a medida que pasaba el tiempo, tras los últimos minutos lograba recuperar la consciencia.. antes de poder decir algo más era sometida a una gran descarga con la cual ni yo podía lidiar. Poco faltaba para que yo misma me perdiera ante el cansancio, un nuevo brillo se expulsaba desde mi interior intentando abrir esas alas solo que estas antes que pudieran aparecer el ex general se lanzaba en una carrera para golpear justo en el centro de mi pecho. Tanto mi cosmos como el del romano se mezclaban, sometiendo uno al otro en una constante lucha manteniendo el equilibrio dentro de esa perla.

Ahora entendía los motivos por los cuales me obligó a atacarle o mejor dicho mi propio cosmos, lentamente dejaba caer mi cuerpo debido al agotamiento pero antes de que lograra caer Edward me tomaba por un brazo evitando mi caída. Escuchaba tenuemente sus palabras, arrodillándose casi me recostaba al nivel del suelo sin soltarme, mi respiración se tornaba agitada aunque en el fondo agradecía que hubiera terminado. El pendiente lo colocaba él mismo alrededor de mi cuello, valoraba mucho ese obsequio.. bajando la vista descubría las heridas provocados en sus brazos y sobre todo en la mano derecha, deshaciéndome de uno de los vendajes de mi antebrazo vendaba su herida para que no tuviera que seguir expuesto.

Soy yo la que debería disculparme, si no fuera por mi temor… usted no estaría tan mal herido.. de verdad lo lamento demasiado General.

por Edward Jue Jun 30, 2011 4:18 pm

Todo habia terminado bien, la tecnica habia sido un exito y habiamos encontrado una manera de controlar el poder de Seiren. Ademas de que ella ya empezaba a recuperar la consciencia en su actos y su mirada volvia a ser la de siempre. Aunque aun no era la mirada que yo queria, queria crear en ella una mirada mas decidida, pero esperaba que a partir de ahora que no tendria miedo de usar sus poderes madurara algo mas.. pues aun era muy joven, mucho comparandola con Edward que habia ya tenido una vida plena.

En el suelo, ella se arrancaba un trozo de tela para vendarme la herida que habia en mi mano por una de las plumas que me ataco, tenia bastante heridas en todo el cuerpo, pero no eran lo suficientemente graves, al menos no para Edward que estaba hecho de otra pasta..

No te preocupes por mis heridas, solo son rasguños, debemos seguir adelante, el tiempo apremia..

Me levantaba con esa venda en mi mano, realmente lo agradecia por su parte que fuera tan amable conmigo, incluso cuando le decia que solo eran rasguños realmente eran mas que eso. Iba hasta donde habia dejado caer mi arco y tambien cogi mi carcaj donde tenia las flechas preparadas para el entrenamiento. Algunas pequeñas gotas de sangre caian por donde yo pasaba.

Y ahora vayamos al entrenamiento con arco, no hay tiempo de descanso Seiren.

Cogi una flecha y la coloque en el arco, apunte a uno de las dianas y casi sin tiempo de apuntar la lance, la flecha se clavo perfectamente en el centro de la diana, si se midiera se podria comprobar que estaba en el centro justo de la diana. Aunque parecia que no habia apuntado a penas realmente en ese poco espacio de tiempo Edward habia medido su fuerza actual, el viento, la distancia y la colocacion de la flecha, pero su practica la hacia que pudiera disparar flechas casi sin que pareciera que hiciera todo eso.

Cuando se lanza una flecha debes sujetar con firmeza el arco, y estirar al maximo la cuerda, no soltarla hasta que se este seguro de lanzarla. Debes tener en cuenta tu propia fuerza, en que direccion sopla el viento y la distancia hasta tu objetivo. Pero no solo es eso, tambien es intuicion.. debes tener confianza en ti misma y sentir tu alrededor, no verlo, sino saber en tu mente donde esta todo...

Para probar lo que decia cogi mi cinta del pelo y me la quite, para atarmela de una manera que tapara mis ojos. Ahora con los ojos cerrados cogia otra flecha y de nuevo en cuestion de segundo estaba tensando el arco y lanzandola. Esta atravesaba la otra flecha, era un lanzamiento igual al anterior pero esta vez con los ojos cerrados.

Mira esa flecha, desde hoy, ese sera tu objetivo. Puede que no hoy, quizas que no mañana, pero quiero que algun dia atravieses mi flecha con la tuya. Ven dejame enseñarte como usar el arco..

Ahora empezarian las clases practicas con Seiren, mi cuerpo seguia herido, pero daba igual. Lo unico malo es que Edward solo le podria dar las nociones basicas, en ella quedaba la practica y el esfuerzo continuo.

por Seiren Jue Jun 30, 2011 5:04 pm

Aun sujetando su mano le miraba arrepentida de mis actos, creyendo que era el final de todo me disponía a tratar las heridas del romano pero esto solo paso vagamente por mi cabeza ya que Edward se retiraba de mi lado para coger su arco.. mirando como la sangre caía de sus brazos y pecho me asustaba levantándome como podía… seguía estando algo aturdida por lo que tarde en colocarme de pie.

Sus heridas...- no me parecía correcto que se exigiera de aquella manera pues solo así lograría lastimarse. Apoyándome con ambas manos sobre el césped me levantaba para detenerlo, la perla sobre mi pecho brilló de una manera inusual por lo que me detuve antes de seguir avanzando, distraída algo me decía que no le interrumpiera y aguardara a ver lo que sucedía, la involuntad sobre mi cuerpo podría dominarme levemente aunque esta vez era sumamente diferente. Al momento que encontraba mis ojos con los de él sentía como una especie de nostalgia mirando aquel arco, todo parecía tener una sensación tan familiar que no evitaba que mi corazón latiera casi desbocado.

Lo único que fui capaz de ver era como sin colocar demasiado tiempo la flecha sobre el arco esta salía disparada para clavarse en el centro de la diana, impresionada por la velocidad en la que le tomo hacerlo no pude decir siquiera alguna sola palabra. Escuchaba atentamente cada una de sus indicaciones a excepción de que algo me llamaba la atención, el de mirarlo incluso a través de la mente, estando a punto de preguntarle que significaban sus palabras notaba ahora como cubría sus ojos con aquella cinta roja que portaba siempre en su cabeza, una que apenas me daba cuenta nunca abandonaba.

Era algo más que imposible, el lograr clavar la segunda flecha justo por el centro mucho más con los ojos vendados, no podía ser lógico. Sin demorarse demasiado colocaba la flecha y la lanzaba para que esta se clavara justo por la mitad de la diana y no solo eso sino también que atravesara la primera flecha. Solo se apartaba la cinta para indicarme cual sería mi tarea desde ahora, avanzando hacia a él tomaba el arco en mis manos.

Avanzando no dejaba de ver ambas flechas, finalmente llegaba a su lado.. trataba de imitar su postura por lo que de igual forma sacaba una flecha del carcaj. Era totalmente extraño hacerlo pues la única persona que conocí era mi padre, aquel hombre que me crió con los principios de nobleza a pesar de que me volví algo resentida.

Tensaba la flecha contra la cuerda, apuntando directamente contra la segunda diana para ver mi tiro, hasta ahora mis ataques se han basado de atacar a mi enemigo con el seguimiento de mi vista haciéndolo imposible de esquivar pero ¿qué sucedería si no fuera capaz de verlo… el solo sentirlo?

La punta se resbalaba contra mi dedo, la cual provocaba una pequeña herida pero aunque esta se apoyara contra el arco me resultaba difícil que esta se alineara por lo que pensaba que necesitaba de algo con que sostenerla o sujetarla. Sin decir nada o al menos esperando que no se diera cuenta disparaba para que esta no pudiera ni acercarse a su objetivo original, esta se clavaba como dos metros al suelo, sin entenderlo solo sentía como me avergonzaba. Respirando hondo tomaba otra flecha, tensándola de una manera más fuerte que la vez anterior, elevando algo mis brazos.. recordando lo que me decía mi padre en sus constantes conversaciones al llegar a mi hogar lanzaba la flecha para que esta cayera en la diana pero alejada del centro, eso podría llamarse como un avance bastante notorio.

por Sylvanas Vie Jul 01, 2011 11:55 am

Estaba divagando por los alrededores cuando mis oídos percibieron un grito ahogado de Seiren, un inconfundible gemido de dolor, con apuro corrí nuevamente hacia el lugar donde se encontraban, preocupada por lo que pudiese pasarle a mi hermana…decidida a protegerla.

Pero me detuve en seco, quedándome estática tan solo sintiendo y escuchando, sabiendo de alguna forma que debía dejar que aquello pasara, por más que sentir su dolor me fuese algo intolerable. Y entonces vi algo, esa única cosa que era capaz de ver mas allá de ser ciega, esa luz en la oscuridad de mi mente tomando forma. Alas, eso era lo que veía, inmensas alas doradas radiantes de calidez y al mismo tiempo hostilidad. Me concentre en ellos, en ambos, mi atención caía por completo en la bruma que era las reacciones de mi hermana. Esa mezcla de desesperación, miedo y furia, que lentamente opacaban su luz, y se volvía fría. La tierra bajo mis pies se estremecía ante la fuerza de sus descargas de su poder chocando el uno con el otro. Una sensación me permitió ver en Edward un vestigio de confianza, la falta de rabia al atacar, lo que hacía tenía un propósito, lo estaba pensando seriamente.

“Tal vez empiezas a entender lo que quería demostrarles…tal vez.” Pensé unos instantes mientras esperaba y sentía como sus energías se concentraban y se desvanecían. Al final tan solo habían buscado una forma de evadirlo, de contenerlo, pero algo así en algún momento terminaría siendo contraproducente. Si algo había comprendido era que no se puede escapar, hay que afrontar las cosas, vencerlas y transformarlas con la voluntad. Allí había aún muchas dudas, miedos, y tuve el presentimiento de que había mas sentimientos entre esos dos. Por un momento pasó por mi mente algo cruel, pero tal vez esa seria la única forma de lograr que sus ojos se abrieran por completo. Un guerrero no es solo la fuerza y el poder, también es la valentía, el espíritu, el sufrimiento. Sus cuerpos tendrían tiempo de aprender a combatir, pero su interior primero necesitaba encontrar su motivación, ver que significaba ser un protector del santuario y de Athena. Tal vez era mucho, después de todo yo aún era novata en todo aquello, no era sabia ni muy fuerte, pero creo que había logrado entender lo que mi maestro intento enseñarme, lo que la vida me mostró y a lo que el brillo del cosmos y mi corazón me guían.

Dejé la pesada caja dorada en el suelo, haciendo un fuerte sonido al chocar, me senté sobre ella a la vista de ambos, de manera que supiesen que estaba allí,“observándolos”. Crucé mis piernas y apoyé mi codo en una de las rodillas, ladeando mi cabeza para descansarla en mi palma. No musité palabra alguna, solo me quede percibiendo sus movimientos, prestando mucha atención a lo que sus cuerpos delataban de sus emociones. Esperaría, les daría su tiempo juntos, su agotamiento y frustraciones estaban casi a tope, era importante que conociesen el límite de sus cuerpo y mentes para despertar su nuevo sentido. Incluso si para lograr que lo encaren debía actuar con malicia, pues lo que nos espera en esta guerra a los santos y a la humanidad es mucho más oscuro y cruel, y no tiene piedad ni dudas de arrasar con todo.

por Edward Vie Jul 01, 2011 10:50 pm

Era el momento de Seiren, quise dejarle la primera vez a ella sola para ver que habia entendido de todo lo que le habia explicado. Nunca le habia enseñado algo de lucha a una mujer realmente, asi que aquello no sabia si lo estaba tratando con la eficacia necesaria para que ella aprendiera. Me cruce de brazos y observe como intentaba imitar mis movimientos. Colocaba la flecha en el arco, y aunque lograba sostenerla podia notar como no estaba firme del todo la flecha, ademas de que sus dedos no pudieron soportar la fuerza de la cuerda que termino cediendo y lanzando la flecha bastante lejos de su destino, el primero lanzamiento habia sido un fracaso.

Pero eso era lo que le esperaba a Seiren, mucha practica y empeño si de verdad queria aprender a manejar el arco a la perfeccion. En el segundo lanzamiento vi una pose y una templanza distinta, no sabia que le habia pasado pero se veia diferente. La flecha al ser lanzaba era clavaba en la diana, yo quede con la boca abierta y empece a aplaudir.

Magnifico, es increible que en tu segundo lanzamiento des en la diana...

No era algo muy normal, es mas, por lo que acababa de hacer, diria que ella ya habia cogido en alguna ocasion el arco, pero no sabia si eso era asi. Como fuera, tenia que dejarla claro que era lo que acababa de hacer, para que no fuera solo suerte y siguiera por ese camino.

Vamos a recordar esa pose.

Me coloque detras de ella y agarre sus manos para colocarla de nuevo en posicion de lanzar la flecha, mi cuerpo era mas grande que el suyo y su espalda chocaba con mi pecho, mis palabras eran las de un maestro, ni si quiera estaba pensando que le estaba enseñando a una mujer..

Fijate, tenias el brazo rigido y los dedos ejercian una fuerza grande. Ademas que te ayudaste de tu mano para sostener la flecha y que esta no se daleara, recuerda estas cosas. Pero viendo tu flecha alli clavada, creo que no tardaras mucho en igualarme, parece que tienes talento..

Suspire lleno de alegria, pense en que ella si podria convertirse en lo que esperara, y luego haria que personas como Sylvanas estuvieran muy orgullosas de ella. Al pensar en ella me percate que estaba alli, no muy lejos de nosotros, al lado de su caja dorada y sentada mirandonos. La verdad.. me alegraba que estuviera alli, pues podria.. despedirme de ella.

Ahora que estais las dos me gustaria deciros una cosa. Hoy mismo me marcho, dije que aceptaria tu reto Sylvanas pero siento que debo apurarme. Hay algo que debo hacer, me lo dice mi cosmos. Por eso debo salir en busca de mi destino..

Habia pasado algunas semanas desde que vi a Athena, puede que hubiera sufrido mas ataques, asi que no podia quedarme tranquilo hasta ver que estaba perfectamente, ella era el futuro de este mundo. Pero no podia llevarme conmigo a Seiren, ella tenia alli a su hermana y ademas ahora estaba empezando el verdadero entrenamiento.

Volvere de nuevo a Grecia tras un tiempo, asi que espero que ustedes dos se hagan mas fuerte. Sylvanas cuida de Seiren, no dejes que descuide su entrenamiento.

Comence a recoger mis cosas del suelo, quizas podria haberle enseñado algo mas a Seiren o podria haber conocido mas a Sylvanas, pero Athena no podia esperar mas. Asi que era el momento de la despedida.

Espero que se cuiden, las volvere a ver pronto.

Me empece a alejar de ellas, ahora debia tomar un barco rumbo a Roma en un primer lugar, era la ultima pista que tenia de Athena antes de perderla.

por Seiren Sáb Jul 02, 2011 4:24 pm

Bajaba el arco para observar como la flecha estaba clavada justamente en la diana, aunque aún muy lejos del centro ciertamente. Los aplausos del romano interrumpieron mi ensimismamiento reaccionando de una manera en la que mis ojos buscaron su silueta, no estaba segura de que realmente fuera una proeza, notando como se acercaba quedaba congelada en mi lugar.. colocándose detrás de mí dejaba que volviera a tocar mi brazo apuntando nuevamente hacia el primer objetivo, su mano sujeto la mía por encima.. estaba demasiado cerca, si bien yo estaba acostumbrándome a acercarme a las personas por mi propia cuenta, el que ellas se me acercaran era difícil de asimilar pero con Edward.

Ladeando mi rostro en torno al suyo escuchaba sus palabras, imitando que tenía una flecha entre mis manos paso a tensar la cuerda.. esta ejercía un ruido de resistencia. Talento o no.. faltaba demasiado para que lo igualara, él por excelencia formó parte de uno de los tres generales más famosos de todo el continente y hacer esa vaga comparación…

No alcanzaba a mencionar nada hasta que Edward se alejaba de mí alcanzando a ver a alguien más. Sylvanas nos había observado todo el tiempo y justo cuando Edward se acercó a mí, aclarando mi garganta daba vuelta evitando que me colocara más nerviosa. Antes de que tuviera la oportunidad de alcanzar a mencionar algo el ex general se estaba despidiendo, los motivos: la búsqueda de Athena. Aunque no lo decía claramente sabía que esa era su prioridad.

Mi mano se apretó contra el arco, sin dudas Edward le encomendaba mi cuidado a Sylvanas y seguramente sería de esa forma tras un tiempo. No era nada buena con las despedidas, precisamente no me abría a ese tipo de sentimentalismos por mucho que apreciara a Edward… alejándose de nosotros no dio cabida a que también dijéramos algo o al menos por parte de mi hermana porque yo no tenía nada que decirle realmente. Miré a Sylvanas tenía casi esa necesidad de estar sola urgentemente.

Yo... regresaré al anochecer… necesito hacer unas cosas.- dándole la espalda me adentraba al bosque, sentía que si seguía viendo su silueta alejarse no podría soportarlo.

por Sylvanas Lun Jul 04, 2011 10:06 pm

Los mechones azabaches se mecían con la brisa, acariciándome las mejillas en un tenue cosquilleo y ocultando mis ojos blanquecinos en ese frío cristalino de una mirada perdida y sin sentido. En la oscuridad de mi mente dibuje ínfimamente sus siluetas al moverse, su poder, sus colores cambiando de tonalidades. Esas cosas q todavía me resultaban un poco extrañas, esa nueva forma de “ver” y todo lo que podía sentir desde que había perdido la vista.

Si tan solo me viesen como algo mas que una niña con poder, si confiasen sus pensamientos conmigo, no se tal vez podría hablar con Seiren sobre sus miedos. No soy nada ajeno a lo humano, yo también tuve dudas. Recordé el momento en que el enojo me hizo perder el control de lo que sentía crecer en mi pecho, cuando el querer lastimar a esa persona que se había ganado mi furia me sobrepasaba y se volvía un sufrimiento para mi misma, una agonía que termino llevándose gran parte de mi vida. Pero allí solo era una espectadora, no tenía palabra ni acción que cambiasen las cosas, no era sabía ni poderosa, no era capaz de actuar como una amazona dorada y guiarlos a el camino de la luz y la esperanza. Por mas que quisiese ser aquella gran guerrera que anhelaba no lo era y no sabía como serlo, necesitaba quien me guiase a mí, y me aclarara la tormenta en mi cabeza…necesitaba a mi maestro.

Edward anunciaba de improvisto su marchar, se despedía sin que pudiese decir nada, tampoco es que tuviese algo para decirle. Su vida, era su decisión y su rumbo, no podía retenerlo, y tampoco a Seiren. Porque no importaba cuanto pudiese ver a través de ella, no tenía una respuesta concreta para ninguno de sus sentimientos y frustraciones, y si las tenía no creí que fuese a escucharme. Solo me quedé allí viendo como se alejaba con apuro, como todo se desvanecía, todo siempre desaparecía sin que pudiese hacer algo al respecto. Estuve unos minutos en silencio, en la nada, sin que siquiera un pensamiento se cruzara por mi mente. Solo el silbido del viento estremeciendo las espesas copas, solo eso quedaba. Descrucé mis piernas, apoyando las plantas en la caja y elevando las rodillas para abrazarlas con mis brazos y hundir allí mi cabeza.

¿Por qué lloraba? Si quiero ser fuerte ¿Por qué no puedo parar? Nunca creí que pudiese sentir tantas cosas al mismo tiempo, tan abrumadoras y asfixiantes. Porque no dejaba de estar feliz de volver a tener una familia, de saber que mi hermana estaba bien, que tenía un lugar al que pertenecer. Pero al mismo tiempo me sentía tan triste, tan sola, tanto agobio pesándome en los hombros y no poder sacármelo, no ser capaz de taparlo todo con una sonrisa o un juego…

“¿Cuándo vas a crecer idiota?” pensé en mi interior una y otra vez. Me fregué incesantemente los ojos con los antebrazos, suspire y cerrando mis ojos trate de concentrarme todo lo que pude en Seiren. Recordar su aroma, el tacto de su piel, su voz, la calidez de su cosmos interior. Tal vez si con mis recuerdos podía llegar a sentirla otra vez podría lograr que escuchase solo unas palabras que tenía para decirle y no pude hacerlo cuando se marcho.

-Cuando desees respuesta para lo que no logras entender, lo que temes, o lo que buscas…Si confías…Sabrás donde encontrarme, pero la verdad y el camino siempre dependerán de ti y de la fuerza de tu voluntad. – mis labios liberaron cada palabra con tranquilidad, y pesar de que mi tono era muy tenue para que cualquiera alrededor pudiese escucharme, llegaría únicamente a los oídos de quien estaba destinada. Ese mensaje de cosmos viajaba a gran velocidad para irrumpir en la mente de Seiren, y darle la posibilidad de que encendiera en ella alguna chispa, algún incentivo para que respondiera su corazón. Si verdaderamente valoraba la vida, o lo que tanto deseábamos como vida, que tan lejos estaría dispuesta a llegar por ser fuerte, por poder amar…y vivir.

De un salto caí de pie al suelo, tomando la caja de la armadura para cargarla a mi espalda y comenzar a caminar abandonando aquel claro oculto. Me detuve un instante, pues una tenía una extraña sensación, como un nudo compungiéndome el pecho, un mal presentimiento y el inevitable impulso de querer correr al encuentro de mi hermana. Pero no lo hice, pues sabía que no podía hacer nada por ella sin que esta lo quisiese, por mas que le jurase siempre estar para ella, en ese instante sabía que debía darle tiempo de ser, algo que solo podía lograr sola. No quería volver aún a la casa de Tauro, a estar allí sin nada mas que el frío mármol, sabía que Alde no estaría allí. Quería apaciguarme en la compañía y el consejo de las voces mas sabías, los susurros del viento que perdió su rumbo. Nuevamente hacia el cementerio…

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