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Recamaras del Senado
Recuerdo del primer mensaje :
En una recamara ubicada en el interior del senado se hallaba Solomon rodeado de tres ancianos, todos ellos le decían una y mil cosas al joven de cabellera rubia y mirada fría. Cada hombre trataba de imponerse por sobre los otros dos, estaban convencidos que el joven senador les estaba oyendo atentamente, la mirada fija del muchacho hacia lo hacía parecer.
...
Solomon era desde hacía poco uno de los principales líderes del senado romano, su inteligencia lo había llevado a tal rango, conocido por los ancianos como un hombre intachable, ovacionado por la gente quien lo consideraba el alma noble del senado. Pese a todo lo expuesto, nadie le conocía realmente, el Solomon que es agraciado a los ojos de todo mundo es solo para eso...pero lejos de ser feliz su mirada demostraba una profunda tristeza, su personalidad era cerrada, no permitía que nadie le conozca.
Glorioso imperio romano...
Dijo con desgano mientras sus ojos se escapaban enfocándose en el verde jardín alumbrado por el sol que se podía ver en el exterior. Los ancianos ni cuenta se daban, seguían en sus meollos. El silencio rondaba en el resto de salones, los nobles habían partido para preparar la bienvenida a Virgilius, gran capitán de las fuerzas imperiales, al parecer había logrado conquistar una nueva tierra. Las pisadas rápidas de un soldado se pudieron oír al instante justo en que su cuerpo se aventuraba de la entrada, los ancianos voltearon vituperándole el porqué de su intromisión...
Hombre...dime, que motivos te traen al senado.
Los senadores callaron ante la fuerza de voz del joven, se apartaron dejando ingresar al soldado que traía en su mano una carta.
Soldado: Acaba de llegar...
Solomon agarro con firmeza el papel leyéndolo rápidamente, luego de eso despidió al mensajero.
Notables...será mejor que vayan avanzando, la tropa llena de victoria llega a su casa...como miembros del senado es nuestro deber estar presentes.
Con gentileza les invito a retirarse diciéndoles que pronto les daría encuentro, ellos partieron sin objetarle demasiado al respecto. Todo mundo parecía embobado. Solomon tomo con relajado actitud una copa con vino recién traído de las viñas y se sentó sobre su banco a releer lo escrito en aquella carta.
Ahhh...
Se inclino levemente apuntando su vista al techo oscuro de la recamara. La figura de sus primos aparecía en sus pensamientos...en especial de esos dos: Virgilius y Fye.
Seguramente no se presentara.
Tomo un par de sorbos más y se dispuso a dejar aquel recinto, aun con todos los problemas actuales debía ir.
En una recamara ubicada en el interior del senado se hallaba Solomon rodeado de tres ancianos, todos ellos le decían una y mil cosas al joven de cabellera rubia y mirada fría. Cada hombre trataba de imponerse por sobre los otros dos, estaban convencidos que el joven senador les estaba oyendo atentamente, la mirada fija del muchacho hacia lo hacía parecer.
...
Solomon era desde hacía poco uno de los principales líderes del senado romano, su inteligencia lo había llevado a tal rango, conocido por los ancianos como un hombre intachable, ovacionado por la gente quien lo consideraba el alma noble del senado. Pese a todo lo expuesto, nadie le conocía realmente, el Solomon que es agraciado a los ojos de todo mundo es solo para eso...pero lejos de ser feliz su mirada demostraba una profunda tristeza, su personalidad era cerrada, no permitía que nadie le conozca.
Glorioso imperio romano...
Dijo con desgano mientras sus ojos se escapaban enfocándose en el verde jardín alumbrado por el sol que se podía ver en el exterior. Los ancianos ni cuenta se daban, seguían en sus meollos. El silencio rondaba en el resto de salones, los nobles habían partido para preparar la bienvenida a Virgilius, gran capitán de las fuerzas imperiales, al parecer había logrado conquistar una nueva tierra. Las pisadas rápidas de un soldado se pudieron oír al instante justo en que su cuerpo se aventuraba de la entrada, los ancianos voltearon vituperándole el porqué de su intromisión...
Hombre...dime, que motivos te traen al senado.
Los senadores callaron ante la fuerza de voz del joven, se apartaron dejando ingresar al soldado que traía en su mano una carta.
Soldado: Acaba de llegar...
Solomon agarro con firmeza el papel leyéndolo rápidamente, luego de eso despidió al mensajero.
Notables...será mejor que vayan avanzando, la tropa llena de victoria llega a su casa...como miembros del senado es nuestro deber estar presentes.
Con gentileza les invito a retirarse diciéndoles que pronto les daría encuentro, ellos partieron sin objetarle demasiado al respecto. Todo mundo parecía embobado. Solomon tomo con relajado actitud una copa con vino recién traído de las viñas y se sentó sobre su banco a releer lo escrito en aquella carta.
Ahhh...
Se inclino levemente apuntando su vista al techo oscuro de la recamara. La figura de sus primos aparecía en sus pensamientos...en especial de esos dos: Virgilius y Fye.
Seguramente no se presentara.
Tomo un par de sorbos más y se dispuso a dejar aquel recinto, aun con todos los problemas actuales debía ir.
Solomon- Dios/a
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Re: Recamaras del Senado
La joven princesa bajó del carruaje y soltó la mano de su primo puesto que aún seguía molesta con el, no había forma de que lo odiase, eso era todo. A pesar de haber demostrado tanta crueldad y corrupción ella no tenía despecio hacia el, sin embargo eso no significaba que dejaría que el actuara a sus anchas; estaban ahora en el senado, eso era cierto, pero ella era una princesa y si de pronto podía hablar por ahí de alguna manera que convenciera más que la manera de hablar de Solomon todo estaría bien para que Samantha estuviera alerta y así pudiera salvara a su hombre, por quien estaba segura su prima daría cada gota de su sangre. Ya no le interesaba si Solomon se enojaba con ella, iba a hacer todo lo que estuviera en sus manos sólo para que su prima no perdiera al hombre que amaba, es más si con eso lograba que un solo plan de Solomon se estropeara se sentiría feliz el resto de su vida, aunque esta durara poco al enfrentarse a el de esa forma tan descarada en la que pensaba hacerlo.
-Solomon si tú matas a ese hombre el espíritu que posesionó a tu hermana terminará por consumirla y matarla serás imbécil que no mides lo que haces.
-Solomon lo siento pero iré contigo al senado, y también a egipto, pero ten en cuenta que, en este senado se librará una interesante contienda en la que gustosa participaré, de paso mientras camino para allá pienso si es más divertido intentar que muerdas el polvo, o salvar a ese joven que ama tanto a mi prima.
Lydia dijo esto en tono bastante severo y sin mirar a su primo decidió caminar al lado del demonio rubio que ahora entraba al senado mirando como si criticara el accionar de los demás- Como si tu proceder fuera el mejor de todos aquí- Lydia escuchó con atención las palabras de su primo y luego de ver como los senadores inútiles parloteaban como gaviotas; y descubrir con decepción que Alucard no estaba para dar la cara, la joven princesa de cabellos negros suspiró y dijo en voz alta:
-Silencio que parecen gaviotas! Aún no escuchan lo que tengo que decir, en contra de lo que ha dicho el senador Solomon, después de todo yo también sé de este asunto.-Lydia miró a Solomon de reojo y luego de poner una risa algo siniestra dijo tomando asiento- Es cierto que mi prima ha cometido un desatino al casarse sin pedir permiso a sus hermanos, pero es necesario que yo les explique que ella no tomó esa desición por desobedecer ni mucho menos, si no que lo hizo por el honor dela familia de que ya estaba empezando a mancillarse.- Lydia se dio cuenta de podría estarse apresurando a hablar así no más, cosa que viendo esto decidió más bien guardarse todo lo que podía las informaciones para poder obtener más tiempo.
-Estoy segura que están más que interesados en saber lo que ha sucedido, para que una joven se viera obligada a tomar tal decisión sin consultar a su hermano mayor, a quien se sabe ama muchísimo desde pequeña.
Lydia miró a su primo y poniéndose de pie le dijo al oído en tono muy bajo- Solomon no pienso meterte en la cárcel para que te maten, pero tampoco quiero ver muerto a ese hombre así que trataré de salvarlos a los dos, eso creo... Sólo te pregunto algo... Si Diva fuera un peligro para ROma también la enfrentarías? No lo creo... Eres muy cobarde para eso.
Una vez que Lydia dijo esto miró al senado, ese montón de hombres tarados ante los cuales debía hablar para impedir que Solomon mandara a matar al marido de su prima, sabía que estaba arriesgando bastante con estar ahí, pero no era la primera vez que se presentaba en ese lugar, y tampoco sería la última, por lo que parecía; hasta ahora las cosas iban bien, a menos que su primo enloqueciera y la mandara a matar, o la golpeara con lo primero que tuviera en las manos para hacerla callar, pero todo eso era un riesgo que corría por Samantha y su felicidad.
-Espero sus deliberaciones para que humildemente se me permita dar a conocer lo que sé y decir las razones por las cuales yo Lydia la princesa de Roma considero que el castigo que le quieren imponer a ese senador es por demás exagerado e injusto.
La mujer de cabellos negros buscó con la vista a Diva, quien seguro ya se estaría enterando de todo porque los chismes en ese palacio se regaban como el agua de un cántaro roto; y es que justamente eso esperaba, si Diva llegaba a ese lugar sería la ocasión perfecta para poder llevar mejor su plan, lo único que rogaba era que ese senador tarado no se apareciera en aquel lugar, porque si eso llegaba a suceder podía irse todo al demonio, por otro lado tenía que pensar que por lo que estaba haciendo su primo ya no querría que ella lo acompañara, pero si eso era así ella no podría remediarlo, prefería que Solomon la odiara, a pesar de lo mucho que ella lo amaba, en vez de que su prima jurara venganza contra ella, por no haber hecho nada por el hombre que era su amado esposo.
Hablo/narro/ Pienso
OFF
Solomon decidí postear porque a fin de cuentas me quedo sin rol y no quiero que maten a Alucard o.o ah si y no dijiste donde te tenía que esperar Lydia o.o
Lydia- Dios/a
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Re: Recamaras del Senado
Me acercaba a las calles principales del senado, las cuales habia transitado por un largo tiempo, hasta que a lo lejos mire unos carruajes, podrian ser de algun hijo del cesar, o tan solo un nuevo gobernador que habia estado a lo lejos de roma, y tenia nuevas tacticas por preguntar, me acerque velozmente hacia la entrada principal, donde se escuchaban los gritos, voces y demas, de los senadores, compañeros de decisiones importantes, a lo cual, segundos despues, todos quedaron callados y entonces una voz inundo el estrado, haciendo acto de presencia Solomon, un senador que habia estado ausente en la toma de decisiones respecto a quien deberia de ser el desendiente de la familia real que tomaria el trono de Egipto como esposo de la gobernadora de Egipto.
Subi despacio las escalinatas mientras el, tomaba la palabra y lo que logre escuchar, pedia como hermano mayor, unico heredero y responsable de sus hermanos, que se presentara el senador Alucard, lo cual me tomo de sorpresa al no saber que tretas habia hecho este en contra de Solomon, pero la curiosidad fue tanta que me acerque mas, por ahi vi a una hermosa mujer, queria hablarle pero mejor segui por delante, entonces, vi a todos sentados mientras escuchaban con atencion, yo tome mi respectivo lugar en donde estaba rodeado por los demas senadores.
Alucard no estaba por ahi, asi que a lo mejor, Solomon se quedaria esperando solamente, aunque podria mandar soldador a buscarlo y ahi seria mas peligroso, yo solo queria ver el espectaculo por unos momentos, mientras trataba de desifrar la causa primordial de tal frenta hacia su familia y honor.
Subi despacio las escalinatas mientras el, tomaba la palabra y lo que logre escuchar, pedia como hermano mayor, unico heredero y responsable de sus hermanos, que se presentara el senador Alucard, lo cual me tomo de sorpresa al no saber que tretas habia hecho este en contra de Solomon, pero la curiosidad fue tanta que me acerque mas, por ahi vi a una hermosa mujer, queria hablarle pero mejor segui por delante, entonces, vi a todos sentados mientras escuchaban con atencion, yo tome mi respectivo lugar en donde estaba rodeado por los demas senadores.
Alucard no estaba por ahi, asi que a lo mejor, Solomon se quedaria esperando solamente, aunque podria mandar soldador a buscarlo y ahi seria mas peligroso, yo solo queria ver el espectaculo por unos momentos, mientras trataba de desifrar la causa primordial de tal frenta hacia su familia y honor.
Mauritius- Dios/a
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Re: Recamaras del Senado
Pensamientos
Dialogo
----------------------------
El meditar del anciano senador cesaba, luego de estar un buen tiempo callado viendo con detenimiento la gestualización de Solomon, reprobación era lo que mostraba, no tanto por el deseo de vendetta que había manifestado, si no, por su acto de presencia en tal terrible condición, después de todo, el ilustre Eurias le conocía desde sus primeros pasos en el senado, era amigo de su padre difunto y su sorpresa era natural al ver el lamentoso estado de su hijo, de quien siempre se conoció su impecabilidad, y que ahora lucia casi como de la clase baja.
Pero Solomon no bajaba su mirada, estaba renuente a desistir de reclamara su justo derecho de venganza de tal terrible afrenta, claramente en sus ojos se notaba la furia haciéndolo aun más parecido a su padre, nada le haría cambiar de actitud, ni siquiera la presencia de su prima quien obstinada apoyaría a Samantha, aun después de ver su actual situación, de reojo vio su figura a dos pasos detrás suyo, su voz le era incomprensible, tanta tranquilidad luego de ver el acto endemoniado en Villa Adriana; Solomon no volteo para verle pues comenzaba a reconsiderar el verdadero valor de Lydia quien ya daba clara muestra de alianza con Samantha o con quien estuviera dentro de aquella hermana suya.
El ser maligno no solo usurpa, también embellece su rostro para pasar desapercibido.
Los senadores se iban reuniendo alrededor suyo, sentadose como si vieran un gran espectáculo para su libre deleite, justo lo que el joven tanto había temido, la especulación iría de primera voz de un pariente de la familia imperial, una princesa romana dejando el recato y la mesura solo para proteger un falso amor, acaso no se daba cuenta que ella misma caería tan bajo como Samantha. El senador cerró los ojos, tal vez resignado a que las palabras de su prima terminaran por llevarle vergüenza también a su familia comenzando por ella.
Lydia, no te das cuenta que la cercania que marcaras entre tú y Diva se acercara.
Pensó mientras daba carta abierta a la princesa a que hablase largo y tendido pues Solomon le tenia una amarga sorpresa, ya daba su camino hecho, acabaría con cualquiera que se atreviera a obstaculizar el buen provenir de Roma, aun cuando fuera su propia familia, los derribaría uno por uno…las primeras gotas de amor se esfumaban de su corazón.
La ciudad de nuestros padres será mi verdadero corazón…
Una toma de decisión prematura, Solomon giro lentamente para encararse hacía su prima, su mirada tan altiva como la que tendría con cualquier otro contendor en el pasado, el miedo no apareció en semblante y esa era la clara muestra que ya todo lo tenia bien pensado.
Las mujeres no tienen voz, ni voto en este consagrado punto, sin embargo, caballeros, les pido disculpar a mi prima y permitirle el habla…
Y con adusta sonrisa termino su dialogo ante los senadores, era bastante obvio que ninguna mujer por más realeza que sea estaba permitida de interrumpir en el pleno, salvo excepciones como el de Diva, pero el senador estaba cansado de intentar proteger a alguien que ya marcaba su destino. El senador se acerco aun más a Lydia y con un beso en la mejilla le mencionó al oído.
No me equivocaba, Samantha y tú tienen la misma naturaleza, y si es así, no se te haga raro que termines tan bajo como ella, es una advertencia…por tu bien, te mando a callar.
Esta vez no tenía compasión con nadie, su voz se redujo a murmullo hasta finalmente desaparecer, el senador termino y se aparto dejando a Lydia decidir su destino tal como Solomon ya había elegido.
Dialogo
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El meditar del anciano senador cesaba, luego de estar un buen tiempo callado viendo con detenimiento la gestualización de Solomon, reprobación era lo que mostraba, no tanto por el deseo de vendetta que había manifestado, si no, por su acto de presencia en tal terrible condición, después de todo, el ilustre Eurias le conocía desde sus primeros pasos en el senado, era amigo de su padre difunto y su sorpresa era natural al ver el lamentoso estado de su hijo, de quien siempre se conoció su impecabilidad, y que ahora lucia casi como de la clase baja.
Pero Solomon no bajaba su mirada, estaba renuente a desistir de reclamara su justo derecho de venganza de tal terrible afrenta, claramente en sus ojos se notaba la furia haciéndolo aun más parecido a su padre, nada le haría cambiar de actitud, ni siquiera la presencia de su prima quien obstinada apoyaría a Samantha, aun después de ver su actual situación, de reojo vio su figura a dos pasos detrás suyo, su voz le era incomprensible, tanta tranquilidad luego de ver el acto endemoniado en Villa Adriana; Solomon no volteo para verle pues comenzaba a reconsiderar el verdadero valor de Lydia quien ya daba clara muestra de alianza con Samantha o con quien estuviera dentro de aquella hermana suya.
El ser maligno no solo usurpa, también embellece su rostro para pasar desapercibido.
Los senadores se iban reuniendo alrededor suyo, sentadose como si vieran un gran espectáculo para su libre deleite, justo lo que el joven tanto había temido, la especulación iría de primera voz de un pariente de la familia imperial, una princesa romana dejando el recato y la mesura solo para proteger un falso amor, acaso no se daba cuenta que ella misma caería tan bajo como Samantha. El senador cerró los ojos, tal vez resignado a que las palabras de su prima terminaran por llevarle vergüenza también a su familia comenzando por ella.
Lydia, no te das cuenta que la cercania que marcaras entre tú y Diva se acercara.
Pensó mientras daba carta abierta a la princesa a que hablase largo y tendido pues Solomon le tenia una amarga sorpresa, ya daba su camino hecho, acabaría con cualquiera que se atreviera a obstaculizar el buen provenir de Roma, aun cuando fuera su propia familia, los derribaría uno por uno…las primeras gotas de amor se esfumaban de su corazón.
La ciudad de nuestros padres será mi verdadero corazón…
Una toma de decisión prematura, Solomon giro lentamente para encararse hacía su prima, su mirada tan altiva como la que tendría con cualquier otro contendor en el pasado, el miedo no apareció en semblante y esa era la clara muestra que ya todo lo tenia bien pensado.
Las mujeres no tienen voz, ni voto en este consagrado punto, sin embargo, caballeros, les pido disculpar a mi prima y permitirle el habla…
Y con adusta sonrisa termino su dialogo ante los senadores, era bastante obvio que ninguna mujer por más realeza que sea estaba permitida de interrumpir en el pleno, salvo excepciones como el de Diva, pero el senador estaba cansado de intentar proteger a alguien que ya marcaba su destino. El senador se acerco aun más a Lydia y con un beso en la mejilla le mencionó al oído.
No me equivocaba, Samantha y tú tienen la misma naturaleza, y si es así, no se te haga raro que termines tan bajo como ella, es una advertencia…por tu bien, te mando a callar.
Esta vez no tenía compasión con nadie, su voz se redujo a murmullo hasta finalmente desaparecer, el senador termino y se aparto dejando a Lydia decidir su destino tal como Solomon ya había elegido.
Solomon- Dios/a
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Re: Recamaras del Senado
Lydia estaba bastante molesta por la actitud de su primo,estaba acaso empezando a odiarlo? No lo sabía a ciencia acierta, perohabía algo que había comprendido a cabalidad, y era que sencillamenteno era en ese sitio donde iba a lograr salvar a alguien además ya teníaen claro que justo en ese momento ya Samantha estaría más quecapacitada para poder salvar a sus seres queridos; no era en ese senadolleno de inútiles en donde ella debía usar su valioso tiempo. No! Asíno lograría salvar a nadie bajo ningún concepto, tenía que ser másinteligente, la batalla se perdió, pero era segurísimo que la guerra laganaba ella de una u otra manera.
Considerando que su primo estaba pasándose de la rayacomparándola con la horrible mujer a la que tanto odiaba, la jovenprincesa de Roma puso un gesto de desagrado cuando este se acercó adarle un beso en la mejilla para decirle algo que terminó por irritarlabastante, pero en vez de contestarle molesta, insultarlo o tratar deofender a ese demonio de cabellos rubios; la joven princesa sólosuspiró y luego de que el le dijo esas cosas al oído sólo dijo en vozbaja y con un tono bastante calmado:
-Solomon aún no lo entiendes, y ya me cansé de tratar desalvarte del nido de serpientes en donde pretendes caer... Esta vez meretiro, sé cuando pierdo. No diré nada más, te espero afuera del senadoentonces, si es que aún quieres ir conmigo.
Lydia puso una mirada fría, y con una sonrisa más falsaque las que se pintan en las máscaras de los actores, la joven princesamiró a su primo para luego apartar la vista de el y hacer unareverencia ante el senado diciendo con una ira bastante contenida ensus palabras empezó a recitar como cansina y eterna poesía:
-Lamento mi falta de decoro para con ustedes, prometo nohacerlo más- Lydia miró a Solomon y otra vezsiguió diciendo- De ahora en adelante si quierodecir algo usaré a mi primo como representante ya que yo no cuento eneste lugar. - Una vez que Lydia dijo esto decidióque lo mejor era que se sentara y escuchara todo lo que iban a decir,de modo que así sabría cómo actuar cuando se metiera en grandesproblemas con esa gente. De pronto de entre la multitud pudo ver a unjoven de cabellos rubios sentado en ese lugar, era otro senador deesos, otro que seguro pensaba igual que su primo, pero algo en su mentele decía que talvez el podría hacer que las cosas le resultaran estandoella lejos, o estando ocupada en otros asuntos, sin embargo el estabamuy lejos y no lo conocía.
-Cómo me gustaría que ese senador rubio se sentara a milado y pudiera hablarle, pero si hago eso Solomon hará otro planhorrible que terminaría por matarme y aún no quiero morir-
Una vez que pensó esto recordó las innumerables veces quesu madre había callado aún cuando quisiera hablar, no por tonta, si noporque sabía que si se retiraba para regresar más tarde con un mejorataque las cosas le resultarían mejor, después de todo ella deseabairse de viaje con el, para alejarse por unos momentos de todas esascosas, así que si quería que sus planes resultaran era hora de quedejara que los demás senadores arreglaran sus problemas. Viendo que notenía porqué seguir ahí si ya había tomado su resolución, la jovenprincesa se puso de pie y haciendo una reverencia se marchó de la saladel senado eso sí maldiciendo en su mente a Solomon quien le parecíael ser más egoísta y desgraciado sobre la tierra y preguntándose una yotra vez, cómo demonios podía amar a alguien así, habiendo tantoshombres nobles y buenos por ahí; al repasar esto en sus pensamientos lajoven princesa casi suelta una carcajada en medio de su camino parasalir de ese lugar, pero tuvo bastante cuidado de no hacerlo, ellasabía al respuesta. Hombres buenos y nobles no existían más en Roma.
-Solomon... No sabes lo que estás haciendo y por unaignorancia vas a terminar peor que las víctimas de los sirvientes deplutón cuando se oponen a el... Que nadie diga que no intenté ayudarte,porque lo hice hasta donde me dejaste.
Una vez terminado su caminar hacia la puerta de la sala,la joven princesa la abrió lentamente, no sin antes decir: Lamento lamolestia, pero mejor no diré nada más- La princesa dirigió una últimamirada a los que estaban en esa habitación y salió de ese lugar dejandoen el aire aquel olor a sándalo que tanto la caracterizaba, aquellapoca bondad y nobleza que ella pensó podría haber en el corazón deSolomon había desaparecido, ahora el era un peligro para Roma y elemperador, era un peligro incluso más grande que Diva, pero aún el nose daba cuenta de ello, y esperaba que el pronto pudiera entender eso ycambiara su proceder, aunque tenía varias dudas de ello.
Una vez afuera la hermosa mujer comprendió que esareunión se tomaría algún tiempo largo e inútil, y ella por consiguienteestaría sola en ese lugar aburriéndose como una ostra, calcualaba quemás o menos duraría una hora en ese lugar, como había riesgos de que setopara con Diva a quien justo en ese momento no deseaba ver ni enpintura; la joven mujer decidió pasarse unos momentos por el mercadopara comprar sus típicas pociones necesarias para conservar su belleza,además que tanta comida contenida en su estómago la estaba haciendosentir mal, de modo que sentía que era imperioso el que fuera a comprarsus remedios al mercado.
-Bueno Sólomon prometo no demorar demasiado, aunque siendo este el caso demorarás mucho ahí y peor si es Diva la que se presenta en ese lugar sólo para verte. Seguro irás corriendo tras ella así que notiene caso que espere tanto tiempo sola en este lugar.
Una vez que la princes dijo esto en voz baja empezó acaminar rápidamente para abandonar ese lugar, puesto que iría almercado y de paso pensaba enterarse de la situaciòn de los rumores queregó Samantha y de la situación de Alucard, quien ella rogaba ojaláhubiera salido ya de la ciudad con su prima.
Narro/ hablo/
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Re: Recamaras del Senado
Algunas veces el trabajo de senador era muy satisfactorio porque podia hacer lo que yo quisiera, pero ahora con las imagenes que tenia enfrente, el senador solomon hablando ahora del respeto de su familia, y ahora buscando al otro senador, que por alguna razon, propia o de cobardia no se encontraba ahora, eso desagradaba a cualquiera porque no se tenia el debido respeto a las familias involucradas, pero eso poco a poco comenzo a darme un poco de sueño, mas cuando el senador comenzaba a hablar con una bella mujer, de lindos cabellos negros, y un figura que aunque se escondia entre los ropajes de la familia real, se veia un hermoso cuerpo, esas proyecciones no hicieron mas que comenzar a levantar inspiraciones en mi hacia ella, no podia creer que una hermosa mujer estuviera a lado por ahora del senador Solomon, me dio un coraje pensando que esa despreciable persona, pudiera tener a su lado una hermosa dama, pero eso tenia que averiguarlo.
Buuuuuuuuuaaaaaaaahhhhhh- dije en un bostezo, la falta de seriedad en aquel lugar me estaba aburriendo de sobremanera, asi que mientras me hiba levantando del banquillo del lugar, tome mi toga y me la puse en la mano derecha, haciendo caso omiso que todos estaban sorprendidos de mi actitud. Senador Solomon, creo que la ofensa hacia usted a sido muy clara, y por consiguiente y en forma de respeto hacia su familia, quisiera brindarle mi apoyo, ademas de que el señor alucard no se a presentado aqui, creo que es una falta de respeto aun mayor, el proceso que sucedio no me impota mucho, pero bueno, por los puntos que usted a dado, se me hace suficiente para dar mi voto a su favor, haga con aquel senador, lo que usted quiera, pero ahora con su permiso creo que esta asamble es un poco aburrida, si en caso de que necesitase una nueva, hagame el favor de comunicarmelo.
Y sin mas que decir comenze a retirame de ahi, ante la presencia de todos los demas.
Buuuuuuuuuaaaaaaaahhhhhh- dije en un bostezo, la falta de seriedad en aquel lugar me estaba aburriendo de sobremanera, asi que mientras me hiba levantando del banquillo del lugar, tome mi toga y me la puse en la mano derecha, haciendo caso omiso que todos estaban sorprendidos de mi actitud. Senador Solomon, creo que la ofensa hacia usted a sido muy clara, y por consiguiente y en forma de respeto hacia su familia, quisiera brindarle mi apoyo, ademas de que el señor alucard no se a presentado aqui, creo que es una falta de respeto aun mayor, el proceso que sucedio no me impota mucho, pero bueno, por los puntos que usted a dado, se me hace suficiente para dar mi voto a su favor, haga con aquel senador, lo que usted quiera, pero ahora con su permiso creo que esta asamble es un poco aburrida, si en caso de que necesitase una nueva, hagame el favor de comunicarmelo.
Y sin mas que decir comenze a retirame de ahi, ante la presencia de todos los demas.
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Re: Recamaras del Senado
Pienso
Hablo
Eurias
Senadorx
--------------------------
Por lo menos las palabras de Solomon habían calado lo suficiente en la mente de su prima para que optara por retirarse, nadie sospecharía nada de parte de quien es y siempre será el ejemplo de rectitud y bondad de Roma. Incluso el propio senador así lo pensaba, sin darse cuenta que su camino se iría alejando cada vez más del que tuvo alguna vez, su vida no volvería a ser la misma, pero de momento, solo Lydia sería conocedora de su porvenir.
El llamado a Alucard estaba prolongándose demasiado tiempo y en la mente de Solomon solo aparecía la idea de que Samantha le hubiese encontrado primero.
Richard fallo, como de costumbre…
Senadores encomiendo a ustedes este pedido, pues exijo desde ya la destitución de Alucard.
Los senadores no hicieron esperar su conmoción, era poco usual tal petición, normalmente ellos no chocaban entre si, aun con sus distintas perversiones el hecho de que un senador deshonre en tal magnitud una casa romana resultaba casi incomprensible y desde luego repudiable. Eso lo comprendían a la perfección los nobles a los cuales Solomon pertenecía.
Eurias se levanto una vez más y acercándose con gentileza le dijo lo siguiente.
Te vi desde tierna edad en estos salones, y es la primera vez que veo en tus ojos la idea de venganza, pero…no crees que mejor sería una solución previa.
El joven sorprendido por las palabras del sabio dio señal de acertamiento, mientras tanto en los rostros de algunos se mostraba el de incógnita a lo que Solomon decidió hacerles parte del asunto.
Mi respeto guarda sabio Eurias. En efecto, y para quienes no lo hallan entendido por sus juventud, es claro que existe un proceder para estos casos y ese es el duelo a muerte…y desde ya mi casa acepta…en una semana exacta regresare a reclamar cuentas, Alucard estará aquí ese día y si huye como el cobarde que es…
Eurias le interrumpió completando lo dicho.
Será tratado como paria ante este consejo, destituido y enviado al exilio…Solomon has elegido bien.
Pero quien ira a Egipto…
El silencio se mantuvo, Solomon recién tenía en cuenta aquello, su plan principal era aquel reino nefasto, aun cuando matase a Alucard, el hechizo que caía sobre Samantha y todo Roma no disminuiría, pues para él su raíz yacía en la corona egipcia al otro lado del mar. La figura de alguien aparecía en sus pensamientos y tomando la solución comenzó a despedirse con los respetos del caso.
Como dije, mi casa, mi familia vendrá ese día…Egipto esta solucionado desde mañana…
Solo entonces emprendió la salida del senado, algunos dudosos de sus palabras se preguntaban a si mismos como haría el joven para estar en dos lugares al mismo tiempo.
Hablo
Eurias
Senadorx
--------------------------
Por lo menos las palabras de Solomon habían calado lo suficiente en la mente de su prima para que optara por retirarse, nadie sospecharía nada de parte de quien es y siempre será el ejemplo de rectitud y bondad de Roma. Incluso el propio senador así lo pensaba, sin darse cuenta que su camino se iría alejando cada vez más del que tuvo alguna vez, su vida no volvería a ser la misma, pero de momento, solo Lydia sería conocedora de su porvenir.
El llamado a Alucard estaba prolongándose demasiado tiempo y en la mente de Solomon solo aparecía la idea de que Samantha le hubiese encontrado primero.
Richard fallo, como de costumbre…
Senadores encomiendo a ustedes este pedido, pues exijo desde ya la destitución de Alucard.
Los senadores no hicieron esperar su conmoción, era poco usual tal petición, normalmente ellos no chocaban entre si, aun con sus distintas perversiones el hecho de que un senador deshonre en tal magnitud una casa romana resultaba casi incomprensible y desde luego repudiable. Eso lo comprendían a la perfección los nobles a los cuales Solomon pertenecía.
Eurias se levanto una vez más y acercándose con gentileza le dijo lo siguiente.
Te vi desde tierna edad en estos salones, y es la primera vez que veo en tus ojos la idea de venganza, pero…no crees que mejor sería una solución previa.
El joven sorprendido por las palabras del sabio dio señal de acertamiento, mientras tanto en los rostros de algunos se mostraba el de incógnita a lo que Solomon decidió hacerles parte del asunto.
Mi respeto guarda sabio Eurias. En efecto, y para quienes no lo hallan entendido por sus juventud, es claro que existe un proceder para estos casos y ese es el duelo a muerte…y desde ya mi casa acepta…en una semana exacta regresare a reclamar cuentas, Alucard estará aquí ese día y si huye como el cobarde que es…
Eurias le interrumpió completando lo dicho.
Será tratado como paria ante este consejo, destituido y enviado al exilio…Solomon has elegido bien.
Pero quien ira a Egipto…
El silencio se mantuvo, Solomon recién tenía en cuenta aquello, su plan principal era aquel reino nefasto, aun cuando matase a Alucard, el hechizo que caía sobre Samantha y todo Roma no disminuiría, pues para él su raíz yacía en la corona egipcia al otro lado del mar. La figura de alguien aparecía en sus pensamientos y tomando la solución comenzó a despedirse con los respetos del caso.
Como dije, mi casa, mi familia vendrá ese día…Egipto esta solucionado desde mañana…
Solo entonces emprendió la salida del senado, algunos dudosos de sus palabras se preguntaban a si mismos como haría el joven para estar en dos lugares al mismo tiempo.
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Re: Recamaras del Senado
La princesa caminaba con el sequito que le habia dado Diva momentos antes
en el Jardin, asi que la rubia paro su paso al notar que estaba cerca del senado, la princesa habia sido guiada
por los sirvietntes hasta ahi, una dama en especial la habia guiado y le dijo la ojiazul.
Princesa Lin: Muchas gracias por traerme hasta aqui....pueden irse, gracias ^^
Sirvientes: Claro princesa, si necesita algo estaremos cerca de aqui....Con su permiso.
dijeron los sirvientes y de inmediato se fueron, Lin tomo su vestido, alzandolo un poco, para
poder caminar mejor hasta el Senado, y mientras caminaba podia ver la majestuosidad del lugar, los adornos de esculturas
por doquier, ademas de una enorme y magnifica arquitectura. La dama estaba realmente facinada con aquello, cuando se
percato que ya estaba en el Senado.
Miro el recinto y decidio entrar, no sin antes suspirar un poco, aunque lo hizo suavemente para no ser vista y bajo su vestido.
Camino a paso firme, viendo algunos senadores ahi, mierando como entraba, pues no habia pedido permiso ni nada,
se paro justo en medio del sitio y dijo con fuerte y solemne
Princesa Lin: Buen dia! Yo soy la princesa de Britania, Lin, y he venido a solicitar una
audiencia ahora mismo.
Miro a todos, mientras su postura la mantenia, escuchando varias voces, provenientes de los
senadores, y mirando el recinto espero respuesta de ellos a su peticion.
en el Jardin, asi que la rubia paro su paso al notar que estaba cerca del senado, la princesa habia sido guiada
por los sirvietntes hasta ahi, una dama en especial la habia guiado y le dijo la ojiazul.
Princesa Lin: Muchas gracias por traerme hasta aqui....pueden irse, gracias ^^
Sirvientes: Claro princesa, si necesita algo estaremos cerca de aqui....Con su permiso.
dijeron los sirvientes y de inmediato se fueron, Lin tomo su vestido, alzandolo un poco, para
poder caminar mejor hasta el Senado, y mientras caminaba podia ver la majestuosidad del lugar, los adornos de esculturas
por doquier, ademas de una enorme y magnifica arquitectura. La dama estaba realmente facinada con aquello, cuando se
percato que ya estaba en el Senado.
Miro el recinto y decidio entrar, no sin antes suspirar un poco, aunque lo hizo suavemente para no ser vista y bajo su vestido.
Camino a paso firme, viendo algunos senadores ahi, mierando como entraba, pues no habia pedido permiso ni nada,
se paro justo en medio del sitio y dijo con fuerte y solemne
Princesa Lin: Buen dia! Yo soy la princesa de Britania, Lin, y he venido a solicitar una
audiencia ahora mismo.
Miro a todos, mientras su postura la mantenia, escuchando varias voces, provenientes de los
senadores, y mirando el recinto espero respuesta de ellos a su peticion.
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Re: Recamaras del Senado
Me habia despabilado un poco mas, cuando me encontre por el camino a las villas, al senado, donde toda la gente se estaba mezclado de nueva cuenta, parecia como si hubiera una nueva audiencia, algunos senadores estaban citandose ahi, los operativos para esa ocacion estaban siendo apresuradas, un pequeño choque de curiosidad se vio en mi cuerpo, queria estar cerca de aquel estrado ademas de que podria tener una participacion si es que no llegaba otro senador mas.
Cabia la posibilidad que todos aquellos hombres estarian un poco ocupados asi que decidi entrar, las escalinatas me llevaron hacia donde estaban los demas rodeados, la sorpresa era grata, una joven de entre todas se veia mas honorable quizas algua reina visitaba nuestro reino, habria que darle el merito.
Se oia detalladamente cada palabra emitida por la joven, una audiencia queria, eso era lo que hiba a tener, antes de que pudiera sentarme en el estrado, pedi la palabra para que se me diera una consideracion en el acto, puesto que yo era por ahora el lider del estrado, pero si alguno de los principales senadores llegaba podria haber una confrontacion.
Señorita Lin, veo que a venido desde lejos, digame que tema quisiera discutir en esta asamblea, como dirigente del senado, puede tomar mi palabra como la verdad absoluta.
Cabia la posibilidad que todos aquellos hombres estarian un poco ocupados asi que decidi entrar, las escalinatas me llevaron hacia donde estaban los demas rodeados, la sorpresa era grata, una joven de entre todas se veia mas honorable quizas algua reina visitaba nuestro reino, habria que darle el merito.
Se oia detalladamente cada palabra emitida por la joven, una audiencia queria, eso era lo que hiba a tener, antes de que pudiera sentarme en el estrado, pedi la palabra para que se me diera una consideracion en el acto, puesto que yo era por ahora el lider del estrado, pero si alguno de los principales senadores llegaba podria haber una confrontacion.
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Re: Recamaras del Senado
La princesa veia como una figura masculina se paraba y como si fuera el Lider de los
senadores y lo comfirmaba por medio de sus palabras, ademas de mencionar que podian discutir de cualquier tema en esa asamblea,
Lin sonrio suavemente, pues ahora si podria hacer su propuesta y apenas si caia como anillo al
dedo la situacion de Britania/Roma, pues algunas cosas habia llegado a sus oidos mientras caminaba rumbo aquel lugar
,asi que suspiro un poco y tomo la palabra.
Princesa Lin: Muchas gracias Joven Dirigente del Senado Romano, mi viaje lo he hecho
por un simple motivo, muy sencillo en verdad, pero que hara que mi nacion, Britania y la vuestra sean prosperas...
su voz era firme y serena, aunque sintiera algo de temor al hablar en otra tierra que no
era de ella, pero aun asi prosiguio
Princesa Lin: Mi propuesta que vengo hacer es que hagamos una alianza de Roma y mi
amada tierra Britania....por medio de una union nupcial, por lo que yo personalmente como representante de las tierras
britanicas he venido exclusivamente para esto a vuestro imperio, ahora quisiera saber que opina al respecto con dicha
propuesta de la nacion de Britania
su mirada ahora estaba fija en aquel senador, pues estaba en espera de que dijeran
algo los romanos de dicha proposicion...
senadores y lo comfirmaba por medio de sus palabras, ademas de mencionar que podian discutir de cualquier tema en esa asamblea,
Lin sonrio suavemente, pues ahora si podria hacer su propuesta y apenas si caia como anillo al
dedo la situacion de Britania/Roma, pues algunas cosas habia llegado a sus oidos mientras caminaba rumbo aquel lugar
,asi que suspiro un poco y tomo la palabra.
Princesa Lin: Muchas gracias Joven Dirigente del Senado Romano, mi viaje lo he hecho
por un simple motivo, muy sencillo en verdad, pero que hara que mi nacion, Britania y la vuestra sean prosperas...
su voz era firme y serena, aunque sintiera algo de temor al hablar en otra tierra que no
era de ella, pero aun asi prosiguio
Princesa Lin: Mi propuesta que vengo hacer es que hagamos una alianza de Roma y mi
amada tierra Britania....por medio de una union nupcial, por lo que yo personalmente como representante de las tierras
britanicas he venido exclusivamente para esto a vuestro imperio, ahora quisiera saber que opina al respecto con dicha
propuesta de la nacion de Britania
su mirada ahora estaba fija en aquel senador, pues estaba en espera de que dijeran
algo los romanos de dicha proposicion...
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Re: Recamaras del Senado
Con que una alianza de ambos reinos, bien parece ser, podriamos usar algun familiar cercano ahora, pero por ahora no se quien podria ser, pero puedo dar una porroga, hasta consultarlo con el senado, porque es una cuestion dificil, maldita sea donde estan Solomon y Alucard cuando se necesitan, ahora los maldigo, lentamente comenze a caminar por los alrededores, la mirada de los demas estaban puestos en mi, momentaneamente les regrese la mirada estaban un poco impacientes de ver mi verecito, con mi mano drecha hice un ademan de que todos se reunieran alrededor mio, pero aun conservando la formacion habitual, lentamente me acerque hacia ellos, para poder consultar un poco, algunas propuestas, dado que mucho de ellos no sabian bien lo que habia pasado, solo comenzaron a dar nombres incoherentes, mucho de los candidatos que daban no tenian el mas minimo sentido, lentamente comenze a respirar, eran gentes ya mayores y hacian ese tipo de espectaculos, era algo despreciable, hasta que uno de tantos gritos se hizo escuchar de un nombre, un tal hijo del emperador, Richard, era un buen candidato, pero no sabia si tenia una disposicion clara de respetar leyes, pero ahora se dictaminaba desde el mismo poder central romano, asi que era una orden.
Voltee rapidamente para darle la noticia a la nueva visitante, pero en ese momento senti como una presencia hacia que mis pensamientos se nublaran, unas voces se hicieron escuchar en mi cabeza, esa voz, desde lejos comenzaba a adentrarse en mis memorias, era lydia, mi amor, de alguna forma estaba cerca, no podia creerlo como ella era capaz de hacerlo, afuera del senado, parecia razonable pero antes tenia que dar un veredicto antes de que las visitas se fueran.
Bueno señorita, de acuerdo a este senado, aun no podremos darle un veredicto,mañana a primera hora tendremos ya una resolucion de acuerdo a lo que pactemos en esta tarde, respire un poco, si quiere para su estancia podria usar mi casa, esta a su disposicion, o en caso de que tuviera a alguein por aqui cerca, seria de lo mejor que se quedara con ella en este momento, mis carros estan a su disposicion, pero por lo mientras tengo algo que hacer, me disculpo por esta molestia, pero tengo un encargo especial, dije mientras tomaba su mano y daba un beso simple, para luego retirarme de ahi.
Voltee rapidamente para darle la noticia a la nueva visitante, pero en ese momento senti como una presencia hacia que mis pensamientos se nublaran, unas voces se hicieron escuchar en mi cabeza, esa voz, desde lejos comenzaba a adentrarse en mis memorias, era lydia, mi amor, de alguna forma estaba cerca, no podia creerlo como ella era capaz de hacerlo, afuera del senado, parecia razonable pero antes tenia que dar un veredicto antes de que las visitas se fueran.
Bueno señorita, de acuerdo a este senado, aun no podremos darle un veredicto,mañana a primera hora tendremos ya una resolucion de acuerdo a lo que pactemos en esta tarde, respire un poco, si quiere para su estancia podria usar mi casa, esta a su disposicion, o en caso de que tuviera a alguein por aqui cerca, seria de lo mejor que se quedara con ella en este momento, mis carros estan a su disposicion, pero por lo mientras tengo algo que hacer, me disculpo por esta molestia, pero tengo un encargo especial, dije mientras tomaba su mano y daba un beso simple, para luego retirarme de ahi.
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Re: Recamaras del Senado
La princesa miraba fijamente al Senador, pues ahora se reunía con otros mas, para hablar acerca de la propuesta que había hecho de formar una Alianza con ambos reinos. Los senadores aun conservando su forma habitual discutían los nombres de quien podría ser el candidato en medio de gritos y ademanes. Giro un poco los ojos la princesa, pues para era fue decepcionante ver como aquellos hombres, lideres de Senado Romano, el imperio mas prodigioso y prospero que jamas se había formado, discutían y decían cosas incoherentes, la dama tenia otra idea de como se discutían las cosas ahí, pero realmente se llevo una decepción de los senadores por su actitud.
Enseguida, el Líder de los Senadores, que al menos se veia mas coherente y centrado que algunos otros, y acercándose a ella le decía el veredicto que había tomado. Querían una prorroga para poder darle a la princesa británica el veredicto a primera hora del día de Mañana, al menos no se tardarían mucho en darle una respuesta, pensaba la chica mientras ponía atención en lo que le decía el Senador.
Ponía su villa a su disposición, lastima que ya había sido invitada por Diva a que se quedara en el Palacio,asi que antes de que se retirara, mientras este le tomaba su mano y le daba un beso en ella le contesto en forma amable.
Princesa Lin: Muchas Gracias Senador, pero lamento decirle que la emperatriz me ha alojado en una recamara del Senado,sin embargo le agradezco mucho su ofrecimiento, pero para estar mas cerca me quedare aqui....Aun asi agradezco su hospitalidad
suspiro y sonriente, pues vio un brillo en especial en el senador al decir que tenia un encargo especial, su rostro por arte de magia cambio, pero era algo que solo ella podía notar, pues ella era el espíritu del Amor encarnado y sabia lo que le sucedía al Senador. Luego prosiguió
Princesa Lin: Muchas gracias, ande, no quiero detenerlo mas aquí.....hasta mañana
Sonrió a todos los senadores y después de la salida del Lider, ella camino hacia la misma, levantando un poco su vestido, pues le quedaba un poco largo y lo arrastraba. Ahora que salia de ahi se preguntaba...a donde iría, aun quedaba tiempo para el anochecer.....Eso pensaba, al ver que tambien los senadore salian de ahi, y ella caminaba hacia la recepcion, de nuevo, tal vez salir a conocer Roma era buena idea, y asi con una sonrisa salio de ahi
Enseguida, el Líder de los Senadores, que al menos se veia mas coherente y centrado que algunos otros, y acercándose a ella le decía el veredicto que había tomado. Querían una prorroga para poder darle a la princesa británica el veredicto a primera hora del día de Mañana, al menos no se tardarían mucho en darle una respuesta, pensaba la chica mientras ponía atención en lo que le decía el Senador.
Ponía su villa a su disposición, lastima que ya había sido invitada por Diva a que se quedara en el Palacio,asi que antes de que se retirara, mientras este le tomaba su mano y le daba un beso en ella le contesto en forma amable.
Princesa Lin: Muchas Gracias Senador, pero lamento decirle que la emperatriz me ha alojado en una recamara del Senado,sin embargo le agradezco mucho su ofrecimiento, pero para estar mas cerca me quedare aqui....Aun asi agradezco su hospitalidad
suspiro y sonriente, pues vio un brillo en especial en el senador al decir que tenia un encargo especial, su rostro por arte de magia cambio, pero era algo que solo ella podía notar, pues ella era el espíritu del Amor encarnado y sabia lo que le sucedía al Senador. Luego prosiguió
Princesa Lin: Muchas gracias, ande, no quiero detenerlo mas aquí.....hasta mañana
Sonrió a todos los senadores y después de la salida del Lider, ella camino hacia la misma, levantando un poco su vestido, pues le quedaba un poco largo y lo arrastraba. Ahora que salia de ahi se preguntaba...a donde iría, aun quedaba tiempo para el anochecer.....Eso pensaba, al ver que tambien los senadore salian de ahi, y ella caminaba hacia la recepcion, de nuevo, tal vez salir a conocer Roma era buena idea, y asi con una sonrisa salio de ahi
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Re: Recamaras del Senado
Hablo
Pienso
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------------------------------------------
Finalmente, Solomon llegaba a lo que considero desde hacía tanto como su segundo hogar, su mirada fria lograba cristalizarse al ver las gigantescas puertas del senado frente suyo, a pesar de notar y sentir todo tan calmo y tipico en su exterior, llevaba la misma congoja que llevaria un familiar ante el velorio de un querido familiar suyo.
Sus pies caían sobre el blanco mármol dejando que su túnica cayera con suavidad y soltura, sus manos tocaban rápidamente los cuerpos de los pilares magníficos de forma casi instintiva, como si su pasado regresara, los recuerdos de su niñez, en los cuales jugaba allí mismo, entre adultos y ancianos, los senadores habían sido tan amables, justo en los momentos más difíciles de su vida, jamás lo olvidaría.
Los personajillos próximos a la entrada lo veían con la misma sorpresa que sus siervos en villa Adriana.
¿No se suponía que andaba en Egipto?¿Acaso no se caso con la reina de allá?¿No estará muerto?
Fueron algunas de las varias interrogantes que se hacían en sus cabezas al ver la imagen casi fantasmal del honorable senador romano, más aun, al ver que la brillantez ganada por reflejo del sol en su atuendo no desaparecía al pasar al lado de la sombra del edificio, sería considerado como un espectro, un anima venida del más allá, pero aquellos ojos lo delataban, está más vivo que nunca, pues solo el resplandor en sus prístinas retinas pertenecería al mundo de los vivos.
Luego de tantas penurias, desaires, tristezas y furias, Solomon lo estaba logrando, había ganado madurez y algo aun más valioso: significancia. Pues estaba decidido a hacer algo que ningún otro mortal haría, enfrentarse abiertamente a los dioses.
Los pórticos del sagrado senado se abrían acrecentando aun más las miradas inexpresivas de los senadores allí dentro. Solomon vio como caras nuevas y viejas se le presentaban, venían a él como aves de malagüero, tratando de sonsacarla mil y una información, cosa que no haría, pues a su parecer, solo existía alguien que le comprendería, el anciano senador que yacía por sobre todos los demás, un reencuentro digno del recuerdo, si no fuera por la mata de monos asquientos a su lado, saboreándose de los placeres que otros pagaban con la vida.
La sangre de ellos es la que debería correr por los dioses. Qué asco.
Solomon, vuelves de tu viaje...
El anciano le hablo con la misma pausada voz de siempre. Solomon respetuosamente trato de evidenciar mayor empatía para con todos, obviamente el viejo senador no se lo creía, más conforme a su educación, no lo hacía evidente.
Así es, vengo de Egipto trayendo pésimas noticias...
Su semblante era muy distinto al que recordaban los senadores, era la voz y templanza de un viejo guerrero perdido por más de una década en el campo de batalla, tal como había sucedido con el joven Octavius, todo eso llenaba de sana curiosidad a los atentos oyentes.
Fui a Egipto con la princesa Lydia a cumplir con la misión que me encomendaron, velar por la satisfacción plena de nuestra amada tierra...fuimos con la esperanza de saber al menos el buen puerto de Gelum. Que decepción.
Cuando llegamos a ese valle custodiado por dunas de perlada arena se nos fue recibido peor que a perros, la reina Selene resulto ser una mujer sin escrúpulos, no solo nos expulso de su carpa, atreviéndose a insultar a la princesa y a Roma misma sabiendo bien lo que representaba...sino...además...logro hacer de Gelum su títere, dándonos la espalda y mandándonos guerreros egipcios a apresarnos.
La cámara de pronto entro en alboroto, todo el mundo hablaba, pero Solomon no salía de su tranquilidad hermética.
Así es hermanos míos, Gelum se volvió un traidor, Lydia es testigo presencial de aquello, y si no esta aquí presente, es por lo mal que se debe sentir, ahora mismo debe estar en palacio...lo mismo debí hacer yo...pero jamás dejaría mi deber como ciudadano y senador.
Que trata de decirnos Solomon.
Que el concilio entre Egipto y Roma es inconcebible, es inherente la rebelión egipcia, nosotros le tendimos la mano de buena voluntad y nos muerden como los perros que son...ahora amigos míos, estamos ante dos opciones: o bajar la cabeza, o demostrar al mundo entero el porqué se nos conoce por ser los más grandes del mundo.
Solomon termino su discurso triunfal, sabía que conllevaría todo lo tratado, era inevitable el confrontamiento, ni Gelum o Selene ahora aplacarían la sed de los orgullosos senadores.
Pienso
Eurias
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Finalmente, Solomon llegaba a lo que considero desde hacía tanto como su segundo hogar, su mirada fria lograba cristalizarse al ver las gigantescas puertas del senado frente suyo, a pesar de notar y sentir todo tan calmo y tipico en su exterior, llevaba la misma congoja que llevaria un familiar ante el velorio de un querido familiar suyo.
Sus pies caían sobre el blanco mármol dejando que su túnica cayera con suavidad y soltura, sus manos tocaban rápidamente los cuerpos de los pilares magníficos de forma casi instintiva, como si su pasado regresara, los recuerdos de su niñez, en los cuales jugaba allí mismo, entre adultos y ancianos, los senadores habían sido tan amables, justo en los momentos más difíciles de su vida, jamás lo olvidaría.
Los personajillos próximos a la entrada lo veían con la misma sorpresa que sus siervos en villa Adriana.
¿No se suponía que andaba en Egipto?¿Acaso no se caso con la reina de allá?¿No estará muerto?
Fueron algunas de las varias interrogantes que se hacían en sus cabezas al ver la imagen casi fantasmal del honorable senador romano, más aun, al ver que la brillantez ganada por reflejo del sol en su atuendo no desaparecía al pasar al lado de la sombra del edificio, sería considerado como un espectro, un anima venida del más allá, pero aquellos ojos lo delataban, está más vivo que nunca, pues solo el resplandor en sus prístinas retinas pertenecería al mundo de los vivos.
Luego de tantas penurias, desaires, tristezas y furias, Solomon lo estaba logrando, había ganado madurez y algo aun más valioso: significancia. Pues estaba decidido a hacer algo que ningún otro mortal haría, enfrentarse abiertamente a los dioses.
Los pórticos del sagrado senado se abrían acrecentando aun más las miradas inexpresivas de los senadores allí dentro. Solomon vio como caras nuevas y viejas se le presentaban, venían a él como aves de malagüero, tratando de sonsacarla mil y una información, cosa que no haría, pues a su parecer, solo existía alguien que le comprendería, el anciano senador que yacía por sobre todos los demás, un reencuentro digno del recuerdo, si no fuera por la mata de monos asquientos a su lado, saboreándose de los placeres que otros pagaban con la vida.
La sangre de ellos es la que debería correr por los dioses. Qué asco.
Solomon, vuelves de tu viaje...
El anciano le hablo con la misma pausada voz de siempre. Solomon respetuosamente trato de evidenciar mayor empatía para con todos, obviamente el viejo senador no se lo creía, más conforme a su educación, no lo hacía evidente.
Así es, vengo de Egipto trayendo pésimas noticias...
Su semblante era muy distinto al que recordaban los senadores, era la voz y templanza de un viejo guerrero perdido por más de una década en el campo de batalla, tal como había sucedido con el joven Octavius, todo eso llenaba de sana curiosidad a los atentos oyentes.
Fui a Egipto con la princesa Lydia a cumplir con la misión que me encomendaron, velar por la satisfacción plena de nuestra amada tierra...fuimos con la esperanza de saber al menos el buen puerto de Gelum. Que decepción.
Cuando llegamos a ese valle custodiado por dunas de perlada arena se nos fue recibido peor que a perros, la reina Selene resulto ser una mujer sin escrúpulos, no solo nos expulso de su carpa, atreviéndose a insultar a la princesa y a Roma misma sabiendo bien lo que representaba...sino...además...logro hacer de Gelum su títere, dándonos la espalda y mandándonos guerreros egipcios a apresarnos.
La cámara de pronto entro en alboroto, todo el mundo hablaba, pero Solomon no salía de su tranquilidad hermética.
Así es hermanos míos, Gelum se volvió un traidor, Lydia es testigo presencial de aquello, y si no esta aquí presente, es por lo mal que se debe sentir, ahora mismo debe estar en palacio...lo mismo debí hacer yo...pero jamás dejaría mi deber como ciudadano y senador.
Que trata de decirnos Solomon.
Que el concilio entre Egipto y Roma es inconcebible, es inherente la rebelión egipcia, nosotros le tendimos la mano de buena voluntad y nos muerden como los perros que son...ahora amigos míos, estamos ante dos opciones: o bajar la cabeza, o demostrar al mundo entero el porqué se nos conoce por ser los más grandes del mundo.
Solomon termino su discurso triunfal, sabía que conllevaría todo lo tratado, era inevitable el confrontamiento, ni Gelum o Selene ahora aplacarían la sed de los orgullosos senadores.
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Re: Recamaras del Senado
Lydia llegó al senado un tanto atrasada por así decirlo, no porque no pudiera llegar, sino porque no le dio la gana de estar antes que Solomon en ese lugar. El momento en que llegó a esa recámara fue el momento justo en el cual SOlomon estaba diciendo algo acerca de demostrar al mundo por qué ellos eran una nación poderosa, no había compasión por parte de Lydia quería ver a su primo Gelum acusado de traición aunque sabía que Fye el mayor de todos los hermanos de la villa Valis Mellitus estaría en contra de ello; tantos eran sus deseos de ver caída la nación que dio origen a la mujer que mató a su madre, que le daba igual si su entrada en el senado era vista como un atrevimiento por parte de ella.
-Quien diría al fin estás poniendo a
funcionar esa hermosa cabecita tuya, y yo que comenzaba a pensar que
sólo la tenías para sostener tu cabello. dijo Lydia al oído de su ex-primo, dando la imagen de que algo tenía que acotar en ese lugar y que usaba a Solomon como vocero porque ella no podía hablar en es lugar esos tontos humanos no tomaban en cuenta sus palabras en el senado.
-Bueno Senadorcito ahora que estoy aquí dile a estos imbéciles que estoy para dar fe de tu testimonio, para que las cosas tengan por decir algo más de peso- Una vez dicho esto Lydia se sentó mirando a uno de los ancianos del senado, de pronto le pareció muy divertido el tratar de mandar sobre el algún conjuro de los suyos para que armara un revuelta contra Solomon, pero lejos hacer esto porque pensó que eso atrasaría sus planes decidió dejar de albergar tanto rencor en su corazón contra ese pobre humano confundido, por lo que sólo espero y deseó que no llegara Mauritius, porque si pasaba eso entonces podría haber algún problema o una contradicción; después de todo no es que Mauritius estuviera siempre de acuerdo con el senador Solomon, además tenía la impresión de que como Zeus no iba a estar de acuerto así por así con un romano a menos que el viera que de verdad hay beneficio para él.
-Solomon vas bien, tú puedes hacerlo... Haz que Egipto caiga piedra por piedra.
Narro/ Hablo/ Pienso
-Quien diría al fin estás poniendo a
funcionar esa hermosa cabecita tuya, y yo que comenzaba a pensar que
sólo la tenías para sostener tu cabello. dijo Lydia al oído de su ex-primo, dando la imagen de que algo tenía que acotar en ese lugar y que usaba a Solomon como vocero porque ella no podía hablar en es lugar esos tontos humanos no tomaban en cuenta sus palabras en el senado.
-Bueno Senadorcito ahora que estoy aquí dile a estos imbéciles que estoy para dar fe de tu testimonio, para que las cosas tengan por decir algo más de peso- Una vez dicho esto Lydia se sentó mirando a uno de los ancianos del senado, de pronto le pareció muy divertido el tratar de mandar sobre el algún conjuro de los suyos para que armara un revuelta contra Solomon, pero lejos hacer esto porque pensó que eso atrasaría sus planes decidió dejar de albergar tanto rencor en su corazón contra ese pobre humano confundido, por lo que sólo espero y deseó que no llegara Mauritius, porque si pasaba eso entonces podría haber algún problema o una contradicción; después de todo no es que Mauritius estuviera siempre de acuerdo con el senador Solomon, además tenía la impresión de que como Zeus no iba a estar de acuerto así por así con un romano a menos que el viera que de verdad hay beneficio para él.
-Solomon vas bien, tú puedes hacerlo... Haz que Egipto caiga piedra por piedra.
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AD - Flama de Lujuria (4400)
AD - Ovillo de Espinas Rojas (4500)
AM - Canto de la Lamia (4900)
AM - Renacer de la titania (5000)
AF - Jardín de Rosas Negras (*6200)
AF - Penitencia (5700)
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AFa - Esencia de feromona (6700)
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Re: Recamaras del Senado
Hablo
Pienso
Eurias
Senador pedofilo
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Todo marchaba sobre ruedas, ningún senador osaba levantarse frente a él a cuestionarle, era lógico, que romano podría siquiera levantar la voz en favor de extranjeros, nadie, ni siquiera por Gelum, aquel mocoso les era desconocido, y la palabra de Solomon valía más que suficiente como para darle por traidor al pequeño hermano de Fye.
Por debajo del cuerpo de aquel hombre de mirada fría e inclemente una sombra aparecía, se proyectaba rápidamente en dirección del ocaso tornándose gigantesca, ocultaba el rostro de los senadores frente suyo, más ninguno daba cuenta, una estrella rosada aparecía justo a la altura de la frente del individuo a sus espaldas. Solomon fruncía más el seño, pues no era necesario adivinar de quien se trataba, la voz de Lydia solo corroboraba su intuición.
Bueno Senadorcito ahora que estoy aquí dile a estos imbéciles que estoy para dar fe de tu testimonio, para que las cosas tengan por decir algo más de peso-
Ni le dirigió la vista, en verdad no lo deseaba, pues...era un más de los dioses, aquellos que se habían decidido hacía muchos años olvidarse de los humanos, era escéptico de creer que Afrodita le quisiera ayudar incondicionalmente, pero, ahora no era momento para demostrar su enojo, debía actuar, justo como le había enseñado Diva en los primeros días de su amorío, recordó aquel sentimiento de culpa con cierta nostalgia, pues ya lo sentía, como hacerlo después de todo lo que había sucedido.
Solomon entreabrió su boca para luego cerrarla y mostrar una clara, tranquila y perfecta sonrisa.
Señores...he aquí a la princesa de Roma, y claro se ha de saber que las mujeres no tienen voz, ni voto, pero, como comprenderán, este deberá ser una excepción, pues con su acto de presencia es más que suficiente como para rectificar lo que les dije.
Un jovencito, hijo afortunado de Roma entonces se atrevió a levantarse y preguntar si convocarían a los senadores faltantes, a lo cual un viejo pedófilo respondió agriamente.
Es cierto, no podemos tomar tal decisión sin el consejo pleno...la ley nos manda.
Ley...señores! me han visto crecer entre ustedes, conocen la honestidad y rectitud que lleve para mi vida como senador, por tanto, les diría, que claro, convoquen a la brevedad a todos...aunque solo sea un inutilidad.
Inutilidad...¿?!
Mientras nosotros debatimos...la reina egipcia festeja, riéndose de nuestro imperio, no extrañaría que planease un invasión a nuestras otras dependencias...o aun peor, cercar al emperador quien anda justo en plena guerra contra los persas.
...
Piensan que una mujer vil no sería capaz de aliarse con nuestros enemigos para así obtener mayor poder mediante el caos?!...caballeros dejémonos de burocracias inútiles.
Solomon, tus palabras son muy distintas a la que recuerdo de ti.
El joven sonrió apenas viendo a la princesa a su lado.
Cambie luego de ver tamaño infierno...
Comprendo, sin embargo, debemos seguir nuestras normas, lo sabes, esperaremos hasta mañana a primera hora **la mayoría de los senadores asintió**...
Solomon no pudo evitar demostrar su enfado, no podía creer que tamaños animales siguieran con el rabo entre las piernas, no eran hombres de palabra, ni honor, no eran romanos auténticos, solo viejos avaros y corruptos. Pero había esperado tanto que un solo día no era nada para él.
Espero puedan dormir la noche tranquilos...hasta pronto caballeros.
El brillo de sus ojos azules penetraba fácilmente el corazón de sus colegas, infringiéndoles temor en sus almas dándose a evidenciar por sudor y temblor en sus manos. Solomon dio media vuelta y salió.
Solomon- Dios/a
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Re: Recamaras del Senado
Con un aburrimiento enorme y unas ganas de reirse en la cara de SOlomon la princesa de ROma escuchó y miró el accionar de todos esos hombres cerebro de uva sentados en ese lugar, es que todos no dejaban de ser iguales o más tontos que Solomon, la razón principal era porque esos tarados al igual que el senador a su lado seguía las órdens de Diva la serpiente mas grande de Roma;Lydia la princesa de Roma miró con desprecio a todos los senadores y se puso de pie con esa expresión tal altiva y arrogante de antes, estaba pensando en matar a todos esos imbéciles de una vez porque de nada le servían, pero lejos de eso decidió solo calmarse y actuar un poco mas como su amante Zeus; aunqeu ella no lo quiera admitir desde la época mas
antigua la prudencia del dios del rayo era reconocida por todos.
Un suspiro se escapó de la boca de la joven diosa mientras caminaba para irse de la sala del senado, sin embargo algo interrumpió los pensamientos de la diosa que deseaba matar a cada persona del senado cuando un pichón de paloma llegó a su hombro y se posó picando el mismo con su pico.
-Qué cosa más linda eres, me gustaria tenerte a mi lado toda la vida.- Lydia tomó el mensaje que le dio la paloma y lo leyó con lentitud, era Samantha o más bien dicho Eris, quien la estaba invitando a su palacio, cosa que al final hizo que la diosa sonreír complacida, ya tenia la excusa perfecta para ver a Samantha y de paso contarle las cosas que Solomon planeaba hacer pero que ella le frustró con aquella llegada.
-Interesante... No estaria mal aliarme con ella, después de todo ella es muy inteligente, a diferencia de cierto senador.
Lydia dejó volar el pichón de paloma y pensó en qué cosas sucederian en ese lugar luego de su partida, no había matado a esos tontos del senado porque queria Egipto cayera bajo ROma, pero si esos tarados no votaban a favor de atacar Egipto ella los mataría uno por uno; con una tranquilidad luego de pensar todas estas cosas, como si lo que hubiera pensado era lo más normal del mundo, o lo más bueno; la diosa del amor y la lujuria pensó que ya estaba bien de tanta estupidez humana, de modo que decidió marcharse de ese lugar de inmediato y no ir a buscar a Solomon como ella pensó al principio. Con la misma normalidad con la que había entrando a esa sala asquerosa la diosa salió del senado cerrando la puerta con algo de violencia eso sí, pero nada que esos tarados de senado pudieran notar, una vez que estuvo fuera buscó esconderse por el pilar más cercano y desapareció dejando destellos negros con rosado borrando así si presencia de ese lugar.
Narro/ Hablo/ Pienso
antigua la prudencia del dios del rayo era reconocida por todos.
Un suspiro se escapó de la boca de la joven diosa mientras caminaba para irse de la sala del senado, sin embargo algo interrumpió los pensamientos de la diosa que deseaba matar a cada persona del senado cuando un pichón de paloma llegó a su hombro y se posó picando el mismo con su pico.
-Qué cosa más linda eres, me gustaria tenerte a mi lado toda la vida.- Lydia tomó el mensaje que le dio la paloma y lo leyó con lentitud, era Samantha o más bien dicho Eris, quien la estaba invitando a su palacio, cosa que al final hizo que la diosa sonreír complacida, ya tenia la excusa perfecta para ver a Samantha y de paso contarle las cosas que Solomon planeaba hacer pero que ella le frustró con aquella llegada.
-Interesante... No estaria mal aliarme con ella, después de todo ella es muy inteligente, a diferencia de cierto senador.
Lydia dejó volar el pichón de paloma y pensó en qué cosas sucederian en ese lugar luego de su partida, no había matado a esos tontos del senado porque queria Egipto cayera bajo ROma, pero si esos tarados no votaban a favor de atacar Egipto ella los mataría uno por uno; con una tranquilidad luego de pensar todas estas cosas, como si lo que hubiera pensado era lo más normal del mundo, o lo más bueno; la diosa del amor y la lujuria pensó que ya estaba bien de tanta estupidez humana, de modo que decidió marcharse de ese lugar de inmediato y no ir a buscar a Solomon como ella pensó al principio. Con la misma normalidad con la que había entrando a esa sala asquerosa la diosa salió del senado cerrando la puerta con algo de violencia eso sí, pero nada que esos tarados de senado pudieran notar, una vez que estuvo fuera buscó esconderse por el pilar más cercano y desapareció dejando destellos negros con rosado borrando así si presencia de ese lugar.
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Re: Recamaras del Senado
Caminaba por las villas despues del intrepido ataque que le habia lanzado a mi nuevo pupilo en las afueras de mi villa, como pude atinar era bueno en dado caso, y con el podria hacer que algunas cuantas personas se comenzaran a doblegar hacia mi, pero eso no era lo importante, habia recibido un paquete del cual solo era un sobre firmando por uno de los tantos senadores que se hacian presentes cada vez que habia algo por discutir en ese estrado, no habia manera de saber para que necesitab mi presencia, ademas de que el cartero habia sido un imbecil al dejarlo en una habitacion que no era la correcta, algo andaba mal, el senador que lo habia mandado talvez queria jugar una broma, o solo estaba fastidiando.
Ya estaba parado en la entrada, un nuevo alboroto se enfatizaba en las recamaras del senado, haciendo que mi curiosidad rebasara los limites, y por ello acercarme hacia aquel estrado, lentamente subi las escalinatas mientras un comos parecido se estaba desapareciendo al momento, como pude segui caminando hasta ver a los demas senadores sentados mientras que algun conocido hablaba de mas, por ello decidi escucharlo mientras seguia hablando con los demas, solo me posicione en mi lugar habitual para seguir escuchando mientras terminaba, solo me levante para hacer presente mi presencia.
Bien senador Solomon, aqui estoy como siempre, pero agradeceria que para otras veces cuando necesite de mi presencia, me haga llegar su mensaje, con su puño y letra de que se va a tratar la reunion, porque solo llego este mensaje- dije mientras tomaba la carta que habia llegado a mis manos, mientras lo estrujaba y lo tiraba al piso- no soy un simple ciudadano para que me venga a enterar de la reunion de esta manera.
Ya estaba parado en la entrada, un nuevo alboroto se enfatizaba en las recamaras del senado, haciendo que mi curiosidad rebasara los limites, y por ello acercarme hacia aquel estrado, lentamente subi las escalinatas mientras un comos parecido se estaba desapareciendo al momento, como pude segui caminando hasta ver a los demas senadores sentados mientras que algun conocido hablaba de mas, por ello decidi escucharlo mientras seguia hablando con los demas, solo me posicione en mi lugar habitual para seguir escuchando mientras terminaba, solo me levante para hacer presente mi presencia.
Bien senador Solomon, aqui estoy como siempre, pero agradeceria que para otras veces cuando necesite de mi presencia, me haga llegar su mensaje, con su puño y letra de que se va a tratar la reunion, porque solo llego este mensaje- dije mientras tomaba la carta que habia llegado a mis manos, mientras lo estrujaba y lo tiraba al piso- no soy un simple ciudadano para que me venga a enterar de la reunion de esta manera.
Mauritius- Dios/a
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Re: Recamaras del Senado
El sol naciente de las montañas del norte mostraba la silueta de Solomon, quien llegaba un tanto retrasado, habia permanecido toda la noche despierto, aunque sus efectos fisicos no fueran perceptibles en lo absoluto, su semblante mostraba algo de duda y preocupación, el paso por el mausoleo resultaba un misterio, que cosa habria encontrado?
Los senadores ya estaban más que listos para comenzar la asamblea especial convocada por el senador Eurias en caracter de urgencia.
Solomon no hizo esperar más a la audiencia acercandose al centro.
Para los que no hayan estado el dia de ayer en este sagrado recinto, les repetire brevemente el tema...La reina egipcia, Selene a ofendido a Roma y por ende a este consejo que lo representa al expulsar no solo a quien les habla, sino, a la princesa de Roma, Lydia, quien ayer pudo testificar lo sucedido ante la mayoria del pleno, Selene manipulo a Gelum de forma despiada hasta volverlo un traidor, todos estos hechos son más que suficientes para hacer nulo y sin efecto la alianza que en tan buena consideración tratamos de brindarles.
Eso es lo que me trajo, redactar y hacer firma por todos de la abolición de la nulidad del tratado otorgado al joven Gelum y hacer uno nuevo en favor de la guerra contra Egipto.
Como ya mencione, Roma pasa momentos dificiles, el emperador yace en Persia y resulta peligroso su proximidad con Egipto y sus despiadados intereses. Es momento que nosotros seamos quienes tomemons cartas en el asunto en favor nuestro, es lo que desearia el emperador. A su voluntad y honor queda la votación.
Solomon quedo allí, erguido como nunca, esperando alguna opinion contraria, lo cual no escucho entre los primeros comentarios que solo reafirmaban el deseo de armar una nueva guerra...solo quedaba esperar.
Los senadores ya estaban más que listos para comenzar la asamblea especial convocada por el senador Eurias en caracter de urgencia.
Solomon no hizo esperar más a la audiencia acercandose al centro.
Para los que no hayan estado el dia de ayer en este sagrado recinto, les repetire brevemente el tema...La reina egipcia, Selene a ofendido a Roma y por ende a este consejo que lo representa al expulsar no solo a quien les habla, sino, a la princesa de Roma, Lydia, quien ayer pudo testificar lo sucedido ante la mayoria del pleno, Selene manipulo a Gelum de forma despiada hasta volverlo un traidor, todos estos hechos son más que suficientes para hacer nulo y sin efecto la alianza que en tan buena consideración tratamos de brindarles.
Eso es lo que me trajo, redactar y hacer firma por todos de la abolición de la nulidad del tratado otorgado al joven Gelum y hacer uno nuevo en favor de la guerra contra Egipto.
Como ya mencione, Roma pasa momentos dificiles, el emperador yace en Persia y resulta peligroso su proximidad con Egipto y sus despiadados intereses. Es momento que nosotros seamos quienes tomemons cartas en el asunto en favor nuestro, es lo que desearia el emperador. A su voluntad y honor queda la votación.
Solomon quedo allí, erguido como nunca, esperando alguna opinion contraria, lo cual no escucho entre los primeros comentarios que solo reafirmaban el deseo de armar una nueva guerra...solo quedaba esperar.
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Re: Recamaras del Senado
Ahora el senador solo hablaba buscando la manera de que todos los senadores estuvieran de acuerdo con el, cuando algo se proponia parecia que no hiba a dejar tan facil que se perdiera la idea y que todo se lo llevara al aire, ya despues de haberle dicho acerca de mi presencia en el estrado, ahora solo tenia que decir mi resolucion que le daba y como todos los demas que estaban ahi, me habia sorprendido lo que decia, mas que lydia lo acompañaba, pero lo unico bueno era saber que hiba en representacion de princesa de Roma, no como alguien conocido de Solomon, porque de solo pensarlo, se me hacia trizas los intestinos de la pura furia.
Me levante para dar ahora mi punto de vista, varias firmas ya se hacian presentes e un pergamino que estaba en una de las mesas del lugar, como pude me fui acercando a Solomon, solo para decir unas cuantas palabras antes de dar mi veredicto final.
Por esta vez creere en sus palabras senador, y en la voz de la princesa de Roma, lydia, a la cual, y siendo de sangre real podre creerle, y concuerdo con usted, si la reyna de Egipto a rebasado su autoridad como para manipular a un ciudadano romano, es preciso cancelar toda relacion con ella y sus tierras, tenemos que hacernos de su reino a la fuerza, mas de su trigo antes de que sigan provocando mas estragos...respire mientras aun tragaba saliva...Por el reinado de Roma.
Me levante para dar ahora mi punto de vista, varias firmas ya se hacian presentes e un pergamino que estaba en una de las mesas del lugar, como pude me fui acercando a Solomon, solo para decir unas cuantas palabras antes de dar mi veredicto final.
Por esta vez creere en sus palabras senador, y en la voz de la princesa de Roma, lydia, a la cual, y siendo de sangre real podre creerle, y concuerdo con usted, si la reyna de Egipto a rebasado su autoridad como para manipular a un ciudadano romano, es preciso cancelar toda relacion con ella y sus tierras, tenemos que hacernos de su reino a la fuerza, mas de su trigo antes de que sigan provocando mas estragos...respire mientras aun tragaba saliva...Por el reinado de Roma.
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Re: Recamaras del Senado
Ya tiempo había pasado, más que suficiente como para dar por concluida la victoria de Solomon, quien a buena fortuna había logrado que el miedo pudiera más que la razón. Su mirada persistia en la frialdad demostrara desde su regreso, no pensaba demostrar más que neutralidad absoluta, solo despego sus ojos puestos en el frontis de la pared del frente cuando escucho al senador Eurias anunciar la culminación de la votación.
Espere...
Dijo otro senador anciano, quien recordaba que aun existia alguien que no había votado, el propio Solomon. El senador hizo mutis y relajado avanzo para poner sobre un caliz plateado la opción que tanto había buscado. Luego de eso vino un conteo de los pros y contras, era caso inutil pues desde ya se sabía la resolución, el tratado de paz con Egipto era anulado por amplia mayoria.
Y, ahora...¿? sin el emperador, podremos adjudicarnos la postestad?!
Muchos dudaron en levantar el brazo, no se recordaba un caso similiar hacía decadas, solo existia un precedente, el cual ocurrio en la era oscura vivida por los padres de los actuales principes. Solomon nuevamente se levanto del sitio que le correspondia...
Estos son casos excepcionales, no creo que debamos poner todo este peso bajo Vergilius u Octavius, nuestro deber señores es la de salvaguarda Roma, solo tenemos que pasar por encima del ejecutivo, y solo consultar a la emperatriz...
Algunos recelosos vieron con cierta malicia al senador quien poco caso les hacía.
En todo caso, ire ahora mismo al palacio, pero la opinion de Diva no cambiara las cosas o si señores?...Ocultaremos estos detalles a los generales, somos la segunda fuerza al mando de este país y nuestro deber y el de ellos es salvaguardar Roma.
Solomon se acerco al edicto, algunos pensaron que lo tomaria, y si, lo hizo, pensando en el poder que llevaba en manos.
Senador Eurias, estimado...favor guardelo bien. Ahora mismo parto.
Entonces Solomon hizo entrega del manuscrito firmado y sellado por todos los mienbros del senado y partio rapidamente, montando a su corcel desaparecio de la vista en poco tiempo rumbo al palacio.
Espere...
Dijo otro senador anciano, quien recordaba que aun existia alguien que no había votado, el propio Solomon. El senador hizo mutis y relajado avanzo para poner sobre un caliz plateado la opción que tanto había buscado. Luego de eso vino un conteo de los pros y contras, era caso inutil pues desde ya se sabía la resolución, el tratado de paz con Egipto era anulado por amplia mayoria.
Y, ahora...¿? sin el emperador, podremos adjudicarnos la postestad?!
Muchos dudaron en levantar el brazo, no se recordaba un caso similiar hacía decadas, solo existia un precedente, el cual ocurrio en la era oscura vivida por los padres de los actuales principes. Solomon nuevamente se levanto del sitio que le correspondia...
Estos son casos excepcionales, no creo que debamos poner todo este peso bajo Vergilius u Octavius, nuestro deber señores es la de salvaguarda Roma, solo tenemos que pasar por encima del ejecutivo, y solo consultar a la emperatriz...
Algunos recelosos vieron con cierta malicia al senador quien poco caso les hacía.
En todo caso, ire ahora mismo al palacio, pero la opinion de Diva no cambiara las cosas o si señores?...Ocultaremos estos detalles a los generales, somos la segunda fuerza al mando de este país y nuestro deber y el de ellos es salvaguardar Roma.
Solomon se acerco al edicto, algunos pensaron que lo tomaria, y si, lo hizo, pensando en el poder que llevaba en manos.
Senador Eurias, estimado...favor guardelo bien. Ahora mismo parto.
Entonces Solomon hizo entrega del manuscrito firmado y sellado por todos los mienbros del senado y partio rapidamente, montando a su corcel desaparecio de la vista en poco tiempo rumbo al palacio.
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Re: Recamaras del Senado
Bien solomon, al enos algo haces despues de haber estado ausente todo este tiempo, pero mi duda seria, que hara un senador contra todo el imperio, contra los hermanos herederos de la corona pero bah, siempre habia sido lo mismo con ese senador, problemas contra la familia, incluso ahora no sabia de que correria peligro, estaba haciendo solo el trabajo, confiando apenas en las firmas que estaba en su poder, podria ser solo un grupo que estuviera con el, pero habia escuchado los rumores de que el estaba favorecido por la emperatriz, Diva, la que alguna vez le habia hecho frente, pero eso solo eran pensamientos viejos y obsoletos, por ahora no me importaba lo que el cuerpo humano que te nia hiciera o tuviera un rango en Roma, igual pensaba acabar con todos los demas terrenos, aunque los hermanos, Hades y Poseidon no se hicieran presente, puesto que aun no sentia su cosmos, todos los demas dioses andaban durmiendo, y solo unos cuantos estabamos ya al pendiente.
Sonrei mientras mi mano derecha tomaba mi cabello para hacerlo hacia atras, la mueca de sonrisa pronto se vio en coraje, pero rapidamente al pensar en lo que caeria solomon, volvi a una tranquilidad plena, ahora solo me interesaba salir de ahi, todos al igual que yo, ya estaban encaminados hacia el pasillo, y ahora tenia que haber algo mas bueno por hacer.
Sonrei mientras mi mano derecha tomaba mi cabello para hacerlo hacia atras, la mueca de sonrisa pronto se vio en coraje, pero rapidamente al pensar en lo que caeria solomon, volvi a una tranquilidad plena, ahora solo me interesaba salir de ahi, todos al igual que yo, ya estaban encaminados hacia el pasillo, y ahora tenia que haber algo mas bueno por hacer.
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Re: Recamaras del Senado
Soldado mensajero - administrador del senado
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Al recinto del senado llego un soldado el cual llevaba un papel en sus manos, este se presento ante los administradores del senado, quienes lo miraron con curiosidad ya que era extraño ver a un soldado por tales sitios y mas de la guardia pretoriana si este no acompañaba a un importante político o a un miembro de la familia real, el chico de cabellos cafes y ojos del mismo color entrego la carta a uno de los ancianos, quien la leyó y frunció una ceja como si no entendiese lo que esta quería comunicar, aquel hombre mayor coloco su mano en su barbilla y miro con escepticismo al joven.
- Quien lo ordena es el general Talos Almenara, líder de la dieciseisava legion y actual combatiente en Persia, se ha presentado en Castrum con noticias del frente, por lo que ha ordenado una reunión de ultima hora en el senado el dia de hoy –
El anciano llamo a uno de los muchachos que estaban ordenando el recinto.
- Manda a buscar a todos los senadores, reunión de urgencia de carácter obligatorio, un comunicado proveniente de Persia, del emperador, muévete muchacho! –
El soldado se retiro de aquel recinto, seria un dia ajetreado y no solo en el senado en Roma entera, pero eso seria algo que debía enfrentar solo un hombre: el general Talos.
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Al recinto del senado llego un soldado el cual llevaba un papel en sus manos, este se presento ante los administradores del senado, quienes lo miraron con curiosidad ya que era extraño ver a un soldado por tales sitios y mas de la guardia pretoriana si este no acompañaba a un importante político o a un miembro de la familia real, el chico de cabellos cafes y ojos del mismo color entrego la carta a uno de los ancianos, quien la leyó y frunció una ceja como si no entendiese lo que esta quería comunicar, aquel hombre mayor coloco su mano en su barbilla y miro con escepticismo al joven.
- Quien lo ordena es el general Talos Almenara, líder de la dieciseisava legion y actual combatiente en Persia, se ha presentado en Castrum con noticias del frente, por lo que ha ordenado una reunión de ultima hora en el senado el dia de hoy –
El anciano llamo a uno de los muchachos que estaban ordenando el recinto.
- Manda a buscar a todos los senadores, reunión de urgencia de carácter obligatorio, un comunicado proveniente de Persia, del emperador, muévete muchacho! –
El soldado se retiro de aquel recinto, seria un dia ajetreado y no solo en el senado en Roma entera, pero eso seria algo que debía enfrentar solo un hombre: el general Talos.
Talos- Juez del Inframundo
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Re: Recamaras del Senado
TOMO V: **La espada del dios de la guerra**
Capitulo 3: Camino de Verdad
Capitulo 3: Camino de Verdad
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Solomon
Pensamientos
El trayecto bajo el sofocante sol de aquella extraña mañana había sido para Solomon un pequeño inconveniente, lejos de la fama que poseían los senadores, bien ganada por cierto, de ser delicados y quisquillosos. Sus pies tocaban una vez más el mármol de aquella estructura mítica y simbólica de lo que significa Roma para él.
Diva, no interesa si te menosprecias a ti misma por no saber cómo derrotar a tu hermana, en nombre de lo que una vez sentí por ti, te regalare su cabeza.
Su mirada triste y paso suave le daba gran solemnidad a su porte, parecía tan orgulloso de sus actos, pero no lo estaba, es más, comenzaba a odiarse a si mismo, aun no lo entendía, pero haría aquel regalo a la mujer que poco antes ya le había demostrado con intereses su traición. Las puertas del senado andaban abiertas de par en par y ya algunos llegaban, la hora del anuncio se acercaba.
Te devolveré tu estatus, para luego servirme de tu propia sangre, cabeza por cabeza, un regalo para ti, una última gracia de parte mía para con una mujer que se gano con intereses su declive, su propia sentencia de muerte...todo eso lo hare amor mío.
Su pensamiento era irracional y enfermizo, pero estaba harto de luchar contra el designio de su destino.
Entrando saludo con total normalidad al senador Eurias quien dirigía como de costumbre el senado, sentándose en su sitio esperaría el mensaje del tal general, para luego él mismo dictar lo que ya daba por hecho, Diva no se interpondría en sus planes.
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Re: Recamaras del Senado
Narracion de Talos a los senadores
Palabras de Talos
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El senado, era el sitio designado para que los dirigentes de Roma tomaran las desiciones mas importantes sobre la dirección que debía tomar el imperio, un claustro destinado a la discusión, a la exposición de ideas y problemas en búsqueda de tan solo un objetivo: el bien común. Aquel sitio formado por columnas de mármol, finos pisos de granito, adornos en oro, puertas hechas de la mas fina madera albergaba a quienes eran los padres de una ciudad, de un imperio. Era cierto que el poder del emperador estaba por encima del senado, pero en ciertas ocasiones este llegaba a tener el mismo protagonismo que el regente del imperio, pero esta vez ni siquiera el senado podía parar una revolución que un general, el hombre que llevaba la voz de la mas grande y poderosa fuerza militar que alguna vez el mundo haya conocido, porque de alguna forma, Roma se había perdido en si misma y necesitaba recordar el motivo por el que era el imperio mas grande del planeta.
El general observo por unos instantes la entrada del senado, suspiro profundamente mientras ordenaba a la caravana que traia el cuerpo del emperador que le siguiera, es verdad que lo que iba a hacer de cierto modo era difícil, mas no imposible, debía causar el impacto necesario para que tal acción fuese posible.
En las cámaras del senado apareció el general romano, Talos Almenara era un hombre de 1:90 m de estatura, su contextura física era la propia de un soldado bien entrenado, su rostro marcaba una seriedad absoluta y no dejaba lugar a que se pensara que por su edad seria débil e inmaduro, todo lo contrario inspiraba madurez y respeto, un sentimiento que muy pocos miembros del ejercito inspiraban, solo una elite de generales tenían esa aceptación por parte del pueblo y del senado, sus cabellos eran plateados y cortos brillaban con los rayos de luz que se colaban por las ventanas, sus ojos se posaban en la nada sin fijarse en algun senador o demostrar algun sentimiento, llevaba su traje de general aquella reconocida placa que cubria su pecho como protección adornada con figuras de águilas y laureres que hacían referencia a la gloria y la victoria, el resto de su armadura que hacia juego con tal imponente pieza y una capa de color rojito que ondeaba con las ligeras brisas que entraban al recinto. El general ingreso solo a la cámara de los senadores, los soldados que traian el cuerpo del emperador ya sabían en que momento debían ingresar al recinto, no por nada Talos era considerado uno de los mejores estrategas de Roma y esta, era una batalla mas.
Antes de que ingresara aquel joven los senadores charlaban animadamente los unos con los otros pero su arribo causo un total silencio mientras aquellos hombres posaban sus ojos examinando al recién llegado como buitres sobre un pedazo de alimento, analizando algun fallo, pero el general no demostraba nada en sus acciones, ni miedos , ni titubeos.
- Senadores Romanos, ante ustedes el General líder de la dieciseisava legion, Talos Almenara, estratega personal del emperador del sacro imperio romano y uno de los cinco elegidos para ir junto con el Cesar en la conquista de la tan esquiva Persia. Luego de las presentaciones necesarias y de mis respetos ante ustedes, ire al grano señores…. Las noticias belicas provenientes desde el frente son optimistas, pero la verdadera noticia concerniente a Roma no es mas que una desgracia…. El emperador ha muerto.-
A medida que las palabras del general se iban acercando a la terrible noticia de la muerte del líder del imperio, en las escaleras del senado aparecían soldados quienes iban formando una calle de honor a lado y lado de las mismas, luego cargado por seis soldados, un cofre de madera con una bandera encima que tenia bordado el símbolo del Cesar aparecia ante la mirada atónita de los senadores quienes empezaron a murmurar y alegar entre ellos preguntándose con desesperación el futuro del imperio, quien seria el emperador, como había muerto y si acaso era eso una broma. Los soldados caminaron hasta el centro del senado, un par de sirvientes colocaron unos soportes para colocar el féretro en medio de todo el recinto, los hombres se quedaron en las esquinas como protectores del cuerpo. El general levanto su mano derecha pidiendo silencio para responder las dudas que los senadores tenían en esos momentos.
-Por dos dias se habia "firmado" una invisible paz, ya que los combates habian cesado, los generales y el emperador en consejo de guerra planeaban sus estrategias, habia un punto vital en el ejercito Persa que debia ser atacado rapidamente para reducir considerablemente su poder militar, se trataba de realizar un ataque a un campamento donde estaban los refuerzos y proveian a las tropas en batalla, ese plan fue ideado por mi, en base de un dedicado estudio y el espionaje al ejercito Persa, el plan eran sencillo, mientras yo me encargaba de ese campamento, las tropas romanas crearian una distraccion para el ejercito principal.
La ejecucion del plan fue perfecta, todo un triunfo para Roma y para su ejercito... pero...
El dia estaba muriendo, marchaba con una risa de satisfaccion en mi rostro, acaso podia pedir mas?... en unos dias Persia perderia ante el Imponente poder de Roma... gracias a mi... a mis planes de batalla... cuando todo esto terminara seria el general mas exaltado en toda Roma... la gloria seria mia, las bajas en mis hombres eran insignificantes en cambio, todo el poder de Roma habia vuelto trizas aquel campamento.
Entre al campamento base de las legiones, los soldados nos felicitaban aplaudian nuestra brillante actuacion, ellos tambien lo habian hecho perfectamente, la distraccion habia sido un exito y hasta en unas cuantas horas los persas se darian cuenta de sus verdaderas perdidas, pero cuando llegue a donde se encontraban los mas altos rangos del ejercito... las caras de alegria cambiaban repentinamente por caras de tristeza y devastacion
¿Que sucedia? que podia opacar una victoria que nos acercaba aun mas a la conquista de nuestros enemigos? Pues... solo una cosa y la peor cosa que podia ocurrir en estos momentos, los generales que luchaban a mi lado no eran capaces de mirarme a los ojos, estaban desechos, hasta cuando uno se me acerco, me hizo sentar y me lo dijo
- Talos.... el emperador, ha muerto por un infarto - exclamo con tristeza total en su voz
Quede en shock, no lo podia creer... acaso era un sueño?, el hombre que habia convertido a Roma en el basto imperio que era, el gobernante que era considerado como un dios... inmortal... habia fallecido, era el peor golpe animico para las tropas... para los generales... para toda Roma!
Y ahora que podiamos hacer? Seguir viviendo... era lo unico, un nuevo hombre se encargaria de cargar el futuro de Roma sobre sus hombros... era el momento de buscar a un nuevo emperador y de seguir en la lucha por la gloria de Roma
Fue algo dificil comentarle a las tropas lo que habia ocurrido, asi que se tomaron las precausiones necesarias para evitar enfrentamientos con los persas y cuidar nuestras defensas, el golpe animico seria algo de lo que no se repondrian tan facilmente pero debian hacerlo, estabamos en mitad de una guerra.
Alguien deberia encargarse de llevar la noticia a Roma, comunicarlo a la familia real para que realizen los proparativos del funeral, los generales decidieron enviarme... y asi era como habia comenzado mi viaje hacia la capital del imperio a comentar una noticia que devastaria el corazon de cada orgulloso romano.
- Debo admitirlo, la noticia de su muerte fue algo totalmente sorpresivo, nunca esperamos que muriera, ni mucho menos por un paro cardiaco tal y como lo dictaminaron los médicos reales, siendo un hombre que a pesar de su edad mantenía una vitalidad de un adulto en su edad media, siendo capaz de liderar un ejercito de tal magnitud, pero señores, mi misión no solo consiste en traerles a ustedes y al pueblo romano tan lamentables noticias… mi misión, también consiste en abrirles los ojos y devolverle a Roma la gloria que alguna vez tuvo, antes de que una maligna mujer… mejor una sucia rata a punta de mentiras y engaños, que esta sentada en el trono de Roma empezara a diluir ese sueño–
El general cerro los ojos y suspiro con pesadez, esperaba que los senadores digirieran la noticia de la muerte del emperador para seguir con su discurso, mientras tanto un grupo de soldados se encontraban reforzando la seguridad del senado, estando listos ante cualquier ataque que pudiese propiciarse hacia el general desde cualquier rango.
Palabras de Talos
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El senado, era el sitio designado para que los dirigentes de Roma tomaran las desiciones mas importantes sobre la dirección que debía tomar el imperio, un claustro destinado a la discusión, a la exposición de ideas y problemas en búsqueda de tan solo un objetivo: el bien común. Aquel sitio formado por columnas de mármol, finos pisos de granito, adornos en oro, puertas hechas de la mas fina madera albergaba a quienes eran los padres de una ciudad, de un imperio. Era cierto que el poder del emperador estaba por encima del senado, pero en ciertas ocasiones este llegaba a tener el mismo protagonismo que el regente del imperio, pero esta vez ni siquiera el senado podía parar una revolución que un general, el hombre que llevaba la voz de la mas grande y poderosa fuerza militar que alguna vez el mundo haya conocido, porque de alguna forma, Roma se había perdido en si misma y necesitaba recordar el motivo por el que era el imperio mas grande del planeta.
El general observo por unos instantes la entrada del senado, suspiro profundamente mientras ordenaba a la caravana que traia el cuerpo del emperador que le siguiera, es verdad que lo que iba a hacer de cierto modo era difícil, mas no imposible, debía causar el impacto necesario para que tal acción fuese posible.
En las cámaras del senado apareció el general romano, Talos Almenara era un hombre de 1:90 m de estatura, su contextura física era la propia de un soldado bien entrenado, su rostro marcaba una seriedad absoluta y no dejaba lugar a que se pensara que por su edad seria débil e inmaduro, todo lo contrario inspiraba madurez y respeto, un sentimiento que muy pocos miembros del ejercito inspiraban, solo una elite de generales tenían esa aceptación por parte del pueblo y del senado, sus cabellos eran plateados y cortos brillaban con los rayos de luz que se colaban por las ventanas, sus ojos se posaban en la nada sin fijarse en algun senador o demostrar algun sentimiento, llevaba su traje de general aquella reconocida placa que cubria su pecho como protección adornada con figuras de águilas y laureres que hacían referencia a la gloria y la victoria, el resto de su armadura que hacia juego con tal imponente pieza y una capa de color rojito que ondeaba con las ligeras brisas que entraban al recinto. El general ingreso solo a la cámara de los senadores, los soldados que traian el cuerpo del emperador ya sabían en que momento debían ingresar al recinto, no por nada Talos era considerado uno de los mejores estrategas de Roma y esta, era una batalla mas.
Antes de que ingresara aquel joven los senadores charlaban animadamente los unos con los otros pero su arribo causo un total silencio mientras aquellos hombres posaban sus ojos examinando al recién llegado como buitres sobre un pedazo de alimento, analizando algun fallo, pero el general no demostraba nada en sus acciones, ni miedos , ni titubeos.
- Senadores Romanos, ante ustedes el General líder de la dieciseisava legion, Talos Almenara, estratega personal del emperador del sacro imperio romano y uno de los cinco elegidos para ir junto con el Cesar en la conquista de la tan esquiva Persia. Luego de las presentaciones necesarias y de mis respetos ante ustedes, ire al grano señores…. Las noticias belicas provenientes desde el frente son optimistas, pero la verdadera noticia concerniente a Roma no es mas que una desgracia…. El emperador ha muerto.-
A medida que las palabras del general se iban acercando a la terrible noticia de la muerte del líder del imperio, en las escaleras del senado aparecían soldados quienes iban formando una calle de honor a lado y lado de las mismas, luego cargado por seis soldados, un cofre de madera con una bandera encima que tenia bordado el símbolo del Cesar aparecia ante la mirada atónita de los senadores quienes empezaron a murmurar y alegar entre ellos preguntándose con desesperación el futuro del imperio, quien seria el emperador, como había muerto y si acaso era eso una broma. Los soldados caminaron hasta el centro del senado, un par de sirvientes colocaron unos soportes para colocar el féretro en medio de todo el recinto, los hombres se quedaron en las esquinas como protectores del cuerpo. El general levanto su mano derecha pidiendo silencio para responder las dudas que los senadores tenían en esos momentos.
-Por dos dias se habia "firmado" una invisible paz, ya que los combates habian cesado, los generales y el emperador en consejo de guerra planeaban sus estrategias, habia un punto vital en el ejercito Persa que debia ser atacado rapidamente para reducir considerablemente su poder militar, se trataba de realizar un ataque a un campamento donde estaban los refuerzos y proveian a las tropas en batalla, ese plan fue ideado por mi, en base de un dedicado estudio y el espionaje al ejercito Persa, el plan eran sencillo, mientras yo me encargaba de ese campamento, las tropas romanas crearian una distraccion para el ejercito principal.
La ejecucion del plan fue perfecta, todo un triunfo para Roma y para su ejercito... pero...
El dia estaba muriendo, marchaba con una risa de satisfaccion en mi rostro, acaso podia pedir mas?... en unos dias Persia perderia ante el Imponente poder de Roma... gracias a mi... a mis planes de batalla... cuando todo esto terminara seria el general mas exaltado en toda Roma... la gloria seria mia, las bajas en mis hombres eran insignificantes en cambio, todo el poder de Roma habia vuelto trizas aquel campamento.
Entre al campamento base de las legiones, los soldados nos felicitaban aplaudian nuestra brillante actuacion, ellos tambien lo habian hecho perfectamente, la distraccion habia sido un exito y hasta en unas cuantas horas los persas se darian cuenta de sus verdaderas perdidas, pero cuando llegue a donde se encontraban los mas altos rangos del ejercito... las caras de alegria cambiaban repentinamente por caras de tristeza y devastacion
¿Que sucedia? que podia opacar una victoria que nos acercaba aun mas a la conquista de nuestros enemigos? Pues... solo una cosa y la peor cosa que podia ocurrir en estos momentos, los generales que luchaban a mi lado no eran capaces de mirarme a los ojos, estaban desechos, hasta cuando uno se me acerco, me hizo sentar y me lo dijo
- Talos.... el emperador, ha muerto por un infarto - exclamo con tristeza total en su voz
Quede en shock, no lo podia creer... acaso era un sueño?, el hombre que habia convertido a Roma en el basto imperio que era, el gobernante que era considerado como un dios... inmortal... habia fallecido, era el peor golpe animico para las tropas... para los generales... para toda Roma!
Y ahora que podiamos hacer? Seguir viviendo... era lo unico, un nuevo hombre se encargaria de cargar el futuro de Roma sobre sus hombros... era el momento de buscar a un nuevo emperador y de seguir en la lucha por la gloria de Roma
Fue algo dificil comentarle a las tropas lo que habia ocurrido, asi que se tomaron las precausiones necesarias para evitar enfrentamientos con los persas y cuidar nuestras defensas, el golpe animico seria algo de lo que no se repondrian tan facilmente pero debian hacerlo, estabamos en mitad de una guerra.
Alguien deberia encargarse de llevar la noticia a Roma, comunicarlo a la familia real para que realizen los proparativos del funeral, los generales decidieron enviarme... y asi era como habia comenzado mi viaje hacia la capital del imperio a comentar una noticia que devastaria el corazon de cada orgulloso romano.
- Debo admitirlo, la noticia de su muerte fue algo totalmente sorpresivo, nunca esperamos que muriera, ni mucho menos por un paro cardiaco tal y como lo dictaminaron los médicos reales, siendo un hombre que a pesar de su edad mantenía una vitalidad de un adulto en su edad media, siendo capaz de liderar un ejercito de tal magnitud, pero señores, mi misión no solo consiste en traerles a ustedes y al pueblo romano tan lamentables noticias… mi misión, también consiste en abrirles los ojos y devolverle a Roma la gloria que alguna vez tuvo, antes de que una maligna mujer… mejor una sucia rata a punta de mentiras y engaños, que esta sentada en el trono de Roma empezara a diluir ese sueño–
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Talos- Juez del Inframundo
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Re: Recamaras del Senado
TOMO V: **La espada del dios de la guerra**
Capitulo 3: Camino de Verdad
Capitulo 3: Camino de Verdad
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Solomon
Pensamientos
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Aun con algunos puestos vacios en el pleno, la hora pactada había caído, la expectativa creció entre los hombres al momento que apareció por las escalinatas de entrada la figura de un hombre con ropas muy distintas al de los senadores, un general, cosa extrañamente vista, pues, aquellos jóvenes expertos en el arte de matar odiaban la lectura, las artes y las discusiones usuales del senado.
Ellos pertenecían al castrum, sede sagrada de sus juegos sangrientos y orgias dedicadas a Ares y Eros. Quizás su semblante resultaba tan común como de cualquier adonis perfecto de aquellos cuarteles, sin embargo, existía una razón por la cual, todos los senadores, incluyendo a Solomon lo reconocieron al instante.
Talos
Esa razón era la misma que llevaba a roma intentar una incursión en Egipto...El emperador y Persia. Pues, Talos pertenecía a la elite militar que llevo consigo el esposo de Diva en su gran campaña en contra de aquel terrible enemigo. La sola presencia de aquel que llevaba los mismos estandartes de honor y gloria que el desaparecido Archer solo presagiaba lo peor. El general no tardo mucho en hablar, era concreto, firme, típicas cualidades de su estirpe.
El emperador, rey de reyes estaba muerto, al fin llegaba el anuncio de algo que Solomon ya daba por hecho. La gente perdía la compostura, hasta el anciano sabio, el resultaba ser el único bicho raro que permaneció tan frio y calmo.
Finalmente paso, como pensar que resultaría victorioso, las nubes rojas resultaron una advertencia de la sangre que correría y empañaría a esta gran nación. Como es posible que Diva...?...que aun no entienda su pobre situación.
El nombre de Selene pasaba por su frente, el senador estaba seguro que el general Talos ocultaba algo, aun cuando existiesen testigos, como el doctor al que hacía mención, después de todo lo que había presenciado, ya nada le sorprendería. Varias personas ganarían ante su muerte, todas menos Diva. Una confabulación no sería de extrañar, más aun al notar como la presencia militar aumentaba sin que ningún mentecato se diera cuenta de ello.
El cuerpo de su rey, de su dios yacía frente suyo en bandeja de plata, eso fue más que suficiente para dejarles atónitos.
Ese es el resultado de sus acciones malditos traidores, si no fuera por su estúpida decisión de pactar con el enemigo...infelices.
Solomon espero prudente aun cuando dentro era un manojo de preguntas, no debía mostrar su simpatía o antipatía por el recién llegado, después de todo, le estaba ayudando a ablandar al senado, pero debía actuar rápido antes que las cosas se le salieran de las manos. El senador se paro viendo al general, acercándose al cuerpo de su señor tío.
Su avance hacia aquel pedazo de carne fue corto, no llegando a siquiera aproximarse a menos de un metro, todos entendían que como sobrino del emperador su congoja debía ser mayor. Solomon lo sabía, aunque muy dentro suyo cosas distintas pasaran.
Cuanto te odie en el pasado, en un principio, por la muerte de mi padre, la cual ya no, ahora te entiendo, si no, por librarme de los brazos de Diva, la enfermedad llamada amor pasa por sangre, y si fue así, debería ser tu hijo y no esos dos.
Elevaba rápidamente su mano para agarrar el cuello de su toga, el cadáver ya despedía fuerte olor, a pesar del incienso vertido, Solomon suspiro brevemente para jalar con fuerza y rasgar su vestidura arrojando al suelo aquella medalla de oro que una vez se le regalo. El platillo rodo varios centímetros dejando oír un agudo sonido hasta finalmente detenerse a los pies del general.
Gloria grande al emperador!
Repitiendo casi al unisonó el coro de senadores, Solomon dejo de lado rápidamente la congoja que debió fingir por aquel sin vida, ya que estando de espaldas, solo sus gestos serían vistos por Talos y sus hombres.
Es nuestro deber honrar al hombre símbolo de esta guerra contra Persia, el emperador no solo fue mi tío, si no un ejemplo de hidalguía y coraje, que supo desde siempre superar los obstáculos de la vida.
Con hidalguía avanzo hacía el fornido general no temiendo por su vida, la cual ya valía poco para si mismo. Solo era un objeto más en defensa de Roma.
Y no creo dudar de cualquiera de estos hombres tras mío en decir que tendrá todo nuestro apoyo, existen más enemigos de los que usted y yo creemos. Por eso le solicito general, sea puntual y diga el nombre de la persona a la que cree causante de la próxima desgracia a este gran imperio.
Obviamente sabía que se trataba de Diva, aun así, algo en su corazón mostraba piedad, tratando de ganar tiempo, cosa insuficiente para salvarla.
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Re: Recamaras del Senado
- He recibido un comunicado firmando por cada uno de los generales de Persia, en el que se me indica que en los exámenes que los médicos reales realizaron al cadáver doce horas después de la muerte indicaron la prescencia de veneno, causado por plantas provenientes del Nilo las cuales pueden causar una muerte tal como un ataque cardiaco, tan solo beber una infusión de tal mortal bebida será suficiente… entonces nos preguntamos, hubo un traidor en el ejercito? Y si lo hubo y espero que hayan capturado, quien lo hubiese mandado? Les responderé por lo que yo veo señores senadores, insisto ha sido una de las cuantas trampas de la emperatriz par quedarse con Roma. Y si necesitan mas pruebas tengo un par… si quieren ir a comprobarlo mi villa fue incendiada procurando no dejar con vida a nadie presente en la casa principal donde al parecer pensaban que yo me encontraba asi mismo como la villa cambre, residencia de el ex senador Aspros sufrió la misma suerte… y esto que tiene que ver con la emperatriz? Pues bien, recientemente tuve una charla con Aspros y el primogenito y nuevo emperador de Roma, Octavius –
Sabia que todos se alterarían al escuchar tales palabras del senador quien nunca perdió la calma.
- Ah… se me fue… como escuchan senadores romanos, el emperador conoció la noticia del regreso de su querido hijo, ya que sus obligaciones en la guerra daban mas peso que a las familiares tuvo que mantenerse en Persia sin poder ver vivo a su supuestamente fallecido hijo… y me pregunto porque la noticia de su regreso se conoció en Persia hace tan solo un mes? Y el mensajero no fue enviado directamente desde palacio sino que el líder de la guardia pretoriana, Dominico, le envio? Todo estuvo absolutamente bien planeado, matar al emperador cuando el me iba a enviar de regreso a roma para traer este documento, donde le da el acceso al trono a Octavius, designándole como el heredero total del imperio –
Un soldado se acerco y trajo el papel.
- Señores senadores, han sido muy permisivos … a estas alturas Egipto no debería ser un esclavo que se arrodille ante Roma?... no creen que esa “supuesta” rivalidad entre diva y su hermana no sea mas que una distracción, como uno de los cerebros y estrategas militares mas importantes de Roma, vengo a daros un consejo y haceros una petición… es el momento de actuar… Roma debe ser dirigida por un romano, nunca por un egipcio, nunca por un barbaro, nunca por un persa… UN ROMANO! Desde cuando le tememos a nuestros vecinos… desde cuando los generales se volvieron tan mediocres que ahora ese titulo se le da a cualquier pendejo que tenga media legion? Desde cuando se mandan generales a Egipto que son ineptos e incapaces de aplastar a un grupo de soldados débiles que no conocen nuestras poderosas estrategias… desde cuando Roma se ha vuelto tan permisiva ante la corrupción y los vicios?... Senadores hubo un sueño llamado Roma que el Cesar edifico durante toda su vida al lado de muchos valientes hombres entre ellos mi padre… asi que no permitan que ese esfuerzo sea en vano… senadores… escojan bien, el futuro de Roma esta en sus manos. -
Sabia que todos se alterarían al escuchar tales palabras del senador quien nunca perdió la calma.
- Ah… se me fue… como escuchan senadores romanos, el emperador conoció la noticia del regreso de su querido hijo, ya que sus obligaciones en la guerra daban mas peso que a las familiares tuvo que mantenerse en Persia sin poder ver vivo a su supuestamente fallecido hijo… y me pregunto porque la noticia de su regreso se conoció en Persia hace tan solo un mes? Y el mensajero no fue enviado directamente desde palacio sino que el líder de la guardia pretoriana, Dominico, le envio? Todo estuvo absolutamente bien planeado, matar al emperador cuando el me iba a enviar de regreso a roma para traer este documento, donde le da el acceso al trono a Octavius, designándole como el heredero total del imperio –
Un soldado se acerco y trajo el papel.
- Señores senadores, han sido muy permisivos … a estas alturas Egipto no debería ser un esclavo que se arrodille ante Roma?... no creen que esa “supuesta” rivalidad entre diva y su hermana no sea mas que una distracción, como uno de los cerebros y estrategas militares mas importantes de Roma, vengo a daros un consejo y haceros una petición… es el momento de actuar… Roma debe ser dirigida por un romano, nunca por un egipcio, nunca por un barbaro, nunca por un persa… UN ROMANO! Desde cuando le tememos a nuestros vecinos… desde cuando los generales se volvieron tan mediocres que ahora ese titulo se le da a cualquier pendejo que tenga media legion? Desde cuando se mandan generales a Egipto que son ineptos e incapaces de aplastar a un grupo de soldados débiles que no conocen nuestras poderosas estrategias… desde cuando Roma se ha vuelto tan permisiva ante la corrupción y los vicios?... Senadores hubo un sueño llamado Roma que el Cesar edifico durante toda su vida al lado de muchos valientes hombres entre ellos mi padre… asi que no permitan que ese esfuerzo sea en vano… senadores… escojan bien, el futuro de Roma esta en sus manos. -
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