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Puerto Romano
Recuerdo del primer mensaje :
Había regresado del coliseo, la batalla había quedado a medias y todo por los deberes como miembro de la familia real. me dirigía hacia el puerto romano en un carruaje que yo mismo dirigia, con los mas finos sementales de mi villa, ambos corceles de color blanco y aquella carreta del mismo color con incrustaciones de oro y el escudo de Roma al frente, me acercaba cada vez mas al puerto del imperio romano en busca de la joven que al parecer seria huésped en mi villa (mía y de mis hermanos y que administro actualmente) durante un tiempo, no había protestado por aquel deber ya que sabia que no tenia importancia discutir por un asunto insignificante como lo era la llegada de la joven a tierras romanas. A cada paso de la carreta, la brisa salina se podía sentir mas acariciando mi rostro y haciendo que mi cabello gris ondease con él, digno de llevar a una visitante como la que arribaría en el puerto.
Luego de unos kilómetros llegue hasta el lugar que reflejaba hermosamente los rayos del aquel astro solar y reflejaba una inmencidad como la que queria alcanzar nuestro imperio, aquel ugar desde donde escoltaría a la joven que me habían dicho respondía al nombre de Lin, por lómenos tengo una escusa para no asistir a la payasada que están preparando en “honor” a Vergilius y sus “hazañas”, al finalizar mis penzamientos y luego de algunos momentos, el barco llego hasta nuestro puerto y extendió la tabla por donde Lin bajaría, estaba observando aquella entrada y salida del barco, solo en espera de la parición de la joven que de alguna forma era mi escusa perfecta ante lo que yo creía la mayor reunión de lame botas de la realeza de toda roma. Mientras la joven hacia su aparición dos líneas de con trompetistas había mandado yo a colocar a ambos lados del camino por donde Lin pasaría y adornos que habían sido enviados a colocar por los demás miembros de la nobleza para el recibimiento de la visitante. Mientras mi persona la esperaba al final del camino junto al carruaje finamente tallado y adornado, en espera de Lin.
Luego de unos kilómetros llegue hasta el lugar que reflejaba hermosamente los rayos del aquel astro solar y reflejaba una inmencidad como la que queria alcanzar nuestro imperio, aquel ugar desde donde escoltaría a la joven que me habían dicho respondía al nombre de Lin, por lómenos tengo una escusa para no asistir a la payasada que están preparando en “honor” a Vergilius y sus “hazañas”, al finalizar mis penzamientos y luego de algunos momentos, el barco llego hasta nuestro puerto y extendió la tabla por donde Lin bajaría, estaba observando aquella entrada y salida del barco, solo en espera de la parición de la joven que de alguna forma era mi escusa perfecta ante lo que yo creía la mayor reunión de lame botas de la realeza de toda roma. Mientras la joven hacia su aparición dos líneas de con trompetistas había mandado yo a colocar a ambos lados del camino por donde Lin pasaría y adornos que habían sido enviados a colocar por los demás miembros de la nobleza para el recibimiento de la visitante. Mientras mi persona la esperaba al final del camino junto al carruaje finamente tallado y adornado, en espera de Lin.
Última edición por Richard el Mar Ago 03, 2010 9:51 am, editado 1 vez
Richard- Status : Muerto y Sellado
Cantidad de envíos : 185
Re: Puerto Romano
Ni el bravo mar del norte, ni nada que pudiesele igualar pudo evitar el regreso rápido del gobernador y sus acompañantes, la tercera Legión romana, una de las más acomodadas que existían, hombres instruidos y que llevaban ya mucho tiempo en la isla británica solo llevados a la guerra contra una que otra tribu celta, nada extraordinario para un guerrero en verdad.
La puerta de su general se abrió en cuanto sonó la campana que anunciaba la llegada a costas romanas, su semblante parecía recuperado, pero como no lo habría de estar, más que por gusto, para Archer era un deber presentarse de la mejor manera posible ante las autoridades de aquel lugar.
El sol irradiaba su velo luminiscente por sobre los hombros de él y el de sus hombres, bañados por el dorado astro parecían ser seres de otro mundo, en especial su general pues su cabello cano hacia parecer sus cabellera como las llamas vivas del hijo del dios Apolo.
Los pasos rítmicos y acompasados de estos guerreros los distinguían de las otras legiones que si bien eran igualmente instruidas marcialmente, no poseían aquella elegancia y gargo propios de los que viven y vivieron toda su vida en paz. Se diría entonces que estos legionarios eran solo de adorno, casi burócratas, que se podría esperar si su general las hacía de gobernador tratado casi como rey en británica. Pero aquella primera impresión solo era una estrategia, una bien ideada por su padre.
Bien caballeros...a los caballos e ir de inmediato a Palacio.
Dijo a todo pulmón, solo hablaría una sola vez y más valiera que le hayan escuchado todos, eso desde luego incluía a Manigoldo y Kardia quienes supuestamente eran ya sus subordinados.
La puerta de su general se abrió en cuanto sonó la campana que anunciaba la llegada a costas romanas, su semblante parecía recuperado, pero como no lo habría de estar, más que por gusto, para Archer era un deber presentarse de la mejor manera posible ante las autoridades de aquel lugar.
El sol irradiaba su velo luminiscente por sobre los hombros de él y el de sus hombres, bañados por el dorado astro parecían ser seres de otro mundo, en especial su general pues su cabello cano hacia parecer sus cabellera como las llamas vivas del hijo del dios Apolo.
Los pasos rítmicos y acompasados de estos guerreros los distinguían de las otras legiones que si bien eran igualmente instruidas marcialmente, no poseían aquella elegancia y gargo propios de los que viven y vivieron toda su vida en paz. Se diría entonces que estos legionarios eran solo de adorno, casi burócratas, que se podría esperar si su general las hacía de gobernador tratado casi como rey en británica. Pero aquella primera impresión solo era una estrategia, una bien ideada por su padre.
Bien caballeros...a los caballos e ir de inmediato a Palacio.
Dijo a todo pulmón, solo hablaría una sola vez y más valiera que le hayan escuchado todos, eso desde luego incluía a Manigoldo y Kardia quienes supuestamente eran ya sus subordinados.
Archer- Cantidad de envíos : 17
Re: Puerto Romano
El viaje de vuelta a Roma había sido detestable para Manigoldo. Lo único bueno realmente había sido el tamaño de aquel barco, pues eso le había permitido perder de vista a Kardia durante todo el viaje, algo que hizo al menos el recorrido un poco más aceptable de lo común. Pero aun así, el sube y baja de las olas lo tenía ya enfermo de los nervios, siempre estar en el mismo lugar sin poder moverse, la lluvia durante el recorrido y las olas que lo había mojado, el sabor a sal en sus labios… en resumen, un asco.
Estaba realmente feliz cuando escuchó a las gaviotas que le anunciaban el puerto. Y al mismo tiempo aliviado de que dejaría de ver los rostros tristes de los marineros muertos que rodeaban aquella nave. Estaba harto de ver muerte fuera donde fuera… Le hubiese gustado entender porque podía ver cosas que la mayoría no, aunque escogiese ignorarlos, seguían estando ahí y eso lo irritaba, sobre todo sus lamentos de noche y la forma en que no lo dejaban dormir ni tener un segundo de calma.
Desembarcaron lentamente. Observaba lo señorito que eran esos hombres que había traído el general Archer consigo, vaya banda de maricas. Había visto cientos y cientos de niñitos lindos como esos caer en batalla pues solo hacían volumen en las legiones. Suspiró con ello, cuando el general se encargara de comandar la doceava legión se daría cuenta lo que eran verdaderos veteranos de guerra, gente que había matado y luchado años y años por Roma.
El general salió de su cuarto a penas se ordenó desembarcar. No lo había visto desde que estaban en Britania y se pregunto como alguien podría haber aguantado todo ese tiempo encerrado… pero no era algo que realmente le importaba. Recibió la orden de ir a palacio y eso hizo, seguir al General para dirigirse al Palacio del Cesar, lugar en que en esos tiempos estaba el General Vergilius, El veterano Octavius y la emperatriz Diva.
Estaba realmente feliz cuando escuchó a las gaviotas que le anunciaban el puerto. Y al mismo tiempo aliviado de que dejaría de ver los rostros tristes de los marineros muertos que rodeaban aquella nave. Estaba harto de ver muerte fuera donde fuera… Le hubiese gustado entender porque podía ver cosas que la mayoría no, aunque escogiese ignorarlos, seguían estando ahí y eso lo irritaba, sobre todo sus lamentos de noche y la forma en que no lo dejaban dormir ni tener un segundo de calma.
Desembarcaron lentamente. Observaba lo señorito que eran esos hombres que había traído el general Archer consigo, vaya banda de maricas. Había visto cientos y cientos de niñitos lindos como esos caer en batalla pues solo hacían volumen en las legiones. Suspiró con ello, cuando el general se encargara de comandar la doceava legión se daría cuenta lo que eran verdaderos veteranos de guerra, gente que había matado y luchado años y años por Roma.
El general salió de su cuarto a penas se ordenó desembarcar. No lo había visto desde que estaban en Britania y se pregunto como alguien podría haber aguantado todo ese tiempo encerrado… pero no era algo que realmente le importaba. Recibió la orden de ir a palacio y eso hizo, seguir al General para dirigirse al Palacio del Cesar, lugar en que en esos tiempos estaba el General Vergilius, El veterano Octavius y la emperatriz Diva.
Manigoldo- Status :
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Re: Puerto Romano
Narración - Pensamientos - Diálogo
Hace mucho tiempo que andaba rondando por las calles de Roma, aunque no sabía a donde me dirigía, en mi mente algo me decía que debía regresar a Egipto, aunque no se porque, no recordaba nada de mi pasado y de mis amigos, familia, nada, solo un nombre se mostraba borroso en mi cabeza confundida, era Selene. Yo recordaba a una joven muchacha de cabellos negros, pero no tenía idea de quien era aunque algo me decía que si la encontraba podría tener algo de información, sabía que la única forma de llegar a Egipto sería en barco asique no dude en dirigirme al puerto romano.
Iba montada en un hermoso caballo blanco que había conseguido prestado en Roma, aunque tenía dinero, no era lo suficiente como para comprar animales, por lo que tuve suerte al encontrarlo. Llegando a la playa, ya podía verse el agua cristalina, algo alborotada por el viento fuerte que corría. Detuve al animal y me bajé, comencé a mirar en todas direcciones, pues no tenía barco ni nada para viajar. Pero de pronto vi a un hombre que estaba limpiando su barco, era algo viejo, podía notarse en la madera, pero el señor se veía amable, asique decidí acercarme.
-Disculpe, necesito hacer un viaje hasta Egipto, pero no hay nadie que pueda acompañarme, me preguntaba si usted puede hacer ese viaje para llevarme.- Dije con una voz suave y amable, luego saqué unas cuantas monedas de oro y se las mostré. -Le pagaré bien si me hace el favor...- Decía mientras mantenía mi mano estirada con las monedas en ella, de pronto el hombre me respondió.
-Claro, jovencita, mi deber es hacer favores a la gente que no tiene como viaja, adelante, sube al transporte.- Me dijo mostrando una sonrisa.
Entonces yo puse las monedas en su mano y me adentré en el barco. Mientras iba subiendo lo miré por sobre mi hombro y dije por último -Gracias.- Entonces el señor subió al móvil y acomodó unas cosas, yo no sabía muy bien lo que hacía entonces me senté a esperar hasta que por fin el barco partía hacia las tierras que deseaba llegar.
Hace mucho tiempo que andaba rondando por las calles de Roma, aunque no sabía a donde me dirigía, en mi mente algo me decía que debía regresar a Egipto, aunque no se porque, no recordaba nada de mi pasado y de mis amigos, familia, nada, solo un nombre se mostraba borroso en mi cabeza confundida, era Selene. Yo recordaba a una joven muchacha de cabellos negros, pero no tenía idea de quien era aunque algo me decía que si la encontraba podría tener algo de información, sabía que la única forma de llegar a Egipto sería en barco asique no dude en dirigirme al puerto romano.
Iba montada en un hermoso caballo blanco que había conseguido prestado en Roma, aunque tenía dinero, no era lo suficiente como para comprar animales, por lo que tuve suerte al encontrarlo. Llegando a la playa, ya podía verse el agua cristalina, algo alborotada por el viento fuerte que corría. Detuve al animal y me bajé, comencé a mirar en todas direcciones, pues no tenía barco ni nada para viajar. Pero de pronto vi a un hombre que estaba limpiando su barco, era algo viejo, podía notarse en la madera, pero el señor se veía amable, asique decidí acercarme.
-Disculpe, necesito hacer un viaje hasta Egipto, pero no hay nadie que pueda acompañarme, me preguntaba si usted puede hacer ese viaje para llevarme.- Dije con una voz suave y amable, luego saqué unas cuantas monedas de oro y se las mostré. -Le pagaré bien si me hace el favor...- Decía mientras mantenía mi mano estirada con las monedas en ella, de pronto el hombre me respondió.
-Claro, jovencita, mi deber es hacer favores a la gente que no tiene como viaja, adelante, sube al transporte.- Me dijo mostrando una sonrisa.
Entonces yo puse las monedas en su mano y me adentré en el barco. Mientras iba subiendo lo miré por sobre mi hombro y dije por último -Gracias.- Entonces el señor subió al móvil y acomodó unas cosas, yo no sabía muy bien lo que hacía entonces me senté a esperar hasta que por fin el barco partía hacia las tierras que deseaba llegar.
Jezzara- Reino : Santuario de Athena
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Re: Puerto Romano
Estuve vagando un largo rato por las calles pensando que debería de hacer si quédame en Roma o ir a Egipto ya que un extraño sentimiento me a estado invadiendo dejándome intranquilo y que tal vez solo se me quitaría si me embarcaba en un viaje a Egipto donde de seguro encontraría las respuestas a estos presentimientos que no me dejaban en paz.
Mire la costa y observe que un barco se encontraba apunto de zarpar me acerque para preguntarles a donde se dirigían.-Disculpe a donde se dirigen.-le pregunte a un hombre que cargaba el barco con barriles.-Al las costas de Egipto.-Mi rostro se mostro alegre ya que podía aprovechar el barco si me permitían subir.-Me dejarían subir es que necesito ir a Egipto.-Se me quedo viendo con extrañeza pero solo se dio la vuelta diciendo sin mirarme y seguido de un suspiro. -Apresúrate y sube pero procura no ser un estorbo.-Me sorprendió pero igual acepte ya que tenia que averiguar que pasaba.-Gracias por dejarme subir y no seré un estorbo.-Dije mientras abordaba el barco.
Al subir procure ponerme en un lugar donde no estorbara mientras me recargaba en la orilla del barco mientras Guren miraba con curiosidad el lugar, yo miraba el como nos alejábamos del puerto con algo de nostalgia ya que dejaría el que era mi hogar, no importaba que en realidad fuera un egipcio este fue mi hogar por mucho tiempo después de todo…
Mire la costa y observe que un barco se encontraba apunto de zarpar me acerque para preguntarles a donde se dirigían.-Disculpe a donde se dirigen.-le pregunte a un hombre que cargaba el barco con barriles.-Al las costas de Egipto.-Mi rostro se mostro alegre ya que podía aprovechar el barco si me permitían subir.-Me dejarían subir es que necesito ir a Egipto.-Se me quedo viendo con extrañeza pero solo se dio la vuelta diciendo sin mirarme y seguido de un suspiro. -Apresúrate y sube pero procura no ser un estorbo.-Me sorprendió pero igual acepte ya que tenia que averiguar que pasaba.-Gracias por dejarme subir y no seré un estorbo.-Dije mientras abordaba el barco.
Al subir procure ponerme en un lugar donde no estorbara mientras me recargaba en la orilla del barco mientras Guren miraba con curiosidad el lugar, yo miraba el como nos alejábamos del puerto con algo de nostalgia ya que dejaría el que era mi hogar, no importaba que en realidad fuera un egipcio este fue mi hogar por mucho tiempo después de todo…
Arone- Caballeros Dorados
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Re: Puerto Romano
Después de haber viajado por unas cuantas horas en ese barco casi llegábamos a Roma, esas horas me sirvieron para recobrar un poco de energía durmiendo ya que prácticamente me quede despierto un día entero, pero durante ese sueño tuve visiones diferentes a las que normalmente tengo que tratan de destrucción y caos por doquier pero esta vez no sino que fue muy diferente, en el mire una extraña mujer de cabellos rojos en una especie de templo bajo una gran estatua rodeada de personas con un ropaje dorado.
Ahí se podía respirar una gran tranquilidad incluso llegue a confundir esa visión con la realidad como si me encontrara en ese lugar.-Sera acaso un sueño o una visón…-no sabia distinguir que era pero durante el transcurso de tiempo que duro me sentí tranquilo y cómodo como si ninguna de las antiguas visiones que tuve solo fueran un mal sueño del cual acababa de despertar, no se podía compara a nada que conociera todo en ese lugar parecía realmente vivo, al mirar al alrededor mire a Edward y al hombre que lo acompañaba portando ese extraño ropaje dorado.
Todo se comenzaba a tornar blanco significando que era el final de esa visión pero solo dejándome escuchar un nombre antes de que todo desapareciera.-Athena…-al escuchar eso la visión termino pero antes de despertar escuche una voz familiar.-Que aras si tu primo es nuestro enemigo, el enemigo de la diosa a quien protegerás…-esta vez terminando el sueño al escuchar esa voz, me preguntaba que habrá sido ese lugar, a quien le pertenecerá ese nombre y a quien tengo que proteger, de que o quien…
Al despertar note que nos encontrábamos a punto de llegar al puerto romano ya para bajar y poder regresar a casa, mirando que el sol se encontraba en su punto mas alto pensando que me libre de unas preguntas para que al regresar despertara con mas de las que me fui a Egipto, pero quizás las respuestas a estas las pueda encontrar en Roma o sino encontrar un indicio de ellas…baje del barco para caminar por la costa un momento antes de regresar a mi casa, pero al final no sabia lo que quería ver si el mar o el cielo así que me retire de la costa.
Ahí se podía respirar una gran tranquilidad incluso llegue a confundir esa visión con la realidad como si me encontrara en ese lugar.-Sera acaso un sueño o una visón…-no sabia distinguir que era pero durante el transcurso de tiempo que duro me sentí tranquilo y cómodo como si ninguna de las antiguas visiones que tuve solo fueran un mal sueño del cual acababa de despertar, no se podía compara a nada que conociera todo en ese lugar parecía realmente vivo, al mirar al alrededor mire a Edward y al hombre que lo acompañaba portando ese extraño ropaje dorado.
Todo se comenzaba a tornar blanco significando que era el final de esa visión pero solo dejándome escuchar un nombre antes de que todo desapareciera.-Athena…-al escuchar eso la visión termino pero antes de despertar escuche una voz familiar.-Que aras si tu primo es nuestro enemigo, el enemigo de la diosa a quien protegerás…-esta vez terminando el sueño al escuchar esa voz, me preguntaba que habrá sido ese lugar, a quien le pertenecerá ese nombre y a quien tengo que proteger, de que o quien…
Al despertar note que nos encontrábamos a punto de llegar al puerto romano ya para bajar y poder regresar a casa, mirando que el sol se encontraba en su punto mas alto pensando que me libre de unas preguntas para que al regresar despertara con mas de las que me fui a Egipto, pero quizás las respuestas a estas las pueda encontrar en Roma o sino encontrar un indicio de ellas…baje del barco para caminar por la costa un momento antes de regresar a mi casa, pero al final no sabia lo que quería ver si el mar o el cielo así que me retire de la costa.
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Re: Puerto Romano
Nunca pensé que visitaría tanto este puerto para partir a otro lugar, y en este momento es a un lugar que es completamente nuevo para mi y sin saber si alguno de los barcos que se encontraban en el puerto me podría llevar a el, me sentía esta vez realmente melancólico ya que dejaría por tiempo indefinido a mi hogar y familia pensaba mientras miraba las nubes que se encontraban rojizas por el atardecer.-Se que te sientes triste por dejar tu hogar pero es lo que tenemos que hacer-Lo se pero aun así es algo triste dejar nuestro hogar no crees?...-Se lo dije aunque ya sabiendo que era un espíritu este también fue su hogar mientras permaneció y permanece a mi lado.
Bueno será mejor averiguar cual de estos barcos se dirige a Grecia o que pueda pasar cerca de ahí.-al decirlo me estuve acercando a algunos barcos para preguntar cual era su rumbo.-Disculpe a donde se dirige?...-preguntaba a los que se encontraban cerca pero solo se les notaba unas cuantas muecas en el rostro y negándolo con la cabeza como diciendo que no me dejaría abordar, pregunte lo mismo en los demás barcos pero fue inútil ya que solo me daban dos respuestas que eran que no se dirigían a donde quería o que no me dejarían abordar, suspire mientras me sentaba en la arena.-Ninguno de los barcos en los cuales he preguntado se dirigen a Grecia…entonces que podremos hacer?...
No pierdas los ánimos solo seguiremos buscando un poco mas…-escuche las palabras de Guren pensando que quizás tenia razón no había razón por la cual deprimirse por solo no encontrar rápido al barco que no ayudaría para llegar a nuestro destino un destino que era compartido por mas de una persona o por lo menos eso pensaba, además esperaba encontrar en el transcurso de ese camino a personas que pudiera haber conocido antes.-Bueno sigamos…-estuve caminando por el puerto para ver si acaso encontraba un barco que si me dejara subir además de que dirigiera a donde deseaba.
Bueno será mejor averiguar cual de estos barcos se dirige a Grecia o que pueda pasar cerca de ahí.-al decirlo me estuve acercando a algunos barcos para preguntar cual era su rumbo.-Disculpe a donde se dirige?...-preguntaba a los que se encontraban cerca pero solo se les notaba unas cuantas muecas en el rostro y negándolo con la cabeza como diciendo que no me dejaría abordar, pregunte lo mismo en los demás barcos pero fue inútil ya que solo me daban dos respuestas que eran que no se dirigían a donde quería o que no me dejarían abordar, suspire mientras me sentaba en la arena.-Ninguno de los barcos en los cuales he preguntado se dirigen a Grecia…entonces que podremos hacer?...
No pierdas los ánimos solo seguiremos buscando un poco mas…-escuche las palabras de Guren pensando que quizás tenia razón no había razón por la cual deprimirse por solo no encontrar rápido al barco que no ayudaría para llegar a nuestro destino un destino que era compartido por mas de una persona o por lo menos eso pensaba, además esperaba encontrar en el transcurso de ese camino a personas que pudiera haber conocido antes.-Bueno sigamos…-estuve caminando por el puerto para ver si acaso encontraba un barco que si me dejara subir además de que dirigiera a donde deseaba.
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Re: Puerto Romano
El puerto de Roma, había sido reconstruido por infinidad de emperadores, nunca se pudo determinar un estilo final, siempre ocurrio así, los egos de las personas podian más, siempre querian dejar su marca por el mundo sin pensar en el resto. Solomon se consideraba una excepción, lo que hacía era solo por y para Roma, pudieran considerarlo malingo en el presente, pero en el futuro, una suerte de salvador. Pero los elogios y honores de la causa solo serían los frutos de su faena, debía trabajar muy duro por reconstruir lo que la peste roja había destruido y/o debilitado.
Los cimientos de la familia real crujen, estan debiles, nadie hace nada, nadie percata del peligroso juego de los dioses, quieren nuestro aniquilamiento, solo yo puedo evitarlo...nadie más es digno.
Sus pies afianzados sobre la madera blanca del barco se hacían firmes como roca solida, e temor brotaba de sus poros como el sudor ante el calor, ya todo encajaba en su espiritu, el tiempo de cambios terminaba, Roma quedaria atras, solo un instante, el necesario para devolverle su belleza y perfección, aquella misma que recordaba entre los bellos jardines junto a sus demás primos y hermanos. Por a fin de cuentas lo hacía también por ellos, aunque mal le paguen como Samantha y Richard.
El sandor esperaba tranquilo, mirando el panorama, justo en dirección de roma, quien yacia tapada por un colina cubierta por amapolas, el carruaje de Lydia apareceria exactamente en una hora, claro, solo si se atrevia a asomar valentia, aquella niña era el alfil de su tablero.
Por otro lado los piratas y hombres de mar veian con temor el fenomeno que ocurria a espaldas del joven, la luna aprecia ante la presencia del sol, algo usual, si no fuera por el color rojo del satelite, quienes se posicionaban exactamente a la misma distancia del senador.
Los cimientos de la familia real crujen, estan debiles, nadie hace nada, nadie percata del peligroso juego de los dioses, quieren nuestro aniquilamiento, solo yo puedo evitarlo...nadie más es digno.
Sus pies afianzados sobre la madera blanca del barco se hacían firmes como roca solida, e temor brotaba de sus poros como el sudor ante el calor, ya todo encajaba en su espiritu, el tiempo de cambios terminaba, Roma quedaria atras, solo un instante, el necesario para devolverle su belleza y perfección, aquella misma que recordaba entre los bellos jardines junto a sus demás primos y hermanos. Por a fin de cuentas lo hacía también por ellos, aunque mal le paguen como Samantha y Richard.
El sandor esperaba tranquilo, mirando el panorama, justo en dirección de roma, quien yacia tapada por un colina cubierta por amapolas, el carruaje de Lydia apareceria exactamente en una hora, claro, solo si se atrevia a asomar valentia, aquella niña era el alfil de su tablero.
Por otro lado los piratas y hombres de mar veian con temor el fenomeno que ocurria a espaldas del joven, la luna aprecia ante la presencia del sol, algo usual, si no fuera por el color rojo del satelite, quienes se posicionaban exactamente a la misma distancia del senador.
Solomon- Dios/a
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Re: Puerto Romano
La diosa el amor y la lujuria llegó corriendo al final al puerto, estaba llegando tarde y no iba en su carruaje, esperaba que esto no molestara al senador, porque la verdad es que ella había pasado por el palacio a perder su tiempo, pero es que era eso, o tener que esperarlo aburrida en ese lugar tan raro; una vez que la princesa de Roma llegó al barco tomó aire y subió al barco para ahora colocarse frente a su querido primo, el senador más hipócrita que ella había podido conocer luego de su padre, para decirle con un fingido tono de cariño que le salió muy bien.
-Buenas noches mi querido primo, lamento mucho si te he hecho esperar- Lydia dijo esto aunque sabía que no le había hecho esperar un carajo porque el llevaba poco tiempo en ese lugar, pero ahora eso no importaba- Será mejor que partamos de una vez si acaso no tienes a nadie más que esperar en este lugar... Pero bueno tú tomas tus decisiones- Lydia dijo esto y se puso a mirar por la borda hacia abajo atrapando su mirada en ese mar profundo e impasible, ese mar tan frío y oscuro como el hombre que amaba mucho, pero por el que ahora estaba empezando a sentir un amargo desprecio y un incontrolable asco; si las cosas seguían así ella no podría verlo jamás con buenos ojos, y eso no podía ser porque el era su primo, y por muy gusano que fuera no iba a sentir odio hacia el, eso no estaba bien.
-Mi querido primo a dónde me vas a llevar? Harás un desastre más grande que el que hizo mi padre con qúe fin?
Lydia suspiró y siguió mirando ese mar esperando la respuesta de su interlocutor, quien ahora mismo no sabía que estaba pensando, pero rogaba la diosa por el bien de el; que no fuera una estupidez demasiado grande.
-Buenas noches mi querido primo, lamento mucho si te he hecho esperar- Lydia dijo esto aunque sabía que no le había hecho esperar un carajo porque el llevaba poco tiempo en ese lugar, pero ahora eso no importaba- Será mejor que partamos de una vez si acaso no tienes a nadie más que esperar en este lugar... Pero bueno tú tomas tus decisiones- Lydia dijo esto y se puso a mirar por la borda hacia abajo atrapando su mirada en ese mar profundo e impasible, ese mar tan frío y oscuro como el hombre que amaba mucho, pero por el que ahora estaba empezando a sentir un amargo desprecio y un incontrolable asco; si las cosas seguían así ella no podría verlo jamás con buenos ojos, y eso no podía ser porque el era su primo, y por muy gusano que fuera no iba a sentir odio hacia el, eso no estaba bien.
-Mi querido primo a dónde me vas a llevar? Harás un desastre más grande que el que hizo mi padre con qúe fin?
Lydia suspiró y siguió mirando ese mar esperando la respuesta de su interlocutor, quien ahora mismo no sabía que estaba pensando, pero rogaba la diosa por el bien de el; que no fuera una estupidez demasiado grande.
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Re: Puerto Romano
Pienso
Hablo
Las útimas penumbras desaparecian, el sol, simbolo de poder y gloria nacia completamente por el horizonte dejando caer sobre cada persona y objeto su finisimo manto anaranjado, llenando de aquella sensación de plenitud y gozo a cada quien que supiera apreciar como era debido el rico amalgama cromatico del cielo. Aun viendose las últimas estrellas y aquella luna enrojecida, Solomon, bajo su rostro para ver a la de su poco querida prima, quien extrañamente lucia más rozagante de lo "normal", ni el sueño, ni siquiera la peste habria alcanzado, era radienta como el de un diosa.
Pero el joven carecia de energia, ni del entusiasmo necesario para decirselo, solo a observo detenidamente y con un beso en el reverso de la mano la recibio finalmente, justo a tiempo, pues los marinos ya anunciaban el arribo completo, el lujoso barco partia con sus pocos pero ilustres tripulantes.
Espero llegue a ella...
Pensaba mientras veia aquella joven sirvienta dandole la media vuelta, entre sus manos llevaba algo de suma importancia, una misiva para la unica persona de la cual, aun queriendo, no pudo despedirse, Diva, la emperatriz, bruja y musa que alguna vez capturo su corazón, y por respeto merecia su atención.
Diva...que cambio surgio en ti?...que hizo que nuestro lazo se cortase. Maldito Egipto, todo tiene la culpa. Pero te juro, que si regreso...yo...
Su mirar se limitaba a los verdes prados, la fertil tierra que le vio nacer, habia hecho muchos viajes en el pasado, pero, esta era la primera vez que no conocia su propio porvenir, tal vez, nunca más divisaria las viñas, a sus hermanos y por supuesto a Diva.
Lydia, me alegra que llegaras, estas segura de tu desición?...si es así, preparate, que no creo que las cosas sean tan faciles.
Hablo
Las útimas penumbras desaparecian, el sol, simbolo de poder y gloria nacia completamente por el horizonte dejando caer sobre cada persona y objeto su finisimo manto anaranjado, llenando de aquella sensación de plenitud y gozo a cada quien que supiera apreciar como era debido el rico amalgama cromatico del cielo. Aun viendose las últimas estrellas y aquella luna enrojecida, Solomon, bajo su rostro para ver a la de su poco querida prima, quien extrañamente lucia más rozagante de lo "normal", ni el sueño, ni siquiera la peste habria alcanzado, era radienta como el de un diosa.
Pero el joven carecia de energia, ni del entusiasmo necesario para decirselo, solo a observo detenidamente y con un beso en el reverso de la mano la recibio finalmente, justo a tiempo, pues los marinos ya anunciaban el arribo completo, el lujoso barco partia con sus pocos pero ilustres tripulantes.
Espero llegue a ella...
Pensaba mientras veia aquella joven sirvienta dandole la media vuelta, entre sus manos llevaba algo de suma importancia, una misiva para la unica persona de la cual, aun queriendo, no pudo despedirse, Diva, la emperatriz, bruja y musa que alguna vez capturo su corazón, y por respeto merecia su atención.
Diva...que cambio surgio en ti?...que hizo que nuestro lazo se cortase. Maldito Egipto, todo tiene la culpa. Pero te juro, que si regreso...yo...
Su mirar se limitaba a los verdes prados, la fertil tierra que le vio nacer, habia hecho muchos viajes en el pasado, pero, esta era la primera vez que no conocia su propio porvenir, tal vez, nunca más divisaria las viñas, a sus hermanos y por supuesto a Diva.
Lydia, me alegra que llegaras, estas segura de tu desición?...si es así, preparate, que no creo que las cosas sean tan faciles.
Solomon- Dios/a
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Re: Puerto Romano
La princesa de Roma escuchó a su primo hablar, estaba realemente hostigada de tanta hipocresía por parte de su primo, sabía que el no hacía nada de eso por Roma, lo hacía únicamente por Diva y eso la enfermaba; por unos momentos pensó en lanzarse al agua para no tener que ir con el, total ella era una diosa y podía desaparecer si quisiera, pero decidió no hacerlo porque ella se había propuesto hacer un último intento por salvarlo, aunque el ya se había condenado voluntariamente.
-Solomon si Diva jamás hubiera llegado a tu vida me mirarías aunque fuera con la mitad del amor con en que la miras a ella?-
Lydia pronto se sintió cansada y decidió ir a uno de los camarotes del barco, estaba deseosa de encerrarse en uno de esos cubículos, para que cuando el barco zarpara no se viera su figura en ese lugar y nadie supiera que ella estaba ahí; además que con esa excusa ella podría transportarse unos momentos a otro sitio solo para divertirse y luego regresar a ese barco donde los espacios de tiempo muerto con su primo eran más eternos que el tiempo que pasaban las almas errantes en el mundo de Plutón.
-Sí como digas- Dijo la diosa en tono monocorde y se separó de la borda para decirle a su primo- Me iré a descansar ahora mismo me encuentro bastante cansada.
Una vez dicho esto la princesa ordenó a uno de los nobles que la guiara a su camarote, una vez ahí dentro la princesa de roma trancó la puerta y se acostó en una cama mirando al techo. Estaba ahí en ese lugar según ella "salvando" a un futuro condenado, pero no estaba pensando si el talvez no deseaba ser salvado, talvez su primo quería arrastrarse en el lodo en el que se arrastraba Diva; es mas! Pensaba que el iba a arruinar los planes de tregua solo para que el emperador tuviera que quedarse allá y muriera en guerra para poder el quedarse con su mujer. Este pensamiento no pudo ser bien masticado por la princesa porque el aburrimiento pudo más que cualquier cosa y sin pensarlo dos veces cerró sus ojos para dormir. El día que venía sería mejor que el anterior.
Narro/ pienso/ hablo
Lydia- Dios/a
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Re: Puerto Romano
Las gaviotas revoloteaban sobre el mastil de una embarcación solitaria. Su tiempo de llegada advertía que pronto atracaría en los muelles romanos. Sólo una y nadamas que una nave de batalla rompía las olas sobre su quilla al navegar con una rapidez cercana a la velocidad de combate. La Tibur se había desplazado desde Egipto por una orden expresa de regresar al hasta ahora general de la decimotercera a tierras romanas. Aquella nueva orden le había causado una terrible molestia a Noah, pero siendo un soldado mas que nada tenía que atenerse a lo que sus superiores le ordenaran.
En el último momento había dejado instrucciones para que las fuerzas armadas en Egipto se pusieran a las ordenes inmediatas de Gelum. Por otra parte un sentimiento de intriga le invadía su alma. Le era desconocido y de cierta manera inquietante que se le ordenara abortar la misión a la que había sido destinado por parte de la emperatriz. Aquello mantenía un aire de que las cosas estaban bastante mal para Roma y el hecho de haber visto otra flota en los muelles egipcios se lo habían confirmado.
El ritmo cadencioso del tambor de navegación daba a los esclavos la pauta para bracear en los remos. Aquellos sonidos hacían eco en el corazón de Noah, se acompasaban en una perfecta sincronía mortuoria. Múltiples eran sus pensamientos mientras valoraba los hechos recientes de sus acciones, que por mera precaución había optado por ser mas cuidadoso que de costumbre. ¿Sería que su alma estuviera amoldándose en algo que no quería? No lo comprendía pero algo dentro de él se sentía perdido, como una melancolía profunda por una vida ausente, el recuerdo extraviado de sus años plenos y de la esencia misma de su alma.
El pequeño movimiento de la Tibur colapsó denunciando la llegada en los muelles romanos. Los gritos de los marinos se alzaba en el tumulto de los que ahí se encontraban, una pequeña conglomeración se reunía para saciar su hambre de curiosidad por aquella nave bélica. Resplandecía en toda su belleza y era objeto de admiración. Noah salía a cubierta, observando como todo el mundo hacia sus funciones de la mejor manera. Sus ojos se desviaron a los civiles que con cara de asombro presenciaban el arribo de la Tibur.
Pobres infelices, sus vidas no tienen el conocimiento de que las cosas ya no son las mimas para su patria. Seres lastimosos que viven a la sombra de una desgracia...
El no podía dejar de lado tantos pensamientos pesimistas, pues conocía de fondo como estaban siendo las cosas y como las estaban llevando hasta el día de hoy. Las cosas aún seguirían turbias, agitadas y llenos de enigmas que a él le tocarían sobrellevar. Bajó por la toldilla cruzando los muelles con mucha prisa, no se preocupó siquiera a cerciorarse de que las cosas estuvieran en orden, su disgusto era evidente al estar de vuelta en aquella tierra que lo había visto partir en anteriores días...
En el último momento había dejado instrucciones para que las fuerzas armadas en Egipto se pusieran a las ordenes inmediatas de Gelum. Por otra parte un sentimiento de intriga le invadía su alma. Le era desconocido y de cierta manera inquietante que se le ordenara abortar la misión a la que había sido destinado por parte de la emperatriz. Aquello mantenía un aire de que las cosas estaban bastante mal para Roma y el hecho de haber visto otra flota en los muelles egipcios se lo habían confirmado.
El ritmo cadencioso del tambor de navegación daba a los esclavos la pauta para bracear en los remos. Aquellos sonidos hacían eco en el corazón de Noah, se acompasaban en una perfecta sincronía mortuoria. Múltiples eran sus pensamientos mientras valoraba los hechos recientes de sus acciones, que por mera precaución había optado por ser mas cuidadoso que de costumbre. ¿Sería que su alma estuviera amoldándose en algo que no quería? No lo comprendía pero algo dentro de él se sentía perdido, como una melancolía profunda por una vida ausente, el recuerdo extraviado de sus años plenos y de la esencia misma de su alma.
El pequeño movimiento de la Tibur colapsó denunciando la llegada en los muelles romanos. Los gritos de los marinos se alzaba en el tumulto de los que ahí se encontraban, una pequeña conglomeración se reunía para saciar su hambre de curiosidad por aquella nave bélica. Resplandecía en toda su belleza y era objeto de admiración. Noah salía a cubierta, observando como todo el mundo hacia sus funciones de la mejor manera. Sus ojos se desviaron a los civiles que con cara de asombro presenciaban el arribo de la Tibur.
Pobres infelices, sus vidas no tienen el conocimiento de que las cosas ya no son las mimas para su patria. Seres lastimosos que viven a la sombra de una desgracia...
El no podía dejar de lado tantos pensamientos pesimistas, pues conocía de fondo como estaban siendo las cosas y como las estaban llevando hasta el día de hoy. Las cosas aún seguirían turbias, agitadas y llenos de enigmas que a él le tocarían sobrellevar. Bajó por la toldilla cruzando los muelles con mucha prisa, no se preocupó siquiera a cerciorarse de que las cosas estuvieran en orden, su disgusto era evidente al estar de vuelta en aquella tierra que lo había visto partir en anteriores días...
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Re: Puerto Romano
El barco al fin llego a tierras romanas despues del largo viaje. Llegamos de noche y todo el mundo del barco empezo a descargar los productos que habian venido a traer desde Egipto. Habia dejado descansado a Jezzara en el barco hasta que ella deseara levantarse. Su cuerpo no estaba acostumbrado como el mio a poder ejercer toda esa energia. Por eso el romano si podia moverse aun y usar sus fuerzas para bajar las cosas del barco.
La rampa se bajo hacia tierra y las cajas y mas cajas comenzaron a ser bajadas por los hombres del barco. El capitan fue otro de los que bajaba, pero este llevaba un extraño cofre en las manos con varios adornos de distintas joyas como zafiros o esmeraldas. De pronto esa caja comenzo a temblar como si algo hubiera dentro hasta que se cayo y se abrio saliendo de ella una pequeña esfera de cosmos dorado...
La esfera comenzo a girar hasta que se convirtio en un extraño animal que comenzo a saltar como si extrañara ese sentimiento de libertad. Pero en ese momento el capitan lo cogio con furia, gritandole que hacia ese bicho dentro de la caja y llevandolo hacia el mar para tirarlo.
Espere capitan!!
Grite al capitan de nuestro barco pues vi como aquel animalito ponia una cara de tristeza absoluta y se movia luchando por escapar y no ser tirado al mar. Despues de verlo tan feliz no podia permitir que ahora volvieran a quitarle la libertad, incluso la vida....
Ese animal... viene conmigo asi que si no le importa, yo me hare responsable.
El viejo hombre dudo hasta que lo solto refunfuñando y el animal cayo al suelo mientras que movia su cabeza para recuperarse del golpe. Cuando el capitan se marcho me agache a donde esta el animal y la acaricie un poco la cabeza y sonreirle. Los ojos de dicha criatura parecieron brillar en ese momento de felicidad.
Vamos... eres libre, puedes marcharte.
Pero lo que la hermosa pequeña criatura comenzo a hacerme fue lamerme la mano y correr alrededor mia y subir a mi hombro. No tenia ninguna intencion de marcharse, es mas parecia que su objetivo era quedarse conmigo. Suspire sonriendo agradecido por su interes pero no podia llevarmelo
Lo siento amigo.. pero no tengo sitio donde llevarte, ademas no creo ser un buen dueño.
Pero el se coloco delante mia y comenzo a girar hasta convertirse de nuevo en esa particula de cosmos y meterse dentro de mi cuerpo fundiendose con mi propio cosmos. Parecia como si me hubiera entendido y hubiera hecho eso para poder quedarse.
Esta bien! Si es esi te podras quedar, a partir de ahora te llamare Sisifo.
Habia encontrado un nuevo compañero de viaje , si tan convencido estaba de quedarse no podia decirlo que no. Tocaba mi pecho justamente donde podia sentirlo. Ahora tenia dos compañeros, junto a Jezzara me disponia a poner rumbo hacia la ciudad de Roma.
La rampa se bajo hacia tierra y las cajas y mas cajas comenzaron a ser bajadas por los hombres del barco. El capitan fue otro de los que bajaba, pero este llevaba un extraño cofre en las manos con varios adornos de distintas joyas como zafiros o esmeraldas. De pronto esa caja comenzo a temblar como si algo hubiera dentro hasta que se cayo y se abrio saliendo de ella una pequeña esfera de cosmos dorado...
La esfera comenzo a girar hasta que se convirtio en un extraño animal que comenzo a saltar como si extrañara ese sentimiento de libertad. Pero en ese momento el capitan lo cogio con furia, gritandole que hacia ese bicho dentro de la caja y llevandolo hacia el mar para tirarlo.
Espere capitan!!
Grite al capitan de nuestro barco pues vi como aquel animalito ponia una cara de tristeza absoluta y se movia luchando por escapar y no ser tirado al mar. Despues de verlo tan feliz no podia permitir que ahora volvieran a quitarle la libertad, incluso la vida....
Ese animal... viene conmigo asi que si no le importa, yo me hare responsable.
El viejo hombre dudo hasta que lo solto refunfuñando y el animal cayo al suelo mientras que movia su cabeza para recuperarse del golpe. Cuando el capitan se marcho me agache a donde esta el animal y la acaricie un poco la cabeza y sonreirle. Los ojos de dicha criatura parecieron brillar en ese momento de felicidad.
Vamos... eres libre, puedes marcharte.
Pero lo que la hermosa pequeña criatura comenzo a hacerme fue lamerme la mano y correr alrededor mia y subir a mi hombro. No tenia ninguna intencion de marcharse, es mas parecia que su objetivo era quedarse conmigo. Suspire sonriendo agradecido por su interes pero no podia llevarmelo
Lo siento amigo.. pero no tengo sitio donde llevarte, ademas no creo ser un buen dueño.
Pero el se coloco delante mia y comenzo a girar hasta convertirse de nuevo en esa particula de cosmos y meterse dentro de mi cuerpo fundiendose con mi propio cosmos. Parecia como si me hubiera entendido y hubiera hecho eso para poder quedarse.
Esta bien! Si es esi te podras quedar, a partir de ahora te llamare Sisifo.
Habia encontrado un nuevo compañero de viaje , si tan convencido estaba de quedarse no podia decirlo que no. Tocaba mi pecho justamente donde podia sentirlo. Ahora tenia dos compañeros, junto a Jezzara me disponia a poner rumbo hacia la ciudad de Roma.
Edward- Caballeros Dorados
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Re: Puerto Romano
Estaba apoyada en el muro de madera del barco descansando, había perdido muchas energías y debía dormir un poco para recuperarme pues faltaba muy poco para llegar al puerto y luego de eso nos esperaba un largo viaje, y mucho que hacer. Pasaron unos minutos, cerré los ojos para descansar y me quedé dormida. Luego de un tiempo, cuando desperté no vi a Edward, no había nadie en el barco, ya todos estaban descargando las cajas que tenían que transportar desde Egipto. Me levanté lentamente, y parpadeé algunas veces, salí del barco y escuché de mi compañero exclamaba unas palabras al capitán, y el viejo hombre soltaba a una pequeña e indefensa criatura, miraba todo lo que ocurría con atención. Veía como Edward liberaba al animal pero este en vez de irse comenzó a dar vueltas alrededor del muchacho, yo me sonreía viendo aquella situación desde una distancia bastante considerable. Desde mi punto de vista, me parecía que aquel animal no quería marcharse sino que acompañar al chico.
-Increíble... nunca había visto uno de esos...- Me decía a mi misma en voz baja, paraluego comenzar a caminar hacia mi nuevo compañero de viaje y mirarlo sonriente -Parece que quiere ir contigo...- comenté con una voz alegre y dulce como solía dirigirme a las personas que me agradaban y en quien confiaba, como lo era aquel muchacho de nombre Edward. Estaba de espaldas al agua, muy cerca, entonces algo me sorprendió. Una ola que empapó mi ropa, por lo que me volteé para ver de que se trataba. Vi en el suelo otra criatura pequeña, parecida al animalito que había encontrado Edward, estaba en la orilla.
-¿Que es esto?- Me agaché y lo toqué con mi mano, con algo de miedo pues no sabía como iba a reaccionar. El animal parecía estar muy débil y frío. -Mira Edward... es otro animalito... se ve muy cansado... me pregunto que le habrá pasado...- Decía preocupada por aquella pequeña criatura. Decidí levantarlo en mis brazos y pararme nuevamente, mientras lo miraba con atención. Debía haber sufrido algún accidente y llegó hasta el puerto a travez de la corriente del agua. Recordé que desde que regresé a Egipto llevaba una capa conmigo para cubrirme del frío, estaba apoyada en mi espalda, entonces la tomé y cubrí al animal con cuidado y acaricié un poco su húmedo pelaje. De pronto noté como abría sus grandes ojos azules y me miraba, me transmitía satisfacción al verlo, no podía sacar mi vista de sus ojos, era muy tierno. Pronto hizo un pequeño sonido con la boca y lamió un poco mi mano.
-Que adorable...- Dije con un tono de voz muy suave. Y pronto comenzó a moverse hasta quitarse la capa con la que lo había cubierto. Y enseguida se soltó y saltó al suelo, comenzó a correr muy rápido alrededor de nosotros, y luego se frotaba en mis pies, haciendo sonidos agradables con su voz. -Me pregunto si habrán venidos juntos o solo habrá sido una coincidencia que ambos hayan aparecido al mismo tiempo...- Decía interesada. El animalito al igual que el otro, no quería alejarse me mi. Entonces me agaché y lo tomé nuevamente entre mis manos, cuando lo levanté comenzó a lamer mi cara. Yo reía, me parecía increíble.
-¿Tu también quieres acompañarnos? No puedo dejarte aquí solo. Te cuidaré muy bien amiguito...- Le decía con el mismo tono como si estuviera hablando con una persona, siempre trataba así a los animales, porque me gustaban mucho. La pequeña criatura movía la cola muy rápido como si estuviera alegre. -Bien, entonces te llamaré Dante... bonito nombre ¿no? ... desde ahora eres mi nuevo compañero de viajes...- Dije contenta con el encuentro de la criatura que ahora era mi nuevo compañero, al igual que Edward, ahora eramos cuatro, y seguiríamos adelante como fuera posible.
-Bien Edward, ya estoy lista, creo que descansé demasiado... ¿hacia donde iremos ahora?- Le preguntaba al joven, pues aun no sabía el lugar exacto al cual debíamos dirigirnos, mientras que dejaba a mi pequeña mascota en el suelo, era demasiado inquieto y se movía por todas partes pero sin alejarse mucho.
-Increíble... nunca había visto uno de esos...- Me decía a mi misma en voz baja, paraluego comenzar a caminar hacia mi nuevo compañero de viaje y mirarlo sonriente -Parece que quiere ir contigo...- comenté con una voz alegre y dulce como solía dirigirme a las personas que me agradaban y en quien confiaba, como lo era aquel muchacho de nombre Edward. Estaba de espaldas al agua, muy cerca, entonces algo me sorprendió. Una ola que empapó mi ropa, por lo que me volteé para ver de que se trataba. Vi en el suelo otra criatura pequeña, parecida al animalito que había encontrado Edward, estaba en la orilla.
-¿Que es esto?- Me agaché y lo toqué con mi mano, con algo de miedo pues no sabía como iba a reaccionar. El animal parecía estar muy débil y frío. -Mira Edward... es otro animalito... se ve muy cansado... me pregunto que le habrá pasado...- Decía preocupada por aquella pequeña criatura. Decidí levantarlo en mis brazos y pararme nuevamente, mientras lo miraba con atención. Debía haber sufrido algún accidente y llegó hasta el puerto a travez de la corriente del agua. Recordé que desde que regresé a Egipto llevaba una capa conmigo para cubrirme del frío, estaba apoyada en mi espalda, entonces la tomé y cubrí al animal con cuidado y acaricié un poco su húmedo pelaje. De pronto noté como abría sus grandes ojos azules y me miraba, me transmitía satisfacción al verlo, no podía sacar mi vista de sus ojos, era muy tierno. Pronto hizo un pequeño sonido con la boca y lamió un poco mi mano.
-Que adorable...- Dije con un tono de voz muy suave. Y pronto comenzó a moverse hasta quitarse la capa con la que lo había cubierto. Y enseguida se soltó y saltó al suelo, comenzó a correr muy rápido alrededor de nosotros, y luego se frotaba en mis pies, haciendo sonidos agradables con su voz. -Me pregunto si habrán venidos juntos o solo habrá sido una coincidencia que ambos hayan aparecido al mismo tiempo...- Decía interesada. El animalito al igual que el otro, no quería alejarse me mi. Entonces me agaché y lo tomé nuevamente entre mis manos, cuando lo levanté comenzó a lamer mi cara. Yo reía, me parecía increíble.
-¿Tu también quieres acompañarnos? No puedo dejarte aquí solo. Te cuidaré muy bien amiguito...- Le decía con el mismo tono como si estuviera hablando con una persona, siempre trataba así a los animales, porque me gustaban mucho. La pequeña criatura movía la cola muy rápido como si estuviera alegre. -Bien, entonces te llamaré Dante... bonito nombre ¿no? ... desde ahora eres mi nuevo compañero de viajes...- Dije contenta con el encuentro de la criatura que ahora era mi nuevo compañero, al igual que Edward, ahora eramos cuatro, y seguiríamos adelante como fuera posible.
-Bien Edward, ya estoy lista, creo que descansé demasiado... ¿hacia donde iremos ahora?- Le preguntaba al joven, pues aun no sabía el lugar exacto al cual debíamos dirigirnos, mientras que dejaba a mi pequeña mascota en el suelo, era demasiado inquieto y se movía por todas partes pero sin alejarse mucho.
Jezzara- Reino : Santuario de Athena
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Re: Puerto Romano
La carroza se detenía mientras que el conductor bajaba para percatarse que la mercancía que llevaba fuera tratada con cuidado ya que su contenido parecía ser algo frágil, unos cuantos hombres se acercaban a la parte trasera descargando las cosas y siendo colocadas en una pequeña carreta para llevarlas a una nave no lejos de ahí. El hombre recordaba que lo acompañaba por lo que regreso amablemente ayudándome a bajar.
Señorita si sigue aquel callejón se cruzara con las naves que entran y salen del puerto rumbo a Egipto pero si los rumores que he escuchado no fallan al parecer no es bueno regresar… al menos por el momento.
Le agradezco pero estoy consciente de lo que hago, ¿como podré pagarle por el viaje?.
No es nada, además que tenía que llegar hasta acá.
Una pequeña pausa se hizo presente mientras que me inclinaba en forma de agradecimiento, el aire se volvía tibio al tocar contra mi vestido siguiendo las instrucciones que me había indicado aquel hombre. Apretando mis brazos contra mi cuerpo ocultaba las pocas joyas que poseía.. eso me serviría para pagar el viaje que tenía pensado hacer aunque la esperanza de encontrar algo era bastante remota, las voces de cientos de personas que iban y venían anunciaban los destinos de los lugares del cual habían desembarcado o estaban a punto de zarpar, atenta trataba de distinguir uno al menos que se dirigiera a Egipto pero me resultaba difícil entre tanto ruido, por fin me acercaba a los hombres que llevaba hasta el Nilo pero no me imaginaba que me rechazarían por el simple hecho de ser una mujer pues se consideraba de mal augurio, a pesar de que ofrecía las pocas joyas para que reconsideraran su decisión no los hacía cambiar de opinión, el tiempo apremiaba hasta que uno de los que trabajaban para el capitán me sonreía.
Si en verdad deseas llegar existen otros medios por los que debas subir tu oferta.. -su mano descendía acariciando mi brazo, mirándome de arriba abajo mostrando su sonrisa mas que insinuante. Alzaba mi mano largando una bofetada justo en su mejilla provocando solo que se burlara de mí mucho más..
Prefiero quedarme aquí a tener que estar con basura como tú.
Señorita si sigue aquel callejón se cruzara con las naves que entran y salen del puerto rumbo a Egipto pero si los rumores que he escuchado no fallan al parecer no es bueno regresar… al menos por el momento.
Le agradezco pero estoy consciente de lo que hago, ¿como podré pagarle por el viaje?.
No es nada, además que tenía que llegar hasta acá.
Una pequeña pausa se hizo presente mientras que me inclinaba en forma de agradecimiento, el aire se volvía tibio al tocar contra mi vestido siguiendo las instrucciones que me había indicado aquel hombre. Apretando mis brazos contra mi cuerpo ocultaba las pocas joyas que poseía.. eso me serviría para pagar el viaje que tenía pensado hacer aunque la esperanza de encontrar algo era bastante remota, las voces de cientos de personas que iban y venían anunciaban los destinos de los lugares del cual habían desembarcado o estaban a punto de zarpar, atenta trataba de distinguir uno al menos que se dirigiera a Egipto pero me resultaba difícil entre tanto ruido, por fin me acercaba a los hombres que llevaba hasta el Nilo pero no me imaginaba que me rechazarían por el simple hecho de ser una mujer pues se consideraba de mal augurio, a pesar de que ofrecía las pocas joyas para que reconsideraran su decisión no los hacía cambiar de opinión, el tiempo apremiaba hasta que uno de los que trabajaban para el capitán me sonreía.
Si en verdad deseas llegar existen otros medios por los que debas subir tu oferta.. -su mano descendía acariciando mi brazo, mirándome de arriba abajo mostrando su sonrisa mas que insinuante. Alzaba mi mano largando una bofetada justo en su mejilla provocando solo que se burlara de mí mucho más..
Prefiero quedarme aquí a tener que estar con basura como tú.
Seiren- Amazona Dorada
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Re: Puerto Romano
Mi amigable compañera Jezzara parecia comprender los mismos sentimientos de aquel animalito que se me aparecio y que ahora tenia dentro de mi cuerpo. Los hombres del barco se volvian a subir a el, ya todo estaba terminado con ellos, habiamos cumplido nuestra parte del trato y ahora eramos totalmente libre de caminar por la mas grande de las ciudades en aquel tiempo, Roma... Todo el tema de aquel animalito no me habia hecho pensar en dos detalles curiosos, que despues de mas de un año volvia a pisar mi ciudad natal y el otro es que pensaba que esa podia ser la primera vez que Jezzara estuviera lejos de su pais pues era bastante joven.
La mire de reojo a ella y despues de eso admire y aspire el aire de alli, era nostalgico todo aquello, en todo este tiempo crei que no volviera jamas, aunque esta vez... no seria para quedarme tampoco, ahora habia descubierto para que habia nacido, y mis pasos estaban lejos de Roma, pero aun tenia algo que hacer alli.
Pero aun habia una sorpresa mas esa noche, cuando parecia que pronto nos ibamos una ola de mar callo justamente donde nosotros estabamos mojandonos levemente. Pero el agua habia traido algo mas que eso, otro animal algo diferente pero con las mismas caracteristicas del que yo habia encontrado antes. Jezzara me aviso sobre el y yo me agache para mirarlo, pero fue la chica la que lo agarro. La pobre criatura parecia estar helado por estar perdido en la mar, habia tenido suerte de salir. Pero al ella abrazarlo comenzo a sentirse mejor, como si el calido cosmos de aquella mujer calmara el miedo que habia pasado.
No creo que existan las coincidencias... a sido cosa del destino que ambos hemos sido elegidos por ellos, a la misma vez... Es tuyo Jezzara, no creo que quiera irse con otro...
La imagen de ella abrazandola era bastante tierna, mucho mas de la mia cuando tome al otro animal, como si esa chica tuviera mucho cariño y amor para dar y ese animal fuera perfecto para ello. Sin dudarlo se lo quedo y le puso su nombre. Era agradable tener un compañero mas de viaje y mas si ellos eran los que decian viajar con nosotros. Ahora era hora de poner rumbo a Roma y debia explicarselo a mi linda compañera egipcia.
Ahora nos dirigiremos hacia Roma, la ciudad principal. Nuestro objetivo es buscar a la reencarnacion de la diosa Athena en este mundo. Según las pistas de Strife.. ella esta o estuvo aquí.. y el nombre de Sophia esta relacionado con ella. Eso me dijo Strife. Es extraño pero... yo no puedo sentirla como el..
Dijo eso con la voz algo mas apagado, tenia leves recuerdos del pasado, pero no sabia que en los ultimos momentos de la anterior guerra, borraron todos los recuerdos que tenian con la anterior Athena, por eso sus lazos con ella se han debilitado, pero nunca roto.
Se iban a poner en marcha pero un ruido alerto al romano, miro hacia los lados y se fijo en una cabellera bastante reconocible por el, no pudo creer que fuera ella por que penso que no la volveria a ver. Pero lo mas importante era la situacion en la que se encontraba, un hombre estaba intentando aprovecharse de ella, y ella respondio con una bofetada, muy valiente por su parte... pero aquel hombre que la doblaba en corpulencia iba a responder de muy mala manera.
Vamos Jezzara! Es hora de que empecemos a salvar a las personas!
Corri con ella justamente hacia donde estaba Seiren y aquel desagradable hombre para llegar justa a tiempo y parar el brazo que estaba a punto de golpear el rostro de la otra chica egipcia. Mire con seriedad al hombre, no estaba nada bien lo que iba a hacer, era algo bajo y sucio... aprete con fuerza su brazo y este se aparto con miedo hacia atrás.
Creo que no esta nada bien intentar aprovecharse de una mujer... y encima si no acepta tus peticiones querer golpearla.. Te crees superior solo por ser un hombre? Acaso no notas su sufrimiento por querer viajar hacia su pais que encima quieres aprovecharte de ella... !
Lo lance hacia atrás, no iba a hacerle mas daño, pero queria que aprendiera una leccion en su vida. Como cobarde que suponia que era cuando se le presentaba un peligro de verdad, salio corriendo hasta desaparecer a lo lejos. Suspire pues nunca me gustaria recurrir a la violencia, pero en ese momento fue necesario.
Parece.. que siempre te tengo que encontrar en situaciones dificiles... Seiren.
Me comence a girar hacia ella para mostrarle una sonrisa algo mas amable, muy diferente mostrada a la que le mostre a aquel sujeto. La ultima vez que la vi no fue en una situacion que le deseara recordar, aun podia escuchar sus llantos cuando la dureza del cuero del latigo golpeaba su espalda. Despues de eso... nunca supe que paso con ella.
No pense verte aquí, podrias explicarme que te sucedió despues de aquella noche, siempre temi que Selene no cumpliera tu promesa de dejarte en paz. Y ahora.. al encontrarte aquí.. estoy sorprendido a decir verdad.
La mire de reojo a ella y despues de eso admire y aspire el aire de alli, era nostalgico todo aquello, en todo este tiempo crei que no volviera jamas, aunque esta vez... no seria para quedarme tampoco, ahora habia descubierto para que habia nacido, y mis pasos estaban lejos de Roma, pero aun tenia algo que hacer alli.
Pero aun habia una sorpresa mas esa noche, cuando parecia que pronto nos ibamos una ola de mar callo justamente donde nosotros estabamos mojandonos levemente. Pero el agua habia traido algo mas que eso, otro animal algo diferente pero con las mismas caracteristicas del que yo habia encontrado antes. Jezzara me aviso sobre el y yo me agache para mirarlo, pero fue la chica la que lo agarro. La pobre criatura parecia estar helado por estar perdido en la mar, habia tenido suerte de salir. Pero al ella abrazarlo comenzo a sentirse mejor, como si el calido cosmos de aquella mujer calmara el miedo que habia pasado.
No creo que existan las coincidencias... a sido cosa del destino que ambos hemos sido elegidos por ellos, a la misma vez... Es tuyo Jezzara, no creo que quiera irse con otro...
La imagen de ella abrazandola era bastante tierna, mucho mas de la mia cuando tome al otro animal, como si esa chica tuviera mucho cariño y amor para dar y ese animal fuera perfecto para ello. Sin dudarlo se lo quedo y le puso su nombre. Era agradable tener un compañero mas de viaje y mas si ellos eran los que decian viajar con nosotros. Ahora era hora de poner rumbo a Roma y debia explicarselo a mi linda compañera egipcia.
Ahora nos dirigiremos hacia Roma, la ciudad principal. Nuestro objetivo es buscar a la reencarnacion de la diosa Athena en este mundo. Según las pistas de Strife.. ella esta o estuvo aquí.. y el nombre de Sophia esta relacionado con ella. Eso me dijo Strife. Es extraño pero... yo no puedo sentirla como el..
Dijo eso con la voz algo mas apagado, tenia leves recuerdos del pasado, pero no sabia que en los ultimos momentos de la anterior guerra, borraron todos los recuerdos que tenian con la anterior Athena, por eso sus lazos con ella se han debilitado, pero nunca roto.
Se iban a poner en marcha pero un ruido alerto al romano, miro hacia los lados y se fijo en una cabellera bastante reconocible por el, no pudo creer que fuera ella por que penso que no la volveria a ver. Pero lo mas importante era la situacion en la que se encontraba, un hombre estaba intentando aprovecharse de ella, y ella respondio con una bofetada, muy valiente por su parte... pero aquel hombre que la doblaba en corpulencia iba a responder de muy mala manera.
Vamos Jezzara! Es hora de que empecemos a salvar a las personas!
Corri con ella justamente hacia donde estaba Seiren y aquel desagradable hombre para llegar justa a tiempo y parar el brazo que estaba a punto de golpear el rostro de la otra chica egipcia. Mire con seriedad al hombre, no estaba nada bien lo que iba a hacer, era algo bajo y sucio... aprete con fuerza su brazo y este se aparto con miedo hacia atrás.
Creo que no esta nada bien intentar aprovecharse de una mujer... y encima si no acepta tus peticiones querer golpearla.. Te crees superior solo por ser un hombre? Acaso no notas su sufrimiento por querer viajar hacia su pais que encima quieres aprovecharte de ella... !
Lo lance hacia atrás, no iba a hacerle mas daño, pero queria que aprendiera una leccion en su vida. Como cobarde que suponia que era cuando se le presentaba un peligro de verdad, salio corriendo hasta desaparecer a lo lejos. Suspire pues nunca me gustaria recurrir a la violencia, pero en ese momento fue necesario.
Parece.. que siempre te tengo que encontrar en situaciones dificiles... Seiren.
Me comence a girar hacia ella para mostrarle una sonrisa algo mas amable, muy diferente mostrada a la que le mostre a aquel sujeto. La ultima vez que la vi no fue en una situacion que le deseara recordar, aun podia escuchar sus llantos cuando la dureza del cuero del latigo golpeaba su espalda. Despues de eso... nunca supe que paso con ella.
No pense verte aquí, podrias explicarme que te sucedió despues de aquella noche, siempre temi que Selene no cumpliera tu promesa de dejarte en paz. Y ahora.. al encontrarte aquí.. estoy sorprendido a decir verdad.
Edward- Caballeros Dorados
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Re: Puerto Romano
El joven de cabello castaño me explicaba lo que ibamos a hace a continuación, nuestro próximo destino era Roma, debíamos ir en busca de la próxima Athena, la diosa a quien en un futuro muy cercaba ibamos a tener que protger. Aún no sabía mucho de eso pero algo en mi interior me decía que mi destino estaba junto a ella, que de alguna manera debía acompañar a esa persona y protegerla como sea, con mis demás compañeros, incluyendo a Edward, a quien había tomado mucho afecto luego de ese encuentro. Escuchaba cada una de las palabras con mucha atención, sin perderme ni una frase. Al acabar, yo lo miré y entonces me dispude a contestar respetuosamente como era costumbre para mi.
-De acuerdo, entiendo, asique hay que encontrarla en Roma...- Alcancé a pronunciar pero algo interrumpo mis palabras, una exclamación del joven Edward que me decía que era hora de actuar, comenzar a salvar gente, entonces vi al chico que comenzaba a correr, había una mujer bastante joven junto a un hombre, que al parecer quería aprovecharse de ella, y eso no estaba bien desde mi punto de vista, entonces miré a un lado donde mi nuevo acompañante animal estaba parado y dije.
-¡Vamos Dante!...- Exclamé y comencé a seguir a Edward, mientras que mi mascota me seguía por detrás a gran velocidad. Cuando llegamos me quedé a un lado al ver que el muchacho ayudaba a la bella joven librándola de las manos de aquel malvado sujeto que la estaba molestando. Cuando eél se fue entonces Edward se dirigió con unas palabras a la joven, ahí pude sospechar que ya se conocían, luego se hizo un silencio, entonces me acerqué un poco más a ellos y sonreí mirando a la joven. -Parece que ya se conocían ¿no?...- luego hice una pausa -ha lo siento, mi nombre es Jezzara, vengo de Egipto... hace poco tiempo que conocí a Edward...- Fue lo único que dije solo para presentarme ante la muchacha y luego hice silencio para que Edward continúe con sus palabras mientras que mi pequeño compañero seguia jugueteando entre los pies de cada uno, no se quedaba quieto ni un segundo.
-De acuerdo, entiendo, asique hay que encontrarla en Roma...- Alcancé a pronunciar pero algo interrumpo mis palabras, una exclamación del joven Edward que me decía que era hora de actuar, comenzar a salvar gente, entonces vi al chico que comenzaba a correr, había una mujer bastante joven junto a un hombre, que al parecer quería aprovecharse de ella, y eso no estaba bien desde mi punto de vista, entonces miré a un lado donde mi nuevo acompañante animal estaba parado y dije.
-¡Vamos Dante!...- Exclamé y comencé a seguir a Edward, mientras que mi mascota me seguía por detrás a gran velocidad. Cuando llegamos me quedé a un lado al ver que el muchacho ayudaba a la bella joven librándola de las manos de aquel malvado sujeto que la estaba molestando. Cuando eél se fue entonces Edward se dirigió con unas palabras a la joven, ahí pude sospechar que ya se conocían, luego se hizo un silencio, entonces me acerqué un poco más a ellos y sonreí mirando a la joven. -Parece que ya se conocían ¿no?...- luego hice una pausa -ha lo siento, mi nombre es Jezzara, vengo de Egipto... hace poco tiempo que conocí a Edward...- Fue lo único que dije solo para presentarme ante la muchacha y luego hice silencio para que Edward continúe con sus palabras mientras que mi pequeño compañero seguia jugueteando entre los pies de cada uno, no se quedaba quieto ni un segundo.
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Re: Puerto Romano
*~~* Dialogo en Latín *~~**~~* Dialogo en Egipcio *~~*
Un golpe no había bastado para alejarlo, solo la risa extenuante de ese sujeto resonaba por el muelle mientras que los demás pasaban como si esa escena fuera algo más que cotidiano, una vez más no se alejaba para extender su mano a mi mejilla y querer acariciarla avanzando un paso más hacia a mí pero antes que intentara tocarme un hombre se acercaba deteniéndolo en el acto, congelada volvía mi rostro hacia la dirección de aquella persona que me ayudaba y no era nada menos que el hombre romano que conocí en Egipto, no era cualquier persona…
Tranquilo solo estábamos conversando. –su voz tembló por un instante sintiendo como sujetaba su muñeca con fuerza, tragando un poco de saliva empalideció esperándose lo peor.- Además… es una simple egipcia… debes entender de que hablo.
Aquellas palabras encendieron a Edward el cual lo lanzaba mientras que el hombre caía tambaleante, recuperándose para salir huyendo. ¿Cómo había llegado ahí?... no lo sabía pero nunca había dejado de pensar en él y ahora que lo tenía en frente no sabía cómo actuar, además me trataba de una forma que no sentía por cualquier otra persona, era como si me conociera o tuviera la noción de quién era realmente. Una sonrisa sincera por parte de él era plasmada al ver con alegría a alguien que siempre espero encontrar o al menos esa era la sensación que me brindaba cada vez que me veía.
Encerrándome en mi mundo por no confiar me hizo recordar el último momento que nos vimos, evitaba su mirada ya que jamás olvidaría aquel día en que ambos fuimos llevados para ser castigados, aunque… recordó mi nombre.
Termine por escapar. -parecía que mi comportamiento no era de alguien que estuviera cómodo con la persona que se encontraba en esos momentos aunque mi actitud no se refería precisamente a que no me sintiera cómoda, tenía temor y nerviosismo.
Avanzaba un paso hacia atrás recordando justamente las palabras de Rain, la mujer a la que tenía que terminar por servir el resto de mi vida, no lo deseaba. En aquel momento una especie de animal corría entre nosotros, interrumpiéndonos, no lo tomaba a mal hasta que una joven rubia se nos acercaba dándose cuenta de la posible relación que existía entre nosotros.. una simple coincidencia. Al parecer la mujer notaba mi tensión por lo que prefirió presentarse ella misma y cambiar de tema, mis ojos se abrían de par en par cuando mencionaba de donde era realmente.
¿Princesa?.. no es posible, los rumores dijeron que solo quedaban dos sucesores al trono, Diva y Selene. ¿Cómo es posible?, ¿Por qué está aquí?... –no pude evitar reprocharle en parte pero no era el momento para que me respondiera, sacudía mi cabeza reafirmando mi error y que terminara por disculparme por aquella intromisión.
Seiren… mi nombre es Seiren.
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Re: Puerto Romano
La manera en la que hablo ese desagradable hombre sobre las egipcias habia sido culminante para la reaccion de Edward. El recuerdo de todos los egipcios que el habia tenido que matar por culpa de las absurdas guerras de poder era algo que no podria olvidar nunca, y aunque su espiritu era fuerte y nunca mostraria tal debilidad por esos pensamientos la verdad era que muy en el fondo de su ser sentia esa tristeza. Por eso mismo no entendia como podian dirigirle palabras como Jezzara.. toda una princesa de Egipto, gente con la que Edward habia acabado... o Seiren una pobre chica que estuvo presa por su legion. Ellas dos podrian haberlo odiado perfectamente. Todos esos sentimientos se despertaron en el momento en que el capitan mencionaba aquello tan despectivo hacia los de la raza de mis dos acompañantes en esos momentos y la reaccion inesperada de Edward fue la muestra de su descontento.
Pero ya habia escapado y todo podia volver a la normalidad en el, ahora le preocupaba la situacion de Seiren, su reaccion no se hizo de esperar, y como siempre esa voz suave y apagada me respondia con palabras cortas, esquivando mi mirada, pero.. al menos, quedandose frente a mi y escuchandome como siempre hacia.
Escapaste.. es todo un alivio.
Despues de los crudos azotes, tuve que marcharme del lado de ella, para alcanzar a Selene, por esa razon lo habia vuelto a ver. Pero si ella consiguio escapar, era que aun conservaba ese espiritu fuerte que hizo muestra en la celda cuando tambien intento escapar. Su voz y sus ojos estan apagados, pero dentro de ella radica el espiritu de una valiente mujer.
Entonces.. por que quieres volver ahora? Vengo de alli y tanto yo como Jezzara te aconsejamos que no lo hagas. Egipto se ha vuelto un lugar muy peligroso. ¿No tienes por donde quedarte aqui?
Sabia que para ella si no tenia a nadie seria bastante dificil, volver a Egipto no era una opcion y eso lo sabiamos tanto Jezzara como yo, pero quedare sola en Roma podia ser peligroso, podrian aparecer mas personas que se quisieran aprovechar de ella. Mi preocupacion en esa mujer egipcia aumento, siempre estaba rodeada de peligros y dejarla sola era algo que no me gustaba, al menos ahora.. intentaria ayudarla.
Pero ya habia escapado y todo podia volver a la normalidad en el, ahora le preocupaba la situacion de Seiren, su reaccion no se hizo de esperar, y como siempre esa voz suave y apagada me respondia con palabras cortas, esquivando mi mirada, pero.. al menos, quedandose frente a mi y escuchandome como siempre hacia.
Escapaste.. es todo un alivio.
Despues de los crudos azotes, tuve que marcharme del lado de ella, para alcanzar a Selene, por esa razon lo habia vuelto a ver. Pero si ella consiguio escapar, era que aun conservaba ese espiritu fuerte que hizo muestra en la celda cuando tambien intento escapar. Su voz y sus ojos estan apagados, pero dentro de ella radica el espiritu de una valiente mujer.
Entonces.. por que quieres volver ahora? Vengo de alli y tanto yo como Jezzara te aconsejamos que no lo hagas. Egipto se ha vuelto un lugar muy peligroso. ¿No tienes por donde quedarte aqui?
Sabia que para ella si no tenia a nadie seria bastante dificil, volver a Egipto no era una opcion y eso lo sabiamos tanto Jezzara como yo, pero quedare sola en Roma podia ser peligroso, podrian aparecer mas personas que se quisieran aprovechar de ella. Mi preocupacion en esa mujer egipcia aumento, siempre estaba rodeada de peligros y dejarla sola era algo que no me gustaba, al menos ahora.. intentaria ayudarla.
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Re: Puerto Romano
Luego de que todo paso, Edward ayudaba a la joven que antes estaba en una mala situación, todo acabó, aunque parecía haber algo extraño, una extraña relación entre ellos, el joven Edward parecía amistoso y bueno con la muchacha pero ella se veía temerosa y un tanto nerviosa, no sabía que ocurría con ella, tan vez haya sido por el momento que había pasado, quien sabe, no podía adivinarlo, de igual forma me encontraba ahí parada junto a ellos, sin decir nada más, luego de mi presentación un tanto apresurada.
Pero tras aquella acción noté una reacción extraña en aquella mujer, una reacción de verdadera sorpresa, quizás al escuchar mi nombre y de donde venía, tal vez alguna de la información que le di le hizo pensar en algo, sorprenderse demasiado. Y lo noté cuando al rato me llamó "princesa" entonces supe la razón de la sorpresa de aquella joven. Hablaba en Egipcio, aquel idioma el cual conocía demasiado bien desde pequeña, eso me sorprendió. Pregunta tras pregunta hacían que mi rostro cambie su semblante, bajé un poco la cabeza y mis ojos se entrecerraron, eso me hizo recordar a todo lo vivido tras el asesinato de mis otros hermanos, toda la muerte y violencia que había visto, los días perdida sin saber siquiera quien era, los viajes sin rumbo, hasta aquel último encuentro con mi hermana que por supuesto ya no era la misma, había cuestionado varias veces mi regreso, hasta me había maltratado, aunque sabía que en el fondo ella segia apresiándome mucho y creo que ese fue el motivo por el cual me dejó escapar de egipto, sino me hubiera matado al instante. Todos esos recuerdos venían a mi mente en una ráfaga de segundos, sin dejarme pensar en otra cosa, sumergiendo mi mente en un mar de recuerdos sin sentido, recuerdos pasados pero que a mi me habían dejado una gran herida y comenzaba a notarse.
Entonces, aunque la joven luego cambió de tema para decir su nombre, no pude evitar contestar a sus anteriores palabras, con angustia en mi voz. Pues que me hablen y recuerden de ese tema me hacía entristecer realmente, no me gustaba hablar de eso, pero si había alguien que conocía del tema, pues no había otra opción más que explicar al menos por que estaba allí.
-Lo se, a muchos ha sorprendido mi regreso... incluso algunos negaban que fuera realmente yo, pero ese no es el punto... como he sobrevivido... es una larga y complicada historia, que incluso me cuesta pronunciar... y mucho más recordar aquella, solo puedo decir que tuve mucha suerte de haber escapado, si no fuera por las cosas que Selene me enseñó cuando eramos pequeñas, cuando era ella en verdad... si no fuera por eso... ahora no estaría aquí... tal vez ya luego pueda contar lo que pasó aun más detalladamente, pero ahora siento que no es el momento...- Solo dije eso por lo menos para dar alguna explicasión, no podía dejar las cosas así. -...pero eso ya quedó atrás... soy una persona diferente... Edward me ha enseñado a ver siempre hacia delante, lucharé por el bien... ahora quiero ser una guerrera... quiero luchar por la justicia, como Edward...- Dije luego tratando de tranquilizarme, aunque una pequeña lagrima resbalo por mi mejilla, no le di mucha importancia, ahora mi voz era más firme, como si incluso hubiera olvidado lo que dije anteriormente, porque lo más cierto era que con personas como Edward a mi lado, como compañero de viaje, las cosas eran mucho más diferentes, me sentía en compañía, con la presencia de un fuerte y cálido cosmos a mi lado, como debía ser, y no viajando sola por el mundo sin rumbo alguno, mi ser estaba más cautivo, me sentía diferente y eso me agradaba, por fin había encontrado mi verdadero camino.
Después se hizo un silencio, y Edward volvió a hablar, yo solo escuchaba, no quería interrumpir, podía enterarme de cosas quizas, tal vez cosas que siempre estuvieron frente a mi y nunca miré, solo trataba de estar mejor. Mi mirada ahora volvía a elevarse viendo de a momentos a las personas que se encontraban a mi alrededor, escuchando solo cada palabra. Mensionó que Egipto s había convertido en un lugar peligroso a lo que sentí que ebía comentar algo.
-Eso es verdad, ya no es lo mismo, cada rincón de Egipto ahora esta rodeado por energía oscura y muerte... ya no es lo mismo, es muy peligroso si viajas allí...- Dije tratando de aconsejar, aunque no conocía a aquella mujer quería igualmente lo mejor para ella, porque sentía que en su alma se refugiaba una energía similar a la que rodeaba a Edward y a mi, esa cálida y bondadosa energía, solo por eso, porque comenzaba a sentir que era una buena persona, tal vez sería bueno que quisiera acompañarnos por lo menos parte del camino, no poia quedarse sola y menos viajar sola a aquel sitio, como bien mensioaba Edward.
Pero tras aquella acción noté una reacción extraña en aquella mujer, una reacción de verdadera sorpresa, quizás al escuchar mi nombre y de donde venía, tal vez alguna de la información que le di le hizo pensar en algo, sorprenderse demasiado. Y lo noté cuando al rato me llamó "princesa" entonces supe la razón de la sorpresa de aquella joven. Hablaba en Egipcio, aquel idioma el cual conocía demasiado bien desde pequeña, eso me sorprendió. Pregunta tras pregunta hacían que mi rostro cambie su semblante, bajé un poco la cabeza y mis ojos se entrecerraron, eso me hizo recordar a todo lo vivido tras el asesinato de mis otros hermanos, toda la muerte y violencia que había visto, los días perdida sin saber siquiera quien era, los viajes sin rumbo, hasta aquel último encuentro con mi hermana que por supuesto ya no era la misma, había cuestionado varias veces mi regreso, hasta me había maltratado, aunque sabía que en el fondo ella segia apresiándome mucho y creo que ese fue el motivo por el cual me dejó escapar de egipto, sino me hubiera matado al instante. Todos esos recuerdos venían a mi mente en una ráfaga de segundos, sin dejarme pensar en otra cosa, sumergiendo mi mente en un mar de recuerdos sin sentido, recuerdos pasados pero que a mi me habían dejado una gran herida y comenzaba a notarse.
Entonces, aunque la joven luego cambió de tema para decir su nombre, no pude evitar contestar a sus anteriores palabras, con angustia en mi voz. Pues que me hablen y recuerden de ese tema me hacía entristecer realmente, no me gustaba hablar de eso, pero si había alguien que conocía del tema, pues no había otra opción más que explicar al menos por que estaba allí.
-Lo se, a muchos ha sorprendido mi regreso... incluso algunos negaban que fuera realmente yo, pero ese no es el punto... como he sobrevivido... es una larga y complicada historia, que incluso me cuesta pronunciar... y mucho más recordar aquella, solo puedo decir que tuve mucha suerte de haber escapado, si no fuera por las cosas que Selene me enseñó cuando eramos pequeñas, cuando era ella en verdad... si no fuera por eso... ahora no estaría aquí... tal vez ya luego pueda contar lo que pasó aun más detalladamente, pero ahora siento que no es el momento...- Solo dije eso por lo menos para dar alguna explicasión, no podía dejar las cosas así. -...pero eso ya quedó atrás... soy una persona diferente... Edward me ha enseñado a ver siempre hacia delante, lucharé por el bien... ahora quiero ser una guerrera... quiero luchar por la justicia, como Edward...- Dije luego tratando de tranquilizarme, aunque una pequeña lagrima resbalo por mi mejilla, no le di mucha importancia, ahora mi voz era más firme, como si incluso hubiera olvidado lo que dije anteriormente, porque lo más cierto era que con personas como Edward a mi lado, como compañero de viaje, las cosas eran mucho más diferentes, me sentía en compañía, con la presencia de un fuerte y cálido cosmos a mi lado, como debía ser, y no viajando sola por el mundo sin rumbo alguno, mi ser estaba más cautivo, me sentía diferente y eso me agradaba, por fin había encontrado mi verdadero camino.
Después se hizo un silencio, y Edward volvió a hablar, yo solo escuchaba, no quería interrumpir, podía enterarme de cosas quizas, tal vez cosas que siempre estuvieron frente a mi y nunca miré, solo trataba de estar mejor. Mi mirada ahora volvía a elevarse viendo de a momentos a las personas que se encontraban a mi alrededor, escuchando solo cada palabra. Mensionó que Egipto s había convertido en un lugar peligroso a lo que sentí que ebía comentar algo.
-Eso es verdad, ya no es lo mismo, cada rincón de Egipto ahora esta rodeado por energía oscura y muerte... ya no es lo mismo, es muy peligroso si viajas allí...- Dije tratando de aconsejar, aunque no conocía a aquella mujer quería igualmente lo mejor para ella, porque sentía que en su alma se refugiaba una energía similar a la que rodeaba a Edward y a mi, esa cálida y bondadosa energía, solo por eso, porque comenzaba a sentir que era una buena persona, tal vez sería bueno que quisiera acompañarnos por lo menos parte del camino, no poia quedarse sola y menos viajar sola a aquel sitio, como bien mensioaba Edward.
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Re: Puerto Romano
Después de que asesinarán a mi padre frente a nosotras y de ser separada de mi madre para ponerme al servicio de una legión como simple botín de guerra, me había obligado a sumirme en un mundo donde en lo único que podía confiar era en mí y en aquellas que por las mismas circunstancias tenía que compartir mi nueva vida. No estaba conforme de querer eso, no me parecía justo que dispusieran de cualquier persona como simple objeto y así fue como decidí enseñarme, al no pertenecer a la realeza y dedicarme solo a las tareas del hogar que se me eran encomendadas no había porque preocuparme pero nadie contaba con la guerra que azoto aquella tierra desértica.
Día a día en los que debía complacer a hombres de Roma pude aprender al menos su idioma, dándome una pequeña ventaja sobre todas las chicas que estaban a mi lado además de que por la “belleza” habían decidido conservarme sin dejar que me trasladaran a otro sitio e intentaran aprovecharse de la situación. Al permanecer tanto tiempo pude memorizar los momentos en que cambiaban los guardias su turno y los momentos en lo que la distracción era arma para poder escapar…
Un mal momento para recordar en medio de un sitio al cual pertenecía, a pesar de sus advertencias Egipto había sido la remota salida de buscar algo que perdí bastante tiempo, callada miraba a la mujer con seriedad escuchando su historia, identificándome pues ambas se nos fue despojado una vida en la que pudo haber tenido un futuro por delante.
Aguardaba con paciencia sin interrumpir ningún momento, hasta que Edward intentaba retenerme para no viajar, mis ojos se apartaban de su rostro.
Ni Roma… ni Egipto son mi hogar.
Me resistía a derrumbarme pues ninguno de ellos sabía lo que pasaba, mi presencia en el Senado hizo que me enterase de algunas cosas como el cese de la guerra aunque la actitud de la emperatriz a la que la mayoría conocía como traidora me puso alerta cuando se negó a tal propuesta, tomando al pequeño animal lo sujetaba entre mis brazos para poder entregárselo a Jezzara.
Es muy hermoso pero no deberías de dejar que ande suelto… más por estos sitios.. su piel puede considerarse una fortuna a la vez que una especie así es muy cotizada como algo exótico en propiedad.
Acariciando su fino pelaje se lo entregaba para mirar con nostalgia a ese hombre, algo me atraía por querer seguirlo aunque seguía resistiéndome.- General..
Día a día en los que debía complacer a hombres de Roma pude aprender al menos su idioma, dándome una pequeña ventaja sobre todas las chicas que estaban a mi lado además de que por la “belleza” habían decidido conservarme sin dejar que me trasladaran a otro sitio e intentaran aprovecharse de la situación. Al permanecer tanto tiempo pude memorizar los momentos en que cambiaban los guardias su turno y los momentos en lo que la distracción era arma para poder escapar…
Un mal momento para recordar en medio de un sitio al cual pertenecía, a pesar de sus advertencias Egipto había sido la remota salida de buscar algo que perdí bastante tiempo, callada miraba a la mujer con seriedad escuchando su historia, identificándome pues ambas se nos fue despojado una vida en la que pudo haber tenido un futuro por delante.
Aguardaba con paciencia sin interrumpir ningún momento, hasta que Edward intentaba retenerme para no viajar, mis ojos se apartaban de su rostro.
Ni Roma… ni Egipto son mi hogar.
Me resistía a derrumbarme pues ninguno de ellos sabía lo que pasaba, mi presencia en el Senado hizo que me enterase de algunas cosas como el cese de la guerra aunque la actitud de la emperatriz a la que la mayoría conocía como traidora me puso alerta cuando se negó a tal propuesta, tomando al pequeño animal lo sujetaba entre mis brazos para poder entregárselo a Jezzara.
Es muy hermoso pero no deberías de dejar que ande suelto… más por estos sitios.. su piel puede considerarse una fortuna a la vez que una especie así es muy cotizada como algo exótico en propiedad.
Acariciando su fino pelaje se lo entregaba para mirar con nostalgia a ese hombre, algo me atraía por querer seguirlo aunque seguía resistiéndome.- General..
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Re: Puerto Romano
Las dos chicas egipcias hablaban entre ellas, y aunque Seiren habia hablado en su idioma natal, podia entender algunas cosas, por algo habia estado mas de un año en Egipto, y en todo ese tiempo pude comunicarme con personas de alli que me enseñaron parte de sus costumbres y por supuesto de su idioma y su forma de hablar, que aunque no dominaba a la perfeccion si que podia entender casi completamente a una persona que hablara el idioma egipcio.
Dejaba que aquellas dos mujeres hablaran todo lo que tuvieran que hablar, al parecer Seiren habia reconocido a la princesa de Egipto, pero como ella decia habia dejado de lado ese titulo para convertirse en una verdadera guerrera, y yo respetaba eso y no la trataba como una princesa sino como una igual, era algo que ella habia decidido y la admiraba y la consideraba una mujer valiente Jezzara.
Pero aun mostrando su valentia, todavia el sentimiento se llevaba dentro, recordando su pasado no pudo evitar soltar una lagrima por su mejilla y volver su rostro triste. Pero aun asi seguia firme, una verdadera mujer. Mi mano paso por su mejilla para recoger esa lagrima y con mis dedos levantar su rostro desde su menton para que se sintiera orgullosa.
Y lo estas haciendo muy bien Jezzara. Seras una gran guerrera.
Ella habia superado sus problemas, por eso ahora queria tener fe en Seiren con quien la conocia de antes y con la que habia compartido momentos en su celda donde ella en tiempos de guerra, era mi confidente y aunque no lo supiera, ella era quien me ayudaba a mi, escuchandome. Mi sirvio de apoyo y quizas eso ella no lo entienda.
No tenia donde ir, ni Roma ni Egipto eran sus lugares ya, me recordaba a mi que no tenia donde ir, seguramente no fuera aceptado de nuevo en Roma, incluso si la gente supiera que volvi, me tratarian de perdedor y una desonra para Roma, nada servia mis años de servidumbre, asi era la vida en Roma, un dia estas en lo mas alto, y al siguiente nadie te quiere.
No me llames general.. ya he dejado ese titulo. Ahora soy una simple persona mas y estoy buscando mi nuevo objetivo para enmendar los errores del pasado.
Puede que ella no dejara nunca de hablarme como alguien superior pues asi me habia conocido, pero lejos de las reglas de Roma, podia ser libre de con mis propias fuerzas proteger a personas sin distincion de razas, asi como Jezzara o Seiren que eran egipcias.
Nosotros ahora mismo tampoco tenemos ningun lugar al que volver, Jezzara es egipcia como sabes y va a viajar conmigo en busca de una persona, luego nuestros caminos iran hacia un nuevo destino. Si lo deseas, puedes venir con nosotros.
Me aventure a decir, por como iban las cosas, todo parecia que acabaria en Grecia, y ella nadie seria repudiado por nada, asi que personas como Seiren podrian encontrar una nueva felicidad.
Dejaba que aquellas dos mujeres hablaran todo lo que tuvieran que hablar, al parecer Seiren habia reconocido a la princesa de Egipto, pero como ella decia habia dejado de lado ese titulo para convertirse en una verdadera guerrera, y yo respetaba eso y no la trataba como una princesa sino como una igual, era algo que ella habia decidido y la admiraba y la consideraba una mujer valiente Jezzara.
Pero aun mostrando su valentia, todavia el sentimiento se llevaba dentro, recordando su pasado no pudo evitar soltar una lagrima por su mejilla y volver su rostro triste. Pero aun asi seguia firme, una verdadera mujer. Mi mano paso por su mejilla para recoger esa lagrima y con mis dedos levantar su rostro desde su menton para que se sintiera orgullosa.
Y lo estas haciendo muy bien Jezzara. Seras una gran guerrera.
Ella habia superado sus problemas, por eso ahora queria tener fe en Seiren con quien la conocia de antes y con la que habia compartido momentos en su celda donde ella en tiempos de guerra, era mi confidente y aunque no lo supiera, ella era quien me ayudaba a mi, escuchandome. Mi sirvio de apoyo y quizas eso ella no lo entienda.
No tenia donde ir, ni Roma ni Egipto eran sus lugares ya, me recordaba a mi que no tenia donde ir, seguramente no fuera aceptado de nuevo en Roma, incluso si la gente supiera que volvi, me tratarian de perdedor y una desonra para Roma, nada servia mis años de servidumbre, asi era la vida en Roma, un dia estas en lo mas alto, y al siguiente nadie te quiere.
No me llames general.. ya he dejado ese titulo. Ahora soy una simple persona mas y estoy buscando mi nuevo objetivo para enmendar los errores del pasado.
Puede que ella no dejara nunca de hablarme como alguien superior pues asi me habia conocido, pero lejos de las reglas de Roma, podia ser libre de con mis propias fuerzas proteger a personas sin distincion de razas, asi como Jezzara o Seiren que eran egipcias.
Nosotros ahora mismo tampoco tenemos ningun lugar al que volver, Jezzara es egipcia como sabes y va a viajar conmigo en busca de una persona, luego nuestros caminos iran hacia un nuevo destino. Si lo deseas, puedes venir con nosotros.
Me aventure a decir, por como iban las cosas, todo parecia que acabaria en Grecia, y ella nadie seria repudiado por nada, asi que personas como Seiren podrian encontrar una nueva felicidad.
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Re: Puerto Romano
Aquellos recuerdos que habían invadido mi mente al escuchar a Seiren habían logrado sacar lágrimas de mis ojos, pero en ese mismo instante sentí la mano de Edward que quitaba aquella lágrima y levantaba un poco mi rostro diciéndome unas palabras, aquellas que me hicieron sentir orgullosa de lo que había logrado hasta el momento, recordé cada cosa que logré, cada sacrificio para conseguir mi objetivo, por lo que en ese mismo momento, aunque no contesté con palabras, mostré una amable sonrisa que reflejaba mi felicidad en ese momento, traté de ser fuerte y olvidar todo aquello que me había entristecido.
Como había oído al parecer aquella joven mujer no tenía lugar a donde ir, ni Roma ni Egipto eran su hogar ya. Estaba escuchando con atención hasta que ella tomó a mi nueva mascota en sus brazos dijo unas palabras, mientras acariciaba su bello pelaje, para luego entregarme al pequeño Dante, lo tomé con cuidado y mostré un tierna sonrisa a la joven.
-Gracias, tomaré eso en cuenta... cuidaré mucho de él...- Dije mientras acariciaba al pequeño, luego se hizo un silencio y ella dirigió una palabra a Edward, más luego él contestó de inmediato, hice silencio mientras ellos hablaban, no tenía nada para aportar, cuando él acabó de hablar solo asentí con la cabeza dándole la razón al chico, pues lo que decía era cierto, ninguno de los dos teníamos un lugar en donde quedarnos, íbamos rumbo en busca de una persona muy importante y no tendríamos ningún problema en integrar a alguien más que quiera acompañarnos, y con más razón aún si esa persona tampoco tenía un rumbo, pero claro que era solo su decisión, ella tenía la última palabra, y eso debía contestarle a Edward.
Como había oído al parecer aquella joven mujer no tenía lugar a donde ir, ni Roma ni Egipto eran su hogar ya. Estaba escuchando con atención hasta que ella tomó a mi nueva mascota en sus brazos dijo unas palabras, mientras acariciaba su bello pelaje, para luego entregarme al pequeño Dante, lo tomé con cuidado y mostré un tierna sonrisa a la joven.
-Gracias, tomaré eso en cuenta... cuidaré mucho de él...- Dije mientras acariciaba al pequeño, luego se hizo un silencio y ella dirigió una palabra a Edward, más luego él contestó de inmediato, hice silencio mientras ellos hablaban, no tenía nada para aportar, cuando él acabó de hablar solo asentí con la cabeza dándole la razón al chico, pues lo que decía era cierto, ninguno de los dos teníamos un lugar en donde quedarnos, íbamos rumbo en busca de una persona muy importante y no tendríamos ningún problema en integrar a alguien más que quiera acompañarnos, y con más razón aún si esa persona tampoco tenía un rumbo, pero claro que era solo su decisión, ella tenía la última palabra, y eso debía contestarle a Edward.
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Re: Puerto Romano
La amabilidad de aquel hombre parecía no ceder pues siempre se mostraba de una manera reconfortante para aquellas personas que necesitaban su ayuda y pude darme cuenta de eso por el detalle de apartar la lágrima de Jezzara y levantar su mentón de forma que no cediera por muy fuertes que fueran las adversidades y obstáculos a vencer.
Era el momento de despedirme, la brisa del mar golpeaba ligeramente húmeda hacia nosotros y sintiendo la suavidad de los rayos del sol despejar el panorama, al pronunciar esa palabra que mantenía su cargo en el ejército no fui capaz de seguir para decir “adiós” quedándome en absoluto silencio. Quizás entendía lo que trataba de hacer pues mi semblante marcaba no solo la tristeza sino como la perdida de mi propia vida a pesar de siempre aferrarme a seguir luchando, interrumpiendo mis pensamientos me aclaró sin que se lo preguntara la situación en la que ahora se encontraba como el haber desertado como General Romano, uno de los más reconocidos.
¿Redimirse?.. ¿era por eso que me brindaba la opción de que lo acompañará? …
Mi mano derecha se apretaba contra mi muñeca izquierda abrazándola, estaba claro que no tenía a donde ir pero la invitación que me otorgaba la consideraba algo imposible, si fuera así lo más sensato sería rechazarlo y continuar esperando.
Ambos aguardaban pacientemente mi decisión pero yo solo miraba fija en dirección al suelo para después ser atraída a contemplar el murmullo de las olas, la espuma blanquecina chocaba contra los barcos meciéndolos grácilmente y escuchar el sonido de la madera crujir al golpear contra los muelles que conectaban a tierra me distraían.
Siempre había esperado o al menos haber encontrado a alguien que me ofreciera la opción de salir a cualquier parte con tal de ser libre y hubiera tomado esa oportunidad sin pensarlo dos veces… y ahora que puedo afirmar que lo soy me di cuenta que estaba atada a vivir de esa manera por mucho que lo negara y todo eso solo al saber cosas como atender a aquellos a los que siempre debía servir o enseñada para esposarme con alguien y esperar cumplir con las tareas del hogar.
Hacía una pausa mostrando una sonrisa, no tenía que verlos directamente para saber cómo debían reaccionar a lo que les estaba contando, solo les confesaba que jamás sería libre pues estaba limitada por mucho que intentara arriesgarme a volar.
Jamás había hablado tanto en ese momento, solo cruzando cortas frases o evadiendo el tema para no confiar en nadie, aplicándolo tanto en romanos como egipcios. Mis ojos buscaron los de Edward pues si todo este tiempo me había dedicado a pensar en él era para buscar respuestas que solo podía brindarme como el decidir que permaneciera con vida o los motivos por los que quiso salvarme de las garras de aquella sacerdotisa.
La respuesta más lógica sería que no…
Una oleada interrumpió lo que continué diciendo sin que Jezzara lograra escuchar absolutamente nada al igual que el atracadero de unas cajas azotando con estruendo hacia uno de los barcos pero sin en cambio Edward que estaba más próximo a mí pudo entenderme y si no… al menos leer mis labios, todo trataba de un asunto inconcluso entre nosotros.
Podría confundirlo, no me importaba así que le insinuaba que por ahora lo seguiría hasta encontrar el momento indicado de estar a solas. El transcurso del día seguía avanzando, era hora de que tomará la decisión del sitio al que nos dirigiéramos pues se notaba la gran importancia que tenía el buscar aquella persona pero entendía lo que me decía, yo misma experimente varias veces la sensación de estar con personas que poseían una energía lo bastante peculiar pero Edward…
Pensando en eso no me percataba que un hombre me empujaba accidentalmente chocando contra el General, sostuve su brazo evitando caerme pero gracias a eso sentía como una corriente eléctrica me conectaba con fuerza a él estremeciéndome por completo, como si el tiempo se detuviera entre nosotros podía ver como algo crecía y se expandía enormemente. Retirándome por completo me disculpaba disimulando lo que acababa de ocurrir pero eso no evito que notara algunas quemaduras en sus manos que me hizo sospechar que le pasó antes de separarnos.
¿Puedo preguntar a quién buscan?, he pasado tanto tiempo aquí que existe la posibilidad de que la conozca.
Era el momento de despedirme, la brisa del mar golpeaba ligeramente húmeda hacia nosotros y sintiendo la suavidad de los rayos del sol despejar el panorama, al pronunciar esa palabra que mantenía su cargo en el ejército no fui capaz de seguir para decir “adiós” quedándome en absoluto silencio. Quizás entendía lo que trataba de hacer pues mi semblante marcaba no solo la tristeza sino como la perdida de mi propia vida a pesar de siempre aferrarme a seguir luchando, interrumpiendo mis pensamientos me aclaró sin que se lo preguntara la situación en la que ahora se encontraba como el haber desertado como General Romano, uno de los más reconocidos.
¿Redimirse?.. ¿era por eso que me brindaba la opción de que lo acompañará? …
Mi mano derecha se apretaba contra mi muñeca izquierda abrazándola, estaba claro que no tenía a donde ir pero la invitación que me otorgaba la consideraba algo imposible, si fuera así lo más sensato sería rechazarlo y continuar esperando.
Ambos aguardaban pacientemente mi decisión pero yo solo miraba fija en dirección al suelo para después ser atraída a contemplar el murmullo de las olas, la espuma blanquecina chocaba contra los barcos meciéndolos grácilmente y escuchar el sonido de la madera crujir al golpear contra los muelles que conectaban a tierra me distraían.
Siempre había esperado o al menos haber encontrado a alguien que me ofreciera la opción de salir a cualquier parte con tal de ser libre y hubiera tomado esa oportunidad sin pensarlo dos veces… y ahora que puedo afirmar que lo soy me di cuenta que estaba atada a vivir de esa manera por mucho que lo negara y todo eso solo al saber cosas como atender a aquellos a los que siempre debía servir o enseñada para esposarme con alguien y esperar cumplir con las tareas del hogar.
Hacía una pausa mostrando una sonrisa, no tenía que verlos directamente para saber cómo debían reaccionar a lo que les estaba contando, solo les confesaba que jamás sería libre pues estaba limitada por mucho que intentara arriesgarme a volar.
Jamás había hablado tanto en ese momento, solo cruzando cortas frases o evadiendo el tema para no confiar en nadie, aplicándolo tanto en romanos como egipcios. Mis ojos buscaron los de Edward pues si todo este tiempo me había dedicado a pensar en él era para buscar respuestas que solo podía brindarme como el decidir que permaneciera con vida o los motivos por los que quiso salvarme de las garras de aquella sacerdotisa.
La respuesta más lógica sería que no…
Una oleada interrumpió lo que continué diciendo sin que Jezzara lograra escuchar absolutamente nada al igual que el atracadero de unas cajas azotando con estruendo hacia uno de los barcos pero sin en cambio Edward que estaba más próximo a mí pudo entenderme y si no… al menos leer mis labios, todo trataba de un asunto inconcluso entre nosotros.
“Pero tengo que arreglar algo contigo”
Podría confundirlo, no me importaba así que le insinuaba que por ahora lo seguiría hasta encontrar el momento indicado de estar a solas. El transcurso del día seguía avanzando, era hora de que tomará la decisión del sitio al que nos dirigiéramos pues se notaba la gran importancia que tenía el buscar aquella persona pero entendía lo que me decía, yo misma experimente varias veces la sensación de estar con personas que poseían una energía lo bastante peculiar pero Edward…
Pensando en eso no me percataba que un hombre me empujaba accidentalmente chocando contra el General, sostuve su brazo evitando caerme pero gracias a eso sentía como una corriente eléctrica me conectaba con fuerza a él estremeciéndome por completo, como si el tiempo se detuviera entre nosotros podía ver como algo crecía y se expandía enormemente. Retirándome por completo me disculpaba disimulando lo que acababa de ocurrir pero eso no evito que notara algunas quemaduras en sus manos que me hizo sospechar que le pasó antes de separarnos.
¿Puedo preguntar a quién buscan?, he pasado tanto tiempo aquí que existe la posibilidad de que la conozca.
Seiren- Amazona Dorada
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Re: Puerto Romano
Un Barco se lograba ver en el horizonte acercandose hacia el puerto de la hermosa roma, poco a poco el barco se fue acercando a el puerto se obserba, en la proa se podia obserbar una chica encapuchada con cabellera rubia que sobresalia con el viento la sombra que hacia la capucha le cubria sus ojos no permitiendole mostrarlos,con una voz muy femenina y delicada
- Que Lindo es regresar a mi hermosa cuidad, es mas linda que lo que recuerdo-
Con una sonrisa y recordando como es que salio de roma
Despues de la muerte de Maximo su hermano mayor Nicole se comenzo a sentir un poco enferma, lo cual era realmente una fuerte fiebre y penso que al salir a tomar un poco de aire y dirijirse hacia el pueblo al llegar a este se comenzo a sentir cada vez peor y deambulo Hasta el puerto, donde unos tipos la subieron al barco viendola muy elegante robandole sus pertenencias como pago, el barco abordo con ella donde ella se puso mucho peor, al perecer un hombre se hizo cargo de ella manteniendola en su camarote, despues aquel hombre se encargo de que se mantuviera a salvo y al llegar a su destino encargo que llegara sana y salva hacia roma otra vez , cuando Nicole desperto solo se encontraba ella en aquel camarote no supo ni como llego hay ya que solo tenia recuerdos muy bagos mientras se mantuvo enferma y penso que quisas no estaria bien regresar a roma despues de un largo tiempo ya que su hermano el cual lo era todo para ella murio, diva ni se preocupo por ella ya que no la mando buscar y su hermana la odia asi que no vio porque regresar, pero por alguna extraña razon desidio que seria bueno regresar y asi se mantuvo varios dias abordo para regresar a roma.
El barco por fin habia llegado al puerto,colocaron la escalera ella bajo, pero no se quito la capucha ya que en el barco no tenia un cambio de ropa, tenia la misma con la que subio y su cabello estaba hecha un desastre, asi que penso en ir a ducharse primero e ir a comprar algo de ropa para que todos en roma se den cuenta que la diva nicole habia regresado, pero algo le llamo la atencion al llegar al puerto.
- Que Lindo es regresar a mi hermosa cuidad, es mas linda que lo que recuerdo-
Con una sonrisa y recordando como es que salio de roma
Despues de la muerte de Maximo su hermano mayor Nicole se comenzo a sentir un poco enferma, lo cual era realmente una fuerte fiebre y penso que al salir a tomar un poco de aire y dirijirse hacia el pueblo al llegar a este se comenzo a sentir cada vez peor y deambulo Hasta el puerto, donde unos tipos la subieron al barco viendola muy elegante robandole sus pertenencias como pago, el barco abordo con ella donde ella se puso mucho peor, al perecer un hombre se hizo cargo de ella manteniendola en su camarote, despues aquel hombre se encargo de que se mantuviera a salvo y al llegar a su destino encargo que llegara sana y salva hacia roma otra vez , cuando Nicole desperto solo se encontraba ella en aquel camarote no supo ni como llego hay ya que solo tenia recuerdos muy bagos mientras se mantuvo enferma y penso que quisas no estaria bien regresar a roma despues de un largo tiempo ya que su hermano el cual lo era todo para ella murio, diva ni se preocupo por ella ya que no la mando buscar y su hermana la odia asi que no vio porque regresar, pero por alguna extraña razon desidio que seria bueno regresar y asi se mantuvo varios dias abordo para regresar a roma.
El barco por fin habia llegado al puerto,colocaron la escalera ella bajo, pero no se quito la capucha ya que en el barco no tenia un cambio de ropa, tenia la misma con la que subio y su cabello estaba hecha un desastre, asi que penso en ir a ducharse primero e ir a comprar algo de ropa para que todos en roma se den cuenta que la diva nicole habia regresado, pero algo le llamo la atencion al llegar al puerto.
Nicole- Status :
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Re: Puerto Romano
Despues de ir a palacio Talos se dirigio al puerto para ultimar los detalles de su regreso a Persia, viajar por barco seria mas comodo de como llego a Roma antes, el hombre portaba su elegante uniforme de general romano el cual brillaba intensamente con la luz de la mañana, habia dejado en su casa a Luccia, ultimando los detalles del viaje y preparando las maletas, se llevaria a su esclava como compañia mientras el alcanzaba el logro de convertirse en el gobernador de Persia, ojala el nuevo emperador le diese aquel titulo o tendria que conseguirlo por las malas, al menos tendria algo con que sobornar a Vergilius, pero si el emperador era octavius?. El habia demostrado que era un gran pilar en el ejercito romano, y la conquista de Persia lo dejaria satisfecho a menos de que detestara al general, en fin eran muchas cosas para pensar y habia tiempo asi que no se preocuparia tanto.
El joven estaba en el muelle hablando con el capitan del barco que le llevaria a Persia, justo en ese momento llegaba un barco del cual se bajaron unos cuantos hombres, mercancia y una delicada figura la cual estaba cubierta por una capucha, el joven la observo divertido, tal vez seria una polizon que se habia colado en el barco.
- General Talos, le sucede algo? - Interrumpio el capitan los pensamientos de peliplata
- No... claro que no, y bien solo me quedaria ir por unas cosas a mi Villa y creo que al final del dia podriamos partir a Persia - respondio el General mientras volvia la vista al capitan
El joven estaba en el muelle hablando con el capitan del barco que le llevaria a Persia, justo en ese momento llegaba un barco del cual se bajaron unos cuantos hombres, mercancia y una delicada figura la cual estaba cubierta por una capucha, el joven la observo divertido, tal vez seria una polizon que se habia colado en el barco.
- General Talos, le sucede algo? - Interrumpio el capitan los pensamientos de peliplata
- No... claro que no, y bien solo me quedaria ir por unas cosas a mi Villa y creo que al final del dia podriamos partir a Persia - respondio el General mientras volvia la vista al capitan
Talos- Juez del Inframundo
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