[Villa Adriana] Salón Principal

Las palabras de Lydia no se hicieron esperar, tampoco las de la princesa Lin quien hasta agradecía el recibimiento, yo solo termine mi copa de vino y las observe de forma fija y pacifica, luego de unos segundos solo des dije: no hay de que princesa Lin la verdad que es un honor para mi el que me hayan escogido no solo ami si no a mi respetado hermano Solomon y a mi tierna hermana Samantha para que le diéramos la bienvenida a estos territorios.

Querida prima, me alegro que hallas si do así y que estés con nosotros, sabes que siempre fuiste, eres y seras bienvenida en nuestro hogar, y la verdad me inspira tu presencia. bueno ambas son una inspiración y con sus presencias iluminan y fortalecen la belleza de estos parajes.

luego de aquellas palabras calle nuevamente, Lydia volvía a pronunciarse, ya el sueño y el cansancio parecía ganarles a mis invitadas por esta noche, claro, no hay ningún inconveniente, al contrario, insisto en que descansen, llame a uno de los sirvientes y le dije: acompaña a mi prima, la princesa Lydia al lugar donde se hospedara durante su visita y también acompaña a la princesa Lin, luego de aquello fije mi vista en ambas, claro, sera un placer acompañarlas a ir de caza, estaré listo, por ahora por favor descansen, les dije y me levante en señal de cortesía y en espera de sus respuestas.

luego de mis palabras nuevamente lydia se pronunciaba, los minutos transcurrian y mi prima se habia marchado a sus apocentos, no sin antes de su partida yo ascintiera con la cabeza nuevamente mi asistencia al dia siguiente para ir a cazar, aunque muchos no me habian visto en aquella practica me gustaba practicar dicho deporte, solo camine hacia uno de los sirvientes y solo con la mirada comprendio y me dio una copa de vino la cual tome con mi mano derecha y camine al otro lado del salon, y me sente en uno de los tres sillones mas como dos que habian los cuales en el que me encontraba, que estaba del lado derecho me pertenecia, el del centro era de Solomon y el del lado izquierdo era el de Samantha, los tres formaban un pequeño triangulo y podiamos quedar mirandonos, en esta parte solamente los tres nos sentabamos a hablar asuntos importantes de vez en cuando, bueno me tocara esperar a que llegue Solomon y Samantha para poder aclarar aquel rumor y luego poder darle su "recompenza" a aquel esclavo, mis penzamientos se silenciaron y alzando un poco la voz, dije:

Princesa Lin si gusta puede retirarce a descanzar yo me quedare a la espera de Solomon y de Samantha, no se preocupe, nos veremos mañana en la mañana, dije y luego calle, mientras sorvia un poco de vino y que de halli a la espera de mis hermanos y/o una respuesta de la princesa

Ya mis invitadas o las de mi hermano mas bien, se había retirado, me mantenía allí sentado, mirando a la oscuridad, con una copa de vino en la mano, llegando a mis pensamientos la imagen de Cassie, su hermoso cuerpo, su mirada llena de dulzura y de una oscuridad inmensa que me desconcertaba, aquellos seres que poseen esa mirada son puros y por esa razón son fáciles de corromper, los seres mas puros son los capacees de crear una destrucción inimaginable y de una maldad de la cual ni los que son malos desde los inicios de sus vidas son capaces, esta chica es especial, siento una gran conexión con ella pero no se que es, siempre pensé que la única que me entendía era Samantha, mi querida hermana, aquella que por primera vez había despertado sentimientos en mi frío corazón, sentimientos impropios y por una vez en la vida tenia que seguir las leyes, no podía seguir albergando aquellos pensamientos, pero Cassie, con ella es diferente, a ella si le puedo entregar toda mi pasión, mi lujuria, mi pasión, mostrarme tal cual como soy sin remordimiento alguno.

Luego de unos instantes volví a reincorporarme y a ver como ya me encontraba solo por completo en todo el salón, sin embargo, aquella impresión ceso cuando un sirviente se me acerco, amo Richard ¿desea un poco mas de vino?, como te atreves a interrumpirme inepto, y de un gran bofetón tire a aquel ser insignificante al suelo, siempre toca y anúnciate antes de pasar o acercarte a mi, lo he dicho mil veces, la próxima vez te arrepentirás incluso de haber nacido, dije aquellas palabras sin gritar en un tono normal, pero frío con una mirada altiva y tome nuevamente de mi copa, y no se te ocurra comentarle nada de esto a mis hermanos o te aseguro que será lo ultimo que hagas no en esta villa si no en la vida porque en ese momento acabara, jajajaja, que patético mira el rostro que tiene jajajaja, y.. Si, tráeme mas vino de inmediato, dije para luego callar y quedarme con aquella copa en la mano para que luego de unos minutos aquel sirviente la llenase nuevamente.

Amo Richard, disculpe ¿puedo hablarle de un asunto?, si habla rápido, que no tengo toda la noche, es que la joven Cassie ya regreso, porque no me habías informado antes, yo debo saber todo lo que sucede en esta villa incluido lo que hacen o dejan de hacer quienes trabajan aquí, lo sientooo no tome represarías contra mi, es que ya estaba con un joven al parecer es su primo y buscaban a la joven Samantha, y ¿ahora donde esta? se encuentran en la habitación de Cassie, pero.. pero ¿que?, es que pase por hay y escuche como pequeños gritos de la joven y luego cesaron, bueno retírate de inmediato no le comentes esto a nadie, yo me are cargo si hablas ya sabes lo que te sucederá a y deja esa botella de vino acá, le dije y aquel joven se marcho dejando la botella de vino, si señor, dijo el sirviente con una voz temblorosa, tome un poco mas de la bebida que tenia dentro de la copa, que será, que le abra ocurrido a Cassie, pero no es un buen momento, pueden llegar Solomon o Samantha y tengo que hablar con ellos además esta ese supuesto primo de ella así que deberé esperar hasta mañana, y allí me quede a la espera de mis hermanos por un rato mas. depronto ante mi aparecio otro sirviente, uno que habia enviado a seguir a Samantha desde que Alucard abia llegado, mi señor, adelante, señor Richard su hermana esta a punto de casarse con el senador Alucard, la copa que mantenia en la mano callo a los suelos, intente mantener la calma, ¿donde sera?, en la villa del senador Alucrad, puedes retirarte, me lebante con rapidez y sali a la entrada de la mancion, con una señal un esclavo me trajo mi caballo, lo monte y de inmediato parti hacia la villa del senador.

El viento soplaba sin cesar y mis cabellos se movían a su par, allí estaba yo, callado, sin decir una sola palabra, sabia que pronto debía contestar la pregunta que Arwen me había formulado instantes antes, sin embargo, no se lo diría frente a los sirvientes, a nadie le incumbencia, luego que aquella dama bajo y tomo mi mano, nos adentramos en en la casa y tomamos uno de los pasillos, mas exactamente el que conducía hacia el salón principal de aquella edificación, al llegar allí, di un leve respiro y tome asiento, por favor Arwen siéntete como en casa y por favor toma asiento,luego de dicho aquello observe a uno de los sirvientes que nos había seguido, por favor tráenos un vino y dos copas, no paso mucho cuando ya había regresado aquel criado, puedes retirarte, el joven sirvió las copas y las dejo al lado de mi silla, al marcharse cerro la puerta, la verdad no te quería responder en la carroza, pero si quieres saber te lo diré, tome una de las copas y se la ofrecí a mi prima mientras en la otra mano sostenía la mía, la coloque en una mesa pequeña a su la do y volví a mi lugar.

Solomon, es uno de los senadores de Roma, es mi hermano mayor y desde el fallecimiento de nuestro padre fue la cabeza de esta familia, sin embargo, toda mi niñez la viví a su sombra, siempre era comparado con el y con mis demás primos, a lo que Solomon nunca hizo nada, siempre callo aceptando su supuesta superioridad, cuando crecimos siempre fui como la oveja negra y fui exiliado por mi propio padre, aquello no me afecto de a mucho pues mi padre se había ganado mi rencor, cuando este murió, fue que se dio mi regreso a Roma, pero aun con la humillación del exilio, por esa razón no me llevo bien con Solomon, ademas de que el siempre a puesto al imperio antes que a su familia, incluso aveces es mas extraño que toda nuestra familia junta, pero no pretendo darte mala imagen de el, tu misma deberás juzgarlo cunado lo conozcas, luego de mis palabras la puerta sonó, pase, una de las sirvientas entro, hizo una reverencia y poso sobre un mueble un hermoso vestido, gracias, puedes retirarte, fue lo único que le dije y la joven se marcho del lugar, ese vestido es para ti, luego de decir aquello hice una pausa tome vino de mi copa y espere una respuesta.

En cuanto termine de pronunciar mis palabras casi se cae aquella copa de entre mi manos, pues un abrazo fuerte, caluroso y lleno de amor sentí, una calidez me estremeció todo el cuerpo, no pronuncie palabra alguna, cuando Arwen se dio cuenta se alejo y se pronuncio, paresia estar apenada, pues sabia por mis palabras anteriores que no solíamos dar esas muestras de afecto en la familia, la escuche, termine de tomar mi vino y me levante, me acerque lento a ella y como nunca sonrrei, la abrace, no tienes que ser igual a nosotros Arwen incluso yo detesto ser parte de esta familia por como somos pero bueno, sentía una gran calidez que emanaba de aquella joven, su sola presencia regocijaba mi alma y me hacia sentir un gran placer, paz y tranquilidad, bueno es necesario que conozcas mas adelante a nuestras familia, pero ahora quiero que te coloques ese vestido, ve a la ala norte, allí encontraras una habitación lista para ti... toma una ducha, cámbiate y te espero en el salón de reunión de esa ala.

Dichas mis palabras le di un beso en la frente y di media vuelta para dirigirme hacia la entrada, espero no te demores, te estaré esperando con ansias, tendrás una gran sorpresa, luego de dichas aquellas palabras me marche hacia mi habitación, bueno la que solía ser mi habitación, debía tomar una ducha y cambiarme los ropajes, por suerte había dejado todo cuando me marche al Olimpo, abrí la puerta y al salir mi silueta desapareció cuando aquellas puertas se cerraron.