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Jardines de la Discordia
Su caminata ya se había alargado por mas de diez minutos, mas nunca cambiaba su curso… siempre hacia el frente; mientras miraba como el sol se ocultaba mas y mas por entre las montañas. Su vestido morado se ondeaba hacia atrás por el curso del viento, remarcando su figura y alzando su falda aun mas… desnudando sus muslos blanquecinos. Sus cabellos cortos azulados, se arremolinaban por detrás de su cabeza, mientras que sus labios se resecaban, por el leve calor que expedía la tierra que tal parecía había sido victima de un gran incendio, pues sus paso se recalcaban siempre en un sendero de ceniza infinita. Aun así siguió caminando sin bajar su ritmo, mientras que a cada paso que daba notaba como el templo se iba unificando por si mismo.
Y su caminata declinó frente a lo que alguna vez había sido un hermoso pozuelo, aquella como si fuese inocente sonreía maravillada, pues el lugar al que deseaba llegar… estaba frente a ella. Samantha Trago saliva y cerró los ojos por efímeros segundo, formando así en la oscuridad de su mente una imagen de su pasado: la dama veía su verdadera apariencia, casi desnuda, alta y de matices distintos en su piel, sin no antes mencionar el aurea color índigo que siempre le había remarcado su figura de Diosa. Samantha se veía en su pasado, tomando agua en aquel pozuelo, que al tocar su paladar siempre se volvía vino… mas lo único rancio de aquel excitante recuerdo, era sus sentimientos hacia otro Dios, que tal parresia era el gran Ares… pues desde tiempos mitológicos se conocía que Eris había sido la amante de tal Dios.
Esa imagen hacia regresar a la realidad a Samantha, un poco agitada de su pecho, la mujer se acerco al pozuelo y recargo ambas manos en la tina de mármol, bajo su mirada y la clavo al vacio de dicho molde, suspiro y se susurro:
-¿Y ahora que voy a hacer?
Cerró sus ojos y se quedo pensando entre la soledad de aquel viejo jardín, mientras que a lo lejos se formaban lo que alguna vez fueron cúpulas individuales, que servían para ver las estrellas en el firmamento.
Después de pensar Samantha una vez mas suspiro, algo triste mas ya no hablo… dio media vuelta y regreso, para así estar en el salón principal y hacer una asamblea con sus demás fantasmas, esperando ver que Alucard ya estuviera ahí o que por lo menos ya fuera a su encuentro… pues en aquellos momentos de malos y asquerosos recuerdos, deseaba ver el rostro del mortal del cual se había enamorado Eris.
Y su caminata declinó frente a lo que alguna vez había sido un hermoso pozuelo, aquella como si fuese inocente sonreía maravillada, pues el lugar al que deseaba llegar… estaba frente a ella. Samantha Trago saliva y cerró los ojos por efímeros segundo, formando así en la oscuridad de su mente una imagen de su pasado: la dama veía su verdadera apariencia, casi desnuda, alta y de matices distintos en su piel, sin no antes mencionar el aurea color índigo que siempre le había remarcado su figura de Diosa. Samantha se veía en su pasado, tomando agua en aquel pozuelo, que al tocar su paladar siempre se volvía vino… mas lo único rancio de aquel excitante recuerdo, era sus sentimientos hacia otro Dios, que tal parresia era el gran Ares… pues desde tiempos mitológicos se conocía que Eris había sido la amante de tal Dios.
Esa imagen hacia regresar a la realidad a Samantha, un poco agitada de su pecho, la mujer se acerco al pozuelo y recargo ambas manos en la tina de mármol, bajo su mirada y la clavo al vacio de dicho molde, suspiro y se susurro:
-¿Y ahora que voy a hacer?
Cerró sus ojos y se quedo pensando entre la soledad de aquel viejo jardín, mientras que a lo lejos se formaban lo que alguna vez fueron cúpulas individuales, que servían para ver las estrellas en el firmamento.
Después de pensar Samantha una vez mas suspiro, algo triste mas ya no hablo… dio media vuelta y regreso, para así estar en el salón principal y hacer una asamblea con sus demás fantasmas, esperando ver que Alucard ya estuviera ahí o que por lo menos ya fuera a su encuentro… pues en aquellos momentos de malos y asquerosos recuerdos, deseaba ver el rostro del mortal del cual se había enamorado Eris.
Samantha- Status : Muerta y Sellada
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Re: Jardines de la Discordia
Caminaba hacia afuera del templo de la discordia, la diosa me había encomendado una misión, el deber de encontrar al dios Apolo y comunicarle aquel mensaje que estaba en mi cabeza, no debía olvidar aquellas palabras, sino sería una falla muy grande, no podía perder tiempo, ya había tardado demasiado y no quería hacerlo más. Mis pasos eran demasiado rápidos, cada pisada dejaba una marca en el césped que luego de unos segundos volvía a acomodarse, me encontraba algo cansada, y más por el hecho de tener que llevar todo el tiempo a cuestas la caja que contenía la pesada armadura de la muerte pero no podía dejarla, la necesitaba por si acaso llegue algún peligro o me encuentre con un enemigo en el camino, aunque no me importaba mucho, yo me había convertido en un fantasma muy fuerte desde que desperté hace mucho tiempo, era un hecho que si un enemigo me encontraba no iba a poder vencerme con facilidad, o simplemente iba a ser derrotado en mis manos, con mi propio cosmos. Pero eso en este momento no me interesaba mucho, tan solo deseaba completar mi misión para volver a donde mi diosa, esperar a que se desocupe de sus asuntos y estar a su lado para cumplir cada misión que ella me ordene. Por el momento debía saber por donde comenzar, no tenía ninguna pista, tan solo caminaba sin rumbo ala espera de algo que me lleve a ese dios que buscaba.
Pandora1- Espectro de Hades
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Re: Jardines de la Discordia
Sus paso fuero rápido entre aquel pasillo oscuro, resonando con gran apabulle y dejando una huella de ecos que se perdían entre el vacio, para así pasar a correr mientras lloraba con gran amargura pues se sentía devastada al ver la presencia de aquella mujer, entre la sala de la diosa del caos y la discordia, se seria denigrante en no poder ponerse con un dios y refutar sus acciones tan rameras en días pasados, que había generado el romper de una bonita relación.
La luz por fin se hizo notar a lo lejos, la cual se derrochaba entre la paredes de mármol pulida gracias ala entrada de lado izquierdo que daba paso a unos jardines demasiados bellos, Cassie musa de Clío, quien lloraba se quedo circunspecta admirando aquel paisaje, pues no se podía creer ver tanta hermosura en un lugar tan oscuro como lo era ese palacio, con miedo la muer de largos cabellos castaños dio un paso al frente, para así ser azotada por el rancio viento que recorría en derredor de aquellas jardineras tupida, a lo lejos una pequeña cúpula se alzaba por lo que corriendo desesperadamente fue hasta aquel lugar, cayendo abatido en el suelo la mujer se hinco mirando el firmamento, suspiro y cero sus puños hasta hacer sangrar sus palmas por e enterrar d sus finas uñas en a piel, espasmo dedolo espiritual hacia que esta temblara mientras sollozaba en silencio por sentirse tan humillada hace algunos momentos atrás…
La luz por fin se hizo notar a lo lejos, la cual se derrochaba entre la paredes de mármol pulida gracias ala entrada de lado izquierdo que daba paso a unos jardines demasiados bellos, Cassie musa de Clío, quien lloraba se quedo circunspecta admirando aquel paisaje, pues no se podía creer ver tanta hermosura en un lugar tan oscuro como lo era ese palacio, con miedo la muer de largos cabellos castaños dio un paso al frente, para así ser azotada por el rancio viento que recorría en derredor de aquellas jardineras tupida, a lo lejos una pequeña cúpula se alzaba por lo que corriendo desesperadamente fue hasta aquel lugar, cayendo abatido en el suelo la mujer se hinco mirando el firmamento, suspiro y cero sus puños hasta hacer sangrar sus palmas por e enterrar d sus finas uñas en a piel, espasmo dedolo espiritual hacia que esta temblara mientras sollozaba en silencio por sentirse tan humillada hace algunos momentos atrás…
Cassie- Amazona Dorada
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Re: Jardines de la Discordia
Volvía a los jardines de la discordia, sin haber encontrado a Apolo en ningún sitio, caminando por entre los pastos fríos y húmedos por el rocío. Pensando en lo que le diría a Eris, iba a castigarme o algo parecido, no sabía que hacer. Pero de repente al me sorprendió. Tres distintos cosmos muy potentes, ¿acaso los tres dioses ya estarían reunidos en el templo de la discordia? Quizás ese fue el motivo por el cual no encontré al hermano mellizo de Samantha, quizás mientras estaba ausente él se encontraba en camino hacia aquí. Eso me aliviaba pues sabía que él ya estaba aquí, aunque nunca le había dado la noticia. Ni siquiera sabía el motivo por el cual llegó hasta aquí, pero no planeaba averiguarlo tampoco, lo importante era que ya estaba aquí reunido con mi diosa. La luz del sol era imponente en medio de los jardines, hacía mucho calor y no se podía estar más allí. Decidí pararme bajo la sombra de una árbol de manzanas que estaba en medio del jardín, cerca de la cúpula. Me saqué de la espalda la caja de mi armadura y la arrojé contra el pasto. Me dejé caer en el suelo, apoyando mi espalda contra el tronco de aquel árbol para descansar un rato, por lo menos hasta que Samantha se desocupe.
-Necesito un descanso, no me vendría mal....- Estaba realmente agotada. Algo me llamó la atención, a lo lejos veía a una figura en el suelo, parecía una mujer, pero a decir verdad no tenía ferzas ni para caminar hasta allí, por lo que no le presté mucha atención, ni siquiera imaginaba que podría ser mi vieja amiga Cassie que conocí una vez en la villa Adriana. No le presté mucha atención, ya luego vería de que se trataba, cerré lentamente los ojos para descansar un momento mi vista y me quedé inmóvil.
-Necesito un descanso, no me vendría mal....- Estaba realmente agotada. Algo me llamó la atención, a lo lejos veía a una figura en el suelo, parecía una mujer, pero a decir verdad no tenía ferzas ni para caminar hasta allí, por lo que no le presté mucha atención, ni siquiera imaginaba que podría ser mi vieja amiga Cassie que conocí una vez en la villa Adriana. No le presté mucha atención, ya luego vería de que se trataba, cerré lentamente los ojos para descansar un momento mi vista y me quedé inmóvil.
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Re: Jardines de la Discordia
Los minutos pasaban entre aquella cúpula corroída, Cassie musa de Clío a lo lejos presencio un cosmos funesto, mas aunque era en verdad embelesador no quiso indagar la posibilidad de conocerle, sus ánimos estaban por los suelos y en ese momento tan solo deseaba cerrar sus ojos y desaparecer por efímeros minutos, buscar una felicidad rancia en donde poder albergarse por una eternidad, mas su mente le traicionaba pues siempre caía en el recuerdo del adulterio de su amado dios con aquella perra, por lo que un poco eufórica la mujer elevo sus cosmos e hizo explotar el techo de la cúpula, los pedazos de mármol caían como escarcha por sobre su castaño cabello, simplemente la dama se bajo de mirada y se dejo ser bañada por aquel material, sus lagrimas se enlodaban dejando un sucio sendero en sus mejillas, mas no hizo nada, se quedo ahí postrada y espero a que el viento hiciese de las suyas y así la acurrucara en su manto gélido de sensación, suspiro y se levanto aproximadamente cinco minutos después, dio media vuelta y comenzó a adentrarse entre lo rosales. Su mente estaba atónica de reacción aparente y su cuerpo tan solo era un títere del cual se podía manipular al antojo de quien sea,, o eso era lo que aparentaba aquella guerrera.
Cassie- Amazona Dorada
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Re: Jardines de la Discordia
Había pasado mucho tiempo, cerca de 45 minutos, me había quedado dormida y no me di cuenta, todo seguía igual, sospechaba que la reunión entre los dioses no había acabado aún y no sabía que hacer en ese tiempo libre que me quedaba mientras tanto. Ya estaba muy cansada de esperar pero sabía que no me quedaba otra opción, no tenía otra cosa que hacer, yo vivía para servir a mi diosa y no tenía otra cosa para hacer, y más sabiendo que toda mi vida había servido a Samantha sin siquiera saber que iba a ser mi diosa en el futuro. Por eso mismo era la persona más allegada a mi y era como una hermana, mi mejor amiga, no conocía a nadie más que a ella y sus hermanos, sin mencionar a los demás esclavos de la villa Adriana, pero ahora las cosas eran distintas, todo había cambiado con el despertar de los dioses y el posible comienzo de una guerra santa.
De pronto me desperté de golpe cuando sentí que mi pequeña mascota saltaba sobre mi hombro y comenzaba a maullar de una forma extraña. Abrí los ojos de repente mirándolo. Tardé unos momentos en reaccionar hasta que pude saber donde estaba, aunque no me había dado cuenta del tiempo que había pasado, para mi solo estuve dormida unos pocos minutos, pero no fue así, fue casi una hora, aunque no me importaba demasiado, tan solo quería que pase el tiempo nada más.
-¿Que pasa, pequeño?- Dije a mi compañerito, el contestó con un ligero maullido, no creía que pasara algo malo, solo quiso despertarme. -ay, ay, ay, tú siempre interrumpiendo mis descansos... de acuerdo...- Dije con un tono de voz chistoso como bromeando con el animal. Lo tomé con ambas manos y me levanté del suelo, dejé la caja de mi armadura en el lugar de todas formas estaba en el reino de la Discordia y no iba muy lejos, entonces agarré mi mochila y comencé a caminar para adentrarme en donde estaba la vegetación más espesa, caminé y caminé lejos hasta llegar a un pequeño arroyo, las aguas eran hermosas y cristalinas, dejé que mi compañero felino se bajara al suelo y yo me senté en el pasto cerca del agua, apoyando mi espalda en el tronco de un árbol de manzanas.
De pronto me desperté de golpe cuando sentí que mi pequeña mascota saltaba sobre mi hombro y comenzaba a maullar de una forma extraña. Abrí los ojos de repente mirándolo. Tardé unos momentos en reaccionar hasta que pude saber donde estaba, aunque no me había dado cuenta del tiempo que había pasado, para mi solo estuve dormida unos pocos minutos, pero no fue así, fue casi una hora, aunque no me importaba demasiado, tan solo quería que pase el tiempo nada más.
-¿Que pasa, pequeño?- Dije a mi compañerito, el contestó con un ligero maullido, no creía que pasara algo malo, solo quiso despertarme. -ay, ay, ay, tú siempre interrumpiendo mis descansos... de acuerdo...- Dije con un tono de voz chistoso como bromeando con el animal. Lo tomé con ambas manos y me levanté del suelo, dejé la caja de mi armadura en el lugar de todas formas estaba en el reino de la Discordia y no iba muy lejos, entonces agarré mi mochila y comencé a caminar para adentrarme en donde estaba la vegetación más espesa, caminé y caminé lejos hasta llegar a un pequeño arroyo, las aguas eran hermosas y cristalinas, dejé que mi compañero felino se bajara al suelo y yo me senté en el pasto cerca del agua, apoyando mi espalda en el tronco de un árbol de manzanas.
Pandora1- Espectro de Hades
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Re: Jardines de la Discordia
El sol llegaba a iluminar aquellos rosales, que adornaban al tem,plo de la discordia, mi cosmos me rodeaba por completo haciendo una delicada capa de tonalidad anaranjada sobre mi ser, caminaba lentamente, mi tunica blanca se movia con el calido viento que traia con sigo el dulce aroma de todas las flores que en aquel frio lugar se daban paso para dar un toque de vida en el templo, mi mirar era vacio, fri y firme a lo lejos vi a aquella dama que era mi musa y por otro lado a Flori, una antigua sirvienta de la villa y ahora una fiel fantasma de Eris, camine primeramente hacia Flori ya que queria estar a solas con Cassie en aquel lugar, apresure el paso y me pose frente a la fantasma.
Flori, tanto tiempo sin verte, como sabes acabo de hablar con Samantha y me dejo el favor de que si te veia te comunicara que se encuentra en sus apocentos, eso s todo, espero que tengas un caotico dia, bueno para las personas que no son de tu agrado, luego de eso me marche y me dirigi ahcia Cassie, llegue por la espalda, mi cosmos completamente apagado, mi presencia era casi inotable, la abrase lentamente, mi cosmos calido se encendio e intentaba conectarse con el suyo, no habian muchas palabras que desir en ese intante solo que sintiera mi cosmos y lo que mi interior sentia, solo algo dije segundos despues: Debemos hablar, no puedo soportar que me odies y verte de esa manera Cassie, si tu estas afectada por mi actuar y lo seguiras, no habria razon para que yo siguiera en esta era, luego de eso, solo continue abrazandola con gran fuerza pero con la misma delicadesa de siempre.
Flori, tanto tiempo sin verte, como sabes acabo de hablar con Samantha y me dejo el favor de que si te veia te comunicara que se encuentra en sus apocentos, eso s todo, espero que tengas un caotico dia, bueno para las personas que no son de tu agrado, luego de eso me marche y me dirigi ahcia Cassie, llegue por la espalda, mi cosmos completamente apagado, mi presencia era casi inotable, la abrase lentamente, mi cosmos calido se encendio e intentaba conectarse con el suyo, no habian muchas palabras que desir en ese intante solo que sintiera mi cosmos y lo que mi interior sentia, solo algo dije segundos despues: Debemos hablar, no puedo soportar que me odies y verte de esa manera Cassie, si tu estas afectada por mi actuar y lo seguiras, no habria razon para que yo siguiera en esta era, luego de eso, solo continue abrazandola con gran fuerza pero con la misma delicadesa de siempre.
Richard- Status : Muerto y Sellado
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Re: Jardines de la Discordia
La musa de Clío se mantenía un tanto melancólica en cuestiones del tema de su Dios y aquella zorra de Afrodita, mas Cassie era fuerte y ya había dejado de llorar… ya que no lo valía. Tan solo se disponía a cavilar entre los aromas expedidos por aquellas rosas de imponente color. El sol comenzaba a apagarse entre los nubarrones opacos de aquel firmamento bizarro, mas aun así el Sol… astro primigenio del universo; brillaba de una manera que embriagaba de matices anaranjados y rojizos aquel paraíso. Suspirando la mujer de largos y castaños cabellos se detenía en medio de los rosales, alzaba su rostro y así mientras posaba sus manos en su cintura y relamía sus esquistos labios, se quedo fija mirando en dirección del cielo por varios segundos, para tan solo pensar:
-¿Y que hare ahora?
Acto seguido la musa bajaba el rostro y de repente un sobresalto invadía su cuerpo, pues unos brazos algo esbeltos pero que emanaban un gran cosmos le surcaban por completo, no era difícil de identificar de quien se trataba… era su amo Richard, su dios Apolo y antiguo amante; tragando saliva la mujer escuchaba las palabras que pronunciaba aquella divinidad, bajando aun mas el rostro y cerrando los ojos, tan solo contesto un tanto fría:
-Usted es un dios, usted no puede sentirse de esa manera y demostrarlo a un mortal ¿que importa que yo en este momento lo aborrezca? si es como usted piensa señor Apolo, le suplico que quite esos pensamientos erróneos, pues yo soy su musa y estoy incondicionalmente a su lado hasta que muera en el intento de protegerle, ese es el único amor que tengo ante usted y es el correcto.
Después de eso la musa se separaba de aquellos brazos y cerrando los puños se daba vuelta para así verle de frente a frente, ladeando su rostro tan solo echo sus piernas hacia abaja hasta quedar postrada ante el dios y con tono serio una vez mas se expreso:
-Soy su guerrera y siempre estaré a su lado, es lo único que puedo darle, y es lo mas apropiado soy mortal y usted Dios, fue mi error a pensar otras cosas, no se sienta mal mi amo, no se sienta mal por mi culpa de enamorarme estúpidamente, pero algo le digo para que este confortable en sus sentires de cuerpo, ya no siento nada por usted, tan solo el amor de guerrera a su Dios… ya no tiene que preocuparse nada Apolo.
-¿Y que hare ahora?
Acto seguido la musa bajaba el rostro y de repente un sobresalto invadía su cuerpo, pues unos brazos algo esbeltos pero que emanaban un gran cosmos le surcaban por completo, no era difícil de identificar de quien se trataba… era su amo Richard, su dios Apolo y antiguo amante; tragando saliva la mujer escuchaba las palabras que pronunciaba aquella divinidad, bajando aun mas el rostro y cerrando los ojos, tan solo contesto un tanto fría:
-Usted es un dios, usted no puede sentirse de esa manera y demostrarlo a un mortal ¿que importa que yo en este momento lo aborrezca? si es como usted piensa señor Apolo, le suplico que quite esos pensamientos erróneos, pues yo soy su musa y estoy incondicionalmente a su lado hasta que muera en el intento de protegerle, ese es el único amor que tengo ante usted y es el correcto.
Después de eso la musa se separaba de aquellos brazos y cerrando los puños se daba vuelta para así verle de frente a frente, ladeando su rostro tan solo echo sus piernas hacia abaja hasta quedar postrada ante el dios y con tono serio una vez mas se expreso:
-Soy su guerrera y siempre estaré a su lado, es lo único que puedo darle, y es lo mas apropiado soy mortal y usted Dios, fue mi error a pensar otras cosas, no se sienta mal mi amo, no se sienta mal por mi culpa de enamorarme estúpidamente, pero algo le digo para que este confortable en sus sentires de cuerpo, ya no siento nada por usted, tan solo el amor de guerrera a su Dios… ya no tiene que preocuparse nada Apolo.
Cassie- Amazona Dorada
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Re: Jardines de la Discordia
La gran y calida luz del astro dolar se abria pasdo entre aquellas nubes en el cielo que intentaban opacarlo, asi como yo intentaba a brirme paso por entre aquel odio que aunque no expresara mucho Cassie, lo podia sentir, luego de culminar mis palabras, la joven comenzo a responder, sus palabrasa eran frias, seria, algo diferente a su tono habitual, no podia dejar que ese tono se volviera el normal en nuestras conversaciones, se alejo rapidamente de mi y luego de postrarse ante mi otras seria palabras esboso, no lo creia, la verdad era dificil, yo el dios de la luz solar, de las artes, el que hace poco tiempo era un mortal comun no lo podia creer, estube fingiendo muchas cosas durante veinti dos años y una mera actuacion algo tosca por parte de Cassie no me converserian de lo contrario, le tome el mento con suavidad y le alce el rostro hacia mi, me arrodille ante ella, quede a su nivel, las rosas tocaban mis puirnas y con la tierra se ensuciaba mi tunica blanca, me acerque hasta el punto de tener nuestros rostros a solo unos centimetros, mi comsos se alzo y un gran rayo de sol solo nos iluminaba a los dos.
Cassie, amada Cassie, Clio, mi musa y protectora, no digas estupideces, pues yo mejor que nadie sabe fingir y ocultar muchas cosas, pero tu, tu ante mi eres como la cristalina y pura agua del olimpo que pormas que le heches tierra siempre se vera el fondo, le toque el rostro con delicadeza, no me gusta que cuando estemos solos me llames Apolo asi tan seria y asecas, me conociste como mortal y como mortal normal y asi cautivaste mi ser, dime Richard, no puedes fingir que todo termino porque ambos sabemos que no es asi, el mortal y el inmortal, el humano y el dios ante ti se postran hoy, solo pido tu perdon y el regreso de tu amor, mis palabras eran ciertas, la mirada en mi rostro se torno calida, la frialdad de mis palabras se marcho, todo por aquella compañia de mi dama, no intentes ocultar tu enojo porque tus puños te delatan, tu mirada refleja la ira y no pretendop desirte que no la sientas, solo te pido que tu me disculpes, pero que sea de corazon porque si no no me importa dejar este cuerpo mortal y regresar a mi letargo eterno, solo por ti.
Mis palabras eran sinceras, calidas, nunca habia hablado asi, la convinacion de mi alma con aquel cuerpo era diferente, talvez era que por muchos años aquel mortal habia callado sus penzamientos, algunos, y otros lo habia dejado saber con gran facilidad, eso sucedia en aquellos momentos, en los cuales con mi mano izquierda tenia el mentos de mi dama para que no bajase el rostro y con la otra acarisiaba sus cabellos y mejillas.
Cassie, amada Cassie, Clio, mi musa y protectora, no digas estupideces, pues yo mejor que nadie sabe fingir y ocultar muchas cosas, pero tu, tu ante mi eres como la cristalina y pura agua del olimpo que pormas que le heches tierra siempre se vera el fondo, le toque el rostro con delicadeza, no me gusta que cuando estemos solos me llames Apolo asi tan seria y asecas, me conociste como mortal y como mortal normal y asi cautivaste mi ser, dime Richard, no puedes fingir que todo termino porque ambos sabemos que no es asi, el mortal y el inmortal, el humano y el dios ante ti se postran hoy, solo pido tu perdon y el regreso de tu amor, mis palabras eran ciertas, la mirada en mi rostro se torno calida, la frialdad de mis palabras se marcho, todo por aquella compañia de mi dama, no intentes ocultar tu enojo porque tus puños te delatan, tu mirada refleja la ira y no pretendop desirte que no la sientas, solo te pido que tu me disculpes, pero que sea de corazon porque si no no me importa dejar este cuerpo mortal y regresar a mi letargo eterno, solo por ti.
Mis palabras eran sinceras, calidas, nunca habia hablado asi, la convinacion de mi alma con aquel cuerpo era diferente, talvez era que por muchos años aquel mortal habia callado sus penzamientos, algunos, y otros lo habia dejado saber con gran facilidad, eso sucedia en aquellos momentos, en los cuales con mi mano izquierda tenia el mentos de mi dama para que no bajase el rostro y con la otra acarisiaba sus cabellos y mejillas.
Richard- Status : Muerto y Sellado
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Re: Jardines de la Discordia
La musa de Clío temblaba demasiado exagerada al ver como su Dios se postraba frente a ella, no pudo evitar desviar su mirada cuando apenas la choco con Apolo. En silencio y conteniendo su rabia escucho con gran cautela todo lo que parafraseaba su amo, quien con sus palabras destrozaba el espíritu, la fortaleza e indiferencia fingida de Cassie, al sentir sus carisias sobre su mejilla y al escuchar el perdón de Apolo. Esto causo que Cassie cerrara los ojos lastimeramente dejando que fácilmente las lágrimas se vertieran y mancharan sus mejillas en un caudal delgado, suspirando y tratando de contener sus gemidos llorosos dejo que la divinidad a quien debiera porteger con determinación, terminara de hablar.
Cassie habría los ojos y fijaba su acuosa mirada en Apolo, no podía bajar el rostro por orgullo y más que eso, por ser sostenido su mentón por el Dios del sol, alzando su mano izquierda detenía la caricia de entre sus cabellos y mejilla que con ternura hacia Richard, bajando su brazo sosteniendo la mano de su Dios la mujer suspiro, trago saliva y dijo:
-Dios Apolo, me siento en verdad muy destrozada con esto y muy apenada, usted es un Dios, no puede pedir perdón ni disculpas ante un mortal simple como lo soy yo, por favor no deje este mundo Dios Apolo yo renací en esta era para protegerle y si usted duerme entonces yo también lo tengo que hacer.
Soltando la mano de su amo la mujer con delicadeza se despegaba de el, dejando ya libre su mentón y así hincándose por completo, posaba sus manos sobre sus piernas y curvando su espalda bajando su rostro y lo ladeaba hacia la izquierda, suspirando y conteniendo su orgullo la mujer una vez mas se expreso:
-No puedo nombrarle por su nombre mortal, por que ante los sentimientos, esta sobre toda las cosas la figura de que es usted un Dios y como musa tengo que respetarle, esta en los genes señor. No finjo en absoluto Dios Apolo, tengo y tendré presente que hubo sentimientos amorosos, cuando éramos simples mortales, pero ahora usted es el gran Dios del Sol al cual yo amo como debe de ser… mi Dios. Yo no puedo… no debo verlo como amante, ya que es manchar su estatus de Dios. Señor, por favor levántese no se ensucie su pura tela por favor. Señor se lo ruego por favor, borre la idea de que lo odio y tengo ira… y si, mi corazón esta embriagado de odio e ira pero solo por mi y mi incredulidad, a usted no puedo odiarle aunque me desgarre por hacerlo… pues es mi Dios y como su musa no puedo sentir tan maligno sentimiento por que es faltare el respeto amo Apolo. No me pida que yo le disculpe… (Bajando su rostro, posando sus manos en el suelo una sobre la otra, para así postrarse con mas humildad ante Apolo) Señor soy yo la que le tengo que pedir perdón… perdóneme por hacerle pensar tales cosas de mí hacia usted, perdóneme por incomodarle, perdóneme por favor por hacerle que se postrara ante una mortal, perdóneme por favor por amarlo hace tiempo… perdóneme Dios Apolo le juro que no volverá a pasar, se lo juro por sobre mi vida.
La musa guardaba silencio y así se quedo esperando ver que el señor Richard se levantara y altura como lo que era ante ella: su Dios… y aunque esas palabras la matara por dentro por la frialdad con la que hablaba, sabia muy bien que era lo correcto, que sintiera que su debilidad carnal había matado con los sentimientos paccionados, hermosos y sinceros de ella para con el.
Cassie habría los ojos y fijaba su acuosa mirada en Apolo, no podía bajar el rostro por orgullo y más que eso, por ser sostenido su mentón por el Dios del sol, alzando su mano izquierda detenía la caricia de entre sus cabellos y mejilla que con ternura hacia Richard, bajando su brazo sosteniendo la mano de su Dios la mujer suspiro, trago saliva y dijo:
-Dios Apolo, me siento en verdad muy destrozada con esto y muy apenada, usted es un Dios, no puede pedir perdón ni disculpas ante un mortal simple como lo soy yo, por favor no deje este mundo Dios Apolo yo renací en esta era para protegerle y si usted duerme entonces yo también lo tengo que hacer.
Soltando la mano de su amo la mujer con delicadeza se despegaba de el, dejando ya libre su mentón y así hincándose por completo, posaba sus manos sobre sus piernas y curvando su espalda bajando su rostro y lo ladeaba hacia la izquierda, suspirando y conteniendo su orgullo la mujer una vez mas se expreso:
-No puedo nombrarle por su nombre mortal, por que ante los sentimientos, esta sobre toda las cosas la figura de que es usted un Dios y como musa tengo que respetarle, esta en los genes señor. No finjo en absoluto Dios Apolo, tengo y tendré presente que hubo sentimientos amorosos, cuando éramos simples mortales, pero ahora usted es el gran Dios del Sol al cual yo amo como debe de ser… mi Dios. Yo no puedo… no debo verlo como amante, ya que es manchar su estatus de Dios. Señor, por favor levántese no se ensucie su pura tela por favor. Señor se lo ruego por favor, borre la idea de que lo odio y tengo ira… y si, mi corazón esta embriagado de odio e ira pero solo por mi y mi incredulidad, a usted no puedo odiarle aunque me desgarre por hacerlo… pues es mi Dios y como su musa no puedo sentir tan maligno sentimiento por que es faltare el respeto amo Apolo. No me pida que yo le disculpe… (Bajando su rostro, posando sus manos en el suelo una sobre la otra, para así postrarse con mas humildad ante Apolo) Señor soy yo la que le tengo que pedir perdón… perdóneme por hacerle pensar tales cosas de mí hacia usted, perdóneme por incomodarle, perdóneme por favor por hacerle que se postrara ante una mortal, perdóneme por favor por amarlo hace tiempo… perdóneme Dios Apolo le juro que no volverá a pasar, se lo juro por sobre mi vida.
La musa guardaba silencio y así se quedo esperando ver que el señor Richard se levantara y altura como lo que era ante ella: su Dios… y aunque esas palabras la matara por dentro por la frialdad con la que hablaba, sabia muy bien que era lo correcto, que sintiera que su debilidad carnal había matado con los sentimientos paccionados, hermosos y sinceros de ella para con el.
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Re: Jardines de la Discordia
Estaba sentada con mi espalda apoyada sobre el tronco de un árbol de manzanas viendo detenidamente como mi pequeña mascota jugaba con el agua de la laguna. Estaba realmente aburrida, no tenía nada que hacer más que esperar que la reunión de mi diosa termine, realmente no tenía nada que hacer más que seguir sus ordenes, vivía para eso, por eso mismo era que me había convertido en el fantasma de la muerte, nada más que eso. El viento fresco comenzaba a soplar de a ratos, haciendo que mis claros y finos cabellos danzaran en los aires, los acomodé un poco con mi mano derecha sacándomelos del rostro.
Estaba distraída hasta que vi a alguien conocido acercarse. Evidentemente era mi anterior amo, Richard, que ahora era el portador del espíritu del dios Apolo. Realmente me sorprendió su presencia, no creí que lo iba a ver frente a mí, pero lo que más me llamó la atención fue su cosmos, ese cosmos divino y cálido, como el de cualquier dios. Me puse de pie.
-Richard...- murmuré en voz baja y enseguida escuché sus palabras, comunicándome un mensaje de la diosa Eris, mi amiga Samantha que se encontraría en sus aposentos. Asentí con la cabeza enseguida mientras miraba a Richard -Muchas gracias, señor...- le dije con todo respeto como solía tratar a las personas que me agradaban y enseguida se alejó de mi.
-Vamos adentro Ruffo...- le dije a mi pequeño compañero animal, que enseguida corrió hacia mí, trepando por mi ropa hasta llegar a mi hombro y ahí permaneció mientras yo comenzaba mi marcha hacia el templo de la discordia.
Estaba distraída hasta que vi a alguien conocido acercarse. Evidentemente era mi anterior amo, Richard, que ahora era el portador del espíritu del dios Apolo. Realmente me sorprendió su presencia, no creí que lo iba a ver frente a mí, pero lo que más me llamó la atención fue su cosmos, ese cosmos divino y cálido, como el de cualquier dios. Me puse de pie.
-Richard...- murmuré en voz baja y enseguida escuché sus palabras, comunicándome un mensaje de la diosa Eris, mi amiga Samantha que se encontraría en sus aposentos. Asentí con la cabeza enseguida mientras miraba a Richard -Muchas gracias, señor...- le dije con todo respeto como solía tratar a las personas que me agradaban y enseguida se alejó de mi.
-Vamos adentro Ruffo...- le dije a mi pequeño compañero animal, que enseguida corrió hacia mí, trepando por mi ropa hasta llegar a mi hombro y ahí permaneció mientras yo comenzaba mi marcha hacia el templo de la discordia.
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Re: Jardines de la Discordia
El viento soplaba con intensidad, aquel elemento intangible y frio nos rodeaba por completo y el olor dulce de las rosas en el danzaba sin cesar, y allí estábamos, Cassie y yo, Clío y Apolo, una guerrera y su dios, ambos arrodillados en medio de aquellas plantas de tonalidad rojiza, el sol nos iluminaba y nuestras miradas se encontraban, era un momento de fotografía, un momento decisivo, mis manos no se podían quedar quietas pues la tersa piel de mi dama era algo que no tenia igual, su furia interna que contrastaba con aquella belleza exterior era lo que me cautivaba, era lo que me había hecho renacer en aquella época y me había hecho arrodillar ante ella, la mas fiel de las guerreras, la mas fuerte entre los sirvientes del Olimpo, una estupenda amante y persona excepcional, sentía al tacto con su piel como temblaba, mis caricias mi presencia la hacían moverse sin cesar, sin embargo parecía decidida a continuar con aquella mascara de frialdad y de guerra sin tregua, sus ojos estaban bañados en la grimas que no salían, pero luego de un instante aquellas lagrimas surcaron sus rostro, una faceta no de debilidad si no de una humana con sentimientos como muchos, cuando abrió sus ojos puede observar aquellas jemas cautivantes que brillaban por aquellas lagrimas y de pronto su mano izquierda tomando la mía sentí, bajo mi mano y dijo algunas palabras, sus palabras eran dulces, melancólicas, a pesar de todo mi hacia sentir una gran furia al ver que mis actos solo hacían que se sintiera culpable y mal con sigo misma, de pronto el orgullo de Cassie se hizo pedazos ante mi vista, soltó mi mano, quito la otra de su rostro y termino de ancarse haciendo una sublime reverencia como cualquier mortal sin un don o propósito en la vida mas que arrodillarse ante los dioses.
Mis ojos se aguaron como nunca, lagrimas surcaron mis mejillas como cuando un niño pequeño es regañado, di un gran y hondo sus piro, Cassie no veía mis lagrimas, mis ojos rojos por la expresión aquella de debilidad que yo estaba dando, las manos me temblaban, parecía un simple mortal, mis cabellos se movieron con otro soplido del viento y mi melancolía hacia que se oscurecieses el cielo, sin embargo, no la interrumpí pues palabras nuevamente expresaba mi dama, una tras otra palabra tras palabra, oración tras oración, todas y cada una tan hirientes como las otras y no eran insultantes, simplemente el hecho de estar separado de aquella mujer que me cautivaba tanto me hacia sentir una gran debilidad, no puede aguantar mucho mas cuando aun mas ancada se puso y sus manos una sobre otra coloco, sus palabras de culpa y arrepentimiento innecesarias me colmaban de muchos sentimientos, entre esos ira y culpa, mi actuar había llevado a Cassie a esos extremos, por decirlo de alguna forma, una gran y formidable guerrera ancándose y dejando su orgullo a un lado, su juramento fue lo que desato mi poder en ese instante, cuando callo todo se torno diferente en mi, el cielo se nublo por completo y un manto de oscuridad cubrió todo en rededor, no se podía ver nada el sol era tapado por un gran poder, mis lagrimas caía sin cesar a la tierra y mi cosmos crecía sin limites cubriendo los suelos y del mismo las rosas parecían fuego mismo, unas plantas diferentes, parecían rosas de fuego, y solo dos rayos de sol surgieron de entre los cielos negros, uno ilumino a mi amada y otro me ilumino a mi, se podía ver la tristeza y melancolía en mis ojos, las mejillas las tenia mojadas y mi respiración se entrecortaba, no lograba articular palabra alguna, aun mas alce mi cosmos por todo el lugar, y aquella energía me cubrió por completo, desgarro mis vestiduras.
Cassie... he aquí al mortal que tanto amasteis en el pasado según tu, pero que yo se aun amas, he aquí al dios al que sirves y por el cual has prometido tu vida, he aquí a los dos seres que son importantes en tu vida y que tu eres la vida para ellos, no te olvides que tu has sido la razón de nuestra existencia este corto tiempo, a tu lado se sintieron a gusto, a tu lado se sintieron como iguales, experimentaron cosas que no habían vivido en veintidós años y en varios siglos, con nada mas que nuestras palabras y acciones te queremos mostrar que eres nuestra única verdad, razón de existir en esta era, no te sientas culpable de cómo nos sentimos, nosotros nos sentimos culpables de lo que te esta sucediendo y no es tu culpa es culpa nuestra, fuimos descuidados para con tu persona y queremos que estés a nuestro lado, no como la guerrera, no como sirvienta, ni como amante, porque queremos a una mujer a nuestro lado, alguien que no solo luche a nuestro igual si no que nos comprenda y ame como nosotros a ella y esa eres tu Cassie, aunque no fueses la encarnación de Clío te subiríamos al Olimpo, solo para tenerte a nuestro lado, cada día hasta que nuestro fin en esta era culminase y te aseguro que continuaríamos juntos en las eras venideras amor mío, me levante y coloque de pie, tome sus manos y la levante colocándola a mi nivel, con mi mano derecha alce su rostro para que me mirase de frente, mira lo que hago por ti, no son actuaciones, no son engaños ni mentiras, es lo que siente un dios y un mortal por una mujer excepcional como tu, en uno de mis dedos fuego apareció y solté el rostro de mi dama, una cruz hice en mi pecho por sobre el corazón, juro solemnemente por los dioses y el Olimpo, que te amare eternamente y no are nada que te lastime, te amo a ti y solo a ti, por toda la eternidad, es una promesa de dioses que no se puede romper, la cruz cicatrizo y desapareció al igual que el fuego en mi dedo y acaricie las mejillas de Cassie, esta promesa es todo lo que soy, todo lo que te quiero dar y daré, solo tu eres mi razón de existencia eso lo sabes bien, luego de mis palabras y viento cálido soplo y en mis manos varia rosas de fuego aparecieron, estas son para ti, solo yo las se crear y solo a ti te las he de dar, luego de aquellas palabras continuamos entre la oscuridad iluminados por las rosas y aquellos dos rallos de luz que solo nos hacia divisar a los dos, pero solo el uno al otro.
Mis ojos se aguaron como nunca, lagrimas surcaron mis mejillas como cuando un niño pequeño es regañado, di un gran y hondo sus piro, Cassie no veía mis lagrimas, mis ojos rojos por la expresión aquella de debilidad que yo estaba dando, las manos me temblaban, parecía un simple mortal, mis cabellos se movieron con otro soplido del viento y mi melancolía hacia que se oscurecieses el cielo, sin embargo, no la interrumpí pues palabras nuevamente expresaba mi dama, una tras otra palabra tras palabra, oración tras oración, todas y cada una tan hirientes como las otras y no eran insultantes, simplemente el hecho de estar separado de aquella mujer que me cautivaba tanto me hacia sentir una gran debilidad, no puede aguantar mucho mas cuando aun mas ancada se puso y sus manos una sobre otra coloco, sus palabras de culpa y arrepentimiento innecesarias me colmaban de muchos sentimientos, entre esos ira y culpa, mi actuar había llevado a Cassie a esos extremos, por decirlo de alguna forma, una gran y formidable guerrera ancándose y dejando su orgullo a un lado, su juramento fue lo que desato mi poder en ese instante, cuando callo todo se torno diferente en mi, el cielo se nublo por completo y un manto de oscuridad cubrió todo en rededor, no se podía ver nada el sol era tapado por un gran poder, mis lagrimas caía sin cesar a la tierra y mi cosmos crecía sin limites cubriendo los suelos y del mismo las rosas parecían fuego mismo, unas plantas diferentes, parecían rosas de fuego, y solo dos rayos de sol surgieron de entre los cielos negros, uno ilumino a mi amada y otro me ilumino a mi, se podía ver la tristeza y melancolía en mis ojos, las mejillas las tenia mojadas y mi respiración se entrecortaba, no lograba articular palabra alguna, aun mas alce mi cosmos por todo el lugar, y aquella energía me cubrió por completo, desgarro mis vestiduras.
Cassie... he aquí al mortal que tanto amasteis en el pasado según tu, pero que yo se aun amas, he aquí al dios al que sirves y por el cual has prometido tu vida, he aquí a los dos seres que son importantes en tu vida y que tu eres la vida para ellos, no te olvides que tu has sido la razón de nuestra existencia este corto tiempo, a tu lado se sintieron a gusto, a tu lado se sintieron como iguales, experimentaron cosas que no habían vivido en veintidós años y en varios siglos, con nada mas que nuestras palabras y acciones te queremos mostrar que eres nuestra única verdad, razón de existir en esta era, no te sientas culpable de cómo nos sentimos, nosotros nos sentimos culpables de lo que te esta sucediendo y no es tu culpa es culpa nuestra, fuimos descuidados para con tu persona y queremos que estés a nuestro lado, no como la guerrera, no como sirvienta, ni como amante, porque queremos a una mujer a nuestro lado, alguien que no solo luche a nuestro igual si no que nos comprenda y ame como nosotros a ella y esa eres tu Cassie, aunque no fueses la encarnación de Clío te subiríamos al Olimpo, solo para tenerte a nuestro lado, cada día hasta que nuestro fin en esta era culminase y te aseguro que continuaríamos juntos en las eras venideras amor mío, me levante y coloque de pie, tome sus manos y la levante colocándola a mi nivel, con mi mano derecha alce su rostro para que me mirase de frente, mira lo que hago por ti, no son actuaciones, no son engaños ni mentiras, es lo que siente un dios y un mortal por una mujer excepcional como tu, en uno de mis dedos fuego apareció y solté el rostro de mi dama, una cruz hice en mi pecho por sobre el corazón, juro solemnemente por los dioses y el Olimpo, que te amare eternamente y no are nada que te lastime, te amo a ti y solo a ti, por toda la eternidad, es una promesa de dioses que no se puede romper, la cruz cicatrizo y desapareció al igual que el fuego en mi dedo y acaricie las mejillas de Cassie, esta promesa es todo lo que soy, todo lo que te quiero dar y daré, solo tu eres mi razón de existencia eso lo sabes bien, luego de mis palabras y viento cálido soplo y en mis manos varia rosas de fuego aparecieron, estas son para ti, solo yo las se crear y solo a ti te las he de dar, luego de aquellas palabras continuamos entre la oscuridad iluminados por las rosas y aquellos dos rallos de luz que solo nos hacia divisar a los dos, pero solo el uno al otro.
Richard- Status : Muerto y Sellado
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Re: Jardines de la Discordia
La palabras de casi tal parecían que había desatado la ira del dios del Solo, pues al instante que aquella termino su juramento, el cielo se abrumo tanto que oscureció los alrededores de aquel palacio, el viento que corría ahí de una manera mesurada con el elevar del cosmo del Dios se torno agresiva, Cassie por primera vez en su insignificante vida tenia miedo, ¿era acaso que su palabras habían ofendido a su señor y este había decidido exterminarla?… solo el tiempo lo diría.
Ahora parecía que el cielo se cuarteaba y con ello dos rayos fulminantes de luz bañaban a los protagonistas de aquella tragedia romana, de repente como escarcha unas especies de rosas pero de fuego caían desde el cielo crepuscular. La musa como pudo alzo su mirada y así pudo ver el rostro de su amo, quien parecía sufrir demasiado por lo que ocasionaba Cassie tras su orgullo inquebrantable, sus lágrimas eran doradas y estas se escurrían desde sus orbes hasta la curvatura de su mentón, cayendo como gota una tras otra… En ese instante el alma de la musa se rompió en pedazos, generando que llorará mas con un rencor profundo hacia ella misma, pues e suponía que era un protectora de Apolo quien tenia que velar por su felicidad pero en que en aquel instante por su ira le hacia sufrir, sintiéndose una traidora que merecía morir.
Cassie atónica escuchaba las palabras de Apolo, temblando en ocasiones, queriendo contestarle pero su garganta le traicionaba de una manera vil que tan solo la hacia quedar envuelta en silencio, de la nada el señor del Sol se ponía de pie y con ello tomaba a Cassie entre sus manos para que ambos estuvieran a nivel. Apolo con delicadeza tomaba su barbilla y alzaba su mentón para que sus vitas se reconocieran una con la otra, con lagrimas en los ojos la musa escucho sus costas palabras y observó su procedentes acciones, las cuales era l juramento de un dios… aquel que era inquebrantable, cuando Cassie observó la cruz de fuego que laceraba la piel de su amo sobre su pecho, esta se asusto y no pudo evitar gritar:
-¡No señor Apolo espere por favor no lo haga!… ¡Richard, nooo!
La mujer al ver que había tenido la osadía de nombrar a su dios con su nombre mortal se tapo la boca con ambas manos, escuchando así el juramento de su amor mientras la cruz se cicatrizaba y asimismo desaprecia, la mujer no podía despertar de su parálisis, tan solo su cuerpo temblaba de miedo y un tanto de dolor emociónala… Después su amo hacia parecer unas rosas de fuego que le ofrecía con gran gallardía, presumiendo que tan solo era para ella producto de su redención.
Cassie bajaba la mirada y con ello las manos, las cuales se mecían por el soplo del céfiro un tanto abochornado por el cosmos de su Dios Apolo. Sus lagrimas caían a borbotones manchando su mejilla dándose paso al igual por entre su rosada armadura, la cual perdía brillo hasta quedar totalmente opaca, cerrando su puños la mujer se despojaba de su bélicas prendas, quedando semidesnuda ante la vista de su dios, pues unas especies de vendas cubrían tanto sus senos como su pubis.
¿Por qué me hace esto Apolo?
Cuestiono un tanto ida la mujer, mientras alzaba la tierra y con desgane tomaba aquellas rosas de fuego, la cuales tiraba por un costado hacia el suelo…
-Lujos no quiero señor… solamente lo quiero a usted… es claro que no lo puedo dejara de amar y es que no se da cuenta acaso que yo no lo quiero por el simple hecho que que es usted Dios… Richard (acercándose hacia el posando sus manos en cada uno de sus toscos hombros) no era necesario un juramento inquebrantable de Dios, tu pudiste a ver luchado ante los encantos de Afrodita (aprontando con gran ira sus hombros) no ves que eso me destrozó y un tanto mas el como te dirigiste hacia mi en la entrada y sala del palacio… me humillaste Richard, a mi… a Cassie al ser que daba todo por tu amor… todo, incluso su vida propia (bajando su rostro y recargando su cara en su firme pecho, descendiendo sus manos para así surcarlo con un fuerte abrazo) Jure nunca volver a verte de la forma que te veía… jure por sobre mi vida que nunca te diría que te amo una vez mas, lo jure pero ante tu mirada y tu fragancia soy muy débil pues mortal soy… Richard perdóname por favor, perdóname por no cumplir mis juramentos, pero es que no puedo negarme a nuestro mutuos sentimientos… perdóname por hacerte sentir mal, quise escarmentarte y lo único que hice fue lastimarte de una manera tan cruda… Richard… (Alzando su mirada poniéndose de puntillas y tomando con ambas manos su mentón) Yo te amo cariño mío… mi Dios.
Cerrando los ojo y soltando el acumuló de mas lagrimas, Cassie se acerco lentamente hacia el rostro de su amado Dios, soltando unos cuentos sonidos sollozantes y su aliento cálido, llegando ha estar casi al rose con los labios de su amante, la musa sacó apenas la punta de su lengua carnosa y humada, comenzó a dibujar lentamente de y de una manera seductora la comisura labial del Dios Apolo, para cuando llego al centro de su boca con pasión penetro su lengua hacia la cavidad bocal, entrecruzándola con la de el, mientras que sus labios resecos con gran desgarre se mordisqueaban con los de su amante… como si nunca mas lo volviera a ver, como si fuese su ultimo besos pues emprendería tal vez un recorrido eterno…
Ahora parecía que el cielo se cuarteaba y con ello dos rayos fulminantes de luz bañaban a los protagonistas de aquella tragedia romana, de repente como escarcha unas especies de rosas pero de fuego caían desde el cielo crepuscular. La musa como pudo alzo su mirada y así pudo ver el rostro de su amo, quien parecía sufrir demasiado por lo que ocasionaba Cassie tras su orgullo inquebrantable, sus lágrimas eran doradas y estas se escurrían desde sus orbes hasta la curvatura de su mentón, cayendo como gota una tras otra… En ese instante el alma de la musa se rompió en pedazos, generando que llorará mas con un rencor profundo hacia ella misma, pues e suponía que era un protectora de Apolo quien tenia que velar por su felicidad pero en que en aquel instante por su ira le hacia sufrir, sintiéndose una traidora que merecía morir.
Cassie atónica escuchaba las palabras de Apolo, temblando en ocasiones, queriendo contestarle pero su garganta le traicionaba de una manera vil que tan solo la hacia quedar envuelta en silencio, de la nada el señor del Sol se ponía de pie y con ello tomaba a Cassie entre sus manos para que ambos estuvieran a nivel. Apolo con delicadeza tomaba su barbilla y alzaba su mentón para que sus vitas se reconocieran una con la otra, con lagrimas en los ojos la musa escucho sus costas palabras y observó su procedentes acciones, las cuales era l juramento de un dios… aquel que era inquebrantable, cuando Cassie observó la cruz de fuego que laceraba la piel de su amo sobre su pecho, esta se asusto y no pudo evitar gritar:
-¡No señor Apolo espere por favor no lo haga!… ¡Richard, nooo!
La mujer al ver que había tenido la osadía de nombrar a su dios con su nombre mortal se tapo la boca con ambas manos, escuchando así el juramento de su amor mientras la cruz se cicatrizaba y asimismo desaprecia, la mujer no podía despertar de su parálisis, tan solo su cuerpo temblaba de miedo y un tanto de dolor emociónala… Después su amo hacia parecer unas rosas de fuego que le ofrecía con gran gallardía, presumiendo que tan solo era para ella producto de su redención.
Cassie bajaba la mirada y con ello las manos, las cuales se mecían por el soplo del céfiro un tanto abochornado por el cosmos de su Dios Apolo. Sus lagrimas caían a borbotones manchando su mejilla dándose paso al igual por entre su rosada armadura, la cual perdía brillo hasta quedar totalmente opaca, cerrando su puños la mujer se despojaba de su bélicas prendas, quedando semidesnuda ante la vista de su dios, pues unas especies de vendas cubrían tanto sus senos como su pubis.
¿Por qué me hace esto Apolo?
Cuestiono un tanto ida la mujer, mientras alzaba la tierra y con desgane tomaba aquellas rosas de fuego, la cuales tiraba por un costado hacia el suelo…
-Lujos no quiero señor… solamente lo quiero a usted… es claro que no lo puedo dejara de amar y es que no se da cuenta acaso que yo no lo quiero por el simple hecho que que es usted Dios… Richard (acercándose hacia el posando sus manos en cada uno de sus toscos hombros) no era necesario un juramento inquebrantable de Dios, tu pudiste a ver luchado ante los encantos de Afrodita (aprontando con gran ira sus hombros) no ves que eso me destrozó y un tanto mas el como te dirigiste hacia mi en la entrada y sala del palacio… me humillaste Richard, a mi… a Cassie al ser que daba todo por tu amor… todo, incluso su vida propia (bajando su rostro y recargando su cara en su firme pecho, descendiendo sus manos para así surcarlo con un fuerte abrazo) Jure nunca volver a verte de la forma que te veía… jure por sobre mi vida que nunca te diría que te amo una vez mas, lo jure pero ante tu mirada y tu fragancia soy muy débil pues mortal soy… Richard perdóname por favor, perdóname por no cumplir mis juramentos, pero es que no puedo negarme a nuestro mutuos sentimientos… perdóname por hacerte sentir mal, quise escarmentarte y lo único que hice fue lastimarte de una manera tan cruda… Richard… (Alzando su mirada poniéndose de puntillas y tomando con ambas manos su mentón) Yo te amo cariño mío… mi Dios.
Cerrando los ojo y soltando el acumuló de mas lagrimas, Cassie se acerco lentamente hacia el rostro de su amado Dios, soltando unos cuentos sonidos sollozantes y su aliento cálido, llegando ha estar casi al rose con los labios de su amante, la musa sacó apenas la punta de su lengua carnosa y humada, comenzó a dibujar lentamente de y de una manera seductora la comisura labial del Dios Apolo, para cuando llego al centro de su boca con pasión penetro su lengua hacia la cavidad bocal, entrecruzándola con la de el, mientras que sus labios resecos con gran desgarre se mordisqueaban con los de su amante… como si nunca mas lo volviera a ver, como si fuese su ultimo besos pues emprendería tal vez un recorrido eterno…
Cassie- Amazona Dorada
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Re: Jardines de la Discordia
Los segundos pasabasn, nuetsrasmiradas se entrelazaban congran ferbor y dolor, ambos estabamos exponinedo nuetros sentimientos, yo.. Apolo, un dios, orgulloso siempre fui hasta el ultimo instante en todas y cada una de mis encarnaciones, sin embrago, aquella dama lograba vencer mi mal genio, mi orgullo, lograba hacer que mi sangre se calentara solo al resivir un no de su parte o al ver que algo malo le ocurriese, en aquellos momentos lagrimas corrian por mis mejillas, lagrimas de tonalidad dorada, mis cabellos se movian con la suave vrisa que comenzo a soplar y mi cuerpo, casi desnido, solo un pequeño pliegue de tela que cubria mi entrepierna, estaba alli, indefenzo ante aquella mujer, esa ecena solo la presenciavamos nosotrros, nadie mas podia observarla por la oscuridad, depronto, la armadura de Clio se opaco y callo a los suelos dejando al frente mio la bella estructura fisica de mi dama, la mire de arriba hacia abajo, una humana, una mortal, tan hermosa como la primera mujer creada por los dioses. Sus palabras comenzaron a brotar una tras otra, llenas de sentimientos y emociones, lagrimas en sus mejillas escuche todo claro y atento, no podia evitarlo, la amaba y aquellas palabras eran lo que decidirian muchas cosas desde ese momento en adelante.
Senti aquellas suaves manos en mi menton y una risa surco mi rostro al escuchar me que amaba, habia podido obtener su perdon y eso me llenaba de gran gozo y satisfaccion, con sus ojos cerrados y lagrimas en su rostro Cassie se acerco mas a mi rostro y un profundo beso me dio, a lo que yo acepte gustosamente, cerre los ojos y su lengua en mi cabidad bocal se podia sentir, pase mi lengua a su boca, y ambas danzaban sin cesar duarnte a quel beso que parecia eterno, pase ms manos por su cintura y luego hasta su espalda abrazandola fuertemente, no la queria soltar, queria seguir asi hasta que llegase el fin del mundo, tenia a mi dama contra mi cuerpo, luego de unos minutos me alehe un poco solo para tomar un poco de aire y murmure, te amo mi hermosa dama, luego dee so volvi a besarla fuerte y apasionadamente, como si no hubiese un futuro, las flores se alzaban en el aire y giraban en nuestro alrededor, era algo digno de ser retratado, dos amantes demostrando su amor y el paisaje que lo celebraba.
Senti aquellas suaves manos en mi menton y una risa surco mi rostro al escuchar me que amaba, habia podido obtener su perdon y eso me llenaba de gran gozo y satisfaccion, con sus ojos cerrados y lagrimas en su rostro Cassie se acerco mas a mi rostro y un profundo beso me dio, a lo que yo acepte gustosamente, cerre los ojos y su lengua en mi cabidad bocal se podia sentir, pase mi lengua a su boca, y ambas danzaban sin cesar duarnte a quel beso que parecia eterno, pase ms manos por su cintura y luego hasta su espalda abrazandola fuertemente, no la queria soltar, queria seguir asi hasta que llegase el fin del mundo, tenia a mi dama contra mi cuerpo, luego de unos minutos me alehe un poco solo para tomar un poco de aire y murmure, te amo mi hermosa dama, luego dee so volvi a besarla fuerte y apasionadamente, como si no hubiese un futuro, las flores se alzaban en el aire y giraban en nuestro alrededor, era algo digno de ser retratado, dos amantes demostrando su amor y el paisaje que lo celebraba.
Richard- Status : Muerto y Sellado
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Re: Jardines de la Discordia
Tan sólo efímeros segundos fue que el amo Richard se separó de los labios húmedos y carnosos de la musa de Clío, ya que se empeñó a decirle que le amaba, cosa que hacía temblar las rodillas de la dama. Después una vez más se fundía sus labios con los de ella para continuar con aquel ligero besuqueo, las manos de Cassie se empeñaban en sostener el mentón de su amado Dios Apolo, pero no pudo sostener aquella posición, por lo que descendiéndolas la diestra la posó sobre su pecho y la izquierda en su abdomen, para así ladear el rostro y seguir besándole.
Un minuto más pasó y Cassie tuvo que separarse de aquella posición pues la excitaba estar tan demasiado cerca de Richard semidesnuda, bajando su rostro sonrojado separando al mismo tiempo sus manso del cuerpo del Dios y así posarlas por detrás de su espalda, suspirando y elevando su cosmos una vez mas la armadura le cubrió, ya que una dama no era correcto que estuviera de esa manera frente a un hombre.
Y cuando la armadura por fin quedó fija sobre su figura Cassie alzó una vez mas su mirada posándola en la de Richard, levantando su brazo izquierdo para así repasar su mano sobre su cabellos y descenderla por sobre su tersa piel de frente, mejilla quedando tan sólo el dedo índice dibujando la comisura de sus labios, surcando una sonrisa y ladeando su rostro ligeramente la mujer se expresó:
-Y yo te amo a ti Richard… ahora bien cuéntame que planes tienes con tu hermana y prima… ¿crees que ya sea correcto que nos vayamos al palacio de las Artes y la luz? La verdad le extraño mucho, su gran casa mi señor mi viejo templo.
La mujer circunspecta se quedó esperando la respuesta de su Dios y amante Apolo, mientras despegaba la mirada de la de el, para así desviarla hacia el cielo, el cual lentamente se despejaba de la efímera bruma causada por la melancolía del Dios del Sol. De repente una ligera oleada de viento se avecindo entre aquel hermoso jardín, causando que los rosales danzaran de una manera sincrónica, maravillando al instante a la musa de Clío, quien no pudo evitar surcar una linda sonrisa, cerrar los ojos e inhalar el perfume de las flores, mientras que el confortable silencio les envolvía a ambos.
Un minuto más pasó y Cassie tuvo que separarse de aquella posición pues la excitaba estar tan demasiado cerca de Richard semidesnuda, bajando su rostro sonrojado separando al mismo tiempo sus manso del cuerpo del Dios y así posarlas por detrás de su espalda, suspirando y elevando su cosmos una vez mas la armadura le cubrió, ya que una dama no era correcto que estuviera de esa manera frente a un hombre.
Y cuando la armadura por fin quedó fija sobre su figura Cassie alzó una vez mas su mirada posándola en la de Richard, levantando su brazo izquierdo para así repasar su mano sobre su cabellos y descenderla por sobre su tersa piel de frente, mejilla quedando tan sólo el dedo índice dibujando la comisura de sus labios, surcando una sonrisa y ladeando su rostro ligeramente la mujer se expresó:
-Y yo te amo a ti Richard… ahora bien cuéntame que planes tienes con tu hermana y prima… ¿crees que ya sea correcto que nos vayamos al palacio de las Artes y la luz? La verdad le extraño mucho, su gran casa mi señor mi viejo templo.
La mujer circunspecta se quedó esperando la respuesta de su Dios y amante Apolo, mientras despegaba la mirada de la de el, para así desviarla hacia el cielo, el cual lentamente se despejaba de la efímera bruma causada por la melancolía del Dios del Sol. De repente una ligera oleada de viento se avecindo entre aquel hermoso jardín, causando que los rosales danzaran de una manera sincrónica, maravillando al instante a la musa de Clío, quien no pudo evitar surcar una linda sonrisa, cerrar los ojos e inhalar el perfume de las flores, mientras que el confortable silencio les envolvía a ambos.
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Re: Jardines de la Discordia
Los minutos pasaron y luego mi amada se separdo de mi por unos cunatos centimetros, alzo su calido cosmos y aquell armadura de lio le cubrio el cuerpo, pude observar o sonrrrojada que estaba, sus palabras me llenaron de alegria y su pregunta me trajo el recuerdo de la fiesta que debia organizar, le sonrei y luego al verla mi cosmos se calmo, las rosas de fuego fueron desapareciendo con el viento y la bruma se marchaba ya de aquel lugar, las rosas se movian con el viento al igual que mis cabellos y el aroma inundaba mi cavidad nasal, sonrei al ver a Cassie feliz, mi cuerpo quedo semi desnudo a la mersed del viento y al luz, aleje mis brazos y alze mi comsos, en aquel instante la luz del sol rodeo por cimpleto mi cuerpo y el kamei de Apolo recubrio mi ser nuevamente, aparesi a las espaldas de mi amada y protectora y le susurre.
La verdad yo tambien extraño mi templo, nuestro templo, desde que renaci no he ido al olimpo, es hora de marcharno, ha porcierto sobre los planes con Samantha y Lydia, bueno Eris y Afrodita, puesss, planeamos aliarnos y hacer caer egipto y luego Roma jejej, por eso aremos una fiesta y el lugar sera el templo de las artes y la luz asi que tenemos tiempo de llegar alla, alistarnos, ademas tengo que ver unas cosas y luego preparar la celebracion para que los invitados lleguen, jaja, abraze a cassie fuertemente y al elevar mi cosmos aparecio aquel carruaje dorado halado por caballos de fuego, me monte en el y estire la mano para ayudar a Cassie a subirse e irnos de inmediato de aquel lugar.
La verdad yo tambien extraño mi templo, nuestro templo, desde que renaci no he ido al olimpo, es hora de marcharno, ha porcierto sobre los planes con Samantha y Lydia, bueno Eris y Afrodita, puesss, planeamos aliarnos y hacer caer egipto y luego Roma jejej, por eso aremos una fiesta y el lugar sera el templo de las artes y la luz asi que tenemos tiempo de llegar alla, alistarnos, ademas tengo que ver unas cosas y luego preparar la celebracion para que los invitados lleguen, jaja, abraze a cassie fuertemente y al elevar mi cosmos aparecio aquel carruaje dorado halado por caballos de fuego, me monte en el y estire la mano para ayudar a Cassie a subirse e irnos de inmediato de aquel lugar.
Richard- Status : Muerto y Sellado
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Re: Jardines de la Discordia
La bruma y las rosas de fuego desaparecían, dejando aquel panorama despejado, de repente una sonrisa se formo entre los gruesos labios pardos de Apolo y así un enorme fulgor lo cubrió hasta que segaba por efímero segundos la vista de Cassie, quien como instinto bajo el rostro, después sintió una calida irradiación por detrás de donde ella permanecía parada, era Richard con su kamei de Dios quien con tranquilidad le susurró los planes que habían confabulado los tres olímpico tras su reunión…
-¿Una fiesta? Nunca he asistido a uno de esas reuniones pagana, quisiera ayudarle en el adorno mi dios, cuanto antes estemos en el palacio de usted, mucho mejor.
Dicho eso Cassie percato como el carruaje mitológico de Apolo apareció frente a ella, sacando enorme llamaradas de fuego. Camino Apolo hasta subirse a tal monumental maravilla andante, tomando as riendas de los corceles rojizos para así extender su mano y ofrecerla como apoyo para que la musa de Clío pudiera subirse, la mujer trago saliva y así le tomo con firmeza adentrándose a al carroza y con un acto tierno e inocente se aferro a abrazar a Richard con gran fuerza mientras que los caballos comenzaban a trotar, surcando una sonrisa serena esta le susurro:
-Como ansió estar entre la soledad del palacio de las Artes y la luz con usted mi señor…
Después Cassie le do un ligero beso en al mejilla derecha y se sentó, cruzándose de piernas y dirigiendo su mirada a la ventanilla, la cual proyectaba el recorrido veloz que hacían aquellos animales amansados por el mismo Dios del sol.
-¿Una fiesta? Nunca he asistido a uno de esas reuniones pagana, quisiera ayudarle en el adorno mi dios, cuanto antes estemos en el palacio de usted, mucho mejor.
Dicho eso Cassie percato como el carruaje mitológico de Apolo apareció frente a ella, sacando enorme llamaradas de fuego. Camino Apolo hasta subirse a tal monumental maravilla andante, tomando as riendas de los corceles rojizos para así extender su mano y ofrecerla como apoyo para que la musa de Clío pudiera subirse, la mujer trago saliva y así le tomo con firmeza adentrándose a al carroza y con un acto tierno e inocente se aferro a abrazar a Richard con gran fuerza mientras que los caballos comenzaban a trotar, surcando una sonrisa serena esta le susurro:
-Como ansió estar entre la soledad del palacio de las Artes y la luz con usted mi señor…
Después Cassie le do un ligero beso en al mejilla derecha y se sentó, cruzándose de piernas y dirigiendo su mirada a la ventanilla, la cual proyectaba el recorrido veloz que hacían aquellos animales amansados por el mismo Dios del sol.
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Re: Jardines de la Discordia
Caminaba por los pasillos del templo de la discordia hasta por fin llegar hasta el salón principal en donde había columnas hermosas y pinturas extravagantes decorando el lugar que tanto me atraía, y en frente la gran puerta oscura que daba la salida al jardín de la discordia. Me detuve por unos minutos pensando en lo que mi diosa me había dicho anteriormente, tendría que ir al mercado a comprar un lindo vestido para la fiesta que estaba próxima, en ese momento una sonrisa se dibujó notable en mi rostro mientras miraba hacia la puerta. Pronto estiré mi mano derecha y empujé para lograr abrirla, dando pasó a la hermosa vista al jardín, aquel típico árbol de manzanas y aquella sombra la cual siempre utilizaba para descansar y protegerme del sol, era mi lugar favorito de aquel jardín, además del riachuelo claro.
Avancé a paso lento hasta llegar a los pies de aquel peculiar árbol. Hasta que escuché un ruido extraño y miré hacia los pastizales que estaban detrás, se movían mucho, eso me extrañó, no sabía quien podría estar ahí detrás, tal vez algún enemigo. Entonces caminé hasta allí con cautela y alerta.
-¿Quien está ahí?- Dije con una voz firme y bastante fuerte. Entonces desde en medio de los matorrales saltó mi pequeña mascota, a mis pies, y soltó un pequeño maullido. Entonces me agaché y lo tomé entre mis brazos. -Me asustaste, tonto... bueno, ¿me acompañas al mercado, pequeño?- Dije y lo dejé caer al suelo entonces comencé a caminar para salir de aquel jardín y dirigirme directamente a hacer esas compras que me había encargado mi diosa.
Avancé a paso lento hasta llegar a los pies de aquel peculiar árbol. Hasta que escuché un ruido extraño y miré hacia los pastizales que estaban detrás, se movían mucho, eso me extrañó, no sabía quien podría estar ahí detrás, tal vez algún enemigo. Entonces caminé hasta allí con cautela y alerta.
-¿Quien está ahí?- Dije con una voz firme y bastante fuerte. Entonces desde en medio de los matorrales saltó mi pequeña mascota, a mis pies, y soltó un pequeño maullido. Entonces me agaché y lo tomé entre mis brazos. -Me asustaste, tonto... bueno, ¿me acompañas al mercado, pequeño?- Dije y lo dejé caer al suelo entonces comencé a caminar para salir de aquel jardín y dirigirme directamente a hacer esas compras que me había encargado mi diosa.
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Re: Jardines de la Discordia
De pies a cabeza estaba cubierta elegantemente por su armadura color amatista. La gracia de aquella mujer de ojos vacios era identica a la de una ninfa, pero incluso mas delicada a la vista de cualquiera.
Descendía del mismo Olimpo ese día para llegar al encuentro de dos seres que mucho ya le habían llamado la anteción. Todo era parte de los designios y los planes de su señor Ares.
Se quedó quieta en medio de aquel lamentable jardín mirando hacia la entrada del templo de la discordia. Dos presencias realmente potentes se sentían dentro de aquellas paredes. Eris y Zeus... ¿Qué estarían confabulando aquellos en ese lugar? Sólo los dioses podían saberlo. Latrivan no estaba ahí para ello, sino para dar un mensaje.
- Muestrense Fantasmas... - Susurró cerrando los ojos. Esperaba la bienvenida de los protectores de ese templo primero que nada. Serían ellos los que podrían poner el inicio de los deseos de su señor, de lo contrario tendría que pasar sobre ellos para llegar a Eris y Zeus.
Latrivan se mostraba despreocupada, esa era siempre su facción, como si todo aquel asunto la tuviera sin el más minimo cuidado. ¿Sería tan así? No se podría haber sabido la respuesta.
Pero si estaba segura de que era posible que aquella fantasma que había follado en los prostibulos de mala muerte de Roma con Bazir no la recibiera de brazos abiertos. ¿Qué mas daba? Si no le permitían el paso, tendría que mostrar porqué era ella un Berseker.
- Estoy esperando por ustedes, guardianes del templo de la Discordia.
Descendía del mismo Olimpo ese día para llegar al encuentro de dos seres que mucho ya le habían llamado la anteción. Todo era parte de los designios y los planes de su señor Ares.
Se quedó quieta en medio de aquel lamentable jardín mirando hacia la entrada del templo de la discordia. Dos presencias realmente potentes se sentían dentro de aquellas paredes. Eris y Zeus... ¿Qué estarían confabulando aquellos en ese lugar? Sólo los dioses podían saberlo. Latrivan no estaba ahí para ello, sino para dar un mensaje.
- Muestrense Fantasmas... - Susurró cerrando los ojos. Esperaba la bienvenida de los protectores de ese templo primero que nada. Serían ellos los que podrían poner el inicio de los deseos de su señor, de lo contrario tendría que pasar sobre ellos para llegar a Eris y Zeus.
Latrivan se mostraba despreocupada, esa era siempre su facción, como si todo aquel asunto la tuviera sin el más minimo cuidado. ¿Sería tan así? No se podría haber sabido la respuesta.
Pero si estaba segura de que era posible que aquella fantasma que había follado en los prostibulos de mala muerte de Roma con Bazir no la recibiera de brazos abiertos. ¿Qué mas daba? Si no le permitían el paso, tendría que mostrar porqué era ella un Berseker.
- Estoy esperando por ustedes, guardianes del templo de la Discordia.
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Re: Jardines de la Discordia
Y de repente el portar se abrió y con ello se derrochó una sensación a muerte potente. Lentamente la luz índigo de aquel hueco cósmico se apagó dejando simplemente la figura esbelta e impotente de la Diosa de la Discordia quien alzado sus brazos e dirección del cuerpo hacia aparecer su enorme y envenenado tridente.
La luz de la luna bañó por completo la figura de aquella divina mujer dejando expuesto sus semblantes de seriedad absoluta. Dando uno que otro paso hacia el frente pudo divisar que no muy lejos yacía una mujer de postura ostentosa, dándole las espalda y hablando cosas roraras.
Samantha ladeó su rostro hacia la izquierda y se limitó a sólo observarla por un corto tiempo. La armadura de aquella mujer decía todo… Una guerrera más del gran Ares, compañero de mitología de aquella Diosa, no pudiendo evitarlo Eris, sonreía y después de pensar muy bien lo que diría, aquella suspiró y con ternura musitó:
-Disculpe pero ellas están advertidas ha acercarse a este sagrado lugar… Por lo tanto quien le da la bienvenida es su servidora… Samantha reencarnación de Eris. Buenas noches señorita a que debo el honor de su visita… presiento que n es a ellas a las que usted viene a ver, sino a mí, por lo tanto me dispuse a dejar a mi invitado para atenderle cuanto antes…
Dicho eso Samantha enterró el tridente y se quedó de brazos cruzados esperando a que aquella mujer le diera la cara y digiera a que venía… para despacharla de inmediato. El viento corría de una manera tan hermosa, haciendo mecer sus cortos cabellos como su sensual vestido. Abortando los pétalos de las rosas, haciendo que expresión su dulzón perfume… Sinceramente a Samantha no le gustaba aquella visita inesperada pero tampoco no mostraría que tan irracional se podía poner.
La luz de la luna bañó por completo la figura de aquella divina mujer dejando expuesto sus semblantes de seriedad absoluta. Dando uno que otro paso hacia el frente pudo divisar que no muy lejos yacía una mujer de postura ostentosa, dándole las espalda y hablando cosas roraras.
Samantha ladeó su rostro hacia la izquierda y se limitó a sólo observarla por un corto tiempo. La armadura de aquella mujer decía todo… Una guerrera más del gran Ares, compañero de mitología de aquella Diosa, no pudiendo evitarlo Eris, sonreía y después de pensar muy bien lo que diría, aquella suspiró y con ternura musitó:
-Disculpe pero ellas están advertidas ha acercarse a este sagrado lugar… Por lo tanto quien le da la bienvenida es su servidora… Samantha reencarnación de Eris. Buenas noches señorita a que debo el honor de su visita… presiento que n es a ellas a las que usted viene a ver, sino a mí, por lo tanto me dispuse a dejar a mi invitado para atenderle cuanto antes…
Dicho eso Samantha enterró el tridente y se quedó de brazos cruzados esperando a que aquella mujer le diera la cara y digiera a que venía… para despacharla de inmediato. El viento corría de una manera tan hermosa, haciendo mecer sus cortos cabellos como su sensual vestido. Abortando los pétalos de las rosas, haciendo que expresión su dulzón perfume… Sinceramente a Samantha no le gustaba aquella visita inesperada pero tampoco no mostraría que tan irracional se podía poner.
Samantha- Status : Muerta y Sellada
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Re: Jardines de la Discordia
- Salve hermana de Ares, portadora de la manzana dorada de la discordia. - Latrivan hizo una leve reverencia, no porque sintiera que le debía respeto a aquella diosa, sino por el mero hecho de haber en ella parte de su señor. Imaginó, que si le alguien merecía los honores de que un berseker lo saludara, era aquella que alguna vez compartió el regazo de Hera junto a Ares. - Pido perdón si he entrado en un lugar que no es digno para humanos o si mi visita es inoportana e incluso indeseada. Si lo desea puedo retirarme a un lugar más apropiado.
Latrivan levantó el rostro indiferente. Su educación delicada era parte de su desinteres y frialdad. Aunque tal vez, la mas interesada de todas las personas podría ser ella en ese instante, pues el mensaje que venía a comunicar no era algo que se podía tomar a la ligera.
- En efecto, vengo a entregarle un mensaje de parte de su gemelo. Pero para ello, necesito que este Zeus tambien presente, pues el mensaje es para ambos.
Latrivan cerró los labios. No diría una palabra más hasta que Zeus se hiciera presente en esa conversación. Poco le importaba si Eris estaba feliz o no con su visita, ella era solo la mensajera de Ares y su labor como Berseker era cumplir los designios de su señor.
Latrivan levantó el rostro indiferente. Su educación delicada era parte de su desinteres y frialdad. Aunque tal vez, la mas interesada de todas las personas podría ser ella en ese instante, pues el mensaje que venía a comunicar no era algo que se podía tomar a la ligera.
- En efecto, vengo a entregarle un mensaje de parte de su gemelo. Pero para ello, necesito que este Zeus tambien presente, pues el mensaje es para ambos.
Latrivan cerró los labios. No diría una palabra más hasta que Zeus se hiciera presente en esa conversación. Poco le importaba si Eris estaba feliz o no con su visita, ella era solo la mensajera de Ares y su labor como Berseker era cumplir los designios de su señor.
Raider- Status : Guerrera Sin Dios
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Re: Jardines de la Discordia
La Diosa misma no creía lo poco que escuchaba por parte de la invasora. Alzando su ceja bien definida se quedaba seria mirando las facciones de la berseker; la recorría por completo, queriendo saber un poco más de que se trataba eso. La mujer parecía que venia por parte del gemelo mitológico de Eris… el gran Ares, con el siempre propósito de dar un mensaje por pate de su superior. Suspirando y relamiendo sus gruesos labios aquella contestó apenas culminó aquella de excusarse:
-Pierda cuidado alguno, no se preocupe mi jardín adorna la bienvenida que le doy… No es indeseada su visita sino que me extraña el tenerla por estos lares a usted… ¿Entonces un mensaje de mi hermano es lo que usted trae? Es una pena que no me lo diga ahora mismo… Lo más raro es como de inmediato corre las noticias de visitas, ni yo misma sabia quien mes esperaba era el mismo Zeus, mi padre… bueno pues le pediría que entrara al salón principal conmigo para que de inmediato nos de el recado y regrese a sus labores con su Dios, pero haya hay alguien que tal vez no desee verla y no quiero que mi gente la mal vea, pues sería una falta de respeto y ennegrecería de ambiente, así que esperemos que mi padre que es un chismoso de primera sepa que tiene que venir a estos lares… por lo mientras mi querida mujer cuénteme ¿qué es de mi hermano?… ¿como han estado ustedes como guerreros de mi hermanito?
Dicho su largo discurso un tanto innecesario la dama se cruzó de brazos y comenzó a caminar hacia donde estaba aquella invasora. Posándose en frente de ella y bajando su rostro para verla con detención, esperó tranquilamente a sus reacciones en lo que llegaba el gran Zeus…
-Pierda cuidado alguno, no se preocupe mi jardín adorna la bienvenida que le doy… No es indeseada su visita sino que me extraña el tenerla por estos lares a usted… ¿Entonces un mensaje de mi hermano es lo que usted trae? Es una pena que no me lo diga ahora mismo… Lo más raro es como de inmediato corre las noticias de visitas, ni yo misma sabia quien mes esperaba era el mismo Zeus, mi padre… bueno pues le pediría que entrara al salón principal conmigo para que de inmediato nos de el recado y regrese a sus labores con su Dios, pero haya hay alguien que tal vez no desee verla y no quiero que mi gente la mal vea, pues sería una falta de respeto y ennegrecería de ambiente, así que esperemos que mi padre que es un chismoso de primera sepa que tiene que venir a estos lares… por lo mientras mi querida mujer cuénteme ¿qué es de mi hermano?… ¿como han estado ustedes como guerreros de mi hermanito?
Dicho su largo discurso un tanto innecesario la dama se cruzó de brazos y comenzó a caminar hacia donde estaba aquella invasora. Posándose en frente de ella y bajando su rostro para verla con detención, esperó tranquilamente a sus reacciones en lo que llegaba el gran Zeus…
Samantha- Status : Muerta y Sellada
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Re: Jardines de la Discordia
Dejaba atras el gran salon para comenzar a caminar hacia donde se encontraba presente el cosmos tanto de eris, como de aquel berserker, solo pasaron unos cuantos segundos para que estuviera en una especia de jardines, los cuales albergaban a toda especia de flores, follajes, y pequeños arboles, me encontraba cerca de ellas, y se presentia en el ambiente. Estaba ahi, frente a aquellos dos personajes, y cual fue mi sorpresa que al mirar de quien se trataba, era una mujer de pelo rosado, y con un particular armadura, un poco distinta a los demas berserkers que habia visto, ellos portaban armaduras rojizas, y esta tenia otra particularidad.
Ella portaba una especia de violin, o algo asi por el estilo, y hablaba con la diosa, mensaje que deberia dar a ambos dioses, quizas era de mi hijo Ares, habia despertado ya el desdichado y ahora haria su tipica revuelta, amenazando a las demas personas, aun asi no le quedaba el titulo de dios de la guerra.
Valla, que todo el ejercito de Ares es ocupado por mujeres, ya me he topado con tres en toda esta era, como podra ser ahora su ejercito, jajaja.... mientras en mi cara se mostraba una pequeña mueca. Me acercaba mas y mas, y podria escuchar un poco mas claro, las palabras de eris hacia aquella berserker. Unos cuantos pasos mas, para estar ya a sus espaldas. Comenze a acercarme mientras abria mis manos de par en par para abrazarla, tomarla de la cintura y acercar mi cuerpo junto al suyo, mi boca quedo justo en su oido, y le susurraba... Eris tu fantasma a sido notificado que no debe de salir del salon, en caso contrario, no solo tu la castigaras, tambien lo hare yo... y sin esperar mas, le di un beso en la mejilla....
Bien berserker, asi que quieres hablarnos a ambos, vamos puedes decirlo, para luego regresar a la alcantarilla de donde has salido....Dije mientras seguia abrazando a Sama, la tenia apresada aun, y quizas pagaria caro, pero lo hecho, hecho estaba.....
Rol- Hablo- Pienso
Ella portaba una especia de violin, o algo asi por el estilo, y hablaba con la diosa, mensaje que deberia dar a ambos dioses, quizas era de mi hijo Ares, habia despertado ya el desdichado y ahora haria su tipica revuelta, amenazando a las demas personas, aun asi no le quedaba el titulo de dios de la guerra.
Valla, que todo el ejercito de Ares es ocupado por mujeres, ya me he topado con tres en toda esta era, como podra ser ahora su ejercito, jajaja.... mientras en mi cara se mostraba una pequeña mueca. Me acercaba mas y mas, y podria escuchar un poco mas claro, las palabras de eris hacia aquella berserker. Unos cuantos pasos mas, para estar ya a sus espaldas. Comenze a acercarme mientras abria mis manos de par en par para abrazarla, tomarla de la cintura y acercar mi cuerpo junto al suyo, mi boca quedo justo en su oido, y le susurraba... Eris tu fantasma a sido notificado que no debe de salir del salon, en caso contrario, no solo tu la castigaras, tambien lo hare yo... y sin esperar mas, le di un beso en la mejilla....
Bien berserker, asi que quieres hablarnos a ambos, vamos puedes decirlo, para luego regresar a la alcantarilla de donde has salido....Dije mientras seguia abrazando a Sama, la tenia apresada aun, y quizas pagaria caro, pero lo hecho, hecho estaba.....
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Re: Jardines de la Discordia
Latrivan no se sintió extrañada de la poca cordialidad con que Zeus se hacía presente. Despues de todo el trato entre los dioses era algo que no le correspondía a ella analizar. Era un simple peón en un juego de Ajedrez entre aquellos que mantenían el mundo entre sus manos.
- Usted comprenderá, señora, que un cosmo tan poderoso como el de Zeus no es fácil de ocultar, este dónde este. - Respondió a la curiosidad de la diosa de la discordia ante como Sarahissa podía saber la ubicación de Zeus. - Nada en el Olimpo es un secreto para nosotros que habitamos en él.
Sarahissa no se reverenció ante Zeus. Por muy padre de Ares que fuera el trato que le había dado durante los milenios era deplorable. No había respeto para aquel que no supiera valorar la fuerza de uno de sus hijos, quien tambien era un señor todo poderoso para Latrivan.
- Yo no provengo de ninguna alcantarilla, mi hogar esta en el Olimpo junto a los dioses. - Latrivan no se dejaría insultar. Estaba consciente de que le estaba hablando de esa forma al padre de todos los dioses, pero ella era una guerrera de renombre, encargada de llevar a cabo personalmente los intereses de Ares, no una común ninfa, o guerrera de segunda como otros bersekers. - Pero no vengo aquí a discutir con ustedes, menos con la hermana de mi señor.
Guardó silencio un momento. No quería comenzar a hablar con un clima de tensión. Quería que entendieran que ella era solo el medio, el mensaje provenía directamente de Ares. Estaba ahí practicamente con una bandera blanca sobre su cabeza. Pero al mismo tiempo. traía la llama que podría comenzar el incendio más grande jamás antes visto en la tierra o en el Olimpo.
- El mensaje de mi señor es de guerra. - Sentenció cerrando los ojos, su voz se escuchaba tan apática que parecía que lejos de estar diciendo algo tan grave estuviese cantando la canción para arrullar a un niño. - Se aproxima el tiempo de batallas épicas sobre las cuales se escribirán canticos de gloria y victoria por miles de años.
El jardín de Eris se inundaba lentamente con el cosmo de Ares que estaba contenido en la armadura del Berseker Latrivan. Era una señal para dejar claro que era él quien estaba hablando através de esa mujer.
- El deseo de Ares es destruir a cualquiera que se interponga entre su camino y su lanza, comenzando por la diosa que siempre se ha visto como una amenaza a los cantos épicos de la batalla... Athena.
Haber empezado a enumerar las razones por las cuales la víctima principal de las batallas era Athena habría resultado futil. Todos los dioses sabían sobre la obsesión que tenía la diosa de la sabidura con los humanos y su salvación, la paz en la tierra y otras porquerías semejantes que contrastaban tanto con el pensamiento de guerra absoluta de Ares y su ejercito de Bersekers.
- Vengo a darle en primer lugar un mensaje a su hermana Eris. - Latrivan volvió a abrir sus ojos de cristal y la miró con una frialdad única, como si no estuviese realmente ahí. - Usted y su ejercito pueden estar tranquilos pues no serán blancos del ejercito de Bersekers. El señor Ares le asegura inmunidad, mientras se mantenga a su lado o en el peor de los casos... ajena a la batalla. A cambio, le promete poder gobernar la tierra a su lado cuando la victoria sea definitiva y no haya nadie en pie que pueda reclamar hegemonía sobre ella.
Bajó la cara en señal de respeto. Ares tal vez era un ser que no mostraba cariño alguno por Eris, pero alguna vez de hermanos habían pasado a ser amantes y de amantes se habían vuelto extraños el uno al otro con el transcurso del tiempo, que siempre parecía algo tan insignificante para los dioses.
- El mensaje para Zeus sin embargo es distinto... - Posó sus ojos sin expresión sobre los de Zeus, mirándolo al rostro sin temor a que él sintiera que aquello era un insulto. - Mi señor le solicita mantenerse completamente al margen entre la inminente guerra que se avecina contra su hija Athena. Los humanos no han apreciado la tierra que se les dio y el ejercito de Bersekers le volveremos a mostrar lo que de verdad significa la desesperación y el terror. - Hizo una pausa marcando sus últimas palabras con un tono un tanto más severo. A pesar de parecer una mujer sin sentimiento alguno, escuchar que su tono subía mostraba que tan serio estaba hablando. - Sabemos que Athena intentará proteger la tierra de una guerra, por lo cual deberá pagar por sus pecados al haberse rebelado contra los dioses por tanto tiempo. Ares ya no será un mero espectador observando como Athena se levanta una y otra vez contra los de su clase sin que se le castigue por ello.
Su armadura brillaba con una cosmoenergía escarlata, sus palabras eran graves pero ciertas.
- Se ha propuesto castigarla personalmente para que recuerde su lugar entre los dioses. Aunque no puedo decirle... qué es exactamente lo que planea hacer con ella.
Mantuvo silencio pensando en que su señor se encontraba con esa niña que alguna vez había sido su prima. El tenía motivos para estar con ella en ese momento por lo cual Latrivan no podía evitar pensar, que esa joven tan indefensa se podía tratar efectivamente de Athena.
- Por ello le solicita que no interfiera. De no ser así, usted tambien será considerado un enemigo de mi señor y la guerra comenzará... en el Olimpo.
- Usted comprenderá, señora, que un cosmo tan poderoso como el de Zeus no es fácil de ocultar, este dónde este. - Respondió a la curiosidad de la diosa de la discordia ante como Sarahissa podía saber la ubicación de Zeus. - Nada en el Olimpo es un secreto para nosotros que habitamos en él.
Sarahissa no se reverenció ante Zeus. Por muy padre de Ares que fuera el trato que le había dado durante los milenios era deplorable. No había respeto para aquel que no supiera valorar la fuerza de uno de sus hijos, quien tambien era un señor todo poderoso para Latrivan.
- Yo no provengo de ninguna alcantarilla, mi hogar esta en el Olimpo junto a los dioses. - Latrivan no se dejaría insultar. Estaba consciente de que le estaba hablando de esa forma al padre de todos los dioses, pero ella era una guerrera de renombre, encargada de llevar a cabo personalmente los intereses de Ares, no una común ninfa, o guerrera de segunda como otros bersekers. - Pero no vengo aquí a discutir con ustedes, menos con la hermana de mi señor.
Guardó silencio un momento. No quería comenzar a hablar con un clima de tensión. Quería que entendieran que ella era solo el medio, el mensaje provenía directamente de Ares. Estaba ahí practicamente con una bandera blanca sobre su cabeza. Pero al mismo tiempo. traía la llama que podría comenzar el incendio más grande jamás antes visto en la tierra o en el Olimpo.
- El mensaje de mi señor es de guerra. - Sentenció cerrando los ojos, su voz se escuchaba tan apática que parecía que lejos de estar diciendo algo tan grave estuviese cantando la canción para arrullar a un niño. - Se aproxima el tiempo de batallas épicas sobre las cuales se escribirán canticos de gloria y victoria por miles de años.
El jardín de Eris se inundaba lentamente con el cosmo de Ares que estaba contenido en la armadura del Berseker Latrivan. Era una señal para dejar claro que era él quien estaba hablando através de esa mujer.
- El deseo de Ares es destruir a cualquiera que se interponga entre su camino y su lanza, comenzando por la diosa que siempre se ha visto como una amenaza a los cantos épicos de la batalla... Athena.
Haber empezado a enumerar las razones por las cuales la víctima principal de las batallas era Athena habría resultado futil. Todos los dioses sabían sobre la obsesión que tenía la diosa de la sabidura con los humanos y su salvación, la paz en la tierra y otras porquerías semejantes que contrastaban tanto con el pensamiento de guerra absoluta de Ares y su ejercito de Bersekers.
- Vengo a darle en primer lugar un mensaje a su hermana Eris. - Latrivan volvió a abrir sus ojos de cristal y la miró con una frialdad única, como si no estuviese realmente ahí. - Usted y su ejercito pueden estar tranquilos pues no serán blancos del ejercito de Bersekers. El señor Ares le asegura inmunidad, mientras se mantenga a su lado o en el peor de los casos... ajena a la batalla. A cambio, le promete poder gobernar la tierra a su lado cuando la victoria sea definitiva y no haya nadie en pie que pueda reclamar hegemonía sobre ella.
Bajó la cara en señal de respeto. Ares tal vez era un ser que no mostraba cariño alguno por Eris, pero alguna vez de hermanos habían pasado a ser amantes y de amantes se habían vuelto extraños el uno al otro con el transcurso del tiempo, que siempre parecía algo tan insignificante para los dioses.
- El mensaje para Zeus sin embargo es distinto... - Posó sus ojos sin expresión sobre los de Zeus, mirándolo al rostro sin temor a que él sintiera que aquello era un insulto. - Mi señor le solicita mantenerse completamente al margen entre la inminente guerra que se avecina contra su hija Athena. Los humanos no han apreciado la tierra que se les dio y el ejercito de Bersekers le volveremos a mostrar lo que de verdad significa la desesperación y el terror. - Hizo una pausa marcando sus últimas palabras con un tono un tanto más severo. A pesar de parecer una mujer sin sentimiento alguno, escuchar que su tono subía mostraba que tan serio estaba hablando. - Sabemos que Athena intentará proteger la tierra de una guerra, por lo cual deberá pagar por sus pecados al haberse rebelado contra los dioses por tanto tiempo. Ares ya no será un mero espectador observando como Athena se levanta una y otra vez contra los de su clase sin que se le castigue por ello.
Su armadura brillaba con una cosmoenergía escarlata, sus palabras eran graves pero ciertas.
- Se ha propuesto castigarla personalmente para que recuerde su lugar entre los dioses. Aunque no puedo decirle... qué es exactamente lo que planea hacer con ella.
Mantuvo silencio pensando en que su señor se encontraba con esa niña que alguna vez había sido su prima. El tenía motivos para estar con ella en ese momento por lo cual Latrivan no podía evitar pensar, que esa joven tan indefensa se podía tratar efectivamente de Athena.
- Por ello le solicita que no interfiera. De no ser así, usted tambien será considerado un enemigo de mi señor y la guerra comenzará... en el Olimpo.
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Sonata de Cristal
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Re: Jardines de la Discordia
Samantha estaba más que molesta con aquellos arrebatos atrevidos por parte de Zeus. Primero llegaba la abrazaba y le besaba, sabiendo él como era de actitudes aquella hija suya se atrevía aún así a hacerlo, por lo que Eris ignoró tal cosa y simplemente suspiró y siguió el juego, rozando delicadamente sus manos entre el cuello de aquel caballero, quien osaba a susurrarle en el oído algunas palabras que extrañaron al deidad, quien de inmediato contestó:
-Mmm… no creo querido, quien sólo tiene el derecho de castigarlas soy yo… aunque sea mi padre limítate a no tocarlas, sabes como me pongo soy muy personalista con ciertas cosas y además son unas monadas mis chicas ¿no lo crees?… y otra cosa hace tiempo que no sentía un abrazo tan fraternal como este y mucho menos un beso… Gracias, querido.
Pero todo ése encanto fue cortado de tajo cuando el gran Zeus trataba de una manera nada ortodoxa a la mensajera del hermano de Eris. Apenas escuchaba eso Samantha y mostraba su enojo frunciendo su ceño y desapartándose rápidamente de acobije de su padre, para tan sólo decir:
-¡Oye!… somos Dioses y como tales… somos la cuna de toda moral que inculcamos a los mortales, no veo correcto que trates así a ésta niña quien con humildad no ha venido a hablar… mujer disculpa éste hombre es un poco mal educado, parece ser que aún las malas mañanas mortales le agobian… Padre sabes como me pongo con esto… no lo has más… por favor.
Aquella le guiñaba el ojo derecho al gran Zeus y con ello repasaba su diestra en su barbilla para que de inmediato diera media vuelta y viera a aquella guerrera de Ares, quien rápidamente comenzó a expresarse, siempre seria… siempre indiferente y un poco fría, fascinando de inmediato a la Diosa, ya que aquella deseaba que así fueran sus fantasmas. Interesante era el mensaje que traía esa mujer… Alianza o por lo menos el no interferir.
Apenas escuchaba aquella Samantha no podía evitar sonreír, sus planes estaba siendo abruoptamente cambiados por lo que simplemente musito…
.Interesante…
Mas el mensaje para Zeus era un tanto amenazante por lo que frunciendo el seño aquella dio unos cuantos pasos hacia el frente, y viendo detenidamente a aquella mujer dijo un tanto seria:
-No, no, no y no… ¿Cómo está eso?… shss… bueno sabiendo la relación de estos dos y más sabiendo el favoritismos de Zeus con Athena es comprensible que Ares mande tan amenazador mensaje, pero aún así, no es la mejor manera de hacerlo… Niña dile a tu Dios lo siguiente, tal cual te lo digo es como lo harás llegar…
De inmediato aquella se posó por la espalda de aquella fría guerrera y bajando su postura con lentitud, la Diosa de la Discordia le susurró con gran parsimonia:
-Hermano, amante y gran Dios de la Guerra… Sabes muy bien que no es necesario firmar un acuerdo. Yo siempre te he sido fiel y siempre te he seguido y apoyado cuando se trata de destrucción… he estado a tu lado incontables veces atrás de vosotros, pero esta vez no nada más a mi me tendrás, eso tenlo por seguro… Afrodita me apoya a mi por lo que te apoya a ti… Apolo de igual manera y presiento que Zeus me seguirá… Hermano sabes muy bien que yo te apoyare siempre mi lealtad esta en ley, pero antes de eso quiero perderte algo de ayuda… quiero destrucción… quiero venganza… conoces como es mi terco corazón y cuando me fascino con algo lo quiero conseguir… y esto es la destrucción de Hades… Ayúdame y te lo agradeceré… espero y creas en mis palabras… sabes muy bien que me crearon para vuestra compañía hermano… cuídate y una gran abrazo… siempre tuya Eris… siempre siguiéndote… ambos destruyendo.
Dicho eso la dama se alejó de inmediato del cuerpo de aquella guerrera inferior, y simplemente surcando con fuerza el brazo de Zeus y recargando su cabeza en su hombro y fijando su mirada de manera tierna aquella le susurró:
-Espero que esta vez me ayude mi padre… dime… ¿Te iras con ella?… dímelo yo lo comprenderé, pero me gustaría que estuvieras esta vez, sólo esta vez a mi lado… Athena se la pasa pisoteando las reglas del Olimpo y tú no haces nada… te siega el amor que le tienes a tu hija… ¿pero y nosotros qué?… ¿los verdaderos dioses qué?… por favor Zeus considéralo… yo estaría muy agradecida con vosotros caballero.
Suspirando simplemente besaba su cuello y esperaba reacción de aquel caballero… estaba más que excitada con todo aquello… le gustaba saber de Ares y de una nueva guerra… estaba más que fascinada esa diosa que no podía ocultarlo pues en su rostro una sonrisa maligna se dibujaba de par en par.
-Mmm… no creo querido, quien sólo tiene el derecho de castigarlas soy yo… aunque sea mi padre limítate a no tocarlas, sabes como me pongo soy muy personalista con ciertas cosas y además son unas monadas mis chicas ¿no lo crees?… y otra cosa hace tiempo que no sentía un abrazo tan fraternal como este y mucho menos un beso… Gracias, querido.
Pero todo ése encanto fue cortado de tajo cuando el gran Zeus trataba de una manera nada ortodoxa a la mensajera del hermano de Eris. Apenas escuchaba eso Samantha y mostraba su enojo frunciendo su ceño y desapartándose rápidamente de acobije de su padre, para tan sólo decir:
-¡Oye!… somos Dioses y como tales… somos la cuna de toda moral que inculcamos a los mortales, no veo correcto que trates así a ésta niña quien con humildad no ha venido a hablar… mujer disculpa éste hombre es un poco mal educado, parece ser que aún las malas mañanas mortales le agobian… Padre sabes como me pongo con esto… no lo has más… por favor.
Aquella le guiñaba el ojo derecho al gran Zeus y con ello repasaba su diestra en su barbilla para que de inmediato diera media vuelta y viera a aquella guerrera de Ares, quien rápidamente comenzó a expresarse, siempre seria… siempre indiferente y un poco fría, fascinando de inmediato a la Diosa, ya que aquella deseaba que así fueran sus fantasmas. Interesante era el mensaje que traía esa mujer… Alianza o por lo menos el no interferir.
Apenas escuchaba aquella Samantha no podía evitar sonreír, sus planes estaba siendo abruoptamente cambiados por lo que simplemente musito…
.Interesante…
Mas el mensaje para Zeus era un tanto amenazante por lo que frunciendo el seño aquella dio unos cuantos pasos hacia el frente, y viendo detenidamente a aquella mujer dijo un tanto seria:
-No, no, no y no… ¿Cómo está eso?… shss… bueno sabiendo la relación de estos dos y más sabiendo el favoritismos de Zeus con Athena es comprensible que Ares mande tan amenazador mensaje, pero aún así, no es la mejor manera de hacerlo… Niña dile a tu Dios lo siguiente, tal cual te lo digo es como lo harás llegar…
De inmediato aquella se posó por la espalda de aquella fría guerrera y bajando su postura con lentitud, la Diosa de la Discordia le susurró con gran parsimonia:
-Hermano, amante y gran Dios de la Guerra… Sabes muy bien que no es necesario firmar un acuerdo. Yo siempre te he sido fiel y siempre te he seguido y apoyado cuando se trata de destrucción… he estado a tu lado incontables veces atrás de vosotros, pero esta vez no nada más a mi me tendrás, eso tenlo por seguro… Afrodita me apoya a mi por lo que te apoya a ti… Apolo de igual manera y presiento que Zeus me seguirá… Hermano sabes muy bien que yo te apoyare siempre mi lealtad esta en ley, pero antes de eso quiero perderte algo de ayuda… quiero destrucción… quiero venganza… conoces como es mi terco corazón y cuando me fascino con algo lo quiero conseguir… y esto es la destrucción de Hades… Ayúdame y te lo agradeceré… espero y creas en mis palabras… sabes muy bien que me crearon para vuestra compañía hermano… cuídate y una gran abrazo… siempre tuya Eris… siempre siguiéndote… ambos destruyendo.
Dicho eso la dama se alejó de inmediato del cuerpo de aquella guerrera inferior, y simplemente surcando con fuerza el brazo de Zeus y recargando su cabeza en su hombro y fijando su mirada de manera tierna aquella le susurró:
-Espero que esta vez me ayude mi padre… dime… ¿Te iras con ella?… dímelo yo lo comprenderé, pero me gustaría que estuvieras esta vez, sólo esta vez a mi lado… Athena se la pasa pisoteando las reglas del Olimpo y tú no haces nada… te siega el amor que le tienes a tu hija… ¿pero y nosotros qué?… ¿los verdaderos dioses qué?… por favor Zeus considéralo… yo estaría muy agradecida con vosotros caballero.
Suspirando simplemente besaba su cuello y esperaba reacción de aquel caballero… estaba más que excitada con todo aquello… le gustaba saber de Ares y de una nueva guerra… estaba más que fascinada esa diosa que no podía ocultarlo pues en su rostro una sonrisa maligna se dibujaba de par en par.
Samantha- Status : Muerta y Sellada
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