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Jardines de la Discordia
Recuerdo del primer mensaje :
Su caminata ya se había alargado por mas de diez minutos, mas nunca cambiaba su curso… siempre hacia el frente; mientras miraba como el sol se ocultaba mas y mas por entre las montañas. Su vestido morado se ondeaba hacia atrás por el curso del viento, remarcando su figura y alzando su falda aun mas… desnudando sus muslos blanquecinos. Sus cabellos cortos azulados, se arremolinaban por detrás de su cabeza, mientras que sus labios se resecaban, por el leve calor que expedía la tierra que tal parecía había sido victima de un gran incendio, pues sus paso se recalcaban siempre en un sendero de ceniza infinita. Aun así siguió caminando sin bajar su ritmo, mientras que a cada paso que daba notaba como el templo se iba unificando por si mismo.
Y su caminata declinó frente a lo que alguna vez había sido un hermoso pozuelo, aquella como si fuese inocente sonreía maravillada, pues el lugar al que deseaba llegar… estaba frente a ella. Samantha Trago saliva y cerró los ojos por efímeros segundo, formando así en la oscuridad de su mente una imagen de su pasado: la dama veía su verdadera apariencia, casi desnuda, alta y de matices distintos en su piel, sin no antes mencionar el aurea color índigo que siempre le había remarcado su figura de Diosa. Samantha se veía en su pasado, tomando agua en aquel pozuelo, que al tocar su paladar siempre se volvía vino… mas lo único rancio de aquel excitante recuerdo, era sus sentimientos hacia otro Dios, que tal parresia era el gran Ares… pues desde tiempos mitológicos se conocía que Eris había sido la amante de tal Dios.
Esa imagen hacia regresar a la realidad a Samantha, un poco agitada de su pecho, la mujer se acerco al pozuelo y recargo ambas manos en la tina de mármol, bajo su mirada y la clavo al vacio de dicho molde, suspiro y se susurro:
-¿Y ahora que voy a hacer?
Cerró sus ojos y se quedo pensando entre la soledad de aquel viejo jardín, mientras que a lo lejos se formaban lo que alguna vez fueron cúpulas individuales, que servían para ver las estrellas en el firmamento.
Después de pensar Samantha una vez mas suspiro, algo triste mas ya no hablo… dio media vuelta y regreso, para así estar en el salón principal y hacer una asamblea con sus demás fantasmas, esperando ver que Alucard ya estuviera ahí o que por lo menos ya fuera a su encuentro… pues en aquellos momentos de malos y asquerosos recuerdos, deseaba ver el rostro del mortal del cual se había enamorado Eris.
Y su caminata declinó frente a lo que alguna vez había sido un hermoso pozuelo, aquella como si fuese inocente sonreía maravillada, pues el lugar al que deseaba llegar… estaba frente a ella. Samantha Trago saliva y cerró los ojos por efímeros segundo, formando así en la oscuridad de su mente una imagen de su pasado: la dama veía su verdadera apariencia, casi desnuda, alta y de matices distintos en su piel, sin no antes mencionar el aurea color índigo que siempre le había remarcado su figura de Diosa. Samantha se veía en su pasado, tomando agua en aquel pozuelo, que al tocar su paladar siempre se volvía vino… mas lo único rancio de aquel excitante recuerdo, era sus sentimientos hacia otro Dios, que tal parresia era el gran Ares… pues desde tiempos mitológicos se conocía que Eris había sido la amante de tal Dios.
Esa imagen hacia regresar a la realidad a Samantha, un poco agitada de su pecho, la mujer se acerco al pozuelo y recargo ambas manos en la tina de mármol, bajo su mirada y la clavo al vacio de dicho molde, suspiro y se susurro:
-¿Y ahora que voy a hacer?
Cerró sus ojos y se quedo pensando entre la soledad de aquel viejo jardín, mientras que a lo lejos se formaban lo que alguna vez fueron cúpulas individuales, que servían para ver las estrellas en el firmamento.
Después de pensar Samantha una vez mas suspiro, algo triste mas ya no hablo… dio media vuelta y regreso, para así estar en el salón principal y hacer una asamblea con sus demás fantasmas, esperando ver que Alucard ya estuviera ahí o que por lo menos ya fuera a su encuentro… pues en aquellos momentos de malos y asquerosos recuerdos, deseaba ver el rostro del mortal del cual se había enamorado Eris.
Samantha- Status : Muerta y Sellada
Cantidad de envíos : 308
Re: Jardines de la Discordia
Tsk.. parece ser que ese niñato ya a despertado, jaja pensé que se quedaría dormidito, ya sus guardianes
también lo han hecho, y al parecer son algunas mujeres, he visto de mas, en el senado y ahora aquí, podría ser una buena justificación… Pero pensándolo bien, dejémoslo haber que puede hacer, de todos modos, mientras más alto este, más fea será la caída, y entonces estaré ahí para verlo como se derrumba…
también lo han hecho, y al parecer son algunas mujeres, he visto de mas, en el senado y ahora aquí, podría ser una buena justificación… Pero pensándolo bien, dejémoslo haber que puede hacer, de todos modos, mientras más alto este, más fea será la caída, y entonces estaré ahí para verlo como se derrumba…
Seguía aun abrazando a Eris, hasta que termine de susurrarle mi mensaje, se molesto un poco, puesto que le había dado órdenes a sus fantasmas, sin que ella estuviera presente, tenía razón, pero no era para tanto, se alejo, dio unos cuantos pasos y comenzó a hablar, yo solo la mire mientras seguía caminando. El aire comenzaba a levantar un poco el ligero vestido que ella portaba, podía ver sus firmes piernas. Sin más prejuicio se acerco ahora hacia aquella mujer, la berserker, mientras le susurraba algo al oído, quizás algo referente a su amante Ares, que en siglos atrás habían hecho de las suyas los dos. Solo puntos clave oía,
tras detrás de tanta palabrería hacia su ex-amor, yo mientras tanto miraba a aquella berserker, parecía ser fuerte, casi no se intimidaba con nada, incluso ante la presencia de los dioses, quizás no tendría sentimientos, y eso era bueno, si es que estabas en las filas del ejército de Ares.
tras detrás de tanta palabrería hacia su ex-amor, yo mientras tanto miraba a aquella berserker, parecía ser fuerte, casi no se intimidaba con nada, incluso ante la presencia de los dioses, quizás no tendría sentimientos, y eso era bueno, si es que estabas en las filas del ejército de Ares.
Segundos pasaron hasta que de nueva cuenta, Eris regreso hacia mí, ahora solo para hablarme, quizás todos tenían razón, y yo estaba ciego, porque athena era la consentida, siempre lo había sido, y ahora estar enfrente de aquella otra hija, la cual no había tomado con respeto, y no midiendo su fuerza. Y ahora se centraba a darme ligeros besos en el cuello, lo cual no hizo más que encender mis instintos, y lentamente la tome de la cintura, para sentir como su respiración se aceleraba, quizás la guerra que se aproximaría la estaba excitando de sobremanera, todo estaba mezclado, incluso en su sonrisa burlona, daba a entender todo.
Bien, berserker, le puedes decir a mi hijo que no lo molestare en sus planes, solo que no me busque, o trate de provocarme hacia mí, o a lo que me sirva y corresponda, porque entonces se la vera conmigo… y con ello, me acerque más hacia Eris, para tomar más fuerte su cintura, y pegarla hacia mi pecho, con mi mano izquierda tome tu cuello,para llevarlo cerca de mis labios, comencé a besar lentamente, mientras subía hacia su mejilla, y de ahí a su oído para susurrarle… Confiare en ti Eris, porque quiero que me demuestres lo que serás capaz de hacer, he visto tu reacción y creo que estas excitada con la idea de guerra….
Me separe ligeramente de ella, para buscar los ojos de la guardiana de Ares… Bien, como a dicho Eris, también busco la destrucción de Hades, solo por diversión, que sin hacer nada, solo que me aburro de pensar que no hay otro dios para destruir... y por cierto como te llamas tu, para que ahora si me pueda dirigir hacia ti con respeto.... Al solo terminar aquella frase, una pequeña mueca se hizo presente en mi rostro.
Rol-Pienso-Hablo
Mauritius- Dios/a
- Reino : Olimpo
Templo del Trueno
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AD - Crucificacion Sangrienta (4400)
AM - Circus Flame (5250)
AF - Dark Coffin (5950)
AF - Estrella de Muerte[i] (5950)
Defensa :
Lightning Shield
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Re: Jardines de la Discordia
Latrivan había escuchado todo el mensaje de la diosa Eris sin inmurtarse. Ni si quiera pestañó al escuchar todo aquello y memorizó cada una de sus palabras para darselas a su señor de la mejor forma, eficiente y delicada. El tipo de trabajos que Ares sólo le podría confiar a ella, pues el resto de Bersekers eran animales inescrupulosos que no tenían en minimo recelo con las formalidades y el respeto necesario. Si hubiesen mandado a cualquiera de ellos de seguro ya habría atacado a Zeus por menospreciarlos de esa forma.
La joven asintió, bajando el rostro.
- Su mensaje será entregado Señora Eris.
Latrivan no cuestionó nada. No era su labor cuestionar a los grandes señores del mundo, pero si cumplir sus deseos, sobre todo el de Ares. No era criada de ninguno de ellos, pero considerando la gravedad del mensaje que tenía que entregar y devolverle a su señor, debía servirles tambien al menos para eso a aquellos dioses.
Fue entonces que escuchó como Zeus daba su aprobación a que Ares hiciera lo que quisiera. Le llamó la atención que el padre de los dioses se tomara tan a la ligera una situación como esa, tal vez toda su sabiduria estaba ahora efectivamente en Athena como murmuraban algunos y en él sólo quedaba ese instinto lujurioso por el cual era conocido.
- Mi nombre es Latrivan, la hechizera maldita. - No hizo una reverencia pues no servía a eus. - Y me impresiona que a pesar de que la señora Eris susurrara usted la pudiese escuchar. No hay forma de engañar al ojo que todo lo ve desde el Olimpo...
Pensó en ello un instante. Había pasado por alto lo poderoso que era Zeus, pero le llamaba aun más la atención que leos de querer mantener un balance quisiera ir a la guerra "por diversion" contra su hermano Hades.
- Sobre Hades... como sabrán mi señor Ares... - Hizo una pausa. Nunca se habría atrevido a decir frente a dos dioses que Hades había sellado el espíritu de Ares. - No tiene afecto alguno hacia él por los hechos acontecidos en su último despertar. Por lo tanto, me pidió que dijera... que su batalla por ahora se limita solo a destruir a Athena, sus santos y ponerla en el lugar dónde siempre debió estar. Darle el castigo ejemplar que se merece por haberse levantado contra los deseos de los dioses.
Es por ello, que mi señor no intervendrá si por causa justa o no, deciden iniciar una guerra contra el señor del Inframundo.
Sarahissa se quedó parada, hizo una nueva reverencia en forma de despedirse.
- Mi misión ha sido cumplida. No hay nada que me apegue a este lugar. - Subió la cabeza nuevamente, con educación. - Que la manzana siempre brille en su mano, hermana del gran Marte. Tiene paso libre al templo de la guerra, por si desea asilo en estos tiempos de guerra, tanto usted como sus Fantasmas. Sólo... si se mantiene al margen o se une a esta guerra contra la humanidad. Por el contrario, si su guerra es contra Hades, la situación varía... Ares se mantendrá, por ahora, al margen de ello.
Tomó el violín de su mano y le dio un toque a las cuerdas. El terreno pareció mutar un tanto y el espacio de dobló.
- Hasta luego. Espero que nuestro próximo encuentro sea tan agradable como éste.
Y así desapareció Sarahissa, dirigiendose de vuelta al Olimpo.
La joven asintió, bajando el rostro.
- Su mensaje será entregado Señora Eris.
Latrivan no cuestionó nada. No era su labor cuestionar a los grandes señores del mundo, pero si cumplir sus deseos, sobre todo el de Ares. No era criada de ninguno de ellos, pero considerando la gravedad del mensaje que tenía que entregar y devolverle a su señor, debía servirles tambien al menos para eso a aquellos dioses.
Fue entonces que escuchó como Zeus daba su aprobación a que Ares hiciera lo que quisiera. Le llamó la atención que el padre de los dioses se tomara tan a la ligera una situación como esa, tal vez toda su sabiduria estaba ahora efectivamente en Athena como murmuraban algunos y en él sólo quedaba ese instinto lujurioso por el cual era conocido.
- Mi nombre es Latrivan, la hechizera maldita. - No hizo una reverencia pues no servía a eus. - Y me impresiona que a pesar de que la señora Eris susurrara usted la pudiese escuchar. No hay forma de engañar al ojo que todo lo ve desde el Olimpo...
Pensó en ello un instante. Había pasado por alto lo poderoso que era Zeus, pero le llamaba aun más la atención que leos de querer mantener un balance quisiera ir a la guerra "por diversion" contra su hermano Hades.
- Sobre Hades... como sabrán mi señor Ares... - Hizo una pausa. Nunca se habría atrevido a decir frente a dos dioses que Hades había sellado el espíritu de Ares. - No tiene afecto alguno hacia él por los hechos acontecidos en su último despertar. Por lo tanto, me pidió que dijera... que su batalla por ahora se limita solo a destruir a Athena, sus santos y ponerla en el lugar dónde siempre debió estar. Darle el castigo ejemplar que se merece por haberse levantado contra los deseos de los dioses.
Es por ello, que mi señor no intervendrá si por causa justa o no, deciden iniciar una guerra contra el señor del Inframundo.
Sarahissa se quedó parada, hizo una nueva reverencia en forma de despedirse.
- Mi misión ha sido cumplida. No hay nada que me apegue a este lugar. - Subió la cabeza nuevamente, con educación. - Que la manzana siempre brille en su mano, hermana del gran Marte. Tiene paso libre al templo de la guerra, por si desea asilo en estos tiempos de guerra, tanto usted como sus Fantasmas. Sólo... si se mantiene al margen o se une a esta guerra contra la humanidad. Por el contrario, si su guerra es contra Hades, la situación varía... Ares se mantendrá, por ahora, al margen de ello.
Tomó el violín de su mano y le dio un toque a las cuerdas. El terreno pareció mutar un tanto y el espacio de dobló.
- Hasta luego. Espero que nuestro próximo encuentro sea tan agradable como éste.
Y así desapareció Sarahissa, dirigiendose de vuelta al Olimpo.
Raider- Status : Guerrera Sin Dios
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AD - Requiem del Pánico (3100)*
AD - Celda del Tiempo (3200)*
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AM - Pits Of Inferno (4000)*
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Sonata de Cristal
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Re: Jardines de la Discordia
Entre destellos de luces moradas y negras la diosa del amor pasional empezó a hacer su aparición. Confiaba en que sería más rápida que el para poder llegar a dar su advertencia a aquella deidad que tanto quería. Pero más que todo confiaba en que Eris podría sellar a Apolo para otra era, de esa forma ellos podrían moverse con libertad y nadie les arrebataría lo que era suyo.
Una presencia nueva se encontraba en ese sitio, unas que ella no conocía bien, pero por la forma de manifestación del cosmos podía presumir de quien era, además de eso también pudo percibir el cosmos de Zeus, por lo que pensaba que las cosas iban a salirle bien. Al fin el cosmos de la diosa del amor dio paso a la presencia de la misma, quien ignorando la presencia de la berseker que estaba en ese sitio, no por mala educación sino por el hecho de que tenía algo urgente que decir empezó a gesticular:
-Traigo noticias grandes y bastante feas. Mi querido primo ha decidido ir contra nosostros porque no quiere alianza con nadie, y ha dicho que desea declararle la guerra a Ares.- Lydia tomó aliento odiando su frágil cuerpo humano y siguió con su diáologo- Además de eso ha sido bastante claro al manifestar que piensa venir a este lugar para atacar a tus fantasmas y más que todo ir contra tí. NO creo que sea problema para tí enfrentarlo Eris, pero tenía que decírtelo de una vez, porque ambas sabemos que puede ser un cobarde que pretenda atacar a tus fantasmas y eso sería una tragedia.
Ya habiendo dicho esto Lydia miró a Zeus y le dijo con firmeza- Tú has escuchado todo, quiero saber si estarás de mi mi lado o no. Yo he hecho alianza con Eris y no planeo retractarme de ello, por lo que si Richard la tiene como enemiga, yo tambén lo soy y quiero saber si cuento con tu protección , quiero saber si esta vez cuento con tu apoyo y que no será como esa vez...- Ya con estas palabras Lydia sabía que Zeus entendería de qué estaba hablándole y sabía cuánto le pesaba aquello que ella le reprochaba, pero no quería engañarse y tenía que saberlo... Tenía que saber que no la dejaría sola esta vez, eso era lo que le estaba diciendo en pocas palabras.
Lydia caminó hacia Zeus y se puso a su lado para dirigir su mirada hacia la berseker de Ares, sólo en ese momento cayó en la cuenta de no la había tratado con el respeto que se merecía, por lo que apenas pudo comenzó a decir con un tono casi solemne.
-Lamento no haberle saludado antes señorita, pero como verá estaba preocupada en que mi mensaje llegara hacia mi querida prima, por lo que no me fijé ni puse mi empeño en saludarle. Espero no lo tome como una ofensa, yo no estoy en contra de su deidad, por lo que espero no tener problemas con la misma en el futuro.- Lydia guardó silencio y esperó las respuestas tanto de Zeus como de la joven que estaba en ese lugar, pues de eso dependía que ella supiera con quienes contaba y con quienes no.
Una presencia nueva se encontraba en ese sitio, unas que ella no conocía bien, pero por la forma de manifestación del cosmos podía presumir de quien era, además de eso también pudo percibir el cosmos de Zeus, por lo que pensaba que las cosas iban a salirle bien. Al fin el cosmos de la diosa del amor dio paso a la presencia de la misma, quien ignorando la presencia de la berseker que estaba en ese sitio, no por mala educación sino por el hecho de que tenía algo urgente que decir empezó a gesticular:
-Traigo noticias grandes y bastante feas. Mi querido primo ha decidido ir contra nosostros porque no quiere alianza con nadie, y ha dicho que desea declararle la guerra a Ares.- Lydia tomó aliento odiando su frágil cuerpo humano y siguió con su diáologo- Además de eso ha sido bastante claro al manifestar que piensa venir a este lugar para atacar a tus fantasmas y más que todo ir contra tí. NO creo que sea problema para tí enfrentarlo Eris, pero tenía que decírtelo de una vez, porque ambas sabemos que puede ser un cobarde que pretenda atacar a tus fantasmas y eso sería una tragedia.
Ya habiendo dicho esto Lydia miró a Zeus y le dijo con firmeza- Tú has escuchado todo, quiero saber si estarás de mi mi lado o no. Yo he hecho alianza con Eris y no planeo retractarme de ello, por lo que si Richard la tiene como enemiga, yo tambén lo soy y quiero saber si cuento con tu protección , quiero saber si esta vez cuento con tu apoyo y que no será como esa vez...- Ya con estas palabras Lydia sabía que Zeus entendería de qué estaba hablándole y sabía cuánto le pesaba aquello que ella le reprochaba, pero no quería engañarse y tenía que saberlo... Tenía que saber que no la dejaría sola esta vez, eso era lo que le estaba diciendo en pocas palabras.
Lydia caminó hacia Zeus y se puso a su lado para dirigir su mirada hacia la berseker de Ares, sólo en ese momento cayó en la cuenta de no la había tratado con el respeto que se merecía, por lo que apenas pudo comenzó a decir con un tono casi solemne.
-Lamento no haberle saludado antes señorita, pero como verá estaba preocupada en que mi mensaje llegara hacia mi querida prima, por lo que no me fijé ni puse mi empeño en saludarle. Espero no lo tome como una ofensa, yo no estoy en contra de su deidad, por lo que espero no tener problemas con la misma en el futuro.- Lydia guardó silencio y esperó las respuestas tanto de Zeus como de la joven que estaba en ese lugar, pues de eso dependía que ella supiera con quienes contaba y con quienes no.
Lydia- Dios/a
- Reino : Olimpo
Templo de Afrodita
Ataques :
AD - Flama de Lujuria (4400)
AD - Ovillo de Espinas Rojas (4500)
AM - Canto de la Lamia (4900)
AM - Renacer de la titania (5000)
AF - Jardín de Rosas Negras (*6200)
AF - Penitencia (5700)
AFa - Encanto de lo oscuro (6600)
AFa - Esencia de feromona (6700)
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Laberinto de Lujuria
DE - Danza de los cinco tokens
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Re: Jardines de la Discordia
-Gracias niña…
Samantha contesto un tanto seria al saber que aquella acataría a la perfección la orden de dar su mensaje a Ares. La Diosa aún así estaba más que seria por las osadas carisias incitadoras por parte de su padre, mas sin embargo no mostraba que tan molesta estaba con aquel hombre, que sin conocerle plenamente ay estaba tocándola y seduciéndola tan descaradamente en frente de una mensajera de su hermano y amante de eras pasadas, el gran Ares.
La forma en que hablaba Zeus era asquerosa ante la moral de Eris, pues aunque fuera una simple mortal, un peón del juego de poder entre Dioses, un simple títere que mover hacia donde se le desee, pero para ella aunque fuera un mortal más no gustaba de los tratos irrespetuoso por parte de su padre, quien daba un argumento demasiado extraño para aliarse ala batalla en contra de su hija predilecta… eso a Eris no le molestaba, sino le intrigaba, hacia nacer en ella un ligero sentimiento de duda por para con Zeus, sin embargo aquella no demostraría su desconfianza y dejaría que aquel caminara con libertad para así guiarla a su verdadero propósito de aquel excitante juego.
Las palabras de la guerrera de Ares hacían reír a la mujer, pues prácticamente le decía que el no se metería en el asunto de Hades, aunque éste le había sellado eras atrás, sin embargo no juzgaría sus acciones pues al final de todo tenia la corazonada de que por fin Athena pagaría su rebeldía estúpida en contra de los demás seres divinos. Y sin refutar nada ni pronunciar alguna palabra que mostraba que aunque tenía el apoyo de Ares seguía dudando de ciertas acciones inclino su cabeza despidiendo de manera humilde y respetuosa a aquella jovenzuela.
Quedándose solos Zeus y Eris ésta repaso su mano diestra en el rostro del rubio y con una voz suave le musitó:
-Presiento que se viene momentos fuertes en este mundo mi querido padre, espero y no me traiciones pues me dolería demasiado… Ahora que ya sé que estarás a mi lado, tengo que recompensarte por tal acción humilde de tu parte… padre qué es lo que quieres que haga por ti… lo que sea será para mí en verdad glorioso… pero eso me lo dirás en un lugar más intimo por el momento vayamos a descansar un poco al salón de mi humilde palacio…
Dicho eso la dama se dio la media vuelta tomó el mentón de su padre con ambas manos y le dio un beso apenas rosando sus labios con los de él, para después rápidamente soltarlo y caminar hacia las dimensiones de su palacio, donde sus fantasmas le esperaban.
No obstante cuando aquella comenzaba a alejarse de repente un terrible aura comenzó a alterar el lugar, aquellas sensaciones destilaban sentimientos de preocupación, miedo y desesperación por lo que Eris de inmediato dio media vuelta, divisando como un portal fraccionaba la estética de su jardín dejando plasmada la figura delicada de Afrodita… Lydia su prima, el como estaba esa mujer mostraba que no traía nada bueno… Aquella de inmediato se acercó hacia donde ella estaba quien con algo de agitación musitaba las malas noticias.
Suspirando un poco y bajando la cabeza aquella comenzó a caminar hacia donde Afrodita estaba, posando su diestra en su hombro y alzando el rostro viendo el firmamento, un tanto entristecida, musitó:
-Me duele escuchar tal cosa por parte de Apolo, me sorprende y aún peor me provoca que genere una mala situación. Sabiendo muy bien como soy con la sobreprotección ante mis fantasmas, no puedo dejar que esto pase por desapercibido. Diría que esta un poco loco y lo que quieres es llamar la atención y hasta jugaría con él… pero esto es grave y no puedo tomarlo tan a la ligera… Va contra mi hermano Ares… va contra mí… así que aquí es cuando tomo el papel de Diosa y dejando atrás el sentimiento de hermanos… lo matare… Afrodita Zeus esta de nuestro lado, de eso sin duda alguna… tengo que irme de inmediato… te dejo a cargo de mis fantasmas sólo tu tienes el derecho de mandarles… pero se un poco humilde no sabes cuanto las amo y no me gusta que otros les ordenen.
Dicho eso la dama elevó su cosmos y alzando sus manos y convocando el abatir de un rayo sobre su cuerpo desapareció, no perdería el tiempo ni le daría la pauta a Apolo que se hiciera más fuerte o pero aún a que huyera.
Samantha contesto un tanto seria al saber que aquella acataría a la perfección la orden de dar su mensaje a Ares. La Diosa aún así estaba más que seria por las osadas carisias incitadoras por parte de su padre, mas sin embargo no mostraba que tan molesta estaba con aquel hombre, que sin conocerle plenamente ay estaba tocándola y seduciéndola tan descaradamente en frente de una mensajera de su hermano y amante de eras pasadas, el gran Ares.
La forma en que hablaba Zeus era asquerosa ante la moral de Eris, pues aunque fuera una simple mortal, un peón del juego de poder entre Dioses, un simple títere que mover hacia donde se le desee, pero para ella aunque fuera un mortal más no gustaba de los tratos irrespetuoso por parte de su padre, quien daba un argumento demasiado extraño para aliarse ala batalla en contra de su hija predilecta… eso a Eris no le molestaba, sino le intrigaba, hacia nacer en ella un ligero sentimiento de duda por para con Zeus, sin embargo aquella no demostraría su desconfianza y dejaría que aquel caminara con libertad para así guiarla a su verdadero propósito de aquel excitante juego.
Las palabras de la guerrera de Ares hacían reír a la mujer, pues prácticamente le decía que el no se metería en el asunto de Hades, aunque éste le había sellado eras atrás, sin embargo no juzgaría sus acciones pues al final de todo tenia la corazonada de que por fin Athena pagaría su rebeldía estúpida en contra de los demás seres divinos. Y sin refutar nada ni pronunciar alguna palabra que mostraba que aunque tenía el apoyo de Ares seguía dudando de ciertas acciones inclino su cabeza despidiendo de manera humilde y respetuosa a aquella jovenzuela.
Quedándose solos Zeus y Eris ésta repaso su mano diestra en el rostro del rubio y con una voz suave le musitó:
-Presiento que se viene momentos fuertes en este mundo mi querido padre, espero y no me traiciones pues me dolería demasiado… Ahora que ya sé que estarás a mi lado, tengo que recompensarte por tal acción humilde de tu parte… padre qué es lo que quieres que haga por ti… lo que sea será para mí en verdad glorioso… pero eso me lo dirás en un lugar más intimo por el momento vayamos a descansar un poco al salón de mi humilde palacio…
Dicho eso la dama se dio la media vuelta tomó el mentón de su padre con ambas manos y le dio un beso apenas rosando sus labios con los de él, para después rápidamente soltarlo y caminar hacia las dimensiones de su palacio, donde sus fantasmas le esperaban.
No obstante cuando aquella comenzaba a alejarse de repente un terrible aura comenzó a alterar el lugar, aquellas sensaciones destilaban sentimientos de preocupación, miedo y desesperación por lo que Eris de inmediato dio media vuelta, divisando como un portal fraccionaba la estética de su jardín dejando plasmada la figura delicada de Afrodita… Lydia su prima, el como estaba esa mujer mostraba que no traía nada bueno… Aquella de inmediato se acercó hacia donde ella estaba quien con algo de agitación musitaba las malas noticias.
Suspirando un poco y bajando la cabeza aquella comenzó a caminar hacia donde Afrodita estaba, posando su diestra en su hombro y alzando el rostro viendo el firmamento, un tanto entristecida, musitó:
-Me duele escuchar tal cosa por parte de Apolo, me sorprende y aún peor me provoca que genere una mala situación. Sabiendo muy bien como soy con la sobreprotección ante mis fantasmas, no puedo dejar que esto pase por desapercibido. Diría que esta un poco loco y lo que quieres es llamar la atención y hasta jugaría con él… pero esto es grave y no puedo tomarlo tan a la ligera… Va contra mi hermano Ares… va contra mí… así que aquí es cuando tomo el papel de Diosa y dejando atrás el sentimiento de hermanos… lo matare… Afrodita Zeus esta de nuestro lado, de eso sin duda alguna… tengo que irme de inmediato… te dejo a cargo de mis fantasmas sólo tu tienes el derecho de mandarles… pero se un poco humilde no sabes cuanto las amo y no me gusta que otros les ordenen.
Dicho eso la dama elevó su cosmos y alzando sus manos y convocando el abatir de un rayo sobre su cuerpo desapareció, no perdería el tiempo ni le daría la pauta a Apolo que se hiciera más fuerte o pero aún a que huyera.
Samantha- Status : Muerta y Sellada
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Re: Jardines de la Discordia
Todo se desarrolaba de acuerdo al plan, al parecer, Eris estaba deseosa de guerra, pero aun asi, comprendia que si estaba a su lado, podria ganarme su confianza, y eso ya estaba todo iniciado, lentamente vi como se acercaba de nueva cuenta hacia mi, solo para darme un pequeño roce en los labios, mis intenciones podrian ser claras, cuando me daba a escoger lo que yo quisiera.
La vi despedirse mientras se dirigia hacia el salon, donde se encontraban sus fantasmas, entre cada paso, se movia sensualmente, y solo cubierta por el vestido, que con el aire se elevaba de poco en poco. Pero de pronto todo cambio, el ambiente solo se modifico de un instante a otro, ahora provenia un cosmos que se me hacia conocido, sin duda era ella, Afrodita, la cual aparecio y sin mucho mas que decir, expuso sus argumentos.
Era bien conocido, que uno de mis hijos tambien se nos uniria a la lucha, pero ahora que hablaban de Apolo, me parecio que era un caso perdido, siempre lo habia sido, y ahora dejaba a esas dos mujeres al desemparo total. Eris era la que mas enojada estaba, incluso partio enseguida, dandole pequeñas ordenes hacia lydia, y nombrandome como el nuevo aliado por parte de ellas dos. Eris desaparecio en un pestañeo, mientras que Lydia se acercaba lentamente hacia mi, por ello cuando vi que todo estaba despejado, la tome por la cintura y susurre al oido.
Amor, tenlo por seguro que no te abandonare jamas, sabes muy bien que tu eres la mujer que mas deseo y por ahora he hecho las pases con eris, asi que no te mortifiques, que estare con ustedes dos, para cualquier cosa que se ofrezca... y lentamente paso mi mano en su mejilla, acariciandola lentamente, mientras comenzaba a dar pequeños besos en su cuello...
La vi despedirse mientras se dirigia hacia el salon, donde se encontraban sus fantasmas, entre cada paso, se movia sensualmente, y solo cubierta por el vestido, que con el aire se elevaba de poco en poco. Pero de pronto todo cambio, el ambiente solo se modifico de un instante a otro, ahora provenia un cosmos que se me hacia conocido, sin duda era ella, Afrodita, la cual aparecio y sin mucho mas que decir, expuso sus argumentos.
Era bien conocido, que uno de mis hijos tambien se nos uniria a la lucha, pero ahora que hablaban de Apolo, me parecio que era un caso perdido, siempre lo habia sido, y ahora dejaba a esas dos mujeres al desemparo total. Eris era la que mas enojada estaba, incluso partio enseguida, dandole pequeñas ordenes hacia lydia, y nombrandome como el nuevo aliado por parte de ellas dos. Eris desaparecio en un pestañeo, mientras que Lydia se acercaba lentamente hacia mi, por ello cuando vi que todo estaba despejado, la tome por la cintura y susurre al oido.
Amor, tenlo por seguro que no te abandonare jamas, sabes muy bien que tu eres la mujer que mas deseo y por ahora he hecho las pases con eris, asi que no te mortifiques, que estare con ustedes dos, para cualquier cosa que se ofrezca... y lentamente paso mi mano en su mejilla, acariciandola lentamente, mientras comenzaba a dar pequeños besos en su cuello...
Mauritius- Dios/a
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AM - Circus Flame (5250)
AF - Dark Coffin (5950)
AF - Estrella de Muerte[i] (5950)
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Re: Jardines de la Discordia
La diosa del amor pasional escuchó lo que le decía Eris acerca de ir hacia el templo de Apolo para poner las cosas en orden, y que por eso ella se vería en la obligación de prácticamente cuidar de los fantasmas de la deidad de la discordia, puesto que aquella tenía que alejarse por unos momentos de ese lugar; personalmente a ella no le gustaba tanto esa idea, pero dado el caso entendía que esa era la única forma en la que podría ayudar a su prima, por lo que respondió lo siguiente:
-Prima, ten por seguro que no habrá mejor labor para mí que ayudarte con el cuidado de tus fantasmas, todos merecen que se los cuide, y a todos los trataré con el mismo respeto que te trato a tí.- Cuando Lydia dijo esto, la energía de Eris desapareció dejando en ese recinto a los seres que representaban la lujuria y el rayo. No podía negar que le alegraba bastante el hecho de que Zeus dijera que iba a estar de su lado para toda la vida, pero también tenía el problema de las posibles consecuencias que esto tuviera, puesto que si Eris no era capaz de poner en su sitio a Apolo, este vendría por ella y por Mauritius, cosa que ella no quería que pasara nunca.
El abrazo de Zeus y los besos en el cuello que el le estaba dando a la diosa del amor y la lujuria, hicieron que la misma sonriera y enterrara su cabeza en el pecho de su amante aspirando el olor que emanaba de su cuerpo; olor que raramente se había mezcaldo con el de su prima, y sabiendo que ahora compartían cuerpos difrerentes a los de antes, la princesa de ROma no pudo evitar sentirse molesta y separarse casi de forma violenta del abrazo del senador mientras lo miraba con una profunda indignación.
-¿Por qué tu cuerpo tiene el aroma de Eris encima? Esta en sitios en donde sólo una amante dejaría su aroma. NO me mientas y dime qué hiciste para que tengas su aroma impregnada en tí.- Lydia con esto se refería al hecho de que el aroma de su prima estaba en el cuello, pecho y parte de los labios del señor de los truenos. Es que ella lo sabía bien, sólo las mesalinas o las amantes pasaban sus manos o labios por esos lugares para empezar a seducir a un hombre, no había forma de que alguien más que no perteneciera a esas dos categorías hiciera tal cosa. Por este motivo, es que Lydia se sintió enferma y se dio media vuelta y cruzó sus brazos mientras pensaba en la forma de tratar con los fantasmas de Eris, ya que aquello que había pasado ahora, malogró tanto su humor, que Mauritius tendría que hacer un milagro para poder contentarla.
-Prima, ten por seguro que no habrá mejor labor para mí que ayudarte con el cuidado de tus fantasmas, todos merecen que se los cuide, y a todos los trataré con el mismo respeto que te trato a tí.- Cuando Lydia dijo esto, la energía de Eris desapareció dejando en ese recinto a los seres que representaban la lujuria y el rayo. No podía negar que le alegraba bastante el hecho de que Zeus dijera que iba a estar de su lado para toda la vida, pero también tenía el problema de las posibles consecuencias que esto tuviera, puesto que si Eris no era capaz de poner en su sitio a Apolo, este vendría por ella y por Mauritius, cosa que ella no quería que pasara nunca.
El abrazo de Zeus y los besos en el cuello que el le estaba dando a la diosa del amor y la lujuria, hicieron que la misma sonriera y enterrara su cabeza en el pecho de su amante aspirando el olor que emanaba de su cuerpo; olor que raramente se había mezcaldo con el de su prima, y sabiendo que ahora compartían cuerpos difrerentes a los de antes, la princesa de ROma no pudo evitar sentirse molesta y separarse casi de forma violenta del abrazo del senador mientras lo miraba con una profunda indignación.
-¿Por qué tu cuerpo tiene el aroma de Eris encima? Esta en sitios en donde sólo una amante dejaría su aroma. NO me mientas y dime qué hiciste para que tengas su aroma impregnada en tí.- Lydia con esto se refería al hecho de que el aroma de su prima estaba en el cuello, pecho y parte de los labios del señor de los truenos. Es que ella lo sabía bien, sólo las mesalinas o las amantes pasaban sus manos o labios por esos lugares para empezar a seducir a un hombre, no había forma de que alguien más que no perteneciera a esas dos categorías hiciera tal cosa. Por este motivo, es que Lydia se sintió enferma y se dio media vuelta y cruzó sus brazos mientras pensaba en la forma de tratar con los fantasmas de Eris, ya que aquello que había pasado ahora, malogró tanto su humor, que Mauritius tendría que hacer un milagro para poder contentarla.
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Re: Jardines de la Discordia
Palabras, ahora se convertian en cuestionamientos, porque tenia el perfume de Samanta por el cuello, pecho y labios, quizas eran celos de una diosa, la cual queria, pero ahora se andaba comportando algo, un poco quizquillosa, algo infantil, no sabia que esto habia sido un encuentro de familiares. No habia visto a Eris en un buen de tiempo, incluso no sabia aun que habia despertado entre los mortales, y como el buen padre que era, deberia de tener contacto ademas de la alianza que la propia afrodita me habia mencionado anteriormente.
Lleve mi mano derecha hacia mi cabello, solo para pasarlos entre ellos, cuando ella termino de preguntar solo la mire, estaba irritada, su cabeza imaginaba cosas que ni siquiera habian pasado, solamente divagaba entre tantos pensamientos. Celos, enojo, esos eran los principales sentimientos que estaban en ella. Solo habia una respuesta para todo eso, se habia modificado el ambiente, y ahora estaba ahi, a unos cuantos pasos delante de mi....
No pense que una reunion familiar, se tornaria en este estado de estres, que ha pasado lydia, ahora no puedo ni siquiera besar a mi hija, o darle un simple abrazo, sera que no me tengas confianza, o solo son esos celos, no me importa lo que ahorita pienses, tu misma fuiste la que me menciono la alianza, y ahora, cuando quiero interactuar con Eris, que es una de mis hijas, ¿me quieres negar el lazo?... Respire un poco mientras seguia con la mano en el cabello... Y si te sorprende porque tengo su perfume en mi cuello, es porque nos dimos un abrazo, ella pego su cara en mi pecho, y yo le di mi cuello para que se recargara, y el perfume en los labios, es porque he besado su mejilla....
Lleve mi mano derecha hacia mi cabello, solo para pasarlos entre ellos, cuando ella termino de preguntar solo la mire, estaba irritada, su cabeza imaginaba cosas que ni siquiera habian pasado, solamente divagaba entre tantos pensamientos. Celos, enojo, esos eran los principales sentimientos que estaban en ella. Solo habia una respuesta para todo eso, se habia modificado el ambiente, y ahora estaba ahi, a unos cuantos pasos delante de mi....
No pense que una reunion familiar, se tornaria en este estado de estres, que ha pasado lydia, ahora no puedo ni siquiera besar a mi hija, o darle un simple abrazo, sera que no me tengas confianza, o solo son esos celos, no me importa lo que ahorita pienses, tu misma fuiste la que me menciono la alianza, y ahora, cuando quiero interactuar con Eris, que es una de mis hijas, ¿me quieres negar el lazo?... Respire un poco mientras seguia con la mano en el cabello... Y si te sorprende porque tengo su perfume en mi cuello, es porque nos dimos un abrazo, ella pego su cara en mi pecho, y yo le di mi cuello para que se recargara, y el perfume en los labios, es porque he besado su mejilla....
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Re: Jardines de la Discordia
Lydia escuchó lo que decía su querido amante. COmo siempre su ego hacía que tuviese unas actitudes bastante irritantes. NO había forma en que esa discusión tomara un rumbo coherente y la verdad era que tenía mucho qué hacer con los fantasmas de Eris para protegerlos, como para tratar de seguir aquella discusión. A veces no entendía la forma de actuar de Zeus. NO podía concebir que alguien como él, que decía quererla reaccionara ante sus enojos como si nada le importara; sin embargo ya sabía de antemano que esos asuntos tenía que dejarlos para después, debido a que ahora se venía el asunto de la guerra y la alianza. Lydia conocía a Samantha, y poco a poco había conocido a Eris. Sabía que ella gustaba del poder y no quería compartirlo con Ares, quien era que llevaba la misma línea que ella, entendía que si había de compartirlo, lo haría con alguien que no se moviera en el mismo campo y que no fuera precisamente un hombre ostentoso, como lo era su orgulloso ex-amante.
-Uf...- Lydia suspiró y cerró los ojos mientras pasaba la mano derecha por sus cabellos negros. No tenía mucho qué decir y no quería prolongar más el asunto, por lo que luego de jugar unos minutos con la negra mata de sus cabellos sentenció:
-No creo que esto tenga sentido, aunque te lo reclame tantas veces como pueda no serás capaz de admitir tu culpa, así que mejor me dedico a hacer algo más importante como es, el cuidar de los fantasmas de Eris, ya que ella confía en nosotros para ello. No sabemos cómo o cuándo intentarán atacar los enemigos de nuestra alianza. No voy a dentenerme a discutir contigo lo cuadrado del círculo. Ahora me iré al salón principal, ahí están los fantasmas de Eris.
Apenas la voz de Afrodita dejó de sonar en ese lugar, el cuerpo de la misma se pintó con su cosmos rosa y una paloma de color rosado voló muy alto en el cielo y desapareció. Afrodita ya había mandado un mensaje para Lin, luego de haber logrado esto, la diosa del amor desapareció del jardín dejando a Zeus en ese lugar y con la opción de seguirla si así lo deseaba, total ese recinto era el lugar donde ellos podían moverse con libertad, porque la dueña se los había permitido.
Lydia- Dios/a
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Re: Jardines de la Discordia
Porque las mujeres siempre cuestionaban las acciones, las propias, quizas daban a imaginar muchas cosas, desde que me habia convertido en el padre de los dioses, el rey de reyes, y si, quizas mis aventuras con todas aquellas diosas habian hecho que las demas mujeres no confiaran mas en mi. La mala fama que me habia creado era lo que sentia Lydia, quizas no deberia de ser el compañero de ella, pero aun asi estaria con ella, hasta que el destino nos separara o solamente uno de nosotros no aguantara mas.
Pronuncia sus unicas palabras antes de marcharse, proteger a las fantasmas, eso era lo unico que habia dejado Eris a su cargo, solamente le preocupaban ellos, como lo deberia de hacer con su prima, y su amiga, todo daba vueltas en mi cabeza, que deberia de hacer, regresar a mis viejas andadas, o serle fiel por lo menos en unos instantes a aquella mujer, que se me habia entregado sin ningun tapujo. El pensamiento, su mirada, sus caricias, todo hacia parecer que deberia de quedarme con ella, mi sentimiento quizas era solo pasajero, pero aun asi, sentia que no podria vivir sin ella.
Lydia.... Espera.... trate de susurrar, antes de que ella desapareciera, hasta ir, seguramente hacia el salon principal, donde se habian quedado aquellas dos mujeres, fantasmas, que sin duda alguna estarian en problemas si su diosa cayera en aquella pelea contra apolo.
Pronuncia sus unicas palabras antes de marcharse, proteger a las fantasmas, eso era lo unico que habia dejado Eris a su cargo, solamente le preocupaban ellos, como lo deberia de hacer con su prima, y su amiga, todo daba vueltas en mi cabeza, que deberia de hacer, regresar a mis viejas andadas, o serle fiel por lo menos en unos instantes a aquella mujer, que se me habia entregado sin ningun tapujo. El pensamiento, su mirada, sus caricias, todo hacia parecer que deberia de quedarme con ella, mi sentimiento quizas era solo pasajero, pero aun asi, sentia que no podria vivir sin ella.
Lydia.... Espera.... trate de susurrar, antes de que ella desapareciera, hasta ir, seguramente hacia el salon principal, donde se habian quedado aquellas dos mujeres, fantasmas, que sin duda alguna estarian en problemas si su diosa cayera en aquella pelea contra apolo.
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