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Pasillos de Géminis
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Pasillos de Géminis
Luego de haber destruido la Villa de Cambre con un pequeño uso de sus habilidades, Aspros el Santo de Géminis ya se encontraba de camino a otro lugar, un sitio que por deber le tocaba resguardar…o al menos eso según las palabras de la sombra que se había quedado habitando la armadura dorada por más de doscientos años. Aquel recuerdo del pasado lo había dejado bien en claro, cada uno de los Santos de Oro debía proteger uno de los Templos cuyo recorrido a través de la montaña del Santuario simulaban a la elíptica, o la ruta que seguía el sol a través del año. Aunque ya se había preparado mentalmente para aceptar el hecho de que le tocaría permanecer en ese lugar por un buen tiempo antes de iniciar a mover sus peones, el peliazul no pudo sino dejar escapar un ligero suspiro de asombro ante la enorme y vasta estructura que conformaba el Templo de los Gemelos: columnas antiguas que si bien debían estar algo derruidas por el tiempo se mantenían en un perfecto estado, mientras que el suelo se encontraba pulido y de allí, los diversos pasillos que hacían ver que el lugar no era tan pequeño como parecía por fuera. De hecho para lo que se imaginaba el Geminiano, el sitio había resultado ser enorme.
Así que Géminis, eh? Bien, este lugar será suficiente para empezar. dijo el Santo Dorado, iniciando el recorrido para identificar por completo el lugar que representaría su base de operaciones por los momentos. Sus pasos resonaban con fuerza y sus cabellos se agitaban ligeramente con el soplido de la poca brisa que entraba desde el acceso principal. Encontrándose a la mitad del pasillo que conducía directamente a la salida, el peliazul tan solo observó de un rincón a otro al tiempo que una sonrisa demencial se dibujaba en su rostro…en ese momento una fuerte carcajada se le escapó por inercia, sin poder evitarlo ya que una parte de su ser encontraba todos los eventos que se sucedían uno tras otro como meramente divertidos. Bien bien bien...veamos, cual será el primer cordero del sacrificio que se aparecerá?
Así que Géminis, eh? Bien, este lugar será suficiente para empezar. dijo el Santo Dorado, iniciando el recorrido para identificar por completo el lugar que representaría su base de operaciones por los momentos. Sus pasos resonaban con fuerza y sus cabellos se agitaban ligeramente con el soplido de la poca brisa que entraba desde el acceso principal. Encontrándose a la mitad del pasillo que conducía directamente a la salida, el peliazul tan solo observó de un rincón a otro al tiempo que una sonrisa demencial se dibujaba en su rostro…en ese momento una fuerte carcajada se le escapó por inercia, sin poder evitarlo ya que una parte de su ser encontraba todos los eventos que se sucedían uno tras otro como meramente divertidos. Bien bien bien...veamos, cual será el primer cordero del sacrificio que se aparecerá?
Aspros- Caballeros Dorados
- Reino : Santuario de Athena
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AD - Ignición (4200)*
AD - Disrupción (4300)*
AM - Golpe Centrado (4500)*
AM - Sentencia (4600)*
AF - Satan Imperial (4800)*
AF - Canción de la Muerte (4850)*
AF -Explosión de Galaxias (4900)*
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Re: Pasillos de Géminis
Montado sobre unas de las "águilas" pretendía llegar hasta la décima casa de Capricornio. Odiaba tener que estar subiendo y subiendo escalón tras escalón cuando tenía la alternativa de volar por encima de todo, dejando atrás a los demás. Antes de irse le dijo a aquel muchacho de nombre Yulij que si quería hablarle debía llegar a las casa numero diez del Santuario Greco, de no hacerlo que ni se molestara en verlo, no lo iba a recibir bien. Estaba por caerse ya que no iba precisamente montado en el lomo del joven emplumado, sólo iba sujetándose de su cuello para no caer y quedar embarrado en el suelo como una mancha roja. La bestia alada seguía emitiendo reclamos mientras volaba con él. Night no pesaba tanto, lo que seguramente impedía que el ave alzara el vuelo correctamente era el peso extra de la armadura dorada que no era tan ligera como Night se imaginó al momento de optar por subir en una de esas criaturas.
Aprovechó el tiempo que estuvo en las nubes para ver mejor el Santuario; desde arriba todo se veía tan pequeño e insignificante, como si pudiera aplastarlo todo de un manotazo, para darse una idea de cuánto se había distanciado de la tierra. Pero algo con lo que Night no contaba era que su transporte se podía caer en pleno vuelo. El ser alado comenzó a descender, tendría que hacer un aterrizaje forzoso en el tercero de aquellos templos. Usando sus alas como una especie de paracaídas pudo hacer que el impacto no fuera la gran cosa para aún así Night sintió la sacudida en los huesos. Cayó en la entrada del tercer Templo mientras su chico con alas se esfumaba en el aire.
-¡Gracias por nada!-
Exclamó furioso al ver que sólo había aventajado dos templos, que todavía tenía que pasar por los demás que hacían falta para llegar a su recinto. Pero primero iba a descansar, sentándose en los escalones, observando el cielo despejado de nubes desde la casa de los gemelos. No agradecía para nada no haber quedado molido contra el suelo.
Aprovechó el tiempo que estuvo en las nubes para ver mejor el Santuario; desde arriba todo se veía tan pequeño e insignificante, como si pudiera aplastarlo todo de un manotazo, para darse una idea de cuánto se había distanciado de la tierra. Pero algo con lo que Night no contaba era que su transporte se podía caer en pleno vuelo. El ser alado comenzó a descender, tendría que hacer un aterrizaje forzoso en el tercero de aquellos templos. Usando sus alas como una especie de paracaídas pudo hacer que el impacto no fuera la gran cosa para aún así Night sintió la sacudida en los huesos. Cayó en la entrada del tercer Templo mientras su chico con alas se esfumaba en el aire.
-¡Gracias por nada!-
Exclamó furioso al ver que sólo había aventajado dos templos, que todavía tenía que pasar por los demás que hacían falta para llegar a su recinto. Pero primero iba a descansar, sentándose en los escalones, observando el cielo despejado de nubes desde la casa de los gemelos. No agradecía para nada no haber quedado molido contra el suelo.
Night- General Marino
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Re: Pasillos de Géminis
Aspros ya empezaba a perder la noción del tiempo. La oscuridad reinante en el Templo de los Gemelos era un elemento clave para perder la consciencia poco a poco, tal era la influencia del recinto que aún después de cientos y cientos de años se mantenía intacta. Pero un evento tan sorpresivo como esperado para el peliazul se sucedió poco después: una fuerte cosmoenergía había chocado directamente en la entrada de la Casa Zodiacal que le tocaba proteger y por los momentos se había quedado estática en las escaleras que conducían al umbral por donde obviamente, se accedía al interior del templo. Para Aspros había llegado el primero de los peones que usaría para alcanzar sus particulares objetivos, tanto como si el aludido estuviera dispuesto como si no. Ahora solo faltaba forzar un poco las cosas.
Hmm... levantando su mano derecha y uniendo sus dedos índice y corazón, el peliazul tan solo levantó su cosmos para concentrarlo en aquel punto particular, finalmente liberando un rayo destellante que impactó directamente en el techo del Templo con una fuerza casi imperceptible…pero el resultado de aquella acción no se hizo esperar ni un solo instante: palpitaciones de energía cósmica empezaban a hacerse sentir con irregularidad, aumentando su potencia levemente segundo tras segundo hasta que finalmente y con un sonido ahogado, una presión sin igual abarcó de cabo a rabo todo el recinto. Era un evento que para el invitado que se encontraba descansando en las escaleras no pasaría desapercibido…y esa era justamente la idea de Aspros, que el otro Dorado entrara al Templo de los Gemelos y cayera directamente en la trampa mitológica que caracterizaba a la Casa de la constelación de Cástor y Pollux: el Laberinto de Luz y Sombra. Vamos pequeño pez...acércate y muerde el anzuelo. murmuró el Geminiano para sí mismo, arreglándose un mechón rebelde de cabello que le tapaba la vista y quedándose amparado en las sombras que proyectaban los pilares de Géminis. Sin poder evitarlo, Aspros soltó una ligera carcajada que se perdió en las profundidades del Laberinto que recién había activado.
Hmm... levantando su mano derecha y uniendo sus dedos índice y corazón, el peliazul tan solo levantó su cosmos para concentrarlo en aquel punto particular, finalmente liberando un rayo destellante que impactó directamente en el techo del Templo con una fuerza casi imperceptible…pero el resultado de aquella acción no se hizo esperar ni un solo instante: palpitaciones de energía cósmica empezaban a hacerse sentir con irregularidad, aumentando su potencia levemente segundo tras segundo hasta que finalmente y con un sonido ahogado, una presión sin igual abarcó de cabo a rabo todo el recinto. Era un evento que para el invitado que se encontraba descansando en las escaleras no pasaría desapercibido…y esa era justamente la idea de Aspros, que el otro Dorado entrara al Templo de los Gemelos y cayera directamente en la trampa mitológica que caracterizaba a la Casa de la constelación de Cástor y Pollux: el Laberinto de Luz y Sombra. Vamos pequeño pez...acércate y muerde el anzuelo. murmuró el Geminiano para sí mismo, arreglándose un mechón rebelde de cabello que le tapaba la vista y quedándose amparado en las sombras que proyectaban los pilares de Géminis. Sin poder evitarlo, Aspros soltó una ligera carcajada que se perdió en las profundidades del Laberinto que recién había activado.
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Re: Pasillos de Géminis
Se levantó rápidamente al sentir una presencia extraña dentro del templo, una casi igual o más poderosa que la suya, y a juzgar por ella se podía esta seguro de que se trataba de uno de los Doce caballeros dorados, a los que hasta ahora no había tenido el gusto de conocer, lo cual le parecía muy extraño. Con un movimiento rápido elevó las manos a la altura del pecho, bajó la mirada y empezó a contar con los dedos, si había Doce caballeros dorados, once descontándose a él todavía tenía que conocerles a todos y ver si estaba a la altura de los otros soldados en el ejercito, así quizá se podría sentir más decidido en cuanto a su posición ahí, ya que desde que llegó había estado titubeando y caminando entre el sí y el no, y ya quería tomar una definitiva.
Comenzó a caminar abandonando las escaleras y atreviéndose a entrar, aunque con un paso algo lento ya que no sabía si existía algún procedimiento especial para acceder a otras casas que no fueran la propia. Ahora que hacía mención de ello todavía no había conocido el lugar que le tocaba custodiar, el recinto que le pertenecía a la constelación de la Cabra Amaltea. Si estaba en la tercera casa todavía le quedaba mucho por conocer si iba a estar subiendo escaleras por un largo rato, y eso no le gustaba, pero al mal paso había que darle prisa.
-Hola...!- gritó para llamar la atención del guardián de la casa, sabía que estaba ahí gracias a su cosmo energía pero quería sacarlo de donde estuviera en lugar de poner el lugar patas para arriba en acción de localizarlo. Esperaba que el extraño le diera una buena bienvenida, hasta ahora ningún Santo se le había acercado. Con las únicas personas con las que había hablado hasta entonces eran con aquel extraño de cabello morado y el chico de nombre Yulij que le tendió la mano para ayudarlo a levantar cuando se quedó tumbado en el suelo por el consumo de energías que tuvo que hacer.
Los pasos de Night eran ruidosos en el interior del templo por su calzado metálico, y eso en cierta forma le molestaba a gran medida y por ello trataba de no hacer tanto escándalo con su caminar, no sólo para no importunar el Santo de Géminis sino para conversar la quietud del ambiente.
No estaba completamente convencido de que hubiera otra persona en la casa, podía haberse equivocado, a lo que tenía derecho pues después de todo no fue entrenado, todo lo tuvo que aprender por sí solo y sin un maestro que lo guiara, así que su sentido podría estar incorrecto, eso pensaba al no ver a nadie todavía por la oscuridad del ambiente, y se le hacía sumamente extraño que el camino se viera interminable. No veía nada diferente conforme avanzaba, sólo las mismas columnas antiguas que se repetían, las cuales eran exactss. Ya no podía ver la salida desde el lugar en el que se encontraba así que comenzó a acelerar el movimiento, pasando de una caminata lenta a trotar y finalmente a correr dentro de la casa de Géminis.
-Alguien, ¡responda!- exclamó, esperando una respuesta, aunque no tenía idea de parte de quién la esperaba al encontrarse totalmente solo vagando en ese laberinto. Pero el recorrido no acababa, como si fuera a estar ahí por la eternidad. -Rayos, no me digas que tendré que pasar por esto cada vez que entre a un templo sin permiso.-
Comenzó a caminar abandonando las escaleras y atreviéndose a entrar, aunque con un paso algo lento ya que no sabía si existía algún procedimiento especial para acceder a otras casas que no fueran la propia. Ahora que hacía mención de ello todavía no había conocido el lugar que le tocaba custodiar, el recinto que le pertenecía a la constelación de la Cabra Amaltea. Si estaba en la tercera casa todavía le quedaba mucho por conocer si iba a estar subiendo escaleras por un largo rato, y eso no le gustaba, pero al mal paso había que darle prisa.
-Hola...!- gritó para llamar la atención del guardián de la casa, sabía que estaba ahí gracias a su cosmo energía pero quería sacarlo de donde estuviera en lugar de poner el lugar patas para arriba en acción de localizarlo. Esperaba que el extraño le diera una buena bienvenida, hasta ahora ningún Santo se le había acercado. Con las únicas personas con las que había hablado hasta entonces eran con aquel extraño de cabello morado y el chico de nombre Yulij que le tendió la mano para ayudarlo a levantar cuando se quedó tumbado en el suelo por el consumo de energías que tuvo que hacer.
Los pasos de Night eran ruidosos en el interior del templo por su calzado metálico, y eso en cierta forma le molestaba a gran medida y por ello trataba de no hacer tanto escándalo con su caminar, no sólo para no importunar el Santo de Géminis sino para conversar la quietud del ambiente.
No estaba completamente convencido de que hubiera otra persona en la casa, podía haberse equivocado, a lo que tenía derecho pues después de todo no fue entrenado, todo lo tuvo que aprender por sí solo y sin un maestro que lo guiara, así que su sentido podría estar incorrecto, eso pensaba al no ver a nadie todavía por la oscuridad del ambiente, y se le hacía sumamente extraño que el camino se viera interminable. No veía nada diferente conforme avanzaba, sólo las mismas columnas antiguas que se repetían, las cuales eran exactss. Ya no podía ver la salida desde el lugar en el que se encontraba así que comenzó a acelerar el movimiento, pasando de una caminata lenta a trotar y finalmente a correr dentro de la casa de Géminis.
-Alguien, ¡responda!- exclamó, esperando una respuesta, aunque no tenía idea de parte de quién la esperaba al encontrarse totalmente solo vagando en ese laberinto. Pero el recorrido no acababa, como si fuera a estar ahí por la eternidad. -Rayos, no me digas que tendré que pasar por esto cada vez que entre a un templo sin permiso.-
Night- General Marino
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Re: Pasillos de Géminis
1er Post de Segundo AD – Especialización
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Y tal cual había predicho, el invasor había picado el anzuelo de manera satisfactoria. Aunque por supuesto, Aspros no se imaginaba que la persona que había entrado ingenuamente al Laberinto de Luz y Sombras fuera un muchacho que aparentaba al menos unos…14 o 15 años? Sí, una edad cercana a aquella cifra, pero su instinto le decía otra cosa y esa era que no debía tomarse la intromisión del pelinegro con ligereza, después de todo, la energía que emanaba aquel ser era de la misma potencia que la suya propia.
Desde su escondite ubicado detrás de las columnas de Géminis, el peliazul pudo ver como el portador de la otra Armadura Dorada, que tenía decoraciones puntiagudas contrarias a su propia protección de tocados circulares se quedaba vagando en círculos, pasando por el mismo sitio una y otra vez, pidiendo una respuesta de parte del guardián del Templo. Levantando una ceja para posteriormente colocar su palma sobre la frente, el ex-senador tan solo analizó la situación que tenía entre manos: un peón había llegado y lo tenía comiendo de su mano, tan solo debía mover bien sus fichas y de allí todo mejoraría para su causa, pero…de verdad le serviría un muchacho que parecía estar más perdido que el mismo? La respuesta no se hizo esperar, proveniente de la sombra que se encontraba atada a la Armadura Dorada quien le susurró que si bien el chico estaba confundido, con una guía apropiada y un poco de manipulación podía convertirse en una carta fuerte para jugar a futuro…y de no resultar así, siempre podía descartarlo y buscar otro que sirviera a sus propósitos. Finalmente, Aspros resopló y decidió que el momento de actuar en relación al pelinegro había llegado.
Hola...! Alguien, responda! las palabras entonadas por el muchacho parecían perderse en la inmensidad de Géminis, tragadas por la oscuridad y sofocadas por la incertidumbre de si en algún momento serían contestadas…justo allí un murmullo empezó a ser escuchado, reverberando en todas y cada una de las paredes del recinto de los gemelos, como si los muertos hubieran sido invocados de vuelta a la tierra de los vivos. Sin más preámbulo, un fuerte y agudo pitido capaz de dejar sordo a cualquier persona engulló los demás sonidos y apagó cualquier otro que pudiera aflorar en los minutos siguientes…de pronto, unas pisadas similares a las de Night se escucharon: frente al joven Santo de Capricornio había aparecido una Armadura Dorada, acercándose lentamente y de forma implacable. Dicha protección era de un brillante color dorado metalizado, como si la luz del sol estuviera contenida en ella, pero la parte más llamativa y sin duda, siniestra de todo aquello era que el casco presentaba dos caras, una a cada lado y en medio, donde debía estar la cara del portador, simplemente había un espacio negro que al verlo de frente simulaba un pozo sin fondo, del cual no se podría regresar jamás si algún incauto caía presa de la trampa mortal que representaba dicho vacío.
Hola...! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda! Hola...! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda! Hola...! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda!
...
Las palabras de Night eran repetidas incesantemente una y otra vez, magnificadas a una escala sónica insoportable proveniente del interior de la Armadura de Géminis, que seguía avanzando en pos del pelinegro, augurando un destino terrible si el muchacho no se decidía a responder, actuar o…huir.
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Y tal cual había predicho, el invasor había picado el anzuelo de manera satisfactoria. Aunque por supuesto, Aspros no se imaginaba que la persona que había entrado ingenuamente al Laberinto de Luz y Sombras fuera un muchacho que aparentaba al menos unos…14 o 15 años? Sí, una edad cercana a aquella cifra, pero su instinto le decía otra cosa y esa era que no debía tomarse la intromisión del pelinegro con ligereza, después de todo, la energía que emanaba aquel ser era de la misma potencia que la suya propia.
Desde su escondite ubicado detrás de las columnas de Géminis, el peliazul pudo ver como el portador de la otra Armadura Dorada, que tenía decoraciones puntiagudas contrarias a su propia protección de tocados circulares se quedaba vagando en círculos, pasando por el mismo sitio una y otra vez, pidiendo una respuesta de parte del guardián del Templo. Levantando una ceja para posteriormente colocar su palma sobre la frente, el ex-senador tan solo analizó la situación que tenía entre manos: un peón había llegado y lo tenía comiendo de su mano, tan solo debía mover bien sus fichas y de allí todo mejoraría para su causa, pero…de verdad le serviría un muchacho que parecía estar más perdido que el mismo? La respuesta no se hizo esperar, proveniente de la sombra que se encontraba atada a la Armadura Dorada quien le susurró que si bien el chico estaba confundido, con una guía apropiada y un poco de manipulación podía convertirse en una carta fuerte para jugar a futuro…y de no resultar así, siempre podía descartarlo y buscar otro que sirviera a sus propósitos. Finalmente, Aspros resopló y decidió que el momento de actuar en relación al pelinegro había llegado.
Hola...! Alguien, responda! las palabras entonadas por el muchacho parecían perderse en la inmensidad de Géminis, tragadas por la oscuridad y sofocadas por la incertidumbre de si en algún momento serían contestadas…justo allí un murmullo empezó a ser escuchado, reverberando en todas y cada una de las paredes del recinto de los gemelos, como si los muertos hubieran sido invocados de vuelta a la tierra de los vivos. Sin más preámbulo, un fuerte y agudo pitido capaz de dejar sordo a cualquier persona engulló los demás sonidos y apagó cualquier otro que pudiera aflorar en los minutos siguientes…de pronto, unas pisadas similares a las de Night se escucharon: frente al joven Santo de Capricornio había aparecido una Armadura Dorada, acercándose lentamente y de forma implacable. Dicha protección era de un brillante color dorado metalizado, como si la luz del sol estuviera contenida en ella, pero la parte más llamativa y sin duda, siniestra de todo aquello era que el casco presentaba dos caras, una a cada lado y en medio, donde debía estar la cara del portador, simplemente había un espacio negro que al verlo de frente simulaba un pozo sin fondo, del cual no se podría regresar jamás si algún incauto caía presa de la trampa mortal que representaba dicho vacío.
Hola...! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda! Hola...! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda! Hola...! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda! Hola…! Alguien, responda!
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Las palabras de Night eran repetidas incesantemente una y otra vez, magnificadas a una escala sónica insoportable proveniente del interior de la Armadura de Géminis, que seguía avanzando en pos del pelinegro, augurando un destino terrible si el muchacho no se decidía a responder, actuar o…huir.
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Re: Pasillos de Géminis
Primer post de seis, especialización manipulación del tiempo
Entre más corría más pensaba en que alguien le estaba jugando una mala broma y deseaba que se terminara de una buena vez. Estaba atrapado, perdido en ese laberinto conformado por columnas idénticas que provocaban una sensación de estar totalmente desorientado, no sabía adónde ir o si se estaba dirigiendo a una salida, simplemente avanzaba para ver algo distinto. Nadie respondía a sus llamados, lo que ponía todavía más nervioso al Santo de Athena. Aún no entendía cómo era posible eso, por fuera el lugar no se veía tan monumental como para albergar todo ese espacio en su interior, la única posibilidad era que se tratara de una trampa para sacar a los intrusos, pero él no era tal cosa así que le era misterioso cómo era que se había accionado.
Se detuvo al escuchar que unos sonidos agudos se repetían una y otra vez, tratando de hacerlo perder la cabeza como hace un rato. Primero tuvo que enfrentarse a los chillidos mortales de los chicos águila y ahora se estaba enfrentando a esas voces tenebrosas que reproducían los mismos ruidos extraños en diferentes escalas. Un escalofrío atravesó su espina dorsal mientras se cubría los oídos para no tener que escuchar más ese horrible sonido amplificado pero sus intentos por hacerlo eran nulos. Naturalmente, Night se enfadó y encendió su cosmos, el cual todavía no controlaba de forma ideal y por eso cuando se emocionaba parecía activarse por sí solo, sin su consentimiento y poniéndolo en una situación riesgosa ante alguien con un mejor dominio de sus energías cósmicas. El resplandor dorado que siempre parecía seguirlo al invocar sus poderes emitía tenues rayos color oro que cuartearon las sombras a su alrededor.
Se sentía más amenazado por lo que estaba viendo venir desde las sombras y que competía con su fulgor dorado. Era una armadura, con los mismos colores que la suya pero con una forma diferente. Mientras la de él representaba a una especie de cabra aquella armadura poseía dos rostros y dos pares de manos. Se acercaba lentamente hacia él mientras, todo a su alrededor seguía pronunciando las palabras que abandonaron su boca.
No sabía qué le desagradaba más, si el brillo cegador de la armadura dorada que estaba frente a su persona y hería sus ojos rojos o esas asquerosas voces. Importaba poco cómo lo iba a hacer, no se iba a quedar ahí parado siendo la diversión del guardián de Géminis. De alguno u otro modo le iba a frustrar el entretenimiento. La armadura, que dejaba a Night temblando por ese espacio vacío en el centro del que cualquier cosa podría salir, seguía aproximándose más y más, como si quisiera devorárselo.
-¡Eres un enfermo!-
Entre más corría más pensaba en que alguien le estaba jugando una mala broma y deseaba que se terminara de una buena vez. Estaba atrapado, perdido en ese laberinto conformado por columnas idénticas que provocaban una sensación de estar totalmente desorientado, no sabía adónde ir o si se estaba dirigiendo a una salida, simplemente avanzaba para ver algo distinto. Nadie respondía a sus llamados, lo que ponía todavía más nervioso al Santo de Athena. Aún no entendía cómo era posible eso, por fuera el lugar no se veía tan monumental como para albergar todo ese espacio en su interior, la única posibilidad era que se tratara de una trampa para sacar a los intrusos, pero él no era tal cosa así que le era misterioso cómo era que se había accionado.
Se detuvo al escuchar que unos sonidos agudos se repetían una y otra vez, tratando de hacerlo perder la cabeza como hace un rato. Primero tuvo que enfrentarse a los chillidos mortales de los chicos águila y ahora se estaba enfrentando a esas voces tenebrosas que reproducían los mismos ruidos extraños en diferentes escalas. Un escalofrío atravesó su espina dorsal mientras se cubría los oídos para no tener que escuchar más ese horrible sonido amplificado pero sus intentos por hacerlo eran nulos. Naturalmente, Night se enfadó y encendió su cosmos, el cual todavía no controlaba de forma ideal y por eso cuando se emocionaba parecía activarse por sí solo, sin su consentimiento y poniéndolo en una situación riesgosa ante alguien con un mejor dominio de sus energías cósmicas. El resplandor dorado que siempre parecía seguirlo al invocar sus poderes emitía tenues rayos color oro que cuartearon las sombras a su alrededor.
Se sentía más amenazado por lo que estaba viendo venir desde las sombras y que competía con su fulgor dorado. Era una armadura, con los mismos colores que la suya pero con una forma diferente. Mientras la de él representaba a una especie de cabra aquella armadura poseía dos rostros y dos pares de manos. Se acercaba lentamente hacia él mientras, todo a su alrededor seguía pronunciando las palabras que abandonaron su boca.
No sabía qué le desagradaba más, si el brillo cegador de la armadura dorada que estaba frente a su persona y hería sus ojos rojos o esas asquerosas voces. Importaba poco cómo lo iba a hacer, no se iba a quedar ahí parado siendo la diversión del guardián de Géminis. De alguno u otro modo le iba a frustrar el entretenimiento. La armadura, que dejaba a Night temblando por ese espacio vacío en el centro del que cualquier cosa podría salir, seguía aproximándose más y más, como si quisiera devorárselo.
-¡Eres un enfermo!-
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Re: Pasillos de Géminis
2do Post de Segundo AD – Especialización
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Y el intruso de Armadura Dorada curiosamente parecía ser del tipo que no se rendía y que…se mantenía en pie pasara lo que pasara. Sus palabras de acusación reflejaban aquel hecho a todo lo largo y ancho del Templo de los Gemelos. Y eso había hecho que en la cara de Aspros se ensanchara mucho más su sonrisa demencial, dejando que sus enormes colmillos fueran vistos a la perfección, eso claro, en el caso de que el ex-senador se hubiera dejado ver…pero no, por ahora se mantendría en las sombras y a la espera de que el chiquillo hiciera algo más relevante que tan solo parecer molesto por el recibimiento que le había tocado vivir en uno de los Templos más peligrosos de todo el Santuario de Athena. Resoplando con calma mientras observaba como la ilusión de la Armadura Dorada de Géminis avanzaba en pos de Capricornio, el peliazul entornó los ojos con actitud peligrosa mientras usaba su cosmos para proyectar sus pensamientos en la ilusión, haciendo que su voz mental llegara a su sustituto fantasmal y de allí, que esta le dedicara unas palabras al pobre pelinegro quien parecía estar al borde de una crisis nerviosa.
Mmjajaja....juajaja... resonó a través del Templo la voz mental de Aspros, con un tono mucho más fuerte y profundo que el suyo propio, como si aquel sonido fuera proferido por un gigante en lugar de una persona de tamaño común. Entraste a Géminis...al Laberinto de la Casa de los Gemelos, y de aquí no saldrás jamás, invasor. declaró la sombría armadura, sin dejar de caminar en pos de Night mientras el sonido de su siniestra voz y el choque de sus pasos en las antiguas baldosas aumentaban más su volumen, siendo este último simplemente inaguantable…incluso aquella potencia fácilmente hubiera sido capaz de reventar los tímpanos de cualquier ser humano común y corriente, de hecho, si Capricornio no hacía algo terminaría por quedar completamente sordo. La luz y la sombra que dominan este espacio te tragarán, tu cuerpo será despedazado, tu mente será distorsionada totalmente y tu alma se perderá en los confines del universo… informó la pieza de metal a unos escasos metros de Night, a punto de hacer contacto con él. ...ese es el castigo para cada cerdo que se atreva a irrumpir en este terreno sagrado…desaparece, sucia rata… en menos de un parpadeo, los ojos de ambas caras del casco de la Cloth de Géminis brillaron en diferentes tonos: uno carmesí y el otro en un azul profundo, ambos capaces de penetrar la intensa oscuridad de Géminis…antes de que el destello terminara de disiparse, sin embargo, ya la antropomórfica armadura estaba a menos de un metro de distancia de Capricornio. Voy a matarte...y así expiarás todos tus pecados…! en una millonésima de segundo, los brazos de Géminis se extendieron con una potencia inconcebible y ahí, una onda de poder como ningún otro se expandió en dirección al pelinegro mientras el cosmos de Aspros manipulaba toda la situación como un maestro titiritero. Irás a OTRA DIMENSIÓN!!! con un estruendo potentísimo y un choque de energías, la fábrica del espacio-tiempo se rompió alrededor de Night para abrir un portal a través del cual el pelinegro caería y se perdería en los confines de extrañas dimensiones alternas…al mismo tiempo, los sonidos se expandían y se magnificaban a una escala inhumana…
Detrás de una columna ubicada al fondo del recinto, la sonrisa de Aspros se ensanchó mientras una sombra de satisfacción y sadismo se manifestaba en su cara, la situación al parecer, lo complacía.
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Y el intruso de Armadura Dorada curiosamente parecía ser del tipo que no se rendía y que…se mantenía en pie pasara lo que pasara. Sus palabras de acusación reflejaban aquel hecho a todo lo largo y ancho del Templo de los Gemelos. Y eso había hecho que en la cara de Aspros se ensanchara mucho más su sonrisa demencial, dejando que sus enormes colmillos fueran vistos a la perfección, eso claro, en el caso de que el ex-senador se hubiera dejado ver…pero no, por ahora se mantendría en las sombras y a la espera de que el chiquillo hiciera algo más relevante que tan solo parecer molesto por el recibimiento que le había tocado vivir en uno de los Templos más peligrosos de todo el Santuario de Athena. Resoplando con calma mientras observaba como la ilusión de la Armadura Dorada de Géminis avanzaba en pos de Capricornio, el peliazul entornó los ojos con actitud peligrosa mientras usaba su cosmos para proyectar sus pensamientos en la ilusión, haciendo que su voz mental llegara a su sustituto fantasmal y de allí, que esta le dedicara unas palabras al pobre pelinegro quien parecía estar al borde de una crisis nerviosa.
Mmjajaja....juajaja... resonó a través del Templo la voz mental de Aspros, con un tono mucho más fuerte y profundo que el suyo propio, como si aquel sonido fuera proferido por un gigante en lugar de una persona de tamaño común. Entraste a Géminis...al Laberinto de la Casa de los Gemelos, y de aquí no saldrás jamás, invasor. declaró la sombría armadura, sin dejar de caminar en pos de Night mientras el sonido de su siniestra voz y el choque de sus pasos en las antiguas baldosas aumentaban más su volumen, siendo este último simplemente inaguantable…incluso aquella potencia fácilmente hubiera sido capaz de reventar los tímpanos de cualquier ser humano común y corriente, de hecho, si Capricornio no hacía algo terminaría por quedar completamente sordo. La luz y la sombra que dominan este espacio te tragarán, tu cuerpo será despedazado, tu mente será distorsionada totalmente y tu alma se perderá en los confines del universo… informó la pieza de metal a unos escasos metros de Night, a punto de hacer contacto con él. ...ese es el castigo para cada cerdo que se atreva a irrumpir en este terreno sagrado…desaparece, sucia rata… en menos de un parpadeo, los ojos de ambas caras del casco de la Cloth de Géminis brillaron en diferentes tonos: uno carmesí y el otro en un azul profundo, ambos capaces de penetrar la intensa oscuridad de Géminis…antes de que el destello terminara de disiparse, sin embargo, ya la antropomórfica armadura estaba a menos de un metro de distancia de Capricornio. Voy a matarte...y así expiarás todos tus pecados…! en una millonésima de segundo, los brazos de Géminis se extendieron con una potencia inconcebible y ahí, una onda de poder como ningún otro se expandió en dirección al pelinegro mientras el cosmos de Aspros manipulaba toda la situación como un maestro titiritero. Irás a OTRA DIMENSIÓN!!! con un estruendo potentísimo y un choque de energías, la fábrica del espacio-tiempo se rompió alrededor de Night para abrir un portal a través del cual el pelinegro caería y se perdería en los confines de extrañas dimensiones alternas…al mismo tiempo, los sonidos se expandían y se magnificaban a una escala inhumana…
Detrás de una columna ubicada al fondo del recinto, la sonrisa de Aspros se ensanchó mientras una sombra de satisfacción y sadismo se manifestaba en su cara, la situación al parecer, lo complacía.
Aspros- Caballeros Dorados
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AD - Disrupción (4300)*
AM - Golpe Centrado (4500)*
AM - Sentencia (4600)*
AF - Satan Imperial (4800)*
AF - Canción de la Muerte (4850)*
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Re: Pasillos de Géminis
2do post para Ataque Medio - Especialización Tiempo
-¿Me voy a otra dimensión, eh?-
Pensó como si nada estuviera pasando. Además de que todavía no conocía el propósito del Geminiano para hacerle eso si él era de los suyos, tendría que esperar para saber cuál era la respuesta. Sin tener muchas opciones el joven se dejó llevar por el impulso que parecía consumirlo, como si algo se lo estuviera tragando entero tal como había previsto cuando vio la armadura de Géminis flotar hacía él con un andar pausado. Los gritos agonizantes que se desembuchaban por todos lados tenían a Night más que confundido, de a poco iba perdiendo la conciencia y eso evitaba que tuviera la cabeza en el campo de batalla, permitiendo que su ausente enemigo hiciera lo que quisiera con su cuerpo mientras su mente divagaba. Afianzó los ojos y comenzó a recordar algo de su pasado, pero sólo un fragmento.
Hace cinco años...
Un día como todos en los que su padre le enseñaba sobre defensa personal. Desde joven fue entrenado no sólo para volverse un guerrero sino para poder protegerse de los peligros que existen en la vida tal y como le hacía acordar su padre cada una de esas mañanas en las que él estaba disponible para el pelinegro.
Siempre fallaba en sus intentos por “detener” los golpes que le enviaba su tutor al no ser lo suficientemente rápido para preverlos y se acordaba que solía ser reprendido por su padre por cometer ese desliz que en batalla podría costarle la cabeza.
-Nunca esperes el golpe. La forma correcta es predecir el movimiento del enemigo y en ese momento bloquear, no de la manera en la que lo haces tú: recibir varios golpes que no viste venir y sólo retener los más lentos. No hay dos oportunidades. Tienes que agilizar la mente porque el tiempo no se va a contener para ti, tenlo muy en cuenta. Y ya deja de mirarme con esa cara de niño asustado, sabes perfectamente que te lo digo por tu propio bien. Un despiadado enemigo no va a tener piedad de ti si lo miras con ojos llorosos, debes pelear.-
Después de decir eso generalmente Night lo miraba con desprecio y luego se iba a los establos para poder sobarse las heridas y llorar sin ser juzgado por su padre.
-También sabes que te amo pero si vas a ser mi hijo necesitas aprender estas cosas tan básicas.-
Le decía cuando lo veía llorar y hacerlo sentir mejor, aunque no resultaba, seguía sintiendose fracasado y sólo le quedaba huir para que no lo mirara a la cara. En esos momentos hubiera querido hacer eso, simplemente irse al saber que era inútil ahí, mas no podía. Pero quizá sería posible aplicar algo de lo aprendido.
...
-Te equivocaste padre, el tiempo si se puede detener para mí… ¡Te lo voy a demostrar!- exclamó en su interior pues sólo su mente estaba funcionando. Sus ojos permanecían cerrados y sus oídos lastimados por el ataque sonoro por lo que había perdido buena parte de su percepción.
-¿Me voy a otra dimensión, eh?-
Pensó como si nada estuviera pasando. Además de que todavía no conocía el propósito del Geminiano para hacerle eso si él era de los suyos, tendría que esperar para saber cuál era la respuesta. Sin tener muchas opciones el joven se dejó llevar por el impulso que parecía consumirlo, como si algo se lo estuviera tragando entero tal como había previsto cuando vio la armadura de Géminis flotar hacía él con un andar pausado. Los gritos agonizantes que se desembuchaban por todos lados tenían a Night más que confundido, de a poco iba perdiendo la conciencia y eso evitaba que tuviera la cabeza en el campo de batalla, permitiendo que su ausente enemigo hiciera lo que quisiera con su cuerpo mientras su mente divagaba. Afianzó los ojos y comenzó a recordar algo de su pasado, pero sólo un fragmento.
Hace cinco años...
Un día como todos en los que su padre le enseñaba sobre defensa personal. Desde joven fue entrenado no sólo para volverse un guerrero sino para poder protegerse de los peligros que existen en la vida tal y como le hacía acordar su padre cada una de esas mañanas en las que él estaba disponible para el pelinegro.
Siempre fallaba en sus intentos por “detener” los golpes que le enviaba su tutor al no ser lo suficientemente rápido para preverlos y se acordaba que solía ser reprendido por su padre por cometer ese desliz que en batalla podría costarle la cabeza.
-Nunca esperes el golpe. La forma correcta es predecir el movimiento del enemigo y en ese momento bloquear, no de la manera en la que lo haces tú: recibir varios golpes que no viste venir y sólo retener los más lentos. No hay dos oportunidades. Tienes que agilizar la mente porque el tiempo no se va a contener para ti, tenlo muy en cuenta. Y ya deja de mirarme con esa cara de niño asustado, sabes perfectamente que te lo digo por tu propio bien. Un despiadado enemigo no va a tener piedad de ti si lo miras con ojos llorosos, debes pelear.-
Después de decir eso generalmente Night lo miraba con desprecio y luego se iba a los establos para poder sobarse las heridas y llorar sin ser juzgado por su padre.
-También sabes que te amo pero si vas a ser mi hijo necesitas aprender estas cosas tan básicas.-
Le decía cuando lo veía llorar y hacerlo sentir mejor, aunque no resultaba, seguía sintiendose fracasado y sólo le quedaba huir para que no lo mirara a la cara. En esos momentos hubiera querido hacer eso, simplemente irse al saber que era inútil ahí, mas no podía. Pero quizá sería posible aplicar algo de lo aprendido.
...
-Te equivocaste padre, el tiempo si se puede detener para mí… ¡Te lo voy a demostrar!- exclamó en su interior pues sólo su mente estaba funcionando. Sus ojos permanecían cerrados y sus oídos lastimados por el ataque sonoro por lo que había perdido buena parte de su percepción.
Night- General Marino
- Reino : Atlántida
Ataques :
AD - Burning Star Crusher (2550)
AD - Tempestad de los Jóvenes Águila (2650)
AM - Abyss Retrace (2850)
AM - Posesión Divina (2950)
AF - Carte Garde (3150)
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Re: Pasillos de Géminis
3er Post Segundo AD – Especialización
-------
Unos cuantos segundos pasaron mientras la abertura interdimensional se abría más y más para que poco después, el cuerpo del Santo Dorado de Capricornio desapareciera entre los abismos donde el tiempo y el espacio se desdoblaban, aplastaban y se volvían a doblar en una danza infinita que no tenía fin. Las delgadas líneas luminosas que representaban el flujo de la continuidad de la realidad simplemente surcaban el espacio y se mantenían fijas en un solo sentido, seguramente el chiquillo de cabello negro desaparecería y se perdería en la infinidad que había más allá…suspirando, Aspros tan solo cerró los ojos en frustración. Sinceramente esperaba que aquel sujeto fuera lo suficientemente fuerte como para evitar caer en un truco tan simple, que evitara el ser absorbido por una técnica cuya ejecución no era demasiado descabellada…Aspros esperaba que Capricornio fuera una pieza útil que usar en un futuro si quería ver sus planes hechos una realidad, pero la decepción que sentía era producto de ver que habia pasado justo lo contrario.
Mmm...que desperdicio de mi tiempo. dijo el ex-senador, saliendo detrás de la columna mientras que la ilusión de la armadura dorada de Géminis se rompía en incontables fragmentos de cristales que se desvanecieron casi al instante, tal cual la materia intangible que era. La melena azulada de Aspros se mecía lentamente mientras caminaba poco a poco en dirección a la enorme abertura interdimensional que tenía al frente. Las rasgaduras que formaban los límites entre la realidad del Santuario y la del cúmulo de galaxias y planetas del otro lado se iban cerrando poco a poco, menos de unos segundos después la energía que había empleado para abrirla en primer lugar se desvanecería y con eso, la última oportunidad de Capricornio de demostrar su utilidad sería perdida sin más remedio. Esto es...lo que pueden lograr los demás Santos Dorados? se lamentó la faceta más ambiciosa de Géminis, sin dejar que sus ojos se distrajeran un poco…a pesar de sentir decepción todavía buscaba un indicio de que el pelinegro hubiera sobrevivido a su ataque, pero conforme pasaban los segundos sus ínfimas esperanzas se desvanecían.
Uno, dos, tres…diez segundos después habían transcurrido sin más interrupciones, por lo cual el Santo Dorado que seguía en pie asumió lo peor: el peón que había considerado como posible pieza de juego a su favor había fracasado rotundamente. Frunciendo el entrecejo, el gemelo de Cambre tan solo se acomodó un mechón rebelde mientras intentaba controlar su cosmos y hacer que los sonidos chirriantes que había reproducido hacía poco se calmaran…pero le costaba, la decepción era enorme, no tanto por la perspectiva de perder una pieza que de todos modos, era desechable, sino que ver el triste nivel que mostraban los demás Santos de Oro que habitaban aquel recinto sagrado era…frustrante, demasiado frustrante. Sin poder contenerse demasiado, Aspros tan solo dejó que aquellos chirridos insoportables continuaran resonando en el Templo de los Gemelos, aumentando poco a poco su intensidad que ya de por sí era impresionante.
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Unos cuantos segundos pasaron mientras la abertura interdimensional se abría más y más para que poco después, el cuerpo del Santo Dorado de Capricornio desapareciera entre los abismos donde el tiempo y el espacio se desdoblaban, aplastaban y se volvían a doblar en una danza infinita que no tenía fin. Las delgadas líneas luminosas que representaban el flujo de la continuidad de la realidad simplemente surcaban el espacio y se mantenían fijas en un solo sentido, seguramente el chiquillo de cabello negro desaparecería y se perdería en la infinidad que había más allá…suspirando, Aspros tan solo cerró los ojos en frustración. Sinceramente esperaba que aquel sujeto fuera lo suficientemente fuerte como para evitar caer en un truco tan simple, que evitara el ser absorbido por una técnica cuya ejecución no era demasiado descabellada…Aspros esperaba que Capricornio fuera una pieza útil que usar en un futuro si quería ver sus planes hechos una realidad, pero la decepción que sentía era producto de ver que habia pasado justo lo contrario.
Mmm...que desperdicio de mi tiempo. dijo el ex-senador, saliendo detrás de la columna mientras que la ilusión de la armadura dorada de Géminis se rompía en incontables fragmentos de cristales que se desvanecieron casi al instante, tal cual la materia intangible que era. La melena azulada de Aspros se mecía lentamente mientras caminaba poco a poco en dirección a la enorme abertura interdimensional que tenía al frente. Las rasgaduras que formaban los límites entre la realidad del Santuario y la del cúmulo de galaxias y planetas del otro lado se iban cerrando poco a poco, menos de unos segundos después la energía que había empleado para abrirla en primer lugar se desvanecería y con eso, la última oportunidad de Capricornio de demostrar su utilidad sería perdida sin más remedio. Esto es...lo que pueden lograr los demás Santos Dorados? se lamentó la faceta más ambiciosa de Géminis, sin dejar que sus ojos se distrajeran un poco…a pesar de sentir decepción todavía buscaba un indicio de que el pelinegro hubiera sobrevivido a su ataque, pero conforme pasaban los segundos sus ínfimas esperanzas se desvanecían.
Uno, dos, tres…diez segundos después habían transcurrido sin más interrupciones, por lo cual el Santo Dorado que seguía en pie asumió lo peor: el peón que había considerado como posible pieza de juego a su favor había fracasado rotundamente. Frunciendo el entrecejo, el gemelo de Cambre tan solo se acomodó un mechón rebelde mientras intentaba controlar su cosmos y hacer que los sonidos chirriantes que había reproducido hacía poco se calmaran…pero le costaba, la decepción era enorme, no tanto por la perspectiva de perder una pieza que de todos modos, era desechable, sino que ver el triste nivel que mostraban los demás Santos de Oro que habitaban aquel recinto sagrado era…frustrante, demasiado frustrante. Sin poder contenerse demasiado, Aspros tan solo dejó que aquellos chirridos insoportables continuaran resonando en el Templo de los Gemelos, aumentando poco a poco su intensidad que ya de por sí era impresionante.
Aspros- Caballeros Dorados
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Re: Pasillos de Géminis
3er post para Ataque Medio - Especialización Tiempo
-Ni lo sueñes.- pronunció para sí mismo para no dejarse vencer y no para el guardián de Géminis al que todavía no tenía el gusto de conocer. Si se había presentado ante él de forma ordinaria no lo había visto a causa de tener los ojos cerrados y perderse de lo que estaba ocurriendo a su alrededor, ignorando la dimensión a la que el Santo poco amable lo había mandando para vagar por la eternidad.
Su corazón latía con fuerza, como si estuviera desesperado por salir de esa brecha en la que había caído por su descuido. Se regañaba por no haberlo visto venir y en ese momento se acordó todavía más de su padre. Una lágrima recorrió el ojo todavía cerrado del Santo de Capricornio. Por un segundo considero el poder quedarse ahí para siempre como le hizo saber el la voz de la armadura. El golpeteo en su pecho se volvía más fuerte que los chirridos desgarradores, volviéndolos más tenues y menos molestos pero no por eso podían ser ignorados.
Desde el fondo de su estomago sintió una excepcional propulsión que lo hizo asombrar, como si algo tratara de partirlo en dos, un poder que venia desde el interior y que estaba tratando de exteriorizarse. Night abrió los ojos abruptamente y estos emitieron un breve destello carmesí repleto de sadismo. La lágrima que abandonaba su ojo izquierdo se secó al instante, como si no fuera a permitir que el enemigo lo viera lagrimear.
-Me niego a ser absorbido de esta forma.-
Dijo para luego activar su nuevo ataque. No sabía cómo pero algo en el brillante metal dorado que lo cubría le informaba que una nueva técnica estaba por despertar, como un espíritu dentro de la armadura que sin palabras le daba ese conocimiento.
-Tiempo...-
Un manto de energía dorada lo cubría y sobre su cabeza aparecía un círculo luminoso con la forma de un reloj. –regresa a mí.- sus palabras resonaron e hicieron que los sonidos demenciales se pararan, como si el tiempo se congelara y luego volviera al principio. El extraño reloj daba vueltas y vueltas mientras todo iba rebobinándose. Todo lo que había vivido desde que ingresó en el Templo de Géminis pasaba frente a sus ojos, como si lo estuviera recuperando. Su tiempo había dado marcha atrás pero aún así recordaba todo, teniendo la información para humillar al enemigo si intentaba lo mismo de nuevo.
Había podido lograr que el tiempo cooperara con él, pero no creía que fuera capaz de controlarlo, era más bien como si éste le perdonara su equivocación y lo dejara intentar de nuevo. Se encontraba nuevamente en la entrada a la Casa de Géminis. Y entonces notó algo que lo dejó estupefacto: sobre el Templo estaba un gran domo brillante, traslucido, con el mismo sello en forma de reloj por encima. Todo parecía ser maravilloso pero lo dejaba con pendiente el hecho de que si él podía recordar, probablemente el Santo de Géminis también. No controló el tiempo y borró su error de la historia, sólo dio un paso hacia atrás y se escapó de esa trampa mortal.
-Sal de tu escondite Santo de Géminis.-
Le ordenó con una voz temeraria al ya saber a lo que se estaba enfrentando. Sobre su cabeza seguía el misterioso reloj, aunque Night apenas y se percató de su existencia.
-Ni lo sueñes.- pronunció para sí mismo para no dejarse vencer y no para el guardián de Géminis al que todavía no tenía el gusto de conocer. Si se había presentado ante él de forma ordinaria no lo había visto a causa de tener los ojos cerrados y perderse de lo que estaba ocurriendo a su alrededor, ignorando la dimensión a la que el Santo poco amable lo había mandando para vagar por la eternidad.
Su corazón latía con fuerza, como si estuviera desesperado por salir de esa brecha en la que había caído por su descuido. Se regañaba por no haberlo visto venir y en ese momento se acordó todavía más de su padre. Una lágrima recorrió el ojo todavía cerrado del Santo de Capricornio. Por un segundo considero el poder quedarse ahí para siempre como le hizo saber el la voz de la armadura. El golpeteo en su pecho se volvía más fuerte que los chirridos desgarradores, volviéndolos más tenues y menos molestos pero no por eso podían ser ignorados.
Desde el fondo de su estomago sintió una excepcional propulsión que lo hizo asombrar, como si algo tratara de partirlo en dos, un poder que venia desde el interior y que estaba tratando de exteriorizarse. Night abrió los ojos abruptamente y estos emitieron un breve destello carmesí repleto de sadismo. La lágrima que abandonaba su ojo izquierdo se secó al instante, como si no fuera a permitir que el enemigo lo viera lagrimear.
-Me niego a ser absorbido de esta forma.-
Dijo para luego activar su nuevo ataque. No sabía cómo pero algo en el brillante metal dorado que lo cubría le informaba que una nueva técnica estaba por despertar, como un espíritu dentro de la armadura que sin palabras le daba ese conocimiento.
-Tiempo...-
Un manto de energía dorada lo cubría y sobre su cabeza aparecía un círculo luminoso con la forma de un reloj. –regresa a mí.- sus palabras resonaron e hicieron que los sonidos demenciales se pararan, como si el tiempo se congelara y luego volviera al principio. El extraño reloj daba vueltas y vueltas mientras todo iba rebobinándose. Todo lo que había vivido desde que ingresó en el Templo de Géminis pasaba frente a sus ojos, como si lo estuviera recuperando. Su tiempo había dado marcha atrás pero aún así recordaba todo, teniendo la información para humillar al enemigo si intentaba lo mismo de nuevo.
Había podido lograr que el tiempo cooperara con él, pero no creía que fuera capaz de controlarlo, era más bien como si éste le perdonara su equivocación y lo dejara intentar de nuevo. Se encontraba nuevamente en la entrada a la Casa de Géminis. Y entonces notó algo que lo dejó estupefacto: sobre el Templo estaba un gran domo brillante, traslucido, con el mismo sello en forma de reloj por encima. Todo parecía ser maravilloso pero lo dejaba con pendiente el hecho de que si él podía recordar, probablemente el Santo de Géminis también. No controló el tiempo y borró su error de la historia, sólo dio un paso hacia atrás y se escapó de esa trampa mortal.
-Sal de tu escondite Santo de Géminis.-
Le ordenó con una voz temeraria al ya saber a lo que se estaba enfrentando. Sobre su cabeza seguía el misterioso reloj, aunque Night apenas y se percató de su existencia.
Night- General Marino
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Re: Pasillos de Géminis
4to Post Segundo AD – Especialización
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Justo cuando Aspros estaba por darse la vuelta y salir de allí para buscar a alguien más apto que pudiera servirle como pieza que mover en aquel juego, el Santo de Capricornio hizo sentir su presencia al instante con una técnica que simplemente, había dejado pasmado al Geminiano. Aquel chiquillo pelinegro había hecho que su energía fluyera con una fuerza increíble dejando escapar un potente brillo dorado que por un ínfimo instante terminó por cegar al ex-senador. Aunque sabía que su dominio estaba en la manipulación total y absoluta del tiempo y el espacio, Aspros pudo sentir al instante como el flujo era manipulado por aquel chiquillo descarado que al haber despertado un misterioso poder, había manipulado los eventos que se sucedían para en meros segundos, devolver todo al punto en que Capricornio se encontraba en la entrada del Templo de los Gemelos.
Que demonios?...pfff… a la decepción le seguía el enojo…y al enojo le siguió un interés muy poco sano, a Aspros se le había encendido de nuevo al chispa de la ambición al ver la capacidad escondida de aquel muchacho. De verdad que le serviría, y mucho. Las reglas de las batallas decían que frente a un enemigo que se había enfrentado con anterioridad un truco no serviría dos veces y de hecho, esa era una regla especial que la misma sombra impregnada en la Armadura de Géminis le susurró al oído: si intentaba lo mismo que había sucedido cuando Capricornio había entrado a su recinto, fracasaría rotundamente en su intento de “reclutarlo”; sin embargo, para el otro se aplicaba la misma regla: si intentaba reescribir los eventos con aquel bucle temporal, sus oportunidades de triunfar se verían reducidas al mínimo. Curiosamente, Aspros no había tenido la oportunidad de completar aquella técnica inherente que por su parte estaba empezando a despertar…así que usaría eso a su favor, en el momento más idóneo, la usaría en todo su potencial una vez que supiera exactamente como ejecutarla. Lo que quedaba por delante era distraer un poco a su amigo de cabello azabache recortado hasta que su mente terminara de desarrollar su nueva habilidad al cien por ciento. Sonriendo de forma más siniestra de lo que lo había hecho hasta ahora, Géminis empezó a caminar en dirección al acceso de su Templo, donde se encontraba su “compañero”.
Haha...hahaha....HAHAHA! Buen truco muchacho, dime…como es que has logrado hacer eso? No parece una capacidad propia de un novato, o me equivoco? No…debió haber sido un golpe de suerte… empezó el Geminiano, dejando que su cosmos fluyera con lentitud hacia el otro para generar presión en su mente y cuerpo; por otro lado aquel chirrido que había generado antes se apagaba, entrando a una frecuencia que para los humanos era imposible percibir. Capricornio, eh?...eres interesante. declaró simplemente el ex-senador entornando los ojos peligrosamente, mientras su melena se movía como tentáculos a su alrededor, confiriéndole una apariencia temible aunada por el brillo dorado que desprendía su Armadura Dorada.
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Justo cuando Aspros estaba por darse la vuelta y salir de allí para buscar a alguien más apto que pudiera servirle como pieza que mover en aquel juego, el Santo de Capricornio hizo sentir su presencia al instante con una técnica que simplemente, había dejado pasmado al Geminiano. Aquel chiquillo pelinegro había hecho que su energía fluyera con una fuerza increíble dejando escapar un potente brillo dorado que por un ínfimo instante terminó por cegar al ex-senador. Aunque sabía que su dominio estaba en la manipulación total y absoluta del tiempo y el espacio, Aspros pudo sentir al instante como el flujo era manipulado por aquel chiquillo descarado que al haber despertado un misterioso poder, había manipulado los eventos que se sucedían para en meros segundos, devolver todo al punto en que Capricornio se encontraba en la entrada del Templo de los Gemelos.
Que demonios?...pfff… a la decepción le seguía el enojo…y al enojo le siguió un interés muy poco sano, a Aspros se le había encendido de nuevo al chispa de la ambición al ver la capacidad escondida de aquel muchacho. De verdad que le serviría, y mucho. Las reglas de las batallas decían que frente a un enemigo que se había enfrentado con anterioridad un truco no serviría dos veces y de hecho, esa era una regla especial que la misma sombra impregnada en la Armadura de Géminis le susurró al oído: si intentaba lo mismo que había sucedido cuando Capricornio había entrado a su recinto, fracasaría rotundamente en su intento de “reclutarlo”; sin embargo, para el otro se aplicaba la misma regla: si intentaba reescribir los eventos con aquel bucle temporal, sus oportunidades de triunfar se verían reducidas al mínimo. Curiosamente, Aspros no había tenido la oportunidad de completar aquella técnica inherente que por su parte estaba empezando a despertar…así que usaría eso a su favor, en el momento más idóneo, la usaría en todo su potencial una vez que supiera exactamente como ejecutarla. Lo que quedaba por delante era distraer un poco a su amigo de cabello azabache recortado hasta que su mente terminara de desarrollar su nueva habilidad al cien por ciento. Sonriendo de forma más siniestra de lo que lo había hecho hasta ahora, Géminis empezó a caminar en dirección al acceso de su Templo, donde se encontraba su “compañero”.
Haha...hahaha....HAHAHA! Buen truco muchacho, dime…como es que has logrado hacer eso? No parece una capacidad propia de un novato, o me equivoco? No…debió haber sido un golpe de suerte… empezó el Geminiano, dejando que su cosmos fluyera con lentitud hacia el otro para generar presión en su mente y cuerpo; por otro lado aquel chirrido que había generado antes se apagaba, entrando a una frecuencia que para los humanos era imposible percibir. Capricornio, eh?...eres interesante. declaró simplemente el ex-senador entornando los ojos peligrosamente, mientras su melena se movía como tentáculos a su alrededor, confiriéndole una apariencia temible aunada por el brillo dorado que desprendía su Armadura Dorada.
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Re: Pasillos de Géminis
4to post - Especialización Tiempo
Por un segundo estuvo preocupado de que algo le pudiera salir mal durante su mínimo control sobre el tiempo, teniendo la mala espina de que pudo haber errado y terminar flotando en esa trampa maléfica del Géminis. Todavía se preguntaba cuales podrían ser los motivos para que el Santo le hiciera algo así a un soldado que peleaba de su mismo bando, tratándolo como a un vulgar enemigo que se atrevía a pisar el territorio sagrado de los gemelos. Cuando estaba en camino hacia el Santuario y durante las breves instrucciones dadas por Genas imaginó que los Santos eran hombres buenos, guerreros que se apoyaban entre sí, o al menos eso le hizo pensar el Santo de fénix con su descripción tan vívida. Resultaba decepcionante para Night ver que aquella fantasía no era más que eso, una fantasía irreal, pues si se descuidaba un tipo malo como el Santo de Géminis podía tirarlo en un agujero dimensional por toda la eternidad. El Caballero Dorado que vigilaba la tercera casa no se parecía en nada a lo que el pelinegro había visualizado mientras viajaba.
Miró hacia arriba, contemplado la enorme burbuja que resguardaba al Templo de Géminis. Retrocedió unos cuantos pasos, teniendo cuidado de no tropezar y salir rodando por las escaleras. En el centro del domo estaba el mismo símbolo extraño que encontró mientras vagaba por las dimensiones y que ahora hallaba coronando su cabeza. ¿Qué significaba? Parecía un reloj pero podría tratarse de algo diferente. Escuchó una voz que lo llamaba y por la misma entrada que Night había usado para acceder al Templo salió un hombre de larga melena azulada y con un semblante que el chico percibió malvado. Mientras aquel extraño se acercaba hasta él Night elevaba los puños y se preparaba para dejarlo malherido, esperándolo con una cara no muy amistosa.
-¿Estás loco? Pudiste haberme matado… De no ser por mis habilidades seguramente habría quedado atrapado en ese lugar tenebroso y espeluznante.-
Géminis le preguntó cómo había podido retornar en el tiempo, pero eso ni él lo sabía. Nunca antes pudo hacer que el reloj marchara hacia atrás, era algo totalmente nuevo para el Capricornio. –No lo sé… Pero si vuelves a hacerme eso lo usaré contra ti.- dijo como si lo estuviera amenazando mientras se acercaba más a su anfitrión. El domo se negaba a desvanecerse. El reloj que se colocó por encima de su cabeza también se mantenía ahí. Night intentó tocar el círculo brillante y al hacerlo éste se multiplicó, dividiéndose en cinco pequeños relojes que giraron alrededor de la cabeza del Santo de Capricornio. La situación se estaba poniendo más rara.
Luego de pensarlo por un momento se le ocurrió que quizá el otro Caballero tendría la respuesta que buscaba. Quería aprender a manipular el tiempo, y por mucho que lo detestara aquel Dorado por su forma de recibirlo era su único guía. Le iba a pedir ayuda y esperaba que éste no se la fuera a negar, aunque lo más probable era que lo enviara de nuevo a la dimensión desconocida.
-Quiero aprender a dominar mis capacidades… ¿Me ayudarías?-
Miró hacia arriba, contemplado la enorme burbuja que resguardaba al Templo de Géminis. Retrocedió unos cuantos pasos, teniendo cuidado de no tropezar y salir rodando por las escaleras. En el centro del domo estaba el mismo símbolo extraño que encontró mientras vagaba por las dimensiones y que ahora hallaba coronando su cabeza. ¿Qué significaba? Parecía un reloj pero podría tratarse de algo diferente. Escuchó una voz que lo llamaba y por la misma entrada que Night había usado para acceder al Templo salió un hombre de larga melena azulada y con un semblante que el chico percibió malvado. Mientras aquel extraño se acercaba hasta él Night elevaba los puños y se preparaba para dejarlo malherido, esperándolo con una cara no muy amistosa.
-¿Estás loco? Pudiste haberme matado… De no ser por mis habilidades seguramente habría quedado atrapado en ese lugar tenebroso y espeluznante.-
Géminis le preguntó cómo había podido retornar en el tiempo, pero eso ni él lo sabía. Nunca antes pudo hacer que el reloj marchara hacia atrás, era algo totalmente nuevo para el Capricornio. –No lo sé… Pero si vuelves a hacerme eso lo usaré contra ti.- dijo como si lo estuviera amenazando mientras se acercaba más a su anfitrión. El domo se negaba a desvanecerse. El reloj que se colocó por encima de su cabeza también se mantenía ahí. Night intentó tocar el círculo brillante y al hacerlo éste se multiplicó, dividiéndose en cinco pequeños relojes que giraron alrededor de la cabeza del Santo de Capricornio. La situación se estaba poniendo más rara.
Luego de pensarlo por un momento se le ocurrió que quizá el otro Caballero tendría la respuesta que buscaba. Quería aprender a manipular el tiempo, y por mucho que lo detestara aquel Dorado por su forma de recibirlo era su único guía. Le iba a pedir ayuda y esperaba que éste no se la fuera a negar, aunque lo más probable era que lo enviara de nuevo a la dimensión desconocida.
-Quiero aprender a dominar mis capacidades… ¿Me ayudarías?-
Night- General Marino
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Re: Pasillos de Géminis
5to Post Segundo AD – Especialización
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La expresión realmente siniestra de Aspros no había cambiado ni siquiera un poco desde que se había mostrado ante el Santo de Capricornio, quien por su parte parecía haberse dado cuenta de la naturaleza inherentemente malévola que rodeaba la faz del romano. No importaba, al menos en la mente de Géminis ya que él tenía algo mejor en mente ahora que había notado que el poder del chiquillo no solo se extendía a un pequeño punto sobre su cabeza sino que además, este se expandía sobre todo el Templo de los Gemelos, era algo que debía anular para poder subyugar al pequeño pelinegro por completo…así que dando varios pasos hacia delante, Aspros mantuvo el casco de su armadura dorada firmemente sujeto con su mano derecha mientras otra ráfaga de viento meneaba su cabellera, finalmente quedando al menos unos cinco metros separado del otro Santo.
Creéme Capricornio, lo que viste no es más que un lugar de paso…si de verdad hubiera querido enviarte a un lugar “espeluznante” no estuviera aquí contando el relato. Como sea…puedes estar tranquilo, no lo volveré a hacer. declaró Aspros, cerrando los ojos sin dejar de mantener aquel peculiar ruido que había usado antes dentro del Templo en una frecuencia que el otro no pudiera notar, mientras concentraba mucha parte de su poder. Sí, reunía lo suficiente como para dar un golpe preciso y si anulaba la capacidad temporal de su “oponente” tendría asegurado un peón para sus planes a futuro. Reabriendo sus párpados, Géminis retomó su monólogo para dar un vistazo rápido al enorme símbolo que dominaba la Casa que debía proteger al tiempo que ocultaba el hecho de que le molestaba sobremanera ver aquella cosa coronando su recinto particular. Tranquilo Capricornio...ahora puedo ver que tus habilidades y tu corazón son puros, no veo ningún problema en ayudar a un compañero. de pronto, la luz parecía esfumarse poco a poco: un gran grupo de nubes cubría el Santuario, posiblemente señal de un mal presagio o de algo que todavía el joven guardián de la tercera casa no llegaba a comprender del todo. Dirigiendo la vista en pos del guerrero de la cabra Amaltea, el representante de Cástor y Pollux simplemente dijo en un tono más neutral y serio. Si no pude ver mal, has logrado hacer un pequeñísimo bucle en la continuidad del tiempo…no de mucho significado o poder, pero el suficiente como para salvarte de un destino vagando en otra dimensión…piénsalo de esta manera, Capricornio- ahora la mirada de Aspros se tornaba de nuevo siniestra, mientras su aura se esforzaba por mantener aquel increíble cúmulo de energía bajo control sin que se viera demasiado forzado todo lo que hiciera. -el tiempo es un flujo de agua…si tu eres una piedra que puede dar un pequeñísimo golpe en su fábrica, que no es demasiada influencia sobre el todo pero sí en tu mismo destino, como debes manejar esa energía? Simple…debes centrarla en un solo punto….y ese punto eres tú mismo. dijo el romano, señalando directamente al corazón de Night y señalándole que si quería dominar aquello, debía reunir todo su poder en su mismo cuerpo. Aspros estaba totalmente seguro de que si el otro lo hacía, la habilidad de controlar el Templo de los Gemelos que había adquirido el sujeto se acabaría y allí haría su movimiento para controlarlo como su marioneta…no podía fallar ya que era un movimiento ciertamente arriesgado.
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La expresión realmente siniestra de Aspros no había cambiado ni siquiera un poco desde que se había mostrado ante el Santo de Capricornio, quien por su parte parecía haberse dado cuenta de la naturaleza inherentemente malévola que rodeaba la faz del romano. No importaba, al menos en la mente de Géminis ya que él tenía algo mejor en mente ahora que había notado que el poder del chiquillo no solo se extendía a un pequeño punto sobre su cabeza sino que además, este se expandía sobre todo el Templo de los Gemelos, era algo que debía anular para poder subyugar al pequeño pelinegro por completo…así que dando varios pasos hacia delante, Aspros mantuvo el casco de su armadura dorada firmemente sujeto con su mano derecha mientras otra ráfaga de viento meneaba su cabellera, finalmente quedando al menos unos cinco metros separado del otro Santo.
Creéme Capricornio, lo que viste no es más que un lugar de paso…si de verdad hubiera querido enviarte a un lugar “espeluznante” no estuviera aquí contando el relato. Como sea…puedes estar tranquilo, no lo volveré a hacer. declaró Aspros, cerrando los ojos sin dejar de mantener aquel peculiar ruido que había usado antes dentro del Templo en una frecuencia que el otro no pudiera notar, mientras concentraba mucha parte de su poder. Sí, reunía lo suficiente como para dar un golpe preciso y si anulaba la capacidad temporal de su “oponente” tendría asegurado un peón para sus planes a futuro. Reabriendo sus párpados, Géminis retomó su monólogo para dar un vistazo rápido al enorme símbolo que dominaba la Casa que debía proteger al tiempo que ocultaba el hecho de que le molestaba sobremanera ver aquella cosa coronando su recinto particular. Tranquilo Capricornio...ahora puedo ver que tus habilidades y tu corazón son puros, no veo ningún problema en ayudar a un compañero. de pronto, la luz parecía esfumarse poco a poco: un gran grupo de nubes cubría el Santuario, posiblemente señal de un mal presagio o de algo que todavía el joven guardián de la tercera casa no llegaba a comprender del todo. Dirigiendo la vista en pos del guerrero de la cabra Amaltea, el representante de Cástor y Pollux simplemente dijo en un tono más neutral y serio. Si no pude ver mal, has logrado hacer un pequeñísimo bucle en la continuidad del tiempo…no de mucho significado o poder, pero el suficiente como para salvarte de un destino vagando en otra dimensión…piénsalo de esta manera, Capricornio- ahora la mirada de Aspros se tornaba de nuevo siniestra, mientras su aura se esforzaba por mantener aquel increíble cúmulo de energía bajo control sin que se viera demasiado forzado todo lo que hiciera. -el tiempo es un flujo de agua…si tu eres una piedra que puede dar un pequeñísimo golpe en su fábrica, que no es demasiada influencia sobre el todo pero sí en tu mismo destino, como debes manejar esa energía? Simple…debes centrarla en un solo punto….y ese punto eres tú mismo. dijo el romano, señalando directamente al corazón de Night y señalándole que si quería dominar aquello, debía reunir todo su poder en su mismo cuerpo. Aspros estaba totalmente seguro de que si el otro lo hacía, la habilidad de controlar el Templo de los Gemelos que había adquirido el sujeto se acabaría y allí haría su movimiento para controlarlo como su marioneta…no podía fallar ya que era un movimiento ciertamente arriesgado.
Aspros- Caballeros Dorados
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Re: Pasillos de Géminis
5to post Primer AM - Especialización Tiempo
Lo admitía, en un principio no creyó que aquel sujeto fuera a ayudarlo e incluso pensó en atacarlo para poder pasar al siguiente Templo en busca de una persona que en verdad pudiera asistirlo para resolver la crisis que tenía en manos, la de aprender a controlar el tiempo como había hecho recientemente. Entonces pensó en la posibilidad de que los otros Santos que custodiaban las casas zodiacales podrían ser igual de “amables” que el Géminis, algo que hizo que su piel se pusiera como de gallina por el escalofrío que le ocasionó tan sólo pensar en eso. Al ver que el hombre de cabello azulado había aceptado darle una mano el chico retiró la expresión de desagrado y escuchó lo que el otro hombre le tenía que comunicar.
-Ja, no me digas...-
Se rió tenuemente al escuchar que si él lo hubiera querido lo habría mandado a un lugar verdaderamente tétrico pero no se lo podía creer. Había pocas cosas que atemorizaban a Night, especialmente después de haber visto la mascare de la que su pueblo natal fue victima. Dudaba que Géminis fuera capaz de superarse a sí mismo escogiendo otro escenario que fuera mucho más temible que el anterior. Se sentía más tranquilo al saber que el procedimiento en la casa de Géminis no era otra cosa que una simple prueba para conocer que tan puro era el corazón del guerrero. Un tanto drástica en opinión de Night pero no se iba a poner a discutir por algo que ya había pasado, estaba bien y eso era lo que realmente importaba y, todavía más que eso, se encontraba completo en una sola pieza.
No se había detenido a meditar cómo sería el aspecto de la casa de Capricornio, si todos los Templos guardaban sus sorpresas como la tercera casa. Debido a su ingeniosa maniobra de montar en una de las criaturas emplumadas se perdió el recorrido por las casas de Aries y Tauro, algo que lamentaba pues quizá de haberlas visto antes pudo prevenir lo que ocurrió en Géminis, pero ya era tarde para lloriquear por eso.
Si había entendido bien lo que el Dorado que representaba a los gemelos trataba de decirle su habilidad no era tan sorprendente como él pensaba en un principio, puesto que sólo afectaba su propio destino y no el de los demás.-Bien, veamos si lo entendí.- El joven hizo exactamente lo que el geminiano declaró, tal vez se lo había tomado de forma muy literal pero así era como Night lo había comprendido todo. Comenzó a concentrar su energía, convirtiendo su cuerpo en el centro de todo, absorbiendo lentamente el domo que aprisionaba la casa de Géminis. La burbuja se hizo más y más pequeña hasta abarcar únicamente el cuerpo de Capricornio pero, algo más raro estaba sucediendo. Los cinco relojes que se formaron sobre Night se adherían a la cúpula, aumentando su número y atrapando a al pelinegro sin dejar espacios vacíos.
Las manecillas que poseían los relojes comenzaron a girar enloquecidas, como si su velocidad aumentara según el cosmos de Night se sentía arder con más intensidad. Los cabellos negros del chico se agitaban sin control mientras pequeños rayos verdes no muy visibles se escapaban del interior. No sabía si lo estaba haciendo correctamente pero confiaba en su instinto. Nunca se había equivocado al tomar decisiones por medio de éste.
-¿Lo estoy haciendo bien?- musitó a duras penas ya que estaba costándole más de lo que dejaba ver. Por estar más centrado en su propia persona ignoraba el aura perversa alrededor de su compañero.
-Ja, no me digas...-
Se rió tenuemente al escuchar que si él lo hubiera querido lo habría mandado a un lugar verdaderamente tétrico pero no se lo podía creer. Había pocas cosas que atemorizaban a Night, especialmente después de haber visto la mascare de la que su pueblo natal fue victima. Dudaba que Géminis fuera capaz de superarse a sí mismo escogiendo otro escenario que fuera mucho más temible que el anterior. Se sentía más tranquilo al saber que el procedimiento en la casa de Géminis no era otra cosa que una simple prueba para conocer que tan puro era el corazón del guerrero. Un tanto drástica en opinión de Night pero no se iba a poner a discutir por algo que ya había pasado, estaba bien y eso era lo que realmente importaba y, todavía más que eso, se encontraba completo en una sola pieza.
No se había detenido a meditar cómo sería el aspecto de la casa de Capricornio, si todos los Templos guardaban sus sorpresas como la tercera casa. Debido a su ingeniosa maniobra de montar en una de las criaturas emplumadas se perdió el recorrido por las casas de Aries y Tauro, algo que lamentaba pues quizá de haberlas visto antes pudo prevenir lo que ocurrió en Géminis, pero ya era tarde para lloriquear por eso.
Si había entendido bien lo que el Dorado que representaba a los gemelos trataba de decirle su habilidad no era tan sorprendente como él pensaba en un principio, puesto que sólo afectaba su propio destino y no el de los demás.-Bien, veamos si lo entendí.- El joven hizo exactamente lo que el geminiano declaró, tal vez se lo había tomado de forma muy literal pero así era como Night lo había comprendido todo. Comenzó a concentrar su energía, convirtiendo su cuerpo en el centro de todo, absorbiendo lentamente el domo que aprisionaba la casa de Géminis. La burbuja se hizo más y más pequeña hasta abarcar únicamente el cuerpo de Capricornio pero, algo más raro estaba sucediendo. Los cinco relojes que se formaron sobre Night se adherían a la cúpula, aumentando su número y atrapando a al pelinegro sin dejar espacios vacíos.
Las manecillas que poseían los relojes comenzaron a girar enloquecidas, como si su velocidad aumentara según el cosmos de Night se sentía arder con más intensidad. Los cabellos negros del chico se agitaban sin control mientras pequeños rayos verdes no muy visibles se escapaban del interior. No sabía si lo estaba haciendo correctamente pero confiaba en su instinto. Nunca se había equivocado al tomar decisiones por medio de éste.
-¿Lo estoy haciendo bien?- musitó a duras penas ya que estaba costándole más de lo que dejaba ver. Por estar más centrado en su propia persona ignoraba el aura perversa alrededor de su compañero.
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Re: Pasillos de Géminis
6to Post Segundo AD – Especialización
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Y tal como un niño al que se le pudieran dar órdenes simples, Capricornio había accedido a cumplir con la sugerencia de Aspros. Tratando de mantener la siniestra expresión de su rostro lo más neutral posible, Géminis observó como su predicción se cumplía al pie de la letra: el chiquillo de pelo negro empezaba a reunir todo aquel poder en su propio cuerpo lo que con seguridad habría de cansarlo en gran medida…después de todo, la habilidad para controlar el flujo espacio-temporal era algo con lo que no se debía jugar y realmente, una capacidad que a cualquier humano podría desgastar con tan solo unos pocos usos. Levantando la mano izquierda y señalando directamente el centro del pecho de su “compañero”, Aspros tan solo dijo con una voz pasiva y extrañamente calma. Perfecto, Capricornio...tan solo debes reunir toda esa potencia en un punto aún más reducido…si te cansas, no te preocupes, es normal ya que tu cuerpo no está del todo acostumbrado a poseer semejante capacidad. declaró el peliazul, mientras notaba como la energía del protector del Décimo Templo se elevaba a niveles sobrehumanos…además de que la expresión de su rostro denotaba mucha, mucha concentración y a ciertos niveles, un cansancio poco sano. Sabiendo que había llegado el momento de actuar, Géminis tan solo enfocó su propia energía.
Buen trabajo...Santo de Capricornio… pensó, mientras otra ráfaga de viento revolvía su melena azulada y hacía que esta lo rodeara por cada uno de sus flancos. El cosmos de Géminis empezaba a manifestarse en la forma de una delgadísima capa de poder que lo cubría de pies a cabeza, concentrándose casi inmediatamente en la punta de su dedo. Para él, quien lograba percibir la peligrosísima cantidad de energía que había acumulado en la técnica sónica que había empezado a desarrollar antes le parecía que si bien el chiquillo de Capricornio era capaz de cambiar su destino, el cansancio no le permitiría salvar todo el daño que estaba a punto de recibir de parte suya…si eso se cumplía a cabalidad, lograría tener el tiempo suficiente como para “implantar” su influencia directamente su cerebro sin que este se diera cuenta…pues bien, era el momento de actuar. De pronto, la frecuencia se hacía mucho más notoria en los oídos de Aspros, quien definía aquel poder en la forma de una finísima línea imaginaria que pasaba directamente por los oídos del otro Santo quien por su lado, estaba tan inmerso en su propia burbuja que no se daría cuenta de nada…
Capricornio...serás un excelente elemento en los eventos que están por venir. dijo de pronto Aspros, abriendo los dedos en una sola expresión violenta mientras señalaba directamente a la cabeza de Capricornio haciendo que con una potencia increíble y totalmente devastadora, una bomba sónica estallara directamente en sus tímpanos para destrozarlos completamente, afectando su equilibrio, poder, cosmos, cerebro…TODO. Si el chico era inteligente, usaría su habilidad temporal para evitar morir y con eso, el cansancio generado por su carta del salvación lo dejarían abierto al truco que Aspros se moría por usar desde el mismísimo instante en que se había atrevido a cruzar el umbral de Géminis.
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Y tal como un niño al que se le pudieran dar órdenes simples, Capricornio había accedido a cumplir con la sugerencia de Aspros. Tratando de mantener la siniestra expresión de su rostro lo más neutral posible, Géminis observó como su predicción se cumplía al pie de la letra: el chiquillo de pelo negro empezaba a reunir todo aquel poder en su propio cuerpo lo que con seguridad habría de cansarlo en gran medida…después de todo, la habilidad para controlar el flujo espacio-temporal era algo con lo que no se debía jugar y realmente, una capacidad que a cualquier humano podría desgastar con tan solo unos pocos usos. Levantando la mano izquierda y señalando directamente el centro del pecho de su “compañero”, Aspros tan solo dijo con una voz pasiva y extrañamente calma. Perfecto, Capricornio...tan solo debes reunir toda esa potencia en un punto aún más reducido…si te cansas, no te preocupes, es normal ya que tu cuerpo no está del todo acostumbrado a poseer semejante capacidad. declaró el peliazul, mientras notaba como la energía del protector del Décimo Templo se elevaba a niveles sobrehumanos…además de que la expresión de su rostro denotaba mucha, mucha concentración y a ciertos niveles, un cansancio poco sano. Sabiendo que había llegado el momento de actuar, Géminis tan solo enfocó su propia energía.
Buen trabajo...Santo de Capricornio… pensó, mientras otra ráfaga de viento revolvía su melena azulada y hacía que esta lo rodeara por cada uno de sus flancos. El cosmos de Géminis empezaba a manifestarse en la forma de una delgadísima capa de poder que lo cubría de pies a cabeza, concentrándose casi inmediatamente en la punta de su dedo. Para él, quien lograba percibir la peligrosísima cantidad de energía que había acumulado en la técnica sónica que había empezado a desarrollar antes le parecía que si bien el chiquillo de Capricornio era capaz de cambiar su destino, el cansancio no le permitiría salvar todo el daño que estaba a punto de recibir de parte suya…si eso se cumplía a cabalidad, lograría tener el tiempo suficiente como para “implantar” su influencia directamente su cerebro sin que este se diera cuenta…pues bien, era el momento de actuar. De pronto, la frecuencia se hacía mucho más notoria en los oídos de Aspros, quien definía aquel poder en la forma de una finísima línea imaginaria que pasaba directamente por los oídos del otro Santo quien por su lado, estaba tan inmerso en su propia burbuja que no se daría cuenta de nada…
Capricornio...serás un excelente elemento en los eventos que están por venir. dijo de pronto Aspros, abriendo los dedos en una sola expresión violenta mientras señalaba directamente a la cabeza de Capricornio haciendo que con una potencia increíble y totalmente devastadora, una bomba sónica estallara directamente en sus tímpanos para destrozarlos completamente, afectando su equilibrio, poder, cosmos, cerebro…TODO. Si el chico era inteligente, usaría su habilidad temporal para evitar morir y con eso, el cansancio generado por su carta del salvación lo dejarían abierto al truco que Aspros se moría por usar desde el mismísimo instante en que se había atrevido a cruzar el umbral de Géminis.
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Re: Pasillos de Géminis
6to post Primer AM - Especialización Tiempo
Observó que el cuerpo de su tutor se veía envuelto por una delgadísima capa de cosmos, la reconocía perfectamente aún cuando estaba casi ciego por el resplandor que soltaba su propia esfera. Las manecillas de todos los relojes seguían su curso normal, sin detenerse y sin importarles los deseos de su invocador. Estaba cansando, mantener el pequeño domo alrededor de su figura era más cansado de lo que el pelinegro aparentaba, tratando de hacerse el fuerte para que Géminis no lo tomara como a un niño débil que había tenido suerte al obtener la armadura Dorada de Capricornio. Estaba cansado de que todos con los que se encontraba le dijeran lo mismo, viéndolo como a un niño incapaz de poder cuidarse por sí mismo. Si tuviera a todas las personas que dudaron de él ahí les demostraría que se habían equivocado terriblemente, especialmente aquellos que cuestionaban su rango de Santo de Oro. Quería reencontrarse con el caballero de Fénix para enseñarle lo mucho que había crecido como persona y guerrero durante su ausencia, como la gran mejoría en el uso del cosmos y las nuevas técnicas que había obtenido en tan poco tiempo. Nada mal para un novato.
Cuando el otro hombre emitió su ataque los relojes se detuvieron completamente, al igual que todo lo que pasaba entorno al joven. Aspros, las manecillas, los sonidos, incluso unos pájaros que pasaban volando inadvertidos en el fondo de la escena cesaron. Ni siquiera el sonido del viento era perceptible para Night. Su cuerpo también estaba completamente paralizado, ninguno de los músculos de su cuerpo respondía, dejándolo atascado ahí hasta que el efecto de la técnica se pasara. Pensó: -¿Y qué tal si me quedó atrapado aquí para siempre?- se sentía encerrado en su propio cuerpo, a punto de sucumbir ante la desesperación que producía estar congelado sin poder hacer nada. Sentía que se estaba ahogando y que su corazón le iba a fallar en cualquier momento, como si alguien se lo estuviera machacando. Quería gritar pero sus labios no se movían, eran como de roca. -¡Muévete!- exclamó en su interior, quebrantando el silencio y al mismo tiempo generando que las manecillas de los relojes empezaron a caminar en sentido contrario, activándose con la orden indirecta de Night.
El tiempo, que parecía volver a cooperar con Night por segunda vez en ese día, iba nuevamente hacia atrás, salvando al Caballero de Capricornio de todos los peligros que podría representar recibir el golpe del Dorado de Géminis. Al terminar el proceso la cúpula se disipó sin dejar pista. El cuerpo de Night cayó al suelo de rodillas mientras varios hilos de sudor bajaban por su rostro, la acción de rebobinar el tiempo lo había dejado demacrado.
Llevó las manos a su rostro para limpiar algo de la sudoración y luego frotó sus ojos para eliminar el cansancio. Esperaba que Géminis lo ayudara a ponerse de pie después de haber hecho ese esfuerzo excepcional que lo había agotado al máximo. Sin embargo ya no sabía si podía confiar en ese hombre, debido a que cuando lo examinó más detenidamente su atmósfera no le inspiraba nada bueno. No le dio más vueltas al asunto, agradeciendo el hecho de poder moverse con normalidad. Hubiera sido una verdadera tortura tener que permanecer estancado en el tiempo. Había usado su nueva habilidad para defender, aparentemente por temor a hacerle daño al otro Santo.
Cuando el otro hombre emitió su ataque los relojes se detuvieron completamente, al igual que todo lo que pasaba entorno al joven. Aspros, las manecillas, los sonidos, incluso unos pájaros que pasaban volando inadvertidos en el fondo de la escena cesaron. Ni siquiera el sonido del viento era perceptible para Night. Su cuerpo también estaba completamente paralizado, ninguno de los músculos de su cuerpo respondía, dejándolo atascado ahí hasta que el efecto de la técnica se pasara. Pensó: -¿Y qué tal si me quedó atrapado aquí para siempre?- se sentía encerrado en su propio cuerpo, a punto de sucumbir ante la desesperación que producía estar congelado sin poder hacer nada. Sentía que se estaba ahogando y que su corazón le iba a fallar en cualquier momento, como si alguien se lo estuviera machacando. Quería gritar pero sus labios no se movían, eran como de roca. -¡Muévete!- exclamó en su interior, quebrantando el silencio y al mismo tiempo generando que las manecillas de los relojes empezaron a caminar en sentido contrario, activándose con la orden indirecta de Night.
El tiempo, que parecía volver a cooperar con Night por segunda vez en ese día, iba nuevamente hacia atrás, salvando al Caballero de Capricornio de todos los peligros que podría representar recibir el golpe del Dorado de Géminis. Al terminar el proceso la cúpula se disipó sin dejar pista. El cuerpo de Night cayó al suelo de rodillas mientras varios hilos de sudor bajaban por su rostro, la acción de rebobinar el tiempo lo había dejado demacrado.
Llevó las manos a su rostro para limpiar algo de la sudoración y luego frotó sus ojos para eliminar el cansancio. Esperaba que Géminis lo ayudara a ponerse de pie después de haber hecho ese esfuerzo excepcional que lo había agotado al máximo. Sin embargo ya no sabía si podía confiar en ese hombre, debido a que cuando lo examinó más detenidamente su atmósfera no le inspiraba nada bueno. No le dio más vueltas al asunto, agradeciendo el hecho de poder moverse con normalidad. Hubiera sido una verdadera tortura tener que permanecer estancado en el tiempo. Había usado su nueva habilidad para defender, aparentemente por temor a hacerle daño al otro Santo.
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Re: Pasillos de Géminis
Y justamente como Aspros lo esperaba, Capricornio había hecho lo propio y se había defendido de su ataque usando su particular habilidad para manipular momentáneamente el flujo del tiempo en un solo y efímero instante. La capacidad defensiva del pelinegro era admirable…Aspros había confirmado sus sospechas: el chiquillo era un peón perfecto el cual usar a futuro. Por un lado su mente estaba presente en la escena mientras por otro, la sombra anclada a la armadura dorada de Géminis le susurraba sus próximas obligaciones…tendría que forzar la situación para que Capricornio trabajara para él y de allí, tendría que dirigirse a lo que la sombra denominaba como “el punto más alto entre el cielo y la Tierra” aunque no sabía por completo a que se refería aquella voluntad…Aspros podría preguntárselo directamente, pero por ahora debía subyugar al pelinegro, por tanto la actuación principal habría de empezar.
Maravilloso movimiento, Capricornio. Acaso, podrías decirme tu nombre? preguntó Géminis mientras dejaba caer su casco dorado, haciendo que este golpeara el suelo con un sonido contundente que habría de distraer al chiquillo. Menos de un milisegundo después ya el ex-senador se encontraba frente al otro, levantándole la cara con la mano izquierda para rápidamente separar los dedos de la mano derecha y manipulando sus cosmos, introducirla directamente en el cráneo de su víctima a través de las cuencas oculares. La sangre empezaba a manchar el suelo, pedazos de carne caían encima de las baldosas y cabellos arrancados se mecían ligeramente con el viento que solo soplaba al atardecer. Aunque pareciera imposible, Aspros seguía hundiendo su brazo en el cráneo de Night, llegando al punto en que su codo estaba punto de ser introducido por completo en el cuerpo del otro aún cuando eso era una imposibilidad física total. La sangre seguía salpicando con fuerza y el cuerpo de Capricornio se retorcía con espasmos cada vez más débiles…de un momento a otro, todo se había detenido.
...instantáneamente, todo se había arreglado: el único gesto hecho por Géminis había sido el acercar el dedo índice de su mano derecha a la frente de Capricornio, causando una ilusión que a pesar de ser solo eso, algo falso, para el pelinegro seguro se había sentido muy real…
Así comenzaba todo, de ahora en adelante, Capricornio sería la más fiel marioneta de Aspros de Géminis.
Bien chico...cual es tu nombre?
Maravilloso movimiento, Capricornio. Acaso, podrías decirme tu nombre? preguntó Géminis mientras dejaba caer su casco dorado, haciendo que este golpeara el suelo con un sonido contundente que habría de distraer al chiquillo. Menos de un milisegundo después ya el ex-senador se encontraba frente al otro, levantándole la cara con la mano izquierda para rápidamente separar los dedos de la mano derecha y manipulando sus cosmos, introducirla directamente en el cráneo de su víctima a través de las cuencas oculares. La sangre empezaba a manchar el suelo, pedazos de carne caían encima de las baldosas y cabellos arrancados se mecían ligeramente con el viento que solo soplaba al atardecer. Aunque pareciera imposible, Aspros seguía hundiendo su brazo en el cráneo de Night, llegando al punto en que su codo estaba punto de ser introducido por completo en el cuerpo del otro aún cuando eso era una imposibilidad física total. La sangre seguía salpicando con fuerza y el cuerpo de Capricornio se retorcía con espasmos cada vez más débiles…de un momento a otro, todo se había detenido.
...instantáneamente, todo se había arreglado: el único gesto hecho por Géminis había sido el acercar el dedo índice de su mano derecha a la frente de Capricornio, causando una ilusión que a pesar de ser solo eso, algo falso, para el pelinegro seguro se había sentido muy real…
Así comenzaba todo, de ahora en adelante, Capricornio sería la más fiel marioneta de Aspros de Géminis.
Bien chico...cual es tu nombre?
Aspros- Caballeros Dorados
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Re: Pasillos de Géminis
Todavía se estaba recuperando de la perdida excesiva de cosmos que había sufrido al crear aquellos relojes extraños que de alguna manera pudieron absorber el daño. Se preguntaba si lo que el Santo de Géminis hizo al atacar fue algo indispensable pues él pudo haber fallado durante la ejecución de la técnica y salir gravemente herido de no haber encontrado el método para activar el poder de su recientemente descubierta habilidad. En cierta manera le recordaba a cuando intentó controlar los brazos traslucidos que había aprendido a crear gracias a Genas, que a pesar de no haberle sido de gran utilidad, con sus palabras vagas logró hacer que Night comprendiera el concepto. Se sentía exhausto después de haber creado esa barrera para detener el ataque del otro Santo, tan agotado que a duras penas podía ver lo que el guardián del tercer Templo hacía.
Escuchó el sonido de una pieza metálica golpear el suelo. En el estado en el que se encontraba el sonido fue como una campana que lo aturdió por completo, obligándolo a reaccionar. Pero había sido demasiado tarde pues antes de conocer el origen del sonido el Santo de Géminis se posicionó frente a él y, seguidamente, introdujo su dedo por las cuencas del pelinegro, causándole sensaciones de dolor que no se hicieron esperar. Quería gritar pero no podía hacerlo por el cansancio, puesto que sus cuerdas vocales estaban igual que el resto de su cuerpo, imposibilitado. De la boca de Night sólo salían leves quejidos mientras unos hilos de sangre brotaban del lugar que le correspondía a sus globos oculares. Todo eso era tan real. No se explicaba por qué Géminis lo estaba torturando de esa forma. Después de ver ese espectáculo sangriento, observo al hombre de melena azul parado frente a él apuntando con el dedo hacia su frente. ¿Fue algo verdadero u otro de los tantos trucos del Dorado de Géminis? No sospechaba que Aspros pudo haber irrumpido en algo más que su cuerpo. Le preguntó su nombre y el pelinegro le respondió rápidamente, poniéndose de pie, como si le fuera imposible negarse a cumplir con una orden del otro.
-Mi nombre es Night.-
Escuchó el sonido de una pieza metálica golpear el suelo. En el estado en el que se encontraba el sonido fue como una campana que lo aturdió por completo, obligándolo a reaccionar. Pero había sido demasiado tarde pues antes de conocer el origen del sonido el Santo de Géminis se posicionó frente a él y, seguidamente, introdujo su dedo por las cuencas del pelinegro, causándole sensaciones de dolor que no se hicieron esperar. Quería gritar pero no podía hacerlo por el cansancio, puesto que sus cuerdas vocales estaban igual que el resto de su cuerpo, imposibilitado. De la boca de Night sólo salían leves quejidos mientras unos hilos de sangre brotaban del lugar que le correspondía a sus globos oculares. Todo eso era tan real. No se explicaba por qué Géminis lo estaba torturando de esa forma. Después de ver ese espectáculo sangriento, observo al hombre de melena azul parado frente a él apuntando con el dedo hacia su frente. ¿Fue algo verdadero u otro de los tantos trucos del Dorado de Géminis? No sospechaba que Aspros pudo haber irrumpido en algo más que su cuerpo. Le preguntó su nombre y el pelinegro le respondió rápidamente, poniéndose de pie, como si le fuera imposible negarse a cumplir con una orden del otro.
-Mi nombre es Night.-
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Re: Pasillos de Géminis
Bien Night, es hora de que empecemos a movernos, es el momento de que tomemos nuestro legítimo lugar como señores de toda esta tierra…es el momento de ir a-
Aspros se detuvo, puesto que ahora que había conseguido subyugar a Capricornio, su mente se encontraba sumergida en un conflicto mucho más significante de lo que hubiera podido prever: en un lado su parte orgullosa y codiciosa se encontraba deseosa de continuar con los designios fijados por la sombra del pasado que se encontraba anclada a la Cloth de Géminis; del otro estaba su lado más humano, quien a pesar de no tener control del cuerpo compartido por él y el codicioso, si tenía una noción y percepciones más fuertes de que acontecimientos se sucedían en el mundo. Y una de las cosas más fervientes que su instinto le decía era que alguien sumamente importante para él como para el mundo se encontraba en un peligro inconmensurable…y a través de ese sentimiento, sus ganas de tomar el control e ir a averiguar que era lo que pasaba aumentaban poco a poco, haciendo que Aspros se quedara paralizado momentáneamente mientras sus dos lados discutían para saber quien quedaría al mando de su representación física de ese momento en adelante.
De-debemos ir hacia el lugar donde se reúnen todas esas energías…siento que eso es algo malo…siento como s-si lo que sucediera allí nos llamara…como sí debiéramos estar presentes…
No...hemos avanzado bastante en este día, no podemos perder más tiempo en tonterías de las cuales ni siquiera estas seguro…por ahora, iremos a-
-Starhill. dijo finalmente Aspros, no con el tono de voz común y corriente que solían usar sus dos caras comunes, sino que en ese momento quien había hablado había sido el mismísimo Santo Dorado de Géminis de la era pasada, cuya ambición había perdurado hasta aquel mismo instante y ahora vivía a través del lado más codicioso del ex-senador y gemelo de Cambre. Con un último movimiento desinteresado, Aspros empezó a bajar las escaleras del Santuario...su meta era Starhill, el lugar terrenal que estaba más cerca de los cielos y más adecuadamente, el lugar donde se coronaría como el regente de todo el recinto de Athena.
Aspros se detuvo, puesto que ahora que había conseguido subyugar a Capricornio, su mente se encontraba sumergida en un conflicto mucho más significante de lo que hubiera podido prever: en un lado su parte orgullosa y codiciosa se encontraba deseosa de continuar con los designios fijados por la sombra del pasado que se encontraba anclada a la Cloth de Géminis; del otro estaba su lado más humano, quien a pesar de no tener control del cuerpo compartido por él y el codicioso, si tenía una noción y percepciones más fuertes de que acontecimientos se sucedían en el mundo. Y una de las cosas más fervientes que su instinto le decía era que alguien sumamente importante para él como para el mundo se encontraba en un peligro inconmensurable…y a través de ese sentimiento, sus ganas de tomar el control e ir a averiguar que era lo que pasaba aumentaban poco a poco, haciendo que Aspros se quedara paralizado momentáneamente mientras sus dos lados discutían para saber quien quedaría al mando de su representación física de ese momento en adelante.
De-debemos ir hacia el lugar donde se reúnen todas esas energías…siento que eso es algo malo…siento como s-si lo que sucediera allí nos llamara…como sí debiéramos estar presentes…
No...hemos avanzado bastante en este día, no podemos perder más tiempo en tonterías de las cuales ni siquiera estas seguro…por ahora, iremos a-
-Starhill. dijo finalmente Aspros, no con el tono de voz común y corriente que solían usar sus dos caras comunes, sino que en ese momento quien había hablado había sido el mismísimo Santo Dorado de Géminis de la era pasada, cuya ambición había perdurado hasta aquel mismo instante y ahora vivía a través del lado más codicioso del ex-senador y gemelo de Cambre. Con un último movimiento desinteresado, Aspros empezó a bajar las escaleras del Santuario...su meta era Starhill, el lugar terrenal que estaba más cerca de los cielos y más adecuadamente, el lugar donde se coronaría como el regente de todo el recinto de Athena.
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Re: Pasillos de Géminis
Sus ojos rojizos se notaban más opacos de lo normal, como si el Santo estuviera totalmente ausente del mundo y sólo tuviera oídos para escuchar las órdenes de Aspros. Sin poner objeción alguna el chico comenzó a seguir el camino marcado por el Caballero de Géminis, bajando las escaleras muy rápidamente, a diferencia de su hermano de armas, usando la velocidad tan reconocida que sólo era poseída por los caballero de rango oro. Iba justo detrás del hombre de larga cabellera azulada, desinteresado del lugar al que lo estaba guiando.
Su cuerpo se sentía diferente, mucho más liviano y con las energías aumentadas, posiblemente por haber desaparecido los relojes y ya no tener que estar otorgándoles su energía cósmica. Aunque también podía tratarse de que finalmente su cuerpo se estaba adaptando y ya no le sería tan complicado soportar los entrenamientos. El viento golpeaba su rostro mientras los rayos del atardecer empapaban la armadura dorada de Capricornio durante el recorrido del pelinegro en compañía del Géminis. Todavía le parecía extraño que se sintiera atraído a la idea de perseguir a Aspros, sin desconfiar de aquel hombre que había jugado con su mente. Para Night el nuevo Santo que había conocido era un hombre por el que no tenía que inquietarse. Los pasos de Night sonaban con potencia al golpear los peldaños, pero el sonido se perdía rápidamente mientras el chico aceleraba para no perder a su nuevo compañero.
Pero, un detalle importantísimo se le olvido al imponente guardián. Por ir a una velocidad que era innecesaria perdió de vista al Santo que iba con un andar despreocupado. Estaba tan centrado en llegar a la meta que olvido el camino. Bajo la velocidad y regresó a Aspros, tratando de no perderlo otra vez.
Su cuerpo se sentía diferente, mucho más liviano y con las energías aumentadas, posiblemente por haber desaparecido los relojes y ya no tener que estar otorgándoles su energía cósmica. Aunque también podía tratarse de que finalmente su cuerpo se estaba adaptando y ya no le sería tan complicado soportar los entrenamientos. El viento golpeaba su rostro mientras los rayos del atardecer empapaban la armadura dorada de Capricornio durante el recorrido del pelinegro en compañía del Géminis. Todavía le parecía extraño que se sintiera atraído a la idea de perseguir a Aspros, sin desconfiar de aquel hombre que había jugado con su mente. Para Night el nuevo Santo que había conocido era un hombre por el que no tenía que inquietarse. Los pasos de Night sonaban con potencia al golpear los peldaños, pero el sonido se perdía rápidamente mientras el chico aceleraba para no perder a su nuevo compañero.
Pero, un detalle importantísimo se le olvido al imponente guardián. Por ir a una velocidad que era innecesaria perdió de vista al Santo que iba con un andar despreocupado. Estaba tan centrado en llegar a la meta que olvido el camino. Bajo la velocidad y regresó a Aspros, tratando de no perderlo otra vez.
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Re: Pasillos de Géminis
6to Post Defensa Especial – Especialización
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Empecemos con esto de una vez… Murmuró el Santo de Géminis con calma, elevando su cosmos y abriendo un portal dimensional frente a su persona mientras que aparte sacaba una de las dos armas que usaba en batalla…más en específico aquella lanza tan particular que tenía dos afiladísimas puntas rojas, un arma que segregaba un veneno potente que degeneraba el cuerpo de cualquiera que recibiera un impacto directo con ella. Haciéndola girar tan solo la lanzó a la inmensidad que había más allá del portal para cerrarlo de forma instantánea. Sabiendo que eventualmente el arma llegaría a impactarlo debido a sus propiedades únicas (que no era ni más ni menos que el poder llegar a su objetivo sin importar lo que sucediera) el gemelo de Cambre se preparó mentalmente mientras que en su mente visualizaba la mejor forma de ejecutar su defensa llegado el momento preciso para aquello.
La tranquilidad se hacía sentir en el Templo de los Gemelos, mientras que con las manos a los lados de su cuerpo y totalmente relajadas Aspros dejaba que su cosmos fluyera de forma libre y despreocupada…
En un instante, sintió como el aire era cortado por un proyectil que se acercaba y en ese mismo momento dirigió su mano al mismo costado por donde impactaría la lanza, creando con su cosmos un octágono de energía con el que las dos puntas de su arma chocaron y con fuerza atravesaron casi por completo al tiempo que la energía del escudo repelía poco a poco el objeto, haciéndolo retroceder cada vez más y más para finalmente y con un impulso enviarla girando a la lejanía, donde fue absorbida por otro portal interdimensional.
No es suficiente. Susurró Aspros mientras que su cosmos seguía fluyendo para así formar otro octágono en una parte totalmente diferente y de nuevo, repeliendo la lanza con algo más de dificultad logrando además que el escudo se rompiera. Exhalando aire, el peliazul volvió a girar para crear otra vez aquella defensa y notar como las puntas de la Lanza de Longinus se acercaba peligrosamente a sus dos ojos, amenazando por supuesto con atravesárselos y dejarlo ciego de forma dolorosa. Con algo de dificultad, el ex-senador dio un manotazo hacia delante para de nuevo hacer retroceder la lanza. ...
El problema que tenía en aquellos momentos no radicaba en la falta de poder o en la dificultad de la técnica…sino en que…
Debo dejar de preocuparme tanto… se dijo a sí mismo, cerrando los ojos e intentando calmarse. Estaba dejando de lado lo más importante…y eso era el estar calmado y listo para lo que fuera. En lugar de presionar las cosas tan solo debía dejar que fluyeran por sí mismas. Debía sentirse como uno solo con el cosmos…debía dejar que sus instintos lo lideraran así como debía dejar de preocuparse sobremanera por poder defenderse o no. Si eso le hubiera preocupado originalmente, no hubiera escapado de la muerte en el momento en que la Berserker lo había atacado, o cuando detuvo la erupción de la Isla Kanon o cuando había sobrevivido a la caída de Starhill.
Sí, estaba listo.
Ja! Dijo con una exclamación que se perdió rápidamente en el aire, apenas moviendo la cabeza y formando aquel octágono con una potencia aún mayor de la que había usado hasta los instantes sin siquiera mover los dedos y repeliendo de forma inmediata la Lanza de Longinus, atrapándola con la derecha y clavándola en el suelo. Parece que ya lo tengo. Murmuró con calma mientras levantaba una ceja.
Sí…ya tenía la ejecución completa, lo único que faltaba era practicar para poder usarla sin demasiada dificultad. Mientras tanto, ahora se concentraría en otra técnica…una que peculiarmente, era la que caracterizaba al Signo de Géminis. Con una sonrisa en cara, Aspros se adentró en su Templo.
Todavía quedaba bastante que hacer. Por tanto seguiría avanzando tal y como había hecho hasta ahora.
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Empecemos con esto de una vez… Murmuró el Santo de Géminis con calma, elevando su cosmos y abriendo un portal dimensional frente a su persona mientras que aparte sacaba una de las dos armas que usaba en batalla…más en específico aquella lanza tan particular que tenía dos afiladísimas puntas rojas, un arma que segregaba un veneno potente que degeneraba el cuerpo de cualquiera que recibiera un impacto directo con ella. Haciéndola girar tan solo la lanzó a la inmensidad que había más allá del portal para cerrarlo de forma instantánea. Sabiendo que eventualmente el arma llegaría a impactarlo debido a sus propiedades únicas (que no era ni más ni menos que el poder llegar a su objetivo sin importar lo que sucediera) el gemelo de Cambre se preparó mentalmente mientras que en su mente visualizaba la mejor forma de ejecutar su defensa llegado el momento preciso para aquello.
La tranquilidad se hacía sentir en el Templo de los Gemelos, mientras que con las manos a los lados de su cuerpo y totalmente relajadas Aspros dejaba que su cosmos fluyera de forma libre y despreocupada…
En un instante, sintió como el aire era cortado por un proyectil que se acercaba y en ese mismo momento dirigió su mano al mismo costado por donde impactaría la lanza, creando con su cosmos un octágono de energía con el que las dos puntas de su arma chocaron y con fuerza atravesaron casi por completo al tiempo que la energía del escudo repelía poco a poco el objeto, haciéndolo retroceder cada vez más y más para finalmente y con un impulso enviarla girando a la lejanía, donde fue absorbida por otro portal interdimensional.
No es suficiente. Susurró Aspros mientras que su cosmos seguía fluyendo para así formar otro octágono en una parte totalmente diferente y de nuevo, repeliendo la lanza con algo más de dificultad logrando además que el escudo se rompiera. Exhalando aire, el peliazul volvió a girar para crear otra vez aquella defensa y notar como las puntas de la Lanza de Longinus se acercaba peligrosamente a sus dos ojos, amenazando por supuesto con atravesárselos y dejarlo ciego de forma dolorosa. Con algo de dificultad, el ex-senador dio un manotazo hacia delante para de nuevo hacer retroceder la lanza. ...
El problema que tenía en aquellos momentos no radicaba en la falta de poder o en la dificultad de la técnica…sino en que…
Debo dejar de preocuparme tanto… se dijo a sí mismo, cerrando los ojos e intentando calmarse. Estaba dejando de lado lo más importante…y eso era el estar calmado y listo para lo que fuera. En lugar de presionar las cosas tan solo debía dejar que fluyeran por sí mismas. Debía sentirse como uno solo con el cosmos…debía dejar que sus instintos lo lideraran así como debía dejar de preocuparse sobremanera por poder defenderse o no. Si eso le hubiera preocupado originalmente, no hubiera escapado de la muerte en el momento en que la Berserker lo había atacado, o cuando detuvo la erupción de la Isla Kanon o cuando había sobrevivido a la caída de Starhill.
Sí, estaba listo.
Ja! Dijo con una exclamación que se perdió rápidamente en el aire, apenas moviendo la cabeza y formando aquel octágono con una potencia aún mayor de la que había usado hasta los instantes sin siquiera mover los dedos y repeliendo de forma inmediata la Lanza de Longinus, atrapándola con la derecha y clavándola en el suelo. Parece que ya lo tengo. Murmuró con calma mientras levantaba una ceja.
Sí…ya tenía la ejecución completa, lo único que faltaba era practicar para poder usarla sin demasiada dificultad. Mientras tanto, ahora se concentraría en otra técnica…una que peculiarmente, era la que caracterizaba al Signo de Géminis. Con una sonrisa en cara, Aspros se adentró en su Templo.
Todavía quedaba bastante que hacer. Por tanto seguiría avanzando tal y como había hecho hasta ahora.
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Re: Pasillos de Géminis
El Templo de los Gemelos, un lugar reconocido por ser el Laberinto de Luz y Sombra albergaba en aquel momento a un simple sujeto, quien no era otro más que su guardián designado: Aspros de Géminis.
Ubicado justo en medio del recinto, sentado en un trono de piedra lo bastante amplio como para albergarlo junto a su armadura dorada el romano había cubierto su rostro con una máscara de obsidiana especialmente tallada en varias capaz que tan solo dejaba una rendija a través de la cual veía todo lo que sucedía a su alrededor. Posando su cabeza ladeada en la mano derecha, que a su vez estaba apoyada en el posabrazos del mismo costado el santo tan solo existía…
Dejando correr su cosmos para evitar el entumecimiento propio de la estaticidad prolongada y posibles coágulos internos de sangre, el guardián se mantenía impasible a todo lo que se sucedía…eso claro, en caso de que de verdad sucediera algo. La monotonía era ya algo común en aquel lugar en específico.
Al igual que la carencia de importancia desde la perspectiva del caballero, cuyos ojos miraban sin en realidad observar directamente al frente, con las piernas cruzadas y la alta cola de caballo que portaba a través de su casco-máscara completo ondeando con las esporádicas brisas que soplaban desde el exterior al interior del Templo.
...
Con todo marchando, Aspros tan solo...seguía existiendo mientras que su mente se encontraba enfrascada en lo que bien podía ser considerado como un debate o entrenamiento mental. Su consciencia estaba relativamente apagada y su cuerpo correspondía de la misma manera…por otro lado la parte más profunda de su psiquis, aquella donde se desarrollaban los procesos más importantes del cerebro se encontraba maquinando y evolucionando. Poco a poco el Santo de Géminis avanzaba más en su formación más importante hasta la época: con un poco más, se convertiría en un ente divino, con todas las características que ello implicaba.
Con un destello fugaz de sus ojos azules, su cabeza se movía un milímetro hacia delante. Apenas comenzaba.
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1er Post Ataque Especial (Especialización / Sin Elemento)
Ubicado justo en medio del recinto, sentado en un trono de piedra lo bastante amplio como para albergarlo junto a su armadura dorada el romano había cubierto su rostro con una máscara de obsidiana especialmente tallada en varias capaz que tan solo dejaba una rendija a través de la cual veía todo lo que sucedía a su alrededor. Posando su cabeza ladeada en la mano derecha, que a su vez estaba apoyada en el posabrazos del mismo costado el santo tan solo existía…
Dejando correr su cosmos para evitar el entumecimiento propio de la estaticidad prolongada y posibles coágulos internos de sangre, el guardián se mantenía impasible a todo lo que se sucedía…eso claro, en caso de que de verdad sucediera algo. La monotonía era ya algo común en aquel lugar en específico.
Al igual que la carencia de importancia desde la perspectiva del caballero, cuyos ojos miraban sin en realidad observar directamente al frente, con las piernas cruzadas y la alta cola de caballo que portaba a través de su casco-máscara completo ondeando con las esporádicas brisas que soplaban desde el exterior al interior del Templo.
...
Con todo marchando, Aspros tan solo...seguía existiendo mientras que su mente se encontraba enfrascada en lo que bien podía ser considerado como un debate o entrenamiento mental. Su consciencia estaba relativamente apagada y su cuerpo correspondía de la misma manera…por otro lado la parte más profunda de su psiquis, aquella donde se desarrollaban los procesos más importantes del cerebro se encontraba maquinando y evolucionando. Poco a poco el Santo de Géminis avanzaba más en su formación más importante hasta la época: con un poco más, se convertiría en un ente divino, con todas las características que ello implicaba.
Con un destello fugaz de sus ojos azules, su cabeza se movía un milímetro hacia delante. Apenas comenzaba.
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1er Post Ataque Especial (Especialización / Sin Elemento)
Última edición por Aspros el Mar Ene 03, 2012 12:59 pm, editado 3 veces
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Re: Pasillos de Géminis
Moviendo la cabeza, ajustando los hombros y poniéndose recto, el guardián del Templo de Géminis puso en marcha su cuerpo para levantarse del trono que estaba apostado justo en la mitad del pasillo principal de su recinto asignado, avanzando y quedándose quieto tras unos pocos pasos en dirección a la entrada.
Todavía nada, incluso después de todo ese tiempo nada había cambiado. El mundo se había quedado estático, estático y completamente inocuo. Y desde la perspectiva del Santo Dorado no era nada extraño ya que después de todo, los demás no eran más que meros insectos correteando inútilmente de un lado a otro sin cambiar nada en el mundo...incluso, en ese momento lo único que le quedaba era quedarse quieto mientras maquinaba y pensaba. El no tener sentimientos no era más que un paso más para lograr la mayor de las metas posibles...
...
Y de nuevo retornaba la molesta cuestión: si nadie más podía lograr algún tipo de cambio…obviamente le tocaba a los pocos que si eran capaces, pero no valía la pena. De hecho, con tantos insectos ¿cuál era el caso? Ninguno.
Dando un paso hacia delante, el geminiano tan solo continuó en dirección a la entrada algo derruida del Templo de los Gemelos con pasos cortos que apenas si soltaban un cierto ruido, un murmullo que se perdía con facilidad en la inmensidad, oscuridad y grandeza del tercer recinto del zodiaco.
Deteniéndose justo en el umbral que llevaba directamente a las escaleras descendientes, Aspros cruzó ambos brazos a su espalda dejando que la cola de caballo que sobresalía de su casco de obsidiana ondeara con el poco viento que apenas llegaba a aquel sitio. Todo seguía en su curso imperturbable…todo continuaba siendo ininteresante y desprovisto de importancia. Todo seguía como antes…
…así como la certeza de que pronto alcanzaría algo mayor, incluso si su mente “consciente” no pensara en eso de forma automática, su subconsciente maquinaba, poco a poco, conectando puntos y logrando objetivos. Faltaba menos…menos para poder ascender a algo muy alejado de los humanos comunes y corrientes.
Faltaba poco para ser una verdadera divinidad.
-------
2do Post Ataque Especial (Especialización / Sin Elemento)
Todavía nada, incluso después de todo ese tiempo nada había cambiado. El mundo se había quedado estático, estático y completamente inocuo. Y desde la perspectiva del Santo Dorado no era nada extraño ya que después de todo, los demás no eran más que meros insectos correteando inútilmente de un lado a otro sin cambiar nada en el mundo...incluso, en ese momento lo único que le quedaba era quedarse quieto mientras maquinaba y pensaba. El no tener sentimientos no era más que un paso más para lograr la mayor de las metas posibles...
...
Y de nuevo retornaba la molesta cuestión: si nadie más podía lograr algún tipo de cambio…obviamente le tocaba a los pocos que si eran capaces, pero no valía la pena. De hecho, con tantos insectos ¿cuál era el caso? Ninguno.
Dando un paso hacia delante, el geminiano tan solo continuó en dirección a la entrada algo derruida del Templo de los Gemelos con pasos cortos que apenas si soltaban un cierto ruido, un murmullo que se perdía con facilidad en la inmensidad, oscuridad y grandeza del tercer recinto del zodiaco.
Deteniéndose justo en el umbral que llevaba directamente a las escaleras descendientes, Aspros cruzó ambos brazos a su espalda dejando que la cola de caballo que sobresalía de su casco de obsidiana ondeara con el poco viento que apenas llegaba a aquel sitio. Todo seguía en su curso imperturbable…todo continuaba siendo ininteresante y desprovisto de importancia. Todo seguía como antes…
…así como la certeza de que pronto alcanzaría algo mayor, incluso si su mente “consciente” no pensara en eso de forma automática, su subconsciente maquinaba, poco a poco, conectando puntos y logrando objetivos. Faltaba menos…menos para poder ascender a algo muy alejado de los humanos comunes y corrientes.
Faltaba poco para ser una verdadera divinidad.
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2do Post Ataque Especial (Especialización / Sin Elemento)
Última edición por Aspros el Mar Ene 03, 2012 1:04 pm, editado 3 veces
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Re: Pasillos de Géminis
Curiosamente, encontrarse en el umbral del Templo de Géminis le dio una ligera noción de lo que acontecía en el resto del Santuario: dejar que sus sentidos se enfocaran en la tarea de sentir el mundo a su alrededor fue más que suficiente para notar la salida apresurada del chiquillo de Aries en dirección a Athenas. Razones sobraban mientras que el interés faltaba. En cualquier caso no había nada más que agregar…tan solo observar el desarrollo de los eventos con ojos atentos.
...
Dándose la vuelta y caminando en pos del centro de su recinto asignado, el geminiano volvía a sentarse en el particular trono situado en el medio del camino principal con ambos brazos perfectamente apostados a los lados. Cerrando los ojos, se dispuso a dormir al tiempo que a su alrededor se vislumbraban incontables estrellas y galaxias titilando al compás de su energía dorada.
En definitiva, solo quedaba esperar. Ni de un lado ni del otro había acción, tan solo inacción y por lo que le constaba al peliazul el único Santo apostado en las Doce Casas era él mismo...exactamente por lo que de ninguna forma saldría de allí. Ya bastantes años habían pasado los Doce Templos en solitario, expuestos y débiles…ya no más.
Levantando el índice derecho y dando un solo toque en el posabrazos con decisión, la negrura envolvió el pasillo principal de Géminis así como su mente. Si iba a descansar de paso se aseguraría de levantar las defensas naturales del Templo de los Gemelos.
Otra Dimensión. Murmuró en una voz que propiamente no se asemejaba a la anterior que hubiera pronunciado, todo debido al cambio de tono, ánimos y por supuesto, la acción del casco-máscara de obsidiana que llevaba puesto desde hacía un tiempo.
Y ahora, nuevamente, Géminis se volvía el portal hacia otros mundos, permitiéndole al peliazul quedarse tranquilo mientras que su cosmos se magnificaba y mutaba en algo mucho más poderoso aún si el proceso se llevaba su tiempo.
Galaxias, estrellas, planetas y el vacío infinito del espacio…todo ello ya se doblegaba a su voluntad e incluso podía destruirlas con su mejor técnica en batalla. Pero no era suficiente, todavía faltaba algo más. Controlar mentes, destruir estrellas, extinguir la vida, congelar la existencia, destruir la materia de un golpe, usar el calor y manejar el sonido…debía llevar todas sus técnicas a un nuevo nivel.
Abriendo ligeramente sus ojos detrás de la máscara de obsidiana que portaba, un ligero estallido de cosmos le siguió junto a una manifestación física que salía directamente de su espalda…
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3er Post Ataque Especial (Especialización / Sin Elemento)
...
Dándose la vuelta y caminando en pos del centro de su recinto asignado, el geminiano volvía a sentarse en el particular trono situado en el medio del camino principal con ambos brazos perfectamente apostados a los lados. Cerrando los ojos, se dispuso a dormir al tiempo que a su alrededor se vislumbraban incontables estrellas y galaxias titilando al compás de su energía dorada.
En definitiva, solo quedaba esperar. Ni de un lado ni del otro había acción, tan solo inacción y por lo que le constaba al peliazul el único Santo apostado en las Doce Casas era él mismo...exactamente por lo que de ninguna forma saldría de allí. Ya bastantes años habían pasado los Doce Templos en solitario, expuestos y débiles…ya no más.
Levantando el índice derecho y dando un solo toque en el posabrazos con decisión, la negrura envolvió el pasillo principal de Géminis así como su mente. Si iba a descansar de paso se aseguraría de levantar las defensas naturales del Templo de los Gemelos.
Otra Dimensión. Murmuró en una voz que propiamente no se asemejaba a la anterior que hubiera pronunciado, todo debido al cambio de tono, ánimos y por supuesto, la acción del casco-máscara de obsidiana que llevaba puesto desde hacía un tiempo.
Y ahora, nuevamente, Géminis se volvía el portal hacia otros mundos, permitiéndole al peliazul quedarse tranquilo mientras que su cosmos se magnificaba y mutaba en algo mucho más poderoso aún si el proceso se llevaba su tiempo.
Galaxias, estrellas, planetas y el vacío infinito del espacio…todo ello ya se doblegaba a su voluntad e incluso podía destruirlas con su mejor técnica en batalla. Pero no era suficiente, todavía faltaba algo más. Controlar mentes, destruir estrellas, extinguir la vida, congelar la existencia, destruir la materia de un golpe, usar el calor y manejar el sonido…debía llevar todas sus técnicas a un nuevo nivel.
Abriendo ligeramente sus ojos detrás de la máscara de obsidiana que portaba, un ligero estallido de cosmos le siguió junto a una manifestación física que salía directamente de su espalda…
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3er Post Ataque Especial (Especialización / Sin Elemento)
Última edición por Aspros el Mar Ene 03, 2012 1:11 pm, editado 1 vez
Aspros- Caballeros Dorados
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AD - Ignición (4200)*
AD - Disrupción (4300)*
AM - Golpe Centrado (4500)*
AM - Sentencia (4600)*
AF - Satan Imperial (4800)*
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Re: Pasillos de Géminis
El mundo está hecho para aquellos que tienen lo denominado “sueños”.
El mundo está hecho para aquellos quienes sufren por sus “ambiciones”.
El mundo está hecho para aquellos embargados por sus “aspiraciones”.
Muéstrame la verdad, muéstrame las mentiras, muéstrame lo que construye este mundo.
En palabras todos se pierden, con palabras todos son engañados, gracias a las palabras es que vivimos.
Las mentiras son como el sol, incandescentes y brillantes, pero peligrosas al contacto.
La verdad es como la luna, delicada y distante, pero nos ayuda a estar prevenidos.
Adelante...sigue adelante, vamos pequeño humano. Camina entre la falsedad y cae al abismo, se aplastado por las mentiras y congélate en la tundra de la verdad.
Esa es tu Sentencia.
Y en medio de la oscuridad así como de la inconsciencia, el cosmos del Santo Dorado de Géminis seguía fluyendo de forma libre en forma de destellos dorados que se extendían desde sus pies hasta al menos, tres metros a la redonda, todo estando en completo desacuerdo de su propósito original: mantener el Laberinto de Luz y Sombra activo.
Con la ilusión rota y el camino despejado para cualquiera que atravesara su camino en dirección a los demás Templos del Zodiaco, el Santo de Géminis se encontraba todavía sumido en un estado no muy distante del sueño más profundo, de aquel que podía conferir el mismísimo dios de los sueños en persona…
Sus manos apoyadas en los posabrazos del trono, sus pies firmemente puestos sobre el suelo y su cabello recogido en la cola de caballo que sobresalía por encima de su casco-máscara, el Caballero bien podía ser confundido con un simple cadáver o más precisamente, un muñeco. Y aún así la cantidad de energía que emanaba de su persona dejaba de lado esa posibilidad.
La razón era que a través de la mutación y el cambio, su cosmos había terminado por apagar totalmente su consciencia superficial, dejando el psiquis más profundo meditando y alcanzando un estado superior a todo lo que antes su hubiera podido ver. Directamente atrás, con su espalda apostada sobre el enorme asiento una luz se manifestaba y se condensaba, adquiriendo poco a poco una forma que se hacía más definida…más nítida…
E incluso así, su sueño continuaba ininterrumpido y su rostro impasible, dejando varios mechones azulados fluir tranquilamente a lo largo de su cabeza que poco a poco empezaban a flotar con calma, casi como si se encontrara debajo del agua...
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4to Post Ataque Especial (Especialización / Sin Elemento)
El mundo está hecho para aquellos quienes sufren por sus “ambiciones”.
El mundo está hecho para aquellos embargados por sus “aspiraciones”.
Muéstrame la verdad, muéstrame las mentiras, muéstrame lo que construye este mundo.
En palabras todos se pierden, con palabras todos son engañados, gracias a las palabras es que vivimos.
Las mentiras son como el sol, incandescentes y brillantes, pero peligrosas al contacto.
La verdad es como la luna, delicada y distante, pero nos ayuda a estar prevenidos.
Adelante...sigue adelante, vamos pequeño humano. Camina entre la falsedad y cae al abismo, se aplastado por las mentiras y congélate en la tundra de la verdad.
Esa es tu Sentencia.
Y en medio de la oscuridad así como de la inconsciencia, el cosmos del Santo Dorado de Géminis seguía fluyendo de forma libre en forma de destellos dorados que se extendían desde sus pies hasta al menos, tres metros a la redonda, todo estando en completo desacuerdo de su propósito original: mantener el Laberinto de Luz y Sombra activo.
Con la ilusión rota y el camino despejado para cualquiera que atravesara su camino en dirección a los demás Templos del Zodiaco, el Santo de Géminis se encontraba todavía sumido en un estado no muy distante del sueño más profundo, de aquel que podía conferir el mismísimo dios de los sueños en persona…
Sus manos apoyadas en los posabrazos del trono, sus pies firmemente puestos sobre el suelo y su cabello recogido en la cola de caballo que sobresalía por encima de su casco-máscara, el Caballero bien podía ser confundido con un simple cadáver o más precisamente, un muñeco. Y aún así la cantidad de energía que emanaba de su persona dejaba de lado esa posibilidad.
La razón era que a través de la mutación y el cambio, su cosmos había terminado por apagar totalmente su consciencia superficial, dejando el psiquis más profundo meditando y alcanzando un estado superior a todo lo que antes su hubiera podido ver. Directamente atrás, con su espalda apostada sobre el enorme asiento una luz se manifestaba y se condensaba, adquiriendo poco a poco una forma que se hacía más definida…más nítida…
E incluso así, su sueño continuaba ininterrumpido y su rostro impasible, dejando varios mechones azulados fluir tranquilamente a lo largo de su cabeza que poco a poco empezaban a flotar con calma, casi como si se encontrara debajo del agua...
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4to Post Ataque Especial (Especialización / Sin Elemento)
Última edición por Aspros el Mar Ene 03, 2012 1:28 pm, editado 3 veces
Aspros- Caballeros Dorados
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