Villa Adriana

por Solomon Sáb Jul 31, 2010 8:10 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Una carroza aparecia en el horizonte de la colina "purpura", llamada asi por el afloramiento de extrañas plantas de hojas y retoños purpuras que aparecieron poco despues del inicio de la construcción de la villa. La caballeria avanzaba a paso lento por entre aquellas pequeñas flores que desplegaban sus delicados petalos al notar la presencia del esplendoros sol que justo ese dia aparecia como señal de buena fortuna.

La villa Adriana era propiedad del padre de Solomon, aunque su remodelamiento habia sido recientemente iniciado a petición de la hermana menor de la familia. Justo eso traia al joven senador a casa...Samantha.

La carroza luego de pasar por el arco de enredaderas se detenia frente a la entrada principal adornada por una par de estatuas dedicadas a la diosa Afrodita y Hermes, ambos dioses predilectos de la madre y padre del joven respectivamente.

Villa Adriana - Página 2 Maquetava

El joven de cabellos rubios bajo haciendo esperar al cochero con una seña, previamente habia pasado por todo Roma sin ver ninguna rastro aparante de los homenajeados, solo decenas de peronas haciendo los preparativos, todo iba bien, y mientras todo siga en calma y orden en la ciudad él podia ausentarse una par de horas.

No habia rastros de sus hermanos lo cual le extraño mucho, si habia algo importante que hacer era mantener una imagen de familia unida, no era por él, sino por el bienestar de todo Roma, ya era suficiente con la disputa apaciguada entre Fye y Virgilius...lo que fue una comidilla para la nobleza durante meses. Una verdadera decepción.

Abrio pausadamente la puerta, un silencio absoluto hacia aparentar la ausencia de personas en la primera estancia. El joven quedo cavilando un par de minutos para luego cerrar con relativa fuerza el portico. Un par de esclavos se acercaron rapidamente para atender a su señor. La musica comenzo a sonar para agrado de Solomon.

Sirviente: Su hermano salio rumbo al puerto mi señor...

Lose, supe de eso por la mañana, dime...donde se encuentra Samantha.

El criado de tez morena le indico hacia los jardines del coliseo maritimo, a lo cual Solomon salio rumbo a aquel recinto.

Villa Adriana - Página 2 Villa_adriana

Llego pronto a caballo al recinto reconocido como "el más bello" en la epoca de juventud de su padres, una construcción circular adornada con varias esculturas de varias divinidades en cuyo centro e hallaba una pequeña isla con gradas. Alli pudo oir la voz clara y hermosa de su hermana. Camino pausadamente para posar su ojos sobre los de ella.

Samantha...aun estas aqui...

Avanzo hata ponerse a su altura. Su voz era firma y algo fria sin perder la familiaridad con que se trataban. Desde que su padre murio, olomon habia atentido en lo mejor posible a su hermana, por que la queria...aunque un pasado tragico estuviera siempre preente entre ambos...

Levantante hermana, debemos ir de inmediato a Roma, es nuestro deber como parte de la familia real...lo sabes bien...

por Pandora1 Vie Ago 20, 2010 7:59 am

Yo estaba jugando con el brillo que reflejaba en la copa plateada, la giraba de un lado al otro mientras escuchaba las sinceras palabras de la joven chica que se encontraba al frente de mi. Mientras disfrutaba del frescor de la noche, del aire relajante que corrie a travez de la entrada de aquella cupula en el jardin. Aquella bella noche que aun permanecia firme pero a la cual no quedaba mucho para acabar. Cada palabra que viajaba a mis oidos desde los labios sinceros de aquella mujer me impresionaban, me hacian sentir especial, era algo muy lindo lo que sentía en ese momento, era la primera vez que sentía que tenia alguien de confianza frente a mi, a quien podia expresar mis pensamientos. Al terminar de hablar Cassie, yo deje la copa sobre la mesa, pero deje mi mano apoyada en ella, y cerre los ojos por un momento asintiendo con la cabeza al escuchar las oraciones tan serias de aquella joven.

-Entiendo lo que sientes al no saber que decir, joven mujer, yo tambien lo he sentido. Aunque no haya pasado lo que tú en mi vida, pero fui una sirvienta toda mi vida, y nunca tuve la oportunidad que expresar mis sentimientos a alguien... y eso me molestó mucho...sentía una presion muy grande dentro de mi pecho, al no poder soltar palabra alguna... desde que mi hermano se fue, no tenia a una persona a quien confiar mis palabras...

Asi culmine mis palabras hacia Cassie, tomando mi copa y vasiandola de una vez. Luego la apoye de nuevo, suavemente sobre la mesa. Miré hacia la entrada y vi que entraba aquel joven escalvo con una vandeja con alimento, unos pequeños panecillos que ya habia provado hace poco tiempo, en mi charla con mi patrona. Entonces sonreí y pedi al niño que se acerque, entonces tome con mi mano derecha la vandeja y la apoyé sobre la mesa, en medio de ella. Tomé un pan.

-Estos son deliciosos, anda, come...-

Di varios mordiscos al panecillo y lo termine. Enseguida me levante del lugar, acomodé un poco mis vestimentas arrugadas y caminé hacia la entrada, mire el cielo, sali afuera por unos momentos y al instante regrese con mi corcel, aquel de color negro, de pelaje brillante y mirada profunda, lo traje hacia la entrada de la cúpula, mientras miraba a Cassie.

-Haa ya estan comenzando a extorbarme estas monedas de oro... es hora de que vaya a la banca. Pero hazme un favor, Cassie; quedate aqui y come un poco, por si las dudas llegase a venir Richard, y dile que necesitaba ir a la banca. No tardare mucho igualmente, en unos instantes estaré de vuelta...

Me moenté en el caballo de un salto y jale de las riendas.

¡Hiiiaaaaaaa!

Me marche hacia la banca, para desacerme de un poco de carga.

por Richard Vie Ago 20, 2010 8:58 am

el velo de la noche cubría toda la villa, solo unas pocas luces iluminaban en aquel paraje nocturno además de la plateada luz de la luna, caminaba a pasos firmes como siempre y un sirviente a mi lado llevando con sigo una vela para iluminar mi sendero, el viento frío de la noche soplaba y acariciaba mi rostro al instante que mis cabellos ondeaban al compás de la brisa nocturna, en la fuente reflejado estaba aquel astro lunar que era la compañía de quienes aun no conciliaban en sueño, llegue hasta la cúpula donde me esperaba Cassie.

al llegar pude ver que no se encontraba Flori con ella, mirando a los sirvientes les dije: pueden retirarse ya, no los necesito por ahora pero antes tráiganme una botella de vino y dos copas además de algunos aperitivos, además en cuanto vean a Flori díganle que valla a preparar la habitación para el senador Alucar que se quedara con nosotros esta noche, luego de mis palabras a los esclavos estos se marcharon y luego trajeron lo que le había pedido, dejaron las velas en aquel lugar y se marcharon definitivamente para dejarme a Solas con aquella dama.

¿No le había ordenado a Flori que te acompañase?, pero bueno, así que eres Cassie ¿no?, pues como te has dado cuenta soy Richard uno de los patrones de esta villa, en primer lugar quisiera saber que te trae por estos parajes joven dama pues por tu aspecto no eres romana, le dije para callar y durante aquel silencio sepulcral que con envolvía serví yo mismo vino para ambos y le ofrecí una copa, a la espera de una respuesta.

por Cassie Vie Ago 20, 2010 4:51 pm

Aquella noche tan Perpetué ante la vista de aquellas confeccionadas damiselas, dialogantes de una vez, pero que parecía ser amigas de siempre, toda una bonanza agradable, tal parecía, que Cassie avíese ganada una nueva amiga en su rebuscada vida, agradeciendo haber sido una hoja suelta en el firmamento robusto, dejándose incondicionalmente ser arrastrada entre la brisa y arribar en aquella villa.

Flori hablaba y hablaba, palabras tan claras, tan tiernas, llenas de sinceridad, nada escaseaba en esa noche, donde por fin la maldad no se asomaba, con faz sátira y llena de denigrantes situaciones para el corazón y el alma humana, no, esa noche era distinta, sin palabras para poder describir tales vivencias, tan solo unas cuantas, mal empleadas tal vez o exageradas, pero así lo deseaba Cassie: Una noche perfectamente tranquila.

Pero toda esa convivencia apacible fue cortada imprescindiblemente con el levantar de dicha mujer, alejándose por meros segundos de aquella cúpula de jardín, y reapareciendo montada en un fiel corcel azabache, tan negro y brillante, de porte imponente, como si se tratase de un legionario mítico.
Flori dirigió unas cuantas palabras de despido hacia la jovenzuela Cassie, esta salió de la construcción raquítica y recargo su cuerpo en una pilastra, mirado como se alejaba la mujer tan solo resto decir:

-Tenga cuidado, amable doncella, que la luz de la luna la resguarde de toda maldad.

Soltando un sollozante sonido de garganta, la mujer reflejaba la vagancia de mente en esos momentos solemnes.

De repente todo cambio, la brisa olía distinto, un aroma dulzón y algo de eucalipto, exquisita fragancia que envolvía el olfato de la dama, volteando y mirando con asombre: el amo Richard yacía también en aquel lugar; este se acerco y ordenó tragos y velas a los esclavos, Cassie nuevamente se adentro en la cúpula y acompaño a su nuevo amo, escuchando en sigilo toda sus palabras, esperando que este culminara para que diese respuesta de sus dudas.

-Joven amo a su primera respuesta, tan solo queda decirle que la damisela Flori salió hacia el banco Romano, a dejar unas cuantas monedas que tenia bajo posesión, dejándome el recado de que llagara a no más tardad a medio día, amo.

Guardo silencio, y le vio fijamente, tragando saliva, dejando que la brisa fuese la que llevara sus palabras hacia su amo, esta cierra lo ojos y dice con amargue de alma:

-Efectivamente amo, no le puedo engañar, no soy Romana, desgracia la amia, puesto observo que aquí los esclavos no aparenta su atadura, tan felices, tan sinceros, tan tiernos, en cuanto a mi todo lo contrario, yo… amo mío, soy de las tierras azabaches de Hispania, crudo lugar aunque con parajes excitantes, pero ahí la gente tan ruin tan endemoníaca es, que por lo que tuve que huir, mi pasado amargo es y tal vez no mute dolor en su corazón o una leve pea, pero no quiero generarle un malestar, así que me resisto a decir mas, esperando que a usted no le ofenda, mi acción tan descarada amo mío.

Guardo silencio y o dijo mas pues estaba demasiada nerviosa para aquella ocasión de cuestión y miradas tiernas.

por Pandora1 Lun Ago 23, 2010 8:55 am

Ya de vuelta a mi queridicima villa, cuando no queda mucho para que la noche se marche dejando paso al día. Voy en una cabalgata agradable montada sobre mi fiel corcel, mientras el viento frio acaricia con gran descaro mi piel. Levantando polvo a cada paso sobre el suelo repleto de tierra, haciendo volar el polvillo hacia el horizonte; iba disfrutando del clima y la noche, llendo con mi mirada puesta en el camino, en el hermoso firmamento repleto de brillantes estrellas. Volvia de dejar mi dinero en la boveda, y le habia dejado el encargo a Cassie de que si llegase a venir el amo Richard le dijera de mi partida, y que no tardaría mucho en regresar, y asi fue, ya estaba de regreso. Aunque yo tenia el presentimiento de que mi patrón, ahora jefe de Cassie, ya habia llegado a la cúpula, en donde habia dejado esperando a mi nueva amiga. Entonces apresuré al animal, aunque noté que ya estaba un tanto agotado. Ya veia los pilares de la entrada de la villa, y el mar que la rodeaba, tan pacífico como la misma noche. Comenzaban a verse las construcciones cerca del camino y la cerca en donde estaban los demas caballos. Enotnces me vaje de mi corcel y lo lleve hasta allí, lo coloque delante de un estanque de agua fresca, para que descanse y beba un poco, total podía llegar yo sola caminando hasta la cúpula. Pero justo unos metros antes de llegar me interceptó un sirviente que venia caminando hacia donde estaba yo.

-Disculpa, el señor Richard me dejó dicho que te comunique que debes prearar la habitacion del cenador Alucard que se quedará aqui esta noche.-

-¿Que? ¿un cenador esta aqui? de acuerdo... y... ¿Richard sigue aquí? ¿Donde esta?

-Se encuentra en la cúpula, platicando con la jovencita nueva.... Cassie, creo que se llama...

-Bien, gracias, sigue con tu trabajo por favor, jovencito.-

Me deshice rapido de aquel sirviente, dejandolo atras, mientras corria hacia la cúpula, y note que Richard ya habia llegado. Entonces me acerque e hice una leve reverencia frente a el. Luego me paré derecha y me decidi a hablar con él.

-Por favor, disculpe mi ausencia, señor Richard, se que me habia dicho que permaneciera al lado de Cassie, es que debía ir a la banca, no aguantaba ya el peso de las monedas de oro, no podia llevar más y tuve que ir. Sin embargo no tuve tiempo de avisar a usted ni a la señora Samantha, ya que ella no deseaba que nadie mas entre en su habitacion y usted debia hablar con ella... de veras lo siento mucho. *Hice una pequeña pausa para tomar aire y continue* Ahora ire a preparar una habitacion para el cenador Alucard, como usted ordenó anteriormente...

Di media vuelta y comence a caminar lentamente para ir a la casa, así hacia mi tarea ordenada por mi patrón Richard.

por Cassie Lun Ago 23, 2010 10:27 pm

El silencio levemente se mutaba en aquella cúpula donde Cassie de confesaba con su amo Richard, aun así, se le fue interrumpida por la mujer de nombre Flori la cual regresaba de sus labores bancarios, pidiendo disculpas por dejar abandonada a la errante mujer de Hispania. Tan solo Cassie cubrió su sonrisa por aquella acción natural de su compañera, cerrando los ojos dijo:

-Pues por mi no hubo problema en dejarme sola, al contrario fue tranquilo estar pensando un rato entre estos suculentos rosales de nuestros amos, además, se me otorgó el honor de conocer un poco mas la voz de mi patrón Richard…

Guardo silencio puesto no sabio ni lo que decía aquella mujer sin educación, mirando un poco a su amo se sonrojea, después escucha que Flori anunciando su retirada por lo que dicha mujer se levanta hace una leve reverencia a su amo y la alcanza antes de que se adentrara a la villa, susurrándole le dijo:

Hace un rato uno de los esclavos que vino a servirle vino al amo Richard susurró con un segundo que el joven Alucard estaba hablando a un con la señorita Samantha, pues le recomiendo que no valla a ocasionar un problema joven mujer… mejor valla a dormir que tarde es.

Después de aquellos susurros regreso con su amo adentrándose una cuarta vez en la cúpula, sonriendo le dice:

-Amo Richard, la luna lentamente esta dejando este cielo crepuscular, por lo que viene el sol a tomar su lugar, aun falta algunas horas, y observó que su postura refleja cansancio, le recomiendo que me guie a su aposentos pues aun soy nueva… y así arreglar su cama para que usted se disponga a dormí.

Sonríen y guardando silencio, espera la respuesta de su nuevo amo, su nuevo dueño, mientras la brisas jugueteaba con sus largos cabellos castaños.

por Richard Mar Ago 24, 2010 8:47 am

Mi silencio era total, solo contemplaba a aquella joven que desde aquellos instantes estaba a mis servicios, sus facciones, su mi rada eran algo que me absorbía de una forma poco habitual, aquella mirada que era dulce pero algo se escondía en aquellos ojos, algo que Cassie no mostraba pero aunque no savia lo que era, hacia que me perdiese como si en un mar profundo me encontrase nadando para llegar al fondo y encontrar lo que se escondía, en aquellos instantes mi concentración fue perturbada y el silencio de aquella cúpula también ya que Flori había regresado de la banca.

Ya Cassie me ha explicado los motivos te tu ausencia, no tengo inconveniente con ello así que puedes retirarte a atender a nuestro invitado, luego de que mis palabras y unas mencionadas por la joven que me acompañaba, Flori se marcho y nuevamente quedamos solos, unos instantes después palabras calidas surgieron de Cassie y fueron terminadas con una sonrisa a la cual respondí de igual forma pero en mi forma habitual de no mostrar mucho lo que sentía.

Estas en lo cierto joven Cassie, ya el cansancio se hace notar en mi rostro así como en pocos instantes el sol aparecerá en el firmamento, sígueme, te mostrare mi aposentos, y los tuyos estarán a lado por si en cualquier momento te necesito, además tu serás en esta villa mis ojos cuando no me encuentre y muchas veces estarás con migo siempre si es necesario, no serás una sirvienta mas y nadie puede discutir eso, además solo mis ordenes seguirás, ni siquiera las de mi hermano mayor, Solomon o la de mi querida hermana Samantha, por encima de ellos estoy yo solo si no estoy puedes hacer lo que ellos te pidan pero nunca si contradice algo que te he mencionado o mandado a hacer con anterioridad.

Inmediatamente después de esas palabras apague las velas y me marche hacia mi habitación, guiando a Cassie en el velo nocturno que era amenazado por el astro solar que en poco tiempo aparecería por el horizonte.

por Pandora1 Mar Ago 24, 2010 9:24 am

Me detuve repentinamente al escuchar la voz de la joven Cassie a mi lado. Entonces lo pense otra vez, Samantha y Alucard deben de estar ocupados platicando, asique seria mejor irme un rato a descansar mi cuerpo y alma, ya que muy pocas horas faltaban para que la noche deje paso al dia y aparezca el sol en el firmamento. Ya el viento estaba deteniendose un poco, la noche estaba mas tranquila que otras veces y era un buen momento ara voler a mi habitacion a meditar. Entonces miré de nuevo a la joven mujer y le mostre una soriza amistosa pero sin sontestar a sus palabras. Ahi fue cuando escuché a Richard, para mi fortuna no estaba molesto, al contrario, note que casi no le habia molestado mi ausencia y eso me tranquilizaba un tanto. Entonces suspire ligeramente, me giré hacia el lado donde estaba mi patrón.

-Señor, aun el cenador Alucard esta con Samantha, será mejor no molestar por ahora, iré a descansar un momento, cualquier cosa que se necesite estaré en mis aposentos...-

Fueron mis ultimas palabras antes de marcharme, y comencé a caminar en direccion hacia la mansion de la familia. Pasaron unos minutos hasta que llegue a la entrada y cuando me detuve, solo por curiosidad miré hacia atras, note que Richard y Cassie tambien habian decidido marcharse de la cúpula, entonces sonreí y volvi a mirar hacia adelante, abrí la puerta lentamente y con cuidado y decidi entrar en la casa, sin mas palabras.

por Cassie Mar Ago 24, 2010 10:34 am

Silencio, sonrisas sin palabras, miradas enternecidas, un susurro en silencio y secreto, todo eso generado con la mirada de aquel hombre, provocando la perplejidad de Cassie hacia su amo Richard. Con acalle escucho sus palabras de orden y amenaza disfrazada, ser solo suya causaba un escalofrió excitante en ella, saltando de asombro al escuchar que dormiría a unos cuantos metro donde él estaría. No sabía que sentir en respecto hacia aquel hombre, pues en sus ojos bien delineados dibujaba el sol, aquella esfera incandescente del cual, ella se avía enamorado algunos ayeres.

La errante Hispana, solo asistió con la cabeza positivamente, son rio con gran dulzura y se encamino al lado de aquel caballero, adentrándose entre, los oscuros pacillos de la villa Adriana, mientras en su interior se cuestionaba:

-Oh destino mío, ¿qué es esto que siento asía aquel hombre?, su mirada, sus palabras, su porte me éxito, me hipnotiza, ¿pero que será?, ¿acaso es el sustituto de mi amado sol?, peor que idiotez de mi parte pensar tal tontería errónea de corazón, puesto el es como un rey y yo tan solo una hoja más en su senderó vital.

Lo único que hiso aquella mujer de reino distinto, de calce social denigrante, fue sonrojarse entre la nada oscura de los pacillos sólidos de dicha villa, mientras a su lado su amo caminaba con gran tranquilidad, el silencio era algo incomodo por lo que decidió romperlo con frases rebuscada en su mente soñadora:

-¿Amo mío y usted que hace para distraerse en esta vida tan vacua?

Guardo silencio mientras esperaba aquella respuesta, escuchando para matar tiempo y miedo, los zumbidos de su corazón, acelerados, pues estaba demasiado nerviosa aquella doncella descomunal.

por Richard Miér Ago 25, 2010 11:55 pm

los rayos de luna brillavan sobre las gotas de rocio que adornaban el suelo camino a la casa principal de la villa, "mi hogar", solo permanecia penzativo y callado, esta joven tiene alñgo diferente, algo que hechiza algo que no se si todods ven pero mucho potencia si puedo sentir en ella, creo que sera muy interesante conocerla, aquellos eran mis penzamientos lo cuales solo conllevavan cada vez a mas incognitas sobre Cassie, las cuales me habia propuesto averiguar, depron, una pregunta habia surgido le los labios de aquella joven que me acompañaba por hacia mi habitacion, no mire hacia ningun lado ni respondoi tampoco a las palabras de flori, en aquellos momentos, mi mente estaba en total armonia con Cassie por alguna razon, el viento nos hacia compañia mientras continuavamos nuestro camino y me disponia a responder.

pues.. un segundo de silencio nuevamente, en cuanto vallan pasando los dias te daras cuenta joven doncella que no solo esta villa si no roma entre no es tan vacua como parece, hay que saber muchas cosas y divertirse de sierta dorma, pero bueno, le dedico tiempo a las artes, la cazeria y otras cosas mas, ademas soy yo quien tiene a su cargo el coliceo, porcierto, pero bueno no me gusta alardear no es mi estilo, eso se lo dejo a aquellos que no son seguros de si mimos, una pausa tome para dar un pequeño suspiro, y tambien me conoceras a mi, luego de esas palabras, nuevamente una leve sonrisa dirigida hacia la dama mientras entrabamos a la casa para dirigirnos a mis apocentos.

por Cassie Vie Ago 27, 2010 10:16 am

Silencio que remarcaba el dialecto mágico de la brisa hogareña, roció que humectaba toda plata yacente en aquel jardín enorme, preguntas que se explayan de entre los labios resecos de una doncella sin pensar en las consecuencias, suspiros, sonrisas, anhelos… todo eso siendo envuelto en la majestuosa luz que propiciaba el astro muerto.

Cassie en cierto modo se sentía nerviosa al estar al lado de aquel hombre tan enigmático como el sol, pero aunque existía tales sentimientos de desconcierto, le agradaba que su cuerpo expidiera tal química por aquel hombre, y de la nada labios se movieron, dejando expuesto un dialecto de suculentas frases al escuchar tal respuesta, la damisela errabunda tan solo sonreía para después con descaro decir:

-Espero amo mío que así sea, que sea verdad sus palabras y no sueños que culminen en pesadillas, deseó que este mundo exista algo por cual, seguir viviendo, de lo contrario tan solo es una pérdida de tiempo, la misma vida.

Guardo silenció, pues sus palabras eran algo inapropiadas, llenas de confianza y carentes de respeto hacia su amo, al mismo tiempo fue seducida, pues aquel gestó de amabilidad de parte del hombre de largos cabellos blancos, causo un leve sonroje entre las mejillas de Cassie, al escuchar el suspiro y una frase tan extraña, la dama levemente se paralizaba y no contesta, pies tan solo mueve la cabeza positivamente.

El paso nuevamente se retoma entre las extremidades de aquel caballero, generando que la doncella le siguiera, adentrándose en la villa, rumbo a su aposentos para si Cassie comenzar sus labores como sirvienta.

por Samantha Jue Sep 02, 2010 8:33 pm

Narración // Dialogo de Samantha // Pensamientos de Samantha
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Los ecos descontrolados por el correr de la dama resonaban entre los pacillos de la villa Adriana, Samantha tan seria se dispuso a no cansarse ni sudar, por lo cual culmino caminando entre aquellas colosales construcciones, mientas que en mente se refutaba a sí misma:

- ¿Como un leve tormento de aquel pecado donde la lujuria se derrocho sin tanto preámbulo, nació de tan solo un lindo beso?… ¿Por que al saber que mi hermano esta con la nueva sirvienta siento un dolor de pecho atroz?… Mi cabeza quiere estallar y mi garganta quiere ser la que proclame aquel dolor en tan solo un grito desgarrador… Siento que lo que encontrare a futuro será destructivo para mi alma…aun así masoquista soy y tengo la decisión de ver a mi hermane… pase lo que pase…

Y de ella leves gotas de sudor gélidas salen de entre su tersa y fina piel, que cubría su cálido rostro, la luz no ayudaba pues de ella se reflejaba un destino crudo para Samantha, y las leves ventiscas de aire danzarinas, las cuales, encerradas entre los pacillos sólidos estaban, parecía que sollozaban amargamente.

Ya en al área habitacional del sur yacía aquella mujer, y sus pasos se hacían más difíciles de propiciar, el silenció era desgarrador y con ello una leve frustración nacía, tragando su saliva aun endulzada por el vino del salón principal, aquella en mente una vez más se decía:

-Oh maldito corazón conflictivo que se pone de acuerdo con mi mente para derrocarme y sucumbir ridículamente en frente de mis demás familiares, y por desgracias siento que mi aventura excitante con mi amado Alucard ya está en boca de terceros, aun así los secretos no nada más son de algunos, sino de todos, pues ni que se fuera alguna clase de dios para ser perfecto.

Pasando en la penúltima estancia Samantha estaba, donde se suponía por conocimiento que Cassie estaría para el servicio de su amo si este se lo pidiera, pero mirando ligeramente entre las rendijas de la puertezuela tan solo nada y silencio se denotaba, recargándose costosamente en ella, esta se encierra levemente en un ligero odio, que hacía que su rostro se deformara y perdiera aquella belleza perfecta, tomando aire costosamente fingió un leve sonrisa y continuo su andancia hacía su penoso destino.

por Pandora1 Mar Sep 07, 2010 7:43 am

Narracion - Hablo - Pensamientos.

Al escuchar las ordenes de Samantha sali rapidamente del edificio, abriendo con cuidado la enorme puerta de entrada. Deteniendome por un momento en los jardines, me deje acariciar por la suave brisa de la mañana que rodeaba a la villa Adriana, que hacia danzar con mucha gracia mis vestimentas, que me hacia sentir como si estubiera volando. Inclinando mi rostro para ver hacia el cielo y cerrando los ojos me quede ahi por al menos un minuto, disfrutando por fin aquella calida mañana.

Paso un tiempo hasta que volvi a abrir los ojos y me concentre en buscar el carruaje blanco que me habia dicho mi patrona Samantha. Comence a caminar hasta el establo en donde estaban los animales. Justo en frente de mi habia cuatro corceles blancos como la nieve, con el pelaje bastante corto, y bien cuidados y nutridos, eran de los mejores caballos de la villa, los que siempre utilizaba Samantha para salir. Me acerque a uno de ellos y lo acaricie suavemente, mientras sonreía.

-No se que es lo que me ocurre, pero me siento aun mas comoda que antes en la villa. Me arrepiento que haber pensado en salir de aqui. Cada dia me siento mas apresiada y respetada por Samantha y ahora por su futuro marido. Me alegro de eso.

Pensaba mientras preparaba a los animales para partir en camino hasta donde pensaba dirigirse mi jefa. Sin mas que esperar, tome a los caballos de las riendas y los guie hasta donde estaba el carruaje blanco, aquel decorado por diamantes y un material realmente bello, uno de los mas hermoso carruajes que se utilizaban alli. Aferre a los animales bien fuerte al carruaje y de un salto me subi al vehiculo, tomando las riendas, le agité con fuerza para que los caballos comienzen a andar. Dirigiendome a la salida de la villa como me habia ordenado Samantha.

Al llegar a donde se encontraban esos famosos pilares que rodeaban la entrada de la villa Adriana, rodeados por aquellas cristalinas aguas. Hice de los corceles se detuvieran, justo frente al agua. Para dejarlos que beban un poco mientras esperaba a Samantha y Alucard. Me sente en el carruaje apoyandome en uno de los bordes, relajando mi cuerpo mientras permanezco a la espera de aquellas dichas personas.

por Samantha Mar Sep 07, 2010 10:54 pm

Y aquella iluminación amarilla proveniente del astro rey burlo, escarchando con descaro las figuras de Alucard y Samantha, a la perfección estas se delineaban, tal cual fueran auras doradas regalo de los mismos dioses, tal parecía que dicha mujer ya había apaciguado la cólera iracunda que escondía en su corazón, pues una sonrisa inmensa se delineaba en su suave y pálida piel.

Un largo y tendido suspiro para culminar en una ligera carcajear, proveniente de aquella garganta desmesurada, para expresarse así con gran temple en su timbre de voz, Samantha reconocia:

-Mi amado Alucard… este día prométeme que nos divertiremos desde este momento hasta el alba del día siguiente, pues aun siento en todo mi estrepitoso ser, que nuestro cruel final nos aguarda, aun así te amo mi vida…

Guardando el silencio adecuado, detiene a Alucard con el anteponer de su diestra en su pecho, para así, circundar lentamente, paso por paso, en derredor de su estático cuerpo, poniéndose al fin en frente, le sonríe con exagere para así robarle un leve beso y seguir su pasos, hacia la entrada de la villa Adriana, donde Flori su dama de compañía, sirvienta fiel y gran amiga, esperaba con el carruaje apropiado, sonriéndole dese lejos le dice:

-Muy bien mujer, has acatado perfectamente mis órdenes, ahora bien te diré un leve secreto, aparte de distraernos en el mercado y sus alrededores, vallamos a buscar a tu hermano, te lo has ganado mujer fiel, ¿te parece correcto tal orden que te doy?…

Guardando silencio detiene su andancia frente a la puertezuela que daba entrada al interior cómodo y lujoso del carruaje de Samantha, esperando que Flori o su amado Alucard le abrieran la puerta para así, adentrase y emprender el largo camino por delante.

por Alucard Miér Sep 08, 2010 1:59 am

Pasos firmes y tranquilos son aquellos que mi hermosa prometida lleva consigo tomada de mi mano , el andar por los pasillos de la villa se hacen pronunciados y eternos ,para mi aun mi cabeza esta inerte y mi corazón conmovido por las palabras que mi amada me había pronunciado momentos antes en sus aposentos .

mi alma llena de alegría , mi sonrisa pasmada en mi rostro y unos anhelos de besar a mi amada que son implacables , al pasar por los pasillos el sol nos regala unos rayos de luz , que juegan con nuestros cuerpos , atravesando cada uno de ellos por nuestras siluetas , haciendo un juego de luz y sombra pasivo , esperando el llegar al final del recorrido .

una vez mas al casi el termino del pasillo y casi al llegar ala entrada de la casa mi amada me dice unas palabras de alegría pero a la vez de inquietud , a lo que le respondo mirándola a los ojos

Amor mio el estar contigo a cada momento es la alegría mas grande que los dioses me han dado , y no solo este si no todos los días venideros nos divertiremos como si fuese nuestro ultimo día juntos en esta vida , este día te prometo que te are olvidar todo tu pesar y que en cada instante solo existiremos nosotros dos , que con mis besos y mi cariño cualquier pena aliviare y que el olvido de esta vida sera lo único permitido en este día .

Y el fin nunca llegara puesto que no lo permitiré, así tenga que enfrentarme a toda roma nunca me iré de tu lado , que mas tengo que hacer mi vida para que me creas cuando te digo que ni zeus mismo podría arrancarte de mi corazón y de mi alma, esas preocupaciones que tienes olvídalas ya que juntos podremos afrontar cualquier cosa.

y ya basta de estos tontos tormentos a nuestros corazones que este día me as pedido que nos divirtamos y así sera de monos prisa que flori a de estar esperando ya .

Tomandome de mi pecho y enrollando sus mansos en mi cuello mi amada me impide el paso con su cuerpo , una mirada excitante de aquel delicioso suceso , el culminar de las acciones de mi amor son que sus labios se fusiones con los míos , creando así la ilusión de soledad en estos pasillos , como si nada ni nadie nos viera o nos juzgara.

Un beso fugas pero dulce , el llegar al final del túnel de luz llega , a mi vista esta un carruaje tan bello y hermoso como la propietaria , es un carruaje que nunca en todos mis viajes me hubiera imaginado ver , el color blanco y los adornos con diamantes le dan una presencia única en su tipo y los materiales extraños pero bellos que completan el juego de belleza , que contrasta con la belleza de mi amada.

Al vernos llegar flori asienta con su cabeza en señal de que esta lista a lo que mi amada le responde diciendo el buen trabajo que hizo al darse prisa en traer y preparar el carruaje para nosotros , y una vez mas le dice que nos llevara al mercado y sus alrededores , pero ademas le da una noticia que a mi parecer le daría alegría ya que mi amada a decidido llevar a flori a buscar a su hermano .

Terminado de hablar mi amada guarda silencio y se pone frente del carruaje esperando que alguien le abriese , casi por instinto me coloco a su lado extendiendo mi amo derecha abro con delicadeza la puerta del carruaje y con mi mano izquierda la extiendo para ayudar a mi amor

Al Ver mi mano mi amada la toma con dulzura subiendo despacio tomando sus ropajes con una de sus manos para que pudiera subir sin problemas, después de haber abordado mi amada con prontitud me subo yo para no dejar sola a mi prometida , subiendo de inmediato tomo su mano con calidez y clavando una tierna mirada le robo un beso fugas y tierno diciéndole .

No cabe duda que eres una mujer increíble , estoy de acuerdo de ir al mercado y de visitar sus alrededores , y para serte sincero amor mio no he tenido mucho tiempo para visitar los pocos lugares que den alegría a roma ,ya que con mi viaje me he perdido de muchos cambios de ella así que te dejo en tus manos el recorrido que aremos y aun mas me párese increíble que le regales a tu doncella la oportunidad de buscar a su hermano , y créeme que si quieres y me lo permites pueda ayudar también contactando a mis amigos de la milicia haber si tienen noticias de el ,sin desviar nuestra ruta claro esta .

A que bello día para salir con mi amada ,el estar con ella llena y cura mi alma de esta soledad que me quebraba pero esos tiempos an pasado solo , el cuidar y el amar a mi prometida es lo único que me importa

Tomando las manos de mi amada guardo silencio y acercando sus tersas mansos las besos con dulzura sin dejar de mirar con ternura ami amada esperando su respuesta y la de su doncella, antes de partir

por Pandora1 Miér Sep 08, 2010 8:43 am

Tenia los ojos semicerrador, pues los rayos brillantes del mismo sol pegaban justo en mi rostro y para frenar la luz, que no dañe mi vista, permanecia de esa manera. Pero de pronto, una sonriza se hizo en mi casi blanco rostro al ver a Samantha y su amado llegando hacia el lugar en donde estaba yo. Me pare de repente, lentamente y con cuidado, y me coloque delante de los caballos para asi recibir a mis amos.

Al llegar lo bastante cerca para que puda escucharla, mi jefa Samantha me confeso un secreto, que ademas de pasar el tiempo y distraernos en el mercado iriamos en busca de mi hermano. Mis pequeños ojos se cristalizaron y en mi rostro se hizo una sonriza algo melancólica, puesto que por fin quizas iba a poder ver a mi hermano mayor, despues de tristes y eternos años sin él. Pues era la persona que mas apreciaba en mi vida; entonces sin esperar ni un segundo mas conteste con total felicidad a Samantha.

-Si señora, si usted me lo dice, me oparece correcto. Y se lo agradezco mucho, de verdad.

Mis palabras de agradecimiento fueron largas pero con todo sentido, porque era lo que sentía, porque era lo que mas quería en esta vida, volver a encontrar a mi hermano, por lo menos antes de morir, era mi pensamiento.

Me hice a un lado para que los dos puedan pasar. Vi que Alucard le abria la puerta a Samantha, a lo cual ella responde adentrandose en el fino y elegante carruaje. Segundos mas tarde entra el. Entonces ahi ya estabamos listos para patrir hacia nuestro proximo destino. De un ligero brinco subo a la parte delantera del carruaje y tomo las riensdas, y de un rapido movimiento las agito, haciendo que los caballos blancos comiencen a trotar.

-Hyaaaaaa!!

por Samantha Miér Sep 08, 2010 8:17 pm

Palabras dulces, acciones y carisias excitantes en un pacillo solitario, tal parecía que Samantha ya no podía pedir mas, pues aquel día aunque había comenzado amargo lentamente se tornaba dulzón para su destrozado corazón, olvidando por completo a Richard y los chismes que se habían generado de parte de la misma familia de Samantha, por solo tal vez envidia de parte de terceras personas insignificantes ante su vista llena de discordia; para aquella doncella no le daba ya la importancia que tal vez se mereciera la ya mencionada situación, sonriendo ve como el carruaje yace esperando a Alucard y a ella por consiguiente, y aun lado su amiga con ojos llorosos al escuchar tal regalo de parte de su ama, contestándole con una sonrisa y un leve ladero de su rostro, para después ser distraída con una mano que ofrecía ser su apoyo para que esta se adentrara con facilidad en tan lujoso carruaje.

Y adentro siente una vez más aquel roce de labios de su amante, palabras tan lindas llenas de alabanza y admiración de parte de aquel dulce hombre, Samantha que en frente yacía sentada se sonroja por aquellas oraciones pronunciadas, a lo que tan solo contesta mientras repasaba lentamente sus manos en el mentón de Alucard:

-No es necesario decir tanto amor, con un tan solo vayamos a distraernos es lo mejor que se puede pronunciar, aun así, gracias mi vida por tan hermoso y excitante expresión que das con gran fervor… eres maravilloso Alucard y es por eso que te amo… te amo… te amo… y no me canso de repetirlo (le besa levemente la mejilla izquierda)

Y antes de partir a tal destino esta recorre las cortinas de ambas ventanillas que se situaban en cada puerta de aquel blanquecino carruaje, para que terceros no vieran los hechos que pasaban y pasarían en aquel encerrado lugar, sonriéndole a su prometido, Samantha no dice ya mas, mientras el movimiento era notorio de aquel transporte de antaño… escuchando a lo lejos el como Flori acarreaba a las bestias, pues aquel trió se dirija a la Roma Imperial para una leve distracción sugerida y merecida.

por Solomon Dom Sep 19, 2010 2:01 pm

El viento soplaba con fuerza, las flores eran remecidas dejando que Eolo se llevara sus delicados petalos al aire, todos ellos parecian formar un elaborado torbellino de colores justo en frente de los magestuosos carruajes del senador y compañia.

Los ojos azules del joven dentro de su coche, parecian oscurecer a medida que veia los primeros manzanos plantados por su propio padre hacia tanto, no faltaba mucho para llegar a sus aposentos.

El trote de los caballos era algo acelerado, el equilibro constante del cubiculo se rompio por segundos en que las rocas hacian tropezar a las poderosas bestias que los guiaban.

EL sol...

Las nubes parecian extrañas, parecian gozar de una magica vida que las hacia moverse en sentidos opuestos a la de las corrientes eolicas, la presencia extraña de aquella bruma espantosa que se aparecio en los jardines del palacio del emperador regresaba a su cuerpo, el helado sudor de su frente lo demostraba. Parecia hechizado por una fuerza totalmente opuesta a la que días atras le podia hacer padecer Diva. Esto era algo más fuerte.

Los potros se detuvieron por fin, Los caballeros ayudaron a las damas a salir como siempre se debia de hacer, Solomon apuntaba su vista a la gran entrada de la villa donde algunas sirvientas ya le esperaban con la cabeza gacha. Solomon espero a tener a su lado a sus invitadas, no era preciso llenarse de enfado...despues de todo, debia considerar a su hermana una santa, hasta que no lo verificase con sus propios ojos y/u oidos.

por Lydia Dom Sep 19, 2010 5:26 pm

La joven llegó al fin a la villa de su primo, sabía claramente como eran las cosas; su querido primo Solomon estaba molesto, sentía iras, y sabía que había dos razones que podrían hacer que el apacible carácter de su primo se pusiera así. Lo que lo ponía así era el hecho de que dijeran que esa información era realmente cierta, y la segunda cosa que lo podría estar molestando era que talvez eso sí podría ser real.

Cuando al fin bajó del carruaje la joven hija del emperador suspiró y luego sin ijmportarle que estuvieran mirándolos todos en ese lugar, se acercó a Solomo para abrazarlo y decirle en tono amable- Primo... No dejes que los rumores envenenen tu mente. Tú y yo sabemos como es Samantha, ella no ha hecho ni una tontería ya verás que no es así como dicen.

Una vez dicho esto la hija del emperador soltó a su primo y esperó a que la princesa LIn bajara de su carruaje junto con su acompañante, ya que no era posible que ella se fuera dejando solas a esas dos chicas, las reglas de Roma no eran así; pero más que todas las reglas, lo que la obligaba a quedarse ahí con ellas, era ese sentimiento de apego que había nacido en ella hacia la princesa. Estaba anocheciendo ya, y la luna otra vez estaba empezando a coronar el cielo dando a entender su autoridad sobre el mismo en las noches, el viento corría ahora moviendo los cabellos de la joven haciendo que aquel olor a sándalo se desprendiera de los mismos, todo estaba casi en calma; casi todo, lo único que tanto preocuaba a Lydia era lo del asunto de Samantha.

-Princesa Lin, espero sea de su agrado esta hermosa villa, puesto que es del sumo agrado para mí y es un honor para nosotros tenerla aquí.

por Cassie Jue Oct 14, 2010 9:23 pm

Narración// Dialogo del esclavo // Dialogo de Cassie

Y en al entrad aquello dos impresionados estaban, pues Cassie no había tenido la dicha de admirar con detención tan hermosos acabados de mármol, donde una guerra estaba escrita entre los maros de tan impresionante puertezuela, esta tragando saliva ladea el rostro para si hablarle a su primo con tranquilidad:

-Bueno esta en la entrada que dará paso a tan hermoso lugar, aquí soltamos nuestras manso pues no queremos dar la impresión de que eres débil, pues ya eres todo un hombre primo mío (sonriéndole y abrazándole efímeramente, para después despeinarle y fijar su mirada enternecida a la de el) así que hay que demostrar que lo eres… vamos…

Con fuerza Cassie abría la puerta para así adentrarse ambos a tan hermoso Castillo, percatándose que el silencio estaba demasiado propagado entre aquellos pacillo s de mármol, a ella eso le extrañaba pues conociendo el como era la señorita Samantha con su hermanó el amo Richard, era común que a esas horas se les vieran corriendo con escándalo tras el robo de algún objeto entre si, o el simple echo de golpearse, mientras el hermano mayor el amo Solomon les estuviera amenazando.

-Que extraño (susurraba Cassie)… se me hace extraño que la casa de mis patrones este tan cayada… tal vez la señorita este durmiendo… es mejor preguntar… vamos querido primo…

Adentrándose entre los pasillos aquella percataba que un esclavo yacía tomando el aire entre las ventanas de los costados de aquella edificación, apresurando el paso Case se detenía y con respeto y sutilidad le cuestionaba:

-Buenas tardes señor, quisiera molestarle un poco de su descanso, para si poderle cuestionar ¿el donde podemos encontrar a la ama Samantha?… pues mi primo dese trabajar en estas tierras (señalando a Aramse)… ¿sabéis usted donde la puedo encontrar?… (Haciendo una leve reverencia).

-Mmmm… pues mira mi niña, no he visto a la señorita transcurrir por estos pasillos y eso esta generando que los esclavos hablen a sus espaldas… pues los rumores dicen que se canso de la autoridad de su hermano el senador Solomon y escapo para así casarse en secreto… igual mi niña sean puros cuentos… tal vez este durmiendo en sus aposentos, por que no va usted a investigar… suerte (el esclavo le sonríe y se aleja)

Cassie quedaba algo extrañada por aquellos rumores que tan solo reflejaban , celos y mentiras, pues la señorita no podría hacer eso y si lo hiciere seria por un buen pretexto… tragando saliva da media vuelta y mira a su primo diciendo:

-¿Y ahora que hacemos?… es mejor ir a buscarla a sus aposentos vamos.

Tomándolo con fuerza camina entre los pasillos de la villa, para así acercare lo mas rápido posible a la habitación de su ama…

por Armand Miér Oct 20, 2010 7:49 pm

Llegando asta la entrada de la villa un sirviente que me encontré me dijo que no sabia si había alguien en la villa de sus amos por lo que no me daba buena espina por que si no había nadie que me atendiera tendría que irme con las manos bacías pero eso no iba a pasar de una u otra manera tenia que averiguar donde se encontraba esta persona llamada flori , no importase a donde tendría que ir por ella pero la llevaría conmigo ante el amo fye , rápidamente avanzo entre los caminos de la villa asta que ala distancia se observa por fin la enorme casa principal , llegando a al entrada unas personas estaban barriendo la entrada y lo miran desconcertados , para lo que sin bajarme del caballo los miro y les pregunto

Muy buenos días tengan , disculpen la molestia mirad vengo de la villa mellitus mi amo es el señor fye primo de sus señores y me es prescindible poder hablar con ello es de suma importancia ya que necesito que me presenten a una persona llamada flori ya que ella es requerida en mi villa

Sirvientes : lo siento joven los amos no están , ninguno de los tres y flori es nuestra amiga y al parecer que su señora la señorita samanatha se la llevo al mercado para nos e que se llevaron el carruaje si gusta devén estar hay

Gracias amigos fueron de mucha ayuda ajora si llega a venir esta persona flori díganle que se le necesita en la villa mellitus o que me espere si no la encuentro regresare en al tarde adiós

diantres lo que me temía no hay nadie ahora debo andar vagando para encontrar a esta dichosa flori que trabajo me estas costando

Saliendo a gran velocidad de los pasillos de la villa , recorro todos los alrededores , pasando por los caminos que llevan a alas villas me adentro en los pasillos de la gran ciudad de roma para llegar asta donde esta el mercado y empezar mi búsqueda

por Solomon Vie Nov 05, 2010 3:46 pm

El verde los prados y jardines exteriores, el cantar de los ruiseñores, el anaranjado de las tejas de los techos, el blanco mármol de las esculturas hechas por su madre, en efecto, era su casa, su hogar…

Hogar…

Si. A eso debía llamar hogar, un lugar donde podría estar a salvo de las mentiras, los temores y los complots; pero en el corazón de Solomon eso carecía de sentido, por percibir la energía negativa que se producía desde el interior de aquella joya arquitectónica, deseaba por todos los cielos a que su instinto fallara, aunque sea por única vez, quería entrar y hallar a sus hermanos y huéspedes en armonía perfecta, totalmente a salvos de las vicisitudes de los que había dado parte.

Los criados que yacían esperando fuera de la puerta principal le atendieron con gusto, la sencillez de sus ropas y amabilidad de sus rostros traían aires de paz y cotidianidad, lo suficiente como para amansar las inquietudes que luchaban por ocupar su tibio corazón. Solomon avanzo con la misma dignidad de siempre, siempre le era conocido que las emociones solo debían quedar para uno mismo, jamás tendrían que ser expuestas, eso no sería justo para los demás. Así el pensaba y lo haría hasta el ultimo día de su vida.

La belleza del interior le regresaba a su mente los recuerdos de una bella niñez, el sonido de la gruta próxima al gran salón le llenaba de una nostalgia que pocas veces en el pasado se permitía experimentar, todo lucía cubierto por un aura divina, estaba dejando el mundo de las pesadillas por el de los sueños. Una sonrisa leve apareció en su rostro, se olvido de Egipto, de Gelum y Diva. Todo ahora era tranquilidad y sosiego, y esperaba a que eso perdurase por largo tiempo, pero no sería así.

¿Donde están mis hermanos?...

Pregunto el señor de la casa, alguna criada le indico lo que necesitaba saber, Solomon de inmediato prosiguió para ir a donde una vez había visto a Samantha.

por Richard Lun Nov 08, 2010 11:43 am

Estando ya en la villa Adriana entre, mi rostro de ira desmesurada escondo bajo una calida mirada a mis alrededores y luego aquella vista de piedra, una mirada fría que infringía no respeto, si no temor, algo desconocido, entre con aquellos pasos de siempre, pisadas secas y firmes que hacia eco en las paredes y llegaban a mis oídos, de pronto una sirvienta se acerco a mi, y dando una reverencia dijo:

Señor Richard el Señor Solomon acabo de llegar y estuvo preguntando por usted y por la señorita Samantha, luego se marcho, pero aun sigue en la villa, la mire, solo el escuchar el nombre de aquella mujer me hacia hervir la sangre, respire y me calme, serenamente le respondí, muchas gracias, por cierto, ¿don de se encuentra actualmente mi hermano y donde esta Cassie?, solo me miro aquella mujer y me respondió: Cassie se encuentra en los establos mi señor y creo que se encuentra con un joven, aquel según tengo entendido es su primo, enmudeció un segundo y señalo, hacia allí se encuentra el Señor Solomon, luego de aquella información mire hacia donde apuntaba, gracias por su ayuda, puede retirarse y la dama realizo otra reverencia y se marcho, yo gire mi cuerpo y me dirigí hacia donde Solomon se encontraba.

]

por Lydia Lun Nov 08, 2010 3:07 pm

Lydia estaba bastante molesta, pero ya no decía nada, porque ahora ella misma vería un espectáculo que iba más que a disfrutar, siempre le fascinaba ver como su primito en sus tontos en infantiles intentos intentaba de una manera u otra hacerle frente a Solomon; eso además de que gustaba muchísimo comprobar, si el era capaz de cumplir sus palabras, puesto que no olvidaba que el mismo le había dicho que iban a ver qué opinaba Solomon de sus acciones, además que se moría por enterarse de qué resoluciones tomaría Solomon en cuanto a Samantha, para tener una forma de avisarle y hacerla huir con su marido aunque eso le costara todas sus joyas.

Por unos segundos pensó en contestarle unas cuantas cosas a su primo, sin embargo en menos de un minuto desisitió de ello, puesto que ahora sentía que su pelea por muy fuerte que haya sido no tenía sentido que siguiera existiendo, sería algo absurdo continuar aquello, si no tenía ya más relevancia.

Como la princesa estaba caminando detrás de su primo para detener su paso tan apresurado hata los establos le tomó la mano del senador y acercándose a el le dio un abrazo por la espalada para luego suspirar y decirle en voz baja:

-Primo lamento muchísimo haberte dicho esas cosas tan feas... Pero es que tú te haces maltratar de esa forma diciéndome cosas que sabes que me harán enojar- Lydia lo abrazó más fuerte, como siempre lo hacía cuando ella luego de cada pelea se disculpaba, claro salvo excepciones cuando su primo era el que había comenzado- Es cierto que fue error mío haberte provocado en ese lugar, y que ninguno de los dos tuvo una actitud correcta, pero me gustaría que dejáramos ya de estar enojados el uno con el otro, puesto que peores cosas que seguro nos amargarán van a suceder, de eso estoy segura.

Lydia dijo esto y se empinó para darle un tierno beso en la mejilla a su primo, un beso no lleno de hipocresía ni cinismio, sino un beso lleno de cariño, como los que le daba en aquella época de la niñez, aún cuando hubieran tenido peleas más fuertes que la del carruaje; es más! Se podía decir que su pelea había sido tranquila, ya que con algo de esa magnitud, sólo hace dos años Lydia le había lanzado a su primo una estatua de mármol, que nadie hasta ese día se explicaba cómo había sido capaz de alzarla, peor aún, nadie, ni el mismo afectado entendían como con la tan buena puntería de la princesa sólo la punta pasó rozando ligeramente la frente de su primo haciendo una pequeña laceración.

-Si pudiera cambiar tu mal genio lo haría, para que así no me saques de casillas.... Pero no importa seas como seas igual te quiero mucho.

La princesa de Roma poco a poco se separó de su primo y suspirando otra vez miró al piso y con un tono de voz un poco bajo le dijo a su primo otra vez con un tono bastante delicado, de modo que sólo el pudiera escuharla, garantizando así que la información de lo que hablaban ahí no se filtrara a oídos de ningún esclavo que como siempre se fuera de bocas por toda Roma.

- Por favor no digas a Solomon nada de lo que te he dicho, ni mucho menos que yo sé lo de Diva y cuando me pone mal eso si?

Una vez que Lydia dijo esto empezó a caminar delante de el, puesto que no quería igual perderse lo que iba a suceder entre esos dos hermanos. Siempre era lo mismo, siempre trataban de superarse el uno al otro, siempre intentaban competir, y por mucho que a Richard le fastidiara, en más de una ocasión Richard tenía las de perder, sin embargo para asombro de todo el mundo no siempre el resultaba ser el perdedor; además de eso Lydia quería mucho a Samantha y quería ver si era posible que encontrara la forma de interceder por su prima ante el implacable fantasma de ojos azules que del que tanto gustabam aún sabiendo como era.

Narro/ Pienso/ Hablo

por Richard Mar Nov 09, 2010 4:08 pm

Mis pasos eran firmes y rápidos, debía llegar rápido donde se encontraba mi hermano, los ecos de mis pasos se podían escuchar en mi alrededor, las sombras ya se apoderaban de todo el lugar y solo tenuemente la luz de las antorchas iluminaba mi camino y rostro, iba sumido en mis pensamientos, sin embargo, aunque fuese extraño mi mente estaba en blanco o mas bien en negro, no se me ocurría nada, no tenia pensamiento alguno en mi mente, solo por inercia caminaba hacia el lugar donde se suponía estaba Solomon, de pronto sentí unos pasos rápidos y como unas delicadas manos y unos calidos brazos, sabia quien era, y al girar me di cuenta, era ella, mi prima, la caprichosa princesa Lydia como lo decía yo muchas veces, esta vez estaba mas tranquila, su rostro mostraba que sus palabras eran sinceras, palabras de arrepentimiento, yo no dije nada solamente continúe caminando con ella a mi lado, sabia muy bien que yo aceptaba sus disculpas y también me disculpaba de mis palabras, bueno de algunas, aquella discusión no tenia sentido alguno continuarla, luego de unos pasos destruí mi silencio, no te preocupes querida Lydia, mi hermano no tiene que saber de lo que tu me has dicho ni de lo que te he respondido, eso siempre a sido cuestión de nosotros dos, el no tiene nada que ver, y acompáñame no te dejare sola ahora, además eres parte de la familia y no abra problema que escuchen nuestra conversación y te sorprenderás de lo veras y escucharas, dichas estas palabras continúe con aquella vista seria y en alto prosiguiendo mi camino.

por Lydia Mar Nov 09, 2010 8:12 pm

Al final la disculpa de Lydia había dado por fin término a la pelea que ellos sostuvieron tan insulsamente por varios minutos, ahora que ta había resuelto ese problema tenía la libertad para tratar de arreglar uno mayor. Aquel problema de que estaba segura no iba a poder sacar a su prima a menos que los dioses la dotaran de una sabiduría tan infinita y tan imposible de obtener para los seres humanos, de modo que pudiera convencer no solo a SOlomon, sino también a su primo de que dejaran en paz a Samantha, puesto que ella se merecía mucho ser feliz.

El viento de la noche una vez más volvió a jugar con los cabellos de la joven mujer de cabellos negros, quien al ver como su primo se deshacía de su abrazo no hizo más que caminar detrás de el y escuchar aquellas palabras en las que decía que ella era de la familia y que tenía derecho de escuchar lo que se diría y de paso de acompañarlos. Nada de esto le preocupaba, sabía que la dirección hacia donde iba su primo estaba su amor imposible, y con el la condena de Samanta; sin embargo aún sabiendo esto la princesa de ROma había decidido no dar su brazo a torcer, puesto que Solomon era el que menos derecho tenía de reprocharle cosas a su hermana, y eso lo sostendría hasta el día del juicio final.

-Me alegra mucho saber que cuento con tu silencio querido primo, y espero que tu ira poco a poco valla disminuyendo contra mí, ya que después de todo te quiero bastante, y me pondría mal que tu siguieras molesto conmigo.- Lydia guardó silencio luego de decir estas palabras y pensando en las indicaciones de su madre, decidió poner en práctica aquello de esperar, escuchar y preveer, cosa que no le era tan fácil por su explosivo carácter, pero sabía claramente que si se lo proyectaba con fuerza y toda su voluntad seguro lograría cosa tan o más maravillosas que las que hacía su madre en vida, con la ligera falla de que cuando no logró hacer aquello, la emperatriz murió sin remedio, cosa que no le sucedería a ella.

Una vez dicho esto la hermosa princesa decidió apresuar su paso y haciendo uso de una velocidad que ni ella se conocía bien logró adelantarse a su primo, puesto que sabía hacia dode se dirigía. Era el mismo sitio en el que habían jugado alguna vez en sus inocentes días de infancia, en donde los castigos y los exilios por causa de un cargo en el senado eran sencillamente lejanos; las palabras de su primo resonaron en su cabeza como el sonido de un gong al ser golpeado ferozmente con un combo de fierro, ante aquellas palabras que ella aún recordaba la princesa no hizo más que sonreír y seguir su paso hasta los establos, donde se presumía estaba su otro primo perdiendo el tiempo.

-Me parece que no solo yo me sorprenderé de lo que se oiga... Pero no... Lo que más les sorprenderá a ambos es lo que verán en unos días.

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