- Bosques - [Caminos]

-No es eso... Es que de veras quiero cazarle pronto- Helena estrechó la mano del joven que estaba frente a el y luego de sonreir ampliamente le dijo con un tono más suave y tranquilo- Lamento haberte tratado mal antes, y puede que pienses que yo no sé nada de entrenar pero... Lo que tú dices de los nudillos es cierto hasta un punto, pero no en todos... MIra si tú te los revientas contra un árbol sus nudillos se recontruirán pueden que no sean lo suficientemente fuertes como tu deseas, por lo tanto recomendaría que hagas lo que hacía mi padre; todos los días pegar contra el árbol pero no romperte la mano, con el tiempo se formará un cayo que los hará más fuertes- Helena terminó de decir esto y se acercó al árbol, luego de respirar profundamente la joven de cabellos rubios golpeó el tronco con violencia y dejó una marca de su nudillo central en el tronco de la misma, eso sí haciendo una mueca de dolor.

-Bueno en teoría debería funcionar pero hace tiempo que no lo hago- dijo la hermosa jovenzuela mientras se acercaba al joven de cabellos narajas y comenzaba otra vez a musitar- No enojes conmigo si? Estoy segura que podrás hacer lo que te propones solo debes ser más constante.

Alexandra y Armand ya habian salido sin ser vistos dela villa ye estaban en los caminos del Bosque,
estos antes le daban miedo pero ahora no recordaba aquello, tan solo que debia ir rapido por Sophia, pues su amo
confiaba que la llevarían sana y salva a la villa, mirando todo y recorriendo todo el camino, en compañia de Armand
vio que aun faltaba mucho bosque que recorrer por lo que le dijo a Armand

Alexandra: Bueno, esto esta muuy grande de recorrer,asi que tu ve de este lado .

señalo con su deedo la chica, al lado izquierdo del camino y prosiguio

Alexandra:Yo hare lo mismo del otro lado, en 10 minutos nos veremos aqui deacuerdo, no hagas nada
hasta que estemos los dos juntos..

Armand le contesto que si, y rapidamente se fue a donde le habia dicho Alexandra, al ver que ya no estaba
miro el cielo y dijo en voz baja luego de suspirar

Alexandra: Amo Fye....dioses!! ayudenme a tener fuerzas.....

suspiro mas, y cerro los ojos apretando sus puños, luego los volvio a abrir y tomando valor se fue del otro lado.

Al caminar por el Bosque miraba a todos lados y al ver cabañas, comenzo a ver por las ventanas escondida, si alguien
estaba, pero lamentablemente no habia nadie habitando esas cabañas, por lo que decepcionada decidió regresar al lugar
de reunion pues ya habia pasado el tiempo que dijo. Cuan fue su sorpresa que Armand ya estaba, corrio hacia ella y le dijo
que habia visto al general Vergilius por el camino hacia las montañas


Alexandra: Ver-vergilius..sa-sama...no puede ser debemos ir hacia alla, seguro se entero de lo de la señorita Sophia...vayamos Armand si no sera un problema para el amo Fye saber que el general llego antes que nosotros....

asintio y corriendo lo mas que podian fueron rumbo a las montañas...

Siguiendo el monótono y fastidioso recorrido por el cual había continuado hacía más tiempo del que me gustaría admitir, finalmente había llegado a una zona diferente: un camino apartado cerca del cual se veían varias cabañas viejas y destartaladas. Dichas chozas estaban hechas de madera que para ese instante se encontraba podrida y hasta mohosa; los amplios porches estaban cubiertos de una maleza imposible de quitar si no se contaba con una cuantiosa mano de obra, flores silvestres rodeaban los umbrales para asemejarse a tumbas especialmente descuidadas y tristes. El panorama en aquel sitio no era nada alentador.

Mmm...Supongo que con tanta vida, este lugar no tendrá nada de valor. comenté en voz baja mientras bajaba de los árboles y vislumbraba las cabañas ubicadas un poco más allá. Dando unos pasos cortos y algo cuidadosos me pude cerciorar de que efectivamente, no había más seres vivos que insectos y unos pocos mamíferos salvajes que huían apenas uno se acercaba a ellos. Curioso, para que vivir en este lugar tan apartado…? Y más cuando tienen la ciudad tan cerca, es casi como un pueblo fantasma…solo que sin los espíritus vengativos…ja! Menuda tontería. concluí con una ceja levantada y evidente reticencia a creer en fantasmas y ese tipo de estupideces…después de todo, si llegasen a existir, que podían hacer? Llorar en la muerte o algún tipo de cosas rara? Nah, en ningún caso. Bueno, al menos tengo otro punto de referencia con este lugar. dije con tono no muy convencido para caminar al otro lado de la calle principal formada por las dos hileras más próximas de cabañas y así montarme en el árbol más cercano con la agilidad propia de una persona acostumbrada a tareas físicas. En menos de un instante ya me encontraba abandonando la escena volviendo a saltar de árbol en árbol sin cambiar demasiado la ruta que seguía en un principio.

Me habia encaminado hacia algun lugar, el cual mi mente no tenia nigun sentido, solo me habia salido de mi casa, donde habia tenido un enfrentamiento con Fye, y con ello habia terminado en algun tipo de riña, que no se pudo evitar, y ahora caminaba sin rumbo fijo. Por algun motivo buscaba a mi hermana, y algo dentro de mi, tambien la buscaba como diosa, athena, solo en mis sueños me habia despertado esa curiosidad, por lo cual no pidia estar seguro de que ella fuera la misma persona, o que pudiera reencarnar en ella, solo eran ideas vagas.

El camino al bosque comenzaba con un sin fin de arboles de roble, encino, que rodeaban todo el lugar, dandole un clima tranquilizador a todo el ambiente. El aire comenzaba a resoplar por cada avertura, moviendo las hojas de los arboles, de un lado para otro. Ahi sin duda, todo estaba en armonia, se podia escuchar el cantar de los pajaros que daban la bienvenida a la noche, mientras que en algun lado, un buho comenzaba a hacerse presente. Los lobos en las montañas comenzaban a aullar, rompiendo con ello el silencio que caracterizaba aquel lugar.

Segui caminando mientras el sol asi lo permitia, solo faltaba una hora quizas para que el sol se perdiera por aquellas montañas,ya los ultimos rayos iluminaban el cielo, con una mezcla de colores rojos y anaranjados, que asimilaban a sangre, que entre las nubes se perdian mas y mas. El reflejo del astro rey en estas daba el paisaje mas bello que hubiera visto. Era sin duda el paisaje de Roma, y seria mi despedida de aquella tierra natal. El despido por el cual buscaba tanto sobresalir, y que ahora se me abrian las puertas para eso.

Me detuve, solo segundos mientras me acordaba de mi familia de la casa, pero ahora todo se perdia entre los recuerdos de mi hermano y sus lacayos. Esos con los cuales habia peleado. No los maldecia ni nada por el estilo, solo, trataba de buscar en ellos la fuerza. Lo habia experimientado en las caballerizas, aquel cosmos, que en forma de lineas de luz salian de mis dedos, sin duda la tenia aprendida, pero en aquel lugar tenia que dominarla por completo.

Separe las piernas, mientras que mis manos comenzaban a levantarse lentamente, hasta llegar a la altura de mis hombros, y lentamente todo el ambiente comenzo a cambiar, a tornarse un poco mas frio, pequeños copos de hielo comenzaron a aparecer en el lugar, cubriendo todo el camino y los arboles que crecian a mi alrededor. Respire lentamente mientras que comenzaba a elevar mi cosmos, el lugar comenzo a iluminarse de un color azul, alrededor de mi comenzaba a crearse un circulo de hielo, con ello iba avanzando mas y mas, casi llegando a varios metros a la redonda. Entonces vi enfrente de mi, a un arbol el cual crecia majestuoso , varios metros de altura, y otros tantos de diametro, parecia el arbol mas viejo, y mas grande de aquel lugar.

Lo sentia demasiado, por lo dioses que habian cuidado aquel lugar, pero entonces concentre mi cosmos, en mi mano derecha , para despues, como pequeñas flamas azules se comenzaron a concentrar en mis dedos, y rapidamente los lanze rapidamente, con esto se formaban lienas de luz, que al chocar directamente con el arbol quedaron incrustados en este, y con ello, pequeñas aberturas comenzaron a aparecer. Rapidamente concentre mi cosmos pero ahora en mi mano izquierda, y tambien los lanze hacia este, y de igual manera se adentraron a la corteza como puntas de flecha. Pasaron solo segundos para que de estas aberturas, comenzaron a salir pequeños copos de nieve, que poco a poco comenzaron a expandirse por todo el arbol, y con ello, quedo rodeado de una fina capa de hielo.

Me dispuse a partir, dandole la espalda a aquel arbol que aun parecia quedar de pie, comence a caminar siguiendo mi destino, y solo al dar unos cuantos pasos, se escucho un crujido, y con ello, todo el arbol comenzo a caerse en miles de pedazo de hielo, chocando rapidamente con el suelo y levantando un fino vapor por todo el lugar.

Lineas de muerte...

Eh pero que esta pasando...Musite mientras veia que habia cambiado el rumbo. Despues de tanto tiempo encerrado en aquella cueva, parecia que mi sentido de orientacion quedaba hecho una mierda. Aun seguia entre el inmenso bosque. Que entre tronco y tronco, solo hacia desubicarme mas.

Maldita sea... Musite, mientras mis dientes se friccionaban por la ira que estaba acumulando de poco en poco. Deberia de arrancar este bosque con mi ataque... Pero, aun si tuviera el poder suficiente para acabar con todo, parece que aun no tengo autorizacion para hacerlo. Bueno que mas da, tendre que caminar como cualquier otro humano... Un poco de agua mantenia fresco toda la hojarasca. Y con ello mis pies comenzaban a quedar humedo. La noche se acercaba mas rapido de la cuenta, mientras que la temperatura bajaba drasticamente.

Ugghh.. Bien sera mejor que llegue pronto a roma, esto se pondra mas frio... Musite mientras comenzaba a temblar un poco. Aun con mi poder, mi cuerpo resentia los embistes de la naturaleza. Pero en fin. No hay nada que una cerveza y un par de putas no logren hacer... Dije mientras seguia avanzando. Entonces llegue a un pequeño precipicio. Ahi estaba una clase de camino donde pasaban las carretas y demas. Bueno al menos he encontrado el sendero... Me encamine. Siguiendo el camino mientras la suela de mi sandalias producia un ruido particular, al estar en contacto con el suelo enlodado. Habian pasado demasiado transporte y por ello, estaba demasiada suelta la tierra. Me tendre que ensuciar... otra vez....

Ya me había alejado lo suficiente de los sujetos que había encontrado en el bosque, lo suficiente como para ya no ver rastros de ellos cuando echaba mi vista hacia atrás. A medida que caminaba entre los senderos arbolados del bosque aquel, mi cosmos iba marchitando de a poco cada planta y vegetación que se interponía en mi camino, no era mucho en sí, pero daba muestra de la presencia de mi oscura energía que sólo representaba la muerte en todos sus aspectos.

Lo único que me queda como representante de uno de los guerreros del reino de la discordia es mi armadura de la muerte, y pienso deshacerme de eso, de una vez por todas. Mi destino no está ahí y ahora lo sé; no puedo perder de vista a ese… Vergilius. Tengo que averiguar de qué se trata todo esto, sé que no es alguien “normal”.

A veces me pregunto si eres idiota o sólo te haces. –Comentó aquella voz en mi cabeza con cierto tono de fastidio.– Digo, ¿Por qué no piensas un poco en vez de ser tan trastornada? Siempre quieres hacer todo a la rápida.

¿Y eso es un problema? No debería importarte si todo lo que hago, lo hago por mí y nadie más. –Dije casi instintivamente, estaba acostumbrada a hacerle la contra a ese espíritu molesto.

En cierto modo si me importa, porque te metes en problemas y me complicas la existencia a mí.

No me meteré en ningún problema esta vez; y si acaso Zeus o Afrodita intentan algo los acabaré yo misma. –Contesté algo confiada, siempre solía ser esa mi actitud.

Déjate de idioteces. Ese orgullo tuyo terminará matándote uno de estos días, no eres superior a ningún dios aunque así lo creas. Aunque lo sé muy bien, nunca estuviste de acuerdo con la idea de Eris de alianza entre ellos. –Hizo una pausa, pero yo no contesté a sus palabras entonces decidió continuar con su estúpido discurso.

Pero qué más da, las cosas pasan por algo. Y cambiando de tema, oye ¿Me dirás que aunque sea no sospechas algo? Del asunto del chico del bosque, creo que lo has notado no eres tan idiota o eso creo.

Lo sé. Hay algo en él, algo o alguien en su interior que intenta despertar; eso, sea lo que sea, me ha estado dando señales desde un principio no es cualquier humano.

El señor de los muertos ¿verdad? Es eso… no hay tanto misterio después de todo.

Guardé silencio en ese momento, no contesté a sus palabras y me quedé pensativa durante algunos segundos mientras caminaba hacia la salida de ese bosque, de vuelta a Roma. Tal vez era aquel mi destino después de todo y no el de una simple guerrera, siendo protegida por una diosa en vez de hacer su verdadero trabajo. No me agradaba para nada la idea de ser la consentida y protegida de Eris ya que mi pensamiento era distinto, no me importaba siquiera lo que Sheznarda pensara de mí o su típica envidia que sabía siempre había tenido hacia mis logros. Me había cansado de todo eso y comenzaba a pensar que tal vez empezaba a conducir por el camino correcto hacia mi verdadero destino. Los que me rodeaban y todos los contactos de Eris y demás, no eran verdaderos compañeros ni aliados, todo era tan desastroso.

Antes de hacer otra cosa tengo que terminar con mis asuntos.

Dicho aquello continué con mi paso lento entre los árboles y vegetación de diversas especies. Me dirigía hacia ese sitio donde alguna vez había descubierto mis poderes, un cementerio donde la presencia de la muerte predominaba entre todo lo demás.