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Dentro del Bosque
entrenamiento Primer post de cuatro especializado en
_____________________________________________
Camine desde las costas hacia el bosque del imperio romano que era el lugar donde había visto por ultima vez a Orfeo ademas de que era el lugar donde había conseguido la armadura del fénix y donde había escuchado las palabras del santo de virgo el cual me iso ir hacia su posicion en el santuario y me dijo que ya no me necesitaba mas, realmente un acto no digno de un santo de oro como el lo era.
-Que recuerdos que me trae este lugar, me recuerda cuando vi a Orfeo luego de tantos años sin verlo ademas de cuando obtuve esta armadura y cuando vi por ultima vez a aquella mujer la cual viajaba conmigo. Por todo aquello debo fortalecerme y encontrar nuevamente a mis amigos, parare en este bosque para entrenar mucho mas mi poder sobre el fuego y sobre mi cosmos...-
Salí del camino que pasaba por el bosque y me adentre en este para entrenar mis habilidades en la manipulación del fuego y el cosmos ya que esto era lo necesario para ser caballero de la diosa de la sabiduría Athena. Una vez en el bosque hice que la caja de bronce se ensamblara en mi cuerpo dando como resultado al caballero de fénix. Los pasos a seguir para entrenar una técnica eran sencillos, primero tenia que sentarme a pensar en que consistiría la tecnica. Segundo aprender a manipular mejor mi cosmos para esta tecnica, aunque este segundo paso podía ser intercambiado con el primero y igualmente no cambiaría el resultado del entrenamiento. El tercer paso era intentar la tecnica y analizar las fallas y por ultimo el cuarto pasó el cual consistía en realizar la tecnica a la perfección, realmente esto parecía muy fácil de hacer pero no lo seria, nada en la vida era fácil...
En aquel instante decidí entrenar la segunda fase para aprender una tecnica ya que técnicamente practicar esa fase primero y la primera fase segundo no resultaba ningún problema por que el resultado seria el mismo que si se hacía lo contrario. Luego de aquello me senté en el suelo con mi armadura bronceada en mi cuerpo y comencé a meditar intentando aprender a manipular mejor mi cosmos para la tecnica que tenia pensado entrenar.
Mientras meditaba concentraba mi cosmos en mi cuerpo aprendiendo así a manipular mejor el cosmos por este esto servia para realizar las técnicas mas rápido y ademas para hacerlas mucho mas efectivas de lo que ya eran, esto se debía a que si concentraba mas cosmos en mi ataque este aria mucho mas daño de que si concentraba menos cosmos, realmente algo muy fácil de entender.
Paso un poco de tiempo y al sentirme capaz de aprender aquella tecnica que todavía no había desarrollado pare de meditar para comenzar con el segundo paso para aprender o inventar una tecnica que era pensar en una tecnica, algo realmente fácil pero que si uno se ponía a pensar no lo era tanto.
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Camine desde las costas hacia el bosque del imperio romano que era el lugar donde había visto por ultima vez a Orfeo ademas de que era el lugar donde había conseguido la armadura del fénix y donde había escuchado las palabras del santo de virgo el cual me iso ir hacia su posicion en el santuario y me dijo que ya no me necesitaba mas, realmente un acto no digno de un santo de oro como el lo era.
-Que recuerdos que me trae este lugar, me recuerda cuando vi a Orfeo luego de tantos años sin verlo ademas de cuando obtuve esta armadura y cuando vi por ultima vez a aquella mujer la cual viajaba conmigo. Por todo aquello debo fortalecerme y encontrar nuevamente a mis amigos, parare en este bosque para entrenar mucho mas mi poder sobre el fuego y sobre mi cosmos...-
Salí del camino que pasaba por el bosque y me adentre en este para entrenar mis habilidades en la manipulación del fuego y el cosmos ya que esto era lo necesario para ser caballero de la diosa de la sabiduría Athena. Una vez en el bosque hice que la caja de bronce se ensamblara en mi cuerpo dando como resultado al caballero de fénix. Los pasos a seguir para entrenar una técnica eran sencillos, primero tenia que sentarme a pensar en que consistiría la tecnica. Segundo aprender a manipular mejor mi cosmos para esta tecnica, aunque este segundo paso podía ser intercambiado con el primero y igualmente no cambiaría el resultado del entrenamiento. El tercer paso era intentar la tecnica y analizar las fallas y por ultimo el cuarto pasó el cual consistía en realizar la tecnica a la perfección, realmente esto parecía muy fácil de hacer pero no lo seria, nada en la vida era fácil...
En aquel instante decidí entrenar la segunda fase para aprender una tecnica ya que técnicamente practicar esa fase primero y la primera fase segundo no resultaba ningún problema por que el resultado seria el mismo que si se hacía lo contrario. Luego de aquello me senté en el suelo con mi armadura bronceada en mi cuerpo y comencé a meditar intentando aprender a manipular mejor mi cosmos para la tecnica que tenia pensado entrenar.
Mientras meditaba concentraba mi cosmos en mi cuerpo aprendiendo así a manipular mejor el cosmos por este esto servia para realizar las técnicas mas rápido y ademas para hacerlas mucho mas efectivas de lo que ya eran, esto se debía a que si concentraba mas cosmos en mi ataque este aria mucho mas daño de que si concentraba menos cosmos, realmente algo muy fácil de entender.
Paso un poco de tiempo y al sentirme capaz de aprender aquella tecnica que todavía no había desarrollado pare de meditar para comenzar con el segundo paso para aprender o inventar una tecnica que era pensar en una tecnica, algo realmente fácil pero que si uno se ponía a pensar no lo era tanto.
Genas- Caballeros de Bronce
- Reino : Santuario de Athena
Ataques :
AD - Golpe de la ilusión diabólica del Fénix (1350)
AD - Renacer del Fénix (1450)
AM - Llamas de la Ultima Voluntad (1650)
Defensa :
Fénix de Fuego
Cantidad de envíos : 208
Re: Dentro del Bosque
Segundo post de cuatro entrenamiento AM especializado en
___________________________________________________________
Ya había finalizado la primera parte de mi entrenamiento, ahora solo me quedaba comenzar con la segunda parte que era pensar e inventar una tecnica en base al elemento que tanto admiro, me refería al elemento fuego el mas destructivo de todos los elementos y ademas el elemento mas lleno de vida que el mundo le dio a los antiguos guerreros y aldeanos para sobrevivir, ya que este era indispensable para la supervivencia en cualquier lugar debido a que se podía hervir agua para descontaminarla, repeler animales e incluso cocinar la comida con este.
No me pare ya que seria estúpido de mi parte pararme para volverme a sentar para pensar la tecnica que seria una de las mas poderosas de mi arsenal, para ser mas exactos la mas poderosa de momento. Cerré mis ojos nuevamente y concentre mi cosmos para aprender a manipularlo mejor mientras pensaba en que tipo de tecnica quería, lo único que sabia sobre la tecnica que estaba pensando aprender era que debía utilizar el fuego como la tecnica a la cual llame "Renacer del fénix" que aprendí unos días antes en un bosque parecido a este.
Una vez que me puse a pensar pensé muy bien en que consistiría la tecnica, esta seria una tecnica capaz de lastimar sin provocar dolor alguno al rival pero su utilidad seria otra, utilizaría mi cosmos y parte del cosmos de la diosa Athena para generar una tecnica la cual no solo lastimaría sin dolor alguno si no que provocaría al rival sentimientos felices los suficientes como para convertirlos al lado de los caballeros de Athena, con aquella tecnica no tendría que cargar con la culpa de matar a una persona si no que me liberaría al convertir a una persona al lado de la justicia y el bien.
-Mientras mas lo pienso mas estoy seguro, la tecnica consistirá en concentrar mi cosmos en mi mano encendiendo así una llama muy cálida pero al parecer poco destructiva la cual al tocar al rival lo llenaría de felicidad y lo convertiría al lado del bien, fuese uniéndose a Athena o dejando su ejercito y su armadura para ser una persona normal y corriente la cual no lastimaría a ninguna persona en el mundo. Realmente esta tecnica seria una tecnica usada para el bien y como recurso para ayudar a mi rival, nada de destrucción.
Bien, es hora de comenzar el entrenamiento de la tecnica mas poderosa de mi arsenal de momento.-
Luego de aquel pensamiento abrí lentamente mis ojos y al abrirlos no paso nada como la otra vez, como cuando llegue el sol brillaba fuertemente en el bosque y solo necesitaba en aquel momento pararme para practicar la tecnica. Efectivamente hice esto me pare lentamente sabiendo que ya estaba listo para aprender la poderosa pero no destructiva tecnica que había inventado en este lugar.
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Ya había finalizado la primera parte de mi entrenamiento, ahora solo me quedaba comenzar con la segunda parte que era pensar e inventar una tecnica en base al elemento que tanto admiro, me refería al elemento fuego el mas destructivo de todos los elementos y ademas el elemento mas lleno de vida que el mundo le dio a los antiguos guerreros y aldeanos para sobrevivir, ya que este era indispensable para la supervivencia en cualquier lugar debido a que se podía hervir agua para descontaminarla, repeler animales e incluso cocinar la comida con este.
No me pare ya que seria estúpido de mi parte pararme para volverme a sentar para pensar la tecnica que seria una de las mas poderosas de mi arsenal, para ser mas exactos la mas poderosa de momento. Cerré mis ojos nuevamente y concentre mi cosmos para aprender a manipularlo mejor mientras pensaba en que tipo de tecnica quería, lo único que sabia sobre la tecnica que estaba pensando aprender era que debía utilizar el fuego como la tecnica a la cual llame "Renacer del fénix" que aprendí unos días antes en un bosque parecido a este.
Una vez que me puse a pensar pensé muy bien en que consistiría la tecnica, esta seria una tecnica capaz de lastimar sin provocar dolor alguno al rival pero su utilidad seria otra, utilizaría mi cosmos y parte del cosmos de la diosa Athena para generar una tecnica la cual no solo lastimaría sin dolor alguno si no que provocaría al rival sentimientos felices los suficientes como para convertirlos al lado de los caballeros de Athena, con aquella tecnica no tendría que cargar con la culpa de matar a una persona si no que me liberaría al convertir a una persona al lado de la justicia y el bien.
-Mientras mas lo pienso mas estoy seguro, la tecnica consistirá en concentrar mi cosmos en mi mano encendiendo así una llama muy cálida pero al parecer poco destructiva la cual al tocar al rival lo llenaría de felicidad y lo convertiría al lado del bien, fuese uniéndose a Athena o dejando su ejercito y su armadura para ser una persona normal y corriente la cual no lastimaría a ninguna persona en el mundo. Realmente esta tecnica seria una tecnica usada para el bien y como recurso para ayudar a mi rival, nada de destrucción.
Bien, es hora de comenzar el entrenamiento de la tecnica mas poderosa de mi arsenal de momento.-
Luego de aquel pensamiento abrí lentamente mis ojos y al abrirlos no paso nada como la otra vez, como cuando llegue el sol brillaba fuertemente en el bosque y solo necesitaba en aquel momento pararme para practicar la tecnica. Efectivamente hice esto me pare lentamente sabiendo que ya estaba listo para aprender la poderosa pero no destructiva tecnica que había inventado en este lugar.
Genas- Caballeros de Bronce
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Defensa :
Fénix de Fuego
Cantidad de envíos : 208
Re: Dentro del Bosque
Tercer post de cuatro entrenamiento AM especializado en
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Con los ojos abiertos me pare lentamente dejando ver la preciosa armadura bronceada la cual brillaba intensamente con el sol del cielo provocando así un gran destello de luz. Ya era momento de practicar aquella tecnica que no parecía tan difícil en un principio pero como todos sabíamos nada en este mundo era tan fácil como para realizarse con los ojos cerrados. Tras esto puse mi mano frente a mi cuerpo y comencé a concentrar mi cosmos en esta, aquello debía producir fuego en mi mano pero no cualquier fuego este debía ser exacto al cosmos de Athena y debía producir felicidad ademas de no lastimar al rival cosa que no seria muy fácil de conseguir pero lo cual debía hacer un arduo esfuerzo y no rendirme aunque aquel ataque no funcionara a la primera.
-Rayos, este es un problema como voy a hacer para conseguir parte del cosmos de Athena o por lo menos una imitación de este que sirva para mi tecnica. Sera algo difícil pero se que puedo conseguirlo con algo de esfuerzo y con algo de entrenamiento, estoy seguro de que desarrollare a la perfección esta poderosa tecnica la cual de seguro seria una de mis favoritas junto a la tecnica denominada "Renacer del fénix".
Bien, seguiré con el entrenamiento.-
Concentre mi cosmos en mi mano provocando así al fin una llama, pero aquella llama no parecía calmada mas bien parecía ser destructiva y poderosa, no era el tipo de llama que produciría Athena y menos el tipo de llama que yo quería. Tomando esta llama decidí probarla en el piso para ver si estaba en lo cierto, al tocar el piso con esta el fuego comenzó a extenderse por una pequeña área pero luego atraje todo ese fuego a mi mano apagandolo en un instante. Como lo había suponido desde un principio era una llama destructiva y sin control nada de lo que yo quería y nada efectiva para mi tecnica pensada, por lo que debía seguir intentando buscando el tipo de llama especial que requería esta tecnica en base al fuego, el elemento mas destructivo y vivo de todo el planeta.
-Maldición, debo encontrar y desarrollar aquel tipo de llama.-
Grite aquellas palabras mientras concentre nuevamente mi cosmos en mi mano intentando conseguir aquellas llamas no destructivas que me permitirían entrenar lo que era como ya había dicho anteriormente la tecnica mas poderosa de mi arsenal de momento, no era para menos preocuparme si esta no me salia ya que saberla podía significar salvarle la vida a la diosa Athena o incluso a mi mismo si algún espectro de Hades me atacaba en aquel lugar en el que no había ninguna persona que pudiera ayudarme. Por lo que debía esforzarme en aquella tecnica...
Aquello ultimo hiso despertar mi espíritu de tal manera que al concentrar mi chakra en mi mano la flama ya era la indicada para mi tecnica especial.
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Con los ojos abiertos me pare lentamente dejando ver la preciosa armadura bronceada la cual brillaba intensamente con el sol del cielo provocando así un gran destello de luz. Ya era momento de practicar aquella tecnica que no parecía tan difícil en un principio pero como todos sabíamos nada en este mundo era tan fácil como para realizarse con los ojos cerrados. Tras esto puse mi mano frente a mi cuerpo y comencé a concentrar mi cosmos en esta, aquello debía producir fuego en mi mano pero no cualquier fuego este debía ser exacto al cosmos de Athena y debía producir felicidad ademas de no lastimar al rival cosa que no seria muy fácil de conseguir pero lo cual debía hacer un arduo esfuerzo y no rendirme aunque aquel ataque no funcionara a la primera.
-Rayos, este es un problema como voy a hacer para conseguir parte del cosmos de Athena o por lo menos una imitación de este que sirva para mi tecnica. Sera algo difícil pero se que puedo conseguirlo con algo de esfuerzo y con algo de entrenamiento, estoy seguro de que desarrollare a la perfección esta poderosa tecnica la cual de seguro seria una de mis favoritas junto a la tecnica denominada "Renacer del fénix".
Bien, seguiré con el entrenamiento.-
Concentre mi cosmos en mi mano provocando así al fin una llama, pero aquella llama no parecía calmada mas bien parecía ser destructiva y poderosa, no era el tipo de llama que produciría Athena y menos el tipo de llama que yo quería. Tomando esta llama decidí probarla en el piso para ver si estaba en lo cierto, al tocar el piso con esta el fuego comenzó a extenderse por una pequeña área pero luego atraje todo ese fuego a mi mano apagandolo en un instante. Como lo había suponido desde un principio era una llama destructiva y sin control nada de lo que yo quería y nada efectiva para mi tecnica pensada, por lo que debía seguir intentando buscando el tipo de llama especial que requería esta tecnica en base al fuego, el elemento mas destructivo y vivo de todo el planeta.
-Maldición, debo encontrar y desarrollar aquel tipo de llama.-
Grite aquellas palabras mientras concentre nuevamente mi cosmos en mi mano intentando conseguir aquellas llamas no destructivas que me permitirían entrenar lo que era como ya había dicho anteriormente la tecnica mas poderosa de mi arsenal de momento, no era para menos preocuparme si esta no me salia ya que saberla podía significar salvarle la vida a la diosa Athena o incluso a mi mismo si algún espectro de Hades me atacaba en aquel lugar en el que no había ninguna persona que pudiera ayudarme. Por lo que debía esforzarme en aquella tecnica...
Aquello ultimo hiso despertar mi espíritu de tal manera que al concentrar mi chakra en mi mano la flama ya era la indicada para mi tecnica especial.
Genas- Caballeros de Bronce
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Fénix de Fuego
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Re: Dentro del Bosque
Cuarto post de cuatro entrenamiento AM especializado en
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Ya con el fuego indicado para aquella tecnica decidí primero apagarlo para saber si lo podía hacer cuando yo quisiera, no seria divertido estar en medio de una lucha y que una tecnica no me resultara, realmente eso me fastidiaría un poco y le daría oportunidad al oponente de contra atacar y acabar con la lucha en ese mismo instante, realmente eso seria muy malo. Pero por suerte al concentrar mi cosmos en mi mano nuevamente logre encender la llama, esta tenia un color normal pero con solo mirarla uno se daba cuenta de que no era muy destructiva y no tenia intención de esto.
-Si, ya puedo conseguir esta flama sin necesidad de mucho tiempo ademas de que con ella puedo realizar mi objetivo, una tecnica no destructiva pero al mismo tiempo poderosa. Realmente haré de esta tecnica una de las mas poderosas de mi arsenal.-
En aquel momento ya con la llama especial en mis manos decidí que era el momento de intentar la tecnica, si no me equivocaba la tecnica debía ser usada en la cabeza de la persona para infundir los felices pensamientos en este y hacerlo cambiar para siempre, esta tecnica podía significar la salvación para algunos espectros que no quisieron serlo, realmente podía ser muy útil.
Con aquella llama en la mano corrí hasta un árbol cercano en cual parecía estar apunto de morir y le apoye aquella mano, instantáneamente hice esto el árbol empezó a recobrar su fuerza tanto era así que parecía como si no fuera el mismo árbol. El cosmos de Athena lo había cambiado completamente y ahora ya podía vivir nuevamente pero al sacar la mano de este árbol mi mano había quedado marcada en este. A pesar de usar el cosmos de Athena el ataque seguía siendo destructivo, nadie cambiaba la naturaleza del fuego. Era imposible.
-Lo sabia, la naturaleza del fuego no puede ser cambiada. Pero ahora me pregunto si esta tecnica a pesar de ser destructiva provoca dolor alguno, para saberlo voy a tener que privarla en mi...-
Hice aparecen nuevamente aquella llama y la pase por mi mano, a pesar de que acababa de pasarme fuego caliente no dolía en lo mas mínimo y lo bueno era que como lo había echo en una medida considerable no me dejaría marcas en un futuro pero si por unos instantes, realmente era una tecnica sorprendente y fascinante la que acababa de inventar. De seguro seria una de mis favoritas.
-Bien volvere al camino para ver si encuentro a Orfeo.-
Dicho esto la armadura se desprendió de mi cuerpo y se guardo en su caja, ya estaba listo para seguir mi camino lo cual hice instantáneamente borre los rastros de que yo había estado en ese lugar.
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Ya con el fuego indicado para aquella tecnica decidí primero apagarlo para saber si lo podía hacer cuando yo quisiera, no seria divertido estar en medio de una lucha y que una tecnica no me resultara, realmente eso me fastidiaría un poco y le daría oportunidad al oponente de contra atacar y acabar con la lucha en ese mismo instante, realmente eso seria muy malo. Pero por suerte al concentrar mi cosmos en mi mano nuevamente logre encender la llama, esta tenia un color normal pero con solo mirarla uno se daba cuenta de que no era muy destructiva y no tenia intención de esto.
-Si, ya puedo conseguir esta flama sin necesidad de mucho tiempo ademas de que con ella puedo realizar mi objetivo, una tecnica no destructiva pero al mismo tiempo poderosa. Realmente haré de esta tecnica una de las mas poderosas de mi arsenal.-
En aquel momento ya con la llama especial en mis manos decidí que era el momento de intentar la tecnica, si no me equivocaba la tecnica debía ser usada en la cabeza de la persona para infundir los felices pensamientos en este y hacerlo cambiar para siempre, esta tecnica podía significar la salvación para algunos espectros que no quisieron serlo, realmente podía ser muy útil.
Con aquella llama en la mano corrí hasta un árbol cercano en cual parecía estar apunto de morir y le apoye aquella mano, instantáneamente hice esto el árbol empezó a recobrar su fuerza tanto era así que parecía como si no fuera el mismo árbol. El cosmos de Athena lo había cambiado completamente y ahora ya podía vivir nuevamente pero al sacar la mano de este árbol mi mano había quedado marcada en este. A pesar de usar el cosmos de Athena el ataque seguía siendo destructivo, nadie cambiaba la naturaleza del fuego. Era imposible.
-Lo sabia, la naturaleza del fuego no puede ser cambiada. Pero ahora me pregunto si esta tecnica a pesar de ser destructiva provoca dolor alguno, para saberlo voy a tener que privarla en mi...-
Hice aparecen nuevamente aquella llama y la pase por mi mano, a pesar de que acababa de pasarme fuego caliente no dolía en lo mas mínimo y lo bueno era que como lo había echo en una medida considerable no me dejaría marcas en un futuro pero si por unos instantes, realmente era una tecnica sorprendente y fascinante la que acababa de inventar. De seguro seria una de mis favoritas.
-Bien volvere al camino para ver si encuentro a Orfeo.-
Dicho esto la armadura se desprendió de mi cuerpo y se guardo en su caja, ya estaba listo para seguir mi camino lo cual hice instantáneamente borre los rastros de que yo había estado en ese lugar.
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Fénix de Fuego
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Re: Dentro del Bosque
Tras mis últimas palabras dichas al viento, recomencé la caminata más no sabía lo que me esperaba, el deseo de querer más y más se volvió más fuerte una nueva arremetida contra mi mente se hizo presente la imagen de montones de monedas, oro, joyas y demás lujos danzaban en mi mente sin control alguno, sacudí la cabeza y miré a mi alrededor, ya no había nadie en la calle o en las casas cercanas era de noche al parecer estaba tan consternada que no me di cuenta y pasó rápidamente el tiempo, comencé a caminar hasta llegar a una zona alejada de la ciudad lo mejor sería el bosque. Al llegar me apoyé la espalda contra un árbol, agarré mi cabeza ya que nuevamente el deseo quería apoderarse de mi cuerpo, intenté con todas las fuerzas pensar en otra cosa más lo único que lograba era que se intensificase.
- Ya basta - grité golpeando con mis puños al árbol el cual de la nada comenzó a arder en llamas miré aquello con una mezcla entre miedo y fascinación, el fuego siempre me había atraído por su belleza además de parecerse mucho en sus tonos al oro, miré mis manos las cuales estaban cubiertas por fuego, me asuste. - Que demo - no alcance a decir más ya que de las llamas emergía una mujer de flamas, está me miró y se largó a reír - Hasta que al fin me dejas salir - dijo acercándose a mi dando vueltas a mi alrededor - Nunca nadie había logrado eso, Ira y las demás han emergido aunque sea una vez, pero nadie había logrado tener tanta codicia como para despertarme - dijo sonriente deteniéndose, alargó una mano para tocarme el rostro - Ciertamente me gustas - esto lo soltó coqueta y relamiéndose los labios, me aleje un poco ciertamente nunca había demostrado miedo aunque lo tuviese y esta no sería la primera vez, mis manos aún en llamas permanecían lo más alejadas de mi cuerpo hasta que comenzaron a extenderse lentamente hacía mis brazos - Si le temes te quemará al igual que tu temor por tener más cosas - su voz resonó en mis oídos recordándome todas las ocasiones en que el deseo se apoderaba de mí más yo lo acallaba con mi voluntad, ciertamente siempre había querido tener más, pero nunca lo obtenía temía perderme a mí misma en aquel intento de dejarme controlar por ella - Avaricia - un susurró salió de mis labios al darme cuenta de quien había intentado retener, más en un intento desesperado por hacerla desaparecer de mi mente sin darme cuenta la había dejado salir.
- Ya basta - grité golpeando con mis puños al árbol el cual de la nada comenzó a arder en llamas miré aquello con una mezcla entre miedo y fascinación, el fuego siempre me había atraído por su belleza además de parecerse mucho en sus tonos al oro, miré mis manos las cuales estaban cubiertas por fuego, me asuste. - Que demo - no alcance a decir más ya que de las llamas emergía una mujer de flamas, está me miró y se largó a reír - Hasta que al fin me dejas salir - dijo acercándose a mi dando vueltas a mi alrededor - Nunca nadie había logrado eso, Ira y las demás han emergido aunque sea una vez, pero nadie había logrado tener tanta codicia como para despertarme - dijo sonriente deteniéndose, alargó una mano para tocarme el rostro - Ciertamente me gustas - esto lo soltó coqueta y relamiéndose los labios, me aleje un poco ciertamente nunca había demostrado miedo aunque lo tuviese y esta no sería la primera vez, mis manos aún en llamas permanecían lo más alejadas de mi cuerpo hasta que comenzaron a extenderse lentamente hacía mis brazos - Si le temes te quemará al igual que tu temor por tener más cosas - su voz resonó en mis oídos recordándome todas las ocasiones en que el deseo se apoderaba de mí más yo lo acallaba con mi voluntad, ciertamente siempre había querido tener más, pero nunca lo obtenía temía perderme a mí misma en aquel intento de dejarme controlar por ella - Avaricia - un susurró salió de mis labios al darme cuenta de quien había intentado retener, más en un intento desesperado por hacerla desaparecer de mi mente sin darme cuenta la había dejado salir.
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Primer post de Maestria de Elemento
Aglaya- Status :
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Re: Dentro del Bosque
Presente se encontraba frente a mí la forma de la Avaricia una dama de fuego el como se había exteriorizado era plenamente mi culpa, la intención de querer encerrarla en los más recóndito de mi ser la libere, no sabía el porque ella me había elegido como su contenedora, yo no era más que una humana sin nada que ofrecerle excepto el gran deseo que siempre he tenido el de querer más y no conformarme con eso siempre quiero más, habían tantas personas así, pero si lo pienso quizá mi deseo era mayor que lo común.
- ¿Qué es lo que quieres de mí? - pregunté mientras la veía, siempre hay un precio ante todo, nada es gratis así que intentaría sacarle el mayor provecho posible a la situación que por cierto me encuentro en desventaja, pero todo puede cambiar - Necesito un cuerpo que me contenga y a la vez me deje ser, por tu mirada veo que intentarás algo niña - dijo mirándome maliciosamente, mientras se tocaba el rostro con una mano, ella sabía de mi persona más que yo misma eso me ponía en desventaja aparente más debía de controlarla - Digamos que te doy lo que deseas, pero que me darías tu a cambio - el fuego se extendía hacia mis hombros níveos con lentitud, más este no me quemaba al parecer mi intento de querer sacar provecho ayudaba para no pensar en quemarme por el momento, Avaricia se quedo callada al parecer no sabiendo que responderme, cerró sus ojos ígneos pensando, por mi parte miraba mis brazos cubierto con fuego tocándolos sin sentir calor ni dolor era algo extraño más increíble si lo ves de cierto modo, esto no era común y ciertamente me estaba gustando cada vez más - Te comió la lengua el ratón o es que no sabes como pagarme, tu eres Avaricia deberías saber que ofrecerme, pero solamente eres un deseo no piensas en otra cosa que tu propio beneficio - dije con malicia en mis palabras intentando provocarla para que diga alguna estupidez o simplemente desconcentrarla impidiéndole pensar con claridad, sabía hacer negocios demasido bien todo gracias a mi vida en las calles en donde si no sabías te podían hacer tonto y practicamente robarte el pan de cada día y morir lentamente de hambre mientras las ratas y animales oportunistas esperan tú caída hacía la muerte para poder comenzar a comerte pedazo por pedazo hasta no dejar nada más que los hueso ya blancos por lo roídos que quedarían, además sabía como controlar la situación para mi propio beneficio de eso no tenía duda.
- ¿Qué es lo que quieres de mí? - pregunté mientras la veía, siempre hay un precio ante todo, nada es gratis así que intentaría sacarle el mayor provecho posible a la situación que por cierto me encuentro en desventaja, pero todo puede cambiar - Necesito un cuerpo que me contenga y a la vez me deje ser, por tu mirada veo que intentarás algo niña - dijo mirándome maliciosamente, mientras se tocaba el rostro con una mano, ella sabía de mi persona más que yo misma eso me ponía en desventaja aparente más debía de controlarla - Digamos que te doy lo que deseas, pero que me darías tu a cambio - el fuego se extendía hacia mis hombros níveos con lentitud, más este no me quemaba al parecer mi intento de querer sacar provecho ayudaba para no pensar en quemarme por el momento, Avaricia se quedo callada al parecer no sabiendo que responderme, cerró sus ojos ígneos pensando, por mi parte miraba mis brazos cubierto con fuego tocándolos sin sentir calor ni dolor era algo extraño más increíble si lo ves de cierto modo, esto no era común y ciertamente me estaba gustando cada vez más - Te comió la lengua el ratón o es que no sabes como pagarme, tu eres Avaricia deberías saber que ofrecerme, pero solamente eres un deseo no piensas en otra cosa que tu propio beneficio - dije con malicia en mis palabras intentando provocarla para que diga alguna estupidez o simplemente desconcentrarla impidiéndole pensar con claridad, sabía hacer negocios demasido bien todo gracias a mi vida en las calles en donde si no sabías te podían hacer tonto y practicamente robarte el pan de cada día y morir lentamente de hambre mientras las ratas y animales oportunistas esperan tú caída hacía la muerte para poder comenzar a comerte pedazo por pedazo hasta no dejar nada más que los hueso ya blancos por lo roídos que quedarían, además sabía como controlar la situación para mi propio beneficio de eso no tenía duda.
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Segundo post de Maestria de Elemento
Aglaya- Status :
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Re: Dentro del Bosque
Avaricia aún no pronunciaba palabra alguna, mientras tanto el fuego avanzaba lentamente desde mis hombros a mis pechos, la lentitud me daba a entender que la desconcentración de avaricia y mi concentración en el hecho de obtener las cosas a mi gusto estaban casi a la par en término de ambiciones, el fuego se sentía cálido por sobre los poros de mi piel blanquecina el leve calor era agradable tibio más no quemaba me gustaba la sensación de este recorriendo mi cuerpo cerré mis ojos un instante para luego abrirlos y mirar a la dama ígnea la cual aún continuaba con sus ojos cerrados pensando que hacer.
- Dame poder y digamos que yo te dejo ser libre, pero en mis términos ya que no deseo que me controles si no que aumentes esta sensación de sentirme vacía si no obtengo lo que quiero tú entiendes el porque te pido eso - dije con mirada altiva la sensación de obtener lo querido era algo excitante y complaciente mientras duraba me encantaba y me hacía adicta a ella cada vez más quería más y más, Avaricia me miró fijamente y se largó a reír ruidosamente - Sabes que harás lo que yo deseo a la larga te harás adicta a mí, aunque no dudo que ya lo eres niña, hago el trato, pero deberás dejarme hacer mi voluntad cuando yo te lo indique - me quedé pensando en sus últimas palabras el trato era demasiado tentador y demasiado bueno hasta ahora, aceptaría o no eso debía pensarlo concientemente de que no me timará ella me conocia demasiado bien, ya que por la avaricia se puede hacer cualquier cosa aunque eso no me importaba nada estaba dispuesta a todo con tal de obtener poder y tener más y más sin realmente saciar mi alma corrompida o no eso ya no importaba, el fuego seguía extendiéndose por mi cuerpo ya estaba llegando casi a mis caderas al parecer esto me estaba gustando más y más, de pronto una imagen vino a mi mente - Bárbara - se me había olvidado ella que sería de ella en la taberna sola, la preocupación se hizo presente en mi mente la avaricia abandonaba mis pensamientos y la preocupación los inundaba con rapidez, el calor del fuego se hizo mayor en mi piel casi quemándola estúpidamente al dejar de pensar en mi beneficio estaba provocándome mi propia muerte aunque por increíble que sonara detestaba eso de cierta forma, desvié mi pensamiento rápidamente a la situación actual debía ganar de cualquier manera fuese como fuese, ya no me importaba el costo solo el beneficio.
- Dame poder y digamos que yo te dejo ser libre, pero en mis términos ya que no deseo que me controles si no que aumentes esta sensación de sentirme vacía si no obtengo lo que quiero tú entiendes el porque te pido eso - dije con mirada altiva la sensación de obtener lo querido era algo excitante y complaciente mientras duraba me encantaba y me hacía adicta a ella cada vez más quería más y más, Avaricia me miró fijamente y se largó a reír ruidosamente - Sabes que harás lo que yo deseo a la larga te harás adicta a mí, aunque no dudo que ya lo eres niña, hago el trato, pero deberás dejarme hacer mi voluntad cuando yo te lo indique - me quedé pensando en sus últimas palabras el trato era demasiado tentador y demasiado bueno hasta ahora, aceptaría o no eso debía pensarlo concientemente de que no me timará ella me conocia demasiado bien, ya que por la avaricia se puede hacer cualquier cosa aunque eso no me importaba nada estaba dispuesta a todo con tal de obtener poder y tener más y más sin realmente saciar mi alma corrompida o no eso ya no importaba, el fuego seguía extendiéndose por mi cuerpo ya estaba llegando casi a mis caderas al parecer esto me estaba gustando más y más, de pronto una imagen vino a mi mente - Bárbara - se me había olvidado ella que sería de ella en la taberna sola, la preocupación se hizo presente en mi mente la avaricia abandonaba mis pensamientos y la preocupación los inundaba con rapidez, el calor del fuego se hizo mayor en mi piel casi quemándola estúpidamente al dejar de pensar en mi beneficio estaba provocándome mi propia muerte aunque por increíble que sonara detestaba eso de cierta forma, desvié mi pensamiento rápidamente a la situación actual debía ganar de cualquier manera fuese como fuese, ya no me importaba el costo solo el beneficio.
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Tercer post de Maestria de Elemento
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Re: Dentro del Bosque
La situación si seguía así no la podría controlar del todo como deseaba, el fuego dejo de emitir calor en mi piel blanquecina ahora enrojecida producto del calor anterior por mi estúpida desconcentración, al parecer debía de concentrarme en lo que siempre había sido para mí lo más normal y común en mi vida la avaricia, la misma dama de fuego frente a mi que representaba aquel pecado mortífero para el alma humana, el pecado que era capaz de hacer perder todo a cambio de satisfacer los mayores deseos del alma humana debía de aceptarla como tal, más no deseaba que me controlase por completo, aunque si bien puedo perder la poca humanidad que me queda no me importa para nada, algo en mi interior me decía que había algo más, algo mucho más fuerte y que debía obtenerlo sin importar el camino que debiese tomar para obtenerlo, miré a Avaricia fijamente esta me devolvió la mirada con malicia y arrogancia al parecer ella ya sabía mi respuesta hace mucho.
- Es un trato querida - dije con voz suave y algo seductora mientras el fuego lentamente cubría mis rodillas haciéndolas ver como si se hallasen en llamas, Avaricia se relamió los labios con satisfacción, más algo me desconcertaba de ella, había algo detrás de aquella expresión intente descifrarla posiblemente habría gato encerrado como buen negociante haría al planear su beneficio hacer la mayor cantidad de trampa posible sin que tu interlocutor se diese cuenta, el fuego ya me cubría por completo con su manto de distintos colores ahora estaba en igualdad de condición con ella, nos veíamos casi iguales, una sonrisa maliciosa se mostró en sus labios ígneos, algo no iba bien como sospechaba - Bien trato hecho ahora deberás demostrarme si eres digna de mí o no - tras decir esto prosiguió a atacarme sin razón, intenté esquivarla más aquello fue inútil el golpe quemo levemente mi brazo izquierdo la miré con enojo - El fuego ya no te quema ahora aprende a manipularlo o morirás y francamente me da pereza buscarme otro cuerpo, así que muévete o muere - tenía razón la maldita, pero no sabía como ya mantenía el control de mis emociones si deseaba ganar tenía que ingeniármelas de alguna manera, un nuevo ataque se dirigió a mi persona al intentar cubrir con mis brazos mi rostro algo sucedió una pared de fuego se extendió a mi alrededor impidiendo el ataque, a pesar de haber sido un movimiento involuntario este me estaba dando mi respuesta, sonreí ya había comprendido, un nuevo ataque se dirigió hacía la barrera la cual se deshizo generando un mar de llamas a mi alrededor, pero había algo más estaba algo molesta el fuego que cubría mi cuerpo lo demostró de cierta manera mutando para dar forma a una bestia la cual se comió prácticamente el ataque de Avaricia, ella me miró satisfecha y se acercó a mí, más no bajé la guardia no podía con aquella odiosa - No te atacaré, pero ten en cuenta que si no me sabes controlar perderás ante mí y te desechare como si fuese un cadáver sin importancia en el Tiber- mantuve mi silencio ciertamente me molestó lo último, aquella zorra ordenándome, me miró y se largó a reír - Seremos una sola de ahora hasta tú muerte y más te vale no morir pronto - dijo para luego acercarse aún más a mí fundiéndose con mi cuerpo, una sensación cálida recorría todo mi cuerpo lo había logrado después de todo más ya no estaba sola, comencé a caminar sin rumbo algo me decía que habrían buenas o malas noticias, pero eso ya no importaba.
- Es un trato querida - dije con voz suave y algo seductora mientras el fuego lentamente cubría mis rodillas haciéndolas ver como si se hallasen en llamas, Avaricia se relamió los labios con satisfacción, más algo me desconcertaba de ella, había algo detrás de aquella expresión intente descifrarla posiblemente habría gato encerrado como buen negociante haría al planear su beneficio hacer la mayor cantidad de trampa posible sin que tu interlocutor se diese cuenta, el fuego ya me cubría por completo con su manto de distintos colores ahora estaba en igualdad de condición con ella, nos veíamos casi iguales, una sonrisa maliciosa se mostró en sus labios ígneos, algo no iba bien como sospechaba - Bien trato hecho ahora deberás demostrarme si eres digna de mí o no - tras decir esto prosiguió a atacarme sin razón, intenté esquivarla más aquello fue inútil el golpe quemo levemente mi brazo izquierdo la miré con enojo - El fuego ya no te quema ahora aprende a manipularlo o morirás y francamente me da pereza buscarme otro cuerpo, así que muévete o muere - tenía razón la maldita, pero no sabía como ya mantenía el control de mis emociones si deseaba ganar tenía que ingeniármelas de alguna manera, un nuevo ataque se dirigió a mi persona al intentar cubrir con mis brazos mi rostro algo sucedió una pared de fuego se extendió a mi alrededor impidiendo el ataque, a pesar de haber sido un movimiento involuntario este me estaba dando mi respuesta, sonreí ya había comprendido, un nuevo ataque se dirigió hacía la barrera la cual se deshizo generando un mar de llamas a mi alrededor, pero había algo más estaba algo molesta el fuego que cubría mi cuerpo lo demostró de cierta manera mutando para dar forma a una bestia la cual se comió prácticamente el ataque de Avaricia, ella me miró satisfecha y se acercó a mí, más no bajé la guardia no podía con aquella odiosa - No te atacaré, pero ten en cuenta que si no me sabes controlar perderás ante mí y te desechare como si fuese un cadáver sin importancia en el Tiber- mantuve mi silencio ciertamente me molestó lo último, aquella zorra ordenándome, me miró y se largó a reír - Seremos una sola de ahora hasta tú muerte y más te vale no morir pronto - dijo para luego acercarse aún más a mí fundiéndose con mi cuerpo, una sensación cálida recorría todo mi cuerpo lo había logrado después de todo más ya no estaba sola, comencé a caminar sin rumbo algo me decía que habrían buenas o malas noticias, pero eso ya no importaba.
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Cuarto post de Maestria de Elemento
Aglaya- Status :
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Re: Dentro del Bosque
Después de un precario y fugaz tratado de mis heridas, limpiándolas para luego usar unas vendas limpias ya me encontraba listo y lo suficientemente despierto como para continuar con el viaje que tenía en mente. Según las palabras de los soldados romanos, los chicos habían huido apenas hubieron notado que un regimiento se acercaba a su posición…si me guiaba por las señales dejadas por ellos (pisadas, ramas rotas y arbustos dañados) podía darme cuenta de la ruta que habían tomado, así como también me tocaría despreciar las pistas falsas que en su momento les enseñé a plantar si iban a ser seguidos por el enemigo. Simplemente aquellas lecciones habían cumplido con su función de manera maravillosa y al menos podía alegrarme de que me habían hecho caso como se los había pedido sin rechistar ni dudar un solo segundo…cada vez me enorgullecía más y más de aquel grupo.
Mientras pensaba todo aquello, noté que la ruta de los chicos se había desviado un poco de la original…seguramente para despistar a los soldados, pero la espesura provocaba que de a momentos me confundiera y no estuviera completamente seguro de a donde me dirigía. Las hojas caían ligeramente y se mecían con el viento, con arbustos bordeando varios senderos algo abstractos si se veían desde el suelo mismo pero con la perspectiva que tenía, eran un poco caóticos y desembocaban los unos en los otros pero al final, siempre seguían una misma dirección. Saltando con más cuidado del que había tenido hasta los momentos (para evitar que me detectaran unos posibles enemigos que surgieran de improviso, solo por si se daba el caso…) pude ver a una mujer caminando un poco más adelante de mi posición actual: con una cabellera roja que le llegaba hasta la cintura y una figura delgada (además de estilizada) me hizo detenerme un poco y considerar en pedir direcciones…pero de pronto recordé como había sido mi última experiencia con una mujer romana y simplemente, desistí de la idea al instante.
No vale la pena arriesgarse…a saber si esta tiene un demonio dentro. murmuré con una ceja levantada para suspirar de manera resignada, continuando con mi camino sobre los árboles sin que la mujer lo notara.
Mientras pensaba todo aquello, noté que la ruta de los chicos se había desviado un poco de la original…seguramente para despistar a los soldados, pero la espesura provocaba que de a momentos me confundiera y no estuviera completamente seguro de a donde me dirigía. Las hojas caían ligeramente y se mecían con el viento, con arbustos bordeando varios senderos algo abstractos si se veían desde el suelo mismo pero con la perspectiva que tenía, eran un poco caóticos y desembocaban los unos en los otros pero al final, siempre seguían una misma dirección. Saltando con más cuidado del que había tenido hasta los momentos (para evitar que me detectaran unos posibles enemigos que surgieran de improviso, solo por si se daba el caso…) pude ver a una mujer caminando un poco más adelante de mi posición actual: con una cabellera roja que le llegaba hasta la cintura y una figura delgada (además de estilizada) me hizo detenerme un poco y considerar en pedir direcciones…pero de pronto recordé como había sido mi última experiencia con una mujer romana y simplemente, desistí de la idea al instante.
No vale la pena arriesgarse…a saber si esta tiene un demonio dentro. murmuré con una ceja levantada para suspirar de manera resignada, continuando con mi camino sobre los árboles sin que la mujer lo notara.
Milanor- Cantidad de envíos : 78
Re: Dentro del Bosque
Van dos planes seguidos que se caen…ja! Acaso no podrás hacerte cargo, señor nobleza? preguntó el lado ambicioso de Aspros, mientras el dúo formado por Géminis y Capricornio eran transportados lentamente por la técnica de Otra Dimensión en dirección a Roma, la Capital del Imperio más grande que existía en aquel presente. Las delgadas líneas que mostraban las diferencias entre dimensiones se movían con velocidad y se perdían en un extraño horizonte sobre el cual se podían vislumbrar planetas, soles y diferentes tipos de estrellas…pero claro, aquella era la última preocupación del peliazul, quien se encontraba discutiendo consigo mismo, intentando controlar su respiración sin dejar que su lado más cuestionable tomara el control.
Error...aunque fuera un poco, la Amazona de Tauro comprendió mi punto mientras que los otros dos quedaron advertidos…sus acciones se verán influenciadas, ya lo verás…en otro punto, deja de molestar, no pudiste escalar Starhill así que ahora me toca actuar a mi! exclamó el lado noble del Santo, haciendo que su otra personalidad disminuyera su presión y así, poder controlarse de forma total.
Ja!...No te descuides, nobleza…un solo desliz y perderás tu única oportunidad, tenlo siempre presente. advirtió la codicia, dejando finalmente en paz a su otra mitad y volviendo a lo que era un “sueño momentáneo”, después de todo, ya tenía sobre amenaza a su otro yo.
Pst...como sea, llegamos. dijo Géminis, levantando un brazo y rompiendo la frontera interdimensional de nuevo, dejando que los fragmentos de la realidad cayeran como si fueran cristales translúcidos y así, un paisaje boscoso se pudo vislumbrar. El dúo de santos había llegado a las afueras de Roma, más específicamente a la zona donde antes solían reunirse las legiones de los Generales, pero para ese entonces, todo parecía abandonado. Por lo visto la decadencia se extendía más allá de lo que el ex-senador hubiera creído posible. Resoplando con calma y dejando que su armadura dorada se fragmentara para volverse el tótem representante de Cástor y Pollux, Aspros se volteó en dirección a Night. Estas listo, Night?
Error...aunque fuera un poco, la Amazona de Tauro comprendió mi punto mientras que los otros dos quedaron advertidos…sus acciones se verán influenciadas, ya lo verás…en otro punto, deja de molestar, no pudiste escalar Starhill así que ahora me toca actuar a mi! exclamó el lado noble del Santo, haciendo que su otra personalidad disminuyera su presión y así, poder controlarse de forma total.
Ja!...No te descuides, nobleza…un solo desliz y perderás tu única oportunidad, tenlo siempre presente. advirtió la codicia, dejando finalmente en paz a su otra mitad y volviendo a lo que era un “sueño momentáneo”, después de todo, ya tenía sobre amenaza a su otro yo.
Pst...como sea, llegamos. dijo Géminis, levantando un brazo y rompiendo la frontera interdimensional de nuevo, dejando que los fragmentos de la realidad cayeran como si fueran cristales translúcidos y así, un paisaje boscoso se pudo vislumbrar. El dúo de santos había llegado a las afueras de Roma, más específicamente a la zona donde antes solían reunirse las legiones de los Generales, pero para ese entonces, todo parecía abandonado. Por lo visto la decadencia se extendía más allá de lo que el ex-senador hubiera creído posible. Resoplando con calma y dejando que su armadura dorada se fragmentara para volverse el tótem representante de Cástor y Pollux, Aspros se volteó en dirección a Night. Estas listo, Night?
Aspros- Caballeros Dorados
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Re: Dentro del Bosque
Salió de la brecha dimensional junto con Aspros, sin impresionarse como la primera vez que viajo por ese medio. Así era Night, una vez era sorprendente y a la segunda ya no causaba ningún tipo de impacto. Estaban en un bosque y por la apariencia que tenía y el tipo de aire que se respiraba podía saber que se encontraban en Roma. Era difícil que el muchacho se olvidara de su hogar tan fácilmente y aunque no estuviera en la ciudad podía sentir que se encontraba cerca del hogar. El hogar que había abandonado para volverse un caballero de oro, inspirado por las palabras de Genas. Ahora se lamentaba por haber creído en las palabras de ese estúpido. Como un tonto se tragó ese puñado de patrañas. Pero no había marcha en reversa, sólo podía esperar a que Aspros le ayudase a enderezar el camino que estuvo siguiendo ciegamente.
Recordó ese peculiar truco que empleó en la casa de Géminis, ese con el que logró dominar el tiempo, brevemente y con limitaciones pero lo había conseguido. Se preguntaba con usando esa habilidad podría volver su tiempo atrás y así regresar al momento en el que conoció a Genas y así cambiar su suerte. Otra vez se repetía un “No tengo nada que perder” y formaba un pequeño reloj en su mano. Debía intentarlo, por lo menos tenía que hacer un experimento con esa capacidad recientemente descubierta y que no había tenido tiempo de probar por ese desagradable encuentro con esos tontos caballeros de oro que no valían ni media moneda.
Sin ver a Aspros sólo pensó en qué tipo de orden debía dar para que el tiempo comenzara a caminar hacia atrás, al pasado. Meditó y luego pronunció unas palabras.-Quiero que me lleves al pasado… mucho antes de haber conocido a ese inútil de Genas.- Reía por lo estúpido que era, pensar que con ese pequeño reloj podría modificar algo tan grande como la historia pero no se perdía absolutamente nada con hacer la prueba.
Del reloj principal que se encontraba flotando en el centro de su mano comenzaron a emerger nuevos relojes que pronto consolidaron una cúpula que encerró a Night. Se podía ver la silueta del joven a través de la delgada pantalla creada por las tapas de reloj. Las manecillas de todos los aparatos giraban en sentido inverso mientras unos quejidos se escuchaban en el interior de la burbuja, como si Night estuviera sufriendo o algo parecido.
Mientras eso pasaba el pelinegro sólo pensaba en las cosas que le iba a decir a ese cretino cuando lo tuviera enfrente, además de regañar a esa idiota de Ada por no tomarlo con seriedad cuando se conocieron en el coliseo. En el exterior se veía cómo la silueta de Night se hacía pequeña, como si se estuviera encogiendo. El joven no percibió la reducción de tamaño, estaba ensimismado en que tal vez podría viajar al pasado con ese medio. Sin embargo se llevó una sorpresa cuando la esfera del tiempo se desquebrajó y sólo veía el mismo bosque maloliente y a Aspros.
-No funcionó… y no me sorprende la verdad. Mi voz suena un poco extraña.- Dijo mientras se frotaba el cuello y miraba confundido al peliazul; no recordaba que fuera tan alto. Seguía tan centrado en lo mismo que no se percató de que el tiempo no había retornado al pasado, había sido el quien había retrocedido al quitarse algunos años de encima. Su apariencia era la de un niño de unos 10 o 9 años, quiza menos. Antes media lo mismo que Aspros en estatura y ahora tenía que elevar la cabeza tan sólo para encontrar los ojos de su compañero.
-Sí, estoy listo.- Respondió con su nueva voz, sin darle importancia a que sonaba diferente, más infantil.
Recordó ese peculiar truco que empleó en la casa de Géminis, ese con el que logró dominar el tiempo, brevemente y con limitaciones pero lo había conseguido. Se preguntaba con usando esa habilidad podría volver su tiempo atrás y así regresar al momento en el que conoció a Genas y así cambiar su suerte. Otra vez se repetía un “No tengo nada que perder” y formaba un pequeño reloj en su mano. Debía intentarlo, por lo menos tenía que hacer un experimento con esa capacidad recientemente descubierta y que no había tenido tiempo de probar por ese desagradable encuentro con esos tontos caballeros de oro que no valían ni media moneda.
Sin ver a Aspros sólo pensó en qué tipo de orden debía dar para que el tiempo comenzara a caminar hacia atrás, al pasado. Meditó y luego pronunció unas palabras.-Quiero que me lleves al pasado… mucho antes de haber conocido a ese inútil de Genas.- Reía por lo estúpido que era, pensar que con ese pequeño reloj podría modificar algo tan grande como la historia pero no se perdía absolutamente nada con hacer la prueba.
Del reloj principal que se encontraba flotando en el centro de su mano comenzaron a emerger nuevos relojes que pronto consolidaron una cúpula que encerró a Night. Se podía ver la silueta del joven a través de la delgada pantalla creada por las tapas de reloj. Las manecillas de todos los aparatos giraban en sentido inverso mientras unos quejidos se escuchaban en el interior de la burbuja, como si Night estuviera sufriendo o algo parecido.
Mientras eso pasaba el pelinegro sólo pensaba en las cosas que le iba a decir a ese cretino cuando lo tuviera enfrente, además de regañar a esa idiota de Ada por no tomarlo con seriedad cuando se conocieron en el coliseo. En el exterior se veía cómo la silueta de Night se hacía pequeña, como si se estuviera encogiendo. El joven no percibió la reducción de tamaño, estaba ensimismado en que tal vez podría viajar al pasado con ese medio. Sin embargo se llevó una sorpresa cuando la esfera del tiempo se desquebrajó y sólo veía el mismo bosque maloliente y a Aspros.
-No funcionó… y no me sorprende la verdad. Mi voz suena un poco extraña.- Dijo mientras se frotaba el cuello y miraba confundido al peliazul; no recordaba que fuera tan alto. Seguía tan centrado en lo mismo que no se percató de que el tiempo no había retornado al pasado, había sido el quien había retrocedido al quitarse algunos años de encima. Su apariencia era la de un niño de unos 10 o 9 años, quiza menos. Antes media lo mismo que Aspros en estatura y ahora tenía que elevar la cabeza tan sólo para encontrar los ojos de su compañero.
-Sí, estoy listo.- Respondió con su nueva voz, sin darle importancia a que sonaba diferente, más infantil.
Night- General Marino
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Re: Dentro del Bosque
Aún cuando esperaba de inmediato la respuesta de Night, se sorprendió cuando vio que este estaba ensimismado en sus pensamientos para de un momento a otro activar su cosmos y más específicamente, aquella curiosa habilidad que le había visto usar en el Templo de los Gemelos, una habilidad especial que era capaz de cambiar el paso del tiempo en una zona u objeto específico, pero lo que no pudo haber imaginado el geminiano era que la técnica también podía emplearse en los humanos para lograr resultados tan…desenfrenados y únicos. Cuando la cúpula de tiempo se rompió, el peliazul pudo observar como de ella surgía un enano de nueve años portando la Armadura Dorada de Capricornio (que obviamente le quedaba muy, MUY grande)…no era otro sino su compañero, quien había intentado cambiar la historia sin éxito alguno más que volver a su infancia, quien sabía por cuanto tiempo.
Notando la dificultad que se le presentaba al pequeño para mirarlo directamente a los ojos, además de que en su estado todo parecía algo...exagerado, el geminiano simplemente se agachó y posó su mano derecha en la cabeza de su compañero, agitando sus cabellos mientras levantaba ambas cejas y esbozaba una media sonrisa que no pretendía ocultar el hecho de que aquello le causaba gracia…y eso considerando, que Aspros no era el tipo más fácil de divertir o impresionar. Seguro que estás listo, Night? Te ves algo…indispuesto. comentó Aspros, observando más de cerca de Capricornio y notando que uno de sus ahora dientes de leche, estaba por caerse en cualquier momento.
Aquel día no podía empezar de forma más extraña que aquella, se dijo el ex-senador, sin perder de vista los pequeños y rebeldes ojos rojos de Night, del cual esperaba una pronta respuesta…que tipo de contestación? Eso quedaba de parte del chiquillo, cuya expresión era algo extraña…y como no lo iba a ser? No todos los días intentabas cambiar tu pasado y te veías envuelto en semejante lío; como fuera, Aspros tan solo esperó, con su mano todavía apoyada en la mollera del pequeño Night.
Notando la dificultad que se le presentaba al pequeño para mirarlo directamente a los ojos, además de que en su estado todo parecía algo...exagerado, el geminiano simplemente se agachó y posó su mano derecha en la cabeza de su compañero, agitando sus cabellos mientras levantaba ambas cejas y esbozaba una media sonrisa que no pretendía ocultar el hecho de que aquello le causaba gracia…y eso considerando, que Aspros no era el tipo más fácil de divertir o impresionar. Seguro que estás listo, Night? Te ves algo…indispuesto. comentó Aspros, observando más de cerca de Capricornio y notando que uno de sus ahora dientes de leche, estaba por caerse en cualquier momento.
Aquel día no podía empezar de forma más extraña que aquella, se dijo el ex-senador, sin perder de vista los pequeños y rebeldes ojos rojos de Night, del cual esperaba una pronta respuesta…que tipo de contestación? Eso quedaba de parte del chiquillo, cuya expresión era algo extraña…y como no lo iba a ser? No todos los días intentabas cambiar tu pasado y te veías envuelto en semejante lío; como fuera, Aspros tan solo esperó, con su mano todavía apoyada en la mollera del pequeño Night.
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Re: Dentro del Bosque
Los ahora grandes ojos del chiquillo se abrieron por la sorpresa cuando Aspros se inclinó el revolvió su cabello. Estaba disgustado, nunca en la vida le gustó ser tratado como un niño pequeño. Molesto, el pequeño retiró la mano del adulto pero, cuando lo hizo, vio sus pequeñas manitas, que eran diminutas en comparación con las del Santo de Géminis. No podía digerir lo que estaba viendo así que midió su mano con la del peliazul, cayéndose hacia atrás cuando confirmó que su mano había encogido. Atónito, el chico llevó sus manos al rostro para tocarlo, se sentía diferente, más suave e inmaduro. Y por último se dio cuenta de que la armadura que portaba sobre su cuerpo era inmensa.
Todo eso era demasiado extraño, y se preguntaba cómo se pudo producir un cambio tan drástico en su cuerpo. Entonces recordó las palabras que había entonado en broma mientras insultaba a Genas y a la pelirroja. El estúpido reloj no había devuelto el tiempo atrás, sino que regresó a Night a la niñez. Justo cuando las cosas no podían estar peor se veía atrapado en ese cuerpo infantil. Se sentía tan pequeño en ese nuevo envase, como algo insignificante.
Sus cabellos aportaron una sombra a su tierno rostro; estaba enojado debido a su condición actual lucía adorable, aunque cuando lo descubriera no iba a dar brincos de felicidad. -¡No vuelvas a hacer eso! – Exclamó mientras se reincorporaba y unas lágrimas se desprendían de sus enormes ojos rojos. Parecía que no sólo su cuerpo perdió edad; Night también perdió algo de madurez y recuperó algunos hábitos viejos. Además de que no le causaba la misma gracia que a su compañero, como le decía esa sonrisa socarrona en la cara de Aspros. Sabía que era de burla. –Me encuentro perfectamente.- Bufó con su tierna vocecilla
Limpió sus grandes ojos frotando con insistencia y luego miró a Aspros hacia arriba. -¿Entonces que vamos a hacer aquí?- Preguntó, tratando de retomar el asunto original por el que habían ido a Roma para que Aspros no siguiera mofándose de él, tratando de ignorar el predicamento en el que estaba metido hasta el cuello. Confiaba en que sólo sería temporal. Esperaba que fuera temporal pues no tenía idea de cómo recuperar su edad autentica.
No podía moverse con libertad, la armadura de Capricornio le quedaba demasiado grande como para hacerlo. Decidió que no tenía casi seguir así, por lo que ordenó a la Cloth abandonar su cuerpo. Las piezas le dieron forma del tótem que representaba a la cabra Amaltea, dejando al pequeño vistiendo sólo con un pantalón sencillo y una camisa que le quedaba algo grande. Dio un par de pasos para apartarse de Aspros pero al hacerlo sintió un jalón repentino y cayó de narices en la tierra. El pantalón de tamaño adulto se corrió por sus piernitas junto a la ropa interior que era un par de tallas más grande… provocando que tropezara y quedase con el trasero levantado.
Por el encuentro repentino con el suelo al pequeño se le aflojó todavía más uno de sus dientes de leche. Night acarició su nariz para aplacar el dolor, y luego viró su cabeza para ver con qué se había topado. Sus mejillas se tornaron de un color rojo vivo cuando notó que estaba descubierto de la cintura para abajo. -Maldición.- Rápidamente volteó su cuerpo, sentándose y poniendo sus manitas al frente para cubrirse. No se le ocurrió volver a subir el pantalón, estaba demasiado avergonzado como para pensar en eso.
Todo eso era demasiado extraño, y se preguntaba cómo se pudo producir un cambio tan drástico en su cuerpo. Entonces recordó las palabras que había entonado en broma mientras insultaba a Genas y a la pelirroja. El estúpido reloj no había devuelto el tiempo atrás, sino que regresó a Night a la niñez. Justo cuando las cosas no podían estar peor se veía atrapado en ese cuerpo infantil. Se sentía tan pequeño en ese nuevo envase, como algo insignificante.
Sus cabellos aportaron una sombra a su tierno rostro; estaba enojado debido a su condición actual lucía adorable, aunque cuando lo descubriera no iba a dar brincos de felicidad. -¡No vuelvas a hacer eso! – Exclamó mientras se reincorporaba y unas lágrimas se desprendían de sus enormes ojos rojos. Parecía que no sólo su cuerpo perdió edad; Night también perdió algo de madurez y recuperó algunos hábitos viejos. Además de que no le causaba la misma gracia que a su compañero, como le decía esa sonrisa socarrona en la cara de Aspros. Sabía que era de burla. –Me encuentro perfectamente.- Bufó con su tierna vocecilla
Limpió sus grandes ojos frotando con insistencia y luego miró a Aspros hacia arriba. -¿Entonces que vamos a hacer aquí?- Preguntó, tratando de retomar el asunto original por el que habían ido a Roma para que Aspros no siguiera mofándose de él, tratando de ignorar el predicamento en el que estaba metido hasta el cuello. Confiaba en que sólo sería temporal. Esperaba que fuera temporal pues no tenía idea de cómo recuperar su edad autentica.
No podía moverse con libertad, la armadura de Capricornio le quedaba demasiado grande como para hacerlo. Decidió que no tenía casi seguir así, por lo que ordenó a la Cloth abandonar su cuerpo. Las piezas le dieron forma del tótem que representaba a la cabra Amaltea, dejando al pequeño vistiendo sólo con un pantalón sencillo y una camisa que le quedaba algo grande. Dio un par de pasos para apartarse de Aspros pero al hacerlo sintió un jalón repentino y cayó de narices en la tierra. El pantalón de tamaño adulto se corrió por sus piernitas junto a la ropa interior que era un par de tallas más grande… provocando que tropezara y quedase con el trasero levantado.
Por el encuentro repentino con el suelo al pequeño se le aflojó todavía más uno de sus dientes de leche. Night acarició su nariz para aplacar el dolor, y luego viró su cabeza para ver con qué se había topado. Sus mejillas se tornaron de un color rojo vivo cuando notó que estaba descubierto de la cintura para abajo. -Maldición.- Rápidamente volteó su cuerpo, sentándose y poniendo sus manitas al frente para cubrirse. No se le ocurrió volver a subir el pantalón, estaba demasiado avergonzado como para pensar en eso.
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Re: Dentro del Bosque
Ya veo. respondió Aspros, sabiendo que su sonrisa se podía malinterpretar fácilmente pero aún así, no cambiaba el hecho de que el asunto le parecía bastante gracioso más no en una forma burlesca, sino…inocente. Era lo más hilarante que había visto desde hacía más de unos cuantos años atrás…de hecho, el mismísimo Géminis ni siquiera recordaba cuando había sido la última vez que su sonrisa no ocultaba burla o desdén, no, no podía rememorar aquello, esos tiempos eran demasiado lejanos. Como fuera, no estaban allí para distraerse con tonterías, más bien, ambos tenían sus misiones que cumplir…y aún si Night se veía algo “impedido” por tan extraña situación, no cambiaba el hecho de que su cosmos no había disminuido ni un poco, incluso si su actitud era la propia de un niño inmaduro y por tanto, estaba más que capacitado para cumplir con su cometido que por cierto, no era de alto riesgo, lo único que debía hacer era recolectar información y reunirse con él cuanto antes, evitando peleas o llamar la atención. Sí, aún en su estado, Capricornio podía hacerlo. Suspirando para ver como su pequeño compañero caía de bruces y perdía los pantalones, para taparse la entrepierna con sus manitas avergonzado.
Night empezó el ex-senador, mirando con fijeza al otro Santo y dejando bien en claro que ya no habría de jugar. Aquí nos separamos, tengo que ir a confirmar algo en la Capital…tu mientras tanto, tendrás que ir a buscar información del dios que vi despertar hace ya tiempo en el Coliseo, no creo que se te sea difícil, por aquí abundan una gran cantidad de cosmos agresivos. Con un poco de suerte podrás averiguar la identidad de nuestro enemigo, has entendido? preguntó Aspros, chasqueando los dedos y dejando que su técnica de Otra Dimensión consumiera la Armadura Dorada de Capricornio, evitándole así la molestia al pequeño de tener que cargarla consigo mismo. Evita las peleas, el objetivo es que te informes y de allí que regreses conmigo. Si te ves involucrado en una batalla, llama a tu Armadura…eso hará que se abra la Otra Dimensión para que escapes y te reúnas conmigo. le explicó el geminiano al pequeño, siendo bastante claro en sus palabras. Tu Armadura es tu salida, solo llámala cuando sea estrictamente necesario. Dicho esto…me despido. Éxito, Night. finalizó Géminis, iniciando la marcha a través del bosque para buscar el camino de mercaderes que lo atravesaba, después de todo, si lo seguía eventualmente llegaría a la ciudad y además…no se atrevía a usar la Otra Dimensión ya que sinceramente, no quería llamar más la atención de lo que ya había hecho hasta los momentos. Y facilitarle la tarea a Night de esa forma sería lo adecuado; después de todo, la tarea del chico era más apremiante que la suya.
Night empezó el ex-senador, mirando con fijeza al otro Santo y dejando bien en claro que ya no habría de jugar. Aquí nos separamos, tengo que ir a confirmar algo en la Capital…tu mientras tanto, tendrás que ir a buscar información del dios que vi despertar hace ya tiempo en el Coliseo, no creo que se te sea difícil, por aquí abundan una gran cantidad de cosmos agresivos. Con un poco de suerte podrás averiguar la identidad de nuestro enemigo, has entendido? preguntó Aspros, chasqueando los dedos y dejando que su técnica de Otra Dimensión consumiera la Armadura Dorada de Capricornio, evitándole así la molestia al pequeño de tener que cargarla consigo mismo. Evita las peleas, el objetivo es que te informes y de allí que regreses conmigo. Si te ves involucrado en una batalla, llama a tu Armadura…eso hará que se abra la Otra Dimensión para que escapes y te reúnas conmigo. le explicó el geminiano al pequeño, siendo bastante claro en sus palabras. Tu Armadura es tu salida, solo llámala cuando sea estrictamente necesario. Dicho esto…me despido. Éxito, Night. finalizó Géminis, iniciando la marcha a través del bosque para buscar el camino de mercaderes que lo atravesaba, después de todo, si lo seguía eventualmente llegaría a la ciudad y además…no se atrevía a usar la Otra Dimensión ya que sinceramente, no quería llamar más la atención de lo que ya había hecho hasta los momentos. Y facilitarle la tarea a Night de esa forma sería lo adecuado; después de todo, la tarea del chico era más apremiante que la suya.
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Re: Dentro del Bosque
Al recuperarse de haber vivido un momento tan embarazoso el pequeño sólo subió su pantalón y se levantó del suelo, sujetándolos para no volver a perderlos en un descuido. Eran muy grandes para su pequeño cuerpo. No sólo había perdido tamaño, también su musculatura. Lo peor es que no tenía ninguna otra ropa a la mano así que tendría que ingeniárselas para arreglar esa minúscula eventualidad.
Escuchó lo que Aspros decía, volviendo al tema de antes de sufrir su desplome. El jovencito atendió y rápidamente hizo una cara de disgusto, no le parecía conveniente separarse estando él así. -¡Espera! ¡No te vayas!- Exclamó, pero fue una petición que cayó en oídos sordos, pues el Santo de Géminis se esfumó en un abrir y cerrar de ojos tras desearle éxito en su misión. Posiblemente no fue tan rápido, más bien era que Night estaba muy distraído pensando en su problema de edad y estatura reducida. -¡Tonto Aspros! ¡Cómo se le ocurre dejarme solo cuando estoy en medio de este predicamento!- Estaba furioso porque aquel hombre se tomó la libertad de enviar su armadura a otra dimensión como si fuera el propietario. Pero igual ahora la armadura de Capricornio era inservible para ese cuerpo pequeño en el que por desgracia tendría que realizar su misión.
Aunque sólo era un niño pequeño según lo que decía el mayor no iba a necesitar de su cuerpo adulto para cumplir las órdenes establecidas. Para su mala fortuna no podía chistar, el peliazul era el único que lo podría ayudar a volver a su forma original. Le molestaba tener que depender de alguien, en especial de un hombre en el que no sabía si podía confiar. Pero seguía teniendo la idea de que él era el único con el que compartía objetivos en común.
Comenzó a caminar, tropezando un par de veces con su pantalón que se resbalaba aún cuando había hecho un nudo para acortar la tela extra. No tenía mucha importancia, cuando encontrara alguna villa entraría y se robaría algunas prendas de talla infantil para poder estar más cómodo. Y no es que le gustase mucho la idea de tener que hurtar, pero no iba a permitir que durante una batalla importante, en caso de que se diera esa situación, sus pantalones cayeran y el accidente le hiciera pasar vergüenza frente a un enemigo. Moriría por la vergüenza. Quejarse y lloriquear no iban a regresarlo a la normalidad, si quería solucionar las cosas lo mejor era buscar los cosmos agresivos, extraer la información y luego llegar con Aspros para que pudieran ver la forma de revertir el efecto de su habilidad. Aunque todavía no averiguaba cómo lograría sacar datos de relevancia con esa apariencia inofensiva. Debería apegarse al plan y tratar de evadir problemas.
Los ojos del pequeño seguían húmedos, pero ya había parado de llorar. Sólo caminaba en el bosque, usando la velocidad digna de un dorado. Aunque su atlética figura se había perdido todavía conservaba su cosmos intacto, lo cual era un consuelo para el pelinegro.
Escuchó lo que Aspros decía, volviendo al tema de antes de sufrir su desplome. El jovencito atendió y rápidamente hizo una cara de disgusto, no le parecía conveniente separarse estando él así. -¡Espera! ¡No te vayas!- Exclamó, pero fue una petición que cayó en oídos sordos, pues el Santo de Géminis se esfumó en un abrir y cerrar de ojos tras desearle éxito en su misión. Posiblemente no fue tan rápido, más bien era que Night estaba muy distraído pensando en su problema de edad y estatura reducida. -¡Tonto Aspros! ¡Cómo se le ocurre dejarme solo cuando estoy en medio de este predicamento!- Estaba furioso porque aquel hombre se tomó la libertad de enviar su armadura a otra dimensión como si fuera el propietario. Pero igual ahora la armadura de Capricornio era inservible para ese cuerpo pequeño en el que por desgracia tendría que realizar su misión.
Aunque sólo era un niño pequeño según lo que decía el mayor no iba a necesitar de su cuerpo adulto para cumplir las órdenes establecidas. Para su mala fortuna no podía chistar, el peliazul era el único que lo podría ayudar a volver a su forma original. Le molestaba tener que depender de alguien, en especial de un hombre en el que no sabía si podía confiar. Pero seguía teniendo la idea de que él era el único con el que compartía objetivos en común.
Comenzó a caminar, tropezando un par de veces con su pantalón que se resbalaba aún cuando había hecho un nudo para acortar la tela extra. No tenía mucha importancia, cuando encontrara alguna villa entraría y se robaría algunas prendas de talla infantil para poder estar más cómodo. Y no es que le gustase mucho la idea de tener que hurtar, pero no iba a permitir que durante una batalla importante, en caso de que se diera esa situación, sus pantalones cayeran y el accidente le hiciera pasar vergüenza frente a un enemigo. Moriría por la vergüenza. Quejarse y lloriquear no iban a regresarlo a la normalidad, si quería solucionar las cosas lo mejor era buscar los cosmos agresivos, extraer la información y luego llegar con Aspros para que pudieran ver la forma de revertir el efecto de su habilidad. Aunque todavía no averiguaba cómo lograría sacar datos de relevancia con esa apariencia inofensiva. Debería apegarse al plan y tratar de evadir problemas.
Los ojos del pequeño seguían húmedos, pero ya había parado de llorar. Sólo caminaba en el bosque, usando la velocidad digna de un dorado. Aunque su atlética figura se había perdido todavía conservaba su cosmos intacto, lo cual era un consuelo para el pelinegro.
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Re: Dentro del Bosque
En mi mente el solo pensar que el dios Hades llamado por los griegos el cual en Roma era conocido como Plutón, había despertado me inquietaba un poco no sabía si vendría a buscarme a avaricia y a mí, pero tenía ese presentimiento de que nos buscaría para llevarnos con él, saliendo de mi ensimismamiento mire a mi alrededor no me encontraba en el Distrito del Tíber sino en un lugar más alejado, al parecer el simple hecho de que Hades despertara hacía que ya no tuviera control de mi cuerpo aunque eso no me molestaba Avaricia no haría nada que no le diese beneficio alguno, así que eso estaba totalmente zanjado para mí sin embargo, tenía algo de miedo, temor de que mi actuar no fuera el correcto con el señor Hades y este me castigase junto a Avaricia enviándonos al Tártaro, debía de controlar las emociones no debo de cometer errores se que hay otros pecados además de Avaricia una vez menciono a Ira, conocí al avatar de la Gula, entonces faltaría conocer a cuatro damas, aunque tengo el presentimiento que veré a alguien conocido y despreciable para mí. Me detuve en este último pensamiento concentrando mi mente y energía en ello, sin darme cuenta algunas flamas generaron una barrera de fuego alrededor de mí, al sentir calor baje la intensidad de mi cosmos energía hasta que estas finalmente se apagaron, ya sabía quien era solamente faltaban tres damas por conocer, me detuve para sentarme en una roca en medio del bosque, necesitaba descansar o de lo contrario terminaría caminando nuevamente sin rumbo inconcientemente.
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Re: Dentro del Bosque
El estar sentada durante algunos minutos hizo que me dejaran de doler mis pies levemente, estos sufrían generalmente por mis caminatas extensas sin rumbo quizá debería dejar de hacerlas aunque con ellas mi mente divagaba y me hacía mantener cuerda por un momento, mis largos tiempos de pensamientos a veces sin sentido eran provechosos me hacían sentir viva por un instante y no como si fuera solamente una marioneta dentro del juego de los dioses, los cuales aburridos utilizaban a los mortales para hacer sus guerras sin ellos ensuciarse las manos, y bueno a mi me tocaba trabajar para el dios más "feliz" por no decir oscuro de todos el señor de los muertos, aunque la curiosidad me carcome últimamente ya que las representaciones de aquel dios generalmente las pocas que hay muestran a un hombre casi en su vejez, me pregunto como se verá Hades si su aspecto es igual al de las estatuas o distinto a este, su aspecto si bien no tiene importancia porque no depende de como se vea para que le obedezca aunque ojala me pagase por trabajar para él, es lo único que pido - Es lo único que pedimos querida - la voz de Avaricia se escuchaba en mi mente, tenía razón era lo único que deseábamos dinero, había nada más que eso.
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Re: Dentro del Bosque
El tiempo y el espacio se agitaban con una furia desmedida…en medio del vórtices de sonidos y colores se encontraba la consciencia de la mujer que en aquella época representaba al espíritu de la Gula. Era extraño…ni siquiera había pasado la hora que el señor del Inframundo le había ofrecido para arreglar sus asuntos con Kore y ya el reloj se había puesto en marcha de nuevo para esta vez llevarla a un lugar totalmente diferente por razones que la misma Trista desconocía. Sin embargo aquello no importaba, no…ya la mujer había logrado obtener la información que quería saber en primer lugar y por lo tanto no tenía demasiado más que acotar frente a la diosa de la Primavera…tal vez por eso era que el reloj había actuado…tal vez había sentido (correctamente) que ya su función había sido cumplida…
Fuera como fuera, la cabellera de la mujer se agitó con el viento y finalmente esta se vio de frente en un lugar que por lo visto era un bosque y frente a ella misma se hallaba el avatar de la Avaricia. Sería que Hades deseaba que todas las Damas se reunieran? Probablemente, sí…sonaba lógico. Levantándose con algo de dificultad y con su báculo en manos, Trista se acercó a la pelirroja pero antes de poder articular palabra, el reloj de arena que le había entregado el señor Hades volvía a reaccionar para envolver al curioso dúo en una tormenta de piedra pulverizada de color de la noche y en medio de todo, un lamento fue proferido desde las profundidades del Infierno: no era otra cosa más que el llamado de su Señor, Hades estaba invocando a sus guerreros.
Fuera como fuera, la cabellera de la mujer se agitó con el viento y finalmente esta se vio de frente en un lugar que por lo visto era un bosque y frente a ella misma se hallaba el avatar de la Avaricia. Sería que Hades deseaba que todas las Damas se reunieran? Probablemente, sí…sonaba lógico. Levantándose con algo de dificultad y con su báculo en manos, Trista se acercó a la pelirroja pero antes de poder articular palabra, el reloj de arena que le había entregado el señor Hades volvía a reaccionar para envolver al curioso dúo en una tormenta de piedra pulverizada de color de la noche y en medio de todo, un lamento fue proferido desde las profundidades del Infierno: no era otra cosa más que el llamado de su Señor, Hades estaba invocando a sus guerreros.
Trista- Cantidad de envíos : 21
Re: Dentro del Bosque
Tan sumida estaba en mis pensamientos que no me percaté siquiera de la presencia del gran cosmos del dios Hades, estaba algo alterada no sabía porque de pronto recordé a mi amiga Bárbara que sería de ella, que estaría haciendo o con quien se estaría acostando no lo sabía quería saber de ella - Concéntrate en su energía entonces - dijo avaricia en mi mente, tenía razón era la mejor manera rápida y fácil al menos para saber si se encontraba bien, cerré mis ojos verdes de largas pestañas y procedí a concentrarme en todo lo que era ella, pero no sentí nada ¿me habré equivocado quizá?, me volví a concentrar nuevamente nada otra vez que demonios estaba pasando - Si no la sientes es porque no existe - lo dicho por la avaricia me perturbó, si uno no existe esta muerto, pero ¿cómo? me pregunté a mi misma mentalmente, agarré con mis manos mi cabeza, que mierda estaba pasando quería saber, quité las manos de mi cabello para luego sacudir mi cabeza tenía que enfocarme no me podía quebrar si bien ella era mi amiga había una promesa de por medio que me lo impedía, sentía rabia pero que no podía demostrar a nadie, ninguna persona puede saber lo que pienso o siento sino seré débil como los demás y eso no estaba bien debía de ser fuerte sin importar nada. Sin que me diese tiempo para reaccionar apareció Trista en el lugar la cual se acercó a mí para luego desaparecer del lugar juntas.
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Re: Dentro del Bosque
1 post de entrenamiento Ataque Medio Maestria Agua
Llegaba montando aun mi caballo que se perdia un poco entre la densa vegetacion de pinos y oyameles. Toda aquella vegetacion parecia impenetrable si se veia desde un punto fijo. Pero en mi corazon ya no habia mas motivo de seguir peleando. Tan solo ver a mi hermana de nuevo con ese rival parecia como si todo mi cuerpo se tensara, y se volviera a romper. Como aquella vez cuando aquel ataco golpeo de sobremanera mi sentir. Solo recordarlo me daba mas coraje. El caballo lo sentia porque daba unos bruscos movimientos, hasta que le acariciaba el cuello.
Tranquilo muchacho. Musite mientras seguia sobando. Perdia completamente el rastro de mi hermana, y aunque podia sentir una ligera cosmoenergia alrededor de ella pareciera como si no estuviese mas ahi. ¿ya habria ido hasta grecia?. ¿Hubiese encontrado ya a nuestro hermano? ¿estaria protegida por vergilius?. Todas esas preguntas daban vuelta a mi cabeza mientras bajaba del caballo. Lo amarre a una rama, cerca de unos cuantos pastizales para que comiera. La densa neblina no dejaba ver mucho el bosque. Nublaba por completo mi vista y solo veia a lo lejos unas cuantas sombras que parecian mas a arboles, que algun ser humano.
Bien, parece el lugar idoneo para comenzar... Musite mientras poco a poco comenzaba a quitarme la capa que usaba como capucha. Me quite la camisa, hasta quedar solo desnudo del pecho. Sentia solo como el aire golpeaba mi cuerpo, pero no habia mas. El frio no corria por mi cuerpo. Que aun que delgado, parecia tener unas cuantas fracciones de musculatura.
Que flaco estoy... Musite mientras poco a poco comenzaba a ejercitar mi cuerpo. Buscaba la manera mas rapida de lograr mi objetivo. Ademas de que el pensamiento de proteger a Sophia rondaba por mi cabeza. Queria realizar un ataque que cumpliera mis conveniencias. Y ahi estaba solo en ese lugar. Mientras que a lo lejos se oian los aullidos de los lobos, los buhos que daban la buena nueva a la noche. Sin duda esta seria una noche muy aspera. Algunos de los arboles comenzaba a teñirse de blanco por la accion de la nieve que se hacia presente. Incluso algunos copos caian en mi cuerpo y ahi se quedaban. Ya estaba experimentando el poder que corria por mis venas. Sin duda el hielo era mi compañero. Mi esencia y mi poder. Asi seria hasta la eternidad, o hasta que mi cuerpo no tuviera mas existencia que la de mi hermana.
Llegaba montando aun mi caballo que se perdia un poco entre la densa vegetacion de pinos y oyameles. Toda aquella vegetacion parecia impenetrable si se veia desde un punto fijo. Pero en mi corazon ya no habia mas motivo de seguir peleando. Tan solo ver a mi hermana de nuevo con ese rival parecia como si todo mi cuerpo se tensara, y se volviera a romper. Como aquella vez cuando aquel ataco golpeo de sobremanera mi sentir. Solo recordarlo me daba mas coraje. El caballo lo sentia porque daba unos bruscos movimientos, hasta que le acariciaba el cuello.
Tranquilo muchacho. Musite mientras seguia sobando. Perdia completamente el rastro de mi hermana, y aunque podia sentir una ligera cosmoenergia alrededor de ella pareciera como si no estuviese mas ahi. ¿ya habria ido hasta grecia?. ¿Hubiese encontrado ya a nuestro hermano? ¿estaria protegida por vergilius?. Todas esas preguntas daban vuelta a mi cabeza mientras bajaba del caballo. Lo amarre a una rama, cerca de unos cuantos pastizales para que comiera. La densa neblina no dejaba ver mucho el bosque. Nublaba por completo mi vista y solo veia a lo lejos unas cuantas sombras que parecian mas a arboles, que algun ser humano.
Bien, parece el lugar idoneo para comenzar... Musite mientras poco a poco comenzaba a quitarme la capa que usaba como capucha. Me quite la camisa, hasta quedar solo desnudo del pecho. Sentia solo como el aire golpeaba mi cuerpo, pero no habia mas. El frio no corria por mi cuerpo. Que aun que delgado, parecia tener unas cuantas fracciones de musculatura.
Que flaco estoy... Musite mientras poco a poco comenzaba a ejercitar mi cuerpo. Buscaba la manera mas rapida de lograr mi objetivo. Ademas de que el pensamiento de proteger a Sophia rondaba por mi cabeza. Queria realizar un ataque que cumpliera mis conveniencias. Y ahi estaba solo en ese lugar. Mientras que a lo lejos se oian los aullidos de los lobos, los buhos que daban la buena nueva a la noche. Sin duda esta seria una noche muy aspera. Algunos de los arboles comenzaba a teñirse de blanco por la accion de la nieve que se hacia presente. Incluso algunos copos caian en mi cuerpo y ahi se quedaban. Ya estaba experimentando el poder que corria por mis venas. Sin duda el hielo era mi compañero. Mi esencia y mi poder. Asi seria hasta la eternidad, o hasta que mi cuerpo no tuviera mas existencia que la de mi hermana.
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Re: Dentro del Bosque
Lentamente comence a elevar mi cosmos, mientras que la densa niebla comenzaba a descender cada vez mas, mientras que la visibilidad era cada vez mas nula. No habia estado nunca en algun lugar asi. Incluso una densa capa de nieve cubria todo el campo. lentamente avanzaba mientras de nueva cuenta, el hielo crujia a cada paso que daba, mis sandalias se cubrian poco a poco con la nieve, y el simple contacto solo hacia sentirme como en casa. El frio separaba las emociones que portaba desde casa. Habia tenido un calor humano siempre cerca de mi. Mi hermana. Pero ahora la soledad era la unica compañera. Habia elegido su felicidad. Buscando a Vergilius como su amigo o posible compañero, mientras que yo solo me perdia en aquel bosque.
Porque... Porque...Musite mientras elevaba mas mi cosmos. Habia conservado por mucho tiempo mi fuerza. Aunque algunas veces trataba de guardarlo muy fondo. En mi corazon. Mire lentamente a todo mi alrededor. No habia ningun signo de vida por todo ese lugar. A lo lejos solo parecia haber unos cuantos animales de la region.
Odio tener que hacer esto...Eleve rapidamente mi cosmos, mientras que el ambiente se comenzaba a modificar aun mas. Los pinos perdian el brillo de la nieve para concentrase mas en mi fuerza, y se convertian rapidamente en un hielo completo. Cada celula de las plantas, de sus hojas y de su tronco, quedaban congelado. Solo con un suspiro podria caer fragmentado en miles de pedazos.
Porque... Porque...Musite mientras elevaba mas mi cosmos. Habia conservado por mucho tiempo mi fuerza. Aunque algunas veces trataba de guardarlo muy fondo. En mi corazon. Mire lentamente a todo mi alrededor. No habia ningun signo de vida por todo ese lugar. A lo lejos solo parecia haber unos cuantos animales de la region.
Odio tener que hacer esto...Eleve rapidamente mi cosmos, mientras que el ambiente se comenzaba a modificar aun mas. Los pinos perdian el brillo de la nieve para concentrase mas en mi fuerza, y se convertian rapidamente en un hielo completo. Cada celula de las plantas, de sus hojas y de su tronco, quedaban congelado. Solo con un suspiro podria caer fragmentado en miles de pedazos.
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Re: Dentro del Bosque
2 post entrenamiento de ataque medio elemento agua
El ambiente seguia bajando cada vez mas su temperatura, al grado de que todo aquel ser viviente que se encontrara alrededor, de poco en poco comenzaria a congelarse, aunque era un poco lento, su destino ya estaba fichado. Habia controlado cda vez mas aquel poder que tenia en mis entrañas, pero aun faltaba demasiado en mi camino. Sabia que era malo matar a cualquier ser viviente, pero era necesario. Incluso cada vez que caminaba, la tierra donde pisaba se congelaba de inmediato. Sin duda alguna mi cosmos se incrementaba cada vez mas.
En ese bosque, era el lugar idoneo para seguir con mi entrenamiento, tenia ya el cosmos encendido en su maxima capacidad. Lentamente avance por todo ese bosque dejando una estela de una densa capa de hielo. Encontre en medio de aquel denso bosque un arbol enorme, que parecia que tenia demasiados años ahi. Su altura era demasiada, que casi se perdia entre la densa niebla. El grosor del tronco era suficiente como para poder aguantar los embistes que causaria.
Observe lentamente mientras mi mano derecha pasaba atraves de la corteza. Habian pasado varios años como para que se arbol pudiera desarrollarse, y ahora solo acabaria con su exsitencia, era algo malo. Pero ahora no habia que tener sentimientos nobles. Por mi culpa estaban pasando cosas malas con mi hermana y mi demas familiar. De solo recordarlo, mi ser era invadido de una rabia.
Vamos, tengo que hacerlo, me decia mientras que mi mano derecha se habia convertido ya en un puño, que golpeo ligeramente el arbo sin moverlo casi nada. Asi comenzaba todo aquel entrenamiento que estaba realizando. Comence de nueva cuenta a elevar mi cosmos, mientras en mi mente recordaba todo lo referente a mi hermana. No sabia porque necesitaba alguna ira para poder elevar mi cosmos. Era algo ironico.
Mis manos concentraron toda la fuerza existente, mientras que mis ojos se cerraron por unos segundos, y mientras observe mi objetivo, y entonces concentre toda mi fuerza para empezar a crear unos anillos que apresarian al arbol. Primero solo fueron simples hilos que se esfumaban. Asi estaba yo, frente aquel gran rival, aunque sin duda, al no moverse tenia mas posibilidades, pero en una pelea normal no tendria esa opcion, asi que tenia que esforzarme.
una vez mas, musite mientras de nueva cuenta concentraba mi cosmos en mi mano, para de nueva cuenta tratar de formar un circulo alrededor de aquel arbol. Poco a poco se formaba un simple halo helado, como una pequeña nubosidad, asi trataba de hacer algo nuevo, despues de no haber entrenado durante mucho tiempo, era ahora o nada.
En ese bosque, era el lugar idoneo para seguir con mi entrenamiento, tenia ya el cosmos encendido en su maxima capacidad. Lentamente avance por todo ese bosque dejando una estela de una densa capa de hielo. Encontre en medio de aquel denso bosque un arbol enorme, que parecia que tenia demasiados años ahi. Su altura era demasiada, que casi se perdia entre la densa niebla. El grosor del tronco era suficiente como para poder aguantar los embistes que causaria.
Observe lentamente mientras mi mano derecha pasaba atraves de la corteza. Habian pasado varios años como para que se arbol pudiera desarrollarse, y ahora solo acabaria con su exsitencia, era algo malo. Pero ahora no habia que tener sentimientos nobles. Por mi culpa estaban pasando cosas malas con mi hermana y mi demas familiar. De solo recordarlo, mi ser era invadido de una rabia.
Vamos, tengo que hacerlo, me decia mientras que mi mano derecha se habia convertido ya en un puño, que golpeo ligeramente el arbo sin moverlo casi nada. Asi comenzaba todo aquel entrenamiento que estaba realizando. Comence de nueva cuenta a elevar mi cosmos, mientras en mi mente recordaba todo lo referente a mi hermana. No sabia porque necesitaba alguna ira para poder elevar mi cosmos. Era algo ironico.
Mis manos concentraron toda la fuerza existente, mientras que mis ojos se cerraron por unos segundos, y mientras observe mi objetivo, y entonces concentre toda mi fuerza para empezar a crear unos anillos que apresarian al arbol. Primero solo fueron simples hilos que se esfumaban. Asi estaba yo, frente aquel gran rival, aunque sin duda, al no moverse tenia mas posibilidades, pero en una pelea normal no tendria esa opcion, asi que tenia que esforzarme.
una vez mas, musite mientras de nueva cuenta concentraba mi cosmos en mi mano, para de nueva cuenta tratar de formar un circulo alrededor de aquel arbol. Poco a poco se formaba un simple halo helado, como una pequeña nubosidad, asi trataba de hacer algo nuevo, despues de no haber entrenado durante mucho tiempo, era ahora o nada.
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Re: Dentro del Bosque
3 post entrenamiento de ataque medio elemento agua
Así era como todo comenzaba a convertirse en un entrenamiento riguroso. Tanto para hacer más fuerte mi cosmos como mi cuerpo. Seguía aun en el bosque tratando de lograr lo que muchas veces me había negado a hacer. Entrenar tanto el espíritu de batalla como mi cuerpo. El árbol no parecía dar mostrar de que en su corteza pudiera hacerle daño. Ya habían pasado varias horas en que estaba en ese entrenamiento, que no daba algún fruto. Mi cuerpo seguía aun con el mismo frió con el que se había caracterizado en todos mis días. Siempre que estaba cerca de alguien mi cuerpo no correspondía como debería ser. En lugar de poder compartir un calor humano, siempre se asustaban de que estuviera tan helado.
Así había sido mi vida, y si no hubiera sido por mi hermana Sophia no hubiese sido feliz con el pequeño don que tengo. Incluso ella la única que se acercaba a mi cada vez que sentía algún frío en la casa. Era por que estaba triste o porque simplemente la extrañaba. Así era mi vida. Siempre alejando a los demás con este frío intenso.
Pero eso ahora me servia como herramienta. Seguía elevando mi cosmos. Mientras que el primer anillo que había creado quedaba cerca de la mitad del tronco. Seguía concentrando mi cosmos en mis manos. Lentamente apuntaba hacia la corteza. Así lentamente parecía que ese halo comenzaba a incrementarse, mientras que otros mas comenzaron a hacerse mas notorios. Formaba en total unos cinco anillos que rodeaban por completo todo el tronco, con toda su circunferencia.
Cada vez era mas difícil hacerlo. Incluso mis manos temblaban un poco mientras seguía dando forma a todo aquel ataque. Queria que se formaran por completo unos anillos que apresaran a cualquier que intentase atacarme. Asi podria afectar completamente los nervios, tanto de sus brazos como de sus piernas. Ese era mi punto. Necesitaba que todo el frio congelara por completo sus tejidos. Asi podria solamente hacer que explotaran. Se fragmentara e miles de pedazos y asi no siguiera combatiendo.
Seria un buen ataque. Pero ahora, veia la complejidad de todo ello. Era usar demasiado cosmos. Incluso en un ambiente helado parecia que mi fuerza disminuia poco a poco mientras seguia experimentando mas y mas con mi poder.Delante de mi, y ya haciendo un acuerdo uso de todo mi ataque. El arbol quedaba cubierto por los cinco anillos. Estos, depsues de un tiempo ya estaban lo suficientemente gruesos como para evitar que alguien se soltara con facilidad. Incluso poco a poco la corteza comenzo a enfriarse, se notaba un color blanquecino por sus paredes. Eso era lo que buscaba, pero ahora solo faltaba el tiro final.
Así era como todo comenzaba a convertirse en un entrenamiento riguroso. Tanto para hacer más fuerte mi cosmos como mi cuerpo. Seguía aun en el bosque tratando de lograr lo que muchas veces me había negado a hacer. Entrenar tanto el espíritu de batalla como mi cuerpo. El árbol no parecía dar mostrar de que en su corteza pudiera hacerle daño. Ya habían pasado varias horas en que estaba en ese entrenamiento, que no daba algún fruto. Mi cuerpo seguía aun con el mismo frió con el que se había caracterizado en todos mis días. Siempre que estaba cerca de alguien mi cuerpo no correspondía como debería ser. En lugar de poder compartir un calor humano, siempre se asustaban de que estuviera tan helado.
Así había sido mi vida, y si no hubiera sido por mi hermana Sophia no hubiese sido feliz con el pequeño don que tengo. Incluso ella la única que se acercaba a mi cada vez que sentía algún frío en la casa. Era por que estaba triste o porque simplemente la extrañaba. Así era mi vida. Siempre alejando a los demás con este frío intenso.
Pero eso ahora me servia como herramienta. Seguía elevando mi cosmos. Mientras que el primer anillo que había creado quedaba cerca de la mitad del tronco. Seguía concentrando mi cosmos en mis manos. Lentamente apuntaba hacia la corteza. Así lentamente parecía que ese halo comenzaba a incrementarse, mientras que otros mas comenzaron a hacerse mas notorios. Formaba en total unos cinco anillos que rodeaban por completo todo el tronco, con toda su circunferencia.
Cada vez era mas difícil hacerlo. Incluso mis manos temblaban un poco mientras seguía dando forma a todo aquel ataque. Queria que se formaran por completo unos anillos que apresaran a cualquier que intentase atacarme. Asi podria afectar completamente los nervios, tanto de sus brazos como de sus piernas. Ese era mi punto. Necesitaba que todo el frio congelara por completo sus tejidos. Asi podria solamente hacer que explotaran. Se fragmentara e miles de pedazos y asi no siguiera combatiendo.
Seria un buen ataque. Pero ahora, veia la complejidad de todo ello. Era usar demasiado cosmos. Incluso en un ambiente helado parecia que mi fuerza disminuia poco a poco mientras seguia experimentando mas y mas con mi poder.Delante de mi, y ya haciendo un acuerdo uso de todo mi ataque. El arbol quedaba cubierto por los cinco anillos. Estos, depsues de un tiempo ya estaban lo suficientemente gruesos como para evitar que alguien se soltara con facilidad. Incluso poco a poco la corteza comenzo a enfriarse, se notaba un color blanquecino por sus paredes. Eso era lo que buscaba, pero ahora solo faltaba el tiro final.
Gelum- Caballeros Dorados
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Re: Dentro del Bosque
4 post entrenamiento de ataque medio elemento agua
Veía como de poco a poco toda aquella nieve que había materializado alrededor del tronco del árbol se iba haciendo mas fuerte. Mas gruesa. Los pequeños halos iban creciendo mientras que mi cosmos también lo hacia. Aumentaba para poder atrapar por completo aquel coloso. Los halos de hielo comenzaron a atrapar el tronco. Quedándose por encima. Unos cuantos centímetros lo separaban de la corteza. Los cinco halos seguían rodeando todo el tronco. Ahora solo buscaba la manera de fragmentarlo por completo.
Comenzaba el primer halo a apresar de poco la punta del árbol. Unos metros mas seguía el segundo. Y así sucesivamente mientras que el quinto quedaba cerca de la raíz. No habría escapatoria. Y por ello quería hacer lo mejor posible. Mis manos se mantenían siempre por encima de mis hombros. Proporcionando el suficiente poder para que no flaqueara con mi objetivo. Estaba a punto de lograrlo. Lo notaba cuando un pequeño crujido sonaba en todo el lugar. La corteza comenzaba a doblegarse de poco en poco por la acción cortante del hielo.
Pero era todo lo contrario. No quemaba. El hielo comenzaba a congelar todas las células de aquel árbol, mientras poco a poco la resistencia comenzaba a flaquear. El hielo de poco en poco cubría las partes donde hacia contacto con mi propio cosmos. Segundos pasaron antes de que aquel árbol fuera cubierto por una densa capa de hielo. Y sin mas, por la propia acción presa, se fragmento en los cinco pedazos correspondientes. Que cayeron sin mas remedio al suelo, levantando la tierra humeda, y haciendo un ruido estrondorozo por que se quebraba la estructura propia.
En todo momento buscaba la fuerza. Todo para proteger a mi propia hermana. Ya había pasado un tiempo sin que supiera de ella. Durante este entrenamiento no había pensamiento que no fuera para ella. ¿que le estaría pasando ahora?. ¿Donde se encontraba?. ¿ Estaría bien?. Preguntas sin respuestas. Debería de buscarlas muy pronto. Por ahora solo tenia que descansar. Había decidido que todo cambiaría a partir de ese momento. Con este poder la protegería. Debería ir a Grecia y buscar mi propio destino. La armadura dorada que portaba no era simplemente de lujo. Tendría algunas obligaciones con la divinidad a la que daría mi servicio.
Porte con mucho orgullo a mis espaldas aquella caja. Comenzaba a protegerme despues de todo. Para que nadie mas se diera cuenta, solamente la cubri con una manta. Mientras comenzaba a arreglar unas cosas para irme lo mas rapido de ahi. Mi cuerpo estaba debilitado. Pero mi propio afan de encontrarla bien, hizo que el cansancio no fuera demasiado.
Sophia...Cuida de mi... Que yo hare contigo lo mismo
Veía como de poco a poco toda aquella nieve que había materializado alrededor del tronco del árbol se iba haciendo mas fuerte. Mas gruesa. Los pequeños halos iban creciendo mientras que mi cosmos también lo hacia. Aumentaba para poder atrapar por completo aquel coloso. Los halos de hielo comenzaron a atrapar el tronco. Quedándose por encima. Unos cuantos centímetros lo separaban de la corteza. Los cinco halos seguían rodeando todo el tronco. Ahora solo buscaba la manera de fragmentarlo por completo.
Comenzaba el primer halo a apresar de poco la punta del árbol. Unos metros mas seguía el segundo. Y así sucesivamente mientras que el quinto quedaba cerca de la raíz. No habría escapatoria. Y por ello quería hacer lo mejor posible. Mis manos se mantenían siempre por encima de mis hombros. Proporcionando el suficiente poder para que no flaqueara con mi objetivo. Estaba a punto de lograrlo. Lo notaba cuando un pequeño crujido sonaba en todo el lugar. La corteza comenzaba a doblegarse de poco en poco por la acción cortante del hielo.
Pero era todo lo contrario. No quemaba. El hielo comenzaba a congelar todas las células de aquel árbol, mientras poco a poco la resistencia comenzaba a flaquear. El hielo de poco en poco cubría las partes donde hacia contacto con mi propio cosmos. Segundos pasaron antes de que aquel árbol fuera cubierto por una densa capa de hielo. Y sin mas, por la propia acción presa, se fragmento en los cinco pedazos correspondientes. Que cayeron sin mas remedio al suelo, levantando la tierra humeda, y haciendo un ruido estrondorozo por que se quebraba la estructura propia.
En todo momento buscaba la fuerza. Todo para proteger a mi propia hermana. Ya había pasado un tiempo sin que supiera de ella. Durante este entrenamiento no había pensamiento que no fuera para ella. ¿que le estaría pasando ahora?. ¿Donde se encontraba?. ¿ Estaría bien?. Preguntas sin respuestas. Debería de buscarlas muy pronto. Por ahora solo tenia que descansar. Había decidido que todo cambiaría a partir de ese momento. Con este poder la protegería. Debería ir a Grecia y buscar mi propio destino. La armadura dorada que portaba no era simplemente de lujo. Tendría algunas obligaciones con la divinidad a la que daría mi servicio.
Porte con mucho orgullo a mis espaldas aquella caja. Comenzaba a protegerme despues de todo. Para que nadie mas se diera cuenta, solamente la cubri con una manta. Mientras comenzaba a arreglar unas cosas para irme lo mas rapido de ahi. Mi cuerpo estaba debilitado. Pero mi propio afan de encontrarla bien, hizo que el cansancio no fuera demasiado.
Sophia...Cuida de mi... Que yo hare contigo lo mismo
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Re: Dentro del Bosque
El levantamiento del ejército de las tinieblas
Capítulo Uno – La búsqueda
Capítulo Uno – La búsqueda
La caminata se extendió por un gran perímetro del bosque hasta llegar a las profundidades. Sentía una débil energía en las cercanías, pero no sabía en qué dirección debía caminar. Entonces me detuve mirando en todas direcciones mientras que los nuevos espectros recién llegados investigaban por si encontraran la presencia de alguien indeseado en el lugar.
Oye inútil. Dime que has encontrado algo. –Rompí el silencio dirigiendo mi mirada hacia el espectro más grande de los dos.
Con todo respeto señorita Pandora ¿Se refiere a lo que buscamos o a lo que no buscamos?
Ese espectro me había parecido un idiota desde el principio, pero con ese comentario terminó por confirmarlo. Suspiré fastidiada tras su diálogo, sin contestarle siquiera. Miraba alrededor pero lo único que veía eran árboles y más árboles, nada se identificaba más allá de ellos. Aunque en el ambiente podía notar una débil energía sombría que invadía el bosque, tal vez esa presencia era la que causaba el anormal clima del bosque, más frío que la propia nieve.
Por todos los dioses, ni siquiera con un par de estúpidos espectros puedo hallar lo que busco. –Me quejé ya cansada de las andadas. –Juraría que es aquí donde esa torre se encuentra.
Parecía que el tiempo se había detenido durante esos minutos. Me había cansado de buscar en vano y tampoco podían hacerlo esos espectros que habían llegado. ¿Tenía que ser tan difícil hallar una enorme torre situada en medio de un bosque? Al parecer sí.
Ya encontraremos algo, tranquila.
Sí, para ti es fácil decirlo.
¡Más espectros! –Se oyó una primera voz masculina que retumbó en el sitio donde estábamos.
Ah por ellos, que no quede ni uno. –Añadió una segunda voz.
Cuando miré hacia la derecha, desde donde se escuchaban pasos, vi incrédula a dos jovencitos portando armaduras simples y débiles, tal y como sospechaba que eran ellos. ¿Qué clase de ser consciente atacaría sin pensarlo a unos espectros que se encontraban en parte de su territorio? Y más aún, con la presencia de la misma Pandora y sin saber lo que en verdad esos seres estarían buscando. Arqueé una ceja mirándolos mientras caminaban a toda prisa hacia nosotros. No moví ni un dedo. Debían haber reconocido las armaduras Surplices y por eso supusieron que se trataba de espectros. Miré a ambos.
Deténganse, guerreros. –Ordené suponiendo que me temerían. Aunque no mostraba ni siquiera el mínimo rastro de mi cosmos. – ¿Acaso no saben quién soy?
Fue en ese minuto que decidí mostrar parte de mi cosmoenergía a ambos chiquillos. De mi cuerpo emanaba una energía oscura que envolvía el perímetro del bosque de a poco en poco. El frío aumentaba y mi mirada se tornaba más terrorífica y furiosa que antes. Entonces ellos se detuvieron sorprendidos.
Soy Pandora, comandante de las tropas del inframundo; representante y mano derecha del dios de los muertos, Hades. Si en verdad aprecian su vida, será mejor que no se entrometan en mi camino. –Dije muy confiada con mi mirada puesta en ambos. –Apártense, débiles humanos.
Pa… ¿Pandora? –Inquirió uno de ellos en un tono de voz que mostraba temor e inseguridad. En cambio el otro parecía demasiado seguro.
No haremos caso a tus palabras mujer, vamos a acabar con ustedes para que no causen mal en el mundo.
Al parecer no entendía lo que yo trataba de decir. Ese soldadito era terco y no le iba a gustar cuál sería su destino después de desafiarme.
En verdad me gustaría asesinarlos con mis propias manos y mandar sus almas solitarias al inframundo, pero tengo cosas más importantes que hacer. Ustedes no son mi criterio ahora y ni siquiera los tengo en consideración. ¿No prefieren pensarlo una vez más en vez de morir inútilmente?
Estás demasiado confiada con el poder de estos guerreros. –Comentó la voz en mi cabeza.
Dame un motivo para no estarlo, sólo son un par de niños jugando a ser valientes. Estoy segura de haber visto mucho más poder que ellos en mi vida. –Respondí yo luego con total seguridad.
Pandora… ¿Qué es lo que buscan tú y esos espectros en este bosque? –Dijo temeroso uno de los soldados. Ese al parecer, era el más consciente de los dos.
¿A quién rayos sirven estos inútiles? ¿Son santos de Athena o qué? –Musité algo tensa y molesta por la situación, aunque algo molesta dirigiéndome al fantasma que siempre me aconsejaba.
No lo sé.
¡Oye! ¡¿Qué estás haciendo?! Acabemos con ellos. –Exclamó el otro soldado. En ese instante sentí un débil cosmos en él y en menos de un segundo empezó a moverse en dirección hacia mí. Eso fue suficiente para condenarse a sí mismo.
La verdad no me interesaba mucho ese impulsivo guerrero, pues el otro parecía ser más listo, o quizás tonto. Pero al actuar de esa manera había captado mi atención, podía ser de ayuda o incluso podía aprovecharme de su débil voluntad y utilizadlo en beneficio mío y de mis “compañeros”. El mundo a veces era complicado y uno debía aprovechar todo lo que tuviese a la mano para conseguir lo que deseara.
Lo que faltaba. Tengo que deshacerme de este estorbo. –Miré a los espectros recién llegados. –Encárguense de él mientras hago mi trabajo. –Ellos asintieron como debían a mi orden para así ir al ataque del guerrero impulsivo.
Caminé hasta el otro y lo miré a los ojos, podía ver el miedo en ellos. Sabía que estaba haciendo eso por temor a la muerte. La mayoría de los cobardes entregaba su alma al más fuerte, su voluntad y lealtad para evitar el sufrimiento. Eso me servía demasiado como para tomarlo a mi favor. Mostré una sombría sonrisa.
Eres muy listo, más que tu compañero, pequeño guerrero. Es bueno que no quieras morir en este instante.
Veía que él deseaba ayudar al otro inútil, pero temía que le esperara el mismo destino fatal, por eso ni siquiera se movió de su lugar. Sus ojos cristalinos mostraban un brillo extraño y su cuerpo temblaba, aunque de una manera casi imperceptible. Realmente creía estar perdido al haberme enfrentado.
Dime qué es lo que estarían haciendo un par de soldados debiluchos en un sitio tan peligroso como este.
Este bosque ha sido corrompido por la muerte hace ya un tiempo. La energía oscura se apoderó del aire y todo esto tiene un aspecto desalentador, el frío es insoportable… al menos por estos lados… es más frío que la misma nieve. Los lamentos de almas en pena se escuchan por todas partes, son torturantes. Sólo queríamos averiguar a qué podía deberse. –Respondió el soldado.
Es obra de Hades. En un tiempo debió de haberse encargado de levantar una inmensa torre oscura en este bosque, eso es lo que busco en este sitio. –Respondí yo enseguida.
Sí, eso pensamos. Hemos tenido que lidiar con algunos espectros que custodiaban los alrededores. Este sitio no está tan desolado después de todo.
Si habían encontrado espectros en alguna dirección por esos sitios, debía significarse que estaban custodiando la torre oscura. No tenía que estar muy lejos de mi destino.
Lady Pandora, hemos cumplido con nuestro trabajo. –Comentó uno de los espectros al pararse a mi lado.
Perfecto. –Respondí sin siquiera mirarlo y después dirigí unas palabras hacia el soldado. –Si quieres conservar tu vida tendrás que colaborar conmigo. Si no lo haces sufrirás el mismo destino que tu compañero. ¿Entiendes, no?
Sí… ayudaré. No va a matarme ¿verdad? –Dijo temeroso el soldado.
No todavía. Indícame en qué dirección están esos espectros que encontraste.
El soldado se dio media vuelta y señaló un sendero de tierra y rodeado de altos árboles que se encontraba antes a sus espaldas. La esencia de la muerte y esa energía oscura podían sentirse más intensas en esa dirección, era evidente que lo que estaba buscando, se encontraba por allí.
Es por ahí. Ese es el camino.
Muy bien, entonces vendrás con nosotros. –Dije sonriendo maliciosamente.
¿Qué? –Inquirió incrédulo y preocupado.
Sí. No dije que podías librarte de mi tan fácil, sólo que todavía no iba a matarte. –Hice una pausa y me adelante pasando a un lado del humano. –Encárguense de que no intente escapar y vayámonos, no podemos seguir perdiendo tiempo.
Oye inútil. Dime que has encontrado algo. –Rompí el silencio dirigiendo mi mirada hacia el espectro más grande de los dos.
Con todo respeto señorita Pandora ¿Se refiere a lo que buscamos o a lo que no buscamos?
Ese espectro me había parecido un idiota desde el principio, pero con ese comentario terminó por confirmarlo. Suspiré fastidiada tras su diálogo, sin contestarle siquiera. Miraba alrededor pero lo único que veía eran árboles y más árboles, nada se identificaba más allá de ellos. Aunque en el ambiente podía notar una débil energía sombría que invadía el bosque, tal vez esa presencia era la que causaba el anormal clima del bosque, más frío que la propia nieve.
Por todos los dioses, ni siquiera con un par de estúpidos espectros puedo hallar lo que busco. –Me quejé ya cansada de las andadas. –Juraría que es aquí donde esa torre se encuentra.
Parecía que el tiempo se había detenido durante esos minutos. Me había cansado de buscar en vano y tampoco podían hacerlo esos espectros que habían llegado. ¿Tenía que ser tan difícil hallar una enorme torre situada en medio de un bosque? Al parecer sí.
Ya encontraremos algo, tranquila.
Sí, para ti es fácil decirlo.
¡Más espectros! –Se oyó una primera voz masculina que retumbó en el sitio donde estábamos.
Ah por ellos, que no quede ni uno. –Añadió una segunda voz.
Cuando miré hacia la derecha, desde donde se escuchaban pasos, vi incrédula a dos jovencitos portando armaduras simples y débiles, tal y como sospechaba que eran ellos. ¿Qué clase de ser consciente atacaría sin pensarlo a unos espectros que se encontraban en parte de su territorio? Y más aún, con la presencia de la misma Pandora y sin saber lo que en verdad esos seres estarían buscando. Arqueé una ceja mirándolos mientras caminaban a toda prisa hacia nosotros. No moví ni un dedo. Debían haber reconocido las armaduras Surplices y por eso supusieron que se trataba de espectros. Miré a ambos.
Deténganse, guerreros. –Ordené suponiendo que me temerían. Aunque no mostraba ni siquiera el mínimo rastro de mi cosmos. – ¿Acaso no saben quién soy?
Fue en ese minuto que decidí mostrar parte de mi cosmoenergía a ambos chiquillos. De mi cuerpo emanaba una energía oscura que envolvía el perímetro del bosque de a poco en poco. El frío aumentaba y mi mirada se tornaba más terrorífica y furiosa que antes. Entonces ellos se detuvieron sorprendidos.
Soy Pandora, comandante de las tropas del inframundo; representante y mano derecha del dios de los muertos, Hades. Si en verdad aprecian su vida, será mejor que no se entrometan en mi camino. –Dije muy confiada con mi mirada puesta en ambos. –Apártense, débiles humanos.
Pa… ¿Pandora? –Inquirió uno de ellos en un tono de voz que mostraba temor e inseguridad. En cambio el otro parecía demasiado seguro.
No haremos caso a tus palabras mujer, vamos a acabar con ustedes para que no causen mal en el mundo.
Al parecer no entendía lo que yo trataba de decir. Ese soldadito era terco y no le iba a gustar cuál sería su destino después de desafiarme.
En verdad me gustaría asesinarlos con mis propias manos y mandar sus almas solitarias al inframundo, pero tengo cosas más importantes que hacer. Ustedes no son mi criterio ahora y ni siquiera los tengo en consideración. ¿No prefieren pensarlo una vez más en vez de morir inútilmente?
Estás demasiado confiada con el poder de estos guerreros. –Comentó la voz en mi cabeza.
Dame un motivo para no estarlo, sólo son un par de niños jugando a ser valientes. Estoy segura de haber visto mucho más poder que ellos en mi vida. –Respondí yo luego con total seguridad.
Pandora… ¿Qué es lo que buscan tú y esos espectros en este bosque? –Dijo temeroso uno de los soldados. Ese al parecer, era el más consciente de los dos.
¿A quién rayos sirven estos inútiles? ¿Son santos de Athena o qué? –Musité algo tensa y molesta por la situación, aunque algo molesta dirigiéndome al fantasma que siempre me aconsejaba.
No lo sé.
¡Oye! ¡¿Qué estás haciendo?! Acabemos con ellos. –Exclamó el otro soldado. En ese instante sentí un débil cosmos en él y en menos de un segundo empezó a moverse en dirección hacia mí. Eso fue suficiente para condenarse a sí mismo.
La verdad no me interesaba mucho ese impulsivo guerrero, pues el otro parecía ser más listo, o quizás tonto. Pero al actuar de esa manera había captado mi atención, podía ser de ayuda o incluso podía aprovecharme de su débil voluntad y utilizadlo en beneficio mío y de mis “compañeros”. El mundo a veces era complicado y uno debía aprovechar todo lo que tuviese a la mano para conseguir lo que deseara.
Lo que faltaba. Tengo que deshacerme de este estorbo. –Miré a los espectros recién llegados. –Encárguense de él mientras hago mi trabajo. –Ellos asintieron como debían a mi orden para así ir al ataque del guerrero impulsivo.
Caminé hasta el otro y lo miré a los ojos, podía ver el miedo en ellos. Sabía que estaba haciendo eso por temor a la muerte. La mayoría de los cobardes entregaba su alma al más fuerte, su voluntad y lealtad para evitar el sufrimiento. Eso me servía demasiado como para tomarlo a mi favor. Mostré una sombría sonrisa.
Eres muy listo, más que tu compañero, pequeño guerrero. Es bueno que no quieras morir en este instante.
Veía que él deseaba ayudar al otro inútil, pero temía que le esperara el mismo destino fatal, por eso ni siquiera se movió de su lugar. Sus ojos cristalinos mostraban un brillo extraño y su cuerpo temblaba, aunque de una manera casi imperceptible. Realmente creía estar perdido al haberme enfrentado.
Dime qué es lo que estarían haciendo un par de soldados debiluchos en un sitio tan peligroso como este.
Este bosque ha sido corrompido por la muerte hace ya un tiempo. La energía oscura se apoderó del aire y todo esto tiene un aspecto desalentador, el frío es insoportable… al menos por estos lados… es más frío que la misma nieve. Los lamentos de almas en pena se escuchan por todas partes, son torturantes. Sólo queríamos averiguar a qué podía deberse. –Respondió el soldado.
Es obra de Hades. En un tiempo debió de haberse encargado de levantar una inmensa torre oscura en este bosque, eso es lo que busco en este sitio. –Respondí yo enseguida.
Sí, eso pensamos. Hemos tenido que lidiar con algunos espectros que custodiaban los alrededores. Este sitio no está tan desolado después de todo.
Si habían encontrado espectros en alguna dirección por esos sitios, debía significarse que estaban custodiando la torre oscura. No tenía que estar muy lejos de mi destino.
Lady Pandora, hemos cumplido con nuestro trabajo. –Comentó uno de los espectros al pararse a mi lado.
Perfecto. –Respondí sin siquiera mirarlo y después dirigí unas palabras hacia el soldado. –Si quieres conservar tu vida tendrás que colaborar conmigo. Si no lo haces sufrirás el mismo destino que tu compañero. ¿Entiendes, no?
Sí… ayudaré. No va a matarme ¿verdad? –Dijo temeroso el soldado.
No todavía. Indícame en qué dirección están esos espectros que encontraste.
El soldado se dio media vuelta y señaló un sendero de tierra y rodeado de altos árboles que se encontraba antes a sus espaldas. La esencia de la muerte y esa energía oscura podían sentirse más intensas en esa dirección, era evidente que lo que estaba buscando, se encontraba por allí.
Es por ahí. Ese es el camino.
Muy bien, entonces vendrás con nosotros. –Dije sonriendo maliciosamente.
¿Qué? –Inquirió incrédulo y preocupado.
Sí. No dije que podías librarte de mi tan fácil, sólo que todavía no iba a matarte. –Hice una pausa y me adelante pasando a un lado del humano. –Encárguense de que no intente escapar y vayámonos, no podemos seguir perdiendo tiempo.
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