Conectarse
User del Mes
Mapycozo
El gran ilusionista
El gran ilusionista
¡Prepárense para vivir las vacaciones en la playa!
Próximamente...
Últimos temas
Ganador de la 1º Era
Eras del Mundo
Deathless Love +18
Magical Hope
Damned Worlds
Vit Astrale
Digital Pocket
La cancion de Eventyr
Ilvermorny School
Fate/Requiem
Fate/Light of Extinction
Nine Beast, One Symbol
Neoarghia +18
Little Fears
Recepción de Palacio
+17
Sokaro
Ada
Steven
Saphire
Fye
Talos
Archer
Octavius
Lucy
Elizabeth
Nicole
Lin
Diva
Lydia
Dimitre
Clover
Solomon
21 participantes
Página 2 de 4.
Página 2 de 4. • 1, 2, 3, 4
Recepción de Palacio
Recuerdo del primer mensaje :
Esta vez no tardaron mucho en llegar a roma, las bellas casas iban aumentando en grandeza a medida que avanzabamos por entre las calles y avenidas asfaltadas con cientos de piedras blanquesinas.
Pronto unos guardias imperiales detuvieron el coche, tan solo de ver al muchacho que yacia al lado de la jovencita dentro de la carroza decidieron abrir la entrada al palacio del emperador, lugar donde residia su familia y donde solo estaban permitidos de entrar los grandes mandatarios o invitados ilustres de roma.
La exhuberancia de los jardines resultaba exquisito de apreciar, aun sorprendia al joven senador a pesar de practicamente haberse criado alli mismo. Los minutos transcurrian, Solomon suspiro mientras sentia como los potros se detenian suavamente...
llegamos amos.
Se logro escuchar la voz seca del hombre que guiaba a los caballos, Solomon vio por ultima vez la cara de la mujer rubia, abrio la puerta y volvio a ponerle frente suyo la mano para ayudarle a descender. Lin parecia algo dubitativa de bajar, aun siendo princesa parecia anonadada por la ostentocidad del castillo.
No se preocupe... estare a su lado el tiempo que usted lo requiera. Ahora descienda.
La joven tomo su mano delicadamente, bajo y tomada dle brazo de Solomon emprendio la ruta hacia la entrada del palacio. Un par de guardias custodios de la familia real abrieron la puerta y por fin estaban en la sala destinada a recepción. La alfombra roja y los adornos purpuras hacian más lujoso al gran Lobby.
Estoy aqui para alistar una audiencia a la princesa Lin de Britania. Ahora soldado informele de inmediato a la emperatriz de nuestra llegada.
La voz fria de Solomon hacia denotar su prisa, los soldados imperiales mostraron sus respetos a los recien llegados, uno de ellos salio de la sala mientras unos siervos traian frutas para convidar a Lin y compañia. Todo parecia en orden.
Esta vez no tardaron mucho en llegar a roma, las bellas casas iban aumentando en grandeza a medida que avanzabamos por entre las calles y avenidas asfaltadas con cientos de piedras blanquesinas.
Pronto unos guardias imperiales detuvieron el coche, tan solo de ver al muchacho que yacia al lado de la jovencita dentro de la carroza decidieron abrir la entrada al palacio del emperador, lugar donde residia su familia y donde solo estaban permitidos de entrar los grandes mandatarios o invitados ilustres de roma.
La exhuberancia de los jardines resultaba exquisito de apreciar, aun sorprendia al joven senador a pesar de practicamente haberse criado alli mismo. Los minutos transcurrian, Solomon suspiro mientras sentia como los potros se detenian suavamente...
llegamos amos.
Se logro escuchar la voz seca del hombre que guiaba a los caballos, Solomon vio por ultima vez la cara de la mujer rubia, abrio la puerta y volvio a ponerle frente suyo la mano para ayudarle a descender. Lin parecia algo dubitativa de bajar, aun siendo princesa parecia anonadada por la ostentocidad del castillo.
No se preocupe... estare a su lado el tiempo que usted lo requiera. Ahora descienda.
La joven tomo su mano delicadamente, bajo y tomada dle brazo de Solomon emprendio la ruta hacia la entrada del palacio. Un par de guardias custodios de la familia real abrieron la puerta y por fin estaban en la sala destinada a recepción. La alfombra roja y los adornos purpuras hacian más lujoso al gran Lobby.
Estoy aqui para alistar una audiencia a la princesa Lin de Britania. Ahora soldado informele de inmediato a la emperatriz de nuestra llegada.
La voz fria de Solomon hacia denotar su prisa, los soldados imperiales mostraron sus respetos a los recien llegados, uno de ellos salio de la sala mientras unos siervos traian frutas para convidar a Lin y compañia. Todo parecia en orden.
Solomon- Dios/a
- Reino : Atlantida
Ataques :
AD - Anillo Azul de Neptuno (5400)*
AD - Atracción del rey de las sirenas (5500)*
AM - Ojos Divinos de Oro (5900)*
AF - Cadenas al Cielo (6600)*
Defensa :
Muro Divino Mitológico
DE - Sagrado Manto del Alma
Cantidad de envíos : 296
Re: Recepción de Palacio
Estaba completamente abstraída con las acciones de la hermana menor de la anterior Emperatriz, que ni me había percatado que alguien había a mi espalda y posaba algo que parecía ser un arma en mi cuello en el momento en que dejaba libre de mi opresión a la mujer.
No sabía de quién se trataba, pero en el momento en que escuché su voz mi corazón se aceleró, era nada más y nada menos que el hijo mayor de mi esposo, Octavius. No lo reflejaba pero me encontraba nerviosa dado que no sabía cuánto tiempo llevaba allí y qué tanto había escuchado, aunque al fin de cuentas, no dije nada que pudiera comprometerme directamente con acciones con respecto a su madre y hermana, y podía argumentar que aquella desquiciada visitante con sus insinuaciones sólo me sacaron de mis casillas y me hicieron responder así a sus incriminaciones.
Me quedé inmóvil y en silencio, mientras él terminaba de dirigirse a su tía, mis pensamientos se mostraban tranquilos, mi corazón comenzó a latir con normalidad gracias a aquella “paz” que me daba a mí misma, de pronto comencé a esbozar una sonrisa picara, me di la vuelta aún teniendo aquella arma en mi cuello, separando el cuerpo de Octavius del mío, llevaba mis ojos al encuentro con los suyos, era bastante alto y musculoso, todo lo que se podía pedir a un hombre de verdad y especialmente joven, mi mirada era cínica y descarada, casi podía decirse que de manera oculta seducía al hijo del Emperador, entreabrí mis labios con la intensión de hablarle simultáneamente que me empinaba para acercarme más a su rostro, sin reparos dije: - Así que estuviste escuchando, qué malos modales los que presentan los hijos del Emperador… Tomé una pausa mientras lamía mis propios labios y empinándome un poco más, era una clara insinuación de mi parte, retomé: - … Y qué piensas hacer con eso, ¿Matarme? Jajajajajajajajajajajajaja… Adelante, te invito a hacerlo, sería interesante ver desde las tierras de Anubis como explicas el hecho de que asesinaste a la actual esposa de tu padre el Emperador, sólo por alguna que otra palabra de más, palabras sacadas de rumores y chismes que se han esparcido por estos años en los pasillos del Palacio y las calles de toda Roma jajajajajaajaja
Levanté mis manos y las puse sobre aquella arma y comencé a retirarla de mi cuello, deslizándola por mi cuerpo como si me acariciará con aquella espada enfundada, dejándola a la altura de mi vientre, sin dejar de mirarlo, bajé un poco mi vista y ahora me dedicaba a ver sus carnosos labios y expresé: - Si no piensas hacer nada al respecto, no tengo nada que ver ni hacer contigo Octavius, tu tía… Señalando a la mujer que estaba ahora a mi espalda, - … estaba ansiosa y un tanto desesperada por ver a su familia, ya estás aquí así que puedes ocuparte de ella. El tono de mi voz era seco y un tanto despectivo.
Me alejé de él, dando dos pasos hacia atrás, me giré y nuevamente me encontraba frente a la extranjera, caminé hacia ella, me importaba muy poco lo que pudiera hacer o decir el hijo mayor del Emperador, no podía permanecer mucho tiempo cerca de él, miraba atentamente a la pelinegra que se adjudicaba el título de enemiga de la Emperatriz; mis ánimos regresaban, la fuerza de mi odio parecía posarse en mi dedos que se encorvaban del placer de haber sentido su cuello entre ellos. Abría y cerraba mi mano, mientras me acercaba a pasar justo por su lado, estando al lado de ella, esbocé: - ¿Escucharme gritar?... hay varias maneras de que puedas escucharme haciéndolo, pero la que por ahora te puedo ofrecer, serán los gritos de placer cuando tengo al esposo de tu fallecida hermana en mi cama.
Retomé mi marcha, alejándome unos cuantos pasos de ella, me detuve al recordar sus palabras, me giré de nuevo y caminé hacia ella, detrás a su espalda la abrazaba, miraba pícaramente a Octavius, mis manos acariciaban el delicado rostro de la hispana, sonreía dedicándole mi placer al hombre que tenía en frente, lamia mis labios nuevamente para él, curiosamente el hijo mayor del Emperador despertaba en mi una que otra baja pasión, el tono de mi voz se hizo cálido, pasando a ser un tanto ardiente y lujurioso: - No olvides que esta arpía es nada más y nada menos que la Emperatriz de toda Roma, y tú simplemente eres la insignificante tía de alguien… nada más. Terminé mis palabras dándole un dulce beso en su mejilla. Me separé de ella, dando un par de pasos hacia atrás, no dejaba de mirar a Octavius, de pronto me giré y caminé hacia la puerta, me detuve mientras comenzaba a abrirla y expresé: - La benevolencia no es algo que me caracterice si has de eliminar a alguien elimínalo sin misericordia, no dejes rastro de él.
Hice una pausa mientras abría de par en par la puerta, finalizando: - Por cierto, nunca me dijiste cómo te llamabas… Hispana… aunque sólo recuerda que esto quedó pendiente Me detuve esperando alguna acción o algún reclamo por parte de esos dos.
No sabía de quién se trataba, pero en el momento en que escuché su voz mi corazón se aceleró, era nada más y nada menos que el hijo mayor de mi esposo, Octavius. No lo reflejaba pero me encontraba nerviosa dado que no sabía cuánto tiempo llevaba allí y qué tanto había escuchado, aunque al fin de cuentas, no dije nada que pudiera comprometerme directamente con acciones con respecto a su madre y hermana, y podía argumentar que aquella desquiciada visitante con sus insinuaciones sólo me sacaron de mis casillas y me hicieron responder así a sus incriminaciones.
Me quedé inmóvil y en silencio, mientras él terminaba de dirigirse a su tía, mis pensamientos se mostraban tranquilos, mi corazón comenzó a latir con normalidad gracias a aquella “paz” que me daba a mí misma, de pronto comencé a esbozar una sonrisa picara, me di la vuelta aún teniendo aquella arma en mi cuello, separando el cuerpo de Octavius del mío, llevaba mis ojos al encuentro con los suyos, era bastante alto y musculoso, todo lo que se podía pedir a un hombre de verdad y especialmente joven, mi mirada era cínica y descarada, casi podía decirse que de manera oculta seducía al hijo del Emperador, entreabrí mis labios con la intensión de hablarle simultáneamente que me empinaba para acercarme más a su rostro, sin reparos dije: - Así que estuviste escuchando, qué malos modales los que presentan los hijos del Emperador… Tomé una pausa mientras lamía mis propios labios y empinándome un poco más, era una clara insinuación de mi parte, retomé: - … Y qué piensas hacer con eso, ¿Matarme? Jajajajajajajajajajajajaja… Adelante, te invito a hacerlo, sería interesante ver desde las tierras de Anubis como explicas el hecho de que asesinaste a la actual esposa de tu padre el Emperador, sólo por alguna que otra palabra de más, palabras sacadas de rumores y chismes que se han esparcido por estos años en los pasillos del Palacio y las calles de toda Roma jajajajajaajaja
Levanté mis manos y las puse sobre aquella arma y comencé a retirarla de mi cuello, deslizándola por mi cuerpo como si me acariciará con aquella espada enfundada, dejándola a la altura de mi vientre, sin dejar de mirarlo, bajé un poco mi vista y ahora me dedicaba a ver sus carnosos labios y expresé: - Si no piensas hacer nada al respecto, no tengo nada que ver ni hacer contigo Octavius, tu tía… Señalando a la mujer que estaba ahora a mi espalda, - … estaba ansiosa y un tanto desesperada por ver a su familia, ya estás aquí así que puedes ocuparte de ella. El tono de mi voz era seco y un tanto despectivo.
Me alejé de él, dando dos pasos hacia atrás, me giré y nuevamente me encontraba frente a la extranjera, caminé hacia ella, me importaba muy poco lo que pudiera hacer o decir el hijo mayor del Emperador, no podía permanecer mucho tiempo cerca de él, miraba atentamente a la pelinegra que se adjudicaba el título de enemiga de la Emperatriz; mis ánimos regresaban, la fuerza de mi odio parecía posarse en mi dedos que se encorvaban del placer de haber sentido su cuello entre ellos. Abría y cerraba mi mano, mientras me acercaba a pasar justo por su lado, estando al lado de ella, esbocé: - ¿Escucharme gritar?... hay varias maneras de que puedas escucharme haciéndolo, pero la que por ahora te puedo ofrecer, serán los gritos de placer cuando tengo al esposo de tu fallecida hermana en mi cama.
Retomé mi marcha, alejándome unos cuantos pasos de ella, me detuve al recordar sus palabras, me giré de nuevo y caminé hacia ella, detrás a su espalda la abrazaba, miraba pícaramente a Octavius, mis manos acariciaban el delicado rostro de la hispana, sonreía dedicándole mi placer al hombre que tenía en frente, lamia mis labios nuevamente para él, curiosamente el hijo mayor del Emperador despertaba en mi una que otra baja pasión, el tono de mi voz se hizo cálido, pasando a ser un tanto ardiente y lujurioso: - No olvides que esta arpía es nada más y nada menos que la Emperatriz de toda Roma, y tú simplemente eres la insignificante tía de alguien… nada más. Terminé mis palabras dándole un dulce beso en su mejilla. Me separé de ella, dando un par de pasos hacia atrás, no dejaba de mirar a Octavius, de pronto me giré y caminé hacia la puerta, me detuve mientras comenzaba a abrirla y expresé: - La benevolencia no es algo que me caracterice si has de eliminar a alguien elimínalo sin misericordia, no dejes rastro de él.
Hice una pausa mientras abría de par en par la puerta, finalizando: - Por cierto, nunca me dijiste cómo te llamabas… Hispana… aunque sólo recuerda que esto quedó pendiente Me detuve esperando alguna acción o algún reclamo por parte de esos dos.
Diva- Berseker de Ares
- Status : MUERTA
Reino : Olimpo
Templo de la Guerra
Ataques :
AD - Danza de las cuchillas (1350)
Defensa :
Portal Hell
Cantidad de envíos : 179
Re: Recepción de Palacio
Pero por ahora no se puede hacer nada en contra de esta bruja. Dijo Octavius, señalando sin interés a la Emperatriz al tiempo que se colocaba al cinto su espada, dirigiéndole toda su atención a la hermana de su madre mientras daba unos cuantos pasos secos y concisos en dirección a esta. Después de dejar que hablara y que se descargara, tan solo le puso una mano en el hombro derecho y la sostuvo en el sitio, no con rudeza sino de manera delicada, previniéndola de que se lanzara e hiciera alguna estupidez de la seguramente se podría arrepentir…aquel no era el momento de actuar, era tan solo el momento de escuchar y recabar información. Por ahora, tan solo quiero escuchar que es lo que ha sido de tu vida, querida tía…ya tendremos ocasión de charlar sobre otros menesteres… Le comentó con una sonrisa confiada y que obviamente, era de complicidad. Después de haber aclarado aquello, el heredero al trono de Roma tan solo desvió la mirada, clavándola de manera desinteresada y aburrida en la de la bruja Egipcia, quien para aquellas alturas, lo tenía completamente decepcionado…Cómo era qué un hombre como el mismísimo Emperador había caído por tan mal ejemplo de mujer extranjera? Si bien era “hermosa” para los estándares de la mayoría de los hombres, la verdad es que soltaba un aire tan pestilente y una malicia tan evidentes, que cualquiera que estuviera en sus 5 sentidos notaría que tan solo era una criaturita que se movía por intereses estúpidos, corrompiendo todo lo que tocaba y dejando un rastro de destrucción masiva…ugh, menudo estúpido había demostrado ser el soberano de Roma si se había dejado engañar por semejante cosa.
Solo le diré una cosa Emperatriz…los chismes se vuelven realidad cuando la lengua de las serpientes los confirman…y usted se ha ocupado de mover mucho la suya, verdad? Se lo agradezco…me ha ahorrado harto trabajo. Octavius tan solo sonrió, volteándose a si mismo sin dejar de tomar el hombro de su tía y llevándola en la misma dirección, cortando la conexión visual que esta mantenía con la Egipcia mientras ignoraba sus palabras, básicamente cortando el hilo de sus ideas. Por cierto su majestad…Verenice le manda saludos, dijo que fue un gusto escupirle en la cara. Finalizó el heredero con cierto tono cantarín con un dejo de sarcasmo y burla en la voz…realmente, poco le importaba lo que tuviera que decir esa mujer…ahora lo único que quería escuchar, eran las historias de la hermana de su madre, después de todo tenían más de 14 años sin hablar…y la última vez que la había visto, ella era tan solo una chiquilla…
Saliendo de la Recepción del Palacio, Octavius tan solo bajó las escaleras en compañía de Lucy sin aflojar el delicado agarre sobre su bajo y delgado hombro …Fue largo el viaje desde Hispania hasta aquí? Me imagino…por cierto, de seguro que a Vergilius le gustará verla…déjeme y la conduzco hasta el, me permite? Preguntó el enorme hombre, ofreciéndole el brazo a la hispana mientras esperaba su respuesta.
-------
Off: Manipulación aprobada por Lucy lol
Solo le diré una cosa Emperatriz…los chismes se vuelven realidad cuando la lengua de las serpientes los confirman…y usted se ha ocupado de mover mucho la suya, verdad? Se lo agradezco…me ha ahorrado harto trabajo. Octavius tan solo sonrió, volteándose a si mismo sin dejar de tomar el hombro de su tía y llevándola en la misma dirección, cortando la conexión visual que esta mantenía con la Egipcia mientras ignoraba sus palabras, básicamente cortando el hilo de sus ideas. Por cierto su majestad…Verenice le manda saludos, dijo que fue un gusto escupirle en la cara. Finalizó el heredero con cierto tono cantarín con un dejo de sarcasmo y burla en la voz…realmente, poco le importaba lo que tuviera que decir esa mujer…ahora lo único que quería escuchar, eran las historias de la hermana de su madre, después de todo tenían más de 14 años sin hablar…y la última vez que la había visto, ella era tan solo una chiquilla…
Saliendo de la Recepción del Palacio, Octavius tan solo bajó las escaleras en compañía de Lucy sin aflojar el delicado agarre sobre su bajo y delgado hombro …Fue largo el viaje desde Hispania hasta aquí? Me imagino…por cierto, de seguro que a Vergilius le gustará verla…déjeme y la conduzco hasta el, me permite? Preguntó el enorme hombre, ofreciéndole el brazo a la hispana mientras esperaba su respuesta.
-------
Off: Manipulación aprobada por Lucy lol
Octavius- Dios/a
- Reino : Olimpo
Templo de la Guerra
Ataques :
AD - Dead Vermillion (3700)
AD - War Cry (3800)
AM - Demon Eyes (4700*)
AF - Dénouement (4900)
AFa - Colony Drop (5900)
Defensa :
Boiling Blood
DE - Blazing Skin
Cantidad de envíos : 256
Re: Recepción de Palacio
Las palabras y las acciones de la emperatriz eran como dagas atravesando el pecho de la dama que se mantenía rígida en su sitio, conteniéndose por no desbocarse y cometer un error que podría costarle muy caro.
¡Bendita zorra! Era lo único que pasaba por su cabeza mientras la egipcia le provocaba, incitándola a enfurecerse. Una vez mas la oleada de rabia y frenesí le invadió el cuerpo, cada músculo de su anatomía se tensaba y temblaba de tanta adrenalina descontrolada. Sin ser capaz de racionalizar, estuvo a punto de voltearse en un impulso violento lanzándose sobre Diva. Le corroía el deseo, la necesidad de destruirla. Para su fortuna una mano firme se posó en su hombro deteniéndola antes de que siquiera pudiese moverse. El fuerte brazo de su sobrino, Octavius, le sostenía con delicadeza y al mismo tiempo control. Debía de notársele todo ese delirio y cólera queriendo desbordar.
“Ingenua…Hay cosas peores que la muerte.” Aquella voz otra vez retumbaba en su mente. Giró apenas el rostro, observando de soslayo y por sobre su hombro a la emperatriz. En sus ojos se plasmaba una intención asesina, pero sabia que debía callar de momento y Octavius se lo hacía notar en su sólido agarre. No le daremos esa paz… respondió para sus adentros, clavando las uñas en las palmas de sus manos esperando que fuese suficiente para mantener la calma.
Alzó la mirada hasta encontrarse con los ojos oscuros de su sobrino, en sus robes claramente estaba pidiendo que la sacase de allí o terminaría por perder los estribos. Fue notorio que el hombre comprendió aquello, y puesto a que esa situación ya estaba por perdida condujo a su tía hasta los peldaños del palacio. Ella se detuvo un momento para respirar profundamente con mas calma y llevar la mano a su cabeza, estaba algo mareada y también decepcionada de sí misma.
-¡Demonios! Ha sido demasiado pronto…Que los dioses no permitan que Hispania sufra por mi imprudencia. – Murmuró tenuemente, como reprochándose a sí misma y rogando por no haber desatado algo terrible para su reino. Se sostuvo un instante del pelinegro, se aferraba con tensión que de a poco iba calmando. Levanto su rostro para verle la cara al alto hombre en el que se había convertido su sobrino, en sus ojos mas allá de la locura aparente podía notarse un vestigio de aprecio. – Gracias Octavius… en verdad. No se que habría ocurrido.- se detuvo acercándose un poco más casi apoyando su cabeza sobre el imponente torso del futuro emperador. – No tengo vida…- volvió a pausarse peor esta vez sintiendo que a las palabras les costaba pasar. -…no desde que me separaron de tu madre y de ustedes. Me he convertido en la reina de Hispania cuando tu padre se llevo a Helena. Velando por el reino que sufre a manos de un imperio cada vez más tirano y errado, increíble que aun tantos crean en mí cuando no puedo evitar su miseria. Pero he decidido dejar por fin el luto, y hacer algo. Mi vida es la gente que me importa, no tengo miedo a perderla si es para un bien mayor.- su voz variaba entre un tono áspero y melancólico, en todo momento profundo y delicado como si el viento lo cargara de una manera casi fantasmal. - Necesitaba verlos…asegurarme de su seguridad. ¡Debes tener cuidado Octavius! Nunca sabes a que punto puede llegar una alimaña, ¡no permitiré algo como lo de tu madre otra vez! – Comenzaba a percibirse la aflicción en sus palabras, el tono de su voz se volvía tan tenue que parecía arrastrarse.
El pelinegro retomó el paso con tranquilidad como si buscase calmarla, en todo momento ayudándole para que la dama tuviese apoyo y se sintiese mas resguardada. La voz profunda y sin embargo amable del hombre volvió a romper el pequeño silencio.
-Extenuante.- musitó algo sombría. Bastó con que escuchara pronunciar un nombre para que Lucy se detuviera repentinamente, sus ojos se abrieron de par en par y una sonrisa iluminó su rostro. -¿Vergilius? ¡Por favor, llévame con él! – respondió un tanto exaltada, extendiéndole la mano para que la guiara. Pero en un instante la emoción se borró pasando a una expresión de preocupación. –Tal vez…no me recuerde.- murmuró aun mas bajo que antes, aunque lo suficientemente audible como para llegar a los oídos de su sobrino.
-----
Off: Manipulación aprobada por Octavius
¡Bendita zorra! Era lo único que pasaba por su cabeza mientras la egipcia le provocaba, incitándola a enfurecerse. Una vez mas la oleada de rabia y frenesí le invadió el cuerpo, cada músculo de su anatomía se tensaba y temblaba de tanta adrenalina descontrolada. Sin ser capaz de racionalizar, estuvo a punto de voltearse en un impulso violento lanzándose sobre Diva. Le corroía el deseo, la necesidad de destruirla. Para su fortuna una mano firme se posó en su hombro deteniéndola antes de que siquiera pudiese moverse. El fuerte brazo de su sobrino, Octavius, le sostenía con delicadeza y al mismo tiempo control. Debía de notársele todo ese delirio y cólera queriendo desbordar.
“Ingenua…Hay cosas peores que la muerte.” Aquella voz otra vez retumbaba en su mente. Giró apenas el rostro, observando de soslayo y por sobre su hombro a la emperatriz. En sus ojos se plasmaba una intención asesina, pero sabia que debía callar de momento y Octavius se lo hacía notar en su sólido agarre. No le daremos esa paz… respondió para sus adentros, clavando las uñas en las palmas de sus manos esperando que fuese suficiente para mantener la calma.
Alzó la mirada hasta encontrarse con los ojos oscuros de su sobrino, en sus robes claramente estaba pidiendo que la sacase de allí o terminaría por perder los estribos. Fue notorio que el hombre comprendió aquello, y puesto a que esa situación ya estaba por perdida condujo a su tía hasta los peldaños del palacio. Ella se detuvo un momento para respirar profundamente con mas calma y llevar la mano a su cabeza, estaba algo mareada y también decepcionada de sí misma.
-¡Demonios! Ha sido demasiado pronto…Que los dioses no permitan que Hispania sufra por mi imprudencia. – Murmuró tenuemente, como reprochándose a sí misma y rogando por no haber desatado algo terrible para su reino. Se sostuvo un instante del pelinegro, se aferraba con tensión que de a poco iba calmando. Levanto su rostro para verle la cara al alto hombre en el que se había convertido su sobrino, en sus ojos mas allá de la locura aparente podía notarse un vestigio de aprecio. – Gracias Octavius… en verdad. No se que habría ocurrido.- se detuvo acercándose un poco más casi apoyando su cabeza sobre el imponente torso del futuro emperador. – No tengo vida…- volvió a pausarse peor esta vez sintiendo que a las palabras les costaba pasar. -…no desde que me separaron de tu madre y de ustedes. Me he convertido en la reina de Hispania cuando tu padre se llevo a Helena. Velando por el reino que sufre a manos de un imperio cada vez más tirano y errado, increíble que aun tantos crean en mí cuando no puedo evitar su miseria. Pero he decidido dejar por fin el luto, y hacer algo. Mi vida es la gente que me importa, no tengo miedo a perderla si es para un bien mayor.- su voz variaba entre un tono áspero y melancólico, en todo momento profundo y delicado como si el viento lo cargara de una manera casi fantasmal. - Necesitaba verlos…asegurarme de su seguridad. ¡Debes tener cuidado Octavius! Nunca sabes a que punto puede llegar una alimaña, ¡no permitiré algo como lo de tu madre otra vez! – Comenzaba a percibirse la aflicción en sus palabras, el tono de su voz se volvía tan tenue que parecía arrastrarse.
El pelinegro retomó el paso con tranquilidad como si buscase calmarla, en todo momento ayudándole para que la dama tuviese apoyo y se sintiese mas resguardada. La voz profunda y sin embargo amable del hombre volvió a romper el pequeño silencio.
-Extenuante.- musitó algo sombría. Bastó con que escuchara pronunciar un nombre para que Lucy se detuviera repentinamente, sus ojos se abrieron de par en par y una sonrisa iluminó su rostro. -¿Vergilius? ¡Por favor, llévame con él! – respondió un tanto exaltada, extendiéndole la mano para que la guiara. Pero en un instante la emoción se borró pasando a una expresión de preocupación. –Tal vez…no me recuerde.- murmuró aun mas bajo que antes, aunque lo suficientemente audible como para llegar a los oídos de su sobrino.
-----
Off: Manipulación aprobada por Octavius
Lucy- Ataques :
AD - Serpent’s Embrace (500)
Defensa :
Fuego de la Agonía
Cantidad de envíos : 69
Re: Recepción de Palacio
Continué esperando mientras abría de par en par las puertas que daban acceso a aquella habitación, sin tardar mucho el hijo mayor del Emperador habló y una vez más haciéndome quedar en ridículo y más delante aquella mujer que llegaba a mi vida para fastidiármela, sabía que ignoraría mis palabras, pero sus declaraciones me causaron gracia, en mis labios una sonrisa que se convertía en risa de completa burla se manifestaba y una carcajada fue lo que salió de mi acompañando una sola palabra: - Confirmar? HAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHA. Mis manos comenzaron a cerrar la puerta a mi espalda, de pronto antes de cortar contacto con ellos, Octavius terminó diciendo las palabras y el nombre que no quería escuchar: Verenice, me giré abruptamente dejando ver mi rostro por la pequeña abertura que existía entre las dos tablas de madera, su voz se escuchaba burlesca, sarcástica y divertida, no me daba la cara pero sabía bien que su rostro mostraba gusto, placer en indisponerme, mis ojos enfurecían, llenos de odio y mostraban más allá del desprecio, mis uñas rasguñaban aquella madera a medida que me repetía mentalmente: - Maldita Verenice, es cuestión de tiempo que te elimine! Seguía perturbada ante aquel nombre, susurré mientras finalmente cerraba la puerta: - Vere… … …nice.
Cerré con elegancia y delicadeza la gran puerta, apoyé mi cuerpo sobre la fría madera, cerré los ojos y suspiré varias veces, permanecí así un buen momento ordenando mis pensamientos pero éstos no deseaban hacerlo, me levanté, alejándome de la puerta di unoo dos o tres pasos, me giré y miré a los dos guardias que custodiaban aquella entrada, el odio y las ansias de matar eran evidentes, mi mirada era fulminante, los miré de arriba abajo, de abajo arriba, llevé mi brazo izquierdo cruzado sobre mi pecho y apoyaba mi brazo derecho sobre mi mano izquierda y mi mano derecha la llevaba a mi rostro, posando mi dedo índice flexionado debajo de mi labio inferior, parecía pensando pero mi mirada no cambiaba, los escaneé un par de veces más y finalmente expresé: - Uds. dos deberían de hacerle una ofrenda a Jupiter, a Venus o al mismo Plutón, porque gracias a alguno de ellos Uds. dos están ahora mismo ahí parados, sino estarían degollados por sus propias espadas con estas mismas manos! Cerrando mi mano derecha en simbolismo de eliminación.
Abrí mis dedos y los llevé a ocultar mi rostro, éste en medio de aquel sentimiento oscuro y deseos de sangre se mostraba sombrío, con un tono de voz frío, tenebroso y perturbador, esbocé: - ¿Qué parte de que no dejarán entrar a nadie a aquella habitación no entendieron?... Hice una pausa, el silencio nos envolvió en su manto, no esperaba una respuesta de su parte, eso complicaría más la situación; el tiempo transcurría dejándome sumergida en aquella posición y perdida en pensamientos inexistentes, de pronto dejé caer mis brazos, y mi semblante cambió por completo, mis ojos brillaban y sonreía con cierta felicidad, me dirigí nuevamente a ellos diciendo: - Bueno… Levantando mis manos y dando un aplauso, sacando a aquellos dos de aquel trance en el que parecían encontrarse, mi voz se mostraba cálida y dulce, retomé: - … se han salvado sólo porque tengo invitados esperando por mí en el jardín!
Di media vuelta y salí en dirección a los jardines donde me esperaba la Princesa de Britania y su corte y claro, debía informarle de la llegada de la Hispana a mi querida hija Lydia.
Cerré con elegancia y delicadeza la gran puerta, apoyé mi cuerpo sobre la fría madera, cerré los ojos y suspiré varias veces, permanecí así un buen momento ordenando mis pensamientos pero éstos no deseaban hacerlo, me levanté, alejándome de la puerta di unoo dos o tres pasos, me giré y miré a los dos guardias que custodiaban aquella entrada, el odio y las ansias de matar eran evidentes, mi mirada era fulminante, los miré de arriba abajo, de abajo arriba, llevé mi brazo izquierdo cruzado sobre mi pecho y apoyaba mi brazo derecho sobre mi mano izquierda y mi mano derecha la llevaba a mi rostro, posando mi dedo índice flexionado debajo de mi labio inferior, parecía pensando pero mi mirada no cambiaba, los escaneé un par de veces más y finalmente expresé: - Uds. dos deberían de hacerle una ofrenda a Jupiter, a Venus o al mismo Plutón, porque gracias a alguno de ellos Uds. dos están ahora mismo ahí parados, sino estarían degollados por sus propias espadas con estas mismas manos! Cerrando mi mano derecha en simbolismo de eliminación.
Abrí mis dedos y los llevé a ocultar mi rostro, éste en medio de aquel sentimiento oscuro y deseos de sangre se mostraba sombrío, con un tono de voz frío, tenebroso y perturbador, esbocé: - ¿Qué parte de que no dejarán entrar a nadie a aquella habitación no entendieron?... Hice una pausa, el silencio nos envolvió en su manto, no esperaba una respuesta de su parte, eso complicaría más la situación; el tiempo transcurría dejándome sumergida en aquella posición y perdida en pensamientos inexistentes, de pronto dejé caer mis brazos, y mi semblante cambió por completo, mis ojos brillaban y sonreía con cierta felicidad, me dirigí nuevamente a ellos diciendo: - Bueno… Levantando mis manos y dando un aplauso, sacando a aquellos dos de aquel trance en el que parecían encontrarse, mi voz se mostraba cálida y dulce, retomé: - … se han salvado sólo porque tengo invitados esperando por mí en el jardín!
Di media vuelta y salí en dirección a los jardines donde me esperaba la Princesa de Britania y su corte y claro, debía informarle de la llegada de la Hispana a mi querida hija Lydia.
Diva- Berseker de Ares
- Status : MUERTA
Reino : Olimpo
Templo de la Guerra
Ataques :
AD - Danza de las cuchillas (1350)
Defensa :
Portal Hell
Cantidad de envíos : 179
Re: Recepción de Palacio
Accediendo a los deseos de su tía, el hijo del emperador fungía como guía y a la vez escolta de la soberana de Hispania. Los eventos protagonizados por ella y la emperatriz de Roma habían alcanzado eventos tan sorprendentes como reveladores. Por ahora, Lucy sentía para sus fueros internos una necesidad imperativa por el cuidado de los familiares que aún le quedaban. Expresamente el deseo incrementado - originado por la entrevista previa con Diva - de encontrarse con su otro sobrino estaba más acrecentado que nunca.
El heredero al trono había accedido a conducirla hasta la ubicación de su hermano Vergilius. - Aunque pensándolo bien... -Esbozó mientras sus pasos se detenían. La mirada confundida de su tía era más que evidente. - ... quizá en estos momentos lo más prudente es anteponer la razón y la mente fría que dejarnos dominar por nuestras emociones.
Mirándola con un aire de confianza, misma que trataba de infundir en Lucy, él comprendía claramente el peligro que ella corría al permanecer en un lugar como la Roma de Diva. Entendía hasta donde podía ser capaz aquella serpiente disfrazada de mujer con tal de ver cumplidos sus ambiciones y caprichos. Y con un tono suave, extraño hasta para él mismo trataba de hacer entender su punto. - Comprendo que para estos momentos te precisa contactar a Virgilius, pero no sabemos a ciencia cierta lo que la mente siniestra de aquella mujer tenga planeado para estos momentos.
Una llamarada le recorrió todo su cuerpo, su mano, se tensaba sobre la empuñadura de su extraña espada imaginándose el cuello de Diva apresándola, era extraño que él sintiera tal descontrol de momento en su alma. Una pausa quedaba en el aire ante la mirada incrédula de su tía. - ¿Te sucede algo Octavius? - Le preguntaba ante el notorio cambio de su sobrino.
- Nada que por ahora deba preocuparle. - Su respuesta era escueta aunque con aires de un autocontrol evidente. - Pero debemos ser más cautelosos e inteligentes que ella. Podríamos en estos momentos comprometer a Virigilius en algo que pueda atentar contra su integridad, ahora que ha vuelto él es serio candidato a ocupar el puesto del emperador, por ahora es recomendable establecer un plan emergente antes de actuar impulsivamente.
De mala gana, Lucy parecía entender el punto de su sobrino. - Así que si le parece bien podríamos continuar nuestra platica en un lugar más seguro. - Ante aquella sugerencia, la dignataria de Hispania accedía de momento. Ambos salían de aquellos recintos en dirección de un lugar más propicio para ponerse de acuerdo de los planes que seguirían a futuro.
El heredero al trono había accedido a conducirla hasta la ubicación de su hermano Vergilius. - Aunque pensándolo bien... -Esbozó mientras sus pasos se detenían. La mirada confundida de su tía era más que evidente. - ... quizá en estos momentos lo más prudente es anteponer la razón y la mente fría que dejarnos dominar por nuestras emociones.
Mirándola con un aire de confianza, misma que trataba de infundir en Lucy, él comprendía claramente el peligro que ella corría al permanecer en un lugar como la Roma de Diva. Entendía hasta donde podía ser capaz aquella serpiente disfrazada de mujer con tal de ver cumplidos sus ambiciones y caprichos. Y con un tono suave, extraño hasta para él mismo trataba de hacer entender su punto. - Comprendo que para estos momentos te precisa contactar a Virgilius, pero no sabemos a ciencia cierta lo que la mente siniestra de aquella mujer tenga planeado para estos momentos.
Una llamarada le recorrió todo su cuerpo, su mano, se tensaba sobre la empuñadura de su extraña espada imaginándose el cuello de Diva apresándola, era extraño que él sintiera tal descontrol de momento en su alma. Una pausa quedaba en el aire ante la mirada incrédula de su tía. - ¿Te sucede algo Octavius? - Le preguntaba ante el notorio cambio de su sobrino.
- Nada que por ahora deba preocuparle. - Su respuesta era escueta aunque con aires de un autocontrol evidente. - Pero debemos ser más cautelosos e inteligentes que ella. Podríamos en estos momentos comprometer a Virigilius en algo que pueda atentar contra su integridad, ahora que ha vuelto él es serio candidato a ocupar el puesto del emperador, por ahora es recomendable establecer un plan emergente antes de actuar impulsivamente.
De mala gana, Lucy parecía entender el punto de su sobrino. - Así que si le parece bien podríamos continuar nuestra platica en un lugar más seguro. - Ante aquella sugerencia, la dignataria de Hispania accedía de momento. Ambos salían de aquellos recintos en dirección de un lugar más propicio para ponerse de acuerdo de los planes que seguirían a futuro.
Octavius- Dios/a
- Reino : Olimpo
Templo de la Guerra
Ataques :
AD - Dead Vermillion (3700)
AD - War Cry (3800)
AM - Demon Eyes (4700*)
AF - Dénouement (4900)
AFa - Colony Drop (5900)
Defensa :
Boiling Blood
DE - Blazing Skin
Cantidad de envíos : 256
Re: Recepción de Palacio
Ya pensando que Octavius iba a conducirla hacia su sobrino Vergilius, Lucy estaba anciosa por el momento, aunque un poco confundida ya que su duda era aquella que invadia su mente era, que quizas aquel hombre no la reconozca, por eso queria llegar cuanto antes. Pero las palabras de aquel hombre a su lado interrumpieron el incomodo silencio para decir unas palabras que aun sin un motivo que Lucy pueda saber la incomodaron un poco. Era la interrupcion de la guia hacia el lugar donde estaba Vergilius, diciendo que tal vez debian pensarlo un poco antes que actuar impulsivamente. La mujer no dijo nada, pero por dentro estaba molesta, ya que le urgía contactar con Vergilius cuanto antes. Dejó que Octavius continue con sus palabras. Y comprendio que quizas aquella malvada mujer tenga planes crudos y maleficos contra ella; por lo que al oirlo, por su mente pasaba el inminente deseo por acabar con ella, el odio y la rabia aun estaban en su mente.
Aunque algo molesta Lucy comprendia a lo que su sobrino queria llegar, y proponia armar un plan antes que actuar intintivamente, puesto que habia que ser cautelosos y pasivos en aquel acto. Le propuso ir a un lugar mas seguro para seguir hablando y planificar, por lo que algo indecisa Lucy asintio con la cabeza y mientras caminaba detras de Octavius.
-De acuerdo, entiendo tu punto Octavius, vamonos de aqui... hizo una pausa antes de salir del recino, y apoyo una mano es su hombro de Octavius -pero... dime un cosa... ¿A que lugar es que me llevaras? Esa duda la intrigaba a la mujer, queria saber a dodne era que se dirigian.
Quizas queria que se marche de roma por un tiempo, para no estar en peligro de los planes que llegue a tener Diva, mantenerla alejada un tiempo, hasta tener la seguridad de lo que pretendia la malvada emeratriz. Solo por eso Lucy comrendio el punto de Octavius y accedio a su propuesta, queriendo aun asi, saber el lugar a donde se dirigian.
Aunque algo molesta Lucy comprendia a lo que su sobrino queria llegar, y proponia armar un plan antes que actuar intintivamente, puesto que habia que ser cautelosos y pasivos en aquel acto. Le propuso ir a un lugar mas seguro para seguir hablando y planificar, por lo que algo indecisa Lucy asintio con la cabeza y mientras caminaba detras de Octavius.
-De acuerdo, entiendo tu punto Octavius, vamonos de aqui... hizo una pausa antes de salir del recino, y apoyo una mano es su hombro de Octavius -pero... dime un cosa... ¿A que lugar es que me llevaras? Esa duda la intrigaba a la mujer, queria saber a dodne era que se dirigian.
Quizas queria que se marche de roma por un tiempo, para no estar en peligro de los planes que llegue a tener Diva, mantenerla alejada un tiempo, hasta tener la seguridad de lo que pretendia la malvada emeratriz. Solo por eso Lucy comrendio el punto de Octavius y accedio a su propuesta, queriendo aun asi, saber el lugar a donde se dirigian.
Lucy- Ataques :
AD - Serpent’s Embrace (500)
Defensa :
Fuego de la Agonía
Cantidad de envíos : 69
Re: Recepción de Palacio
Se podía escuchar por entre los distintos pasillos del palacio el avance parsimonioso de este par de individuos, el tumulto de legionarios habían sido dejados afuera aun montados sobre los corceles, era por demás logico que solo Archer y el emisario Manigoldo entrasen a hablar con quien este sujentando en sus manos las funciones principales del imperio. El general desde ya conocia que el emperador se hallaba ausente en Roma y que su señora esposa yacia ocupando dicho cargo, o por lo menos hasta donde sus limites como mujer le alcanzarian.
El aun gobernador de Britania habia conservado la idea de que todo lo expuesto por el guerrero detras suyo fuera una absoluta falacia, precisamente por eso se dirijia al palacio, solo existia alguien que le podria corroborar el mandato imperial y ese alguien era el emperador o quien lo represente.
Hombre...tu nombre?
No recuerdo habertelo preguntado o que me lo hayas mencionado.
Pregunto con el mismo tono frio de siempre mientras sus pies quedaban estaticos, un señorito de cabellera rubia estaba sentado justo frente al final de la sala, parecía ser criado de Diva. Archer dejo de momento al romano y le hablo...
Oh claro....pero...creo...
El gobernador levanto una ceja poniendo aun más nervioso al criado que parecía sostener
en brazos una fina seda amarillenta.
Esta o no esta?!
El hombrecito carecía de valor como para responderle, solo se levanto y menciono que le siguieran, Archer seguido del guerrero comenzaron a avanzar rumbo a donde el criado les llevaba.
El aun gobernador de Britania habia conservado la idea de que todo lo expuesto por el guerrero detras suyo fuera una absoluta falacia, precisamente por eso se dirijia al palacio, solo existia alguien que le podria corroborar el mandato imperial y ese alguien era el emperador o quien lo represente.
Hombre...tu nombre?
No recuerdo habertelo preguntado o que me lo hayas mencionado.
Pregunto con el mismo tono frio de siempre mientras sus pies quedaban estaticos, un señorito de cabellera rubia estaba sentado justo frente al final de la sala, parecía ser criado de Diva. Archer dejo de momento al romano y le hablo...
Oh claro....pero...creo...
El gobernador levanto una ceja poniendo aun más nervioso al criado que parecía sostener
en brazos una fina seda amarillenta.
Esta o no esta?!
El hombrecito carecía de valor como para responderle, solo se levanto y menciono que le siguieran, Archer seguido del guerrero comenzaron a avanzar rumbo a donde el criado les llevaba.
Archer- Cantidad de envíos : 17
Re: Recepción de Palacio
La princesa fue llevaba rapidamente por el cochero hasta el Palacio del Cesar, el trayecto
se le hizo eterno a la princesa aun, cuando el joven la llevo lo mas rapido que pudo, pues su mente era un lio,
sin embargo, iba a actuar rapido...si que lo haria. Al estar frente al Palacio, el joven le ayudo de abrir la puerta
y bajar, la dama le dijo
Princesa Lin: Espera aqui por favor... de acuerdo?
el joven asintio y la princesa subio las escaleras del recinto, muy rapido debo citar,
ya que el joven apenas si se percato que habia subido al Palacio. La princesa habia memorizado antes el camino
y se diriguio hasta la recepcion, un joven se encontraba ahi y le dijo con voz suave pero firme
Princesa Lin: Buen dia! Soy la Princesa de Britania, me gustaria ver a la
emperatriz...ahora... es importante..
el joven le respondio que iria a buscarla, pidiendole que se sentara para esperar y
asi lo hizo, el joven rapidamente corrio por los pasillos, mientras Lin esperaba, algo anciosa la llegada de Diva, pues
ahora que lo pensaba, esperaba no haber sido imprudente al querer hablar con ella...pero en fin, ahora estaba ahi.
Lin- Angel de Afrodita
- Reino : Olimpo
Templo de Afrodita
Ataques :
AD - Love Spiral (1250)
AD - Dreams and Fantasies (1400)
Defensa :
Love Barrier
Cantidad de envíos : 202
Re: Recepción de Palacio
Hace dos tres dias que habia emprendido su viaje desde Persia, las noticias que llevaba consigo eran increibles, Talos aun pensaba si era un sueño o era la realidad, tanto respeto tantos elogios, tanta gloria alrededor del emperador, le habia dado un aire de inmortalidad, que causaba que todos los romanos olvidasen que este era un simple mortal... fragil... vulnerable... incapaz de escapar de aquel fatal destino, pero habia algo mas que hacia que la sangre de sus venas hirviese, tenia todo preparado... iba a conseguir la victoria para Roma gracias a sus esfuerzos a sus maestros planes en el campo de batalla, a la forma como en si manipulaba al mismo emperador para que solo le escuchara a el sin que lo notaran.... esperaba llegar envuelto en la gloria, recibir todos los alagos por parte de la misma ROma... llenar ese vacio que habia sentido por muchos años... y que nada habia podido llenar... el dinero, las mujeres, su posicion social, nada! y justo cuando estaba cerca de conseguirlo pero justo a ese viejo estupido le habia dado por morir...
El general habia arribado al palacio del Cesar, no habia cambiado mucho en el exterior, o eso le parecia, tantos años por fuera de Roma... en fin ya no sabia que era nuevo y que viejo, dejo su cansado caballo a los cuidadores del palacio, era un motivo de sorpresa para la misma guardia ver a Talos en ese lugar, en medio de murmuros se preguntaban por que estaba alli? No se suponia que estaba en persia luchando? le pasaba algo al emperador?
No me encontraba en las mejores condiciones para ver a la reina mi cara estaba un poco sucia al igual que mis ropas, estaba cansado por dos dias de viaje sin descanso, parando para cambiar mi obsoleto caballo.
- Necesito ver a la reina! O a los hijos del emperador! Inmediatamente! No me importa que anden haciendo, es un asunto vital para Roma! - grite a los empleados quienes salieron corriendo en busqueda de la soberana del imperio, uno de ellos me informo que los hijos del cesar se encontraban por fuera de Roma, la unica prescente era la reina, pedi un poco de agua para limpiar mi rostro, mientras me arreglaba un poco mas para verle.
El general habia arribado al palacio del Cesar, no habia cambiado mucho en el exterior, o eso le parecia, tantos años por fuera de Roma... en fin ya no sabia que era nuevo y que viejo, dejo su cansado caballo a los cuidadores del palacio, era un motivo de sorpresa para la misma guardia ver a Talos en ese lugar, en medio de murmuros se preguntaban por que estaba alli? No se suponia que estaba en persia luchando? le pasaba algo al emperador?
No me encontraba en las mejores condiciones para ver a la reina mi cara estaba un poco sucia al igual que mis ropas, estaba cansado por dos dias de viaje sin descanso, parando para cambiar mi obsoleto caballo.
- Necesito ver a la reina! O a los hijos del emperador! Inmediatamente! No me importa que anden haciendo, es un asunto vital para Roma! - grite a los empleados quienes salieron corriendo en busqueda de la soberana del imperio, uno de ellos me informo que los hijos del cesar se encontraban por fuera de Roma, la unica prescente era la reina, pedi un poco de agua para limpiar mi rostro, mientras me arreglaba un poco mas para verle.
Talos- Juez del Inframundo
- Ataques :
AD- Dynames (1800)
Defensa :
Kyrios
Cantidad de envíos : 150
Re: Recepción de Palacio
Cruzaba los extensos pasillos del palacio enfadada, sabía que tenía que comportarme pero poco me interesaba ya en esos momentos, el descontrol sobre mis acciones crecía de manera descomunal que no soportaría mucho tiempo. Mis pasos se clavaban en un profundo eco resonando por todo el sitio.
Bajando las extensas escaleras pude visualizar las puertas que daban acceso a la recepción, los sirvientes las abrían para ver al frente mío ambas personas buscándome, incluso la jovencita que hace unos días vino a visitarme para la alianza con su pueblo y Roma, hasta que rápidamente observaba al legionario que estaba junto a la princesa por lo que decidí hacerlo esperar un poco debido a las visitas que tenía con la princesa de Britania, tomando posición me sentaba sobre el trono del César con descaro pues ya no me importaba absolutamente nada.
- Princesa bienvenida.. espero que el Senado haya resuelto su situación de conseguirle prometido para establecer la alianza con su reino y el nuestro…
Mi voz era fría y certera pero ahora veía aquel hombre con desconfianza, respiraba de nuevo por la intranquilidad que me propiciaba todo eso.
- Princesa en estos momentos será guiada a los jardines para hablar con calma.. por lo que podrá entender el mensajero de mi esposo se encuentra presente y quiero arreglar este asunto antes.
Chasqueando los dedos los sirvientes se dispusieron a formar un sequito tras de ella para que fuera atendida lo más pronto posible, por fin quedábamos a solas para levantarme solamente y mirarlo con desprecio.
- Que noticias traes de Persia?.. habla de una vez… que soy tu emperatriz!!!
Bajando las extensas escaleras pude visualizar las puertas que daban acceso a la recepción, los sirvientes las abrían para ver al frente mío ambas personas buscándome, incluso la jovencita que hace unos días vino a visitarme para la alianza con su pueblo y Roma, hasta que rápidamente observaba al legionario que estaba junto a la princesa por lo que decidí hacerlo esperar un poco debido a las visitas que tenía con la princesa de Britania, tomando posición me sentaba sobre el trono del César con descaro pues ya no me importaba absolutamente nada.
- Princesa bienvenida.. espero que el Senado haya resuelto su situación de conseguirle prometido para establecer la alianza con su reino y el nuestro…
Mi voz era fría y certera pero ahora veía aquel hombre con desconfianza, respiraba de nuevo por la intranquilidad que me propiciaba todo eso.
- Princesa en estos momentos será guiada a los jardines para hablar con calma.. por lo que podrá entender el mensajero de mi esposo se encuentra presente y quiero arreglar este asunto antes.
Chasqueando los dedos los sirvientes se dispusieron a formar un sequito tras de ella para que fuera atendida lo más pronto posible, por fin quedábamos a solas para levantarme solamente y mirarlo con desprecio.
- Que noticias traes de Persia?.. habla de una vez… que soy tu emperatriz!!!
Diva- Berseker de Ares
- Status : MUERTA
Reino : Olimpo
Templo de la Guerra
Ataques :
AD - Danza de las cuchillas (1350)
Defensa :
Portal Hell
Cantidad de envíos : 179
Re: Recepción de Palacio
Talos en medio de sus pensamientos de su preocupacion, pensando en como le comentaria la situacion a la reina ni noto a la jovencita que se encontraba alli esperando audiencia, la emperatriz Diva aparecio rapidamente y se sento en el trono de Roma, hace tanto tiempo que no le veia... tan hermosa... pero a la vez tan peligrosa, Talos no habia pensado bien sus acciones, tal vez estaria cometiendo un gran error comentandole primero a ella, pero igual ya estaba alli y era su deber como General de Roma, con total voz de mando ordeno que la visitante que se encontraba con Talos se fuese a los jardines a ser recibida.
El general se arrodillo ante la mujer y se presento
- Soy el general Talos, designado a las tropas que marchan contra el Imperio Persa para la conquista de Roma, disculpe mi atrevimiento su alteza, y molestarle de esta forma pero.... -
Una gota de sudor caia por la frente del joven, la emperatriz diva podia intimidar en cierta manera a cualquier hombre, por su belleza o por su propio poder, se levanto y se acerco hacia la mujer que se encontraba en el trono, acerco su boca a los oidos de esta y en medio de un susurro le comunico, la noticia que cambiaria el destino de Roma.
- Tome esto con tranquilidad, el emperador ha muerto...- le susurro a Diva mientras se alejaba de ella y se volvia a rrodillar mostrando la solemnidad de un servidor ante su regente.
El general se arrodillo ante la mujer y se presento
- Soy el general Talos, designado a las tropas que marchan contra el Imperio Persa para la conquista de Roma, disculpe mi atrevimiento su alteza, y molestarle de esta forma pero.... -
Una gota de sudor caia por la frente del joven, la emperatriz diva podia intimidar en cierta manera a cualquier hombre, por su belleza o por su propio poder, se levanto y se acerco hacia la mujer que se encontraba en el trono, acerco su boca a los oidos de esta y en medio de un susurro le comunico, la noticia que cambiaria el destino de Roma.
- Tome esto con tranquilidad, el emperador ha muerto...- le susurro a Diva mientras se alejaba de ella y se volvia a rrodillar mostrando la solemnidad de un servidor ante su regente.
Talos- Juez del Inframundo
- Ataques :
AD- Dynames (1800)
Defensa :
Kyrios
Cantidad de envíos : 150
Re: Recepción de Palacio
Habia llegado hasta Roma y hasta el mismisimo palacio real por dos motivos, el primero era por que hacia tiempo habia sido llamado por la emperatriz Diva, pero habia hecho caso omiso de ello. El segundo fue la desaparicion de Sophia y que ahora mas que nunca necesitaba tener mas poder dentro de Roma, era la unica manera de encontrar con seguridad a Sophia, mas no revelaria la desaparicion de mi hermana y para eso estaba Saphire.
Las puertas de la recepcion del palacio se habia abierto y eso daba lugar a la presencia de Fye.. Me habian dejado pasar pues era un miembro de la familia real y ademas tenia aquella invitacion por parte de Diva que ahora usaba como pretexto para poder acceder libremente hasta el fondo del asunto.
Una vez alli dentro solo pude encontrar un hombre de cabello blanco que al parecer le estaba dando algun tipo de noticia a la emperatriz, no sabia lo que era pero podria ser algo.. que me iria muy bien..
Aviso que me llamaran.. no es asi, emperatriz Diva...
Dije de manera educada aunque no era por que quisiera, sino por que no me quedaba mas opcion. No la habia visto desde que Vergilius y Octavius volvieron de la guerra, y aun asi, desde antes no la habia visto ni visitado mucho, no era alguien que me importara en lo mas minimo, y menos ahora.
Me seguia acercando con pasos lentos y cortos.. el sonido de mis pasos retumbaba en la amplia sala la cual era solo la recepcion de lo que en verdad era ese gran palacio...
Quizas Saphire me seguiria y entrara despues de mi, si siguio mis ordenes lo haria con el nombre de Sophia lo que ayudaria para aplacar a Vergilius si aparecia...
Las puertas de la recepcion del palacio se habia abierto y eso daba lugar a la presencia de Fye.. Me habian dejado pasar pues era un miembro de la familia real y ademas tenia aquella invitacion por parte de Diva que ahora usaba como pretexto para poder acceder libremente hasta el fondo del asunto.
Una vez alli dentro solo pude encontrar un hombre de cabello blanco que al parecer le estaba dando algun tipo de noticia a la emperatriz, no sabia lo que era pero podria ser algo.. que me iria muy bien..
Aviso que me llamaran.. no es asi, emperatriz Diva...
Dije de manera educada aunque no era por que quisiera, sino por que no me quedaba mas opcion. No la habia visto desde que Vergilius y Octavius volvieron de la guerra, y aun asi, desde antes no la habia visto ni visitado mucho, no era alguien que me importara en lo mas minimo, y menos ahora.
Me seguia acercando con pasos lentos y cortos.. el sonido de mis pasos retumbaba en la amplia sala la cual era solo la recepcion de lo que en verdad era ese gran palacio...
Quizas Saphire me seguiria y entrara despues de mi, si siguio mis ordenes lo haria con el nombre de Sophia lo que ayudaria para aplacar a Vergilius si aparecia...
Fye- Dios/a
- Reino : Templo de la Corona
Ataques :
AD - Eye of Truth (1250)
AM - Spiral Dimension (1750)
Defensa :
Maker of Eden
Cantidad de envíos : 188
Re: Recepción de Palacio
- No me interesa quién eres.. escupe de una vez lo que me vienes a decir!!
Me encontraba impaciente sobre el trono viendo la osadía que tomó al acercarse e incluso atreverse a posar sus labios cerca de mi oído al comentarme la noticia.. la muerte… mi mundo empezaba a desmoronarse dejando que el tono de mi piel empalideciera exageradamente soltando el aire de mis pulmones de forma brusca, miraba con desesperación al hombre que se alejaba retomando su posición.
Mi cabeza giraba sintiendo incluso como la sala se tornaba en un inmenso mareo, mis labios se apretaban aferrándome al trono como si mi propia vida dependiera de ello.
Si Octavius se entera.. si todos se enteran… Solomon te maldigo!!!
Llevaba ambas manos sobre la cabeza agachándome, otros que no conocían mi situación diría que estaba destrozada por la noticia de la muerte de mi esposo pero no era así.. solo el control de Roma se escapaba de mis manos sin tener a ningún aliado al cual aferrarme. Sin esperarlo uno de los familiares del César ingresaba, pude reconocer su voz con aquella profundidad que lo había caracterizado, alzaba ligeramente mi rostro ideando la manera más rápida de hacer las mías nuevamente. Levantandome del asiento posaba mi mano sobre el hombro del General susurrándole con una voz más que amenazante..
- Tus labios están sellados, si se llega a saber esto por toda Roma caería el caos así que por lo mientras aléjate de mi vista!… GUARDIAS LLEVEN A ESTE HOMBRE AL CUARTO MAS LUJOSO.. HA EMPRENDIDO UN LARGO VIAJE HASTA ACA Y QUIERO QUE LO TRATEN COMO SE MERECE..
Altamente vociferaba deshaciéndome del General ya que con él arreglaría las cosas más tarde, miraba a Fye despectivamente además que él sería mi única salida.
- Ha pasado bastante tiempo… nos diste la espalda al no congeniar con la familia de tu tío.. pero el respeto y afecto que se le tenía a tu madre fue lo que te salvo de una muerte segura Fye...
Estando solos podía mostrar mi verdadera forma ante alguien despectivo como él, mi cuerpo seguía tenso por la noticia así que aproveche la debilidad más grande de ese hombre.
-Se tus intenciones con uno de los hijos del César.. que estarías dispuesto a hacer para llegar a ser el nuevo emperador de Roma?
Me encontraba impaciente sobre el trono viendo la osadía que tomó al acercarse e incluso atreverse a posar sus labios cerca de mi oído al comentarme la noticia.. la muerte… mi mundo empezaba a desmoronarse dejando que el tono de mi piel empalideciera exageradamente soltando el aire de mis pulmones de forma brusca, miraba con desesperación al hombre que se alejaba retomando su posición.
Mi cabeza giraba sintiendo incluso como la sala se tornaba en un inmenso mareo, mis labios se apretaban aferrándome al trono como si mi propia vida dependiera de ello.
Si Octavius se entera.. si todos se enteran… Solomon te maldigo!!!
Llevaba ambas manos sobre la cabeza agachándome, otros que no conocían mi situación diría que estaba destrozada por la noticia de la muerte de mi esposo pero no era así.. solo el control de Roma se escapaba de mis manos sin tener a ningún aliado al cual aferrarme. Sin esperarlo uno de los familiares del César ingresaba, pude reconocer su voz con aquella profundidad que lo había caracterizado, alzaba ligeramente mi rostro ideando la manera más rápida de hacer las mías nuevamente. Levantandome del asiento posaba mi mano sobre el hombro del General susurrándole con una voz más que amenazante..
- Tus labios están sellados, si se llega a saber esto por toda Roma caería el caos así que por lo mientras aléjate de mi vista!… GUARDIAS LLEVEN A ESTE HOMBRE AL CUARTO MAS LUJOSO.. HA EMPRENDIDO UN LARGO VIAJE HASTA ACA Y QUIERO QUE LO TRATEN COMO SE MERECE..
Altamente vociferaba deshaciéndome del General ya que con él arreglaría las cosas más tarde, miraba a Fye despectivamente además que él sería mi única salida.
- Ha pasado bastante tiempo… nos diste la espalda al no congeniar con la familia de tu tío.. pero el respeto y afecto que se le tenía a tu madre fue lo que te salvo de una muerte segura Fye...
Estando solos podía mostrar mi verdadera forma ante alguien despectivo como él, mi cuerpo seguía tenso por la noticia así que aproveche la debilidad más grande de ese hombre.
-Se tus intenciones con uno de los hijos del César.. que estarías dispuesto a hacer para llegar a ser el nuevo emperador de Roma?
Diva- Berseker de Ares
- Status : MUERTA
Reino : Olimpo
Templo de la Guerra
Ataques :
AD - Danza de las cuchillas (1350)
Defensa :
Portal Hell
Cantidad de envíos : 179
Re: Recepción de Palacio
Ambos se habian quedado solos... el general que habia venido a informar a Diva habia cumplido su mision y se lo habian llevado de alli.. para que le dieran los lujos que se merecia por hacer la mision que habia cumplido. Pero la cara de Diva no era la de siempre, estaba mucho mas palida de lo normal y ya era decir mucho, como si el mundo se le viniera encima, como si todo se le escapara de las manos.
Una vez solos... comence a andar hacia ella mientras que me hablaba.. sobre que haria por convertirme en el emperador de Roma, algo extraño.. esa pregunta, pues todos sabian que ella estaba encantada con su cargo.. y no se lo daria a nadie, esa noticia que le habian dado no era nada buena para sus intereses como emperatriz.. y ahora estaba buscando un apoyo.. podia notarsele en los ojos...
Imaginese... por un momento.. que nuestro querido... emperador muriera cruelmente en Persia..
Delante de ella el rostro de Fye comenzaba a cambiar una sonrisa que no habia mostrado nunca antes, algo que realmente daba miedo. Solo de pensar que lo que el mismo fuera verdad.. esa podia ser su unica oportunidad de obtener el poder y el control que en ese mismo momento necesitaba para buscar a Sophia e impartir justicia.. a su modo.
Esa informacion llegaria a los hijos del Cesar.. y tu cabeza seria cortada por esos niños.. o serias desterrada a Egipto.. no serias util para los supuestos herederos al trono.
Habia dicho todo eso mientras con sus pasos rodeaba a Diva, no se estaba inventando nada, si llegara a pasar algo como eso solo seria cuestion de tiempo que una de esas dos opciones se viera hecha realidad....
Pero.. y si no gobernara ellos? Si lo hiciera alguien que te asegurara proteccion y seguir con una buena vida, alguien como causalmente yo?
Volvio a pararse frente a ella, sin miedo, algo que nunca habia tenido, era directo y cuando se proponia algo lo queria conseguir a toda costa con los metodos que fuera, de esa manera, desde joven habia podido liderar su familia.
Solo tienes que asegurarte de poseer un testamento de muerte donde nuestro emperador tenga escrita con su firma que me deja a mi todo el poder de Roma, del resto ya me encargaria yo para que no sufrieras daño...
Pero algo asi era imposible que el emperador lo hubiera escrito, pero por algo Fye tenia influencias, disponia de estrategias y actos no tan nobles que le permitian estar en lo mas alto....
Como buen hombre de negocios, tengo siempre algo preparado por si no esta el objeto que deseo, si hace falta la letra o firma del emperador tengo al escritor perfecto para ello, alguien capaz de copiar cualquier letra, solo necesitaria un documento, algo que tu debes poseer... pues eres la esposa del emperador... Una vez todos vieran ese testamento, nadie se negaria a entregarme el reino romano, y tu.. estarias a salvo...
Fye se cruzo de brazos, ella pregunto lo que haria por ser emperador y el solo se limito a responder.. si se daba esa causa, un plan que no podia fallar dado que ahora era el mejor posicionado para acceder al trono en un momento donde todos estaban confusos.
Te parece bastante lo que llegaria a hacer?
Una vez solos... comence a andar hacia ella mientras que me hablaba.. sobre que haria por convertirme en el emperador de Roma, algo extraño.. esa pregunta, pues todos sabian que ella estaba encantada con su cargo.. y no se lo daria a nadie, esa noticia que le habian dado no era nada buena para sus intereses como emperatriz.. y ahora estaba buscando un apoyo.. podia notarsele en los ojos...
Imaginese... por un momento.. que nuestro querido... emperador muriera cruelmente en Persia..
Delante de ella el rostro de Fye comenzaba a cambiar una sonrisa que no habia mostrado nunca antes, algo que realmente daba miedo. Solo de pensar que lo que el mismo fuera verdad.. esa podia ser su unica oportunidad de obtener el poder y el control que en ese mismo momento necesitaba para buscar a Sophia e impartir justicia.. a su modo.
Esa informacion llegaria a los hijos del Cesar.. y tu cabeza seria cortada por esos niños.. o serias desterrada a Egipto.. no serias util para los supuestos herederos al trono.
Habia dicho todo eso mientras con sus pasos rodeaba a Diva, no se estaba inventando nada, si llegara a pasar algo como eso solo seria cuestion de tiempo que una de esas dos opciones se viera hecha realidad....
Pero.. y si no gobernara ellos? Si lo hiciera alguien que te asegurara proteccion y seguir con una buena vida, alguien como causalmente yo?
Volvio a pararse frente a ella, sin miedo, algo que nunca habia tenido, era directo y cuando se proponia algo lo queria conseguir a toda costa con los metodos que fuera, de esa manera, desde joven habia podido liderar su familia.
Solo tienes que asegurarte de poseer un testamento de muerte donde nuestro emperador tenga escrita con su firma que me deja a mi todo el poder de Roma, del resto ya me encargaria yo para que no sufrieras daño...
Pero algo asi era imposible que el emperador lo hubiera escrito, pero por algo Fye tenia influencias, disponia de estrategias y actos no tan nobles que le permitian estar en lo mas alto....
Como buen hombre de negocios, tengo siempre algo preparado por si no esta el objeto que deseo, si hace falta la letra o firma del emperador tengo al escritor perfecto para ello, alguien capaz de copiar cualquier letra, solo necesitaria un documento, algo que tu debes poseer... pues eres la esposa del emperador... Una vez todos vieran ese testamento, nadie se negaria a entregarme el reino romano, y tu.. estarias a salvo...
Fye se cruzo de brazos, ella pregunto lo que haria por ser emperador y el solo se limito a responder.. si se daba esa causa, un plan que no podia fallar dado que ahora era el mejor posicionado para acceder al trono en un momento donde todos estaban confusos.
Te parece bastante lo que llegaria a hacer?
Fye- Dios/a
- Reino : Templo de la Corona
Ataques :
AD - Eye of Truth (1250)
AM - Spiral Dimension (1750)
Defensa :
Maker of Eden
Cantidad de envíos : 188
Re: Recepción de Palacio
— Su padre.. el emperador Cesar, ha fallecido — Musitó el guerrero de Roma mientras avanzaban al palacio, esas palabras descolocaban a Octavius. ¿ Cual quera la razón ? le incumbían pero no le importaban demasiado, el como primogénito de el Emperador era el primer Heredero al trono aunque con su falsa muerte, quizás no este en el testamento y el heredero directo en ese caso sería su hermano menor pero sus ganas de gobernar Roma le impedían sentirse contento por ello. — Ya veo — Contestó Octavius para luego entrar al Palacio; parecía frío pero por dentro sus emociones cambiaban constantemente, no sabía que pensar o que decir, hasta que vio a su primo Fye hablando con Diva, Rápidamente se escondió y se dispuso a Escuchar sin que éstos lo vieran.
"Imaginese... por un momento.. que nuestro querido... emperador muriera cruelmente en Persia.. Esa informacion llegaria a los hijos del Cesar.. y tu cabeza seria cortada por esos niños.. o serias desterrada a Egipto.. no serias util para los supuestos herederos al trono. Pero.. y si no gobernara ellos? Si lo hiciera alguien que te asegurara proteccion y seguir con una buena vida, alguien como causalmente yo? Solo tienes que asegurarte de poseer un testamento de muerte donde nuestro emperador tenga escrita con su firma que me deja a mi todo el poder de Roma, del resto ya me encargaria yo para que no sufrieras daño... Como buen hombre de negocios, tengo siempre algo preparado por si no esta el objeto que deseo, si hace falta la letra o firma del emperador tengo al escritor perfecto para ello, alguien capaz de copiar cualquier letra, solo necesitaria un documento, algo que tu debes poseer... pues eres la esposa del emperador... Una vez todos vieran ese testamento, nadie se negaria a entregarme el reino romano, y tu.. estarias a salvo... Te parece bastante lo que llegaria a hacer? "
Las palabras de su primo enfurecieron a Octavius, el sabía que era una mierda pero no a tal extremo, esto obligo al Heredero a mostrarse y hablar bastante enojado, haciéndose escuchar ante Fye y la Emperatriz
— En ese caso te mataría, así también como a todos tus cómplices, incluyendo a la Emperatriz si coopera contigo.— Exclamó mientras se acercaba a Fye con su rostro mostrando una expresión de Odio puro hacia el — Tu no seras emperador mientras yo este vivo, además ¿ como piensas hacerte cargo de Roma si no puedes ni cuidar a tu hermana menor ? — La Voz de Octavius se volvía cada vez mas fuerte y mostraba una tonalidad de enfado total.
"Imaginese... por un momento.. que nuestro querido... emperador muriera cruelmente en Persia.. Esa informacion llegaria a los hijos del Cesar.. y tu cabeza seria cortada por esos niños.. o serias desterrada a Egipto.. no serias util para los supuestos herederos al trono. Pero.. y si no gobernara ellos? Si lo hiciera alguien que te asegurara proteccion y seguir con una buena vida, alguien como causalmente yo? Solo tienes que asegurarte de poseer un testamento de muerte donde nuestro emperador tenga escrita con su firma que me deja a mi todo el poder de Roma, del resto ya me encargaria yo para que no sufrieras daño... Como buen hombre de negocios, tengo siempre algo preparado por si no esta el objeto que deseo, si hace falta la letra o firma del emperador tengo al escritor perfecto para ello, alguien capaz de copiar cualquier letra, solo necesitaria un documento, algo que tu debes poseer... pues eres la esposa del emperador... Una vez todos vieran ese testamento, nadie se negaria a entregarme el reino romano, y tu.. estarias a salvo... Te parece bastante lo que llegaria a hacer? "
Las palabras de su primo enfurecieron a Octavius, el sabía que era una mierda pero no a tal extremo, esto obligo al Heredero a mostrarse y hablar bastante enojado, haciéndose escuchar ante Fye y la Emperatriz
— En ese caso te mataría, así también como a todos tus cómplices, incluyendo a la Emperatriz si coopera contigo.— Exclamó mientras se acercaba a Fye con su rostro mostrando una expresión de Odio puro hacia el — Tu no seras emperador mientras yo este vivo, además ¿ como piensas hacerte cargo de Roma si no puedes ni cuidar a tu hermana menor ? — La Voz de Octavius se volvía cada vez mas fuerte y mostraba una tonalidad de enfado total.
Octavius- Dios/a
- Reino : Olimpo
Templo de la Guerra
Ataques :
AD - Dead Vermillion (3700)
AD - War Cry (3800)
AM - Demon Eyes (4700*)
AF - Dénouement (4900)
AFa - Colony Drop (5900)
Defensa :
Boiling Blood
DE - Blazing Skin
Cantidad de envíos : 256
Re: Recepción de Palacio
Tal y como lo esperaba la noticia le habia caido a la emperatriz como una patada en el estomago, casi no podia disimular su enfado y desesperacion ante la muerte del emperador, igual me habia sucedido tan pronto me entere hasta cuando mi cabeza y mis pensamientos se aclararon (aunque haya sido hasta hace unos instantes) podia hacer muchas cosas en esta situacion, forjar una alianza con la reina y mantener esto en secreto o ir por los herederos del Cesar y mostrarme como su mas fiel general, o mas bien jugar para los dos bandos, me beneficiaria de cualquiera de las situaciones.
Diva mando a sus empleados a que me llevasen a una habitacion, es verdad estaba cansado, sucio, pero aun asi era un soldado, no era nada grave dos dias de intenso viaje para traer las noticias a Roma, mientras estaba saliendo, dejando a Diva conn un nuevo invitado (eran muy pocas las personas que recordaba de Roma, tantos años por fuera habian hecho estragos en mi vida social con la aristocracia romana).
Ya me encontrB en la puerta de la recepcion cuando vi a... Octavius! con que las noticias que llegaron a Persia eran ciertas, el hijo mayor del emperador estaba vivo, recuerdo como se alegro cuando conocio la noticia, y si no era por aquella guerra que librabamos estoy seguro que se hubiese ido corriendo a Roma a abrazar a su amado hijo, su cara denotaba preocupacion, al parecer ni me habia visto, tal vez ya conocia la noticia, entonces la Caravanna funebre que llevaba al emperador no estaba demasiado lejos, dos dias mas le tomaria en llegar a la ciudad, me habian dicho que los hijos del emperador se encontraban en los terrenos lejanos a Roma asi que octavius justo se encontro con ellos o con el primer grupo que iba preparando todo para la caravanna.
Era interesante como ahora los actores de esta obra actuaban, con un cambio de escenario y un cambio de libreto, un verdadero espectaculo para mi, debia empezar a moverme por mi mismo... debia buscar a Virgilius para cominicarle la noticia, pero primero descansaria unas cuantas horas en las habitaciones del palacio y tomaria un baño, aun tenia sangre de sucios Persas en mi cuerpo por la batalla...
Diva mando a sus empleados a que me llevasen a una habitacion, es verdad estaba cansado, sucio, pero aun asi era un soldado, no era nada grave dos dias de intenso viaje para traer las noticias a Roma, mientras estaba saliendo, dejando a Diva conn un nuevo invitado (eran muy pocas las personas que recordaba de Roma, tantos años por fuera habian hecho estragos en mi vida social con la aristocracia romana).
Ya me encontrB en la puerta de la recepcion cuando vi a... Octavius! con que las noticias que llegaron a Persia eran ciertas, el hijo mayor del emperador estaba vivo, recuerdo como se alegro cuando conocio la noticia, y si no era por aquella guerra que librabamos estoy seguro que se hubiese ido corriendo a Roma a abrazar a su amado hijo, su cara denotaba preocupacion, al parecer ni me habia visto, tal vez ya conocia la noticia, entonces la Caravanna funebre que llevaba al emperador no estaba demasiado lejos, dos dias mas le tomaria en llegar a la ciudad, me habian dicho que los hijos del emperador se encontraban en los terrenos lejanos a Roma asi que octavius justo se encontro con ellos o con el primer grupo que iba preparando todo para la caravanna.
Era interesante como ahora los actores de esta obra actuaban, con un cambio de escenario y un cambio de libreto, un verdadero espectaculo para mi, debia empezar a moverme por mi mismo... debia buscar a Virgilius para cominicarle la noticia, pero primero descansaria unas cuantas horas en las habitaciones del palacio y tomaria un baño, aun tenia sangre de sucios Persas en mi cuerpo por la batalla...
Talos- Juez del Inframundo
- Ataques :
AD- Dynames (1800)
Defensa :
Kyrios
Cantidad de envíos : 150
Re: Recepción de Palacio
El El lugar ya estaba completamente desolado después de encararme de esa forma a Fye, sin el apoyo de Solomon tenía que ingeniarme de alguna manera la forma en que no me destronarían por la muerte de mi “esposo”, manteniéndome firme dejaba que ese hombre lanzara con desdén y orgullo todos sus comentarios acerca de mi destino y lo que me sucedería si no cooperaba al evidenciarme de esa manera...
Antes de dignarme a contestarle volteaba al vernos interrumpidos, no contaba que el idiota del General había esparcido la noticia enterándose de seguro todo el reino, las disputas y alianzas no tardarían en ponerse al orden del día perdiendo ya completamente mi jurisdicción sobre el reino de Roma. Con recelo miraba a Octavius como trataba de imponerse prácticamente a la injusticia de ser robado su puesto pero sin contar con la presencia de nadie me las seguiría arreglando a pesar de sus constantes amenazas.
- Aún sigues escondiéndote como vil serpiente escuchando las conversaciones de los demás?.. si no mal recuerdo eso mismo hiciste en el encuentro de tu dulce tía “Lucy”....
Era la primera vez que me refería por su nombre a esa inmunda hispana sin colocarle el apodo de “Helenita” en burla a la memoria de su madre, respiraba profundamente pues si creía que con sus palabras me intimidaría al menos sabría que le seguiría dando pelea hasta el final dejándole en claro que no retrocedería por esta insignificancia.
- Que importa.. lo más seguro es que la muerte de tu padre se haya difundido por toda Roma pero te dejaré algo en claro, el testamento de los que todos hablan sigue en mi poder.. declarando quien es el sucesor.. y créeme Octavius que al fingir tu muerte fuiste hecho a un lado… solo quedando una pequeña cláusula que si te explicabas ante tu padre dichos motivos por el cual deshonraste el honor de tu familia serias perdonado con la indulgencia.. no obstante el buen amado Vergilius conmovido por la sangre que recorre en sus venas permitió tu regreso como algo triunfal… pero no veo a tu querido hermano por ningún lado, supongo que como siempre hizo a un lado sus obligaciones.
Prácticamente descargaba toda mi frustración contra el primogénito del Emperador, no permitiría que arruinara mis planes de esa forma, aun podía controlar Roma mientras se rendía la temporada de luto, como mi objetivo principal quebrar al senado yo misma y crear un golpe de estado si era necesario.
Antes de dignarme a contestarle volteaba al vernos interrumpidos, no contaba que el idiota del General había esparcido la noticia enterándose de seguro todo el reino, las disputas y alianzas no tardarían en ponerse al orden del día perdiendo ya completamente mi jurisdicción sobre el reino de Roma. Con recelo miraba a Octavius como trataba de imponerse prácticamente a la injusticia de ser robado su puesto pero sin contar con la presencia de nadie me las seguiría arreglando a pesar de sus constantes amenazas.
- Aún sigues escondiéndote como vil serpiente escuchando las conversaciones de los demás?.. si no mal recuerdo eso mismo hiciste en el encuentro de tu dulce tía “Lucy”....
Era la primera vez que me refería por su nombre a esa inmunda hispana sin colocarle el apodo de “Helenita” en burla a la memoria de su madre, respiraba profundamente pues si creía que con sus palabras me intimidaría al menos sabría que le seguiría dando pelea hasta el final dejándole en claro que no retrocedería por esta insignificancia.
- Que importa.. lo más seguro es que la muerte de tu padre se haya difundido por toda Roma pero te dejaré algo en claro, el testamento de los que todos hablan sigue en mi poder.. declarando quien es el sucesor.. y créeme Octavius que al fingir tu muerte fuiste hecho a un lado… solo quedando una pequeña cláusula que si te explicabas ante tu padre dichos motivos por el cual deshonraste el honor de tu familia serias perdonado con la indulgencia.. no obstante el buen amado Vergilius conmovido por la sangre que recorre en sus venas permitió tu regreso como algo triunfal… pero no veo a tu querido hermano por ningún lado, supongo que como siempre hizo a un lado sus obligaciones.
Prácticamente descargaba toda mi frustración contra el primogénito del Emperador, no permitiría que arruinara mis planes de esa forma, aun podía controlar Roma mientras se rendía la temporada de luto, como mi objetivo principal quebrar al senado yo misma y crear un golpe de estado si era necesario.
Diva- Berseker de Ares
- Status : MUERTA
Reino : Olimpo
Templo de la Guerra
Ataques :
AD - Danza de las cuchillas (1350)
Defensa :
Portal Hell
Cantidad de envíos : 179
Re: Recepción de Palacio
Habia respondido lo que habia hecho en caso de que hubiera muerto el emperador, cosa que aun no sabia que era cierta. No era una novedad que la traicion o el engaño fuera la manera de llegar en lo mas alto a Roma, asi era la vida en aquel gran imperio, solo los fuertes e inteligentes sobrevivian...
Pero un acontecimiento extraño sucedio, en la soledad y el silencio de esa gran recepcion del palacio no se escucho los pasos de un hombre que suele ir con armamento, algo extraño, y debido a ese silencio pudo esconderse y escuchar toda la conversacion entre Fye y Diva. Tambien habia sido muy extraño el tiempo en que volvio del lugar donde se habia ido, quizas poseia las piernas mas rapidas del mundo.. Aunque Fye no sabia que venia de buscar a Sophia junto a Vergilius, otro hecho que habia llegado a oidos del hijo mayor del cesar, parece ser que ese hombre tenia un extraño don de estar justamente en el momento correcto.
Octavius salio amenazante de su escondite... al escuchar esa voz tan desagradable el rostro de Fye se oscurecio pues estaba comenzando a irriatarse por culpa siempre de ese y su hermano.... era un verdadero dolor de cabeza y si fuera por Fye ensartaria a ambos en una estaca para que su cabeza sirviera de comida a los cuervos..
No se cuidar de mi hermana..?De que estas hablando, quizas es que la cordura te abandono...? Mi hermana esta perfectamente y viene para aqui en este mismo instante.
Me referia a Saphire a quien le habia dicho que me siguiera y que se hiciera pasar por Sophia, esa era una prueba mas que suficiente de que estaba bien, mas que cualquier rumor que Octavius hubiera podido escuchar. Me di la vuelta mirando con desprecio a ese hombre aunque intentaba ocultarlo un poco.
No se de que te sirve tu veterania.. acaso no sabes que asi se hacen las cosas en Roma, quien sabe si el emperador actual llego al trono de la misma manera o con peores acciones? Pareces un niño... debe gobernar aquel que sea el indicado para ello, y me habla alguien que desaparecio durante todo este tiempo....
Luego de eso Diva habla mas clara y concisa, desprestigiando a Octavius como se merecia, aunque tampoco me agradaba esa mujer, ambos eran un obstaculo en mi camino, y el mayor de todos era el maldito Vergilius que como siempre estaba haciendo lo que no era correcto.
Ya ves Octavius... quieres que hagamos las cosas bien? Entonces puedes retirarte por que no eres un candidato a gobernar, tu tiempo paso, por que no te retiras al campo o algo asi, eso ira mas contigo.
Me habia metido en todo ese asunto solo por Sophia, por que buscarla solo seria una tarea imposible, por lo que necesitaba poder y mas poder.
Pero un acontecimiento extraño sucedio, en la soledad y el silencio de esa gran recepcion del palacio no se escucho los pasos de un hombre que suele ir con armamento, algo extraño, y debido a ese silencio pudo esconderse y escuchar toda la conversacion entre Fye y Diva. Tambien habia sido muy extraño el tiempo en que volvio del lugar donde se habia ido, quizas poseia las piernas mas rapidas del mundo.. Aunque Fye no sabia que venia de buscar a Sophia junto a Vergilius, otro hecho que habia llegado a oidos del hijo mayor del cesar, parece ser que ese hombre tenia un extraño don de estar justamente en el momento correcto.
Octavius salio amenazante de su escondite... al escuchar esa voz tan desagradable el rostro de Fye se oscurecio pues estaba comenzando a irriatarse por culpa siempre de ese y su hermano.... era un verdadero dolor de cabeza y si fuera por Fye ensartaria a ambos en una estaca para que su cabeza sirviera de comida a los cuervos..
No se cuidar de mi hermana..?De que estas hablando, quizas es que la cordura te abandono...? Mi hermana esta perfectamente y viene para aqui en este mismo instante.
Me referia a Saphire a quien le habia dicho que me siguiera y que se hiciera pasar por Sophia, esa era una prueba mas que suficiente de que estaba bien, mas que cualquier rumor que Octavius hubiera podido escuchar. Me di la vuelta mirando con desprecio a ese hombre aunque intentaba ocultarlo un poco.
No se de que te sirve tu veterania.. acaso no sabes que asi se hacen las cosas en Roma, quien sabe si el emperador actual llego al trono de la misma manera o con peores acciones? Pareces un niño... debe gobernar aquel que sea el indicado para ello, y me habla alguien que desaparecio durante todo este tiempo....
Luego de eso Diva habla mas clara y concisa, desprestigiando a Octavius como se merecia, aunque tampoco me agradaba esa mujer, ambos eran un obstaculo en mi camino, y el mayor de todos era el maldito Vergilius que como siempre estaba haciendo lo que no era correcto.
Ya ves Octavius... quieres que hagamos las cosas bien? Entonces puedes retirarte por que no eres un candidato a gobernar, tu tiempo paso, por que no te retiras al campo o algo asi, eso ira mas contigo.
Me habia metido en todo ese asunto solo por Sophia, por que buscarla solo seria una tarea imposible, por lo que necesitaba poder y mas poder.
Fye- Dios/a
- Reino : Templo de la Corona
Ataques :
AD - Eye of Truth (1250)
AM - Spiral Dimension (1750)
Defensa :
Maker of Eden
Cantidad de envíos : 188
Re: Recepción de Palacio
Durante el trayecto de la villa al Palacio, solo pudo alcanzar una vez a Fye, y al parecer no la habia escuchado. En fin, ella tenia que ir al Palacio si queria seguir con esto. Cabalgo lo mas rapido que pudo, debia alcanzarlo a como diera lugar. Su cabello se ondulaba a cada paso que daba el caballo, mientras ella hacia que fuera mas rapido.
Al pasar por la entrada de Roma, vio admirada la enorme polis, jamas creyo que fuera tan grande y magestuosa, sus edificaciones eran de admirarse y de apreciarse , y a lo lejos logvro divisar una enorme edifiaicn, la mas hermosa y enorme que habia visto hasta ahora, supuso de inmediato que seria el palacio del Cesar, lugar donde iria Fye, asi que penso que mas tarde recorreria las calles de Roma, por primera vez ya que siempre se habia mantenido en la vi8lla escondiendose, luego se daria ese gusto.
Asi cabalgo en direccion de aquel edificio y en pocos minutos arribo al sitio, lentamente bajo de caballo y siendo ayudada por un sirviente del lugar la dama, pasando sus cabellos detras de su oido le pregunto al joven
- Disculpa, un joven de cabello rubio ya entro aqui?
el joven asintio y la dama le regalo una sonrisa de agradeciemiento, acomodo su vestido y empezo a subir la escalinata que habia, tomando un poco el vestido para no arrastrarlo, pasaron pocos mjinutos y al fin arribo al lugar donde de lejos pudo ver que Fye ya estaba ahi con una mujer y un hombre. Camino hasta ellos y tomo el hombro de Fye
- Hermano, perdon por la tardanza, pero tuve un pequeño retraso. -miro a los demas y pohniendo sus manos delate, entrelazando sus manod saludo a los presentes . - Hola! Buen dia.
Al pasar por la entrada de Roma, vio admirada la enorme polis, jamas creyo que fuera tan grande y magestuosa, sus edificaciones eran de admirarse y de apreciarse , y a lo lejos logvro divisar una enorme edifiaicn, la mas hermosa y enorme que habia visto hasta ahora, supuso de inmediato que seria el palacio del Cesar, lugar donde iria Fye, asi que penso que mas tarde recorreria las calles de Roma, por primera vez ya que siempre se habia mantenido en la vi8lla escondiendose, luego se daria ese gusto.
Asi cabalgo en direccion de aquel edificio y en pocos minutos arribo al sitio, lentamente bajo de caballo y siendo ayudada por un sirviente del lugar la dama, pasando sus cabellos detras de su oido le pregunto al joven
- Disculpa, un joven de cabello rubio ya entro aqui?
el joven asintio y la dama le regalo una sonrisa de agradeciemiento, acomodo su vestido y empezo a subir la escalinata que habia, tomando un poco el vestido para no arrastrarlo, pasaron pocos mjinutos y al fin arribo al lugar donde de lejos pudo ver que Fye ya estaba ahi con una mujer y un hombre. Camino hasta ellos y tomo el hombro de Fye
- Hermano, perdon por la tardanza, pero tuve un pequeño retraso. -miro a los demas y pohniendo sus manos delate, entrelazando sus manod saludo a los presentes . - Hola! Buen dia.
Saphire- Dios/a
- Defensa :
Flor de Loto
Cantidad de envíos : 102
Re: Recepción de Palacio
La princesa a lo lejos vio como Diva caminaba hacia donde se encontraba, bajando rápidamente
las escaleras al momento en que los sirvientes abriendo las puertas, al verla sonrio para si misma y cuando llego la
emperatriz y sentarse en el trono del Emperador y darle la bienvenida a la dama de cabellera rubia, a lo que le contesto
Princesa Lin: De hecho a eso venia a hablar con usted...
la dama vio como Diva estaba un poco intranquila y supuso que la llevaria a otro lugar,
para poder hablar con aquel joven que habia llegado despues que ella, tal vez tenia un mensaje que darle y sus suposiones
fueron certeras, pues la empetraiz le estaba comentando que seria llevaba a los jardines par que pudiera hablar con
mayor calma, explicando que aquel muchacho era el mensajero de su esposo y debia tratar un asunto con este,
Lin le sonrio y le dijo firmemete
Princesa Lin: No se preocupe emperatriz....atienda al mensajero, la vere en los jardines
La emperatriz chasqueo los dedos y enseguida, varios sirvientes
ayudaron a la princesa de Britania, dirigiéndola a los Jardines, que con anterioridad ya habia estado, y con un
sequito detras de ella salio de ahi. Ella claramente sabia que eran cosas confidenciales y mas que eso, debian ser
tratadas con sumo cuidado.. sin embargo su voz
interior le decia que sus acciones debian ser rápidas, puesto que de ellas dependian varias cosas para su futuro.
Pensando en eso se dirigió a los jardines de la emperatriz.
Lin- Angel de Afrodita
- Reino : Olimpo
Templo de Afrodita
Ataques :
AD - Love Spiral (1250)
AD - Dreams and Fantasies (1400)
Defensa :
Love Barrier
Cantidad de envíos : 202
Re: Recepción de Palacio
El Fye como pensaba no dejaba de ser aquella persona arrogante a pesar de que siempre ocultaba su personalidad bajo esa actitud de frialdad, mi vista se dirigió hacia el primogénito del emperador sin decir nada ni moverse de su sitio, estaba más que claro que repudiaba lo que estábamos a punto de tramar pero él no tenía el control en sus manos como él lo creía con sorpresa observaba a Sophia aunque había algo diferente en ella… se notaba más abierta después de la educación tan exigente impuesta por parte de Fye. Había escuchado de la amabilidad que desbordaba hacia las personas pero jamás se mostraba tan abierta incluso ante mi presencia por lo que me hizo sospechar al instante sobre todo que al entrar y dirigirse hacia las personas con tanta confianza no mostraba que era digno de la educación de toda una dama de Roma.
Después me pondría a pensar en los detalles ya que jamás permitía ese hombre que su hermana saliera en público por mucho que sea necesario, acercándome no deseaba que ninguno de los presentes escucharan mis próximos planes por lo tanto tomaba la mejilla de Fye susurrándole unas cuantas palabras, sin que nadie escuchara lo que decía.
- Esta noche ven a mi habitación para aclarar los detalles.. si faltas lo tomare como que cedes tu derecho al trono…
Soltando su rostro con desdén no me tomaba la molestia de despedirme de nadie, aquellos “buenos modales” los hacía a un lado pues estaba más que claro que pretender seguir con el papel que todos estos años había cargado no valdría la pena. Salía de la habitación pensando mis próximos movimientos aunque algo dentro de mí me ponía bastante incomoda y no sabía cuales eran los motivos…
Después me pondría a pensar en los detalles ya que jamás permitía ese hombre que su hermana saliera en público por mucho que sea necesario, acercándome no deseaba que ninguno de los presentes escucharan mis próximos planes por lo tanto tomaba la mejilla de Fye susurrándole unas cuantas palabras, sin que nadie escuchara lo que decía.
- Esta noche ven a mi habitación para aclarar los detalles.. si faltas lo tomare como que cedes tu derecho al trono…
Soltando su rostro con desdén no me tomaba la molestia de despedirme de nadie, aquellos “buenos modales” los hacía a un lado pues estaba más que claro que pretender seguir con el papel que todos estos años había cargado no valdría la pena. Salía de la habitación pensando mis próximos movimientos aunque algo dentro de mí me ponía bastante incomoda y no sabía cuales eran los motivos…
Diva- Berseker de Ares
- Status : MUERTA
Reino : Olimpo
Templo de la Guerra
Ataques :
AD - Danza de las cuchillas (1350)
Defensa :
Portal Hell
Cantidad de envíos : 179
Re: Recepción de Palacio
Octavius habia llegado en el peor momento, cuando casi tenia una gran oportunidad en mi mano de poder hacerme con el poder, el aparecio.. Pero no estaba todo perdido, todo pasaba por ir ganandome la confianza de algunos elegidos, por el momento Diva seguia teniendo el poder, y con ayuda de ella y mis propias habilidades llegar hacia el senado, con esos dos elementos y el arte del engaño, todo podia ser posible, incluso el ser emperador de Roma.
El tiempo corria para Sophia y aun no recibia noticias de mis subordinados, al parecer no estaban haciendo tan bien su trabajar de buscar pistas que dieran con la localizacion de mi hermana. Por eso no me quedaba mas remedio que subir cuanto antes a la cima de Roma y asi o bien usar el poder que tuviera para buscarla, o ser un reclamo para los secuestradores y hacer que ellos se acerquen a mi...
Aparecio la otra Sophia... en el momento perfecto para que el mismo Octavius se tragara sus propias palabras sobre que no sabia cuidar de mi hermana, ella era identica en todos los sentidos de su aspecto ficiso, no habia ningun detalle que las diferenciase, incluso su voz... lo unico era que no se comportaba del todo igual... pero todo el mundo tiene un dia diferente, ademas de que Octavius llevaba mucho sin ver a mi hermana.
Has tardado Sophia... pero al parecer todo ha acabado aqui, pronto nos marcharemos.
Ella ya habia hecho su parte del trabajo, y era que viera que Sophia estaba bien. Luego de que ella apareciese Diva se levanto de su asiento, para acercarse a mi y susurrarme que esta noche me esperaria en su habitacion. Eso era un avance bastante grande, asi que debia ir preparado. La aun emperatriz de Roma se marcho y yo coloque mi mano en la espalda de Saphire para andar hacia la salida.
Nos veremos en otra ocasion Octavius.
Guiando con la mano a Saphire saliamos de aquel gran lugar para dirigirnos a la entrada del palacio y hablar alli mas calmadamente de lo que hariamos pues ella no se podia quedar ahora conmigo ya que pronto caeria la noche y debia visitar a la emperatriz.
El tiempo corria para Sophia y aun no recibia noticias de mis subordinados, al parecer no estaban haciendo tan bien su trabajar de buscar pistas que dieran con la localizacion de mi hermana. Por eso no me quedaba mas remedio que subir cuanto antes a la cima de Roma y asi o bien usar el poder que tuviera para buscarla, o ser un reclamo para los secuestradores y hacer que ellos se acerquen a mi...
Aparecio la otra Sophia... en el momento perfecto para que el mismo Octavius se tragara sus propias palabras sobre que no sabia cuidar de mi hermana, ella era identica en todos los sentidos de su aspecto ficiso, no habia ningun detalle que las diferenciase, incluso su voz... lo unico era que no se comportaba del todo igual... pero todo el mundo tiene un dia diferente, ademas de que Octavius llevaba mucho sin ver a mi hermana.
Has tardado Sophia... pero al parecer todo ha acabado aqui, pronto nos marcharemos.
Ella ya habia hecho su parte del trabajo, y era que viera que Sophia estaba bien. Luego de que ella apareciese Diva se levanto de su asiento, para acercarse a mi y susurrarme que esta noche me esperaria en su habitacion. Eso era un avance bastante grande, asi que debia ir preparado. La aun emperatriz de Roma se marcho y yo coloque mi mano en la espalda de Saphire para andar hacia la salida.
Nos veremos en otra ocasion Octavius.
Guiando con la mano a Saphire saliamos de aquel gran lugar para dirigirnos a la entrada del palacio y hablar alli mas calmadamente de lo que hariamos pues ella no se podia quedar ahora conmigo ya que pronto caeria la noche y debia visitar a la emperatriz.
Fye- Dios/a
- Reino : Templo de la Corona
Ataques :
AD - Eye of Truth (1250)
AM - Spiral Dimension (1750)
Defensa :
Maker of Eden
Cantidad de envíos : 188
Re: Recepción de Palacio
La chica permanecio callada y con la cabeza agachada el resto del tiempo, escuchando que Fye le decia que habia llegado tarde y que pronto se marcharían pronto , ella no dijo nada y permanecio a lado de su hermano todo el tiempo, siempre con la mirada hacia abajo y en algunas ocasiones la levantaba un poco y volvia a mirar al piso, trando siempre de no hacer nada diferente a lo que habia visto con Sophia.
Luego la dama que estaba ahi, la emperatriz de Roma, tras la apariicion de la pelirroja se levanto de su asiento y se acerco a Fye para susurrarle algo, sinceramente eso no le importaba y siguio igual ella en su misma posicion, despues de esto Fye puso su mano en su espalda para comenzar a caminar rumbo a la salida. Fye dijo unas palabrasmencionando el nombre de Octavius, segun por lo poco que sabia ella era el hijo del emperador que habia muerto, pero como era que esa persona fuera el hombre de aquel lugar? si el estaba muerto...o no?, pero a ella no le importaba eso, al menos no ahora.Tras eso, fue guiada por lamano de Fye con dirección a la salida, suponiendo ella que para hablar mejor, y aun con la cabeza agachada y timidamente, le dijo al hombre llamado Octavius.
- Con permiso.
su voz era algo suave, que apenas se podia escuchar, y su cabeza estaba igual que antes, hacia abajo, y asi salieron del sitio Fye y ella, no sin antes poder ver que ya era tarde y que pronto anochecería.
Luego la dama que estaba ahi, la emperatriz de Roma, tras la apariicion de la pelirroja se levanto de su asiento y se acerco a Fye para susurrarle algo, sinceramente eso no le importaba y siguio igual ella en su misma posicion, despues de esto Fye puso su mano en su espalda para comenzar a caminar rumbo a la salida. Fye dijo unas palabrasmencionando el nombre de Octavius, segun por lo poco que sabia ella era el hijo del emperador que habia muerto, pero como era que esa persona fuera el hombre de aquel lugar? si el estaba muerto...o no?, pero a ella no le importaba eso, al menos no ahora.Tras eso, fue guiada por lamano de Fye con dirección a la salida, suponiendo ella que para hablar mejor, y aun con la cabeza agachada y timidamente, le dijo al hombre llamado Octavius.
- Con permiso.
su voz era algo suave, que apenas se podia escuchar, y su cabeza estaba igual que antes, hacia abajo, y asi salieron del sitio Fye y ella, no sin antes poder ver que ya era tarde y que pronto anochecería.
Saphire- Dios/a
- Defensa :
Flor de Loto
Cantidad de envíos : 102
Re: Recepción de Palacio
Las palabras de Diva y Fye no se hicieron esperar, como había supuesto. El orgullo de ambos era algo tan fuerte que hasta se podía oler en el ambiente, aunque claro estaba, no era un rival concreto como para poder opacar al verdadero hedor de esos dos: La sucia deslealtad. Con sólo verlos a los ojos, y seguir hasta la más mínima de sus aptitudes, podía atesorar con bastante facilidad que eran capaces de venderse a quien sea con tal de conseguir sus planes, y una vez logrado aquello, clavaban el puñal en la espalda sin remordimiento alguno. Como verdaderas bestias salvajes, que se unen para cazar un animal mayor y luego eliminan al compañero cuando menos lo espera.
Je…
Controlando la ira, sonreí irónico. El pensar que no podían dejar atrás sus más bajos y primitivos instintos, aun a pesar de vestir ropas tan finas y hablar de forma tan elegante, me hacía gracia. Sus mascaras tenían muchas brechas, y en estado de cólera no eran capaces de controlar dichas rupturas en sus rostros. Aquel gesto hecho por Diva de hablar al oído de Fye, era una prueba evidente de lo recién pensado. Obviamente no desistirían de sus planes, ni tampoco escatimarían recursos en intentar eliminarme a mí, a Vergilius, o a quien sea, por lo cual estaba de más el intentar jugar a las escondidas. Prácticamente habían declarado una guerra interna de la que seguro sólo ellos dos planeaban estar enterados, pero por suerte logré escuchar lo suficiente como para no dar espacio a teorías insensatas.
Subí mi mano derecha hasta mi torso, recordando viejos momentos en los campos de batalla. La forma en que peleaban los soldados romanos llenos de unión; valentía; amor por su nación y por sus familias; y sobretodo, por sí mismos. Cosas invaluables, que resultaban increíbles que se pudiesen aprender en un ambiente tan hostil como lo era una guerra, y precisamente de ese calibre por lo demás. Desde luego, el honor en el ejército de soldados romanos era algo que se aprendía desde pequeño hasta que llegaba el momento de suspirar por última vez. Siendo así las cosas, no me extrañaba que un sujeto que prácticamente no conocía lo que era un campamento de batalla, como Fye, desconociera el real significado y la implicancia de poseer una buena dignidad. Respecto a Diva, no pude evitar reír con pequeñas carcajadas burlescas que resonaron suavemente por el salón. El tan sólo intentar juntar el nombre de aquella mujer que había trepado a través de hombres sin importarle nada para poder conseguir poder, que ahora defendía fiera y tristemente como a un hijo, hacía casi onírico el suponer que siquiera se pudiera nombrar algo con verdadera honorabilidad de dicha supuesta dama. Por lo cual, se podía sintetizar que si estuviéramos en una guerra, tanto Fye como Diva serían la escoria de la vergüenza y soberbia que deshonra a la legión.
Supongo…que habrá que enseñarles ciertas cosas sobre la guerra… - Comenté en tono calmado, a la vez que observaba con seriedad hacía la dirección en la que se habían marchado las bestias sedientas de poder. Al instante, caminé varios pasos en la misma senda para luego proceder a detenerme de golpe.
Aficionados...-Sentencié de forma seria, saliendo de aquel lugar para proceder a buscar una nueva dirección que tomar. Las cosas no eran las mismas desde que había vuelto, pero ahora con el trono disponible, todo se transformaría en una pésima comedia de mal gusto. Debía prepararme para ello, especialmente si consideraba el hecho de que no sólo yo corría peligro real de ahora en adelante. Si bien ese par no me preocupaba en demasía, tenían sus trucos como para poder causarle daño a gente inocente que nada tenía que ver con la ascensión. Y desde luego, la esencia de la nación se vería claramente perjudicada en el nefasto caso de que un hombre que no sabía de batallas tomara el mando de una nación en expansión bélica como lo era actualmente Roma. No tenía ni pies ni cabezas que un represor débil adquiriera tanto poder, ni mucho menos que la dichosa emperatriz se dejara dominar tan fácilmente con argumentos baratos y que obviamente buscaban tocar su desesperación. Algo penoso realmente, el poder imaginar que el país estuviese a punto de ser gobernado por seres tan despreciables e insensatos, que ni siquiera conocían ni comprendían lo que realmente significaba ser un romano.
Suspiré mientras mis cejas se arqueaban hacía adentro, dándome una expresión de frialdad y mal carácter como pocos podían tener, pero sobretodo, de seriedad. Tenía que actuar con inteligencia al igual que lo hacía en plena batalla antes de que pudiesen causar más miseria a Roma. Por lo demás, era claro que uno de los dos estaba jugando más de la cuenta con el otro, arriesgando incluso su propia existencia con tal de poder llegar al poder. Y era precisamente eso mismo, una de las opciones de las cuales podía servirme a favor en esta peculiar carrera que habían dado inicio.
Je…
Controlando la ira, sonreí irónico. El pensar que no podían dejar atrás sus más bajos y primitivos instintos, aun a pesar de vestir ropas tan finas y hablar de forma tan elegante, me hacía gracia. Sus mascaras tenían muchas brechas, y en estado de cólera no eran capaces de controlar dichas rupturas en sus rostros. Aquel gesto hecho por Diva de hablar al oído de Fye, era una prueba evidente de lo recién pensado. Obviamente no desistirían de sus planes, ni tampoco escatimarían recursos en intentar eliminarme a mí, a Vergilius, o a quien sea, por lo cual estaba de más el intentar jugar a las escondidas. Prácticamente habían declarado una guerra interna de la que seguro sólo ellos dos planeaban estar enterados, pero por suerte logré escuchar lo suficiente como para no dar espacio a teorías insensatas.
Subí mi mano derecha hasta mi torso, recordando viejos momentos en los campos de batalla. La forma en que peleaban los soldados romanos llenos de unión; valentía; amor por su nación y por sus familias; y sobretodo, por sí mismos. Cosas invaluables, que resultaban increíbles que se pudiesen aprender en un ambiente tan hostil como lo era una guerra, y precisamente de ese calibre por lo demás. Desde luego, el honor en el ejército de soldados romanos era algo que se aprendía desde pequeño hasta que llegaba el momento de suspirar por última vez. Siendo así las cosas, no me extrañaba que un sujeto que prácticamente no conocía lo que era un campamento de batalla, como Fye, desconociera el real significado y la implicancia de poseer una buena dignidad. Respecto a Diva, no pude evitar reír con pequeñas carcajadas burlescas que resonaron suavemente por el salón. El tan sólo intentar juntar el nombre de aquella mujer que había trepado a través de hombres sin importarle nada para poder conseguir poder, que ahora defendía fiera y tristemente como a un hijo, hacía casi onírico el suponer que siquiera se pudiera nombrar algo con verdadera honorabilidad de dicha supuesta dama. Por lo cual, se podía sintetizar que si estuviéramos en una guerra, tanto Fye como Diva serían la escoria de la vergüenza y soberbia que deshonra a la legión.
Supongo…que habrá que enseñarles ciertas cosas sobre la guerra… - Comenté en tono calmado, a la vez que observaba con seriedad hacía la dirección en la que se habían marchado las bestias sedientas de poder. Al instante, caminé varios pasos en la misma senda para luego proceder a detenerme de golpe.
Aficionados...-Sentencié de forma seria, saliendo de aquel lugar para proceder a buscar una nueva dirección que tomar. Las cosas no eran las mismas desde que había vuelto, pero ahora con el trono disponible, todo se transformaría en una pésima comedia de mal gusto. Debía prepararme para ello, especialmente si consideraba el hecho de que no sólo yo corría peligro real de ahora en adelante. Si bien ese par no me preocupaba en demasía, tenían sus trucos como para poder causarle daño a gente inocente que nada tenía que ver con la ascensión. Y desde luego, la esencia de la nación se vería claramente perjudicada en el nefasto caso de que un hombre que no sabía de batallas tomara el mando de una nación en expansión bélica como lo era actualmente Roma. No tenía ni pies ni cabezas que un represor débil adquiriera tanto poder, ni mucho menos que la dichosa emperatriz se dejara dominar tan fácilmente con argumentos baratos y que obviamente buscaban tocar su desesperación. Algo penoso realmente, el poder imaginar que el país estuviese a punto de ser gobernado por seres tan despreciables e insensatos, que ni siquiera conocían ni comprendían lo que realmente significaba ser un romano.
Suspiré mientras mis cejas se arqueaban hacía adentro, dándome una expresión de frialdad y mal carácter como pocos podían tener, pero sobretodo, de seriedad. Tenía que actuar con inteligencia al igual que lo hacía en plena batalla antes de que pudiesen causar más miseria a Roma. Por lo demás, era claro que uno de los dos estaba jugando más de la cuenta con el otro, arriesgando incluso su propia existencia con tal de poder llegar al poder. Y era precisamente eso mismo, una de las opciones de las cuales podía servirme a favor en esta peculiar carrera que habían dado inicio.
Octavius- Dios/a
- Reino : Olimpo
Templo de la Guerra
Ataques :
AD - Dead Vermillion (3700)
AD - War Cry (3800)
AM - Demon Eyes (4700*)
AF - Dénouement (4900)
AFa - Colony Drop (5900)
Defensa :
Boiling Blood
DE - Blazing Skin
Cantidad de envíos : 256
Re: Recepción de Palacio
-----------------------Flashback----------------------------------
- Luccia, soy un loco y tambien lo sabes, eres la unica que es capaz de leer mi corazon y saber lo que pienso y siento, eres la mujer perfecta para mi, por que eres de la misma mierda con la que me hicieron - El hombre retuvo el baile mientras abrazaba a la esclava, tomaba su rostro en sus manos y le miraba fijamente a los ojos - Aun es temprano, la noche recien ha caido, prepara todo para el viaje, te llevare a Persia conmigo, nos iremos ya... Roma me produce asco y me fastidia, no te imaginas como Odio esta ciudad -
La mujer de cabellos negros sonrio divertida mientras acariciaba suavemente la mejilla del general con sus suaves manos - Se que tienes a alguien para dejar a cargo... Alista todo hermosa! te vere en el puerto, la noche sera nuestra amiga y escondera nuestra ida -
--------------------------------------------------------------------------
Hace unas cuantas horas habia visitado palacio y ya estaba de vuelta, sus planes cambiaron un poco, y definitivamente Alizé le ayudo, ese detestable niño le recordaba el odio que sentia por el imperio y aun mas por quienes le conformaban, aunque habia sido una vivora sagaz que se habia movido por tales situaciones al final se hartaba y el recuerdo de las causas del por que perdio a su familia se hacia mas fuerte.
Y como se veian las cosas Roma se acercaba al caos, auque el ayudo un poco a tal estado, ya que no informar al emperador el regreso de su hijo dejaba un trono parecido a un castillo de cartas, debil y destruible, de que le servia hacer lobby con los posibles candidatos si podian caer en medio de una guerra por el poder? Hacer las cosas por si mismo era lo mejor, Persia seria suya, engañaria a las legiones y se haria el gobernador de aquel lugar en el nombre de Roma, bueno en su nombre.
En el palacio le recibio uno de los consejeros reales, el general quien vestia nuevamente se armadura se le acerco.
- Se que es muy tarde pero solo vengo para que le informe a la reina Diva, que el general Talos ha marchado a Persia, debe terminar la conquista de aquellas tierras, ya cumplio su mision no le queda mas que marchar de vuelta por la gloria de Roma -
El joven sonriente dejo el palacio real, la idea de irse de Roma le habia otorgado una extraña felicidad.
- Luccia, soy un loco y tambien lo sabes, eres la unica que es capaz de leer mi corazon y saber lo que pienso y siento, eres la mujer perfecta para mi, por que eres de la misma mierda con la que me hicieron - El hombre retuvo el baile mientras abrazaba a la esclava, tomaba su rostro en sus manos y le miraba fijamente a los ojos - Aun es temprano, la noche recien ha caido, prepara todo para el viaje, te llevare a Persia conmigo, nos iremos ya... Roma me produce asco y me fastidia, no te imaginas como Odio esta ciudad -
La mujer de cabellos negros sonrio divertida mientras acariciaba suavemente la mejilla del general con sus suaves manos - Se que tienes a alguien para dejar a cargo... Alista todo hermosa! te vere en el puerto, la noche sera nuestra amiga y escondera nuestra ida -
--------------------------------------------------------------------------
Hace unas cuantas horas habia visitado palacio y ya estaba de vuelta, sus planes cambiaron un poco, y definitivamente Alizé le ayudo, ese detestable niño le recordaba el odio que sentia por el imperio y aun mas por quienes le conformaban, aunque habia sido una vivora sagaz que se habia movido por tales situaciones al final se hartaba y el recuerdo de las causas del por que perdio a su familia se hacia mas fuerte.
Y como se veian las cosas Roma se acercaba al caos, auque el ayudo un poco a tal estado, ya que no informar al emperador el regreso de su hijo dejaba un trono parecido a un castillo de cartas, debil y destruible, de que le servia hacer lobby con los posibles candidatos si podian caer en medio de una guerra por el poder? Hacer las cosas por si mismo era lo mejor, Persia seria suya, engañaria a las legiones y se haria el gobernador de aquel lugar en el nombre de Roma, bueno en su nombre.
En el palacio le recibio uno de los consejeros reales, el general quien vestia nuevamente se armadura se le acerco.
- Se que es muy tarde pero solo vengo para que le informe a la reina Diva, que el general Talos ha marchado a Persia, debe terminar la conquista de aquellas tierras, ya cumplio su mision no le queda mas que marchar de vuelta por la gloria de Roma -
El joven sonriente dejo el palacio real, la idea de irse de Roma le habia otorgado una extraña felicidad.
Talos- Juez del Inframundo
- Ataques :
AD- Dynames (1800)
Defensa :
Kyrios
Cantidad de envíos : 150
Página 2 de 4. • 1, 2, 3, 4
Temas similares
» Restos de la Recepción...
» Exterior del Palacio
» Entrada del palacio
» Baños del Palacio
» Pasillos de palacio
» Exterior del Palacio
» Entrada del palacio
» Baños del Palacio
» Pasillos de palacio
Página 2 de 4.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Lun Nov 18, 2024 2:26 pm por Nathaniel
» Magical Hope {Afiliación élite}
Miér Jul 17, 2019 2:41 am por Invitado
» Hantā no Odessei {Afiliación Elite}
Mar Jul 16, 2019 9:20 pm por Invitado
» Busquedas de Rol
Lun Jul 08, 2019 7:11 pm por MapyCozo
» Ficha de Entrenamiento de Alderion De tauro
Jue Jul 04, 2019 12:31 pm por Alderion
» Ficha de entrenamiento de Virgil Juez de Griffo
Miér Jul 03, 2019 1:23 pm por Sasha
» Petición Caballeros de Athena
Miér Jul 03, 2019 1:16 pm por Sasha
» [Reino de Poseidón - Alta] La Manzana Dorada
Dom Jun 30, 2019 10:24 pm por Boreas