Restos del coliseo de entrenamientos

por Sylvanas Miér Feb 23, 2011 2:31 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Corría con gran ímpetu, sin embargo era un sentimiento de determinación y ansiedad la que la guiaba, hasta su usual sonrisa volvía a dibujarse en su rostro. Estaba dispuesta a dejar las preocupaciones y los caprichos atrás, mas nunca olvidar pues eran el impulso de esa energía de querer crecer, volverse fuerte, nunca nadie más la subestimaría por ser una niña.

Restos del coliseo de entrenamientos - Página 4 Coliseo3

La inmensa y maltrecha estructura de un coliseo se abría paso frente a ella a pesar de que era prácticamente escombros seguía reconociéndose. Se preguntaba si el estado de aquel lugar había sido producto del espíritu de los guerreros al entrenar o el de una catástrofe de la guerra. Era algo muy diferente a Roma, al menos en ese preciso momento ese lugar estaba desolado algo que le agradaba mucho a la pequeña, supuso entonces que por un tiempo al menos ese podría ser no solo el lugar donde fortalecerse sino un refugio, aunque sus sentidos percibían que habría más de un lugar para asombrar y embobar su inestable y caprichosa forma de ser. Intento recordar ciertos momentos en los cuales sus ojos eran las puertas a su experiencia y diversión, las horas viendo a los gladiadores entrenar y el tiempo libre practicando acrobacias en los bosques.

Velocidad, agilidad y fuerza. Se pasó horas entrenando arduamente cada movimiento y golpe, si alguien hubiera estado allí para observar como una niña destrozaba prácticamente todo lo que confrontaba, se habría sin duda alguna sorprendido. El estruendo de las maderas y rocas quebrándose y el agitado ritmo de su respiración se elevaban al cielo y se expandían entre ecos por toda la infraestructura. Pensaba para si misma que aunque tuviese que costarle sangre, sudor y lagrimas lograría caminar el sendero que el destino le había presentado. Tener un propósito y una meta la motivaba, quería dar todo de sí y rogaba por no decepcionar a nadie más, menos aún a sí misma.

por Alexer Lun Abr 23, 2012 3:48 pm

El sentimiento de bienestar que te da una tarea lograda estaba en las puntas de mis manos. Jezzara había hecho lo que me dijo, me dio la ubicación del santuario. Cuando entramos no parecía la gran cosa, muchos templos erguidos sobre gruesas columnas de piedra. Parecen permanecer allí desde tiempos remotos. El lugar emanaba historia por donde se lo viera, mas adelante nos acercamos al coliseo que desde lejos vi. Muchos jóvenes permanecían allí algunos levantaban pesadas columnas de piedra , otros se movían con una agilidad con la que solo vi en algunos soldados elite de Asgard en épocas de torneos y cosas así.

Mi sorpresa aun estaba por llegar. Los jóvenes saludan y le mostraban respeto a la muchacha de dorados cabellos y ella les respondía como si fuera alguien de mayor estatus. al terminar de pasar por allí dijo las palabras con las que nuestros destinos tomarían caminos diferentes , o al menos eso parecía.

Señalando con su mano me enseña sobre los 12 templos del zodiaco, así los llamaba mi abuelo en sus historias. Allí ya reconocí que mi camino no era pedirle a la deidad su ayuda sino que fui enviado para obtener la fuerza yo mismo para liberar mis tierras.
Jezzara estaba callada en esos momentos, no sabia que pensar, de cierta forma no quería despedirme de ella. Cerré con fuerza mi puño derecho en el mismo instante que una fuerte brisa soplo. Aquella brisa que me ayudo desde que estuve cerca de este lugar, aquella brisa que en mi sueño voló junto a aquel mitológico animal. Abrí los ojos con determinación y solo le respondí . Gracias Señorita Jezzara... ahora comenzare mi camino.-- le dije y luego me di vuelta caminando hacia el coliseo. Di 10 pasos antes de voltearme de nuevo y sobando mi cabeza con la mano izquierda le grite a Jezzara --Oye¡¡ con quien se supone que hable??--

OFF: No te preocupes por el tiempo en que demores. No tengo drama yo XD

por Jezzara Jue Abr 26, 2012 2:43 am

Arqueé mis cejas sorprendida al ver regresar de repente al muchacho volviendo a hablarme, preguntándome con quién debía hablar, y a decir verdad, ni siquiera yo sabía quién estaba disponible en el santuario para que pudiera ayudar al chico.

Suspiré ligeramente acercándome un poco a él.

En este momento no hay nadie que pueda ayudarte en los alrededores del Santuario. Debe estar llevándose a cabo una reunión importante o algo por el estilo. –Dije en un tono algo bajo, pero facilmente audible.

Tomé en consideración que en el largo trayecto recorrido no había visto a ningún santo perteneciente al ejército de Athena, y si yo era la única que por el momento no me encontraba en mi templo, quizás podía escuchar al muchacho y darle una mano.

Pero... si me cuentas más detalladamente tus motivos y me dices qué es en verdad lo que deseas aquí, quizás pueda ayudarte con eso y encontremos una respuesta.

Quizás con aquellas palabras el muchacho se daría cuent que yo no era cualquier persona y que, de alguna manera, empezara a sospechar que en verdad yo pertenecía a las fuerzas de Athena.

Sólo le ofrecía mi ayuda y mi comprensión porque me parecía alguien con un corazón amable, sin maldad en el alma. Creía que ese chico era sincero.

por Alexer Jue Abr 26, 2012 10:22 am

Mis motivos ?...-- dije cabizbajo recordando a mi familia. Mi puño se cerro a tal punto que mis propias uñas se clavaron en mi palma, el liquido vital salio en forma de gota pequeña que alcanzo a mezclarse en el aire con una lagrima que se deslizo por mi mejilla. Lagrimas y sangre que buen panorama le deje ver a Jezzara, sin dudas lo había visto.
Me di vuelta inmediatamente para ya no mostrar mis sentimientos de furia y tristeza, ambos fusionados provocaban gran dolor en mi corazón-- Solo debo convertirme en alguien fuerte Jezzara, no debo permitir que mi historia se repita en otras personas...-- le dije mientras sentí como esa sensación de que algo explotaba dentro mío regresaba. Lo mismo que sentí cuando levante esa pesada viga incandescente y la siento ahora pero de manera más incontrolable.
El brillo celeste en mi mano derecha había regresado. Lo note recién cuando tome la bandana que me había hecho mi madre para secarme las lagrimas. Los segundos pasaron sin comentar nada, un poco más calmado voltee mirando a la chica que me había traído aquí. Estas 2 cosas son las únicas que me quedan de mi familia...-- mencione mostrándole la bandana y la cruz de plata con el emblema de nuestro linaje. -- no puedo dejar que le suceda esto a otra persona Jezzara. Simplemente no puedo... Mi abuelo me contaba como en el pasado la diosa y sus guerreros peleaban contra lo enfermo y malvado en el mundo. Así es como decidí creer un poco y me aventure a llegar aquí gracias a Sandival . Ahora el también murió en manos de los Romanos.... Allí ya hice un silencio intentando calmarme de nuevo. Mirando hacia el cielo, podía ver como el sol ya estaba descendiendo un poco. Mis ojos casi rojos en su interior hacían fuerza para no soltar más lágrimas, el recordar toda esa destrucción bajo las fuerzas Romanas traía tristeza en mí.

Súbitamente un viento comenzó a soplar en el lugar. Mis ojos se posaron a ver en el cielo una sola nube que navegaba en el firmamento solitariamente. Ja es como si fuera yo..Pero que? tu de nuevo?-- me decía en mi mente al ver como la nube comenzaba a tomar la forma de aquel animal mítico llamado Pegaso , o al menos eso veía. Sin entender el porque, la calma volvió a mi. Un calor emanaba de mi bandana, la misma que cubría mi mano. Solo que ahora el calor podía sentirlo en mi cuerpo, Era algo reparador tanto para mi cuerpo como para mi alma.

Lo siento Jezzara , disculpa por perder la cabeza. Solo estoy aquí para ayudar... Espero que puedas creerme.

por Jezzara Vie Mayo 04, 2012 1:26 am

Me sorprendió de sobremanera la reacción del muchacho al querer contestar a mis preguntas, realmente parecía estar desesperado por encontrar ayuda como le fuese posible. Mis ojos se abrieron como platillos al verlo y en pocos segundos mi mente pareció perderse en medio de la nada. Mis ojos azules de pronto se quedaron viendo un punto fijo y en realidad sin que mis pensamientos se encontrasen presentes en el momento.

Imágenes de mi pasado se mostraron en mi mente como una secuencia interminable, pasando por distintos momento que en mi existencia había vivido y el motivo que me llevó a convertirme en un Santo de Athena.

Selene… –Fue la única palabra que en un principio se escapó de entre mis labios en un murmullo casi inaudible.

Recordé a mi hermana, la que en un principio fue mi más fiel compañera, volvimos a encontrarnos pero de repente nos separamos de una manera inesperada. Ella me sacó del peligro que suponía Egipto, me alejó de ese sitio para que viajara junto a Edward y finalmente me convirtiera en una amazona dorada. Antes no lo entendía, pero tras el pasar de un tiempo lo comprendí todo. Selene estaba siendo manipulada por una oscura energía que de ninguna manera la soltaba, era manipulada por el mismo Hades, el señor de los muertos.

“Ella es la razón que me guió al Santuario. Estoy aquí para encontrarla y liberarla de esa oscura energía que la domina” –Me dije en mi mente.

De pronto subí el rostro mirando a Alexer y dije:

Entiendo, no hay razón que me impida creerte. Muchos tenemos una historia y un fuerte motivo que nos impulsa a querer obtener poder. –Hice una pausa –Tú y yo no somos muy distintos después de todo.

En ese justo instante sentí desde el muchacho que una potente energía comenzaba a liberarse, un cosmos inigualable y muy poderoso. Su cuerpo brilló resplandeciente como si se tratase de un Santo mismo… como si su cosmos quisiera actuar.

Alexer… estás en el lugar correcto. La manera en que puedes arreglar tus asuntos, ayudar a tu pueblo y ayudarte a ti mismo es convirtiéndote en un caballero de la Orden de Athena.

Cerré los ojos por un momento, concentrándome en el cosmos que rodeaba al chico, era realmente especial.

Tu cuerpo esconde un enorme poder… al igual que muchos de los que deciden luchar por la justicia. Y de seguro lo has sentido alguna vez… algo extraño en ti que te llena de energías. Con él puedes lograr grandes cosas. –Fue en ese momento que encendí a penas mi cosmos mostrando un aura dorada a mi alrededor –… si aprendes a controlarlo adecuadamente.

Si aceptas éste, que es tu destino, puedo ayudarte con eso. Obtendrás un gran poder y serás capaz de ayudar a los tuyos. –Fue en ese momento que volví a abrir mis ojos mirándolo fijamente y de manera seria, esperando la respuesta definitiva. Si aceptaba convertirse en un Santo iba a ayudarle como mejor pudiera, sino, le tocaría seguir su camino.

por Jezzara Mar Jun 12, 2012 7:25 am

El tiempo se acababa y la joven Jezzara comenzaba a creer que verdaderamente perdía el tiempo como la vez anterior, cuando trató de explicarle lo mismo a una mujer que parecía no haber entendido ni una sola palabra de lo que ella le había dicho, y tuvo que marcharse abandonándola en los alrededores del Santuario.

¿Qué es lo que estoy haciendo aquí en verdad? Yo soy una amazona dorada... debería estar en mi lugar. - se decía en sus pensamientos mientras que su mirada, a pesar de estar fija en el muchacho que estaba frete a ella, no miraba hacia ese sitio, sino que se encontraba perdida en sus pensamientos.

Cuando logró despertar de ellos, suspiró ligeramente.

Lo siento, Alexer. Tengo una responsabilidad que cumplir y creo que se está haciendo tarde. - Fué lo último que salió de su boca antes de dar la media vuelta y empezar a caminar hacia el sendero que conducía a los doce templos zodiacales. Su destino era la Casa de Virgo.

por Jezzara Dom Jun 24, 2012 8:53 am

Caminaba a paso lento con su mirada fija en el rocoso suelo del coliseo en ruinas, avanzaba tranquilamente con destino en la casa de Virgo hasta que algo le hizo detener de repente. Un cosmos notorio se hizo presente en el lugar, venía de la dirección en donde se encontraban las doce casas del zodíaco, probablemente de una de los primeros templos. Podía sentirlo claramente.

– Ese cosmos... – Murmuró la amazona en un tono de voz casi inaudible. Al parecer alguno de los Santos había comenzado a actuar. ¿Qué era lo que estaba pasando?

– No debo alertarme, tengo que averiguar de qué se trata. – Dijo en un murmullo nuevamente.

– Es hora de actuar como amazona, tengo que ir a mí lugar, tengo que hacer lo que me corresponde y de una vez ir hacia el Santuario. – Dicho esto, dejó caer la caja que llevaba en su espalda; quitó la capa que la cubría y el cofre dorado se dejó ver.

Enseguida la caja se abrió y de ella emergió una figura dorada que poseía la forma de una mujer con enormes alas extendidas hacia los lados, lo que parecía un ángel. Poco a poco se separó en distintas partes que fueron uniéndose al cuerpo de Jezzara, cubriéndola por completo y finalmente aquella máscara dorada que representaba su constelación guardiana, Virgo.

Ya lista para seguir con su camino, la joven rubia no esperó más y, poniéndose en verdad seria, decidió marchar de una vez por todas. Esperaba que nada más cortara su camino.

por Aspros Mar Jul 10, 2012 10:03 pm

Bajando por el camino de las Doce Casas a la velocidad de la luz y deteniendose a ultimo instante mientras sentia una presencia que provenia desde el otro lado de la bifurcacion existente entre la salida del Santuario y la entrada al coliseo de entrenamientos, el Santo de Geminis observo como una figura decorada con una armadura dorada se acercaba a su posicion. Recordando su identidad, se quedo observando a la guardiana del templo de la virgen, notando el apuro en su rostro. Seguramente habia sentido la ligera distorsion en el flujo del cosmos del recinto de Athena.

-Si te diriges a Aries...la situacion fue solventada.- Le dijo Aspros con indiferencia, volviendo a observar el camino que tenia al frente sin demasiado animo en la voz. Todavia debia volver a la Isla Kanon y continuar con la introduccion para aquella mujer a la que habia tomado como alumna hacia tan solo unas cuantas horas atras. -A menos que desees comprobar que no pase nada, realmente no tienes razones para continuar subiendo la cuesta. Serviras mas dando lecciones a los novatos que estan en el coliseo.

Eso, o puedes ir a hacer las rondas para vigilar los alrededores.- Finalizo el peliazul con rostro severo, cerrando los ojos y suspirando con algo de exasperacion. Todo parecia haberse quedado estancando. Ni siquiera se podian sentir mas de aquellas fuerzas agresivas que no hacia mucho parecian querer engullir el planeta. Se podia decir entonces, que por los momentos, estaban a "salvo".

-Jezzara, si no me equivoco. Cierto?- Inquirio de pronto, mirando la mascara dorada de la rubia. Si, ese era su nombre y su constelacion era Virgo. No habia olvidado lo esencial del asunto.