Jardínes Interiores del Palacio

por Diva Jue Jul 29, 2010 8:27 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Me había asomado por los balcones internos del palacio, era una fresca mañana, el sol brillaba con intensidad y una deliciosa y fresca brisa agitaba con delicadeza mis cabellos negros, las suaves telas se ondeban bailando con el viento. Apoyé las manos sobre las majestuosas barandas de aquel balcón, observando a detalle el horizonte, el cielo azul con toques naranjas, anunciaba que Roma pronto recibiría a su heroes, como Emperatriz debía organizar el desfile tradicional. Sólo me dediqué a suspirar.

Ninguna de mis doncellas se encontraban cerca, Nicole o Nia estaban ausentes dentro del palacio: - Hmmmm estarán con Máximo? Fue lo que pensé mientras en mi rostro expresaba y dejaba señas de desprecio por ese último nombre.

Bajé la mirada y abajo estaban los jardines traseros del palacio, uno de mis lugares favoritos, di media vuelta y mis trajes de seda blanca se ondearon con fuerza, rapidamente bajé las escalinatas apresurandome a llegar allí

Spoiler:

Finalmente había ingresado a aquellos jardínes, una pequeña fuente era lo primero que se divisaba al entrar, unas cuantas flores coloridas rodeadas del más intenso verde, una hermosa mesilla de exteriores y un par de sillas que hacían juego, me senté en una de ellas

El chiquillo de cabellos de oro se acercaba rápidamente, siempre estaba a mi lado, raro que hacía momentos atrás no lo estuviera, sabiendo que no se despegaba de mi nunca.

- Dimitri... Lo llamé con dulzura y cierta cálidez en el tono de mi voz, - Sabes dónde están Nía o Nicole? Pregunté esperando una respuesta de su parte, el chico solo agachó su cabeza moviendola en señal de negación

- Arggggggggggggggggggggggggggh .... Mostré mi desagrado, no tener a ninguna de las dos cerca, Máximo habían pasado un par de días sin que pudieramos hablar, y ahora tener que organizar el desfile por el retorno de Vergilius.

- Tráeme algo de beber .... Dimitri... Dije con firmeza mostrando el desagrado de que las cosas no estuviesen marchando como yo quería en ese momento, Vergilius de nuevo en el palacio, el Senado aunque Maximo manejaba a éstos a su completo antojo

El chico había ido a cumplir mi petición, además traía consigo una pluma para ventilarme, dado que la temperatura comenzaba a subir y el calor se hacía sentir.

Movía mi copa mientras decia: - Maximo, Maximo ...... ahora cuál será tu siguiente movimiento.

Elevando la vista al cielo que seguía mostrando y acentuando aquellos colores naranjas sobre su azulado fondo, este cielo era distinto, algo más pasará en el momento en que Vergilius y sus legiones arriben gloriosos a Roma

- Qué interesante cielo nos muestran hoy los Dioses ...... acaso es el anuncio de más esplendor para el Imperio ..... o es acaso el anuncio del inicio del fin HAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHA

Mientras decía estas palabras, volteé la copa y dejaba caer el líquido escarlata que ésta contenía para finalmente dejarla caer que lentamente caía dando vueltas hasta que finalmente impactó contra el suelo produciendo un lindo sonido que espantó a las aves que se encontraban reposando en aquel jardín para luego terminar rodando sobre éste y detenerse justo cuando se interpuso en su camino los cimientos de aquella fuente.

por Lin Lun Ago 16, 2010 8:34 pm

La princesa Lin había hablado y esperaba la respuesta de los presentes, cuando mirando a la emperatriz se topa con sus orbes, fue un momento muy extraño para la princesa pues al verla sentía que la conocía desde hacia años…… tuvo una sensación de querela abarzar y refugiarse en sus brazos como si de su madre se tratara, su corazón latia fuertemente, sin embargo ella solo se quedo en el mutismo y una sensación ajena a ella hacia que mirara como si supiera que iba a hacer la emperatriz, su mano se diriga a su rostro, pero esta solo esperaba que fuera asi, una parte de su ser afirmava que la conocía y la otra no
INNER> Yo la conozco
Lin> enserio, estas segura
INNER: Tengo la sensación de que si
Lin: pero por que estas asi?...... aun no la conocemos en realidad y dices que la conoces
INNER: No me creas, pero estoy segura de que si, tal vez en mi vida pasada
Lin: tal vez, pero ahora que lo dices, se me hace familiar
INNER: exacto!!! A mi también,
Lin: pero por que deseas tanto que te hable
INNER: eso no lo se Lin!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Mientras ella tenia esa conversación con su propia voz, vio como movia la cabeza la emperatriz y agachava la cabeza llevando su mano a su frente. Un par de segundos divago por sus recuerdos que tenia pero nada, no recordaba haber conocido antes a aquella mujer que le causaba seguridad en si misma, una que no tenia conocimiento de ella.
Un par de segundos depsues de haber escucho todo lo que decía la emperatriz le espeto

Princesa Lin: Muchas gracias Empetraiz Diva, en verdad ha sido grato poder concoer las ponderosas tierras romanas y mas aun su magestuosidad no sin mencionar de sus celebraciones.
Claro que acepto su invitación gustosamente.
Y bueno en lo que respecta a los requerimientos por lo que estoy aquí quisera comentárselos, uno en forma privada, pues usted entiende de ciertos asuntos que deben tener cofidencialidad .

La joven se dirigio a los jardines del palacio tomada del brazo de Solomon con quien platicaba acerca de ese palacio.
Ella se admiraba de todo su explendor, pues era un jardín con un extenso terreno lleno de flores de distintas partes.
Despues de llegar al jardín me especidfico la emperatriz el lugar que me habían designado, sentándome y escuchando lo que decía la mujer, lin escucho todo lo dicho por Diva y al momento de que le preguntara si tenia sed asiento con la cabeza y diciéndole una afirmación al cuenstionamiento.
Luego de unos momentos al fin responde

Princesa Lin: Bueno, mis motivos por lo que estoy en Roma son de carácter importante, unos quisiera hablar con usted mas tarde a solas, ya que solo asumen a usted y ami, por otra parte quisiera poder la posibilidad de que una legion de Britania venga a entrenar con alguna de ustedes, puesto que hace años queno llevan ningún tipo de entrenamiento y claro para dejar el tributo correspondiente al imperio

por Lydia Lun Ago 16, 2010 10:33 pm

Lydia escuchó las palabras de Diva, la estaba retando como si fuera su madre o peor aún, como si tuviera algún tipo de autoridad sobre ella, cosa que en otra ocasión le hubieran molestado, pero extrañamente incluso hasta para ella esta vez cada una de las cosas que ella le estaba diciendo le resbalan como el agua cuando tocaba su perfecto y definido cuerpo al momento de su relajante baño. Por ahí escuchó algo sobre que su comportamiento era el de una vil esclava, pero por lo demás todo le parecían ruidos incoherentes de una loca que carecía de sentido común.

Como ya estaba sentada no hizo nada más que mirar los alrededores del jardín pensando en la luna y en lo hermosa que se vería esa noche coronando el cielo como la reina sangrienta que era. Poco a poco la princesa se fue abstrayendo del mundo y los gritos inútiles de su madrastra se hicieron lejanos y desaparecieron como si jamá hubieran cortado el aire para llegar a sus oídos. Por un lado ella analizó su conducta y llegó a la conclusión de que su comportamiento hubiera sido reprendido por su madre, persona que sí tenía la conducta moral para decirle qué hacer o como comportarse. Un suspiro bajo y grave salió de los labios de la joven cuando su madrastra había dejado de vociferar, como si su accionar fuera mejor que el de ella.

-Lo siento madre... Disculpa... No volverá a pasar.- dijo la joven en un tono monocorde, forzado y desganado, viendo claramente la mirada de Solomon y recordando los gestos de Diva para con su primo; se entristeció un poco al ver que su padre era el cornudo más idiota de todo el imperio romano, su madrastra le coqueteaba a todo el qeu se le cruzaba en frente, era tan casquivana que no le hubiera sorprendido que su primo hubiera estado en la larga fila de amantes de Diva, o peor aún que lo estuviera; sin embargo no podía asegurar esto, puesto que ella era la número uno para exagerar las cosas e inventar historias de la gente; y era precisamente eso lo que había hecho que ella sintiera esa desconfianza hacia Diva y que su enojo con Virgilius se desbordara y lo tratara mal, cosa que lamentaba bastante, puesto que su pobre hermano sólo quería darle tranquilidad.

Otras personas aparecieron en la escena, sin embargo Lydia otra vez inmersa en sus pensamientos no prestó atención, ahora estaba imaginándose cazando un jabalí solo con una espada en un campo abierto, el animal gruñía de fura al verla con la espada de forma amenazante, con el sable. La voz de la princesa Lyn la trajo otra vez la realidad escuchando que parte del otro asunto que tenía que hablar sería en privado, pero lo de que sus tropas pudieran entranar en Roma le entusiasmaba mucho así que puso atención a lo dicho.

Cuando escuchó esto por su cabeza pasaron muchas ideas en las cuales el tema principal era meterse entre las torpas romanas y probar las capacidades cada soldado haciéndose pasar por un soldado de las tropas, pero su hermoso sueño era dañado por la imagen de Diva, muy molesta gritándole que qué era lo que estaba prentendiendo ser y ordenándole salir del lugar haciendo que perdiera toda la diversión. Sin embargo para no empeorar más las cosas (aunque no es que le importara mucho) decidió poner más atención a las cosas que pasaban en el lugar.

-Si sigo así no me dejarán salir de esta prisión que llaman palacio... Aunque puede que Diva se harte tanto de mí que saque a patadas- Pensó algo divertida haciendo que su humor mejorara por mucho, tanto que el coraje que le causaba que padre fuera un pobre tonto engañado empezaba a disiparse.

por Nia Mar Ago 17, 2010 1:40 am

Despues de haberle hablado como le hable a la estupida de Nicole escuche como Diva nos regañaba a ambas mas podia sentir el goce que ella desprendia ante lo que habia dicho acerca de mi melliza antes de ver que comenzaba a abandonar los jardines cosa que mi melliza imito despues de haber dicho unas cuantas palabras que solo me hicieron girar los ojos con fastidio. Debido a que mi melliza comenzaba irse con Diva se me quitaron casi enseguida las ganas que tenia de acompañarla ya que tendria que soportar nuevamente las estupideces que ella hacia todos los dias y verla sonreir como siempre hacia no lograba mas que asquearme por lo cual me quede ahi mismo sentada en una de las mesas del jardin volviendo a mi tarea de arreglar las ropas que usaria cuando entrenara con mi espada las cuales consistian en unos pantalones cortos y una especie de polera de mangas cortas con los cuales solia entrenar y casi siempre terminaban destrozados. No me di cuenta de que tanto tiempo habia pasado para ese entonces mas cuando termine de arreglar las ropas y de guardarlas vi aparecer a Diva nuevamente acompañada de la princesa Lydia, una chica que se presento como Lin, el senador Solomon y por ultimo el esclavo personal de Diva Dimitri mas no les preste demasiada atencion a lo que todos decian cosa bastante comun en mi persona ya que nunca me interese demasiado por cosas de politica mas al oir a Diva regañando a Lydia la mire con una pequeña sonrisa en especial al ver la cara que habia puesto Lydia ante esto. Despues de eso solo me mantuve sentada aun alejada de la conversacion debido a que no tenia ganas de dar mi opinion mas no era solo eso.

- ''Que aburrimiento mas nada puedo hacer...si por mi fuera mataria a Nicole aqui mismo por el simple echo de existir y a Dimitri por lo idiota que es...'' -piensa mientras se mantiene viendo la conversacion de manera seria y fria manteniendo el silencio que la caracterizaba-

por Clover Mar Ago 17, 2010 3:55 pm

Nos acercábamos a una puerta donde por debajo de ella se escapaban algunos rayos de sol, apenas di el primer paso y el olor a rosas se impregno en mi nariz aun con las manos en mi cintura estaba observando cada detalle del jardín sin perder detalle girando mi cabeza de un lugar a otro, había una hermosa fuente de agua mujer donde emanaba agua fría y cristalina, había muchísimas flores de todos colores, formas y especies, algunos animales como aves entre algunos insectos, la emperatriz Diva había ordenado a sus sirvientes que nos trajeran asientos rápidamente ellos se movilizaron y trajere ron algunos así tome haciendo al lado de la princesa Lin al igual que Elizabeth, Diva comenzó a halarle ala princesa Lin para preguntarle el motivo de nuestra vista como lo había predicho, me había perdido cuando Lydia la hijastra de Diva comenzó a hablarme mal a un pobre soldado cosa que realmente me extraño porque la gente de roma es muy calida y amable, pero esa chica estaba realmente fuera de sus casillas, pasaron algunos minutos y la chica rubia pidió permiso para ir por agua y pensé * ¿ Porque le pide permiso es su acompañante no su esclava* pero ignore mucho ese incidente, había cerrado mis ojos cuando Diva golpeo la mesa provocando que emergieran miles de pájaros saliendo de el lugar, así igualmente Diva molesta le llamaba la atención a Lydia

- Pues déjeme decirle Emperatriz Diva que sus arquitecturas son realmente asombrosas me encantaron mucho-

por Solomon Miér Ago 18, 2010 1:05 pm

Pienso

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La armonía del jardín era cortada de forma tajante por la voz de la emperatriz quien a diferencia de Solomon había decidido incriminarle a su hija en publico y no cualquier publico, lo hacia frente a los visitantes de Britania.

Roma es la sociedad más civilizada... como es posible que se realice un espectáculo como este en el palacio. Por Zeus!

Solomon pocas veces había hecho o realizado actos sin pensar en los designios que le había inculcado su padre y su tía (Madre de Lydia), el derecho de estar en el senado, de ser parte de la familia imperial involucraba un deber sagrado el cual era llevar el nombre de Roma bien el alto.

Lydia había cometido una falta, era cierto, al principio parecía no comprender la magnitud de sus actos al responder desganadamente pero conforme pasaba el tiempo su semblante cambiaba, Solomon estaba seguro que ella recordaría algo de su madre y por supuesto que ella seria la primera en desaprobar la actitud que había tomado.

Por otro lado estaba la emperatriz, que como tal cometía otra falta al maximizar un asunto que se pudo resolver después en la intimidad de la familia, no ventilarlo a los cuatro vientos, su justificación pasaba sin embargo por agua tibia.

Los ojos azules de Solomon parecían querer hipnotizar a la princesa y compañía, su simpatía desbordaba más de la cuenta para tratar de que el asunto no pasara a mayores. Era una vergüenza no solamente para Lydia o Diva sino para todo miembro de la familia en la cual se incluiría él.

Luego de unos minutos todo el ambiente regresaba a la normalidad.

Diva se traía algo entre manos o al menos eso dio a pensar al agarrarse con fuerza al brazo de Solomon, era algo inapropiado aunque aceptable, el joven la odiaba por eso, detestaba su facilidad de librarse de asuntos comprometedores, Diva era una mujer cerebral y por lo tanto peligrosa... incluso para él. La sonrisa del joven desaparecía mientras estuviera tan cerca.

Diría algo...pero...

Era un sentimiento extraño. Parecía maniatado por ella, espero pasivamente a que se retirada, no sabia si se sentía ofuscado ó abochornado. Había algo en aquella mujer que le inspiraba no soltarla o alejarla, era un calor extraño que le cubría lentamente.

por Diva Miér Ago 18, 2010 6:10 pm

Escuché atentamente a la princesa Lin, solté el brazo de Solomon, ahora no me interesaba tener que enredarme con él, ya tenía bastante con los rumores del pasado para hacer que se levantaran nuevamente, además ya tenía intereses nuevos; respiré profundo, olvidándome de la presencia de Lydia y Solomon, miré hacia atrás para ver si venían con los aperitivos, viendo que tardaban y ya no estaba de humor para más molestias, pasé por alto aquello, dirigí mi vista a la princesa de Britania, y retomando la calidez de mi tono y la armonía en mis palabras, expresé:

- Ya veo princesa Lin, con respecto a los asuntos militares no puedo darle una respuesta afirmativa y contundente, dado que en este momento la única legión que se encuentra en Roma es la de mi hijo Vergilius y esos hombres por el momento merecen descansar luego de 3 años fuera de casa, las demás se encuentran en conquista, pero asumo que al ser su nación y la nuestra pueblos hermanos no habrá ningún tipo de inconvenientes que sus hombres y los nuestros intercambien estrategías y entrenamientos.

Hice una pausa, dejando de mirarla y ahora posando mis ojos en la fuente que con sus sonidos me hipnotizaban y repliqué:

- Con respecto al tema personal será un gusto poder ayudarle y dedicarle mi preciado tiempo, sólo debo pedirle que no sea hoy mismo ese tema a tratar, espero que no sea un inconveniente el pedido que le solicito.

Ahora mismo tenía otras cosas en la cabeza, además debía comprobar y verificar algo que momentos atrás me estaban perturbando. Me levanté de la silla, no esperé respuesta por parte de la princesa, al fin y al cabo poco me importaba si le parecía o no, caminé hacia la fuente, y me senté en la parte baja de ella, introduje mi mano derecha dentro del agua y comencé a juguetear con ella, la fresca y la deliciosa sensación del agua en mis dedos se sentía exquisitamente placentera. Mi juego continuaba y volví a dirigirme a la princesa, la mesilla se encontraba lo bastante cerca por lo que mis palabras se escuchaban perfectamente bien:

- Princesa Lin, la espero dentro de dos días a Ud. y a sus acompañantes donde trataremos aquel tema personal que tanto la acongoja.

Levanté la vista y miré despectivamente a Solomon, mientras mis dedos seguían sumergiéndose en las aguas

- No tiene que acompañarlas Senador, yo misma pasaré por ellas en mi carruaje el día de nuestro encuentro a su villa, ese día ellas serán mi completa responsabilidad.

No me interesaba lo que tuviera que refutar al respecto. Volví mi vista a las aguas y el reflejo de Verenice se mostró en ellas, abrí completamente mis ojos y golpeando el líquido musité en tono muy bajo y cortante: - Maldita Verenice!

Me puse de pie, en ese momento llegaban unas de damiselas que traían los aperitivos, las bandejas con fruta, vino y demás, otras chicas traían plumas para abanicarnos y refrescar la estadía en el jardín. Una de las jovencitas era Claudia, la mujercitas depositaron los aperitivos en las mesas, ofreciendo nuestros placeres a nuestros invitados, mi querida criada Claudia me traía ella misma mi copa de vino, tomé su mano mientras recibía mis encargos y susurrándole, dije:

- Espero que me tengas noticias .... Claudia

por Lydia Jue Ago 19, 2010 11:20 am

La hija del emperador empezó a aburrirse en extremo de lo que estaban haciendo en ese lugar, era como si de repente el tiempo se hubiera detenido en ese lugar; jamás en su vida habìa tenido la imperiosa sensaciòn de que el tiempo avanzara màs rápido. Algo le sucedía y no podía determinar bien qué era, tampoco podía determinar como terminar aquel suceso que ocurría dentro de ella y que tanta intranquilidad le daba. De pronto la presencia de Diva frente a sus ojos empezó a carecer de importancia, y el hecho de que ella descaradamente le coqueteara a Solomon (Según su forma de ver las cosas) no le fastidiaba como antes; es decir el hecho de que su padre fuera una burla para la emparatriz le resultaba ajeno a ella, casi por completo.

Justo cuando Lydia se dio cuenta de esto unas mujeres llegaron con los habanicos y la comida, que pusieron frente a ella. La mayor pesadilla de Lydia era la comida del palacio; puesto que como a ella no le quedaba duda de que Diva había matado a su madre con la comida del palacio, ella decidió no comer nada preparado ahí. De ahí su delgadez y a veces falta de fuerzas durante algunos años, hasta que al fin ella aprendió a escaparse del palacio para comer en otros lugares; de hecho ese factor fue uno de los que la edad de quince años ella aprendiera a cazar y descubriera en eso su pasión y embeleso. Cuando la comida estuvo frente a ella, casi por instinto la hija del emperador la apartó disimuladamente, rogando que nadie se diera cuenta del hecho y miró al cielo tratando de calcular cuando sería el momento del ocaso. Si se daba prisa en sus asuntos podría llegar al palacio nuevamente para el anochecer.

-Bueno... Total tú ya sabes cómo son las cosas aquí- se dijo a sí misma en voz muy bajita para que nadie la escuchara, luego de esto la joven de cabellos negros se puso de pie con la misma gracia y belleza de un cisne o una bailarina, para como siempre con los modales que había decidido quebrantar minutos antes decir:

-Madre ha sido un gusto el compartir este tiempo contigo y mi alma está dichosa de haber podido compartir también el tiempo con tan distinguida invitada- miró a la princesa Lin y continuó con aquel tono educado, pero eso sí, ligeramente monocorde, un tono que sólo Diva y Solomon podrían reconocer por el tiempo que habían pasado con ella.- Sin embargo hay asuntos que debo atender y con pesar debo decir que tenqo que retirarme.

La princesa de cabellos negros hizo una reverencia y se dio media vuelta para ponerse en marcha a sus asuntos, pues quería salir de ellos lo más pronto posible, al dar media vuelta sus cabellos liberaron un hermoso aroma Sándalo que inundó el lugar por unos minutos; y así caminando con la belleza de un unicornio blanco, la hermosa joven abandonó el lugar como cuando los fantasmas abandonan una casa, dejando a su paso aquel aroma dulce que salía de sus cabellos.

por Leonard Jue Ago 19, 2010 8:33 pm

Luego de bajar en el barco estuve mucho tiempo tratando de hacer un plan o algo por el estilo, pero despues de tanto pensar me di cuenta que me faltaba un dato mas que importante...Donde habian ido. Estuve mucho tiempo caminando y buscando en los alrededores, sin saber siquiera que eran esos lugares, pero cuando mi vista logro divisar otra vez el puerto romano y el barco, fue cuando me di cuenta que estaba caminando en circulos. Se que me cuesta admitir errores y mucho mas pedir ayuda, pero en esa ocasion no habia lugar a quejas, ya que no habia con quien quejarse tampoco. Decidi preguntar a los aldeanos que pasaban por el puerto, estuve un gran tiempo preguntando debido a que la mayoria estaban mas perdidos que yo. Algunos me trataban de contestar, otros simplemente me ignoraban, hasta que un encapuchado joven me dijo exactamente lo que habia visto...Unas muchachas muy parecias a las que dije habian caminado hacia el palacio del Cesar...¿EL CESAR? pense por un momento, cuando quise hacer mas preguntas, el joven ya no estaba mas...

Decidi ir a ver al palacio del Cesar, fui directamente y tuve grandes complicaciones para infiltrarme sin ser visto, pero termine lograndolo. Camine por una especie de camino, cuando escuche unos pasos...Mire con una rapida mirada y pude ver una sombra acercandose, me oculte detras de una columna para que no me viera. Al pasar por al lado mio pude ver una muchacha de tez blanca y negros cabellos retirarse apurada del lugar. Su belleza era sobrehumana, por lo que me quede asombrado a mirarla un poco, luego recorde que tenia algo mas importante que hacer...Segui caminando, pero en un momento voltee a ver si la muchacha que paso hacia unos momentos aun seguia por el horizonte, pues no estaba. Pero al volver la cara vi que estaba frente a mucha gente que no conocia, entre ellos las dos chicas que no conocia. Me miraron como si no me conocieran, aunque asi era. Asi que solamente hice lo mismo...los mire y espere.

por Lydia Vie Ago 20, 2010 10:09 pm

A pesar de haberse ya marchado la hija del emperador tuvo que regresar de nuevo al jardín, no porque quisiera realmente, si no porque deseaba guardar sus cosas para irse de viaje y necesitaba pedir prestado el carruaje de la emperatriz, por ser este más grande y más seguro. Cuando llegó al jardín vio a otra persona en el lugar, un joven de cabellos rubios y largos estaba en toda la entrada, casi hace tropezar a la joven.

-Lo lamento mucho- dijo la mujer de cabellos negros y se puso frente a el para seguir hablando- No te conozco pero pido mil disculpas por mi decuido- luego de hacer una reverencia y emprender su camino hasta donde estaba su madrastra jugando con el agua. Por unos segundos se preocupó pensando que le iba a decir a ella para que no la tratara otra vez de aquella forma que ella se empeñaría en odiar, sin embargo mientras pensaba esto ya estaba a su lado y no tuvo más remedio que improvisar.

-Dichosos mis ojos que te ven de nuevo querida madre- dijo Lydia mientras hacía una reverencia más profunda por tratarse de la emperatriz- Lo que sucede es que quería ver si podría la emperatriz en su infinita sabiduría hacerme un favor.

Lydia miró a la emperatriz a los ojos y dejó de hacer la reverencia para esperar la respuesta de la mujer que ahora gobernaba todo el imperio, mujer con la que habría de tener cuidado para no temrinar como su madre. Movida por un impulso que tampodo podía definir, la joven hija del emperador se aceró y le dio un abrazo, no uno de esos abrazos fríos y fingidos, este transmitía un sentimiento diferente que tampoco se relacionaba con el cariño, era algo poco común en ella. Estando abrazada le dijo al oído en tono muy bajo- la verdad son dos cosas las que quiero pedirte y me gustaría poder contar con que lo harás de la mejor manera.

Luego de decir esto se separó de ella para dirigirse a los demás y saludar como se debía y dirigió otra mirada fugaz al joven que jamás había antes en toda su vida. tenía curiosidad de saber quien era, sin embargo lo que más la tenía espectante era la respuesta de Diva ante su pedido; quería realmente que ella le diera permiso para poder irse a despejar su mente, quería ponerse a pensar bien las cosas para poder vivir en paz, y más que todo quería satisfacer esas ansias que tenía de cazar.

por Leonard Sáb Ago 21, 2010 11:33 am

Era como estar parado justo frente a la muerte en persona o quizas este exagerando un poco, pero la impotencia de no saber que hacer en ese momento se habia apoderado de mi. Miraba a todos con la mirada perdida, sin saber como proceder. Las palabras pasaban treinta veces por mi cabeza, pero nunca con la fuerza suficiente como para salir pronunciadas por mis labios. Entre todas las caras desconocidas, veia algunas que identificaba, pero no me animaba a hablarles por miedo a comprometerlas en el lio que se podia armar. Mi mente pensaba lo peor, que estaba en una tierra prohibida y todas esas cosas que la gente inventa para mantener siempre alejada a la gente que quizas no tiene tanto como ellos...Seguia en mi estado de Shock momentaneo cuando un empujon me hizo recular para atrás y casi me cai de espalda, logre mantenerme en pie con un gran esfuerzo de equilibrio con los brazos. Al levantar la cabeza y correr mi cabello alborotado, pude ver la causa de aquel trastabillon que tuve...era ella. La misma muchacha que habia visto anteriormente, de la cual me oculte por motivos de seguridad, estaba parada frente a mi, como aquellos piratas que descubren un polizon en el barco y disfrutan de torturarlo con la mirada, para luego tirarlo por la borda. A todo esto, las demas personas observaban en silencio. El sonido del agua que era movida por una mano era lo unico que quebraba el silencio funebre de la escena, sin embargo, la muchacha que me habia chocado o que yo habia chocado, hablo. Una voz dulce y amable salio de su boca, algo que no esperaba, yo que me hacia por muerto. Se disculpo cortesmente y hizo una reverencia mientras que se alejo rapidamente. Asenti con la cabeza la reverencia y las disculpas, lo cual fue muy descortez de mi parte, quien me manda a estar parado en el medio del camino. Ya que vi que no era un profugo de nada y que nadie me queria dar muerte...me decidi a hablar, obviamente, muy poco.

-Buenos dias – Hice una reverencia con la cabeza mientras lleve mi mano a mi pecho- Yo soy Leonard, Fui enviado en el barco junto con la princesa Lin por Archer y me encargo de su cuidado. Es un placer...conocerlos -Dije mientas los miraba...Ni siquiera los conocia, pero alguien debia romper el hielo de esa incomodidad, termine de hablar y me quede parado en el mismo lugar, pero un poco mas al costado...aver si pasaba alguien y me llevaba puesto o yo lo llevaba puesto, de nuevo.

por Diva Sáb Ago 21, 2010 2:29 pm

Esperaba la respuesta de mi criada cuando en ese momento se levantaba Lydia y se excusaba solicitando un permiso de retirarse dado que se le habían presentado, simplemente la miré ni sorprendida ni molesta, simplemente la miraba parecía que por momentos disfrutaba verla, la seguí con mis ojos hasta perderla por completo, regresé la vista a Claudia, recibí la copa vacía mientras ella sujetaba la pequeña jarra de licor y depositaba un poco en mi copa, susurrándome:

- Ya se encuentra en Palacio mi Señora, llegó anoche acompañado de una mujer de color.

Apreté con fuerza aquella copa, era la maldita de Verenice, asquerosa negra estaba aquí, en mis propios dominios, no dejaba de recriminarme: - Estúpida Diva, eres una completa ESTÚPIDA!!!! Volvía a indisponerme, de pronto como de la nada sin siquiera notarlo por estas sumida en mis pensamientos siento el perfume de Lydia, parecía que aquel día sería bastante peculiar, cuando de pronto su voz se sentía retumbando en todo el jardín, lo lamentaba, aquella frase me traía de nuevo a mi realidad, Lydia se disculpaba con un chico que de la nada aparecía, buen mozo de cabellos dorados y brillantes como el mismo sol, su rostro mostrando un poco de susto, parecía como si fuese a hacer ejecutado, su semblante cambiaba al escuchar las palabras de mi hijastra, sonreí con cierta malicia, acaso el tipo este estaba interesado en ella.

Me disponía a responderle cuando súbitamente sentí un abrazo por parte de la hija del Emperador, primera vez que lo hacía y más de manera tan abierta y en público, rápidamente dediqué mi mirada de asombro en ella bajando mi vista, sólo podía pensar: - Acaso Lydia tramaba algo? Hmmm… No debo fiarme de ninguna buena acción de nadie!!!!.

Mis pensamientos e instintos no estaban en nada equivocados, Lydia comenzaba a susurrarme que le concediera algo, ya sabía yo como eran las cosas, de manipuladora a manipuladora nos conocíamos muy bien, además distábamos mucho, demasiado para ella llegar a compararse a mi capacidad de manejar a las personas, llevé mis manos para corresponder el abrazo mientras una de mis manos acariciaban sus sedosos cabellos negros, mientras le murmuraba: - Sabía que tus intenciones puras no eran, y con respecto a los favores que solicitas sabes que no tengo problema en concedértelos siempre y cuando no sean que deje a tu padre y mi puesto como Emperatriz o peor aún que me muera jajajaja. Reí bajito para que los demás ahí presentes no supieran de nuestra pequeña conversación. Alejé de mi regazo a Lydia mientras tomaba con delicadeza su rostro y depositaba un beso en su frente, ya con tono cálido y acorde para que todos escucharan dije:

- Bienvenida hija mía!.. Espero que la diligencia que con tanta urgencia nos privó de tu presencia esté culminada satisfactoriamente.

Los invitados comenzaban a degustar de nuestros manjares, me acerqué al chico nuevo, poniendo una de mis manos en su hombro derecho, esbocé: - Bienvenido a Roma, si eres enviado y protegido del Gobernador Archer, eres invitado de honor y protegido de Roma, cuál es tu nombre?

En ese momento un soldado venía apresurado, con un rostro de preocupación y sumamente alterado, se me acercó en actitud respetuosa y haciendo una reverencia dijo: - Emperatriz en el gran salón hay una mujer q…ue.. se… pa.. No terminó las palabras, su rostro mostraba cierto espanto casi podía parecer enfermo, lo miré seriamente, en tono privado pero tajante le dije: - Habla de una maldita vez, ¿Quién está en el salón? el soldado se recompuso un poco, y casi temblándole la voz, replicó: - Una mujer que solicita al Emperador!!!!

Me quedó mirándolo mientras pensaba: - Una mujer solicitando al Emperador? casi me reía, qué mujer podría estar buscando a mi esposo, y para que alguno de estos tarados la dejasen entrar al Palacio sin problema. Suspiré mientras me giraba y hablándole a todos los presentes en el jardín, dije: - Debo ausentarme un momento, espero no tardar, sigan disfrutando de nuestra hospitalidad y cualquier cosas que les sea necesaria o deseen por favor hagan uso de los servicios de Dimitri, Lydia, hija mía te encargo que nuestros queridos invitados disfruten de la hospitalidad de Roma. Con su permiso.

Di media vuelta y salí del jardín acompañada del soldado, por momento le dedicaba una mirada y éste parecía temblar, ya me resultaba curioso lo que estaba pasando, sin demorar mucho y con buen paso estaba por llegar a la gran puerta del salón.

por Solomon Sáb Ago 21, 2010 8:27 pm

Asi que eres el enviado del gobernador de Britania...

Solomon hablo algo costernado, pues él no se explicaba como habia logrado a entrar al palacio ese hombre. El joven se paro de inmediato, ni Lin, ni sus damas de compañia mencionaban nada sobre el tipo que se presentaba cono su guardia, era todo muy extraño.

Quien le habla es el senador Solomon, su gobernador fue quien le confio a mi familia su cuidado...

Solomon dejo lentamente su sitio avanzando hacia el supuesto soldado o guardia. Su mirada fria se posaba sobre los ojos del sujeto.

Es correcto que halla llegado justo en este instante?... mi deber seria pedirle a usted el simbolo de aprobación de su gobernador a venir a estas tierras.

El joven no titubeo en lo absoluto, la situación era intrigante, si el general que custodia Britania le habia enviado a este hombre a proteger a la princesa Lin...entonces...¿porque no llego de forma conjunta con ella?... habia razones para sospechar de cualquier fuerza extranjera que estuviera deseosa de atentar contra la paz duramente lograda en roma, eso era algo con lo que Solomon no jugaria.

Solomon mantenia fijo sus ojos sobre el tipo esperando alguna prueba del hombre que comprobara la autorización de su superior. El joven senador elevo la vista viendo de reojo a tres centuriones imperiales quienes ya sabian lo que significaba su señal, dos de ellos agarraban con fuerza sus lanzas para prepararse para otra señal de Solomon.

por Leonard Sáb Ago 21, 2010 9:48 pm

La emperatriz Diva, la mujer que movia con sus manos el agua, habia actuado muy formalmente y me habia contado que era invitado de honor en el lugar, puso una mano en mi hombro y me pregunto como me llamaba, en realidad ya lo habia dicho anterirmente pero no me habia escuchado, quizas estaba distraida. De todas formas no me pasaria nada si contestaba y me presentaba de nuevo.

-Me llamo Leonard señora...Es un placer estar aqui en roma -Una reverencia muy respetuosa que fue interrumpida, ya que la mujer tenia algo mas importante que hacer. Un soldado hablo de un visitante al cual la señora debia atender, me hice a un costado para darle un paso. Ella le encargo nuestra comodidad a dos personas, la muchacha con la que me habia tropezado a quien menciono como Lydia y a un muchacho cuyo nombre era Dimitri. Mire hacia ellos- Un placer conocerla señorita Lydia, y lo de recien fue mi culpa...Igualmente a usted caballero, un placer.

No acababa de estar tranquilo, por fin, cuando otro sujeto irrumpio ante mi, presentandose como el senador Solomon, alguien a quien mi gobernador no se que hizo cun no se que familia, el lenguaje de los politicos me mareaba. Tambien hice una reverencia ante el, el hombre me reto porque habia llegado tarde y la verdad es que tenia razon, debi de haber sido mas atento. Sin embargo, la princesa Lin ya tenia suficiente guardia y Roma estaba en paz...¿Porque Solomon temia y desconfiaba tanto?

-Al parecer los animos de guerra no se dispersan ni con la misma Paz activa...Roma esta en paz...¿A que le teme, señor solomon? -Era algo raro que Solomon y Archer se preocuparan tanto por seguridad y esas cosas, en vez de disfrutar la paz que la tierra por fin comenzaba a sentir, luego de tanta masacre, guerra y conquista.

El hombre me pregunto sobre un simbolo de aprobacion, que yo no tenia. Senti como unos guardias se movian detras de mi. Era algo raro...¿Porque los animos de Solomon contradecian la gran bienvenida que me dio la emperatriz?. No me quedaba otra opcion mas que confesar.

-Yo...no recibi nada como eso que usted dice...

Senti los guardias moverse....Estaba acabado.

por Nia Sáb Ago 21, 2010 11:52 pm

Estuve en todo momento cerca de ellos viendo sus platicas y escuchando cada uno de los comentarios de los presentes, vi a una chica rubia algo extraña la cual admiraba la arquitectura de palacio mas no dije nada al respecto solo por evitar las ganas que me daban de golpearla por hacer preguntas estupidas. Luego de eso casi todos comenzaron a opinar en voz bastante baja o para sus adentro acerca de la pequeña discucion que habian tenido tanto Diva como Lydia mas en mi caso no me habia sorprendido en absoluto el ver aquello no por nada siempre nos mantenian a mi melliza y a mi las 24 horas cerca de Diva por lo cual conocia a la perfeccion su odio hacia Lydia en ciertos aspectos. Mas el asunto quedo zanjado puesto que Diva decidio el darle su atencion a la princesa Lin quien al parecer venia a pedirle favores a nuestra señora cosa que enrealidad no me fascinaba mucho por lo cual no hice mucho caso a lo que hablaban volviendo a mirar la fuente de agua con aburrimiento escuchando como Lydia se despedia e iba del lugar ante la mirada de todos menos la mia la ucal continuaba en la fuente. En ese instante llego un soldado que decia venir como parte de la escolta personal de la princesa Lin presentandose con el nombre de Leonard haciendo una reverencia a Diva quien me miro a mi por unos instantes cosa a lo cual solo asenti antes de que esta abandonara el lugar con prisas debido a que alguien la buscaba en la recepcion de palacio. Decidi el acatar la orden silenciosa que Diva me habia dado mas el senador Solomon se me adelanto pidiendo algo tan estupido como un simbolo de aprobacion del gobernador para que el pudiera venir el cual no poseia cosa a lo cual solo suspire antes de hablar.

- Disculpe que lo interrumpa senador Solomon pero no le parece algo estupido el pedir un simbolo de aprobacion? -sintiendo como todos posaban su mirada en ella- si el dice venir con la princesa Lin mas como se que no es su obligacion cuestionar sus palabras o exigencias, pero si lo dejaron entrar al Palacio y la misma Emperatriz le dió la bienvenida y dejo claro que lo atendieramos y sirvieramos, mostrandole la hospitalidad y gentileza de Roma, no le parece una falta de respeto hacia la Emperatriz, hacia su protegida y hacia la misma Roma, que Ud. haga tal cosa -despues de decir esto solo hace una sutil inclinacion comenzando asi a retirarse del lugar ante la mirada sorprendida de varios soldados y esclavos que se encontraban alli presentes-

por Lin Dom Ago 22, 2010 9:00 am

La princesa Lin escucha las palabras que le decia la emperatriz, explicandole
las respuesta que la joven preguntaba, observo como se iba a la fuente y jugaba con el agua, para
despues hablar con una de las sirvientas que dejaban bandejas de vino, fruta, las cuales acercaban a
los invitados de la emperatriz, la joven toma una uva, y despues de comersela le responde a la emperatriz

Princesa Lin: Le agradezco el que acepta la propuesta acerca de vuestras legiones y
aun mas del favor que le pido, y creo que no hay ningun inconveniente en que me atienda en los proxmos dias.

la princesa observa como la hija del emperador, la joven Lydia sale del lugar diciendole a la
emperetriz que debia atender otros asuntos, en eso entra al jardin Leonard, algo desconcertada escucha
el por que esta aqui, Archer lo habia enviado, pero por que?, esa era la pregunta que se hacia la chica
de cabellera rubia, entonces ella es acerca a Clover y en voz baja le pregunta

Princesa Lin: Clover, tu sabias que Leonard venia en el barco?

enseguida llega Lydia saludadnode nuevo a Diva, despues llega un soldado avisando de que
alguien solicitaba al emperador, de inmedianto Diva se disculpa y dirguiendose a la recepcion,no sin antes
darle la bienvenida a Leonard, pero Solomon desconfiaba de el, por lo que le cuestionaba, Leonard le explico
y Nia, una de las doncellas de la emperatriz le decia sutilmente que era algo estupido desconfiar de el puesto
que la emperatriz ya le habia dado la bienvenida, es en eso que Lin mira a Solomon y le dice

Princesa Lin: Bueno tal y como dice la joven Nia, seria absurdo pensar en algo asi, ademas
estoy segura de que Archer lo envio para mi proteccion, aunque no fui notificado de ello, pero no hay de que alarmarse Senador Solomon.

mira a Leonard y le dice

Princesa Lin: Leonard! que bueno es tenerte aqui ..... despues quiero hablar contigo, deacuerdo

le sonrie mientras pensaba en por que no sabia de la presencia de Leonard, nunca le habian
dicho de que el la protegeria en su estancia en Roma, llegando a Britania tenia que hablar con Archer,
pero en lo mientras con Leonard para aclarale eso

por Lydia Dom Ago 22, 2010 10:53 am

La hija del emperador no pudo evitar sonreir ante las palabras de su madrastra, esta más que claro que no confiaban la una en la otra, sin embargo no por eso se tenía que exagerar tanto. Una vez que madrastra0 apretó un poco sus cabellos para luego darle un beso en la frente y decir que tenía que irse y que ahora Lydia tenía que mostrar su hospitalidad. Con esto que le había dicho Lydia se dedicó a poner atención a los presentes. El joven con el que había tropezado se presentó ante ella y ante los demás, todo estaba bien hasta que Solomon en su criterio de Senador y como siempre velando por los intereses de Roma pidió un símbolo de aprobación.

Como siempre las acciones de los presentes no se hicieron esperar y el joven de cabellos rubios fue el primero en reaccionar para decir cosas que en un parlamento se verían de mala manera, pero Lydia no iba a ponerse en el plan de mandar a matar a nadie solo por eso, tenía que demostrar mejor criterio, así que cuando el terminó de hablar y Nia metió la cuchara también en la sopa, la joven de cabellos negros hizo señas a los soldados para que se quedaran en su sitio hasta segunda orden. Una vez que la princesa Lin terminó de hablar Lydia empezó a deci con tranquilidad.

-Lamento tener que responder así joven pero...- Lydia miró a Leo y continuó- El senador Solomon no tiene miedo de nada en absoluto, el decir esas cosas en un parlamento o en frente de muchas autoridades podría garantizarle un final desafortunado, le rogaría no volviesea a refersirse así a ninguna autoridad y a nuestra nación en el futuro- Por primera vez Lydia puso una mirada fría y se dirigió ahora a Solomon.

-Solmon mi querido primo... Entiendo tu preocupación, pero la princesa Lin acaba de confirmar que conoce a este joven así que confiaremos en su palabra y en que ella se hará responsable del accionar de su conocido; ahora si bien es cierto la emperatriz le hada dado carta abierta nuestras preocupaciones deben dismiuir un tanto, para evitar ofender a los visitantes.

Al final luego de decir esto con delicadeza y respeto Lydia se dirigió ahora a Nia, quien ya la tenía bastante harta desde el día anterior y le dijo con un tono un tanto severeo pero muy educado, sin rayar en lo absoluto en la grocería lo siguiente, esperando que le quedaran claras las cosas. -Nia... El Senador Solomon solo estaba siguiendo un protocolo que estrictamente debe ser realizado por los senadores y de toda autoridad en Roma.- la hija del emperador tomó aire y siguió- No es una falta de respeto que el pretenda seguir ese protocolo, es solo su preocpación por la nación, además que lejos de que le hayan dado la bienvenida ene este jardín, no sabemos porqué un guardia lo dejó pasar sin el símbolo de aprobación. Ese es el único motivo por el cual se le preguntó aquello- La mirada de Lydia se puso gélida, como si dos espadas salieran de sus ojos y al final para culminar dijo- Nia el dirigirte así a un Senador se considera insolencia... Que no se te... olvide.

Una vez dicho esto la joven se sentó y tomó uno de los bocaditos que estaban en la mesa para mirarlo detenidamente y por primera vez en el día probar uno solo de los tantos que pasaron por sus ojos en la sala de recepciones. Para dejar en claro que nada había cambiado y que todos eran sus invitados de honor la joven Lydia dijo con su delicada y aterciopelada voz:

-Bueno princesa Lin me alegro mucho de que usted esté en Roma y que como la joya especial que es usted, se le envíe no una, si no otra persona más a cuidarla. Como siempre he pensado, el cuidado no está de más si se tiene en las manos algo más valioso que una joya preciosa.

por Solomon Dom Ago 22, 2010 3:17 pm

-Al parecer los ánimos de guerra no se dispersan ni con la misma Paz activa...Roma esta en paz... ¿A que le teme, señor Solomon?

-Yo...no recibí nada como eso que usted dice...

La respuesta del soldado eran por demás vacía, no existía escusa alguna para que no portara algo que lo identificara. Todo seguía igual de extraño, a diferencia de sus otros parientes, Solomon siempre tenía como consigna única la de la protección de roma sea cual sea el costo de aquello.

Su porte seguía firme, al parecer el soldado se mostraba despreocupado, algo inusual en alguien que fuera educado militarmente. Solomon era mayormente de carácter pacifico, salvo en esta clase de situaciones. La dama de Diva hablo, era bastante evidente que ella al igual q su hermana no había vivido lo peligroso de la extrema confianza que llevo a un baño de sangre en su propia familia hacia años, eran tiempos de paz, tal vez él actuaba siempre a la defensiva.

Por fin la princesa Lin hablo reconociendo al hombre como enviado de Archer, que si bien no estaba enterada de su partida de Londinium de seguro venia en buena fé. La magistral voz de su prima Lydia apareció poniendo aguas frías al ambiente un poco caldeado.

-Solomon mi querido primo... Entiendo tu preocupación, pero la princesa Lin acaba de confirmar que conoce a este joven así que confiaremos en su palabra y en que ella se hará responsable del accionar de su conocido; ahora si bien es cierto la emperatriz le hada dado carta abierta nuestras preocupaciones deben disminuir un tanto, para evitar ofender a los visitantes.

Ofensa no era precisamente lo que él pensaba, si bien Londinium mantenía una alianza como súbdito romano, nunca se sabría un complot de parte de su gente, del gobernador mismo o de los ancianos del norte que ya de por sí habían enviado a su princesa casi como ofrenda. Solomon cerró sus ojos aliviándose, Lydia era ese espíritu fresco de la familia que no había vivido la triste y penosa etapa previa, pero sabia su historia, cosa que ninguno de los otros conocía. Volvió su rostro hacia su querida prima y le dijo.

Lydia, representas en verdad aquel espíritu de libertad y paz de esta nueva generación de jóvenes romanos...

No espero mucho y se acero al llamado Leonard.

Sin embargo te diré algo escolta... roma es grande y por ende posee grandes enemigos de toda índole... la confianza excesiva lleva a la perdición, eso lo debes saber como soldado de seguro...

Su voz era fría, sin ser llegar a ser agresiva, solo informativa para que todos pudieran escucharle.

Confió en la tan notable palabra de la princesa Lin quien le ha reconocido, procure no faltar a su palabra.

Dio la vuelta viendo a la princesa Lin, Nía y Lydia.

Roma es amable con quienes vienen en son de paz y temible con quienes atreven siquiera a intentar hacerle daño. Usted (viendo a Nía) muy amablemente le digo que como dama ajena a la política, no interfiera en estos asuntos.

Era una amonestación tranquila de parte de un hombre que gozaba del suficiente poder como para poder enviar a la cárcel a cualquiera que mostrara o diera sospechas suficientes de traición. Pero las palabras inadecuadas de Nía solo las dejo pasar por alto esta vez, quien al parecer no las recibía muy bien pues con rápida despedida, Nía partió como si pareciera huir de algo o alguien. Temor se diría, pues tal como lo había dejado a entender su prima, meterse contra alguno de la familia imperial, supondría mucho pesar. Por suerte ninguno de los primos de la familia poseía un corazón oscuro deseoso de muerte.

Solomon dio media vuelta una vez más dirigiéndose a Leonard.

Si viene a proteger a la princesa tenga mi bienvenida, como tal, estará usted también como residente en Villa Adriana.

Los sirvientes algo inquietos por lo sucedido previamente trajeron consigo un asiento para el recién llegado al igual que alimento. Solomon lo consideraba innecesario para un soldado, pero en todo caso la hospitalidad de Lydia era su marca registrada. Se decidió entonces él a sentarse tan tranquilo como siempre.

por Nicole Dom Ago 22, 2010 4:43 pm

Después de que la emperatriz golpeo la mesa diciendo que me quedara estaba apunto de romper en llanto ya que soy muy frágil con mis sentimientos , pero no tuve otro remedio que aguantarme y para disimular me aleje un poco de hay para acercarme a oler las rosas mientras me cubría los ojos con una mano, Paso mucho tiempo Diva y Lin comenzaron a hablar sobre sus planes entre otras cosas que realmente no le puse mucha atención una vez que paso el coraje me acerque un poco Solomon, Nia comenzaron a hablar hasta que Lydia salio del lugar, me sentía realmente aliviada que se aya retirado pero el gusto me duro poco ya que al poco tiempo volvió y tras ella un joven rubio muy bien parecido que también provenía de Britania, todos hablan sobre la guerra al parecer no tienen otra cosa la guerra es lo mas horrible que hay en esta vida , porque no todos podemos vivir en paz y en completa armonía o al menos esa era mi forma de pensar, me acerque para tomar algún bocadillo ya que me encontraba con un poco de hambre mientras con mi mano izquierda tomaba el plato y con la derecha tomaba la cuchara me coloque a un lado de un árbol.

por Leonard Dom Ago 22, 2010 7:41 pm

¡Vaya trato!...Pero despues de todo, me lo merecia. Demasiada insolencia para referirme a las autoridades maximas de Roma...Mire como los soldados se retiraban, estaba salvado, pero seria mejor que controlara mis palabras antes de decir cualquier estupidez de nuevo. Acepte las criticas de Lydia y las de Solomon, siempre moviendo la cabeza con un gesto de "si". Despues vinieron las palabras de Lin, que queria hablar conmigo luego, a ella me exprese con palabras en vez de que con gestos...

-Claro, cuando quiera podremos hablar...Solo digame que yo estoy a su entera disposicion.

Segui mirando a los demas pero esta vez con mas respeto, ya que debia de respetar a aquellos que estaban de mi mismo bando, por mas que no soportara sus ideologias o sus maneras de resolver las cosas. Yo sabia que Roma no era muy conocida por su paz, con lo que me gusta a mi la paz, pero de todas formas eran aliados.Escuche por ultimo que Solomon me daba un dato que hasta ahora no tenia pero que era importante...Donde me hospedaria...

-Princesa Lin, Si me necesita digame, de lo contrario me retirare a mis aposentos para dejar de molestar aqui -Hizo una reverencia hacia la princesa mientrsa luego miro a Lydia y sonrio-

por Dimitre Lun Ago 23, 2010 9:23 am

Hace tiempo Diva me dijo que vaya a ver las cosas de la cocina en ese entonces me retire de los jardines, fui a la cocina para decirle al panadero que haga algunas delicias y que prepare algo delicioso y unas copas de vino ya que hacía mucho calor.

Me demore un poco ya que sería mejor si estuvieran recién hechas, al rato estuvieron y me las dieron en una bandeja antes de irme le dije al panadero-Muchas gracias por todo ya vuelvo a buscar las copas-así volví a los jardines y les dije
-Bien perdonen la demora es que el panadero recién termino de hacer mi pedido- dejando la bandeja en la mesa y devolviéndome a la cocina-bien ahora me llevare las copas de vino-

devolviéndome a los jardines con mucho cuidado por las dudas de que no se rompiera nada, Al llegar puse de nuevo las copas en la mesa y observe a Diva que miraba con una mirada fría, y había llegado alguien nuevo así fui y le dije-muy buenos días señor- reverenciándome hacía el. Fui generosamente y agarre mi copa de vino y le dije-Tenga señor, pues no sabía que usted estaba acá así que no le traje nada para beber pero yo no quiero así que tómelo-Dejándolo en la mesa justo enfrente de él y sentándome por ahí.

por Lydia Lun Ago 23, 2010 4:48 pm

Lydia la hija del emperador estaba escuchando con deteniento cada palabra que salía de la boca de cada uno de los pesentes. Tal y como ella suponía Solomon había actuado de aquella manera que tanto ella admiraba. No había duda, de que el merecía el cargo que ostentaba. EL sí era un caballero digno de pertenecer al senado y de poder participar en la toma de decisiones del futuro de su nación.

El joven al que ella había reprendido por sus imprudenia también estaba haciendo quedar bien a su nación portándose de manera pacífica y ahora todo estaba en aparente paz. Dimitre llegó y sirvió unas copas para que los presentes bebieran. De repente el hecho de que ella no bebiera ni comiera nada iba a ser un problema, puesto que llevaría a pensar que la comida tenía algo y que por eso no ingería nada.

-Maldición, no quiero comer esto- pensó para a sí misma haciendo un casi sobre humano esfuezo para llevarse al fin a la boca el bocadito que tenía hace más de quince minutos.

-Que importa... Cuando me valla a mi habitación lo vomitaré todo...- se dijo con frialdad mientras miraba de reojo otra vez al joven de cabellos amarillos, quien ahora decía iba a quedarse e la villa de Solomon. Por unos minutos le pareció ver que el le soreía, cosa que hizo que de momento a otro ella se incomodara, pero siguió pensando en que no quería comer mientras miraba al cielo pintado de naranja. Aún faltaba para que la luna coronara el cielo como diosa etera de la noche, pero no importaba cuanto tiempo tardara, estaba dispuesta a esperarlla así como esperaba que Diva regresara y diera po terninada aquella tediosa reunión, así como esperaba poder irse de viaje a villa Adriana, y porqué no! Competir contra Solomon en un concurso de tiro al blanco y ganarle solo para alimentar más su ya bien crecido ego.

por Lin Jue Ago 26, 2010 5:07 pm

La princesa Lin veia a Solomon al escuchar sus palabras, al fin entendia que Leonard
era su protector,puesto que confiaba en sus palabras. Al mirarnos a Nia y Lydia respectivamente le devolvi la mirada
diciendole en ella que no tenia nada que temer.
Clover y Elizabeth solo charlaban entre ellas y con Lin, en lo que sucedia el insidente con Leonard, para luego Lin escuchar
la respuesta de este y espetar

Princesa Lin: Bien Leonard, quisiera que caminaramos para que me expliques algunas dudas mias, estas deacuerdo.

la princesa mira que el joven que venia con Diva, dimitri le ofrecia a Leonard una copa de vino
ahora ella esperaba su respuesta mientras tomaba un pequeño trago de su copa lentamente y le decia en voz baja a Clover

Princesa Lin: Clover.....tu que conoces mejor a leonard.... dime, si supones algo

se acomodo de nuevo en su asiento y esperaba la respuesta de Leonard y pensaba

INNER: Para que lo mandaria Archer...
Lin: necesito una respuesta del por que....
INNER: Debemos averiguarlo, ademas necesitamos que nos de noticias de el, ya que al salir de Britania ya no lovimos
Lin: cierto...... no recordaba eso. Bueno hay que esperar a que Leonard responda...
INNER: Tienes razon, y hay que esperar a la emperatriz para irnos no?
Lin: ammmm si, supongo que ya llevamos mucho aqui

su mente estaba en otra cosa, al momento en que las demas charlaban y comian, Lin se sentia que ya debia
ser tiempo de irse, por que Diva tenia muchos asuntos mas por atender, solo esperaria a ue llega llegase y poder irse...
su asunto de ella se veria luego con ella.. por el momento eso ya no le preocupaba...

por Leonard Jue Ago 26, 2010 9:03 pm

La princesa se tomo un tiempo para contestar pero finalmente lo hizo, Me pidio ir a caminar con ella para conversar sobre los temas que antes me habia comentado, acepte moviendo la cabeza, pero para que no querdara alguna duda confirme totalmente con una respuesta.

-Si, digame entonces cuando partimos asi hablamos de lo que quiere hablar conmigo No me di cuenta de que un muchacho me estaba ofreciendo algo, talvez estaba despistado, en cuanto me di cuenta le recibi aquella bebida que me entregaba y le conteste amablemente, haciendo una pequeña reverencia- Muchas gracias.

-Solo digame y yo la acompaño

Dije mientras me proponia a esperar su señal, me apoye en una pared y comenze a beber aquella bebida, Se dedico a prestar atencion solamente al paisaje de la roma y sus arquitecturas. Trataba de pensar en que me preguntaria, quizas donde estuve en el barco...seria vergonzoso decirle que me dormi, pero no soy persona que aprobara mentir a una princesa.

por Lin Jue Ago 26, 2010 9:36 pm

Lin al escuchar las palabras de Leonard, deja su copa en la pequeña mesa donde se
encontraban los aperitivos y le dice

Princesa Lin: Quisiera que fuera ahora mismo Leonard aqui en los jardines....

mira a los presentes y con voz firme pero agradable dice

Princesa Lin: En un momento estamos con ustedes... debo resolver este asunto
como ustedes comprenderán.....

mira a Solomon y Lydia para depsues parse de su asiento , sus doncellas hicieron lo mismo
mientras que el joven Leonard se acercaba a ellas, la princesa les sonrio y comenzo un camino hacia una fuente cercana,
pero la distancia impedia que escucharan sus dialogos, al llegar ahi la prncesa se sienta y le dice a leonard

Princesa Lin: y bien para que te envio Archer, Leonard

mira a Leonard en espera de su respuesta mientras ella juagaba con el agua de la fuente
y veia su reflejo en el agua pensando en que pronto tendria que hablar con Diva por lo de su asunto
que le molestaba un poco....pues aun no queria desposarse, pero debia hacerlo por el bien de su amado reino...
pensativa esperaba su repsuesta mientras sus doncellas veian las flores del extenso jardin que existia en el palacaio.....

por Leonard Vie Ago 27, 2010 6:33 pm

La princesa se levanto de su lugar y vino hacia mi para que la acompañara a un lugar mas privado en el jardin donde pudieramos discutir nuestros asuntos sin tener que dar explicaciones o dejar que los demas escucharan. Caminamos hasta una fuente y alli ella se sento mientras yo me quede de pie, como correspondia. Ella me hizo una pregunta que no esperaba y que a decir verdad nunca habia pensado ¿Porque me habia enviado Archer hasta aquel lugar?, me menciono que para la seguridad de ella pero ningun otro motivo en especial. Asi que decidi contestarle lo poco que sabia, por mas que no resolviera nada mas de lo que ya se habia resuelto.

-Yo fui enviado por Archer para asegurar su viaje hasta estas tierras. Al menos eso es lo que él me menciono

Dije con un tono amable mientras la observaba moviendo el agua con su mano, parecia estar pensando en otra cosa, talvez algo que no me interesara pero de todas formas era algo que me llamaba la atencion, asi que pregunte dejandome llevar por mi curiosidad.

-¿Que es lo que piensa? -Con un timbre de voz mucho mas amable, casi como el volumen de voz con el que se consuela a alguien o se pregunta algo delicado a una persona que llora-Porque es que cuando la veo esta preocupada o pensando muy profundamente...

Mi mirada parecia mostrar mas interes pero a la vez ternura, era una curiosidad que tenia, asi que sabia que ella podria no contestarla de buena manera....

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