Jardínes Interiores del Palacio

Esto es muy aburrido

Solomon no habia percibido el paso de los minutos eternos de aquel recinto que ya parecia poseer ciertos poderes magicos para manipular el tiempo a su antojo. La nobleza y caballerosidad que lo enaltecia, al igual que al resto de sus familiares tenia un límite y justo eso ya se habia acabado al momento de escuchar los murmullos de su prima, él la vio, era obvio que lucia agoviada por la eterna espera.

Prima...las formas tienen un punto maximo en el cual deben dejarse de lado...esta espera es suficiente.

Solomon clavo sus manos sobre sus rodillas levantandose justo al instante en que Lin y Leonard regresaban de la fuente. Solomon no dejando nunca su pausada voz dijo.

Princesa Lin, creo que los asuntos que tenia que tratar con la emperatriz han terminado...creo que es momento ideal para retirarnos.

Solomon vio a Lydia directo a sus bellos ojos, brindandole la mano extendida le dijo.

Prima, grande ha sido tu hospitalidad en esta tarde, pero este desplante de parte de la emperatriz no lo soportare más.

Realizó una pequeña pausa, algo le llamaba la atención, las flores del jardin misterioso se cerraban ante un frio inusual, el sol deslumbrante se ocultaba por la nubes blancas mientras dejaban que una neblina pasara por sobre sus cabezas, en realidad estaba por sobre todo roma, comenzaba a bajar rapidamente, el salon se cubrio de la niebla espesa.

Esto mismo paso en el puerto, en el recibimiento de Lin y compañia, pero que extraño fenomeno...o sera alguna señal de los dioses?!

Solomon podia escuchar un cotilleo extraño, no era de ninguno de los presentes pues parecia ser de una lengua extraña relacionada con los arabes, parecian moverse amparados por la densa niebla, el joven pudo ver algunas luces o chispas azules internandose por entre los salones, luego de eso...un profundo silencio que termino en la desaparición de la niebla, las nubes habian desaparecido y el sol brillaba nuevamente.

Sin embargo él pudo distinguir tres luces similares a las estrellas partiendo en dirección del sol, ocultandose en su brillo...habian desaparecido.

El joven senador no comprendia lo que habia presenciado, vio a los demás, no parecian extrañados por nada, al menos algunos, como si para ellos el tiempo se hubiese detenido sin ver nunca la niebla extraña. Solomon decidio no comentarlo aun, solo termino por decir a su prima Lydia.

Lydia creo que no estas segura aqui...acompañeme en este instante a villa Adriana, deseo comentarle algo.

La voz que ahora mantenia era fria, algo perdida. Trataba de mantener la ecuanimidad, de igual forma vio una de las damas de Diva.

Digale a su ama que fue grata nuestra estancia, en especial por las atenciones de su hija. Pero visto que ella no parece regresar, nos retiramos.

Solomon mostro sus respetos a la dama y vio a Lin y compañia.

No se preocupe, la emperatriz entendera, ahora devuelta al hogar.

Comenzó a caminar rumbo a la recepción, vio a Lydia esperando a que la acompañase listos para partir.

Es mo

Pasaba abandonando el corredor después de ese encuentro tan desagradable que me pudieron ofrecer precisamente Octavius y esa hispana aunque nada más exquisito podría presentarse a mi mente que la sola idea de mi querida Samantha, mordía mis labios deseosa como si estuviera imaginándome el más suculento plato de manjares sobre mi mesa y eso era la cabeza de la noble desgarrada bajo el yugo de mi propia mano. Las cortinas de seda blanca transparente ondeaban ante mis ojos indicándome que había llegado a unos de los jardines, mis pasos parecían suavizarse cada vez que me aproximaba y no fue cuando en ese instante salía uno de los sirvientes.

- Emperatriz!!..- la joven balbuceo aterrada mientras se inclinaba rápidamente, giraba los ojos harta ya que no disponía de tiempo para formalidades en ese momento- Levántate no te quiero ahora en el suelo…-agite la mano desesperada, quise avanzar pero sabían lo que tenían que hacer. Mi figura se dejaba entrever en las cortinas con tal gracia que el anunciar mi presencia estaba de más, mis cabellos eran movidos por el viento desplegando su suave aroma ante mis invitados, pude notar como la mirada de los pocos sirvientes se congelaron inclinándose al instante pero eso no evito que escuchara las palabras de ese hombre… Solomon, sin más preámbulos me acercaba a la espalda del senador tomándolo del hombro con cierta dulzura.- Se va tan pronto Senador?... -respondí de manera juguetona acariciando su brazo de forma sutil y rozando mi mano junto con la suya para pasar a sentarme directamente, observaba a mi hija mientras que alguien se disponía a servir una copa, la tomaba lentamente llevándolo a mis labios, estas se impregnaron del carmín de la bebida haciendo que reluciera más mi rostro. Suspiré profundamente colocando mi codo en el posa manos para no dejar de mirar en ningún instante al Senador que parecía marcharse.- Debo pedirle mis más sinceras disculpas senador por mi retraso… hoy tuve que atender unos asuntos que me mantuvieron ocupada.. espero no haberlo ofendido pero deberá entender que la ausencia de mi querido esposo me ha relegado a mantener nuestra querida Roma bajo mi responsabilidad… claro eso es mucho decir ya que he tenido bastante apoyo por parte del Senado…- Mi mirada resbalaba por la silueta de aquel hombre dándole a entender nuestros encuentros de manera indirecta.

El clima parecía nublarse formando extrañas nubes en la lejanía, alzaba la vista contra el cielo notando ese pequeño inconveniente pero no el suficiente como para que me retirara de mi cómodo asiento, agitaba la copa en mi mano sin dejar de jugar con ella removiendo la bebida a cada que se me daba gana, volví a fijar mi interés sobre Solomon hasta percatarme de la demás compañía… - Debo de sentirme honrada que personas de alta clase vengan a verme en este día… -comentaba ligeramente fastidiada esperando el momento en que dejaran su conversación, peiné mi cabello volviendo a mirar a Solomon, no tenía la oportunidad últimamente de encontrarnos y dialogar.

Despues de haber logrado cumplir aquel deseo que tenia desde la muerte de mi padre me di un baño rapido debido a que debia darme prisa. Mas tarde me puse un vestido nuevo e hice que quemaran el anterior debido a que habia quedado lleno de la sangre del idiota al que solia llamar hermano el cual por suerte ya habia matado, de lo contrario me seguiria dando ordenes que no estaba dispuesta a obedecer en ningun momento. Mientras me ponia el nuevo vestido estaba pensando las mil y un formas de decirle a mi melliza que su querido hermano habia muerto atravesado por una espada mas no le diria que fui yo solo diria que encontre su cuerpo, mas no disimularia la alegria que me hacia sentir el verlo muerto. Al terminar de arreglarme di la orden de que movieran el cuerpo de mi habitacion y lo pusieran en el pasillo para que terminara de desangrarse ahi mismo y que limpiaran el piso de mi habitacion para que este no tuviera la sangre de semejante desgraciado que tuve de hermano mayor. Me fui de alli despues de dejar las ordenes claras dirigiendome al jardin rapidamente puesto que aun faltaba el que le diera la fatidica noticia al senador Solomon pero el se lo habia buscado nadie me trata de cobarde o intenta darme ordenes y se sale con la suya sin tener un castigo bien planeado que podria terminar en tragedia. Al llegar vi a Diva hablando con el senador por lo cual solo puse mi mejor cara de pesar acercandome hacia ellos puesto que ya era hora de darle la noticia.

- Emperatriz no piensa decirle lo que se supo hace poco sobre la hermana del senador Solomon?...si usted me lo permite yo puedo decirle -viendo que la emperatriz asentia levemente aun fingiendo pesar mira de frente a Solomon- lamento tener que ser la que deba decirle esto pero...me temo que su hermana fue balconeada por el senador Alucard a quien le entrego su virginidad sin presedentes jurandole su amor...sino me cree puedo traerle al esclavo que los encontro en dicho acto a plena luz de la luna -dice tranquilamente mientras se mantenia viendo al senador-

Off: manipulacion de Diva con permiso de la misma

Al rato que deje las cosas en la mesa Lydia agarro un bocadillo cuando me miro a los ojos y pareciera que tramaba algo siniestro en ellos. Lin y Leonard se fueron mientras Elizabeth y Clover hablaban en un tiempo pensando que poder hacer para matar el tiempo en ese momento sentado al lado de diva viendo y escuchando todo. Paso tiempo aburrido y justo antes de que me durmiera Solomon se levanto de la silla y se despidió de Diva. Diva empezó a hablar con Solomon y a un tiempo tome conciencia y fui a decirle-Espere señor Solomon no se valla solo puede pasarle algo hasta llegar al carruaje será mejor que los acompañe ¿por las dudas no?-Le dije eso con toda confianza a Solomon a todo pulmón y algo repentino ya que no había hablado desde hace horas y nadie se lo esperaba-Bien si eso es lo que desea solo dígame-le dije con un gesto amable y sincero.Lin estaba lista y entonces esperaba la respuesta de Solomon anciosamente

Pienso
Hablo---------------------------------------------------

La retirada del joven era detenida por la resonancia de aquellos pasos tan característicos de la mujer que simbolizaba para él algo más que un simple capricho, ningún otro hombre le hubiera escuchado a ella, quien siempre se movía con el mismo sigilo de las víboras, rápidamente Diva paso su mano cerca al de él, tocándole con una sutileza excitante.

Has vuelto.

Al dar la vuelta aquellos ojos hipnóticos le daban la bienvenida, Solomon no estaba sorprendido de la acertada aparición de la emperatriz, no era la primera vez que ocurría, ella siempre se disponía a presentarse a último momento, era una de sus tantas formas de incitar la maldad en los hombres y él joven no era la excepción. Diva una dama ante la sociedad aunque no muy reconocida como tal, pero su faceta malévola era algo que pocos tenían la mala suerte de presenciar.

Arpía.

Eran las palabras que resonaban fuertemente en la cabeza del senador mientras oía la disculpa de Diva, siempre se salía con la suya.

Ofensa…je…me disculparía ante usted de solo haberlo pensado, pero no. Se bien que su deber es prioritario en ausencia de mi señor tío, el emperador.

Si nos retiramos es por la lejanía de nuestra villa, no es menester nuestro incomodarle en demasía, después de todo, los asuntos de la princesa Lin por el momento han sido satisfechos emperatriz.

Solomon sonrío placidamente posando la mirada en la emperatriz, Lydia su prima le tomaba del brazo entre tanto, el joven desde luego se dio cuenta del conflicto presente entre ambas, lo cual no le parecía inusual. Solomon estrecho más su brazo en la cual se sostenía la princesa Lydia para acercarla hacia él, se mostraba con una gran afecto por quien consideraba una gran mujer, dejo por segundos de ver a la emperatriz para posar su vista en la dulce y angelical jovencita.

Aprovecho emperatriz, para mencionarle que Lydia ira a vivir algún tiempo a mi villa, no creo que sea molestia para usted.

Lydia parecio aprovechar el instante para reafirmar lo dicho por su primo, tomando las manos de su madrastra alejándole de Solomon. Mientras tanto alguien más llegaba…Era Nia, la dama de compañía que poco antes se había marchado profundamente acongojada por la posible consecuencia de sus palabras.

Ahora mostraba un aire recuperado mostrando una careta de timidez, pesar y formalidad, Solomon por tener la posición que tenia en el senado conocía bien ese rostro causante de intrigas propio de las aves de mala huero. Su sonrisa se desmaterializo un poco en tanto la muchachita se le acercaba directamente hacia él.

- Emperatriz no piensa decirle lo que se supo hace poco sobre la hermana del senador Solomon?...si usted me lo permite yo puedo decirle

El senador no podía evitar la curiosidad de saber que noticias traía consigo la noble dama de Diva, el rostro de tristeza parecía desvanecerse ante aquellos ojos de alegría sádica que mostraba, aquel sentimiento que si bien como mujer podría ocultar fácilmente ante cualquier hombre, no resultaba con un senador que vivió casi toda su vida entre hipocresías envueltas con el nombre de “diplomacia”. Aquella centella flamígera que resplandecía en sus ojos era un detalle que le seria imposible de ocultar a una mujer.

lamento tener que ser la que deba decirle esto pero...me temo que su hermana fue balconeada por el senador Alucard a quien le entrego su virginidad sin presedentes jurandole su amor...sino me cree puedo traerle al esclavo que los encontro en dicho acto a plena luz de la luna

El joven era sorprendido ante la información acusatoria de la muchacha quien muy tranquila se lo decía aun fingiendo un pesar que poco se le notaba en la mirada. En una rápida reacción Solomon avanzo hacia la jovencita, su paso era rápido, y estando tan cerca no tardo más de un segundo, la tomo de los hombros, los demás no lo verían, pues sus ojos tan apacibles ahora mostraban una furia que solo podría percibir la muchachita de ojos feroces. La voz de la princesa Lin se logro escuchar más la voz caldeada de Solomon se pudo escuchar en todo el jardín.

Sabes lo que lamento en verdad, que ahora las damas de la clase más alta y por tanto más distinguida y valorada en este glorioso imperio ahora se dejen llevar por los chismorreos de la gentuza esclava… es indignante no solo para ti, sino para todos nosotros, pues quiere decir que no trabajamos lo suficiente.

La voz pausada de Solomon tomo un lapso mediano mientras soltaba con sutileza a Nia.

Lydia!... si tu eres un perfecto ejemplo de la mujer romana de esta nueva generación, es tu deber en el futuro el de guiarlos por el camino correcto, alejarlos definitivamente de las “desviaciones” como la ha hecho esta dama.

La imagen de Samantha aparecía en la memoria del joven, le era poco creíble tamaña aseveración, aun teniendo en cuenta el espíritu libre de su hermana. Un trago amargo paso por su garganta un par de veces para luego desaparecer, sencillamente lo tomo como un imposible, un delirio caprichoso de quien se decía dama de noble casta, solo eso. La flama de sus ojos desapareció antes de dar la vuelta, tomando de la mano a Lydia, se acerco hacía Diva.

Como bien debe saber usted, no es mi deber como caballero que soy el de brindar justo castigo a las damas de su compañía, ese poder en primera instancia estara en sus manos.

Mostró pausadamente sus respetos para la emperatriz, que desde luego era pura formalidad para ocultar la discusión que tendrían ellos después a “solas”.

Es momento de regresar a casa. Este día fue agotador para usted y para nosotros, mañana será un buen día. Me despido con el mayor de los afectos.

Una vez más se despidió de ella y aun tomado del brazo de Lydia espero a que Lin le tomara de otro brazo para comenzar su salida de palacio junto con toda la extensa compañía. Desde luego los guardias sabrían que los invitados se irían alistando desde ya los carruajes respectivos.

Despues de haberle dado la mala noticia al senador Solomon las reacciones no se hicieron esperar por parte de nadie, la princesa Lin sentia cierto desagrado por lo que decia puesto que daba una acusacion sin fundamente mas esta estaba en boca de cada uno de los esclavos de la casa del senador por lo cual no podia decirme que mentia y mas porque estaba segura de que su hermanita Samantha se lo iba a confirmar seguramente lo cual haria mucho mas dramatico el hecho que acababa de contar. Despues de eso vi a la princesa Lydia pedir permiso para retirarse del sitio a lo cual solo incline levemente la cabeza antes de que el senador Solomon se me acercara bastante rapido tomandome de los hombros con una mirada inyectada en ira dirigida directamente hacia mi a lo cual solo lo vi con indiferencia ante lo que decia sobre creer las cosas que solo dicen los esclavos acerca de lo que pasa en cada sitio cosa que no me hizo sentir ni arrepentida ni culpable, solo me hizo sentir un placer enorme al ver como el senador al fin mostraba parte de su verdadera faceta ante el publico cosa que no deberia hacer. Despues de eso me dejo con total sutileza antes de acercarse a Lydia despedirse de ella y de los presentes e irse del lugar junto con la princesa Lin quien le seguia el paso como fiel perrito faldero junto con sus guardianes a los cual solo di un suspiro aburrida antes de ver a mi melliza recordando lo otro que debia decirle mas formando una sonrisa de satisfaccion que asustaria a cualquiera.

- Nicole querida hermanita tambien te tengo una terrible noticia... -hablando aun con la enorme sonrisa en el rostro mas ahora como ya no habia nadie que la defendiera ya podia decir todo como queria- tu querido Maximo el idiota ese al que tu quieres tanto...lo encontraron muerto en los pasillos de palacio -hablando tranquilamente- es una lastima la corte no tendra otro bufon hipocrita con el cual contar -dice dandose la vuelta y comenzando a irse de alli con total tranquilidad sin esperar la reaccion que tendria su hermana-

En todo momento mi sonrisa era dedicada al único hombre que podía alegrarme ligeramente con su presencia hasta que una burla se notaba sobre mi rostro al verlos tan cercanos a ambos… mi hijastra y el senador… mordía mi labio inferior en forma de juego y desviando la mirada al mismo tiempo que me daban la noticia de que ella partiría con Solomon a Villa Adriana, mi inconformismo era demasiado pero cuando Lydia se acerco tomando mi mano pude darme cuenta que sería la situación perfecta para enterarse del escándalo sobre su queridísima Samantha ya que para esos dos aquella persona pagaría por fin con humillación las veces que inútilmente me pedía que me alejara de Solomon. La interrupción por parte de Nia no se hizo esperar cuando me pidió permiso de darle la infausta noticia sobre su hermana, detuve la copa al borde de mis labios afirmando lentamente con mi cabeza en señal de aprobación, recargaba mi cuerpo hacia atrás sin decir absolutamente nada para ver como se desarrollaría la escena frente a mí…

Suspiraba sin expresar algún tipo de emoción ya que la tristeza que pude fingir se desvaneció cuando el senador inconforme se molesto sobre lo expuesto por su hermana, era bastante lógico ya que al hablar al aire sobre la familia real ligeramente como lo pudo hacer mi dama podría incluso penarse con muerte. Algunos de los invitados ya se sentían incómodos con semejante escena que optaron por irse, todos habían ya hablado así que no hice más esperar el momento para dejarles en claro cuál era mi posición sobre todo esto. Erguía mi cuerpo dejando caer mi oscuro cabello tras mi espalda, con sutileza dejaba la copa sobre la mesa, no hubo necesidad de acallar las voces ya que cuando me dirigía todos debían de guardar silencio.

Bien es suficiente… así como ustedes también me consterno la noticia expuesta por mi dama.. yo tampoco quise creerlo pero está más que claro y en este tipo de asuntos Solomon… sabes que no me codeo con cualquier servidumbre bajo mis servicios… -miraba firmemente a Nia por la información que había revelado no fuera un simple “chisme” ya que sería la primera en caer junto con el sirviente que comento semejante evento entre Alucard y Samantha, mi voz sonaba demasiado seria para retomar un poco de aire y calmar mi personalidad casi serena…- Nia no es necesario que traigas al hombre que presencio tal acto entre el candidato a Senador y nuestra querida Samantha… la verdad caerá por su propio peso… - caminaba directamente a la entrada dándole la espalda a todos los presentes, giré mi rostro por encima del hombro, mi voz sonaba algo lúgubre pero más que eso se realzaba en tono de decepción- es una lástima que tan bella reunión tenga que culminar de esta manera aunque puedo entender el sentimiento de rabia que experimentan en este momento… -mi mirada se ensombreció directamente hacia Lydia y Solomon- esperemos que todo esto sea un simple mal entendido..

Uno de los sirvientes habría las cortinas para dejarme salir de los jardines y entrar directamente a palacio, mi rostro se volvió hacia al frente con una pequeña sonrisa de lado mostrando algo de satisfacción y no de desagrado, aun no me dignaba a retirarme pero no podía dejar de pensar que Lydia creía que la situación la mantenía ahora en su control… tal vez podía pensar que ganaría al estar viviendo unos días junto a Solomon pero le gustase o no él siempre volvía a mi lado.

Lydia… no causes tantos problemas al senador puesto que eres solo una invitada… -dicho esto finalmente me retire, si presenciaba otra escena no la soportaría y mucho más cuando se intentaba faltar al respeto indirectamente hacia mi persona.