Las calles del mercado

por Luna Lun Ago 02, 2010 2:15 am

Recuerdo del primer mensaje :

Cubría mi rostro con la capucha para disimular un poco la mascara, simplemente no me acostumbraba a no usarla, tan solo en privado o frente a algunas personas no la utilizaba. Pero bueno tampoco era la idea llamar la atención, así que nada que unos harapos no hicieran pasar desapercibido.

-Tsk…hmhmhm – Contenía la risa, ya que la mascara haría ecos un poco extraños. Pero ver la reacción de la gente a nuestro alrededor cada vez que el estomago de Enya rugía de hambre era en verdad gracioso. Aunque mejor eran esas caras que ponía de ruego por llegar a las tiendas del mercado.

No fue mucho lo que habíamos caminado cuando comenzamos a ver algunos de los puestos ambulantes en el horizonte. Pero el calor y el sol hacían el camino mas extenuante, nos habíamos alejado un poco de la brisa que traía el río. Cada vez había más puestos, más grandes, con más variedades. Por instantes me detenía observando lo que exponían en alguno que otro pero suponía que el hambre de mi amiga ya la estaría hostigando mucho. – ¿Viste algo que le apetezca al ruidoso?- inquirí volteándome, pero me encontré hablando a la nada ya que Enya no estaba allí. Dirigí mi mirada unos metros mas adelante encontrando a mi compañera ya en un puesto. –Haha que impaciente.- musité mientras me acercaba a ella a ver que había encontrado.

por Alucard Dom Sep 12, 2010 2:24 am

Una palabras bellas salidas de los bellos labios de mi amada , un ligero recuerdo del lugar al que estábamos llegando, el aroma de la miseria se hacia notar , pero aparte de eso un ligero sentir de choque entre las ruedas del carruaje y el piso ,la risa exaltada de mi amor me describe el jubilo de nuestra llegada para nuestra distracción ,.

Flori con mucha alegría avisa a su jefa que el viaje llega a su fin , asomando su cabeza le dice a su doncella que ya se había percatado del arribo , diciendo como el viaje había sido un poco aburrido mete su cabeza de regreso, guiñándome el ojo me dice que el viaje no fue nada aburrido pero poniéndose un poco seria me dice que aquí hay que cuidarnos de la gente.

dándome un delicioso beso fugas relamo mis labios y le digo

Mi amor claro que te entiendo y créeme que aquí , en estas situación opino igual que tu , debemos tener cuidado de como actuar ya que nunca se sabe quien encontraras en lugares asi , hay mi amor el estar atu lado me da seguridad y tranquilidad , fue un buena idea el venir aquí hace mucho que no recorro estos lugares.

Vaya que ironía ami que no me gustaba pasar por estos lugares y ahora me parecen tranquilos y distracciones , ironías de la vida

De un salto sale mi amada del carruaje , una gran inhalación de este aire contaminado con la pobreza y la infelicidad llena sus pulmones de mi prometida, extendiendo su mano me invita a salir del carruaje , a lo cual salgo de el con cuidado y levantando mi rostro despacio para no deslumbrarme con el sol tan intenso , poniéndome a un lado del carruaje y al lado de mi prometida escucho atento lo que dice , dando una leve sonrisa a su comentario .

Despoues ella le da indicaciones a flori para que deje el carruaje al cargo de unos soldados , mirando como flori desaparece entre la muchedumbre , me acerco a mi amada un poco mas y le digo

Señorita samantha si me lo permite quisiera ayudar a su doncella y acercarme a esos soldaduchos y hablar con ellos un momento para darles unas ordenes , no me tardare nada pero si lo prefiere podemos proseguir con nuestras actividades , si usted así lo cree pertinente

Vaya que difíciles para mi hablarle así a mi amor

Dejando de hablar espero al respuesta de mi prometida

por Pandora1 Dom Sep 12, 2010 7:29 am

Escuchando las ordenes de Samantha, decido detener e a poco el carruaje, mientras el polvillo arrastrado por las ruedas de dicho vehículo va volviendo a su lugar, el camino, dejando leves trastros de polvo en el aire, pero diminutos ratros que no molestaban para nada. El carro se detuvo, dando paso para que Samantha y Alucard puedan descender. Lo hicieron al instante que el vehiculo se detuvo. Entonces mi jefa me dio otra orden, la de aparcar el carruaje y dejarlo al cuidado de nos soldados que estaban en la esquina a unos metros. La mire y aseni con la cabeza ara luego agitar las riendas y hacer que los animales caminen hacia la direccion señalada.

Al llegar, vi a unos cuantos soldados parados si hacer nada, todos en la misma posicion, callados, y de reenten me miran, en cuanto estaciono el carruaje. Me bajo lentamente de el y me dirijo en direccion a los soldados, y le entrego dos monedas de oro a cada uno de ellos, luego me pase en frente y dije unas palabras.

-Cuiden bien de ese carruaje por favor...-

Mas tarde volvi rapidamente acia donde Samantha para asi decirle que ya estaba la orden cumplida, y que esos soldados cuidarian del carruaje blanco.

por Sheznarda Dom Sep 12, 2010 12:38 pm

La joven estafadora llegó caminando tranquilamente como si nada en el mundo le importara, estaba buscando con la vista a quien más estafar, puesto que ya tenía bastante gente que estaba ahí perdiendo su tiempo, había robado bastante, pero quería más cosas. Esperaba eso sí no encontrarse con Samantha, puesto que temía que ella la reprendiera por hacer sus malas acciones sin haberla primero invitado a formar parte de las mismas.

Mientras pensaba esto caminaba muy distraída y por primera vez en mucho tiempo se chocó contra un carruaje y todas las cosas que llevaba debajo de sus ropas salieron rodando hasta los pies de una mujer, la cual pudo descubrir al levantar su rostro y ver que era nada más y nada menos que Samantha en compañía de algunas personas, entre ellas un joven que estaba muy cerca de ella, tanto que ella podía ya presumir algunas cosas, pero solo eso presumir o suponer.

Cuando se dio cuenta de esto Sheznarda se puso a guardar todo diciendo que se lo iba a llevar al templo y se puso de pie para con total tranquilidad hacerle una reverencia a Samantha y decirle:

-Buenos son los días en los que veo a tan hermosa señora- Sheznarda sabía que cuando estaba a solas con Samantha no tenía porqué hablar de esa manera, pero en este caso había algunas personas en ese lugar y todos estaban mirando hacia donde se econtraban el los, así que no estaba de más que mostrara sus respetos hacia la dama que era su ama.- Espero no interrumpirla en sus menesteres mi señora que seguro son más importantes qeu los míos.- La mujer de cabellos rubios retrocedió unos pasos para mirar a Samantha y rogar por todo lo que había en el mundo que ella no se enojara por su conducta ligera e irresponsable.

por Vergilius Dom Sep 12, 2010 12:48 pm

Que espectáculo tan dantesco, Fye amenazandolo con su espada, Sophia la chica la que amaba delante suyo protegiendole con su cuerpo, y aún más Gelum el hermano pequeño de ellos intentando solucionar el problema de forma no violenta aconsejando a su pater familia, como si eso fuera a funcionar, el odio y rencor entre Vergilius y Fye era demasiado grande, cuando sus ojos establecían contacto visual todo lo demás desaparecia, no importaba la situación, no importaban los consejos o buenas palabras, en esos encuentros solo podían hablar las espadas o los insultos aunque estos solían ser disfrazados con irónias.

Vergilius no iba a permitir que nadie lo defendiera,el mismo se valía, así que apartó a Sophia con suavidad y él mismo se puso delante de la espada de Fye, a una distancia prudencial claro estaba, después de tres años iba a volver a hablar cara a cara con su primo:

-Veo que tus emociones hacía mi no han cambiado ni un ápice, nunca llegaré a entender tu odio hacía mi, primo, si he levantado la espada hacía ti solo a sido para protegerme pero nunca por voluntad ofensiva, pero tú en cambio la alzas una vez más contra mi, si es lo que tanto deseas volveremos a combatir, peró ya que hablas de honor como crees que quedara tu reputación despúes de asesinar al hijo del emperador delante de toda esta gente - dijo Vergilius alzando las manos y dando una vuelta como señalando la plebe que los rodeaba- quieres matarme por el amor entre tu hermana y yo? a caso crees que tras mi muerte eso cambiara? lo único que consigues con estas acciones es hacer daño a Sophia.
Por mi parte lo último que tengo ganas de hacer ahora mismo es luchar, he luchado demasiado estoy cansado, pero si tus intenciones són esas hagamoslo en privado, donde no hagamos una escena como vulgares gladiadores, en cambio si té tragases tu maldito orgullo podriamos solucionarlo como personas civilizadas, hablando.

Vergilius pensaba que no había nada más que decir, su vida estaba en parte en las manos de Fye, si su primo atacaba el se defendería aunque no era para nada honorable atacar a una persona desarmada, si por otro lado cambiaba de parecer cosa muy improbable por otra parte, todos se sentirian aliviados,quizá solo fuese una pequeña tregua, peró todos podrían dejar de aguantar la respiración.

por Astrid Dom Sep 12, 2010 3:05 pm

Tal parecía que el comentario que hice de Fye le había molestado, mi sonrisa se dibujo levemente recargándome con cariño en el hombro de Gelum, su rostro era algo amenazante pero no me daba miedo… siempre veía en tono de ternura a ese chico tan frío…

Si vas con esa cara a donde quiera que vayas solo conseguirás que te tengan miedo…-respondí con tranquilidad abrazándome cada vez a su hermano sin quitarle la vista de encima, sabía que le irritaría la forma tan confiada en que me acercaba pero poco me importaba aunque aun debía actuar la historia de no encontrar a mi “padre”. Fye me ignoro por completo retomando su búsqueda así que sin perder más mi tiempo entrelazaba mi mano con la de Gelum para hablarle un poco más…- se que tu hermano puede ser una persona muy dura pero dudo mucho que encuentre hoy a mi padre… y sé que tú me ayudaras verdad?...-apretaba con fuerza mientras le veía de forma insegura suplicándole ayuda.

De repente todo se quedaba en silencio, pude escuchar el grito de Fye llamando por el nombre de una mujer apartándose velozmente de nosotros, el sonido de un fuerte golpe no tardo en esperar para que todos se paralizaran y captar la atención de las personas que se encontraban cercanos a ellos. El joven no le dio tiempo a responderme disculpándose en nombre de su hermano por lo que alcance a ver, me quedaba quieta viendo como se alejaba para llegar hacia donde estaban todos, opte por seguirlo empujándome entre las personas hasta quedar casi de frente para presenciar como Fye amenazaba a un hombre y ahí caía en cuenta que no me había topado con cualquier tipo de gente sino que era pertenecían a la misma familia del emperador. Algunos hombres se abrieron paso dispuestos a llevarse a esa jovencita de cabellos rojizos pero alguien más entraba a escena impidiendo que cumplieran con su tarea, no sabía que pasaba realmente pero no por culpa de unas tontas disputas familiares dejaría pasar mi oportunidad de convencer a Gelum que me llevara con él.

Miraba seria la reacción de los demás, la acción injusta por parte de ese hombre era expuesta pero tratando de humillarlo a él, la gente solo murmuraba a mi alrededor y dando su opinión a mis espaldas.. estaba a punto de desesperarme e intervenir pero debía mantenerme al margen mientras podía.

Aun no puede aprender que jamás podrá ganarle al hijo del emperador…

Ssshh!! Como están las cosas estoy seguro que te escuchara… es mejor ver hasta dónde llegan ya que una vista así no se ofrece todos los días…

Lo más inteligente en ese momento sería irme y dejar que solucionaran sus problemas pero si me atrevía a hacerlo sería la última oportunidad que tendría para tener noticias sobre mi hermana y las recientes legiones de Roma. Apretaba mis labios reconociendo al hombre que había iniciado esta guerra contra mi pueblo, contuve el deseo de intervenir y tomar la misma espada de Fye para acabar con su vida en ese instante, ahora que veía las cosas más claras me hice la promesa de recuperar a mi hermana y acabar con la vida de aquellos que me arrebataron mi propia felicidad y esos serían los líderes que atacaron el reino de mi padre empezando por Vergilius…

No sólo tendría que convencer a Gelum para que me lleve con él y hacerme su amiga, tenía más en común con Fye de lo que pensaba y era necesario ganarme su confianza ya que uno de nuestros objetivos era acabar con ese hombre. Parecía que entre más intervenciones tomaban una batalla se formaría seguramente, cerraba los ojos interviniendo para acercarme exclusivamente a Fye, tomaba su hombro mientras colocaba mi mano sobre la suya y hacer bajar con lentitud su espada, acercaba mi rostro susurrando unas palabras a su oído… las dudas de la multitud se hicieron ver cuando me dirigí de manera tan “íntima”…

No es el momento de que empuñes tu espada contra este hombre… tenemos más en común de lo que crees Fye… vengo de Germania… lugar donde el mismo Vergilius salió victorioso al acabar con el reino de mi padre…-lo que decía estaba fuera de lugar, una corazonada me decía que le interesaría saber más sobre mí distrayéndolo posiblemente de lo que estaba a punto de acontecer, mis intenciones se dejaban ver claramente al querer tomar venganza..- es tu decisión…

Me retire esperando su reacción, me había expuesto como para representar una misma amenaza contra su propia familia pero debía de entender que yo solo buscaba derrocar a aquellos que comenzaron esta lucha y nadie más.

por Fye Dom Sep 12, 2010 11:05 pm

El golpe severo que le habia dado a Sophia habia sido mas que tajante, asi como mis palabras de no querer saber nada de ella, solo que la quitaran de mi vista y la llevaran a la villa donde no estuviera junto a ese hombre. Tambien fueron mis palabras en ese tono, o mucho peor contra Vergilius, no buscaba pelea, solo era una amenaza contra el. Y de seguir intentando algo con mi hermana, si que se convertiria en una pelea mucho mas seria

Mi espada estaba amenazando a Vergilius, no tenia nigun miedo de retar al mas poderoso de los generales delante de toda Roma, algunos podrian verlo como una traicion hacia el, pero para otro.. si conseguia ganarlo, eso haria que mi reputacion se alzara a lo mas alto.. ademas aun le debia una por lo de mi ojo...

La primera en interponerse fue Sophia, no soportaba ver como lo defendia, como lo preferia antes que a mi, me sentia tan humillado y traicionado que no me valia para nada que me dijera que si no estaba ya bien de humillarla a ella delante de todos. Lo mismo dijo Gelum al llegar, que no era ese el sitio para tratar estos temas, pero ellos eran niños, que sabian... precisamente alli, delante de todos, se debia demostrar quien mandaba y como estaban las cosas, que se hacian como el pater indicaba...

Callate Sophia!!! No quiero que me hables... solo quiero que te vayas... ,si este hombre no tuviera nada que ver!!! Se habria ido hace mucho tiempo de nuestras vidas... y Gelum.. no compliques mas las cosas.. y aleja a tu hermana... hazlo... es lo mejor.... VAMOS!!

Gritaba y todos se enteraban, no solo estaba desquiciado por que viera como habia encontrado a esos dos, sino que ademas tenia que aguantar como Sophia despues de recibir mi golpe, se volvia fuerte solo para defender a Vergilius, me destrozaba eso... Y no sabia que podria llegar a hacer, por eso le pedia a Gelum desesperadamente que se llevara a Sophia fuera de mi vista, no queria hacerle daño a mis hermanos...

En eso que un sujeto conocido por nosotros hizo su aparicion.. era el que siempre cuidaba de Sophia, aquel que en la noche del dia anterior se habia atrevido a hablar mas de la cuenta.. a no seguir mis ordenes despues de vivir en mi casa, y ahora se metia en un asunto que no le concernia... Le mire con mi ojo, parecia el mismo demonio con mi mirada

No dejen que se entrometa... y llevense a Sophia de una vez a la villa!

Solo venia a defender a Sophia, espere que siguiera mi consejo y me volvi a centrar en Vergilius... mirandolo con desprecio y con asco, un asco que se marcaba en mis labios...

Despues de tanto silencio por parte de el, se adelanto y aparto con delicadeza a Sophia, aprete mis labios enfurecido de como volvia a tocarla una vez mas... Y hablando dio sus puntos de vista sobre lo de mi accion, lo que solo hizo reirme de de manera grotesca...

No me vengas con esas!! Si logro vencerte mi reputacion subiria... y ademas esto que estoy haciendo... solo demuestra al pueblo quien tiene el poder... y como los lideres de familia no deben ser cuestionados. Es una leccion que no solo tu y Sophia debe aprender, sino toda Roma...

Me gire para mirar a todo el pueblo, solo con mi accion habia conseguido que todos quedaran en silencio, eso era el poder.. el temor.. y asi se ganaba el respeto frente a los demas. Con mano dura y con severidad. Asi que volvi a donde estaba Vergilius y movi mi cabeza en forma de negacion mostrando lo equivocado que estaba...

No me importa el sitio donde luchar... pero... para que no veas que no soy compasivo.. te dare la opcion de hacer esto de manera pacifica... y dialogada...

Antes de que hablara se acerco la mujer rubia, ya casi no me acordaba que nos seguia de antes, pues la habia dejado con Gelum y todo este asunto de Sophia pues le habia hecho perder los papeles.... Aun cuando apuntaba a Vergilius con mi espada, ella se atrevio a bajarla... lo que me hizo querer ponerla en su sitio.. Pero antes de eso se acerco a mi, y en su acento extraño me revelo la verdad de donde procedia y cual era su objetivo...

...Podria.. haberte lanzado lejos de un golpe.. lo sabes? Espero que mas adelante seas tan valiente... por que por ahora, te aconsejo que te retires... extranjera..

Solo le dije eso a la mujer rubia, de nada me servia ponerme tambien a discutir con una extranjera, pero lo que me dijo fue interesante, aun asi.. Vergilius aun esperaba mi respuesta y se la iba a dar... Habia guardado ya mi espada... y alce mis manos hacia ambos lados..

Mi unico deseo es llevarme a mi familia a casa... pero por supuesto no puedo dejar de lado este desagradable incidente, y si sigues empeñado en ver a Sophia, yo seguire empeñando en querer matarte, y eso le hara daño a Sophia... Asi que.. si tanto la amas, sabras que tienes que retirarte, dejar de verla, cortar la relacion. No tiene futuro, y mientras esteis juntos, nosotros dos seguiremos peleando hasta que uno muera. Por que nunca.. aprovare vuestra relacion. Y nuestras disputas.. hara daño a Sophia...

Ya estaba bastante irritado, y no soportaba hablar de manera mas tranquila con el, incluso mis dedos se posaban en mis ojos, como si la cabeza me doliera, pero debia seguir, asi que heche aires por mi boca y continue..

En resumen... deja a Sophia... y deja que se olvide de ti... Eso le hara mas feliz que ver como nos peleamos y matamos.. si uno muere pues destrozara a Sophia, pero si solo la dejas.. el corazon de Sophia podra curarse... No te parece.. que es la mejor opcion...

Decia con malicia, con maldad. Lo que pretendia era que Vergilius se retirara, dandole la opcion de dejar de hacer sufrir a Sophia, solo con el hecho de terminar su amor, por que si las peleas seguian, incluso el sabia que ella podria hacer una locura. Por supuesto hacia dado en su punto mas debil, el amor de Sophia. Asi que si tanto la amaba se retiraria sin violencia, y haciendo el menor daño posible a Sophia, y la opcion que le dejaba Fye era la mejor sin duda, pues el nunca les dejaria estar juntos, y es algo que ya debian saber...

Y para que veas lo bien que me caes... te dejare pensarlo unos dias si quieres.... primo..

Mi rostro se oscurecio... pensar en que si se negaba o actuaba con violencia estaria actuando en contra de los ideales de Sophia.. era algo que por dentro me hacia hervir la sangre de satisfacion

por Enya Lun Sep 13, 2010 12:45 am

Seguía caminando entre la multitud, de vez en cuando dejándose llevar por esta marea de gente, pero de la nada nuevamente algo llamó su atención, esta vez decidió correr más no caminar como en anteriores veces un cosmos que no sabía como definirlo si bueno o malo se hacía presente, en la lejanía se escuchaban gritos histéricos de un hombre que al parecer se encontraba reprendiendo a alguien, Enya se quiso acercar pero la multitud les rodeaba al parecer se trataría de una noble el cual provocaba dicha situación, de pronto se sintió otro cosmos uno que la lemuriana ya había sentido con anterioridad, ahora con más ganas intento acercarse más a la parte de adelante para ver aunque sea el rostro de aquella persona que poseía esa hermosa cosmos energía, al final pudo y la vio de cabellos rojos como el fuego ojos verdes como las esmeraldas y tez tan blanca como la leche parecía un ser celestial, pero su cosmos antes brillante ahora parecía triste.
- Que imbécil - aquellas palabras salieron de sus labios en vez de haberse quedado encerradas en su mente - Un hombre que no sabe tratar a una mujer no vale la pena ni para marido, ni para guerrero - dijo esto sin mediar consecuencia, ya que nunca le habían agradado este tipo de personas, a ella se le había enseñado que el hombre y la mujer son iguales, pero en aquel lugar había una larga brecha de diferencias sociales entre hombres y mujeres, aquello le parecía lamentable ya que quería decir que no respetaban ni a sus madres la mujer que les da la vida y es capaz de dar todo por ellos, inclusive su propia vida.

por Sophia Lun Sep 13, 2010 2:27 am

Ya muchas palabras se habían dicho unos a otros, la habían humillado y dado que hablar a la plebe para al menos 30 días. A pesar de que ella no era conocida en Roma, Vergilius si lo era… y que un miembro de su familia lo amenazara de esa forma y lo amedrentara en frente de toda una muchedumbre hablaba mucho de la relación que se daba en esta familia. Que se mostraran desunidos de esa forma, mostraba debilidad y no sólo eso, sino que si esa familia en ese momento hubiese tenido enemigos habría sido una oportunidad perfecta para comenzar un ataque público a la moralidad y virtud de aquellos que eran los descendientes en línea recta del Emperador.

Pero nada de eso pasaba por la mente de Sophia en ese instante. No le preocupaba lo débil que su familia se estaba mostrando, ni tampoco la forma en que la habían golpeado y gritado en público, ni menos aun la forma en que los rostros en el mercado miraban a su hermano Fye. A Sophia, lo único que le preocupaba era Vergilius. Pero sentía que hasta a él estaba decepcionando en ese minuto.

Gelum se puso a su lado y la abrazó, algo que la confundió un poco pues pensó que él también estaría enojado con ella por andar sola con Vergilius en las calles. Después de todo, era Gelum el encargado de cuidarla, aunque ese día en específico no había salido con ella así que la culpa no era de su hermano menor. El lindo hermano pequeño de Sophia miraba su mejilla con atención adivinando lo que había sucedido. La joven lo miró con algo de melancolía poniendo una de sus manos en la cabeza de Gelum para que no se preocupara por eso… ya podría ponerse algo helado luego en su rostro para que no se le pusiera de algún otro color extraño ni se hinchara. Pero aun así, viendo los ojos de Gelum, uno de los pocos que sabía cuanto había sufrido por Vergilius ese tiempo en que él había estado ausente… Sophia sólo suspiró.

De pronto, vio que una cara conocida se interponía entre los matones de Fye y ella, era nada menos que el señor Ioros que desenvainaba una de sus espadas amenazante.

- Eso no es necesario señor Ioros… - Susurró Sophia preocupada. No quería que dañaran a los habitantes de la villa sólo por ella… al menos la joven pensaba que no valía tanto como para que se lastimasen entre ellos. – Por favor… no los lastime, ellos sólo siguen ordenes…

De pronto sintió unas manos en sus costados, un contacto gentil que la apartó del lugar en donde estaba. Sin mirarla, Vergilius la movía. Sophia entendió a la perfección lo que había causado, humillar a Vergilius mostrando que ella podía defenderlo insinuando que el no lo podía hacer por el mismo. Si su primo hubiese sacado también su espada en ese instante, Sophia no se habría interpuesto, pues ambos tenían motivos para luchar y para conservar su honor, pero si… si le habría roto su corazón ver que dos personas que amaba se lastimasen uno al otro.

Fye la había mandado a callar ya, a retirarse de su vista. Era la segunda vez que lo veía perder el control, pero nunca antes le había alzado la voz. La forma en que él le gritaba hacía que le doliera el pecho, y si no lloró fue porque no le daría el gusto a aquella plebe de verla llorando. Absorbió aire profundamente pues sabía que despues de que hablara ya nada sería igual, pero era algo necesario al menos a su forma de ver las cosas. Dejó que el aire saliera de su pecho, intentando que le dejara de doler tanto sin mucho excito y tomó la mano de Vergilius para llamar su atención.

- Siento mucho que en tu primer día en Roma, por mí, tengas que pasar un mal rato. Te mereces mucho más que eso después de haber estado peleando por todos nosotros en el extranjero Vergilius. – Sophia besó sus manos y se acercó a el abrazándolo para susurrarle al oído pues no era algo que quería que nadie aparte de él escuchara. – No me importa que me haga Fye, siempre tendrás mi corazón Vergilius. No te preocupes por mi… soy más fuerte de lo que crees.

Se separó de él, lo miró a los ojos y besó su rostro despidiéndose. No iba a estar frente a Fye si él no la quería ver. Por lo mismo, dio los dos pasos que le faltaban para estar frente a él, e hizo lo único que sabía se hacía en una ocasión así…

El honor es nuestra mayor virtud.
Se dijo a si misma mirándolo a los ojos con frialdad.

Algunos podrían decir que es el coraje, pero no es así. Pues, un hombre valiente puede no tener honor, pero un hombre honorable jamás será un cobarde.
Bajó la mirada y tomó desde el suelo la tierra hecha lodo en una de sus manos y sin pensarlo dos veces

El honor acarrea consigo el valor, así como un soldado lleva consigo una espada. Uno no puede existir sin el otro. Y yo no puedo estar frente a ti... sin mi honor... perdoname hermano... perdoname Gelum... perdoname Vergilius...

- … Ignominia… - Susurró mientras manchaba su rostro con el barro para limpiarse sus manos finalmente en su ropa. - ¡IGNOMINIA! - Apuntó a Fye sus manos, poniendose a su disposición.

Así le mostraba a todos los presentes que había sido deshonrada. La Ignominia, la deshonra, la vergüenza, la ofensa personal que queda a la vista de una comunidad que la condena unánimemente… era la única palabra que pronunciaba en forma ritual frente a Fye. Era la última deshonra que podía sufrir Sophia, llenarse a si misma de barro en frente a todos, pero era la forma ritual, y siendo ella de una familia conservadora estaba tan sólo siguiendo las costumbres de un pueblo que seguía ese tipo de actos. No había nada más que hacer, así había sido educada, y aunque tal vez para el resto de sus primas que no conocían la verguenza ese tipo de actos sería incomprensibles, ella sólo podía caminar con la cabeza erguida viviendo en honor. Fye la había deshonrado golpeandola, y aquello había sido su perdición.

Se puso de pie y sin mirar a nadie comenzó a caminar, sin rumbo ni dirección. Pasó entre todos con la mirada al frente… pues ya no tenía donde ir a menos que su pater le quitara la deshonra de sus hombros eventualmente, por lo mismo...Sabía que si se deshonraba de esa forma ya no habría mas peleas pues Fye no la podría volver a admitir en su hogar y Vergilius jamás podría casarse o amarla. De una forma públicamente humillante, Sophia había solucionado finalmente el problema entre dos primos hermanos. Ahora sólo la ruta de la calle le aguardaba su destino, pues Fye había dejado claro que no quería volver a verla y de ser así, no podía mirar hacia atras.

por Gelum Lun Sep 13, 2010 6:42 am

Fye me ordenó que me sacara de allí a Sophia y eso era lo que me dispuse a hacer, pero entonces la chica que encontramos se acercó a él y le susurro algo, mi hermano parecia algo molesto, pues la amenazó con revolotearla de un golpe ¿tendira que ver con lo que me dijo a mi de buscar a su padre? En cualquier caso ahora Ioros plantaba cara a los soldados de Fye. Sophia le indicó que no era necesario todo aquello, mientras tanto Fye y Vergilius continuaban consu disputa.-Ioros, mi hermana tiene razón, no creo que esto sea necesario ni mucho menos , solo provocará que esta situación se complique mas, estos caballeros no harán nada de daño a Sophia, todo lo contrario la sacaran de aquí...se lo mucho que quieres protegerla, pero ahora mismo eso no es necesario...solo es un...leve...problemilla familiar...y En ese momento oí como mi hermana gritaba, me giré y la vi echandose barro por lo alto.-Sophia!! Ella se puso de pie y salió de allí parecia realmente ofendida, aquello para ella debio ser una gran deshonra pues habia echo aquel extraño ritual y habia dicho auqello de ''ignominia''. No podia soportar verla así, hasta ahora Sophia solo mostrba una pequeña sonrisa melancolica cuando se entristecia al hablar de Vergilius...pero esto...me destrozaba, no podia ver a mi hermana caminando de esa forma por las calles, como si estuviese a merced del viento sin rumbo alguno. Así que fui por ella, no podia dejarla sola.

-Fye ...yo iré por ella no te preocupes.

Despues de decirle esto a mi hermano salí corriendo hasta alcanzarla.-Sophia...no...te hagas esto por favor... Miré a mi alrededor y vi como la gente cuchicheaba y miraba a mi hermanita , con su rostro lleno de barro.-Salgamos de aquí...esta gente ya ha tenido suficiente drama por hoy... Cogí a Sophia del brazo y la llevé a uno de los callejones que habia por allí, por los que pasaba mucha gente aun, que entraba al mercado o salia de él, pero habia mas intimidad.-Sophia...¿no pensarias abandonarme? Quien me contaria esas leyendas cada noche , ¿eh? ¿A quien acudiré cuando me sineta triste? Hermanita...por favor...trata de calmarte y volvamos a la villa...¿te parece?

Yo y Sophia quedamos en aquel callejón , mientras tanto, fuera , Vergilius y mi hermano seguian con su discusion y todo miraban con curiosidad aquel alboroto.

por Sophia Lun Sep 13, 2010 2:48 pm

Sophia caminaba en línea recta sin pensar realmente donde iría solo alejándose de la mirada de todas esas personas que habían visto como había perdido el derecho de mantener siempre su cabeza en alto. Sentía como el lodo se endurecía lentamente en su rostro por perder su humedad, aquellas líneas que habían pintado sus dedos sobre su mejilla con barro para ocultar su cara enfrente de Fye. Su pater no la quería ver y con barro había ocultado su rostro… era la forma en que le habían enseñado las mujeres debían obedecer. Aun sabiendo que aquello podría resultar extraño a algunos que ya no creían en las antiguas tradiciones y solemnidades… ni mucho menos en los rituales. Ella venía de una de las familias sobre cuyos huesos las colinas de Roma se habían forjado, la ciudad que iluminaba el mundo… tenía que seguir honrando a sus antepasados que habían sacrificado tanto para guiar a Roma al lugar en donde estaba ahora.

De pronto sintió una mano en su hombro que detenía su camino. Se dio vuelta confundida de que alguien se atreviese a tocarla cuando vio de pronto a Gelum junto a ella. De inmediato dio una paso hacia atrás para que no la tocara pues no quería que su hermano menor fuera manchado con su deshonor.

- Antes de que muriera nuestra madre me dijo… “honra a tu hermano y crece para ser una mujer de bien… una mujer virtuosa”. ¿Cómo podría volver a mirarlo después de que me golpeó frente a todos deshonrándome Gelum? Él me dijo que no quería volver a verme…

Sophia miraba al vacío. No tenía valor para mirar los ojitos tiernos de su hermano menor y negarlo ir con él, pues con su mirada generalmente Gelum conseguía todo lo que quería. Pero en esa ocasión, al menos en la mente de Sophia, no había vuelta atrás. La mejor forma para evitar pelear innecesarias entre su hermano y su primo era ella desapareciendo del panorama, pues era por ella básicamente que ellos no podían arreglar sus deferencias. Como había dicho Fye, él nunca permitiría que ella estuviese con Vergilius y fuera su mujer, y al mismo tiempo, sabía que eso no detendría a Vergilius en caso de que quisiera hacerla su esposa. Había derrotado a los bárbaros… un obstáculo como Fye no debió ser mucho a sus ojos. Por lo mismo habiendo sido deshonrada no podría ser la mujer de nadie ni estar bajo el techo de Fye… lo único realmente que le quedaba era unirse como virgen en el templo de Vesta.

- Fye es mi hermano, mi padre y mi dueño. Me ha repudiado enfrente de toda Roma. No hay mucho más que hacer… ¿Entiendes eso Gelum? Que estés cerca de mi habla mal de ti en este momento. Vuelve con Fye… y se un hombre de bien, honra a nuestros antepasados y ama a los dioses.

por Ioros Lun Sep 13, 2010 3:32 pm

No fueron las palabras de Fye que hicieron bajar la espada de Ioros, las palabras de Sophia habían entrado en sus oídos y esas mismas palabras habían hecho bajar el arma al militar, en todo momento desafiante Ioros enfundó el arma, en esa escena el tiempo parecía haberse detenido en un corto espacio de tiempo sucedian muchas cosas, el joven vio como Sophia se iba agachando hacía el suelo, un destello paso por la mente del joven recordando cuando en su época de estudio su família le inculcaban las tradiciones más antiguas, no era posible que ella lo hiciera, Ioros quería gritar que no continuara peró no salían palabras de su boca, entonces sucedió el joven escucho esas palabras tan terribles para los que conocían las tradiciones: Ignonimia Ioros bajó la cabeza dando un suspiro, ahora no había marcha atrás, la joven había aceptado la deshonra públicamente.

Ioros se había quedado petrificicado, Sophia se iba, no podía dejarla sola, ella no conocía Roma, peró Gelum se le adelanto y salió corriendo detrás suyo, sería que se estaba haciendo viejo?, en tal caso lo siguió al pasar frente a Vergilius asintió con la cabeza, no hacían falta palabras, encontró a los dos hermanos en un callejón, Ioros no escuchó toda la conversación, solo la parte dónde Sophia anunciaba su decisión de hacerse vestal, entonces fue cuando el joven militar intervino diciendole:

-No hagas cosas de las que té puedas arrepentir, ese és un camino que no tiene marcha atrás. Se que no soy nadie importante peró me gustaría ofrecerte mi casa, les he hablado mucho de ti a mis padres durante estos tres años, y estoy seguro que te acojeran como a la hija que nunca tubieron, no quiero que eches a perder tu vida, aquí podrías hacer la vida que antes no podías.Por favor piensatelo.

Luego dirigiendose a Gelum y poniendole una mano sobre el hombro le dijo:

-Será mejor que regreses ahora con Fye, y tambien quiero decirte a ti que si tu hermana acepta mi propuesta, tú siempre téndrás las puertas abiertas para irla a visitar, serías nuestro húesped con todos los honores.

por Gelum Lun Sep 13, 2010 4:47 pm

Mi hermana era la personificaicon de la tristeza, jamas la vi con tanto pesimismo encima, me entristecia mucho oir auqellas palabras, me atravesaron y me hicieron muchisimo daño no podia soportar verla de aquella manera, realmente sentia dolor comencé a aquiriciarle su carita llena de barro. Sentia dolor despues de oirle decir que estar con ella seria una deshonra para mi. Mientras la acariciaba la miraba dulcemente a los ojos, pero parecia querer evitar mi mirada.-Hermana...no me importa si esto me deshonra...no creo que sea una deshonra, pero de todas formas no me importaria llenarme de barro por ti...todos tratamos de caminar en esta vida en linea recta, con pasos firmes, pero tarde o temprano nos desviamos del camino, y cuando nos damos cuenta..estamos revolcandonos en el barro...pero basta con ponerse de pie y seguir caminando...el barro se secará y se caerá tarde o temprano. En ese momento, rasgué el barro de la cara de mi hermana, ya seco, desprendiendo parte de él y la sonrei. -Me dices que sea un hombre de bien ¿pero puedo serlo dejando a mi hermana sufrir? Jamas me podria llamar hombre si hiciera eso. Me dices que honre a nuestros antepasados, pero los veo a todos a traves de esos ojos tuyos, veo la decisiónde nuestra familia, nuestra firmeza y nuestra determinación, veo nuestro valor...Me dices que ame a los dioses, pero tu eres mi diosa. Por ti rezo y a ti te adoro, por ti haria todos los sacrificios que hicieran falta...

En ese momento Ioros llegó al callejón, le dijo a Sophia que se pensara bien que hacer ya que luego no habria vuelta atras. Luego me puso una mano en el hombro y le propuso a Sophia que fuese a su casa a vivir, sin duda alguna, cuando Gelum imaginaba a Sophia en la casa de Ioros la imaginaba sonriente y feliz...alli podria serlo seguramente, ademas Ioros me permitiria ir siempre que quisiera. Pero...¿que pensaria Fye? Miré a Ioros y le sonreí-Ioros, como sabe , tiene usted todos mis respetos y e sun honor para mi saber que tengo las puertas abiertas si algun dia decido ir a su casa...Pero le di la palabra a mi hermano de que volveria con Sophia, ademas...no quiero parecer egoista...pero...no me imagino en la villa sin ella...claro que tampoco me imagino la villa con ella triste allí...por otro lado...ya no soy un niño...o eso intento,..quiero ser un hombre, un caballero...y un caballero debe avergonzarse si sus actos no estan al nivel de sus palabras, por otro lado un caballero debe tener ideales, pero ha de ser flexible...la verdad me pone en una situación complicada Ioros... Estaba realmente confuso, jamas habia tenido que tomar decisiones así de importantes...-''La vida es una decision detras de otra...pero no debemos tomarnoslo muy en serio...ya que es solo una prueba''...o eso lei una vez. No se que hacer...realmente no lo sé...Sophia...no...dejes qu enadie decida por ti , ni siquiera yo...si Fye se decepciona al volver yo sin ti, es mi culpa por dar mi palabra tan a la ligera...así que asumiré mi responsabilidad...Pero es tu vida y nadie tiene derecho a elegir por ti...Si quieres ir con Ioros...te echare mucho de menos y te desearé buena suerte...si en cambio prefieres volver como siempre a la villa con tus hermanos...entonces...estaré impaciente por saber que mito me contarás esta noche. Al decir esta spalabras, Gelum agachó la cabeza, pues sus ojos se llenaron de lagrimas, pero luchaba porque esta se quedaran ahí, y lo consiguio con muchisimo esfuerzo, no derramó una lagrima. Ademas, por si fuera poco, estaba preocupada por la chica rubia, la habia dejado allí detras con Fye y Vergilius...se snetiria incomoda, ademas Fye le soltó una amenaza...pobre chica...en cuanto tuviese la oportunidad volveria a su lado...despues de todo, es a mi a quien le corresponde protegerla.

por Astrid Lun Sep 13, 2010 5:59 pm

Seguía parada entre ambos pero con más cercanía a Fye, veía por encima del hombro a Vergilius hasta que las palabras de ese hombre mostraron cierto interés en lo que le había dicho porque bien pudo apartarme de un solo golpe como lo hizo con su hermana. Mis ojos se dirigieron con decisión a su rostro sin mostrarle miedo alguno ya que si perdía la vida por tal falta de respeto importaba casi poco por querer lograr mis propios objetivos…

Te digo lo mismo… podrías…-lo reté con la misma forma tan tranquila y apacible que me caracterizaba, sabía que esa amenaza podría ser la apariencia de no delatarme y tratar más adelante conmigo pero desvío ahora la atención a Vergilius pidiendo de una manera cruel que se apartara de su familia y de su hermana. Aunque toda la humillación que se había creado para relegar a la pobre jovencita estaba cobrando sus facturas puesto el gran amor que le tenía a ambos le destrozaba al tener que tomar una decisión, incluso sin conocer las tradiciones romanas sabía a la perfección el significado de esa palabra, apenas me aparte levemente observando cómo manchaba su rostro del lodo que se encontraba bajo nuestros pies. Mis ojos miraban con cierta tristeza aquel acto que a pesar de ser humillación se convertía en algo más que honorable, por mucho que me apartara de juzgar a las personas no pude evitar pensar que Fye estaba siendo cegado por el desprecio que sentía hacia su enemigo hiriendo como él lo decía “el mayor de sus tesoros”, la chica pasaba bajando la cabeza… no sabía si lo correcto era acompañarla pero solo sería una simple desconocida para ella.

Dando un paso hacia atrás le permitía el paso concediendo tal vez su único deseo de salir de ese sitio con el resto de dignidad que quedaba, la gente ya no solo murmuraba sino que sus ojos desfilaban en el trayecto que seguía Sophia para desaparecer, no se hizo esperar y los hombres retiraban sus espadas mientras salía a carrera Gelum para alcanzar a su hermana. Todos se marchaban pero aun quedaba pendiente la disputa entre esos hombres. Un dolor más que punzante se presentaba al costado de mi abdomen, me desplomaba cayendo de rodillas cogiéndome con una de mis manos para contener esa molestia, asustada sentía como el calor se derramaba asomando por mi vestido y teñirlo de un suave carmín manchando intangiblemente mi mano, me apretaba como más podía pero no pude evitar sacar mi mano y verla cubierta con parte de mi sangre, apretaba mis labios mientras que no se tardo en escuchar el grito de la gente casi horrorizada por lo que me estaba ocurriendo. Furiosa jamás imaginé que una de las heridas se abriera debido al sobre-esfuerzo de no haberme tratado apropiadamente y empecinada a desviarme todo por obtener información sobre la localización de mi hermana, ~~Si sigo así moriré desangrada~~

Ahh!!! Por los dioses!!!.. Esta sangrando!!..

Al escuchar semejante cosa la gente comenzó a tener pánico puesto los que no alcanzaban a ver atribuyeron que la vida de alguien estaba siendo cobrada en esos momentos, los más cercanos trataban de explicar que no sucedía nada pero el alboroto era tal que no esperaron y algunos prefirieron huir antes de caer en la posible ira de esos dos.

por Samantha Lun Sep 13, 2010 7:25 pm

Admiración era lo que tenía aquella dama, pues tan hermosos paraje que se esbozaba, Flori hacia caso a las órdenes dadas por Samantha, mientras Alucard, dialogaba un pedir de permiso para ir donde los soldados yacían perdiendo el tiempo, Samantha con su mano sostiene sigilosamente unos cuantos dedos de su amado prometido para tan soplo decir:

-No te vayas… Además joven Alucard (cerrando los ojos pues le costaba habar así) Flori ya regresa mirad entre la aglomerada callejuela ahí viene aquella mujer, acostumbrémonos a tal bullicio, además, es un reto que le puse a mi sirvienta, si demuestra determinación, créeme que ganara mucho ante mis ojos, por favor espere y vea de que va todo esto.

Culminaron sus palabras y le soltó sus dedos, pues llegaba Flori avisando que había cumplido las órdenes de Samantha, tal mujer le sonríe y le dice:

-Muy bien niña…ahora a buscar a su hermano, que espera vaya mientras nosotros nos distraemos un poco, cualquier cosa solo grite y ahí estaremos, pues en sigilo y distancia le seguiremos, que espera vaya… y recuerde que le deseo suerte en su búsqueda anhelosa…

Distrayéndose por brevedad pues a no tan lejos una jovenzuela rubia, chocaba estúpidamente con la parte trasera de un carruja estacionado repentinamente, ciñendo su frente Samantha estaba callada, pues aquella figura se le hacia muy familiar, segundos después de entre sus ropajes objetos valiosos caían de a montos algunos rodaron hasta los pies de tan importante mujer, suspirando y llevándose la diestra ha su frente, pues ya sabia de quien se trataba, mas al momento de que aquella apenada damisela hablaba excusando todo objeto que portaba, la rubia se acercaba ha Samantha dando sus respetos y alabanzas, por lo que aquella sonríe y dice:

-Y los días son perfecto para mi, cuando tengo a tan hábil e inteligente mujer frente a mi, buenas tarde mi niña Sheznarda, tal parece que tu corazón bondadoso una vez mas se expone ante el publico, pues como decirlo, no todos dan hermosos collares de plata a los dioses como atributo (diciéndolo con un leve tono de ironía) aun así, me da mucho gusto que mis ojos te vean mi niña…

Dejando atrás Alucard para que este no escuchara las palabras que proclamaría en secreto con aquella dama, caminando rápidamente, llegando a donde la embustera esta parada yacente esperando una reacción de su ama, la cual le toma la diestra entrecruzando sus dedos con los de Sheznarda y aplastando sus nudillos un poco fuerte, demostrando su leve enojo, mientras se acercaba a su oído y le susurraba:

-¿Que haces mujer? Ten mas cuidado con lo que haces, si te atrapan por segunda vez yo no te voy ha defender, recuerda que si vas ha ser tus juegos habilidosos con cuidado… con cuidado, no quiero perderte por un descuido tuyo, recuerda que tus atributos son indispensables para mi, no cualquiera tiene tan excelente habilidad, recuérdalo Sheznarda, recuérdalo por el respeto que me tienes… solo te pido que te abstengas de robar este día, Mirad al joven que viene con migo, su nombre es Alucard y es alguien demasiado importante para mi, ten recato y te recompensaré apenas lleguemos a la villa…¿te parece un buen trato mujer?

Dándole un último apretón a su delgada mano, Samantha le suelta y le sonríe con los ojos entrecerrados mientras daba media vuelta, y aunque estaba un poco molesta por lo que Sheznarda había hecho no la regañaría, diciendo:

Joven Alucard venga le quiero presentar a una mujer que aprecio yo demasiado, su nombre es Sheznarda, es una de mis confidentes… venga…venga…que esta mujer siempre tiene una historia entretenida que decir…
Extendiendo su brazo esperando a que el llegara, ladeando su rostro le susurra unas últimas palabras:

-Si piensas robar hoy…mas te vale que no este cerca de nosotros, aunque… quisiera que en estos días bajemos a estas calles en la noche para que me enseñes detalladamente tu arte, recuerda que esa fue la condición para que te dejara vivir, jajaja… ahí viene guardemos silencio y ya no nos secretemos, ajaja…

Pero antes de que Alucard llegara escucho la servidumbre que pronunciaba constantemente tres palabras esenciales en sus diálogos: Problemas, Fye, Vergilius, reduciendo que si aquellos estaba y si fuese así, en una situación bochornosa uno cuarto se esbozaría de por medio, sin mas ni menso su querida prima Sopia, Samantha no quiso indaga ya en eso, si se encontraba con la familia que mas hacer si no que saludarlos, pero si le ignoraban que mas hacer que contestar aquel ignore con uno igual, si lo hacían era por sus razones personales que Samantha no escudriñaría, suspirando espera a que Alucard llegara al lugar, mientras observaba si Sheznarda se comportaba como debiera de ser…

por Sheznarda Lun Sep 13, 2010 9:43 pm

La probre Sheznarda hubiera gritado del dolor cuando la mujer a la que llamaba amiga suya le apretó los dedos con tanta fuerza que parecía que quería rompérselos; sin embargo ya Sheznarda estaba curada de espanto con las lesiones a los mismos que siempre antes de salir los cubría con cierta cantidad de anillos que lograba mantener en su sitio con una tira roja y unos guantes cubriendo sus manos, de esta forma se salvaba de cosas como esas.

Escuchó claramente como Samantha le decía que estaba con alguien muy importante y que ya no iba a salvarla si hacía alguna tontería, cosa que no le sorprendió para nada, puesto que sabía de sobra que cuando a Samantha le gustaba un joven ella hacía todo lo que estaba a su alcance para impresionarlo.

-Oye calma mujer que no haré nada aún- dijo Sheznarda mientras terminaba de acomodar sus cosas y se arreglaba el cabello para luego decir en voz baja al oído de Samantha- Solo no me lastimes las manos que son los instrumentos con los que me ayudo para mi trabajo.

La mujer de cabellos rubios trató de huir de aquel lugar cuando Samantha se volteó, pero lejos de poder hacerlo tuvo que quedarse puesto que su amiga ya la estaba presentando como su confidente y otras cosas más que a ella le parecían traídas de los cabellos; era simplemente una locura presentarla como eso, pero pensándolo bien, decidió quedarse en ese lugar, puesto que ya había gente por ahí buscándola por todos lados, se le había pasado un poquito la mano con sus estafas y robos.

-Mucho gusto señor- dijo Sheznarda haciendo una reverencia para luego icorporarse y mirarlo detenidamente. No cabía duda de que su amiga tenía un buen gusto para los hombres, pero como no era el momento ni el lugar indicado para alagarla por eso decidió decir- La verdad no tengo ninguna historia divertida el día de hoy... Pero seguro podría contarles alguna historia tétrica de esas que les pondrían los pelos de punta, sobre algo que pasó aquí mismo en el mercado- dijo la estafadora sonriendo alegremente mientras ponía las manos en su cintura.

Luego de pensarlo un poco y rogando que Samantha la dejara ir dijo con voz sonora a su amiga y confidente- Seguro no estoy interrumpiendo nada? Porque si estoy estorbando puedo irme si así desea señorita- Sheznarda hizo otra reverencia y rogó dentro de sí misma que Samantha la dejara marcharse para poder dedicarse a sus robos del día, pero por algún motivo sentía que eso no iba a poder ser.

por Alucard Mar Sep 14, 2010 1:43 am

Escuchando como mi prometida me dice que no vaya asta donde los soldados ya que flori ya esta de regreso ella le vuelve a dar indicaciones alejándose prontamente de nosotros se pierde en el tumultuoso oleaje de personas , quedándome asolas con mi amada esperando saber cual seria el rumbo a tomar .

En esos momento cuando me disponía pronunciar palabra una imagen de una chica rubia se ve a lo lejos , atolondrada y poco precavida , como si estuviera huyendo y con cautela , pero su poca atención hace que choque contra la parte trasera de un carruaje , llevandome la mano a ala cara hago un gesto de lastima hacia la joven .

Mi amada la mira con gran profundidad ya que recogiendo todos los artículos que se le cayeron al chocar llego asta los pies de mi amor , dándole sus respetos y alabanzas , mi prometida la levanta tomándola de los dedos aparentemente apretándolos asiendo que en su rostro se dibuje un cara de leve dolor a lo que pienso

Mmmm me párese una pena que haya chocado pero si no hubiera dado tal explicación de su actuar diría que esta robando , pero mi amada la conoce y creo que es otra de sus damas de confianza así que debo ser discreto en lo que voy a pensar

Separándose levemente de mi se acerca a la joven , mirándola extrañado trato de acercarme un poco mas para escuchar lo que dialogaban , pero me es imposible por la gente que había en ese momento, fueron solo unos omentos , pero me parecieron horas las que estuve lejos de mi amada , mientras trataba de seguir mi camino me detengo en un puestesillo que me llama la atención sin dudar me acerco y al observar lo que había no dudo en comprar el objeto que me llamo mi atención.

Tomándolo lo meto entre mi toga para que mi amada no vea lo que es , siguiendo mi camino una sonrisa de alegría se dibuja en mi cara mi caminar es mas pronto y mas apresurado para llegar asta donde esta mi prometida , llegando al lugar ella me presenta a su dama de confianza llamada sheznarda diciendo que ella tenia una gran habilidad para narrar historias increíbles , una joven a mi parecer algo curiosa en forma de hablar ya que me habla con mucha formalidad pero no como lo hace flori ella tiene una peculiar forma de dirigirse hacia mi como si me estuviera analizando ,ya que sus ojos se posan en mi ,mirándome completamente como juzgando a un pedazo de carne .

Hola mucho gusto señorita yo soy el senador alucard , tal como dice su ama la señorita samantha, y no se preocupe por no poder contarnos una historia ahora mismo sera mas tarde si así lo prefiere su ama , espero que sea cierto que puede contar historias buenas ya que me gusta escuchar narraciones que me entretengan eso me distrae .

Y su compañia seria grata para nosotros pero si su ama le da otras indicaciones pues debe atenderlas , por que son y deben ser su prioridad o usted que opina señorita samantha .

M que sera lo que me observa , por que me ve con tanto detenimiento , bueno esa mirada yo la conozco por es igual a la mia esta analizandome y juzgando bueno no importa no me quita nada , pero si me extraña su comportamiento anterior de nerviosismo

Esperando la joven la respuesta de su ama , me acerco un poco mas a mi amor y susurrando en su oído le digo unas frases.

Te tengo una sorpresa espero te guste , pero deberás esperar a volver al carruaje para que te lo entregue , solo te digo que es casi tan bello como tu , pero nunca podrá igualar tu belleza ya que es única , y perdona mi imprudencia pero me muy difícil hablarte y tratarte como antes , pero me esforzare mientras sigamos con esta actuación que te párese.

¿ que va a hacer con tu dama ?

Espero le guste mi obsequio y mas aun espero no se moleste por mi imprudencia

Fueron solo unos instantes lo que perdí en decirle todo esto , y mas aun su dama no se dio cuenta ni escucho lo que dije por mas que se esmero en alzar sus oídos para tratar de escuchar mis susurros , y justo cuando mi amor le iba a dar indicaciones a su dama , una ola de gente se deja venir en aparente angustia una disputa se estaba librando y entre las palabras de los esclavos se podían escuchar los nombres de fye , vergilius y de sophia .

Tomándola del hombro por un instante le digo a mi amada

Vaya párese ser que hay un pequeño altercado con sus familiares señorita , pero que eso no opaque nuestro andar sigamos esto suele suceder asta en las mejores familias de roma y seria una imprudencia de nuestra parte meternos sin saber las causas de la disputa , sera mejor que ellos arreglen sus diferencias por su parte , no lo cree señorita y si nos los encontramos saludemos si no nuestro silencio sera bien juzgado o usted que piensa señorita Samantha

Dejando de hablar me paro a un costado de mi amada esperando la respuesta de ella y el actuar de su doncella

por Sophia Mar Sep 14, 2010 1:51 am

A pesar de que se había alejado de todos para evitar seguir sintiendo vergüenza, y a pesar de que en ese momento hubiese deseado que la tragara la tierra para que sus ancestros no la vieran sumida en tal deshonra… las personas con quien más había compartido los últimos tres años de su vida la siguieron por la ruta sin destino que estaba caminando. Primero Gelum, luego llegó el joven Ioros que con palabras muy amables intentó guiarla y hacerla entender la gravedad de su decisión.

- No es una opción señor Ioros, mi hermano me ha repudiado públicamente. – Respondió con una sonrisa melancólica. – Y aunque agradezco muy sinceramente su invitación y en otras circunstancias me habría encantado visitar su casa y a su honorable familia, no podría traerles la deshonra de mi presencia bajo la tacha de la ignominia. – Sophia bajó la miraba y bajó su cabeza en señal de agradecimiento, sonrojándose por la vergüenza de que la vieran con barro en el rostro y aun así estuviesen ahí con ella siendo tan amables. Pero ella sabía muy bien que no podía acogerse en la casa de nadie que fuera decente y virtuoso, no de la forma en que Fye la había humillado. - He aceptado mi vergüenza públicamente y ahora sólo me queda esperar a que Fye me de un destino cuando desee verme si es que así ha de ser.

Fue entonces que con su cabeza agachada sintió como la manos de Gelum le levantaba el rostro, sin importarle el barro.

- Gelum… Se que ahora no lo entiendes hermano, eres tan joven y tan inocente en tantos sentidos. A lo mejor te falto una mejor figura materna que yo…alguien que te enseñara... todo lo que yo misma he fallado en practicar.

Sus manos acariciaban el rostro de Gelum. Tenía tanta fe en que él sería un gran hombre algún día, se había esmerado tanto para que su crianza fuera balanceada, que aprendiera el arte de la espada como todos sus antepasados y también las costumbres que regían la vida de cualquier hombre honorable en Roma. Le había pasado todos los conocimientos de las virtudes de un hombre Romano y priorizado en que diera la talla viviendolas. Había intentado darle todas las herramientas para saber como sobrevivir en una sociedad donde todos eran víboras esperando devorar a la presa mas débil, donde todo era traición y muerte. Había intentado que su hermano se fuera haciendo un hombre implacable al igual que Fye, pero su corazón era tan bondadoso y tan puro… que a veces temía que no hubiese logrado su objetivo de volverlo una roca en la cual su familia pudiese apoyarse. Ella veía a jóvenes como él siendo devorados por Roma y su política día a día… y ellos que eran blancos de criticas, luchas y traiciones, debían estar preparados para saber afrontarlas.

- Ya que diste tu palabra de que volvería a casa, puedes estar tranquilo enano. Caminaré hasta la Villa y esperaré afuera de la casa en mi deshonra a que Fye decida que será de mí. – Tomó su rostro y le besó la frente apegándolo luego a su pecho, dándole un cálido y largo abrazo. – La Villa es mi hogar y ahí estaré aunque no se me permita más entrar en la casa o hasta que Fye me venda como esclava por mi insulto hacia él. ¿Esta bien? – Lo miró a los ojos y le sonrió nuevamente, siempre solía hablarle con mucha dulzura, como si ella fuese su madre, pues se sentía responsable de su pequeño hermano. – No cuestiones nunca lo que Fye decida pues él es nuestro padre y la persona más sabia que podrías llegar a conocer. Aprende siempre de su fortaleza y espíritu. Requirió mucho valor por parte suya seguir la tradición y golpearme frente a todos, esa es la forma en que le demuestra a Roma que no es un hombre que se pueda tomar a la ligera y que ni si quiera tiene piedad con su propia familia. ¿Entiendes eso no? ¿Entiendes que al haberme lastimado así, también intenta proteger el honor de nuestros ancestros? Por ello, vuelve con él y dile que estaré esperándolo y no deshonraré más su presencia en público, para que nadie lo vea conmigo ahí. Vergilius por la otra parte, para él habría sido facil sacar su espada y luchar por mi honor contra Fye, pero se controló aun cuando nuestro hermano estuviese insultandolo. Eso lo hace un gran hombre y un gran lider, pues piensa y no se deja llevar por el instinto. Si se hubiesen retado mutuamente, estaríamos enterrando a uno, y en cualquier caso tu y yo estariamos en peligro. Si Fye muriera, quedariamos completamente desamparados y nunca podría si quiera volver a mirar a Vergilius a los ojos, lo cual sería como darme muerte en vida... y si Fye matara a Vergilius, sería un acto de traición, repudiado por todo el pueblo y lo buscarian para matarlo y a nosotros se nos crucificaría o algo peor. ¿Ves pequeño? Esa es la forma en que actuan los grandes hombres, y la forma en que debí actuar yo para evitar todo eso. – Se separó de él y la peinó con los dedos su cabello blanco, algo que usualmente hacía. – Ahora ve con Fye… no se te olvide que no importa lo que haga, debes amarlo y respetarlo pues es tu hermano. Así como lo amo y respeto yo, lo suficiente como para caer en esta desgracia. Y Vergilius tiene tu sangre, por lo cual sin importar lo que haya hecho en el pasado, nunca debes olvidar, que siempre buscará protegerte. Somos despues de todo una familia...

Sophia les dio la espalda a ambos y siguió su camino por las calles del mercado, intentando salir de estar para ponerse en marcha por las rutas de los valles que llevaban a la villa ubicada en el valle mas hermoso de todos, el valle dulce.

por Gelum Mar Sep 14, 2010 8:16 am

-Si asi lo deseas... Dije mientra smiraba como mi hermana salio del callejón y se iba con el mercado, volveria por si sola a la villa.-Ioros...le agradeceria muchisimo que la acompañase...que una mujer joven recorra sola los caminos...yo iré a informar a mi hermano de lo ocurrido Salí del callejón y me dirigi hacia el gran bullicio que se habia formado , entonces fue cuando empecé a oir gritos y a ver gente coriendo despavorida por todas partes, no pude evitar alarmarme...¿se habrian matado entre ellos? Corri en dirección opuesta a la gente, y entonces pude ver a la chica del pelo rubio, snagrando, abri los ojos de par en par al verla así, se le habria abierto la herida que tenia. Corrí hacia ella y me arrodille mirandola. -Señorita!...¿Que le ha pasado? Miré a los lados y luego volvi a mirarla a ella...-Trate de levantarse...buscaremos un medico La cogí por los hombros y traté de levantarla, pero solo parecia hacerle mas daño, así que me quedé mirnadola y dudando durante varios segundos miré hacia los lados con los ojos y me sonrojé...finalmente me agaché y coloqué un brazo por debajo de sus piernas y otro por encima de sus caderas, entonces con mucho esfuerzo la laventé, y la chica era practicamante igual que yo de peso, así que me costó muchisimo esfuerzo levantarla, y al subirla, me tambaleé a la derecha, apoyado sobre un pie, dando dos pequeños saltitos.-WoowoOw! Finalmente chocqué contra un muro de la calle, si llego a estar mas al centro tanto yo como la chica nos abriamos dado de bruces en el suelo. Quedé apoyado en el muro varios segundos, luego me puse firme, con esfuerzo y comencé a dar pasos torpes, llegué hasta mi hermano y mi primo.-Fye, no te preocupes por Sophia, volverá a la villa, allí esperará que le des la bienvenida pues se siente deshonrada y necesita ver qe quieres verla, esta muy dolida...muchisimo...aun así no tiene mas que palabras de respeto para ti...como es debido, yo me encargaré de llevar a esta dama a un curandero...despues de todo me encomendaste proteherla, y eso haré. Depsues de informar a Fye seguí caminando hacia arriba, en dirección al norte con trabajo pue la chica a pesar de no ser pesada ne absoluto para mi si lo era, pesaba casi como yo...me acerqué a un tenderete, el tendero se fijo en mi, era un vendedor de frutas y horalizas.-Disculpe señor...¿sabe si hay un curandero por aquí cerca?-Ah...pues si...aunque no recuerdo muy bien como se llegaba...sabes eso de que los nabos son buenos para la memoria, ¿verdad? Quizas si me compras uno...pueda recordar mejor...donde hay uno... -No llevo dinero encima-Una lastima, llevo conmigo mis recuerdos hoy...jajaja Ese hombre eligió un mal momento para hacer negocios, era despreciable, incluso habiendo alguien que sufria no pensaba mas que en sacar tajada. Le miré a los ojos con mucho enfado, controlando mis ganas de gritarle el asco que me daba.Digame ahora mismo donde se encuentra el curandero mas cercano o le prometo que los proximos nabos que venda los abrá recolectado del inframundo. Mi mirada era tan penetrante y mi voz tan potente que el hombre se amedrentó un poco...en ese momento indicó con el dedo indice el final de la calle...-Salga del mercado, dos calles mas arriba hay una taberna llamada '' el talon de Aquiles'' Pues justo a la derecha, allí vive un curandero...no trabaja allí, pero esa es su casa...asi que no te prometo que le ayude.-Creeme que lo hará...es usted muy amable. Me di la vuelta y salí de allí con la chica ne brazos, pronto salimos del mercado y a tarvesemos ls dos calles que nos indicó el verdulero.-Disculpe como me he puesto con el señor de antes...pero no soporto ese tipo de personas que solo miran para su ombligo...le ruego que me disculpe...por cierto aun no se su nombre... Seguia caminando con la chica en brazos, a lo lejos pude ver la taberna a la que hizo referencia el vendedor, mientras me dirigia hacia allí seguia esperando la respuesta de la chica.

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Astrid, para no mezlcar las cosas deberias abrir otro tema, ya que hemos salido del mercado^^

por Pandora1 Mar Sep 14, 2010 9:51 am

Fui regresando lentametnte hacia donde la señora Samantha se encontraba, ya asi, diciendole que habia completado la ordenda dada por ella. A lo que ella me dice un cumplido y luego otras alabras, dejandome libre alli para encontrar a mi hermano, por lo que en mi ser, un indescriptible sentimiento de felicidad y confianza me recorre, sin permitirme siquiera decir una palabra, aunque sabia que debia contestar a eso, por lo que tome aire de repente y junte valor.

Aunque justo antes de contestar, comence a pensarlo un poco mejor, y me di cuenta que aunque haya llegado ese momento tan esperado para mi, no tenia sitio donde empezar a buscar a Strife, puesto que hacia ya varios meses que no me escribia, como lo hacia tiempo atras, ya ni rastro habia de él, no habia oido sobre su persona hace mucho tiempo, tenia miedo pero sospechaba de una cosa, que este perdido en algun bosque o algo por el estilo, o siemplemente que haya muerto en una batalla. No sabia muy bien que pensar acerca de eso, pero no quise desesperarme, ya que mi hermano era vida pasada, ya no estaba conmigo, solo tenia a Samantha y los miembros de su familia, aunque seria bueno saber de el. Por lo que tuve que ser fuerte y contestar a mi ama.

-Pero... disculpe señora Samantha es que... tengo un problema grave... y es que mi hermano me escribia, antes sabia de él... pero es que hace tiempo que no lo hace y ya no tengo ni una pista de donde se encuentre... ahora ya no se por donde empezar la busqueda... mi mayor temor es que el esté.... hice una pequeña pausa y baje la vista -...muerto...-

Una lagrima resbalo por mi mejilla, ya mi tristesa y desilucion se hacia notar en mi rostro, una persona que me conociera bien, podia saber que estaba desesperada, por el hecho de no tener rastros de Strife, por el motivo que no tenia ni una simple idea del lugar donde deba encontrarse, estaba ya sola, no tenia ningun familiar en el mundo, no sabia nada de nadie ahora que habia perdido too contacto con mi hermano. Ya no tenia ganas de seguir buscandolo, ya solo creia que la unica persona de confianza que tenia en el mundo era solo Samantha, ya que ella me habia demostrado que podia confiar mucho en ella. No sabia que hacer, me quede estatic tras la respuesta sin saber que hacer, con mis ojos cristalizados, con algunas lagrimas.

Hasta que vi llegar a una chiquilla rubia, me parecia conocida, ¿a caso era otra de las sirvientas de Samantha? no lograba distinguirla, ademas estaba ensando en aquel problema que tampoco le preste demasiada atencion a la jovencita.

-Disculpe señora Samantha, mientras ustedes se encuentran aqui vere si puedo ontactar con algunas personas y preguntar por los alrededores si saben algo acerca de mi hermano, con permiso.-

Me retire lentamente del lugar,

por Vergilius Miér Sep 15, 2010 4:47 pm

Vergilius escuchaba atentamente las palabras de Fye, era tozudo como una mula, no iba a cambiar de opinión fácilmente, parecía que eso no vayase a acabarse nunca, peró primero fue Gelum y luego esa chica rubia, en la cual Vergilius se fijo mucho, tenía unos rasgos que le eran famíliares, no eran comunes en Roma sino más bien en las tierras de Germania, peró que hacía allí en la capital del Imperio y además mostrando esa confianza con su primo,era algo que le comía el cerebro, pero no era lo más importante en ese momento, justo cuando iba a responder de nuevo a Fye, Sophia se le adelanto, le besó y se despidió de forma que le extraño, que iba a hacer ahora?.

Lo que vió a continuación sus ojos no lo podían creer, Sophia estaba aceptando su deshonra, y se fue de la escena, Vergilius tenía ganas de correr hacía a ella y agarrarla, pero Gelum primero y luego Ioros se ocuparon de ellos, al ver al general Ioros, Vergilius sabía que no tenía que ocuparse por su prima, había visto con sus propios ojos que había cuidado bien de ella durante esos 3 años, así que podía dejarla en sus manos, cuando tubiese un rato tendría que hablar con él para asegurarse que había recibido las nuevas órdenes.

-Fye si lo que quieres es llevarte a tu familia adelante, nadie te lo impide, pero hoy mismo en este momento has perdido parte de ella, crees que merecía la pena?
Por mi parte tambíen me retiraré no tengo ganas de seguir montando una escena, peró tengo mis ideas claras y no tengo que reflexionar en nada, ahora me despido.

Vergilius dió media vuelta, por su parte había terminado la disputa, ahora se dirigiria a su habitación a descansar, tenía que hablar con su hermano, solo esperaba que su llegada a palacio fuera más cordial que la de parte de su primo. Y durante el trayecto daría a vueltas a su memoria para ver si reconozcía a esa rara chica.

por Samantha Miér Sep 15, 2010 7:37 pm

Samantha escuchaba como aquella rubia se quejaba del apretón que le daba como castigo, esta alzo la ceja izquierda y ladeo levemente la boca para susurrarle, antes de que llegara su amado a la escena:

-Esta bien… esta bien… no tocar tus manos… ya entendí… jajaja… lo siento se me paso un poco la fuerza mujer, no fue mi intención (sonriéndole tiernamente) olvídalo si, no quiero que pierdas tu don por una estupidez mía (bajando la cabeza como signo de arrepentimiento, pues Samantha en ocasiones era demasiado susceptible, que tal parecía que a cada rato quería llorar) por los dioses ya viene mi amor, tan guapo, tan… callemos… otra cosa no te vallas quédate aquí a mi lado, aunque se escuche ridículo, jeje… te necesitó… para que me pueda controlar de besarlo…¿podrás?…(diciéndolo inconscientemente)

Alucard se presentaba correctamente ante Sheznarda, toda una paz tan hermosa que generaba felicidad en el ser de Samantha, y sin luchar por no demostrarlo, pues su rostro lo decía con aquella tierna sonrisa esbozada, que dirigía a ambos en aquellas calles del mercado aglomeradas; Y de la nada Alucard se acercaba tanto a su amada, esta sentía como su piel se erizaba por el calor proveniente de su amante, aquel susurro generaba escalofríos excitantes en todo su cuerpo, y sin pensarlo, mordía sus labios a la vista de todos, ladeando su rostro aquella fijaba su mirada incitadora, le sonríe y le dice con susurro de por medio:

-Lo espero con ansias amor mío, y no te preocupes por pedir disculpas, pues para mi esto es tan excitante, el escondernos de la gente genera una adrenalina que desata sensaciones suculentas en mi, no te preocupes mi amor, yo espero tu regalo, aunque estar a tu lado es para mi el mejor de todo el mundo…te amo Alucard y quiero besarte en estos momentos, pero me contengo, por los dioses que si lo hago(suspirando) espero una recompensa ha esto amor (guiñándole el ojo)…

Y aquella pación fue cortada de repente, pues Alucard dialogaba de los sucesos bochornosos que pasaba a unas cuantas calles generadas por la misma familia de Samantha, aquella se pone seria y agacha la cabeza para tan solo decir:

-Como me gustaría hacer algo senador Alucard, pero… no son situaciones que me envuelven ni me invitan a formar parte de ellos, en resumen no son de mi incumbencia, escuche el murmullo de este pueblo, y denote que mi prima fue la mas afectada en aquella revuelta estúpida, que mas quisiera correr ahorita mismo e ir a encontrar a Sophia, pero no quiero toparme con un repudio de parte de ella, que pase la humillación que tiene en su corazón y la iré a buscar para apoyarle en lo mas que pueda…

Después de eso unos minutos de silencio, relamiendo sus labios alzo su tersa faz para mirar a Sheznarda y sonreírle con los ojos cerrados, suspirando se dirige a ella con temple:

-No te preocupes niña, ya habrá otros días para que nos cuentes historias divertidas, las de terror no son de mi agrado… jajaja… y no interrumpes nada… al contrario tu presencia es agradable, así que despejemos nuestras mentes un poco en este día acalorado, ¿le parece correcto senador? (mirando a Alucard)… ¿le parece niña Sheznarda? Claro que si tienes otras cosas mejores que hacer no te estancare a la fuerza (ladeando el rostro)… Mirad aquí viene Flori, que día tan perfecto… a lado vuestro…

Pero toda sonrisa fue diluida por las palabras de aquella mujer, consumida por la desesperación y el dolor de no encontrar a un hermano, Samantha se llevaba la mano a la boca mientras ceñía su frente, aguantando no romper en llanto como lo avía hecho Flori, pues sus cortas palabras lo decían todo: una mera desilusiona; aun así aquella quería demostrar fortaleza con sus actos por lo que da media vuelta y se aleja del lugar; Samantha queda impresionada por segundos, ¿Qué pasaría en su mente, para llegar a tal acto de apiade? incógnita que hasta en esto tiempos no se encuentra.

-Espérenme aquí un momento… por favor… (Dirigiéndose a Alucard y Sheznarda)… no tardo…mujer cuidad al senador de la servidumbre… se lo encargo…

De la nada Samantha tomo fuerzas y corrió hacia donde Flori caminaba, tomándole la diestra con fuerza dándole la media vuelta, mirándole por segundas para que tan solo instintivamente abrazarla con gran fuerza, mientras se acercaba a su oído y le susurraba:

No Flori… No… Lo siento…perdóneme… no fue mi intención, de verdad… Por los dioses que le juro que quería que usted fuera feliz, tras la acción de buscar a su hermano, no mujer, no llore que se amarga, créame que no era mi intención mutarle tal sensación… perdóneme( abrazándola aun mas con fuerza, sin importar que la gente le mirara, tragando saliva) No piense eso, su hermano vive, si vive en su corazón, en su alma, en sus pensamientos, si no le escribe piense que es por tiempo, ¡si por tiempo! (No sabia aquella que decir para calmar el malestar de Flori, Samantha se sentí demasiado culpable) Discúlpeme, mire que si ya no lo quiere buscar, no se preocupe usted me tiene a mi para apoyarle, yo a usted la considero casi una hermana, tratare de ser el hermano, la hermana que nunca tubo a su lado, pero por favor perdóneme, no llore que deforma su rostro… mire que con Alucard deseo a gritos casarme con el, puesto lo amo demasiado… y cuando usted nos visite yo les diré a mis hijos, se lo juro, se lo juro, ¡miren mis niños aquí viene mi atolondrada hermana!, deberás que así diré… y ellos gritaran ¡tía sea usted bienvenida le extrañamos! e irán a su encuentro… por qua are que crezcan con aquello pensamientos…(separándose un poco, sonriéndole con dolor en su rostros y vergüenza, le besa en la frente y de nuevo la abraza con fuerza) ahora bien, si usted no es feliz con el amarrar que tiene por culpa de su destino, mire que le doy la libertad y salga a busca su verdadero propósito de vida, y aunque me duela , siempre me aguantare de arrepentirme, al saber que usted esta feliz en algún lado de estas tierras (quebrando por brevedad su voz, queriendo llorar)Perdóneme Flori, este día no llore, este día demuestre la felicidad que alberga en su corazón, mire que no me importa… se lo juro …que la gente nos vea abrazadas y digan: ¡Por los dioses que descaro un amo abrazando a su enclavo en medio de la tribuna! Yo me reiré y diré, ¡No pueblo estúpido e insensible, no es así… es una hermana mayor apoyando a su hermanita para que esta se haga mas fuerte de lo ya es!…

Separándose y colocando la diestra en la nuca de Flori despeinándole levemente, le sonríe mientras se ponía recta ya que las estaturas tenían enorme diferencia, dándole la espalda le dice por última vez:

-Piénselo… ahora me tengo que ir a lado de Alucard y Sheznarda para que no se preocupen de mi, tranquilícese, le esperamos con enormes ansias… y ya no llore por favor… perdóneme se lo pido de todo corazón…

Lentamente se alejaba de aquel sendero, acercándose a Alucard y Sheznarda, les sonríe mientras dice:

-¿Y Ahora bien que aremos mis queridos acompañantes?… por los dioses que les juro que no se que hacer y si quieren también podemos regresar a la villa, si no encontramos la diversión adecuada, ustedes decidan (limpiándose las leves lagrimas que tenia, dejando sus ojos cristalinos a la vista de aquellos) ¿Entonces que hacemos? (mira a Sheznarda) usted niña conoce mejor los suburbios que todo yo, ¿que nos recomienda hacer?… ¿a donde ir?… piense usted… yo espero con ansias (fijando su mirada a los labios de Alucard) tome su tiempo, yo tengo un exquisito panorama que observar…

por Fye Miér Sep 15, 2010 9:07 pm

Mientras esperaba la respuesta de Vergilius me encontraba cruzado de brazos, sonriendole de manera maliciosa, sabiendo que le ponia en un compromiso y que de no aceptar.. no estaria mostrando frente a mi que amaba a mi hermana.. Aun no hablaba, mas callaba mientras el tiempo pasaba... sabia que no era una facil decision, y mas cuando yo con mi mirada le agobiaba cada vez mas...

Pero mi sonrisa se cambio rapidamente, se puso seria de ver como Sophia se acercaba de nuevo a el, para darle aun cariño y susurrarle palabras en secreto delante de todos, para que solo ellos pudieran saber que era lo que se hablaban. Aprete los dientes para no saltar de nuevo hacia ellos lleno de colera... Lo aguante por que tome esa accion como una despedida, pero se me hacia repugnante ver como los dos estaban juntos...

Una vez se separaron, mi hermana se acerco a mi y me miro como nunca antes lo habia hecho, puede que no me perdonara en la vida, pero no tuve otra opcion, ademas de que me descontrole y mi cuerpo se movio por si mismo. Ahora ella comenzo a pronunciar unas frases dignas de un ritual, era la Ignominia... una deshonra publica... frente a los ojos del pueblo, llenando su cuerpo del barro del suelo y alzando las manos hacia mi....

Ella me miraba y yo gire mi cabeza hacia un lado.. no podia hacer nada delante de todos, ya habia sido tajante en mis actos... y ahora no podia arrepentirme, era el camino que debia seguir para fortalecer a mi familia. Aunque me doliera mas que cualquier espada atravesandome. Yo no hice nada, pero Gelum prometio traerla de vuelta. Mis dos hermanos, tienen un corazon puro y noble como nunca antes lo habia visto. Yo tambien podria haber sido asi si madre aun estuviera entre nosotros... pero nunca me arrepentire de nada de lo que haya hecho, pues lo hago en bien de mi familia....

Al fin hablo Vergilius, y lo que dijo me decepciono, aunque no esperaba mucho de el... pero ya ni aceptaba el combate, ni tampoco mi oferta con la que terminaria esta disputa, si asi lo queria, seriamos enemigos hasta la muerte...

Jajaja maldito cobarde seas Vergilius!! Y este.. es nuestro gran general, que Roma vea como solo es un cobarde....!!

Se dio la vuelta, y se fue mientras yo aun reia por su accion. Solo cuando estaba con ese hombre, mis acciones y palabras se volvian tan oscuras como ahora, solo ser frio, pero Vergilius me llevaba mucho mas en la oscuridad... Pero no queria que se fuera sin mas, asi que di dos pasos hacia adelante, para decirle una ultima cosa...

Vergilius!!!! Recuerdalo, al final solo uno de los dos quedara en pie!!!

Se termino de marchar y en ese momento llego Gelum, estaba tan concentrado en Vergilius, y en como mi hermana se habia llenado en barro para marcharse de mi lado, que ni me di cuenta que a mi alrededor se habia formado un bullicio... la chica rubia estaba herida, y Gelum le dio su ayuda, al menos cumplia mis ordenes a la perfeccion, que esa mujer estaba a su cargo y era responsabilidad suya.

Una vez que termines con esa mujer.. vuelve con los guardias a la villa, te estaran esperando en la entrada al coliseo, alli hay un carruaje. Y Sophia....

Me quede pensando unos instantes, la presencia de Vergilius se habia ido y poco a poco iba recobrando la serenidad, pense que en que Sophia seguro estaba acompañado por ese tal Ioros, asi que no debia preocuparme, aunque fuera un irrespetuoso, lo cierto es que cuidaba de Sophia fuera donde fuera, yo no tenia fuerzas ni tampoco la compasion de ir de nuevo en su busqueda, si ella queria volver a la villa, era decision suya. No segui con mi frase, y le di la espalda a Gelum mientras me dirigia a uno de mis guardias y tomaba su caballo

Yo solo marchare hacia la villa, ustedes esperen a Gelum, y traiganlo de vuelta cuando termine con esa mujer.

Me subi al caballo y sin decir nada mas comence el galope para salir de Roma y volver a la villa, necesitaba pensar, necesitaba meditar por todo lo que habia hecho y dicho. Si de verdad todo eso habia salido de mi, mi mano sujeta en la rienda temblo al recordar como golpeaba la mejilla de Sophia.... Mis ojos se perdian en el horizonte y solo mi instinto era el que me guiaba hacia mi villa mientras tenia la mente lleno de recuerdos de mi hermana

por Sheznarda Miér Sep 15, 2010 10:41 pm

La joven Sheznarda escuchó las palabras de su amiga, al parecer se había arrepentido de haberla tratado tan mal de entrada, sin que ella hubiera hecho nada realmente grave aún. Pensando en lo raro de la situación al ver el tumulto que se estaba formando en la plaza; causado ciertamente por la familia real le parecía algo divertido, es más le causó tanta gracia que no pudo evitar sonreír al ver todo aquello, sin importarle que el joven senador la viera, porque al final ella podía decir que estaba pensando en otra cosa y se había acordado de algo en extremo gracioso.

-La familia real, o de la alta alcurnia es realmente un desastre- Pensó la joven mientras escuchaba a Samantha diciendo que se iría a arreglar aquellas cosas con su familia, cosa que para ella estaba de más, puesto que su amiga nada tenía que ver con ello y podría terminar metida en algún lío después, cosa que no le gustaría para nada a Sheznarda, ya que sentía gran aprecio por su amiga; después de todo gracias a ella llevaba una vida de lujos, sin tener que esforzarse para nada. Cuando su amiga la dejó con el joven Alucar por un rato la mujer de cabellos rubios dijo con un tono bastante alegre y sonoro:

-Es usted un hombre afortunado, Samantha es una mujer excepcional, se merece todo lo mejor del mundo, realmente es una bendición de los dioses para un hombre el estar al lado de tal hermosa e inocente creatura.- Sheznarda de verdad sentía lo que estba diciendo, era como si su amiga fuera una hermana para ella, y le alegraba mucho el verla tan feliz, con aquel joven tan apuesto, y aunque no es que fuera exactamente angelical e inocente como ella decía, estaba segura que el joven comprendía lo que ella le quería decir. No sabía porqué, pero sentía que moriría feliz bajo las órdenes de su amiga Samantha, si ella fuera una diosa, seguro Sheznarda sería su sacerdotiza más fiel.

Una vez que llegó su amiga de nuevo Sheznarda miró al cielo y segundos después de escuchar lo que decía acerca de no saber a donde ir empezó a buscar en su mente los sitios a los que podría llevarlos; ella por obvias razones conocía muchos lugares para divertirse, sin embargo no estaba segura de si ellos podrían llegar a un lugar como los que conocía y adaptarse hasta el punto de pasar desapercibidos. Con algo de miedo, no porque no les gustara la idea sino, porque esta podría agradarles demasiado, la joven mujer inquirió:

-Les parece que podríamos ir a la sobajera?- Sheznarda sabía que se iba a arrepentir de aquello, pero con creces, sin embargo decidió confiar en las capacidades de su amiga y su acompañante para poder portarse como se debía en ciertos lugares, de tal forma que no le causaran problemas en aquel lugar.- No es un lugar muy elegante pero... Allá si puede uno divertirse!

Sheznarda se mostró entusista al decir esto y mientras esperaba la respuesta de su amiga observó otra vez a Alucard para pensar:- Mmm Será que puede pasar desapercibido lo que hago si viene este joven?- La mujer rubia se pasó la manos por los cabellos y siguió pensando- Espero pues que esté tan distraído con Samantha que se olvide de mi presencia, solo así podré dedicarme a mis asuntos.

Los pensamientos de Sheznarda se vieron interrumpidos por el sonido de unos cascos de caballo arrastrando un carruaje que había pasado cerca de ellos; supuso que era el carruaje de un comerciante y otra vez lamentó estar en el lugar menos indicado y el momento menos preciso, para poder deciarse a robar algunas cosas interesantes que viera ahí.
Sheznarda estaba otra vez mirando a Alucard, su preocupación de que el la viera durante sus estafas en los juegos de azar o cuando estafara a los hombres, sin embargo el llevarlos allá mataría dos pájaros de un tiro: Primero lograría ganar el día con sus estafas y segundo pues; lograría que su amiga se diviertiera.

-Mmmm esperemos que el senador esté tan embelezado con mi querida amiga, que no se fije en lo que hago, sino estaré jodida, por otro lado... Si no los llevo allá podré evitarme un lío.

Luego de pensar esto la joven mujer llegó a la concluisión de que sí los llevaría ahí si ellos querían, sin importar lo que pudiera suceder depués- Bueno pues, podríamos ir a ese lugar para que conozcan, si no les gusta nos retiramos de inmediato- dijo tranquilamente la mujer mientras miraba ahora a su amiga en espera de una respuesta de su parte.

por Pandora1 Jue Sep 16, 2010 7:44 am

Antes de marcharme de lasd calles del mercado, Samantha me detiene diciendome unas palabras, mientras siento como rodea mi cuepo en un habrazo sin importar la gente que la rodeaba, sin importar que estemos en medio de un lugar muy reancitado y trata de disculparse calmando mi malestar. Fueron largas palabras hasta que ella se alejo un poco de mi y concluyó esperando una respuesta. A lo que a continuacion con mi mano derecha sequé algunas lágrimas y tome aire para contestar con una voz firme.

-Gracias por tomarse las molestias de decir esas palabras, pero no se preocupe señora, esta bien, si no fue su intencion acepto sus disculpas, lo se, usted lo dijo pues no es una adivina y no puede saber mis pensamientos, entonces no fue su culpa. Acepto sus disculpas, y no necesita preocuparse tanto por mi. Y con respecto a eso, quiero que sepa que yo quiero quedarme a su lado siempre, quiero ser su sirvienta surante un largo tiempo porque si me dejara libre, yo ya no sabría que hacer de mi vida, porque hoy en dia, ustedes son mi vida y no se que haria sin su presencia...-

Dije esas palabras aceptano las palabras de mi ama, sin querer separarme de su lado, no queria ser libre por mucho mas tiempo ya que en mi vida solo estaban Samantha, sus hermanos y ahora su futuro marido, era lo unico que tenia y si me llegara a marchar no tendría rumbo para donde ir, no sabria que hace. Entonces dije antes de irme en busca de informacion.

-Bueno ahora si, si me disculpa ire en busca de informacion a ver si alguien sabe de mi hermano... si me necesitar estare primero en los baños necesito relajarme para saber por donde empezar... con su permiso....- Y me marche sin mas.

por Samantha Jue Sep 16, 2010 2:02 pm

Los minutos pasaban mientras Samantha recordada brevemente las últimas palabras que su esclava Flori le había dicho, sorprendiéndole como siempre, puesto sin importar lo que su ama le había otorgado aquella se fue a buscar a un hermano, Samantha en cierta forma estaba orgullosa de tener a su lado a tan valiosa mujer, y el malestar de su corazón desapareció…

Sheznarda hablaba y sugería de pasar el tiempo en un lugar peculiar para la servidumbre de aquella Roma descarriada, Samantha ceñía levemente su frente, al momento de escuchar el nombre de tal establecimiento, sonriendo sarcásticamente aquella espero que esta culminara sus palabras, siendo presenta tal acto, suspira y dice:

-¿La Sobajera?…mmm… si no me equivoco dicho lugar sugerido por ti niña es una taberna… ¿o me equivoco mujer? (poniendo la diestra en el hombro izquierdo de Alucard) le parece senador que sea apropiado ir a aquel lugar… por mí en cierto modo no hay problema aunque me expongo a encontrarme con conocidos de mi hermano Solomon y puedo exponerme ser acosada por ellos ya agravar la situación (clavando la mirada seriamente a Alucard, pues implicaba el recordar que ya s murmuraba del encuentro pasional entre aquellos dos cuerpos) es como ustedes quieran …

Soltando el hombro de su amado y dado una leve reverencia a su amiga, lentamente les dio la empalada mientras admiraba aquella belesa sencilla que se derrocha en derredor, aun así fue interrumpida por el gritoneo apabullador de la servidumbre descontrolada, pues tal parecía que el encuentro salvaje entre sus primos aun no terminaba, generado un leve dolor de cabeza en Samantha.

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