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[Villa Vallis Mellitus] Comedor
Recuerdo del primer mensaje :
Ioros despues de tomarse un descanso sentandose en la cama se quitó la armadura y las espadas, y se frotó el cuerpo con agua bien fría para quitarse el sudor de durante el dia, luego se canvío la túnica y cogiendo una de las espadas se la ciñió en la cintura y después de revisar que todo estuviese en su sitio,se dispuso a salir del aposento dirección al comedor principal.
El comedor estaba situado en una amplia sala que comunicaba con la cocina, era una sala adornada de forma exquisita, con cortinas de la más fina seda, alfombras de pieles y en el centro una mesa larga con sillas, no era lo más común en un comedor romano que contubiese sillas, pero sin embargo era una moda cada vez más creciente, sin embargo el comedor de verano que estaba situado en el exterior estaba dotado de literas.
Ioros al llegar al comedor fue en busca de la sirvienta al mando, fue para avisarla de que se dispusieran a servir la mesa, pues la señorita Sophia pronto bajaría a cenar y de paso le pregunto si tenía noticias de Fye, peró la criada le respondió negativamente, que no había recibido notícias suyas desde su salida por la mañana.
Aún quedaba un rato para que estubiese todo listo así que acercandose al fuego que había instalado en el comedor, se fue a calentar las manos, no porque tubiese frio sino para entrenerse, luego se acerco a la mesa y levantado se dispuso a esperar a la joven, pues él tan solo era un invitado y por respeto no se sentaría antes que el anfitrión.
No había pasado mucho rato que Sophia apareció por la puerta, realmente parecía toda una dama cuando se lo proponía, iba bien vestida, con el pelo recogido... nada que ver con la jovencita loquilla con la que había compartido ese mismo dia, al estar cerca de la mesa Ioros retiro una de las sillas para que se sentara la joven y despues acercandola a la mesa él mismo tomo asiento.
Ioros despues de tomarse un descanso sentandose en la cama se quitó la armadura y las espadas, y se frotó el cuerpo con agua bien fría para quitarse el sudor de durante el dia, luego se canvío la túnica y cogiendo una de las espadas se la ciñió en la cintura y después de revisar que todo estuviese en su sitio,se dispuso a salir del aposento dirección al comedor principal.
El comedor estaba situado en una amplia sala que comunicaba con la cocina, era una sala adornada de forma exquisita, con cortinas de la más fina seda, alfombras de pieles y en el centro una mesa larga con sillas, no era lo más común en un comedor romano que contubiese sillas, pero sin embargo era una moda cada vez más creciente, sin embargo el comedor de verano que estaba situado en el exterior estaba dotado de literas.
Ioros al llegar al comedor fue en busca de la sirvienta al mando, fue para avisarla de que se dispusieran a servir la mesa, pues la señorita Sophia pronto bajaría a cenar y de paso le pregunto si tenía noticias de Fye, peró la criada le respondió negativamente, que no había recibido notícias suyas desde su salida por la mañana.
Aún quedaba un rato para que estubiese todo listo así que acercandose al fuego que había instalado en el comedor, se fue a calentar las manos, no porque tubiese frio sino para entrenerse, luego se acerco a la mesa y levantado se dispuso a esperar a la joven, pues él tan solo era un invitado y por respeto no se sentaría antes que el anfitrión.
No había pasado mucho rato que Sophia apareció por la puerta, realmente parecía toda una dama cuando se lo proponía, iba bien vestida, con el pelo recogido... nada que ver con la jovencita loquilla con la que había compartido ese mismo dia, al estar cerca de la mesa Ioros retiro una de las sillas para que se sentara la joven y despues acercandola a la mesa él mismo tomo asiento.
Ioros- Status :
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Defensa : Fuego del Corazón Puro
Cantidad de envíos : 172
Re: [Villa Vallis Mellitus] Comedor
- Esto no tiene nada que ver con odiarte o no… - Dijo Sophia siguiendo a Fye con su mirada hacia la ventana por la cual entraba la luz de la luna bañando la cabellera de oro de Fye, su expresión era triste… le costaba creer que su hermano pensara que ella lo odiaba pues no era así. Fye era tal vez junto a su hermano Gelum la persona que más amaba en el mundo y lo único que hubiese deseado para él era felicidad y honor… -… la mera idea de que pienses que podría tener semejantes sentimientos por ti me… duele bastante. – Bajó la mirada algo ausente, sus labios se volvían inexpresivos mientras observaba sus propias manos - Lo único que he intentado en esta vida es que sientas orgullo de mí, a pesar de que siempre te avergüence ser mi hermano mayor.
Le dolía muchísimo no ser lo que Fye quería que ella fuese. Había intentado toda su vida ser una gran dama. No era tan liberal como Samantha que actuaba con el mismo libertinaje que un hombre y hubiese parecido que Solomon ni si quiera existía en su vida. Tampoco era como Lydia quien hacía lo que se le daba la gana incluso despreciar a Vergilius en público y abandonar su hogar a sabiendas de todos… por el contrario, siempre había estado al lado de Fye, decorando su brazo derecho cuando lo tomaba… y no le molestaba ser su dama de compañía y no tener voz alguna en los asuntos que sucedían en la casa. Había educado lo mejor posible a Gelum casi como una madre, intentando que siguiera el camino de la bondad con sus prójimos, que fuera un hombre de bien y de justicia.
Pero nada de eso era suficiente, pues todo se veía opacado por el amor que sentía por su primo. Era cierto, en los ojos objetivos de cualquiera ella habría tenido todos los motivos para odiar a Vergilius al igual que su hermano, pues le había quitado un ojo… sabiendo que eso podía separarlos para siempre había alzado su espada en contra de Fye y ambos habían peleando a muerte… sin importarles que pasaría con el corazón de Sophia si perdía a uno de ellos…
- Si crees que lo mejor para mi es alejarme de Vergilius, que así sea entonces. Esa es tu decisión y la entenderé.
Sophia suspiró y se puso de pie con lentitud mirando hacia el costado, aun con sus manos juntas frente a su regazo. Sí… era cierto… Si Fye no quería verla cerca de Vergilius tenía razón. Era un hombre sanguinario que permanentemente estaba en guerra con el exterior y consigo mismo, despreocupado generalmente por Sophia y por como se desarrollaba su vida, despreocupado por el resto de su familia, que no había hecho ningún intento por llevarse con Fye… ni si quiera con Gelum. Alguien que permanecía en su propio mundo la mayoría del tiempo, cuya mirada de hielo inspiraba curiosidad al querer saber que pensaban aquellos ojos que habían visto la muerte de tanto hombres.
Pero a pesar de eso, Sophia lo amaba. Veía en él fortaleza y bondad, un corazón que a pesar de querer mantenerse impávido, había permitido dejar que Sophia entrara en él. Le había pedido perdón apenas lo había visto en el Coliseo y le había dicho que él la amaba también besándola por primera vez en su vida a pesar de que a través de los años, habían pasado decenas de ocasiones solos en las cuales podría haber fácilmente hasta deshonrado a su prima sin que ella se hubiese opuesto a ello.
Para Sophia, Vergilius era el amor de su vida, y aunque Fye los quisiera separar, quitarle su felicidad y su libertad inclusive… no podía quitarle lo que sentía por él.
- Sólo te pido que reconsideres una vez más si de verdad, nunca vas a dejar que Vergilius y yo seamos felices juntos. – Requería mucho valor lo que iba a decir a continuación y no se movería de ese lugar hasta que su hermano le respondiera. Abrió la boca pero no salieron palabras de ella, pues no sabía como decirlo… hasta que se armó de valor, subió el rostro y miró fijamente a Fye. - Pues si no puedes dejarme ser feliz… espero que tengas claro que me vas a perder para siempre.
A pesar del amor que siento por ti… nuestros caminos se separarían aquí. .
Le dolía muchísimo no ser lo que Fye quería que ella fuese. Había intentado toda su vida ser una gran dama. No era tan liberal como Samantha que actuaba con el mismo libertinaje que un hombre y hubiese parecido que Solomon ni si quiera existía en su vida. Tampoco era como Lydia quien hacía lo que se le daba la gana incluso despreciar a Vergilius en público y abandonar su hogar a sabiendas de todos… por el contrario, siempre había estado al lado de Fye, decorando su brazo derecho cuando lo tomaba… y no le molestaba ser su dama de compañía y no tener voz alguna en los asuntos que sucedían en la casa. Había educado lo mejor posible a Gelum casi como una madre, intentando que siguiera el camino de la bondad con sus prójimos, que fuera un hombre de bien y de justicia.
Pero nada de eso era suficiente, pues todo se veía opacado por el amor que sentía por su primo. Era cierto, en los ojos objetivos de cualquiera ella habría tenido todos los motivos para odiar a Vergilius al igual que su hermano, pues le había quitado un ojo… sabiendo que eso podía separarlos para siempre había alzado su espada en contra de Fye y ambos habían peleando a muerte… sin importarles que pasaría con el corazón de Sophia si perdía a uno de ellos…
- Si crees que lo mejor para mi es alejarme de Vergilius, que así sea entonces. Esa es tu decisión y la entenderé.
Sophia suspiró y se puso de pie con lentitud mirando hacia el costado, aun con sus manos juntas frente a su regazo. Sí… era cierto… Si Fye no quería verla cerca de Vergilius tenía razón. Era un hombre sanguinario que permanentemente estaba en guerra con el exterior y consigo mismo, despreocupado generalmente por Sophia y por como se desarrollaba su vida, despreocupado por el resto de su familia, que no había hecho ningún intento por llevarse con Fye… ni si quiera con Gelum. Alguien que permanecía en su propio mundo la mayoría del tiempo, cuya mirada de hielo inspiraba curiosidad al querer saber que pensaban aquellos ojos que habían visto la muerte de tanto hombres.
Pero a pesar de eso, Sophia lo amaba. Veía en él fortaleza y bondad, un corazón que a pesar de querer mantenerse impávido, había permitido dejar que Sophia entrara en él. Le había pedido perdón apenas lo había visto en el Coliseo y le había dicho que él la amaba también besándola por primera vez en su vida a pesar de que a través de los años, habían pasado decenas de ocasiones solos en las cuales podría haber fácilmente hasta deshonrado a su prima sin que ella se hubiese opuesto a ello.
Para Sophia, Vergilius era el amor de su vida, y aunque Fye los quisiera separar, quitarle su felicidad y su libertad inclusive… no podía quitarle lo que sentía por él.
- Sólo te pido que reconsideres una vez más si de verdad, nunca vas a dejar que Vergilius y yo seamos felices juntos. – Requería mucho valor lo que iba a decir a continuación y no se movería de ese lugar hasta que su hermano le respondiera. Abrió la boca pero no salieron palabras de ella, pues no sabía como decirlo… hasta que se armó de valor, subió el rostro y miró fijamente a Fye. - Pues si no puedes dejarme ser feliz… espero que tengas claro que me vas a perder para siempre.
A pesar del amor que siento por ti… nuestros caminos se separarían aquí. .
Sophia- Status :
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Re: [Villa Vallis Mellitus] Comedor
Yo nunca habia mencionado que me avergonzara ser su hermano mayor, pero tambien es verdad que nunca le habia mostrado palabras de cariño y madre como debe hacer un hermano mayor. Quizas por que yo mismo me habia comenzado a creer que de verdad era su padre. Eso sumado a mi frialdad en todo tipo de situaciones le habria hecho creer que ella me avergonzaba. Mi propio orgullo me impederia decir lo contrario, por eso mismo Sophia nunca sabia lo que realmente sentia yo por ella. Detras de mi mascara de frialdad siempre se ocultaba cualquier cariño que quisiera estar dirigido a mi hermana pequeña.
Puedo verlo en ti, como te molesta el que no te deje ir con el. Pero tu estas ciega por el amor. Necesitas a alguien que te guie. Piensa y siente lo que quieras por mi, eso no me hara cambiar de parecer.
Pero Fye no era el unico que ocultaba sentimientos. La misma Sophia lo hacia, por que desde el dia que en que los dos primos pelearon por su vida quedando uno de ellos si uno de sus ojos, pense que Sophia habia dejado de amar y querer a Vergilius, desde ese dia y que se fue a luchar a otras tierras nunca mas se hablo de el en la villa Mellitus. Pero Sophia no lo habia olvidado, y en el primer intento que pudo fue a correr a los brazos de la basura de Vergilius.
Un hombre que nunca habia cuidado de ella, que nunca habia venido a ver como estaba, que no le hacia llegar noticias, que se marchaba dejandola sola... Como podria aceptar a un hombre asi. Como podria dejar a mi hermana con Vergilius para que estuviera mas tiempo de su vida sola que con el. Esa irresponsabilidad me irritaba. Como un supuesto gran general podria ser tan insensato e insensible con su hermana. Yo habia sacrificado lo mismo que tenia Vergilius por cuidar de ella y de Gelum, pero.. nunca habia visto un sacrificio por parte de Vergilius.
Sophia se levantaba, aunque decia que entendia mi decision no parecia complacido del todo. Con lentitud y temor se aceraba a mi, como si tuviera que decir algo que no podia guardar mas, revelarse contra mis palabras de una vez por todas, no quedarse callada mas y replicarme... todo eso lo hacia la presencia de Vergilius en ella. Y esa presencia le habia hecho a Sophia hacerme elegir, o darle su amor con el desgraciado de Vergilius o.. perder a Sophia para siempre.
Jum.. veo lo mucho que ha influenciado en ti. No te entiendo hermana, por que demonios das tanto por el, cuando el no da nada por ti...
Me acerque a ella dejando de estar a la luz de la luna, mi cabeza miraba hacia debajo, en direccion a sus ojos, no tenia miedo a lo que ella decia. Perderla.. irse? Y donde podria ir sola en la noche.. el amor le estaba haciendo delirar.
Cuando a mi ojo.. veo que de verdad hace algo por ti, que sacrifica su honor.. su vida.. su alma por ti. Quizas me lo piense, pero no esperes que te deje con alguien que solo te busca para complacer su necesidad.. el amor no es solo gozo mi hermana.
Estaba cansado de tanta palabreria que no llegaba a ningun lado, al menos mencionaba a Sophia lo que queria de Vergilius y que por el momento mis espectativas no se cumplian con el. Mientras tanto nunca la dejaria con una persona que no hiciera nada por el bien de mi hermana.
Contenta? Ya sabes lo que quiero, sacrificio. Pero sinceramente lo veo imposible.. asi que resignate y busca un hombre de verdad.
Puedo verlo en ti, como te molesta el que no te deje ir con el. Pero tu estas ciega por el amor. Necesitas a alguien que te guie. Piensa y siente lo que quieras por mi, eso no me hara cambiar de parecer.
Pero Fye no era el unico que ocultaba sentimientos. La misma Sophia lo hacia, por que desde el dia que en que los dos primos pelearon por su vida quedando uno de ellos si uno de sus ojos, pense que Sophia habia dejado de amar y querer a Vergilius, desde ese dia y que se fue a luchar a otras tierras nunca mas se hablo de el en la villa Mellitus. Pero Sophia no lo habia olvidado, y en el primer intento que pudo fue a correr a los brazos de la basura de Vergilius.
Un hombre que nunca habia cuidado de ella, que nunca habia venido a ver como estaba, que no le hacia llegar noticias, que se marchaba dejandola sola... Como podria aceptar a un hombre asi. Como podria dejar a mi hermana con Vergilius para que estuviera mas tiempo de su vida sola que con el. Esa irresponsabilidad me irritaba. Como un supuesto gran general podria ser tan insensato e insensible con su hermana. Yo habia sacrificado lo mismo que tenia Vergilius por cuidar de ella y de Gelum, pero.. nunca habia visto un sacrificio por parte de Vergilius.
Sophia se levantaba, aunque decia que entendia mi decision no parecia complacido del todo. Con lentitud y temor se aceraba a mi, como si tuviera que decir algo que no podia guardar mas, revelarse contra mis palabras de una vez por todas, no quedarse callada mas y replicarme... todo eso lo hacia la presencia de Vergilius en ella. Y esa presencia le habia hecho a Sophia hacerme elegir, o darle su amor con el desgraciado de Vergilius o.. perder a Sophia para siempre.
Jum.. veo lo mucho que ha influenciado en ti. No te entiendo hermana, por que demonios das tanto por el, cuando el no da nada por ti...
Me acerque a ella dejando de estar a la luz de la luna, mi cabeza miraba hacia debajo, en direccion a sus ojos, no tenia miedo a lo que ella decia. Perderla.. irse? Y donde podria ir sola en la noche.. el amor le estaba haciendo delirar.
Cuando a mi ojo.. veo que de verdad hace algo por ti, que sacrifica su honor.. su vida.. su alma por ti. Quizas me lo piense, pero no esperes que te deje con alguien que solo te busca para complacer su necesidad.. el amor no es solo gozo mi hermana.
Estaba cansado de tanta palabreria que no llegaba a ningun lado, al menos mencionaba a Sophia lo que queria de Vergilius y que por el momento mis espectativas no se cumplian con el. Mientras tanto nunca la dejaria con una persona que no hiciera nada por el bien de mi hermana.
Contenta? Ya sabes lo que quiero, sacrificio. Pero sinceramente lo veo imposible.. asi que resignate y busca un hombre de verdad.
Fye- Dios/a
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Re: [Villa Vallis Mellitus] Comedor
Escuchó las palabras de Fye con triste resignación. Era tan testarudo que parecía que las cosas le entraban por un oído y le salían por el otro. Su orgullo jamás le permitiría aceptar que Sophia ya era una mujer que podía tomar sus propias decisiones. Parada frente a Fye, pensaba al verlo como debió ser su padre… pues muchas memorias de él no tenía. La verdad, pensaba que estaba muerto pero quien sabía si esa era la verdad… esa familia estaba llena de cosas que no se hablaban.
Fye era un gran hombre sin duda… alto, joven, ojos como el cielo, cabellera rubia de oro, piel tersa y clara… si no hubiese perdido uno de sus ojos habría sido un sueño de hombre, un verdadero señor… Ella sabía cuantas mujeres estaban interesadas en intentar unirse a él y a su familia, sabía que ahora que Gelum se iría de la casa llegaría con eventualidad alguna trepadora y se aferraría a su hermano mayor. Cuando eso pasara… ella estaría realmente sola si es que ese momento ya no lo estaba.
Suspiró… pues no se podía razonar con Fye de ninguna forma. No podía interpretar esa mirada severa con despotismo. Ella de verdad creía que su hermano quería lo mejor para ella y que lo hacía por amor y no por egoísmo, no quería creer que fuera de otra forma, pues Sophia pensaba lo mejor de todos. Aun así no podía evitar haber querido que las cosas fuesen de otra forma.
- A lo mejor tienes razón y él no da nada por mí, tal vez ni si quiera le importe. – Dijo Sophia resignada mientras miraba el vaso vacío de su hermano. Respiró profundamente y dijo con una honestidad sorprendente lo que realmente había en su corazón. - Aun así, eso no cambia mis sentimientos por él. – Sophia sonrió pensando en Vergilius, visualizando su mirada penetrante y melancólica…
Era más que posible que Fye tuviera razón y que ese amor por él fuera algo muy frágil por su edad, por su inocencia, por su forma tan alegre y optimista de ver la vida. En el futuro aprendería la importancia de amar a todos sus prójimos de la misma forma a raíz de este conflicto… pero en ese instante, el corazón de Sophia latía con más fuerza por el mero hecho de pensar en su primo. Por lo mismo, sabía que estaba decepcionando al otro hombre que amaba, su hermano mayor, pues lo que los unía a ellos era mucho más fuerte que el lazo que la unía a Vergilius… era cierto… era innegable que el lazo con Fye era algo que ni ella ni nadie podría haber explicado.
- Sólo quiero agradecerte por siempre cuidar y buscar lo que crees es mejor para mí. No pienses que te guardo rencor por alejarme de Vergilius.
Sophia le sonrió. Por muy enojado que él estuviese con ella… la pureza del alma de Sophia era casi palpable en el ambiente. Era como si expandiera alrededor de todos los que la rodeaban una luz cálida que los abrazaba y protegía del dolor, del frío y del hambre. Era una sensación extraña de explicar, pero lo más parecido a ello se podría describir como paz y felicidad.
- Tú decisión es que me quede aquí y me aleje de personas que no son dignas a tus ojos. La entiendo… hermano.
Se acercó a él, justo frente a él, mirándolo con una sonrisa que luego se volvió algo melancólica. En su mente se veía acompañando el resto de su vida a Fye… no lo consideraba algo malo, pero no era lo que deseaba para si misma. Lo que hubiese deseado era vivir junto a Vergilius y formar una familia con él… sin abandonar a su hermano… algo que sabía era imposible y la dividía en dos, por lo mismo tenía que tomar una decisión.
Suspiró, tomó aire de nuevo, apretó su puño, y reunió lo máximo de valentía que podía haber dentro de ella, pues la verdad le temía a Fye. Era la única persona del mundo a quien de verdad le temía… por algo que no se podía explicar.
- Cuando era una niña y me caía… a pesar de que nunca me diste la mano para levantarme, siempre esperabas que lo hiciera para seguir caminando. – Miró hacia la ventana, la luna iluminaba el mismísimo jardín donde tantas veces habían pasado sus tiempos juntos durante la infancia. – Que fueras delante guiando el camino y esperando por mí, siempre me hizo sentir muy segura. Nada me podía dañar si estaba cerca de ti… - Sus ojos se pusieron llorosos notoriamente mientras su voz se volvía algo mas aguda, por estar reteniendo las lágrimas. – Tal vez siempre te avergoncé porque nunca pensé que algo me pudiese dañar, siempre viviendo en un mundo donde todo era perfecto y maravilloso en nuestro hogar… siempre cuidaste de que nada me pudiese herir ni entristecer… - Sin pestañar una lagrima caía con velocidad por la mejilla de Sophia para terminar en el suelo de mármol, seguida por su compañera en el lado izquierdo. – Nunca pensé que la primera persona que lograra lastimarme de verdad… ibas a ser tú. – No dijo nada más mientras las lagrimas seguían cayendo de su rostro… llevó su mano hasta su cara y comenzó a limpiarse e intentar parar bajando el rostro, no quería mirar a Fye y ver aun más decepción en sus ojos. – Hubiese sido menos doloroso que hubieses enterrado un cuchillo en mi pecho a que golpearas mi rostro de la forma que lo hiciste… humillándome completamente… olvidando tu promesa de protegerme siempre… la que le diste a mamá cuando falleció. - Retiró su mano del rostro, bajándola lentamente hasta su pecho tocándoselo con dos dedos. – Aun así… no te guardo rencor por ello y ya te he perdona en mi corazón… pero no esperes que vuelva a mirarte con los mismos ojos de antes que pensaron que tu nunca podrías lastimarme… veo algo siniestro creciendo en ti con cada día que pasa y no se… como podré protegerte yo de ello…
Sophia no aguantó más y abrazó con mucha fuerza a Fye. Sentirlo cerca de ella siempre era reconfortante. Aquellas almas alguna vez habían sido una sola y era normal que Sophia sintiera eso cuando estaba cerca de él, un cariño que nada podía hacer desaparecer. Apretó su cuerpo contra Fye, sin soltarlo por un buen momento. Su cuerpo era tibio a pesar de aquella mirada tan fría que solía mostrar… y era ella la que mejor comprendía porque deseaba la soledad sin saber la razón… sólo la sentía en su alma, un conocimiento heredado en su propia sangre.
Se separó lentamente de su hermano colocando su palma derecha sobre una de las mejillas de Fye y besando suavemente sus labios por un segundo. Se despedía de esa forma de él, dándole las buenas noches como lo hacía desde niña, con un simple beso en los labios entre hermanos. Un símbolo de verdadero amor fraternal.
- Creo que no tenemos más que hablar. – Dijo melancólica dándose la vuelta, dirigiéndose al umbral arqueado del salón. - Buenas noches Fye, que descanses.
Pero con cada paso que daba, algo la perturbaba de una forma mucho mas grave que cualquier cosa que hubiese pasado en ese día, incluso en su vida. Un pesar sobre sus hombros que la hizo detenerse y sujetarse contra una de las paredes de la casa mientras con la otra se tomaba el pecho respirando fuertemente. No entendió el motivo del malestar de su corazón que le avisaba que algo terrible había pasado... pero lo comprendería muy pronto...
Tal vez demasiado pronto para su gusto. Algo estaba pasando en el mundo en ese instante que era mucho más importante que ella, que Fye y que Vergilius... que hacía ver todos esos problemas como algo insignificante.
Sophia- Status :
Cantidad de envíos : 257
Re: [Villa Vallis Mellitus] Comedor
Mi hermana y Fye habian comenzado a discutir una vez mas, yo simplemente me retiré y les dejé discutir, pue sno era mi asunto y no tenia nada que decir, peor luego oí que mi hermana le deseaba las buenas noches a Fye y se iba.-Buenas noches...mañana por la mañana podriamos ir...a comprar is te parece bien Sophia. Miré a Fye despues de darle las buenas noches a Sophia.-Buenas noches a ti también , Fye... Me dí la vuelta para dirigirme a mi habitación pero entonces me detube.-Fye...espero que la familia pueda reunirse una vez más despues de que me haya ido a Egipto...hasta mañana Dije con algo de preocupación y luego me dí la vuelta para irme hasta mi habitación. Kaziel parecía querer hablar conmigo, pero hablaria mejor con ella mañana ahora estaba muy cansado por todo lo ocurrido en aquel largo dia, y aun tenia que asimilar la idea de que mi vida habia cambiado completamente y que transcurriria en Egipto. Mientras caminaba hacia mi habitación me fijaba en el suelo...en aquellas manchas sobre el marmol...nunca me habia fijado en que me las conocía de memoria....echaria de menos el recorrido del comedor a mi habitación, el olor de la villa, mis hermanos, a Ioros...a Kaziel...y...sobre todo echaria de menos...a Astrid...a pesar de que apenas pasé unas horas con ella, pero sentía que ella dejo algo en mi. Solo quería estar a su lado...y decirle que me perdonase por todo lo que le dije...queria abrazarla.
Al fin llegué hasta mi habitación, entre dentro y cerré la puerta con cuidado, aun así su sonido retumbó en meido de la noche...también echaria de menos mi habitación...¿sería comoda mi cama en Egipto?
Al fin llegué hasta mi habitación, entre dentro y cerré la puerta con cuidado, aun así su sonido retumbó en meido de la noche...también echaria de menos mi habitación...¿sería comoda mi cama en Egipto?
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Re: [Villa Vallis Mellitus] Comedor
Nunca nos ibamos a poner de acuerdo en ese tema, yo nunca aceptaria a Vergilius.. y Sophia nunca dejaria de amarlo y eso seria un gran problema que haria que cada vez nos separaramos mas y mas.. Por muy hermanos que fueramos, y por muy inseperables que llegaramos a ser.. todo tenia un fin, y cada vez que discutia con Sophia lo veia mas cerca. Nuestra relacion cada vez iba a peor, el golpe que le di delante de todos no dejaba de resonar en mi cabeza..
Sophia suspiraba, y su enfado, cada vez se convertia mas en resignacion, pero no por eso iba a dejar de amar a Vergilius. Sus palabras eran tristes.. le dolia que su hermano le tratara como lo hacia.. Esa noche.. sonaba como una despedida entre hermanos.
Aguatando las lagrimas.. Sophia hablaba sobre cuando eran niños. Eso me trajo muchos recuerdos, recorde mi infancia, cuando era niño era una persona algo mas alegre al menos en mi interior. Pero ni dentro de mi veia alegria.. La personalidad que cree para dirigir la familia cada vez me dominaba mas, era mi esencia.. mi ser.. Y aunque.. Sopha, su aura, sus lagrimas que comenzaban a caer, era lo que siempre me tranquilizaban... cada vez escuchaba sus plegarias mas lejos de mi.
Ambos estaban de pie.. a una distancia el uno del otro.. y Sophia no dejaba de llorar. Me destrozaba el pensar que siempre habia intentado darle lo mejor para sentirse bien y cerca de mi, pero.. conseguia el efecto contrario... cada vez se alejaba mas. Mis cabellos ocultaban mis ojos, no dejando ver mi expresion al ver como lloraba. Pero.. dentro de mi, si que sentia una gran pena.. Lo unico que se mostraba en mi rostro, es como se arqueaba mis labios mostrando el malestar que tenia en esta situacion..
No decia nada, ni cuando Sophia lloraba, ni cuando me decia que habia algo siniestro en mi. Ni cuando... su cuerpo se pego al mio, no queriendo separarse de mi.. Mis brazos temblaban.. queriendo abrazarla... queriendo consolarla.. como mi hermana querida.. Incluso los llegue a levantar para rodearla.. pero, volvieron a caer, no podia.. no podia despues de tanto tiempo...
Al menos, se estaba desaogando y habia confiado en abrazarme aunque era yo quien le hacia daño. Aun asi.. seguia viniendo a mis brazos, y la hora de despedirse, lo hice con la ternura que siempre me mostraba, besando mis labios de forma tierna, mostrandome todo el cariño y el amor que siempre sentia por mi. Asi.. se retiro, y los labios de Fye no dijeron ni una sola palabra, exteriormente se mantuvo frio y sin consolar a su hermana, hasta que se retiro...
Aunque.. me vuelva siniestro, aunque caiga en la mas inmersa oscuridad.. Hare lo que haga falta por ti Sophia..
Hizo alusion a lo que dijo Sophia sobre que cada vez tenia un aura mas siniestra. Y es cierto que ya habia hecho muchas cosas malas con tal de que ellos vivieran feliz. Actos por los cuales Flavia estaria avergonzada de como se habia comportado su hijo mayor.
Fye se dio la vuelta volvio a mirar por los cristales de la ventana.. Su rostro se veia reflejado, con una mirada inespresiva, vacia.. En este mostruo se habia convertido. Miro sus labios a traves del cristal, recordando a Sophia y que si no fuera por ella... ya habria caido totalmente en la oscuridad..
No se dio la vuelta ni cuando Gelum se paso a despedirse de el. El solo podia pensar por ahora en Sophia.. pero mucho habia trabajado como para ahora quedarse parado sin hacer nada. Aunque Sophia nunca lo entendiera, Fye seguiria hacia adelante. Asi comenzo a salir del comedor y en el pasillo se encontro con Armand...
Armand.. que haces aquí?
Dijo en un momento de manera sorpresiva aunque su voz se escuchaba algo apagada y debil, no como cuando Fye daba esas ordenes tajante con una voz dura y mas concisa. Entonces penso que quizas era por lo de su mision, no le habia dado muchas ordenes de quien era la chica que debia buscar.
Vienes por lo de tu tarea supongo... Bien te dare mas detalles, su nombre es Flori, y como dije era una de las sirvientas de Solomon, asi que supongo que estara en su villa, puedes ir alli a preguntar mañana, según mis contactos es na chica de cabello negro y piel palida.
Le habria gustado hablar algo mas con Armand pero Fye estaba cansado y desganado, realmente solo queria irse a su habitacion y olvidarse de aquella noche. Ademas de que Saphire estaba alli y no queria ni pensar que pasaria si esa chica tan hiperactiva le daba por golpear la puerta..
Y ahora.. si me disculpas.. tengo que retirarme, me siento algo indispuesto. Espero que mañana este todo en orden.. Armand..
Y se comenzo a retirar tras hablar con su subordinado, ahora se dirigia en direccion a su habitacion, para despues de ese gran dia, descansar al fin, si Saphire le dejana..
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Re: [Villa Vallis Mellitus] Comedor
Alexandra estaba esperando a que Sophia y Gelum le respondiese cuando escucho algunos
pasos que resumbaban en el lugar y despues la voz de alguien muy familiar para la rubia, era su amo Fye quien al fin llegaba
a aquella reunión, pues la chica suponía que debía estar la cabeza de la familia apoyando a su hermano para un
gran paso de su vida, además de que se sentía feliz al saber que era el y no su amo Fye quien se casaria, cosa que aliviaba a su espíritu.
Al llegar la imponente figura al lugar y decirles algunas palabras a sus hermanos, se dirigue a Paolo, Armand,
Kaziel y ella, quienes ya estaban a disposición de las ordenes de sus amos, y la rubia escucha que su amo les
asignaba sus tareas….pues ya había escuchado las indicaciones de la señorita Sophia, pero las indicaciones que ahora les decía Fye debía cumplirlas….
Solo asintió con su cabeza mientras hacia una reverencia ante el y sus hermanos Sophia y gelum, para despues decir
Alexandra: Se hara como usted mande amo Fye, mañana temprano tendra las cosas mi señor….
ahora si me permite me retiro a seguir con mis demás labores antes del anochecer….
Compermiso amos.....
la dama se retiro del lugar junto con su amiga Kaziel, quienes habían sido llamadas para realizar sus
demás labores dentro de la cocina y la villa, pues con la salida a la cabaña de Armand habían atrasado mucho trabajo
y tenían que terminar, y mientras salía del lugar le sonreía a su amigo Armand, con la bolsa de monedas de oro en su mano derecha….
Pues la verdad, lo que ahora se hablaria eran cosas de la familia, cosas que no les incumbian a las sirvientas...
pasos que resumbaban en el lugar y despues la voz de alguien muy familiar para la rubia, era su amo Fye quien al fin llegaba
a aquella reunión, pues la chica suponía que debía estar la cabeza de la familia apoyando a su hermano para un
gran paso de su vida, además de que se sentía feliz al saber que era el y no su amo Fye quien se casaria, cosa que aliviaba a su espíritu.
Al llegar la imponente figura al lugar y decirles algunas palabras a sus hermanos, se dirigue a Paolo, Armand,
Kaziel y ella, quienes ya estaban a disposición de las ordenes de sus amos, y la rubia escucha que su amo les
asignaba sus tareas….pues ya había escuchado las indicaciones de la señorita Sophia, pero las indicaciones que ahora les decía Fye debía cumplirlas….
Solo asintió con su cabeza mientras hacia una reverencia ante el y sus hermanos Sophia y gelum, para despues decir
Alexandra: Se hara como usted mande amo Fye, mañana temprano tendra las cosas mi señor….
ahora si me permite me retiro a seguir con mis demás labores antes del anochecer….
Compermiso amos.....
la dama se retiro del lugar junto con su amiga Kaziel, quienes habían sido llamadas para realizar sus
demás labores dentro de la cocina y la villa, pues con la salida a la cabaña de Armand habían atrasado mucho trabajo
y tenían que terminar, y mientras salía del lugar le sonreía a su amigo Armand, con la bolsa de monedas de oro en su mano derecha….
Pues la verdad, lo que ahora se hablaria eran cosas de la familia, cosas que no les incumbian a las sirvientas...
Alexandra- Berseker de Ares
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Re: [Villa Vallis Mellitus] Comedor
Pienso
Habla Solomon
Criada
---------------------------
El plan de Solomon salía a la perfección, incluso el sol parecía detenerse para darle mayor chance a llegar a la villa de su primo Fye antes del ocaso, su cabalgata rápida y sin obstáculos le hicieron llegar incluso antes de lo pensado.
Bien…ahora a lo que vine.
Bajo con su primo en brazos, tocando la puerta repetidamente, pronto le recepciono alguna criada de Sophia o Gelum que de inmediato alarmada llamo a otros más para auxiliarlo y llevarse a su amo a la planta superior, el senador no entraba en aquella casa desde hacia años, no le parecía que existiera gran cambio en el ambiente, tampoco veía indicio alguno de la presencia de Sophia o Fye.
Será mejor así…
Puso su mano sobre la primera criada que había visto, le pregunto por quien estuviera a cargo y le respondieron que Sophia estaba muy cerca para desgracia de Solomon quien se veía obligado a seguir actuando para librarse finalmente de aquel problema y proseguir en su faena. Fingiendo extraordinariamente se filtro por entre los salones, justo por donde la sirviente le había indicado, más no encontró rastro de ella. Presurosa la criada ingresa pues parecía haberse acordado de algo.
Perdone senador…la impresión me turbo demasiado, Sophia, su prima salio hacia poco a la villa Cambre.
El senador no pudo evitar sentirse aliviado al escuchar atentamente lo dicho por la mujer quien seguia nerviosa, balbuceando palabras que lentamente adquirían lógica y sentido.
…pero el amo Fye si se encuentra. Actualmente esta en su recamara…pero…
Pues esto es grave…mándele a llamar que necesito decirle de la condición de su hermano!
La sirviente salio corriendo por una puerta lateral a donde se hallaban, mordiéndose el labio superior el joven comenzó a avanzar para divisar los pasillos esperando la llegada de Fye. Solomon meditaba una y otra vez sobre los pasos faltantes de su ambicioso plan, esperaba que Diva completara su trabajo y aun faltaba el senado…sin lugar a dudas…es día sería muy largo.
Habla Solomon
Criada
---------------------------
El plan de Solomon salía a la perfección, incluso el sol parecía detenerse para darle mayor chance a llegar a la villa de su primo Fye antes del ocaso, su cabalgata rápida y sin obstáculos le hicieron llegar incluso antes de lo pensado.
Bien…ahora a lo que vine.
Bajo con su primo en brazos, tocando la puerta repetidamente, pronto le recepciono alguna criada de Sophia o Gelum que de inmediato alarmada llamo a otros más para auxiliarlo y llevarse a su amo a la planta superior, el senador no entraba en aquella casa desde hacia años, no le parecía que existiera gran cambio en el ambiente, tampoco veía indicio alguno de la presencia de Sophia o Fye.
Será mejor así…
Puso su mano sobre la primera criada que había visto, le pregunto por quien estuviera a cargo y le respondieron que Sophia estaba muy cerca para desgracia de Solomon quien se veía obligado a seguir actuando para librarse finalmente de aquel problema y proseguir en su faena. Fingiendo extraordinariamente se filtro por entre los salones, justo por donde la sirviente le había indicado, más no encontró rastro de ella. Presurosa la criada ingresa pues parecía haberse acordado de algo.
Perdone senador…la impresión me turbo demasiado, Sophia, su prima salio hacia poco a la villa Cambre.
El senador no pudo evitar sentirse aliviado al escuchar atentamente lo dicho por la mujer quien seguia nerviosa, balbuceando palabras que lentamente adquirían lógica y sentido.
…pero el amo Fye si se encuentra. Actualmente esta en su recamara…pero…
Pues esto es grave…mándele a llamar que necesito decirle de la condición de su hermano!
La sirviente salio corriendo por una puerta lateral a donde se hallaban, mordiéndose el labio superior el joven comenzó a avanzar para divisar los pasillos esperando la llegada de Fye. Solomon meditaba una y otra vez sobre los pasos faltantes de su ambicioso plan, esperaba que Diva completara su trabajo y aun faltaba el senado…sin lugar a dudas…es día sería muy largo.
Solomon- Dios/a
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Re: [Villa Vallis Mellitus] Comedor
Sophia se había detenido en los graneros, asegurándose que todo marchara a la perfección. Al parecer Paolo ya había ido por los caballos junto a Armand y Alexandra no se encontraba, por lo cual de seguro las telas para la reina egipcia debían estar por llegar. Miraba el anillo en su dedo, aquel que le había pertenecido a su propia madre… tal vez, debería dárselo a Gelum para que se lo llevara a su nueva esposa como regalo. Era mejor que lo usara una mujer que si se fuera a casar, no como Sophia que seguramente moriría virgen y sola en el templo que Fye había construido para ella. En la entrada había recogido un racimo de margaritas para adornar la mesa ese día, quería ver si Fye estaba de mejor humor y si Gelum se habría logrado despedir de todos sus amigos en Roma.
Entró a la casa y la encontró más silenciosa que de costumbre… algunos pasos rápidos de un lado a otro, personas que parecían alteradas. Sophia no entendió el motivo de ello, por lo que avanzó al comedor y vio que había un rostro querido y familiar que no veía en mucho tiempo.
- ¿Solomon? Que agradable visita, cuanto tiempo sin verte querido pri… - Fue solo entonces que vio cuando Solomon se volteo al escuchar su voz lo que cargaba en sus brazos. El corazón de Sophia se saltó un salto al ver el pálido rostro de su hermano. - ¿Qué le ha sucedido a Gelum? – Preguntó ahogando un grito y dejando caer las flores, corriendo desde el umbral para acercarse a él. - ¿Dónde lo has encontrado Solomon?
En el corazón de Sophia nunca habría cabido la sospecha si quiera que alguien a quien ella apreciaba tanto como Solomon se hubiese atrevido a dañar a Gelum. En todo caso, Solomon se convertía a sus ojos en una figura heroica que había traído a su pequeño hermano inconciente desde la perdición llamada Roma. Para la joven, Solomon era un primo, su sangre, su familia, alguien en quien podía confiar que siempre protegería de sus primos menores... teniendo casi la edad de Fye, Solomon para ella era como un hermano mayor. No, ni si quiera la más minima sospecha se levantaba en Sophia, pues jamas hubiese pensado que su primo hubiese tenido dentro de él la maldad para dañar a Gelum sólo por sus propios intereses amoros con Diva.
Sophia tocaba el rostro de Gelum, lo sentía frío, pero lo sentía respirando. Parecía que sólo estuviese durmiendo…
- ¿Que hacen ahi paradas mirando? ¡Llamen a Fye! ¡Ahora! - Gritó Sophia mirando a las sirvientas que decoraban en salón.
Entró a la casa y la encontró más silenciosa que de costumbre… algunos pasos rápidos de un lado a otro, personas que parecían alteradas. Sophia no entendió el motivo de ello, por lo que avanzó al comedor y vio que había un rostro querido y familiar que no veía en mucho tiempo.
- ¿Solomon? Que agradable visita, cuanto tiempo sin verte querido pri… - Fue solo entonces que vio cuando Solomon se volteo al escuchar su voz lo que cargaba en sus brazos. El corazón de Sophia se saltó un salto al ver el pálido rostro de su hermano. - ¿Qué le ha sucedido a Gelum? – Preguntó ahogando un grito y dejando caer las flores, corriendo desde el umbral para acercarse a él. - ¿Dónde lo has encontrado Solomon?
En el corazón de Sophia nunca habría cabido la sospecha si quiera que alguien a quien ella apreciaba tanto como Solomon se hubiese atrevido a dañar a Gelum. En todo caso, Solomon se convertía a sus ojos en una figura heroica que había traído a su pequeño hermano inconciente desde la perdición llamada Roma. Para la joven, Solomon era un primo, su sangre, su familia, alguien en quien podía confiar que siempre protegería de sus primos menores... teniendo casi la edad de Fye, Solomon para ella era como un hermano mayor. No, ni si quiera la más minima sospecha se levantaba en Sophia, pues jamas hubiese pensado que su primo hubiese tenido dentro de él la maldad para dañar a Gelum sólo por sus propios intereses amoros con Diva.
Sophia tocaba el rostro de Gelum, lo sentía frío, pero lo sentía respirando. Parecía que sólo estuviese durmiendo…
- ¿Que hacen ahi paradas mirando? ¡Llamen a Fye! ¡Ahora! - Gritó Sophia mirando a las sirvientas que decoraban en salón.
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Re: [Villa Vallis Mellitus] Comedor
Los pasos apresurados de Fye se hacian presentes por los pasillos de la gran casa de los tres hermanos. Las mujeres que me habian ido a llamar y de las que habia pasado sin prestar atencion pues solo seguia los gritos de Sophia, me seguian detras mi intentando explicar la situacion en la que ahora mismo se encontraba mi casa.. yo sin mirarla alce mi mano para que callaran la boca, preferia verlo todo con mi ojo y no escuchar a mujeres que solo estaban histericas.
Durante el camino y apresudaramente me fui colocando la coleta y luego de ello cogi el parche que tenia en mi mano para acabar tapando la cicatriz de mi ojo. Despues de cruzar varios pasillos a gran velocidad andando llegue hasta el comedor donde todo era un caos.
Que demonios esta pasando? Que es todo este bullicio???
Alzaba mi voz por encima de todos los demas que callaban al verme, en el silencio pude fijarme mas en las personas de alli, una de ellas no me la esperaba para nada, Solomon mi primo... no tenia nada que hacer en mi casa, pero por alguna razon tenia a Gelum entre sus brazos y Sophia estaba a su lado con una expresion bastante asustada, algo le habia pasado mi hermano pequeño
Rapido! Vayan a buscar un buen medico! Muevanse!
Algunos criados salieron de la villa en busca de ese medico. Fye aun no habia tocado a su hermano, pero lo mejor era prevenir y ganar tiempo por si era algo grave. Se fue acercando hacia su primo y sin hablarle le arrebato a Gelum de las manos practicamente, llevandoselo a un asiento alargado que habia alli para recostarlo, Fye se inclino y tomo su temperatura con su mano , tambien comprobo su respiracion que aun tenia aunque levemente.
Agua caliente y mantas para taparlo!! Las quiero ya!
Gelum parecia bastante debil, por suerte ya habia mandador llamar al medico para que llegara cuanto antes. Las criadas comenzaron a atender a Gelum mientras que Fye se seperaba y se acercaba hacia su primo Solomon, donde tambien se encontraba su hermana Sophia.
Creo que deberas explicar esto Solomon. Como ha acabado Gelum asi? Y por que lo has traido tu solo precisamente? Acaso estaba contigo cuando se puso asi?
Era bastante extraño que justamente cuando Gelum habia sido elegido para ser el nuevo gobernante de Egipto alla sufrido este accidente, Fye no confiaba en nadie, y menos en alguien que estuviera en el senado o que aspirara a altos cargos, aunque fuera de su propia sangre. La voz de Fye era presionante hacia su primo mientras se acercaba bastante a el para que hablara de una vez, hacia años que Solomon no pisaba este hogar y tenia que ser de esta manera precisamente, estas casualidades no ocurrian en Roma.. aquí todo tenia su fin.
Durante el camino y apresudaramente me fui colocando la coleta y luego de ello cogi el parche que tenia en mi mano para acabar tapando la cicatriz de mi ojo. Despues de cruzar varios pasillos a gran velocidad andando llegue hasta el comedor donde todo era un caos.
Que demonios esta pasando? Que es todo este bullicio???
Alzaba mi voz por encima de todos los demas que callaban al verme, en el silencio pude fijarme mas en las personas de alli, una de ellas no me la esperaba para nada, Solomon mi primo... no tenia nada que hacer en mi casa, pero por alguna razon tenia a Gelum entre sus brazos y Sophia estaba a su lado con una expresion bastante asustada, algo le habia pasado mi hermano pequeño
Rapido! Vayan a buscar un buen medico! Muevanse!
Algunos criados salieron de la villa en busca de ese medico. Fye aun no habia tocado a su hermano, pero lo mejor era prevenir y ganar tiempo por si era algo grave. Se fue acercando hacia su primo y sin hablarle le arrebato a Gelum de las manos practicamente, llevandoselo a un asiento alargado que habia alli para recostarlo, Fye se inclino y tomo su temperatura con su mano , tambien comprobo su respiracion que aun tenia aunque levemente.
Agua caliente y mantas para taparlo!! Las quiero ya!
Gelum parecia bastante debil, por suerte ya habia mandador llamar al medico para que llegara cuanto antes. Las criadas comenzaron a atender a Gelum mientras que Fye se seperaba y se acercaba hacia su primo Solomon, donde tambien se encontraba su hermana Sophia.
Creo que deberas explicar esto Solomon. Como ha acabado Gelum asi? Y por que lo has traido tu solo precisamente? Acaso estaba contigo cuando se puso asi?
Era bastante extraño que justamente cuando Gelum habia sido elegido para ser el nuevo gobernante de Egipto alla sufrido este accidente, Fye no confiaba en nadie, y menos en alguien que estuviera en el senado o que aspirara a altos cargos, aunque fuera de su propia sangre. La voz de Fye era presionante hacia su primo mientras se acercaba bastante a el para que hablara de una vez, hacia años que Solomon no pisaba este hogar y tenia que ser de esta manera precisamente, estas casualidades no ocurrian en Roma.. aquí todo tenia su fin.
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Re: [Villa Vallis Mellitus] Comedor
Pensar
Decir
--------------------------------------------
El tiempo transcurría y Fye, su primo, no mostraba rastro alguno de su presencia, para Solomon le era extraño que no bajase al escuchar todo el bullicio de las mujeres alarmadas de la villa, quizás él se habría atrevido a subir para hablar directamente con él, y justamente eso hacia cuando escucho tras suyo la vocecita de una mujer, no podía ser otra persona que su prima.
Cielos.
El senador prefería no haberla encontrado, estaba feliz de haberlo escuchado por las propias siervas del sitio a su llegada, pero parecía que el destino querría que se encontrasen antes de lo que ya tenia marcado Solomon en la frente como futuro. Lentamente dio media vuelta para encarar el dulce mirar de la jovencita que recordaba en el pasado como su hermana menor, al menos así la tomaba en aquellos días.
El tiempo y el destino habían jugado para volver a encarar a estos dos viejos rivales una vez más. Sus caminos se cruzaban nuevamente.
Solomon se sintió cohibido de avanzar hacía ella, al saber que Sophia no tenia la culpa de tener a un estupido y terco como hermano, el senador veía el rostro del desfallecido Gelum, aborrecía por dentro la incapacidad de aquel inconciente en no haberle cedido el puesto, si hubiese sido así todo habría sido mucho mas fácil, pero no, tenía que oponerse evidenciando su traición a roma.
Pero eso ya no importaba, ante los ojos celestes del senador, Sophia yacía física y mentalmente igual a la que reconocía en el coliseo, era en verdad un alivio para él saber que no todos sus parientes cambiaron, por lo menos, los que vivían lejos de Roma no. La mirada llorosa, algo ansiosa de Sophia era inconfundible, ni la mejor actriz podría reproducir esa mezcla de hija y hermana que representaba su prima para el.
Sophia…yo…
Pero alguien con su sola presencia le interrumpía, esa cólera guardada y desconfianza perpetua solo podían pertenecer a Fye quien recién bajaba con sus habituales comportamientos despectivos para cualquiera que no fuera Sophia, en verdad el detestaba a todo miembro de la familia, le arrebato sin asco el cuerpo del inconciente Gelum para luego posarlo sobre una litera encargando con gritos a que trajeran a un doctor.
La sospecha marcaba la mirada de Fye quien al poco rato regresaba encarándole a Solomon con preguntas que de por si el senador ya habría pensado. Como buen diplomático, le encaro con calma y dignidad desmedida para luego hablarle a ambos con total serenidad y paciencia.
Fye comprendo tu ofuscación, pero es merito a que me escuches antes de que te dejes guiar por tus inherentes ímpetus.
Solomon pronuncio estupendamente cada silaba sin dejarse llevar por la preocupación, era un miembro del senado y por tanto, la política era su fuerte, lo cual sería su punto de inicio para charlar con Fye.
Es cierto, me encontré con Gelum…yo estuve en el instante en el que se fue…
Hoy mismo me entere de lo acontecido en el senado días atrás, la decisión que tomaron algunos de los senadores en enviar a Gelum a Egipto como parte de la oferta de paz y concilio para con su reina. Precisamente esa fue la causa en que fuera de inmediato a buscarle a esta villa, pero lo encontré a él en Roma de camino hacía acá…
Tomo un poco de aliento para proseguir.
Estaba en el establo próximo al mercado de la ciudad y parecía estar esperando a alguien, desde luego, mi intención de buscarle era para interceder por él ante el consejo, tratar de que no se aventurase a tal travesía en tan corto periodo de tiempote preparación, encontrar la forma de prolongar su estadía aquí, entre nosotros, pero algo estaba mal en él…no se si dieron cuenta de aquello…
Estaba pálido y con escalofríos, algo parecía haberle ocurrido antes de mi llegada y poco o mucho tenia que ver aquella persona a la que esperaba con tanto apremio, no me respondía como debía…apenas monosílabos.
Enfatizaba con preocupación lo último, viendo con descarada actuación a ambos primos aguardando un par de segundos para advertir alguna reacción suya. Esperando quizás alguna dolencia vista por parte de Sophia o fye del pequeño que aun yacía tirado allí cerca.
La verdad, me sorprendió…decidí aguardar a su lado para ver el sujeto a quien tanto esperaba…pues recordaba de Gelum a alguien muy tímido, que usualmente vivía con ustedes en la villa y no salía. Se me hizo extraño entonces a que esperase a alguien que no fueran ustedes. Pero allí sucedió…se desplomo de un instante al otro, pude evitar su caída por suerte…lo lleve al medico de cabecera de mi familia y no me supieron dar respuesta alguna de su situación, solo que pudo ser el producto de una grave intoxicación a causa de una extraña planta…nada de gravedad, pero sería un caso a investigar, pues debió suceder a lo máximo un par de días antes. De allí me dirigí hacia acá, pensaba en que ustedes debían recibir la noticia de inmediato…y si conocían de algo decírmelo para emprender la empresa de conocer la verdad de lo sucedido.
Luego giro su cabeza para apuntar a los ojos de su primo.
Aun tomando tus actitudes tan aisladas Fye, tenía que cumplir con mi deber y venir acá…es normal tu preocupación, pero por gracia de los dioses…Gelum se recuperada.
Solomon dio vuelta nuevamente para tomar las manos de Sophia para unirlas en señal de petición.
Sophia, lo más importante ahora es que lo ayudes a recuperarse, sería mejor a que fueras a ver personalmente a las siervas de tu villa, el necesita agua fresca constante…la verdad es que tengo otra noticia que prefiero que no la soportes tu, sino…tu Pater.
Para finalmente dirigir su mirada a la de Fye, haciéndole saber que existe un asunto más que debatir que no sería conveniente por su gravedad discutirse con Sophia presente.
Decir
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El tiempo transcurría y Fye, su primo, no mostraba rastro alguno de su presencia, para Solomon le era extraño que no bajase al escuchar todo el bullicio de las mujeres alarmadas de la villa, quizás él se habría atrevido a subir para hablar directamente con él, y justamente eso hacia cuando escucho tras suyo la vocecita de una mujer, no podía ser otra persona que su prima.
Cielos.
El senador prefería no haberla encontrado, estaba feliz de haberlo escuchado por las propias siervas del sitio a su llegada, pero parecía que el destino querría que se encontrasen antes de lo que ya tenia marcado Solomon en la frente como futuro. Lentamente dio media vuelta para encarar el dulce mirar de la jovencita que recordaba en el pasado como su hermana menor, al menos así la tomaba en aquellos días.
El tiempo y el destino habían jugado para volver a encarar a estos dos viejos rivales una vez más. Sus caminos se cruzaban nuevamente.
Solomon se sintió cohibido de avanzar hacía ella, al saber que Sophia no tenia la culpa de tener a un estupido y terco como hermano, el senador veía el rostro del desfallecido Gelum, aborrecía por dentro la incapacidad de aquel inconciente en no haberle cedido el puesto, si hubiese sido así todo habría sido mucho mas fácil, pero no, tenía que oponerse evidenciando su traición a roma.
Pero eso ya no importaba, ante los ojos celestes del senador, Sophia yacía física y mentalmente igual a la que reconocía en el coliseo, era en verdad un alivio para él saber que no todos sus parientes cambiaron, por lo menos, los que vivían lejos de Roma no. La mirada llorosa, algo ansiosa de Sophia era inconfundible, ni la mejor actriz podría reproducir esa mezcla de hija y hermana que representaba su prima para el.
Sophia…yo…
Pero alguien con su sola presencia le interrumpía, esa cólera guardada y desconfianza perpetua solo podían pertenecer a Fye quien recién bajaba con sus habituales comportamientos despectivos para cualquiera que no fuera Sophia, en verdad el detestaba a todo miembro de la familia, le arrebato sin asco el cuerpo del inconciente Gelum para luego posarlo sobre una litera encargando con gritos a que trajeran a un doctor.
La sospecha marcaba la mirada de Fye quien al poco rato regresaba encarándole a Solomon con preguntas que de por si el senador ya habría pensado. Como buen diplomático, le encaro con calma y dignidad desmedida para luego hablarle a ambos con total serenidad y paciencia.
Fye comprendo tu ofuscación, pero es merito a que me escuches antes de que te dejes guiar por tus inherentes ímpetus.
Solomon pronuncio estupendamente cada silaba sin dejarse llevar por la preocupación, era un miembro del senado y por tanto, la política era su fuerte, lo cual sería su punto de inicio para charlar con Fye.
Es cierto, me encontré con Gelum…yo estuve en el instante en el que se fue…
Hoy mismo me entere de lo acontecido en el senado días atrás, la decisión que tomaron algunos de los senadores en enviar a Gelum a Egipto como parte de la oferta de paz y concilio para con su reina. Precisamente esa fue la causa en que fuera de inmediato a buscarle a esta villa, pero lo encontré a él en Roma de camino hacía acá…
Tomo un poco de aliento para proseguir.
Estaba en el establo próximo al mercado de la ciudad y parecía estar esperando a alguien, desde luego, mi intención de buscarle era para interceder por él ante el consejo, tratar de que no se aventurase a tal travesía en tan corto periodo de tiempote preparación, encontrar la forma de prolongar su estadía aquí, entre nosotros, pero algo estaba mal en él…no se si dieron cuenta de aquello…
Estaba pálido y con escalofríos, algo parecía haberle ocurrido antes de mi llegada y poco o mucho tenia que ver aquella persona a la que esperaba con tanto apremio, no me respondía como debía…apenas monosílabos.
Enfatizaba con preocupación lo último, viendo con descarada actuación a ambos primos aguardando un par de segundos para advertir alguna reacción suya. Esperando quizás alguna dolencia vista por parte de Sophia o fye del pequeño que aun yacía tirado allí cerca.
La verdad, me sorprendió…decidí aguardar a su lado para ver el sujeto a quien tanto esperaba…pues recordaba de Gelum a alguien muy tímido, que usualmente vivía con ustedes en la villa y no salía. Se me hizo extraño entonces a que esperase a alguien que no fueran ustedes. Pero allí sucedió…se desplomo de un instante al otro, pude evitar su caída por suerte…lo lleve al medico de cabecera de mi familia y no me supieron dar respuesta alguna de su situación, solo que pudo ser el producto de una grave intoxicación a causa de una extraña planta…nada de gravedad, pero sería un caso a investigar, pues debió suceder a lo máximo un par de días antes. De allí me dirigí hacia acá, pensaba en que ustedes debían recibir la noticia de inmediato…y si conocían de algo decírmelo para emprender la empresa de conocer la verdad de lo sucedido.
Luego giro su cabeza para apuntar a los ojos de su primo.
Aun tomando tus actitudes tan aisladas Fye, tenía que cumplir con mi deber y venir acá…es normal tu preocupación, pero por gracia de los dioses…Gelum se recuperada.
Solomon dio vuelta nuevamente para tomar las manos de Sophia para unirlas en señal de petición.
Sophia, lo más importante ahora es que lo ayudes a recuperarse, sería mejor a que fueras a ver personalmente a las siervas de tu villa, el necesita agua fresca constante…la verdad es que tengo otra noticia que prefiero que no la soportes tu, sino…tu Pater.
Para finalmente dirigir su mirada a la de Fye, haciéndole saber que existe un asunto más que debatir que no sería conveniente por su gravedad discutirse con Sophia presente.
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Re: [Villa Vallis Mellitus] Comedor
mis pasos estaban acelerados, mi mano empeñaba aquella maza que siempre cargaba por si la necesitaba, la luz era interrumpida por algunas paredes y creaba partes escuras en aquel lugar que me ocian desaparecer ante la vista de los demás, un viento soplaba pero era un viento helado no gélido, ni de muerte solo un viento que auguraba algo negativos, llegue hasta el comedor, estando allí pude observar a un hombre de cabellos dorados que estaba con el señor Fye y la señorita Sophia, me quede en la entrada, entre las sombras por s solicitaban algo, aun no veía nada extraño, de pronto, por mi cercanía escuche parte de su conversación y al fijarme bien observe el frio cuerpo del joven Gellum, di vuelta y me marche hacia la cocina donde las sirvientas ya tenían listas agua caliente y otras traía mantas, tome aquella agua caliente que sentía quemar mis mano, y salí deprisa, aquello lo había pedido el amo y debía ser rápido aunque no fuese para mi aquella orden, sentía el vapor en mi cara y una que otra gota de sudor se asomaba en mi frente.
Llegue hasta donde se encontraban y pose el jarrón con agua en el suelo, mi señor disculpe la intromisión de esta forma escuche sus palabras mientras entraba y no pude evitar cumplir su petición de inmediato, espero me excuse, cuando termine mis palabras di unos pasos hacia atrás y una de las sirvientas trajo unas mantas.
Llegue hasta donde se encontraban y pose el jarrón con agua en el suelo, mi señor disculpe la intromisión de esta forma escuche sus palabras mientras entraba y no pude evitar cumplir su petición de inmediato, espero me excuse, cuando termine mis palabras di unos pasos hacia atrás y una de las sirvientas trajo unas mantas.
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Re: [Villa Vallis Mellitus] Comedor
Después de las instrucciones de Fye los sirvientes siempre temerosos de su carácter corrieron por lo que pedía, un médico a Roma, frazadas y agua caliente para intentar que el joven entrara en calor. Sophia que lo tenía en sus brazos sobaba su cuerpo para hacerlo despertar pero parecía no tener resultado alguno. Fye le pedía explicaciones del estado de Gelum a Solomon y tenía razón en escucharse molesto… pero Sophia parecía no ponerle atención a ellos, tomó las frazadas que le traían y envolvió a Gelum en estas sentándose a su lado, sujetando la mano del jovencito. Sus ojos estaban lagrimosos pues no podía creer que Gelum hubiese llegado a ese estado, su piel estaba tan fría y su rostro tan pálido que parecía bastante difícil de creer que ese niño moribundo acostado en el futón… fuera el mismo Gelum animoso y alegre que todos en la villa conocían.
Con su mano aun sujeta en la de Gelum, subió la mirada hacia la escena que parecía opacar el salón. Fye y Solomon, dos grandes señores de Roma mirándose ojo a ojo. Sophia sintió un escalofrío de solo verlo. Solomon daba su explicación de forma paulatina, dejando entrever detalle por detalle lo que estaba sucediendo. Fue entonces que Sophia lo interrumpió al escuchar que lo había encontrado en el mercado de Roma.
- Gelum fue a Roma a visitar al Señor Ioros, o al menos eso le dijo a los criados… - intervino Sophia mirando a Fye, intentando encontrar un motivo para que su hermano pequeño estuviese en ese lugar cuando Solomon lo encontró. - Quería despedirse de él… pero no me explico que haría en el mercado si quería ir a las Villas de Ioros…
Sophia pensaba que podría haber estado haciendo Gelum en esos lugares, pues la villa de Ioros quedaba bastante lejos de ahí, no había razón para que su hermano menor hubiese entrado a Roma si realmente quería visitar Roma, por lo cual había dos opciones, o Solomon mentía, o Gelum había mentido diciendo que iría a visitar a Ioros y en realidad habría ido a despedirse de esa mujer…
- Fye, hay algo más no dejaba de pronunciar el nombre de una mujer… Astrid. Tal vez era a esa muchacha a quien esperaba en el establo… - Sophia bajó la mirada nuevamente mientras una lagrima se le escapaba. - ¿Qué te han hecho hermano? ¿Por qué estabas en ese lugar tan peligroso solo?
Gelum solo en medio del mercado. La mera idea la horrorizaba. La ultima vez que había ido a ese lugar había terminado en graves problemas por culpa de un sirviente inepto y ahora… estaba ahí inconciente y sin vida en su rostro. Solomon explicaba que había intentado detener el proceso de que Gelum fuera mandado a Egipto. Sophia sonrió por ello pues le parecía algo tan noble de parte de Solomon. Había sido el único en su familia que se había preocupado por ello lo suficiente como para intentar detenerlo.
- Primo… es tan bondadoso en pensar en nosotros y evitarnos el dolor de ver partir a uno de los nuestros. La verdad pensé que usted también había tomado parte de la decisión de mandar a Gelum a Egipto y casarlo con una desconocida… pero debí imaginar que jamás le hubiese dado semejante carga y angustia a nuestra familia… Y sí, es verdad… Gelum no ha sido él mismo desde que… desde que los guardias de la Villa me dijeron que se frecuentaba con una mujer con acento germano. Supongo, que ella es Astrid.
Hasta ahí el relato de Solomon parecía creíble, incluso lógico… y fue entonces que Sophia notó lo inevitable. Solomon mentía… el tono de su voz lo delataba. No dijo nada, no entendió realmente porque su primo estaría mintiendo en la forma en que Gelum se había desplomado, o lo del medico o sus buenas intenciones. Bajó el rostro para no delatarse, que no notara que se había percatado de ello. Empalideció de inmediato, pues Sophia al ser una persona tan inocente e ingenua, tenía un don especial para sentir en los demás la deshonestidad.
Aun así no quería creer… no podía creer… que Solomon hubiese querido hacerle daño a ella o a Gelum o a alguien de su familia. El joven no era así… siempre había sido amoroso y protector, un hombre de moral y rectitud, cada una de las virtudes que se podían enumerar para todo buen romano estaban incluidas en él. Sin mencionar, que estar con él siempre la hacía sentir muy cómoda por algun motivo, como si se hubiesen conocido toda una vida y una vida anterior. Era agradable, caballeroso, un galante… las mujeres romanas peleaban por su compañía y él parecía estar esperando a alguien digna de su grandeza. Por ello, Sophia se negaba a creer que Solomon fuese capaz de haberle hecho eso a Gelum sin un motivo tan radical, como su propia protección. Le costaba creer que Solomon hubiese querido lastimarlo, pero en su tono de voz estaba tan evidenciada su mentira, que Sophia no sabía que pensar. Lo que si tenía seguridad… es que fuera la que fuera la verdad, Solomon era una persona de bien y nunca habría podido desearle un mal a su propia familia, evidencia de esto era que Gelum estaba ahí y se pondría bien, y no muerto.
Fue entonces que la miró y ella bajó el rostro, asintiendo. Le pedia que cuidara a Gelum y que ahora los dejara conversar cosas entre hombres. Sophia no tenía más que hacer ahí, por lo mismo miró a un sirviente para que cargara a Gelum.
- Llévalo a su pieza, por favor… iré en seguida. – El sirviente cargó a Gelum envuelto en sabanas y el junto a las demás criadas salieron del salón, seguramente el medico estaba por llegar. Se puso de pie y secó sus lágrimas con la manga de su mano e hizo una reverencia a Solomon. - Gracias por traer a Gelum Solomon… fuera cual fuera la circunstancia. Siempre haces demasiado por nuestra familia querido primo. – Tomó sus manos y las beso en señal de amor y respeto, para luego hacer una reverencia a Fye sin mirarlo a los ojos, pues las cosas entre ambos aun no estaban bien y se retiró del lugar. Era hora de que dos grandes hombres conversaran tranquilos. - Solomón, antes de que me olvide... hay algo que luego me gustaría mostrarte... cuando lo he visto en el marcado el otro día me acorde de ti y lo compre para tu cumpleaños... disculpenme ahora, debo atender a Gelum. Estoy segura que ya debe estar mejor...
Con su mano aun sujeta en la de Gelum, subió la mirada hacia la escena que parecía opacar el salón. Fye y Solomon, dos grandes señores de Roma mirándose ojo a ojo. Sophia sintió un escalofrío de solo verlo. Solomon daba su explicación de forma paulatina, dejando entrever detalle por detalle lo que estaba sucediendo. Fue entonces que Sophia lo interrumpió al escuchar que lo había encontrado en el mercado de Roma.
- Gelum fue a Roma a visitar al Señor Ioros, o al menos eso le dijo a los criados… - intervino Sophia mirando a Fye, intentando encontrar un motivo para que su hermano pequeño estuviese en ese lugar cuando Solomon lo encontró. - Quería despedirse de él… pero no me explico que haría en el mercado si quería ir a las Villas de Ioros…
Sophia pensaba que podría haber estado haciendo Gelum en esos lugares, pues la villa de Ioros quedaba bastante lejos de ahí, no había razón para que su hermano menor hubiese entrado a Roma si realmente quería visitar Roma, por lo cual había dos opciones, o Solomon mentía, o Gelum había mentido diciendo que iría a visitar a Ioros y en realidad habría ido a despedirse de esa mujer…
- Fye, hay algo más no dejaba de pronunciar el nombre de una mujer… Astrid. Tal vez era a esa muchacha a quien esperaba en el establo… - Sophia bajó la mirada nuevamente mientras una lagrima se le escapaba. - ¿Qué te han hecho hermano? ¿Por qué estabas en ese lugar tan peligroso solo?
Gelum solo en medio del mercado. La mera idea la horrorizaba. La ultima vez que había ido a ese lugar había terminado en graves problemas por culpa de un sirviente inepto y ahora… estaba ahí inconciente y sin vida en su rostro. Solomon explicaba que había intentado detener el proceso de que Gelum fuera mandado a Egipto. Sophia sonrió por ello pues le parecía algo tan noble de parte de Solomon. Había sido el único en su familia que se había preocupado por ello lo suficiente como para intentar detenerlo.
- Primo… es tan bondadoso en pensar en nosotros y evitarnos el dolor de ver partir a uno de los nuestros. La verdad pensé que usted también había tomado parte de la decisión de mandar a Gelum a Egipto y casarlo con una desconocida… pero debí imaginar que jamás le hubiese dado semejante carga y angustia a nuestra familia… Y sí, es verdad… Gelum no ha sido él mismo desde que… desde que los guardias de la Villa me dijeron que se frecuentaba con una mujer con acento germano. Supongo, que ella es Astrid.
Hasta ahí el relato de Solomon parecía creíble, incluso lógico… y fue entonces que Sophia notó lo inevitable. Solomon mentía… el tono de su voz lo delataba. No dijo nada, no entendió realmente porque su primo estaría mintiendo en la forma en que Gelum se había desplomado, o lo del medico o sus buenas intenciones. Bajó el rostro para no delatarse, que no notara que se había percatado de ello. Empalideció de inmediato, pues Sophia al ser una persona tan inocente e ingenua, tenía un don especial para sentir en los demás la deshonestidad.
Aun así no quería creer… no podía creer… que Solomon hubiese querido hacerle daño a ella o a Gelum o a alguien de su familia. El joven no era así… siempre había sido amoroso y protector, un hombre de moral y rectitud, cada una de las virtudes que se podían enumerar para todo buen romano estaban incluidas en él. Sin mencionar, que estar con él siempre la hacía sentir muy cómoda por algun motivo, como si se hubiesen conocido toda una vida y una vida anterior. Era agradable, caballeroso, un galante… las mujeres romanas peleaban por su compañía y él parecía estar esperando a alguien digna de su grandeza. Por ello, Sophia se negaba a creer que Solomon fuese capaz de haberle hecho eso a Gelum sin un motivo tan radical, como su propia protección. Le costaba creer que Solomon hubiese querido lastimarlo, pero en su tono de voz estaba tan evidenciada su mentira, que Sophia no sabía que pensar. Lo que si tenía seguridad… es que fuera la que fuera la verdad, Solomon era una persona de bien y nunca habría podido desearle un mal a su propia familia, evidencia de esto era que Gelum estaba ahí y se pondría bien, y no muerto.
Fue entonces que la miró y ella bajó el rostro, asintiendo. Le pedia que cuidara a Gelum y que ahora los dejara conversar cosas entre hombres. Sophia no tenía más que hacer ahí, por lo mismo miró a un sirviente para que cargara a Gelum.
- Llévalo a su pieza, por favor… iré en seguida. – El sirviente cargó a Gelum envuelto en sabanas y el junto a las demás criadas salieron del salón, seguramente el medico estaba por llegar. Se puso de pie y secó sus lágrimas con la manga de su mano e hizo una reverencia a Solomon. - Gracias por traer a Gelum Solomon… fuera cual fuera la circunstancia. Siempre haces demasiado por nuestra familia querido primo. – Tomó sus manos y las beso en señal de amor y respeto, para luego hacer una reverencia a Fye sin mirarlo a los ojos, pues las cosas entre ambos aun no estaban bien y se retiró del lugar. Era hora de que dos grandes hombres conversaran tranquilos. - Solomón, antes de que me olvide... hay algo que luego me gustaría mostrarte... cuando lo he visto en el marcado el otro día me acorde de ti y lo compre para tu cumpleaños... disculpenme ahora, debo atender a Gelum. Estoy segura que ya debe estar mejor...
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Re: [Villa Vallis Mellitus] Comedor
Las sirvientas se movian a una velocidad endiablada nada mas recibir las ordenes de Fye, aunque no fueron ellas la que trajeron el agua, de ello se encargo Paolo que habia llegada a la sala, quizas de cumplir con su cometido de ir a comprar lo mas puros caballos... Sin importarle derrarmar algo de agua y consciente de la urgencia de esta, alli coloco el liquido para atender de inmediato a Gelum, tratando de mantenerlo estable hasta la llegada del medico.
Fye no era medico y nada podia hacer por Gelum, solo buscar al mejor de los doctores, pero haciendo eso de nada le serviria quedarse a su lado intentando que se despertara, su tarea era mas descubrir la verdad y en el caso de encontrar a los culpables de su hermano.. castigarlo de manera cruel y estrepitosa, fuera un caulquier desconocido o.. alguien de su familia como su primo Solomon.
Bien.. a que esperas? Habla de una vez o vas a ser tan lento como trayendo a Gelum a mi casa? Se nota en su temperatura que no le ha pasado hace poco..
No tenia compasion de nadie, ni de aquellos que parecian ayudarle pues todo podria ser una mentira, no era algo nuevo que Fye no confiara en los demas. Y este tipo de cosas solo hacian afirmar sus creencias sobre los demas, al poco dia de ser nombrado Gelum nuevo futuro emperador de Egipto le ocurria una desgracia como esta..
De brazos cruzados escuchaba impaciente las explicaciones de Solomon sobre el estado de Gelum y el por que lo habia encontrado el. Si lo que Solomon decia era cierto, el hermano peliblanco habria ido cerca del mercado para encontrarse con alguien, y alli en ese mismo sitio lo vio Solomon, incluso confeso el haber estado con el hasta el momento del desmayo, y de alli lo llevo hacia el medico de Roma, diagnosticando el problema por culpa de alguna planta...
No me gustaba nada la historia de Solomon, entre ellas su extraña gratitud y el hecho de que el habia estado todo el tiempo con Gelum, seguido de la forma en la que se habia enfermado, sospechosa pues era por una planta, solo podia indicar que alguien le habia intoxicado, conocia muy bien esos metodos. Y por si no fuera poco... Sophia añadio una incognita mas al asunto, y es que Gelum dijo haber ido a la casa de Ioros para despedirse, un lugar que le queda bastante lejos de donde Solomon lo encontro, alguien mentia...
Paolo ven aquí un momento..
Le dijo su amo a el, lo llamo con el dedo para que acercara su oido y darle las instrucciones, esto fue en el momento en que se añadio otra de las suposiciones de por que Gelum estaba en aquel establo, y seria para encontrarse con una mujer con las misma caracteristicas que aquella que salve de los asesinos en el barrio bajo..
Te ordeno dos cosas, la primera es que vayas a buscar a Ioros y descubras si Gelum estuvo alli y la segunda es que encuentres a la mujer que dice Sophia. Su nombre es Astrid, es rubia de tez palida y ojos miel, con acento Germano. Si ves a Alexandra o Armand pideles que te acompañe entiendes?
Cualquier pista era valida, no solo Solomon era sospechoso, sino Ioros, o esa rubia germana. Fye no se habia dado cuenta de esos cambios que decian en Gelum, ya que en los ultimos dias no habia estado con el. Mientras le daba en voz baja las ordenes a Paolo, Solomon le pedia a Sophia que se retirara, y asi lo hizo llevandose a Gelum. Fye ni les miro, solo miraba a Solomon ya que esto no habia terminado entre los dos.
Jum.. Al fin podemos hablar con claridad, nose a que viene esta actitud tuya, pero me estas subestimando si crees que por estar lejos de los asuntos del senado y de los generales nose nada de Roma y de como se hacen las cosas alli.
Una y otra vez, la desconfianza de Fye, eso le habia hecho fuerte y eso hacia mantener estable a su propia villa, todos eran enemigos a sus ojos, todos y cada uno de aquellos que estaban en altos cargos. Dejo de cruzar sus brazos y empezo a andar hacia detras mientras pasaba la mano por el asiento donde habia estado Gelum descansando.
Sere claro, no creo la mitad de tu historia y la otra mitad suena a transformacion de los verdaderos hechos. Y aquí van mis puntos, el primero y mas importante, si Gelum esta asi cuando llego a mi casa, significaba que no deberia haber viajado. Comprenderia si no tuviera otro sitio donde ir pero.. despues de estar frente a un medico de Roma? Lo logico para una persona que estuviera enferma es guardar reposo y si querias avisarnos solo debias de haber mandado uno de tus numerosos sirvientes a avisarnos o bien.. venir tu mismo si tanta amabilidad desprendias hoy..
La mano de Fye llego hasta el final del asiento y ahora se volvio a dar la vuelta para mirar a su generoso primo, pero eso no habia acabado ahi, muchas mas cosas pensaba Fye que no estaban correctas en la declaracion de Solomon.
Por que arriesgarse a que Gelum empeorara de esa manera teniendolo ya seguro al lado de un doctor? Quizas para empeorar a proposito su estado? Lo que me lleva al segundo punto... en caso de que hayas mentido en lo del medico.. por que necesitabas hacerlo? La pregunta es facil.. necesitabas que otro vereficara esa intoxicacion... para no ser sospechoso al tu conocer solomente la existencia de ese veneno en el cuerpo de Gelum. Un error por parte, pero necesario si querias ganarte nuestra amabilidad...
Deje mi posicion para andar directamente hacia Solomon, con lentitud y colocando mis brazos atrás, juntandolos y parandome finalmente frente al rubio..
Acaso crees que no se como trabajais? Como pensais? Fui entrenado al igual que vosotros, en todas vuestras artes, pude haber sido un general o un senador si me lo propusiera, asi que.. no oses subestimarme. Jum.. el resto encaja muy bien en la historia, puede que lo estuvieras siguiendo y fuera el momento perfecto para ti ya que estaba solo, traerlo hacia aquí y luego venir a contarme toda esa patraña. O no crees... que es extraño que le pase esto a mi hermano justo ahora?
Preferia que Sophia no escuchara toda esta parte de la conversacion, asi tenia que enfrentarme muchas veces a los demas y ella debia seguir viendo las cosas tan puras como la veia. Puede que Solomon no fuera el culpable, o que varias cosas no fueran correctas en la deduccion de Fye, pero lo seguro era que no confiaba en su primo que aun tenia otra noticia mas para el.
Puedes seguir argumentando lo que quieras, la verdad caera por su propio peso. Y ahora dime que es esa otra noticia? En el caso de que no sea otra patraña mas por supuesto..
Fye no era medico y nada podia hacer por Gelum, solo buscar al mejor de los doctores, pero haciendo eso de nada le serviria quedarse a su lado intentando que se despertara, su tarea era mas descubrir la verdad y en el caso de encontrar a los culpables de su hermano.. castigarlo de manera cruel y estrepitosa, fuera un caulquier desconocido o.. alguien de su familia como su primo Solomon.
Bien.. a que esperas? Habla de una vez o vas a ser tan lento como trayendo a Gelum a mi casa? Se nota en su temperatura que no le ha pasado hace poco..
No tenia compasion de nadie, ni de aquellos que parecian ayudarle pues todo podria ser una mentira, no era algo nuevo que Fye no confiara en los demas. Y este tipo de cosas solo hacian afirmar sus creencias sobre los demas, al poco dia de ser nombrado Gelum nuevo futuro emperador de Egipto le ocurria una desgracia como esta..
De brazos cruzados escuchaba impaciente las explicaciones de Solomon sobre el estado de Gelum y el por que lo habia encontrado el. Si lo que Solomon decia era cierto, el hermano peliblanco habria ido cerca del mercado para encontrarse con alguien, y alli en ese mismo sitio lo vio Solomon, incluso confeso el haber estado con el hasta el momento del desmayo, y de alli lo llevo hacia el medico de Roma, diagnosticando el problema por culpa de alguna planta...
No me gustaba nada la historia de Solomon, entre ellas su extraña gratitud y el hecho de que el habia estado todo el tiempo con Gelum, seguido de la forma en la que se habia enfermado, sospechosa pues era por una planta, solo podia indicar que alguien le habia intoxicado, conocia muy bien esos metodos. Y por si no fuera poco... Sophia añadio una incognita mas al asunto, y es que Gelum dijo haber ido a la casa de Ioros para despedirse, un lugar que le queda bastante lejos de donde Solomon lo encontro, alguien mentia...
Paolo ven aquí un momento..
Le dijo su amo a el, lo llamo con el dedo para que acercara su oido y darle las instrucciones, esto fue en el momento en que se añadio otra de las suposiciones de por que Gelum estaba en aquel establo, y seria para encontrarse con una mujer con las misma caracteristicas que aquella que salve de los asesinos en el barrio bajo..
Te ordeno dos cosas, la primera es que vayas a buscar a Ioros y descubras si Gelum estuvo alli y la segunda es que encuentres a la mujer que dice Sophia. Su nombre es Astrid, es rubia de tez palida y ojos miel, con acento Germano. Si ves a Alexandra o Armand pideles que te acompañe entiendes?
Cualquier pista era valida, no solo Solomon era sospechoso, sino Ioros, o esa rubia germana. Fye no se habia dado cuenta de esos cambios que decian en Gelum, ya que en los ultimos dias no habia estado con el. Mientras le daba en voz baja las ordenes a Paolo, Solomon le pedia a Sophia que se retirara, y asi lo hizo llevandose a Gelum. Fye ni les miro, solo miraba a Solomon ya que esto no habia terminado entre los dos.
Jum.. Al fin podemos hablar con claridad, nose a que viene esta actitud tuya, pero me estas subestimando si crees que por estar lejos de los asuntos del senado y de los generales nose nada de Roma y de como se hacen las cosas alli.
Una y otra vez, la desconfianza de Fye, eso le habia hecho fuerte y eso hacia mantener estable a su propia villa, todos eran enemigos a sus ojos, todos y cada uno de aquellos que estaban en altos cargos. Dejo de cruzar sus brazos y empezo a andar hacia detras mientras pasaba la mano por el asiento donde habia estado Gelum descansando.
Sere claro, no creo la mitad de tu historia y la otra mitad suena a transformacion de los verdaderos hechos. Y aquí van mis puntos, el primero y mas importante, si Gelum esta asi cuando llego a mi casa, significaba que no deberia haber viajado. Comprenderia si no tuviera otro sitio donde ir pero.. despues de estar frente a un medico de Roma? Lo logico para una persona que estuviera enferma es guardar reposo y si querias avisarnos solo debias de haber mandado uno de tus numerosos sirvientes a avisarnos o bien.. venir tu mismo si tanta amabilidad desprendias hoy..
La mano de Fye llego hasta el final del asiento y ahora se volvio a dar la vuelta para mirar a su generoso primo, pero eso no habia acabado ahi, muchas mas cosas pensaba Fye que no estaban correctas en la declaracion de Solomon.
Por que arriesgarse a que Gelum empeorara de esa manera teniendolo ya seguro al lado de un doctor? Quizas para empeorar a proposito su estado? Lo que me lleva al segundo punto... en caso de que hayas mentido en lo del medico.. por que necesitabas hacerlo? La pregunta es facil.. necesitabas que otro vereficara esa intoxicacion... para no ser sospechoso al tu conocer solomente la existencia de ese veneno en el cuerpo de Gelum. Un error por parte, pero necesario si querias ganarte nuestra amabilidad...
Deje mi posicion para andar directamente hacia Solomon, con lentitud y colocando mis brazos atrás, juntandolos y parandome finalmente frente al rubio..
Acaso crees que no se como trabajais? Como pensais? Fui entrenado al igual que vosotros, en todas vuestras artes, pude haber sido un general o un senador si me lo propusiera, asi que.. no oses subestimarme. Jum.. el resto encaja muy bien en la historia, puede que lo estuvieras siguiendo y fuera el momento perfecto para ti ya que estaba solo, traerlo hacia aquí y luego venir a contarme toda esa patraña. O no crees... que es extraño que le pase esto a mi hermano justo ahora?
Preferia que Sophia no escuchara toda esta parte de la conversacion, asi tenia que enfrentarme muchas veces a los demas y ella debia seguir viendo las cosas tan puras como la veia. Puede que Solomon no fuera el culpable, o que varias cosas no fueran correctas en la deduccion de Fye, pero lo seguro era que no confiaba en su primo que aun tenia otra noticia mas para el.
Puedes seguir argumentando lo que quieras, la verdad caera por su propio peso. Y ahora dime que es esa otra noticia? En el caso de que no sea otra patraña mas por supuesto..
Fye- Dios/a
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Re: [Villa Vallis Mellitus] Comedor
Un gran ambiéntele tensión se podía sentir en le aire que ni una minima brisa entraba por la puerta o las ventanas, angustia y un poco de calma por las palabras del señor Solomon se veía en el rostro de la señorita Sophia, unos pasos eran los que me separaban de la ubicación del amo Fye, solo estaba allí observando, inerte inclusive trataba de no escuchar conversación que no fuesen dirigidas hacia mi ser, de pronto la señorita Sophia se marcho junto a unas sirvientas hacia el cuarto del joven Gellum y llevo con sigo el cuerpo inmóvil, pálido y frío de su hermano menor, solo observe, expectante y esperando ordenes, depronto escuche las palabras de Amo Fye, dándome una orden inmediata, me acerque un paso y escuche por completo su orden, debía ir a buscar a Ioros y aquella doncella de nombre Astrid, asentí con la cabeza y hable solo para decir: si señor, de inmediato, hice una reverencia, con su permiso, fue lo ultimo que dije y gire mi cuerpo y me marche de aquel lugar, entre sombras mi cuerpo desaparecía y aparecía en la luz para luego perderme por completo de aquel lugar al atravesar la puerta.
Paolo- Guerrero de Abel
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Re: [Villa Vallis Mellitus] Comedor
Los labios húmedos y tibios de Sophia puestos sobre su mano en señal de respeto le hacían dudar si lo que hizo fue realmente lo correcto, actuar de aquella forma en el mercado, dejar inconciente y medicado al muchacho que se llevaban, todo el elaborado plan había tenido como objetivo el salvaguardar la vida e integridad de su querida familia o Solomon había actuado por intereses propios, para él o para Diva; ahora comenzaba a titubear al recibir la grata despedida de sus prima, quien creía querer como a su propia hermana, ese beso le carcomía el alma como si le expusieran a las brasas candentes del infierno.
No pierda cuidado…Sophia.
Pero solo paso un breve tiempo para volver a ser el mismo, estaba seguro de su integridad y su buen acto, desde niño juro que lucharía a cualquier costo en mantener la paz entre sus familiares y por ende a la misma Roma, si alguien debía sacrificarse a ese viaje, no era Gelum, si no Solomon el que tendría tamaña responsabilidad sobre sus hombros; así lo había jurado y sería cumplido a cabalidad. Entonces con la mayor de las firmezas dio vuelta para ver a quien era casi su vivo retrato, Fye, el primo desconfiado quien no esperaba más comenzando a descargar su artillería contra el joven senador.
Cada palabra salida de su boca solo traía mal intención y dramatismo, incluso salía de los estándares que el senador conocía de Fye, el tiempo le demostraba que el aislamiento de su primo solo le había perjudica aun más en su razonamiento, Solomon calmado oyó cada acusación y suposición proveniente de su familiar, quizás esta conducta pacienciosa hacía de Fye alguien más colérico y perturbado, pero el senador no cambiaba de apariencia, su único punto débil allí presente que radicaba en Sophia había desaparecido de la escena, sin ella, Solomon regresaba a su imperturbabilidad usual.
Luego de un buen rato, Fye había dejado suficiente pausa como para que Solomon comenzara a responderle con la misma firmeza de un principio.
Fye ya te aclare todo lo que se, tu como hermano mayor y Pater deberías conocer mucho mejor a nuestro primo, no se a quien esperaba, ni lo que hacía allí en el mercado, así que mayor explicación no te podré dar primo mío…sin embargo, aclarare una duda tuya, muy lógica de por cierto…
Como ya te mencione, lo lleve a un doctor, el medico encargado de mi casa y en quien confió ciegamente, lo reviso y el resultado fue el que te di a mi llegada, me previno que el estado de Gelum no podría empeorar, salvo claro, por el agua, la cual es vital para no sufrir alguna deshidratación, solo eso se puede hacer de momento. Conozco tu preocupación pues también tengo hermanos menores, pero deberías sentirte aliviado en que estuviera justo allí para socorrerle…
Pero la actitud fiera de su primo no parecía ceder, la verdad no era de mucha importancia para Solomon convencerle, pues conocía por medio del doctor que sería imposible para cualquiera desenmascararlo, había sido listo en narrar la historia de la intoxicación con veracidad, la hierba era la causante, muy cierto, pero el hecho premeditado de parte del senador jamás sería descubierto, era la cuartada perfecta, pues Solomon no era tonto, el doctor de su familia habría sido todo lo que quieran en el pasado, pero era un gran maestro en el arte de Esculapio y su dictamen era concluyente, nunca sería descubierto. Por este hecho conclusorio Solomon se permitió sonreír al oír lo último dicho por Fye.
Jem…jamas sería capaz de subestimarte Fye, eso espero lo sepas bien, y en vez de gastar energías en armas complots inexistentes, deberíamos unir fuerzas en tratar de rehabilitar no solo a Gelum, si no, a toda nuestra familia…y ese es el punto que viene al caso, no?
Eres receloso de nosotros, pero no porque fueras loco…no…era por una razón, que actuó como desencadenante de esta horrible maraña de soledad que te ha acompañado por muchos años. Y ese causante tiene un nombre, el cual es Virgilius…
Solomon había sido claro en mantener lejos a Sophia, y esa razón radicaba en la mención del hijo menor del emperador. Miraba con confianza al bilioso Fye, sabía que su enemistada llevaba casi toda una vida.
No se te hace extraño Fye que todo lo malo comenzara en el instante en que Virgilius regresara de su cruzada con Octavius, y que lejos de ir cualquiera de ellos a Egipto “eligieran” a tu hermano en una audiencia en el senado por lo demás ambigua. Se que nunca te interesaron los asuntos militares, ni políticos, pero al poseer sangre romana, acaso no se te hace de lo más extraño esta “invitación de paz” por parte de Egipto??
Tengo algo en mente Fye, pues jamás pensaría quedarme de brazos cruzados al ver como se daña el honor de nuestra familia, y no hay necesidad que me lo pidas, yo mismo buscare al verdadero causante de la desgracia de nuestra vida actual…pues algo te juro en nombre de nuestros padres Fye…y eso es que jamás dejaría de proteger el bien nuestro y de Roma.
Solomon quedo mirando atento a las reacciones de su primo para luego dirigir su vista hacía la sala donde estaría Sophia, recordaba lo que le había mencionado poco antes de irse, ya con Fye no tendría que hablar, todo estaba expuesto, Solomon estaba convencido que su necesidad de engañarles era con toda la finalidad de salvarles de un mal mayor.
Y que los dioses te guarden primo, ahora deberé emprender mi jornada. Me despides de Sophia, creo que en no es momento para que la vea...pueda estar más...ocupada.
Se despidió con la misma atención de un senador, de inmediato salió del salon y partio en su caballo blanco hacía el senado dejandoe a Fye poco antes que Sophia le gritara pidiendo su auxilio.
No pierda cuidado…Sophia.
Pero solo paso un breve tiempo para volver a ser el mismo, estaba seguro de su integridad y su buen acto, desde niño juro que lucharía a cualquier costo en mantener la paz entre sus familiares y por ende a la misma Roma, si alguien debía sacrificarse a ese viaje, no era Gelum, si no Solomon el que tendría tamaña responsabilidad sobre sus hombros; así lo había jurado y sería cumplido a cabalidad. Entonces con la mayor de las firmezas dio vuelta para ver a quien era casi su vivo retrato, Fye, el primo desconfiado quien no esperaba más comenzando a descargar su artillería contra el joven senador.
Jum.. Al fin podemos hablar con claridad, no se a que viene esta actitud tuya, pero me estas subestimando si crees que por estar lejos de los asuntos del senado y de los generales no se nada de Roma y de como se hacen las cosas allí.
Cada palabra salida de su boca solo traía mal intención y dramatismo, incluso salía de los estándares que el senador conocía de Fye, el tiempo le demostraba que el aislamiento de su primo solo le había perjudica aun más en su razonamiento, Solomon calmado oyó cada acusación y suposición proveniente de su familiar, quizás esta conducta pacienciosa hacía de Fye alguien más colérico y perturbado, pero el senador no cambiaba de apariencia, su único punto débil allí presente que radicaba en Sophia había desaparecido de la escena, sin ella, Solomon regresaba a su imperturbabilidad usual.
Luego de un buen rato, Fye había dejado suficiente pausa como para que Solomon comenzara a responderle con la misma firmeza de un principio.
Fye ya te aclare todo lo que se, tu como hermano mayor y Pater deberías conocer mucho mejor a nuestro primo, no se a quien esperaba, ni lo que hacía allí en el mercado, así que mayor explicación no te podré dar primo mío…sin embargo, aclarare una duda tuya, muy lógica de por cierto…
Como ya te mencione, lo lleve a un doctor, el medico encargado de mi casa y en quien confió ciegamente, lo reviso y el resultado fue el que te di a mi llegada, me previno que el estado de Gelum no podría empeorar, salvo claro, por el agua, la cual es vital para no sufrir alguna deshidratación, solo eso se puede hacer de momento. Conozco tu preocupación pues también tengo hermanos menores, pero deberías sentirte aliviado en que estuviera justo allí para socorrerle…
Pero la actitud fiera de su primo no parecía ceder, la verdad no era de mucha importancia para Solomon convencerle, pues conocía por medio del doctor que sería imposible para cualquiera desenmascararlo, había sido listo en narrar la historia de la intoxicación con veracidad, la hierba era la causante, muy cierto, pero el hecho premeditado de parte del senador jamás sería descubierto, era la cuartada perfecta, pues Solomon no era tonto, el doctor de su familia habría sido todo lo que quieran en el pasado, pero era un gran maestro en el arte de Esculapio y su dictamen era concluyente, nunca sería descubierto. Por este hecho conclusorio Solomon se permitió sonreír al oír lo último dicho por Fye.
Jem…jamas sería capaz de subestimarte Fye, eso espero lo sepas bien, y en vez de gastar energías en armas complots inexistentes, deberíamos unir fuerzas en tratar de rehabilitar no solo a Gelum, si no, a toda nuestra familia…y ese es el punto que viene al caso, no?
Eres receloso de nosotros, pero no porque fueras loco…no…era por una razón, que actuó como desencadenante de esta horrible maraña de soledad que te ha acompañado por muchos años. Y ese causante tiene un nombre, el cual es Virgilius…
Solomon había sido claro en mantener lejos a Sophia, y esa razón radicaba en la mención del hijo menor del emperador. Miraba con confianza al bilioso Fye, sabía que su enemistada llevaba casi toda una vida.
No se te hace extraño Fye que todo lo malo comenzara en el instante en que Virgilius regresara de su cruzada con Octavius, y que lejos de ir cualquiera de ellos a Egipto “eligieran” a tu hermano en una audiencia en el senado por lo demás ambigua. Se que nunca te interesaron los asuntos militares, ni políticos, pero al poseer sangre romana, acaso no se te hace de lo más extraño esta “invitación de paz” por parte de Egipto??
Tengo algo en mente Fye, pues jamás pensaría quedarme de brazos cruzados al ver como se daña el honor de nuestra familia, y no hay necesidad que me lo pidas, yo mismo buscare al verdadero causante de la desgracia de nuestra vida actual…pues algo te juro en nombre de nuestros padres Fye…y eso es que jamás dejaría de proteger el bien nuestro y de Roma.
Solomon quedo mirando atento a las reacciones de su primo para luego dirigir su vista hacía la sala donde estaría Sophia, recordaba lo que le había mencionado poco antes de irse, ya con Fye no tendría que hablar, todo estaba expuesto, Solomon estaba convencido que su necesidad de engañarles era con toda la finalidad de salvarles de un mal mayor.
Y que los dioses te guarden primo, ahora deberé emprender mi jornada. Me despides de Sophia, creo que en no es momento para que la vea...pueda estar más...ocupada.
Se despidió con la misma atención de un senador, de inmediato salió del salon y partio en su caballo blanco hacía el senado dejandoe a Fye poco antes que Sophia le gritara pidiendo su auxilio.
Solomon- Dios/a
- Reino : Atlantida
Ataques :
AD - Anillo Azul de Neptuno (5400)*
AD - Atracción del rey de las sirenas (5500)*
AM - Ojos Divinos de Oro (5900)*
AF - Cadenas al Cielo (6600)*
Defensa :
Muro Divino Mitológico
DE - Sagrado Manto del Alma
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Re: [Villa Vallis Mellitus] Comedor
Sabia que por mui amenazante que fuera no iba a conseguir descubrir la verdad de las palabras de Solomon, nunca antes se habia preocupado por la familia de Fye y era muy extraño que justamente ahora despues del nombramiento de Gelum como futuro esposo de la reina de Egipto le pasara esta desgracia y a la vez apareciera Solomon con unas buenas intenciones que nunca antes habia mostrado, todo no era mas que un asqueroso teatro.
Las palabras de Solomon no hacian mas que acrecentar mi ira, seguia afirmando aquello de el medico y toda su historia. Por el momento no tendria pruebas, necesitaba que Paolo consiguieran mas informacion sobre Ioros y la extraña germana. No me quedaria de brazos cruzados, de nuevo la venganza era lo que me movia, habian conseguido dejar fuera de Egipto a Gelum con todo esto, pero pagarian..
Lo que no soportaba tampoco es que ademas viniera con esa intencion de unirse a mi, y que juntos proteger el bien de la familia y de Roma, de poco me importaba a mi la familia... todos eran prescindibles y solo aquellos que engendro Flavia la mas hermosa y perfecta de las mujeres, podian tener algo de importancia para mi.
Unirnos? Acaso te has vuelto loco..? No tengo ninguna intencion de unirme a alguno de vosotros, os detesto a vosotros que os soleis llamar familia...
Estaba muy irritado y no soportaba estos numeros de teatro, poco se podrian decir ahora sin que terminara en una disputa aun mayor. Ni el hecho de saber que Solomon lo habia traido aun con vida era suficiente para Fye. Como el dijo algo tenia en mente... quizas todo estaba planeado y dentro de su plan estaba en buscar al culpable... pero la verdad seria revelada en algun momento.
Ahora solo podia intentar mejorar la condicion de Gelum que no podria viajar asi, otro se aprovecharia de la situacion e iria en su lugar y Fye tampoco se podria ofrecer por que dejaria desprotegida a la familia, le irritaba muchisimo esta situacion... el que estuviera detras, ya fuera Solomon o otro, habia conseguido que volvieramos a quedar en segundo plano.
No quiero escucharte mas... no me interesa. Haz lo que tu tengas en mente, que yo actuare por mi cuenta. Espero... que de verdad no hayas tenido nada que ver, por que si averiguo que no fue asi, desearas no haber nacido... Acompañenlo a la salida...
Dije a mis sirvientes pero ya no era necesario, Solomon se retiraba por cuenta, mucha prisa tenia... Ya habia expuesto aquella historia y limpiado su nombre en el caso de que el hubiera sido el culpable o complice. La puerta de la villa de cerro y yo me acerque a ella dando un duro golpe con mi mano en la pared.. alterado..
Como se atreve... ayudar a la familia.. proteger a Gelum y nosotros.. no me hagas reir.. Seguro estabas pendiente de quien seria el proximo elegido antes de que por la vida de Gelum..
Tenia muchas cosas en la que pensar, ya no podrian tener importancia en la situacion de Egipto asi que trabajaria en recuperar a su hermano y entrenarlo para que no le volviera a pasar esto. El tambien tenia culpa por no tener cuidado.
Entonces un grito aterrador salio de la habitacion de Gelum, era Sophia que gritaba desesperada el nombre de su hermano mayor, era un grito de miedo, como si hubiera visto la misma muerte frente a ella. Con paso ligero y dejando atrás todos sus sirvientes se dirigio en el auxilio de su hermana.
Sophia! Que ha pasado!?
Las palabras de Solomon no hacian mas que acrecentar mi ira, seguia afirmando aquello de el medico y toda su historia. Por el momento no tendria pruebas, necesitaba que Paolo consiguieran mas informacion sobre Ioros y la extraña germana. No me quedaria de brazos cruzados, de nuevo la venganza era lo que me movia, habian conseguido dejar fuera de Egipto a Gelum con todo esto, pero pagarian..
Lo que no soportaba tampoco es que ademas viniera con esa intencion de unirse a mi, y que juntos proteger el bien de la familia y de Roma, de poco me importaba a mi la familia... todos eran prescindibles y solo aquellos que engendro Flavia la mas hermosa y perfecta de las mujeres, podian tener algo de importancia para mi.
Unirnos? Acaso te has vuelto loco..? No tengo ninguna intencion de unirme a alguno de vosotros, os detesto a vosotros que os soleis llamar familia...
Estaba muy irritado y no soportaba estos numeros de teatro, poco se podrian decir ahora sin que terminara en una disputa aun mayor. Ni el hecho de saber que Solomon lo habia traido aun con vida era suficiente para Fye. Como el dijo algo tenia en mente... quizas todo estaba planeado y dentro de su plan estaba en buscar al culpable... pero la verdad seria revelada en algun momento.
Ahora solo podia intentar mejorar la condicion de Gelum que no podria viajar asi, otro se aprovecharia de la situacion e iria en su lugar y Fye tampoco se podria ofrecer por que dejaria desprotegida a la familia, le irritaba muchisimo esta situacion... el que estuviera detras, ya fuera Solomon o otro, habia conseguido que volvieramos a quedar en segundo plano.
No quiero escucharte mas... no me interesa. Haz lo que tu tengas en mente, que yo actuare por mi cuenta. Espero... que de verdad no hayas tenido nada que ver, por que si averiguo que no fue asi, desearas no haber nacido... Acompañenlo a la salida...
Dije a mis sirvientes pero ya no era necesario, Solomon se retiraba por cuenta, mucha prisa tenia... Ya habia expuesto aquella historia y limpiado su nombre en el caso de que el hubiera sido el culpable o complice. La puerta de la villa de cerro y yo me acerque a ella dando un duro golpe con mi mano en la pared.. alterado..
Como se atreve... ayudar a la familia.. proteger a Gelum y nosotros.. no me hagas reir.. Seguro estabas pendiente de quien seria el proximo elegido antes de que por la vida de Gelum..
Tenia muchas cosas en la que pensar, ya no podrian tener importancia en la situacion de Egipto asi que trabajaria en recuperar a su hermano y entrenarlo para que no le volviera a pasar esto. El tambien tenia culpa por no tener cuidado.
Entonces un grito aterrador salio de la habitacion de Gelum, era Sophia que gritaba desesperada el nombre de su hermano mayor, era un grito de miedo, como si hubiera visto la misma muerte frente a ella. Con paso ligero y dejando atrás todos sus sirvientes se dirigio en el auxilio de su hermana.
Sophia! Que ha pasado!?
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Re: [Villa Vallis Mellitus] Comedor
De tanto correr Helena otra vez había llegado a otro lugar, y no se explicaba bien porqué; sabía que una vez que cruzara la puerta de la cocina llegaría a los viñedos, sin embargo sólo por el simple hecho entrar por una ventana que estaba bastante cerca de la puerta de la cocina, la joven ahora estaba en un salón que parecía un comedor; era de esperarse que lo identificara como tal dado que en su hogar también se tenía una distribución parecida para los ambientes de la casa.
-Bueno... He llegado al comedor, supongo que con esto aprenderé a ser más cuidadosa y no olvidar los mapas de forma irresponsable.... Pero es que... El sólo pensar en el hace que todo se me nuble- dijo la hija del soldado dando un suspiro mientras caminaba por el lugar percibiendo un aroma que se le hacía extrañamente familiar; aroma que luego de reflexionar un poco le hizo recordar que era el aroma que percibía cuando estaba cerca su amor platónico.
-Cierto... Este es su perfume... Es el aroma de ese ángel.- Helena cerró los ojos y se embriagó con ese aroma hasta casi llegar otra vez al sueño en el que lo tenía frente a frente y estiraba su mano trémula y temblorosa, sólo para tocar su delicada y blanca piel; la sensación era increíble, y con el pasar de los días cada que se lo imaginaba se sentía más real, más vivido, somo si se transportara mágicamente hasta su presencia. Un golpe seco la hizo traer a la realidad haciendo que abriera los ojos, su mano había chocado contra el filo de un estante, de modo que abrió los ojos asustada, y recordando que alguien podría encontrarla en ese lugar, la joven de cabellos rubios avanzó hacia la ventana de la solitaria habitación y dando un brinco salió de la escena para irse a otro lugar de la villa, puesto que con lo mal que le estaba yendo todo, no se encontraría con Fye. No! Seguro se encontraba hasta con su celosa hermana, con la que no quería tener ni un tipo de problemas en toda su vida, y mucho menos ese día.
Narro/ Hablo
-Bueno... He llegado al comedor, supongo que con esto aprenderé a ser más cuidadosa y no olvidar los mapas de forma irresponsable.... Pero es que... El sólo pensar en el hace que todo se me nuble- dijo la hija del soldado dando un suspiro mientras caminaba por el lugar percibiendo un aroma que se le hacía extrañamente familiar; aroma que luego de reflexionar un poco le hizo recordar que era el aroma que percibía cuando estaba cerca su amor platónico.
-Cierto... Este es su perfume... Es el aroma de ese ángel.- Helena cerró los ojos y se embriagó con ese aroma hasta casi llegar otra vez al sueño en el que lo tenía frente a frente y estiraba su mano trémula y temblorosa, sólo para tocar su delicada y blanca piel; la sensación era increíble, y con el pasar de los días cada que se lo imaginaba se sentía más real, más vivido, somo si se transportara mágicamente hasta su presencia. Un golpe seco la hizo traer a la realidad haciendo que abriera los ojos, su mano había chocado contra el filo de un estante, de modo que abrió los ojos asustada, y recordando que alguien podría encontrarla en ese lugar, la joven de cabellos rubios avanzó hacia la ventana de la solitaria habitación y dando un brinco salió de la escena para irse a otro lugar de la villa, puesto que con lo mal que le estaba yendo todo, no se encontraría con Fye. No! Seguro se encontraba hasta con su celosa hermana, con la que no quería tener ni un tipo de problemas en toda su vida, y mucho menos ese día.
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Helena- Amazona de Abel
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Re: [Villa Vallis Mellitus] Comedor
~~ Narración ~~ Dialogo en Latín ~~ Dialogo Germano ~~
Mi sonrisa se marcó cuando mi caballero dijo que no me abandonaría, me daba la vuelta tomando delicadamente su mano contra la mía, apenas habíamos salido de entre los jardines para encontrarnos en la entrada.. algunos de los sirvientes del lugar se paseaban para continuar con sus tareas pero al vernos se extrañaron pero no hicieron nada pero cuando a ambos se nos ocurrió entrar avisaron a los guardias de Fye sobre la nueva compañía que se acercaba, las ropas de Atilius fueron de gran ayuda pues nadie dudaría de un hombre perteneciente al ejercito de Roma, disimuladamente lo soltaba como para dar esa pequeña alusión de que no veníamos juntos para agachar la mirada.
Todos abrieron paso para que entrara mientras sentía como me guiaba para quedarnos justo en ese enorme salón pero inquieta tenía que entrar por lo que murmuraba en ese idioma para que nadie se enterara de mis intenciones. Ladeaba mi rostro para mirarlo..
No nos quedaremos a esperar.. siento que algo malo va a pasar.
Algunos de los guardias de la villa nos habían alcanzado pero sospecharon cuando me separaba de Atilius queriendo esos hombres intervenir mi paso, no quería llamar la atención a lo que observe si aunque sea un pequeño espejo se presentaría en esa habitación pero no había nada, miré a mi caballero y al responder en un tono amenazante me dirigí:
Encárgate de ellos pero no los mates… sabes que odio las peleas innecesarias.. así que evita las muertes..
Optaba por dar media vuelta quedando justo detrás del ahora “legionario”, lo abrazaba con cuidado dando un pequeño beso sobre su mejilla cuando me alzaba de puntillas susurrando a su oído- Cuídate… cuando termines alcánzame.. ya sabes cómo encontrarme..- mi mano izquierda pasaba por debajo de su brazo para alcanzar su corazón reuniendo mi energía para que pudiera familiarizarse con ella y lograr sentirme pues sin querer había también descubierto ahora que el también era especial de la misma forma que yo solo que necesitaba un pequeño empujoncito para sacarlo totalmente. Me separaba dejando que se encargará de ellos mientras ahora me perdía por ese largo pasillo comunicándome hacia el comedor, algunos guardias más habían corrido la voz para tratar de detenerme, me quedaba en esa gran comuna para observar como sus armas apuntaban hacia a mí.
Alejensé.. –decía tranquilamente pues estorbaban mi paso pero se negaban, representaba una gran amenaza- encendía mi energía desplegando ese mar de sombras ahora por todos los rincones de la casa advirtiéndole a esa mujer de mi presencia pues sin contar con la ayuda de Alessa tenía que encargarme personalmente de los estorbos. Las sombras como al principio se albergaron en el alma de esos hombres paralizándolos y sumiéndolos en su más bella fantasía pero no duraría su felicidad eternamente pues los gritos atormentadores resonaban provocando gran alboroto hasta que ellos mismos cayeron inconscientes al experimentar tales horrores.
Astrid- Dama del Pecado
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Re: [Villa Vallis Mellitus] Comedor
- Que malos modales interrumpir en una casa sin invitación de esta forma…ntu ntu ntu… y creando tanto escándalo, sin duda sigues siendo una ramera demente… - Manigoldo sostenía con fuerza la mano de Astrid desde su espalda. Había entrado a la casa esperando que los esclavos fueran por sus amos siguiendo el protocolo cuando sintió que se acercaba la presencía de un ser bastante repugnante a su gusto. Se escondió atrás de una cortina y observó irritado la forma escandalosa en que la mujer llamaba la atención de todos en ese lugar. Una vez más aparecía esa puta enferma a joderle los planes… sabía que la presencia de esa mujer en el lugar era poco o nada querida por nadie ahí. Fueran cuales fueran las intenciones de esa mujerzuela germana, no dejaría que se saliera nuevamente con la suya. Esa energía que llamaba a la muerte no asustaba nada a Manigoldo, el mismo podía ver a los muertos, de ninguna forma un hombre como él se iba a dejar intimidar por ella. Era la tercera vez que se interponía en sus planes y el asunto ya lo estaba hostigando. – Creo que tú y yo teníamos un acuerdo, la cabeza del gordo maricón era tuya pero te desaparecías de Roma y te volvías a Germania a comer mierda con el resto de tu pueblo.
La tiró de su muñeca hasta el suelo. Fuera lo que fuera que estuviese realizándole a los hombres y mujeres de esa casa no parecía afectarle en lo más mínimo a Manigoldo, pues el al igual que ella no era un hombre común. Estiró la palma de su mano y todo ese ambiente turbio se disipó siendo quemado por llamas azules que no producían calor ni daños… solo consumían el poder de Astrid.
- ¿Qué rayos haces aquí? ¡Habla rápido porque mi paciencia se acabó contigo!
Desenfundo su espada y puso la punta de esta justo en el cuello de Astrid mirándola desde arriba. Estaba harto del tema con esa mujer. Tenía que sacar a la pelirroja de esa casa… y lo iba a hacer de forma discreta, pero con el escándalo que armaban esos enfermos no iba a poder realizarlo.
____
Manipulacion sin la autorizacion de Astrid, ponganme un warn si le ofende pq no cambiaré mi post. xD
Rol es Rol, tomenselo como eso
La tiró de su muñeca hasta el suelo. Fuera lo que fuera que estuviese realizándole a los hombres y mujeres de esa casa no parecía afectarle en lo más mínimo a Manigoldo, pues el al igual que ella no era un hombre común. Estiró la palma de su mano y todo ese ambiente turbio se disipó siendo quemado por llamas azules que no producían calor ni daños… solo consumían el poder de Astrid.
- ¿Qué rayos haces aquí? ¡Habla rápido porque mi paciencia se acabó contigo!
Desenfundo su espada y puso la punta de esta justo en el cuello de Astrid mirándola desde arriba. Estaba harto del tema con esa mujer. Tenía que sacar a la pelirroja de esa casa… y lo iba a hacer de forma discreta, pero con el escándalo que armaban esos enfermos no iba a poder realizarlo.
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Manipulacion sin la autorizacion de Astrid, ponganme un warn si le ofende pq no cambiaré mi post. xD
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Manigoldo- Status :
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Muro de Almas
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Re: [Villa Vallis Mellitus] Comedor
Comencé a seguir a aquella princesa por los senderos de los viñedos, sobre todas las cosas protegería a la princesa de Germanía y seguramente ella sabia eso. Finalmente atravesamos los jardines de aquellos viñedos para encontrarnos con la entrada de aquel establecimiento, podía notar como varios empleados de ese lugar paseaban casi vigilando el territorio. No parecía haber sorpresa entre los rostros de aquellas personas, pero sus movimientos los delataron. Avisaron a la guardia personal de Fye, aunque claro aquellos ropajes romanos que portaba seguramente nos serian de gran ayuda. Los Romanos habían podido pensar cualquier cosa, sentía como la mano de Astrid soltaba la mía y se bajaba la mirada.
Tan solo con ver aquellos movimientos que realizaba la princesa entendí perfectamente sus intenciones, no querían que pensaran que estábamos juntos. De un momento a otro los sirvientes comenzaron a apartarse dando paso a nuestra presencia para así poder entrar a ese gran comedor, fue en ese entonces cuando escuche los murmureos de Astrid en el idioma Germano que tanto dominábamos ambos. Mientras al terminar de escucharlos yo también murmure algunas palabras.
- Lo se.
Veía como algunos guardias nos alcanzaban, cerré fuerte mis dientes aunque mis labios no lo demostraran por el exterior, esos inútiles comenzaron a sospechar. La forma de reaccionar de los Romanos era lenta, pero aun así no nos había dado mucho tiempo. Escuchaba atentamente las nuevas palabras de Astrid y al hacerlas sonreí de una manera algo siniestra, y lentamente le contestaba a aquella mujer a la que tanto respetaba.
- Con gusto.... Pagaran aunque sea un poco -
Al terminar dicha oracion sentia los labios de Astrid apegados a mi mejilla al igual que su mano la cual sentía como tocaba mi corazón y a la vez algo pasaba, podía ver la energía de Astrid. Me resultaría mas fácil saber donde se encontraba luego de acabar con estas mierdas e intentos de seres Humanos, fruncí el ceño. Los guaridas probablemente ya podrían adivinar que tendría que enfrentarme con ellos, lentamente me acercaba hasta ellos pero estos retrocedían.
Por mi mente paso de nuevo la imagen de aquella bestia alada, sentía como finalmente aquellos hilos finísimos me liberaban. Por uno los guardias comenzaban a aventarse contra mi, el primero repentinamente se encontró con los nudillos de mi puño quien de un golpe lo aventó al piso. En mis ojos se podía notar la imagen de aquella bestia la cual parecía ser un Grifo, al parecer el pequeño toque de Astrid me. había dado un poco de poder, no tardo mucho para que los otros guardias también caigan noqueados al piso.
Llego la hora de que finalmente alcanzara a aquella mujer, sentía como su energía emanaba por este lugar. Sabia el punto de su ubicación. Comencé a caminar por aquel lugar, hasta que finalmente logre encontrarla. Al ver al hombre que tenia la espada en el cuello de Astrid inmediatamente lo reconocí, era una de las basuras de Breda. Uno de los legionarios que habían invadido Germanía.
- Que raro volver a encontrar basura por estos lugares, me sorprende que estés aqui y no rascandole las bolas al imperio. -
Tan solo con ver aquellos movimientos que realizaba la princesa entendí perfectamente sus intenciones, no querían que pensaran que estábamos juntos. De un momento a otro los sirvientes comenzaron a apartarse dando paso a nuestra presencia para así poder entrar a ese gran comedor, fue en ese entonces cuando escuche los murmureos de Astrid en el idioma Germano que tanto dominábamos ambos. Mientras al terminar de escucharlos yo también murmure algunas palabras.
- Lo se.
Veía como algunos guardias nos alcanzaban, cerré fuerte mis dientes aunque mis labios no lo demostraran por el exterior, esos inútiles comenzaron a sospechar. La forma de reaccionar de los Romanos era lenta, pero aun así no nos había dado mucho tiempo. Escuchaba atentamente las nuevas palabras de Astrid y al hacerlas sonreí de una manera algo siniestra, y lentamente le contestaba a aquella mujer a la que tanto respetaba.
- Con gusto.... Pagaran aunque sea un poco -
Al terminar dicha oracion sentia los labios de Astrid apegados a mi mejilla al igual que su mano la cual sentía como tocaba mi corazón y a la vez algo pasaba, podía ver la energía de Astrid. Me resultaría mas fácil saber donde se encontraba luego de acabar con estas mierdas e intentos de seres Humanos, fruncí el ceño. Los guaridas probablemente ya podrían adivinar que tendría que enfrentarme con ellos, lentamente me acercaba hasta ellos pero estos retrocedían.
Por mi mente paso de nuevo la imagen de aquella bestia alada, sentía como finalmente aquellos hilos finísimos me liberaban. Por uno los guardias comenzaban a aventarse contra mi, el primero repentinamente se encontró con los nudillos de mi puño quien de un golpe lo aventó al piso. En mis ojos se podía notar la imagen de aquella bestia la cual parecía ser un Grifo, al parecer el pequeño toque de Astrid me. había dado un poco de poder, no tardo mucho para que los otros guardias también caigan noqueados al piso.
Llego la hora de que finalmente alcanzara a aquella mujer, sentía como su energía emanaba por este lugar. Sabia el punto de su ubicación. Comencé a caminar por aquel lugar, hasta que finalmente logre encontrarla. Al ver al hombre que tenia la espada en el cuello de Astrid inmediatamente lo reconocí, era una de las basuras de Breda. Uno de los legionarios que habían invadido Germanía.
- Que raro volver a encontrar basura por estos lugares, me sorprende que estés aqui y no rascandole las bolas al imperio. -
Atilius- Cantidad de envíos : 23
Re: [Villa Vallis Mellitus] Comedor
Después de mi viaje hasta el bosque, ya había logrado contactar a los caballeros y los había mandado hacia el santuario, el ejército de Athena pronto estaría formado. Pero en mi camino sentí esa presencia pura, esa presencia que Enya me había mencionado, sentí necesidad de conocerla y desvíe mi camino para poder llegar hasta esa villa romana. Pero en cuanto iba caminando pude sentir dos presencias oscuras que se acercaban hasta la ubicación de aquel espíritu puro que parecía pertenecer a la muchacha de la cual Enya me hablo, la que podría ser la reencarnación de Athena. Acelere mi paso mientras que mi cosmos se encendía a una increíble velocidad. Para cuando llegue hasta la entrada de aquel lugar, pude divisar a lo lejos la figura de una mujer y un hombre, discutiendo con otro sujeto al cual podía percibir una sensación parecida a la de Aldebarán. Sonreí pues me encontraba ante la presencia de otro caballero. Adentro de ese lugar se encontraba Athena y una pequeña sensación de maldad, algo diminuto pero con maldad en fin.
-¿Qué rayos es esa energía oscura?
“Reconozco la energía, perteneciente a una antigua diosa del inframundo que ahora se revuelca en el fracaso. Sus guerreros fueron quitados por las tropas de Hades, haciendo de ella una inservible. No es una gran amenaza, preocúpate por los de la entrada”
Camine hacia delante mientras que mis botas hacían un ruido metálico, avisando de esta manera a los sujetos que estaban allí de mi llegada. Mire con desprecio a la mujer mientras que el otro sujeto, simplemente no le dirigía ni mi mirada. Mi armadura dorada brillaba por el sol al igual que mi dorada cabellera y un resplandor igual de ardiente que el sol me rodeaba, estaba ahí para proteger a Athena de cualquier peligro y ellos era un peligro, aunque fuera mínimo, pero lo eran en fin. No parecía entender la situación, pero al haber visto el cuerpo de muchas personas en el suelo, entendía que no era para nada bueno y que esas personas no habían sido invitadas al lugar.
-Retírense de este lugar ahora, que tienen piernas para hacerlo –Dije mientras que mi mirada era seria, no me causaba gracia lo que había dicho y tampoco lo dije con modo de chiste. Si tenia que cortarle las piernas lo haría sin titubear, no los conocía ni me importaban, solo eran unos bastardos irrumpiendo en la paz de la futura Athena, seguía con mi temple serio mientras que la luz ahora iluminaba mucho mas, incluyendo los alrededores, como unas furiosas llamas de cosmos que revoloteaban alrededor de mi cuerpo- No estoy bromeando…
-¿Qué rayos es esa energía oscura?
“Reconozco la energía, perteneciente a una antigua diosa del inframundo que ahora se revuelca en el fracaso. Sus guerreros fueron quitados por las tropas de Hades, haciendo de ella una inservible. No es una gran amenaza, preocúpate por los de la entrada”
Camine hacia delante mientras que mis botas hacían un ruido metálico, avisando de esta manera a los sujetos que estaban allí de mi llegada. Mire con desprecio a la mujer mientras que el otro sujeto, simplemente no le dirigía ni mi mirada. Mi armadura dorada brillaba por el sol al igual que mi dorada cabellera y un resplandor igual de ardiente que el sol me rodeaba, estaba ahí para proteger a Athena de cualquier peligro y ellos era un peligro, aunque fuera mínimo, pero lo eran en fin. No parecía entender la situación, pero al haber visto el cuerpo de muchas personas en el suelo, entendía que no era para nada bueno y que esas personas no habían sido invitadas al lugar.
-Retírense de este lugar ahora, que tienen piernas para hacerlo –Dije mientras que mi mirada era seria, no me causaba gracia lo que había dicho y tampoco lo dije con modo de chiste. Si tenia que cortarle las piernas lo haría sin titubear, no los conocía ni me importaban, solo eran unos bastardos irrumpiendo en la paz de la futura Athena, seguía con mi temple serio mientras que la luz ahora iluminaba mucho mas, incluyendo los alrededores, como unas furiosas llamas de cosmos que revoloteaban alrededor de mi cuerpo- No estoy bromeando…
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Re: [Villa Vallis Mellitus] Comedor
Iban los dos caballos siguiendo la senda que marcaba el camino,se veía a Paolo observar los alrededores en busca de esa misteriosa chica que tenía que encontrar, Ioros tambien se fijaba pues le había traído curiosidadque Fye quisiera verle tanto a él como esa chica, que el joven supiera no tenía ningún asunto para con él y que además incluyera alguien de sexo femenino.El tiempo pasaba y cabalgando cabalgando se lograba visualizar los arcos que marcaban el inicio de la Villa Mellitus.
En ese momento Paolo se adelantó y desde lo lejos se veía que conversaba con una joven de la Villa, Ioros tambíen reconocía su rostro pues después de 3 años allí de algunas cosas se tenía que acordar,el joven general detuvo su caballo, notaba la gran oscuridad que rodeaba el lugar, peró tambien en medio de ese cosmos frió parecía elevarse cada vez más un cosmos cálido, haciendo comparación se parecía más al suyo, Ioros se giró para ver a Enya que continuaba agarrado a él:
-Notas tu tambíen toda ese cosmos? que esta sucediendo aqui?
Paolo esperaba que lo alcanzaramos, y no debían hacerle esperar,este los guiaba hacía la entrada com si Ioros fuera un completo desconocido queno tubiera nociones del lugar, peró bueno no era momento para perder el tiempo ahora con discusiones tontas,finalmente el portal de la casa,Ioros bajó del caballo y dirigiendose a los otros dos les dijo:
-Creo que será mejor por ahora que no entreís en la casa..-el general sabía que Enya poseía habilidades ocultas peró aún así era una dama y no sabía que les deparaba en el interior, por otro caso estaba Paolo un simple sirviente que no tenía porque involucrarse.Ioros entró y no tardaron a notarse los efectos de una pelea, había varios cuerpos tendido en el suelo, abrían camino hacía el comedor y allí fue donde se encontró con una dramatica escena, se encontraban Astrid, el legionario que había visto el dia anterior en el mercado fugazmente y un desconocido con armadura dorada, este era el más terrorifico pues emanaba un potente cosmos dorado, peró entonces se fijó en otro personaje otro legionario..... tampoco lo conocía...
-Que esta pasando aquí....en realidad hacen falta tantos hombres para encargarse de una mujer?
En ese momento Paolo se adelantó y desde lo lejos se veía que conversaba con una joven de la Villa, Ioros tambíen reconocía su rostro pues después de 3 años allí de algunas cosas se tenía que acordar,el joven general detuvo su caballo, notaba la gran oscuridad que rodeaba el lugar, peró tambien en medio de ese cosmos frió parecía elevarse cada vez más un cosmos cálido, haciendo comparación se parecía más al suyo, Ioros se giró para ver a Enya que continuaba agarrado a él:
-Notas tu tambíen toda ese cosmos? que esta sucediendo aqui?
Paolo esperaba que lo alcanzaramos, y no debían hacerle esperar,este los guiaba hacía la entrada com si Ioros fuera un completo desconocido queno tubiera nociones del lugar, peró bueno no era momento para perder el tiempo ahora con discusiones tontas,finalmente el portal de la casa,Ioros bajó del caballo y dirigiendose a los otros dos les dijo:
-Creo que será mejor por ahora que no entreís en la casa..-el general sabía que Enya poseía habilidades ocultas peró aún así era una dama y no sabía que les deparaba en el interior, por otro caso estaba Paolo un simple sirviente que no tenía porque involucrarse.Ioros entró y no tardaron a notarse los efectos de una pelea, había varios cuerpos tendido en el suelo, abrían camino hacía el comedor y allí fue donde se encontró con una dramatica escena, se encontraban Astrid, el legionario que había visto el dia anterior en el mercado fugazmente y un desconocido con armadura dorada, este era el más terrorifico pues emanaba un potente cosmos dorado, peró entonces se fijó en otro personaje otro legionario..... tampoco lo conocía...
-Que esta pasando aquí....en realidad hacen falta tantos hombres para encargarse de una mujer?
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Re: [Villa Vallis Mellitus] Comedor
La concentración en sus pensamientos era tal que no se dio cuenta de que Paolo los había adelantado, pero eso en aquel momento no importaba en aquel momento los cosmos oscuros se sentían cada vez más cerca esto hizo que la lemuriana se fijara en lo que venía adelante del caballo, pasaron debajo de un arco el cual al parecer mostraría el inicio de la villa en la cual vive Sophia, una pregunta hizo que mirase a Ioros atentamente y asintió con la cabeza ante la interrogante hecha.
- Hay un cosmos cercano a la señorita Sophia es similar más no igual eso podrían estar buscando - dijo en voz baja mientras recordaba a la joven que había visto en los caminos a las villas que era como ver en un espejo a la señorita Sophia más no eran del todo iguales sus cosmos eran distintos uno era cálido lleno de ternura y amabilidad, el otro sin embargo parecido se podía percibir algo oscuro, Ioros bajó de su caballo y dijo que no entráramos, la joven le miró y espero a que este se retirara del lugar, se bajó del caballo con cuidado y comenzó a caminar detrás de él sin decir palabra alguna, en el piso se veía gente tirada pero no estaba muerta, al seguir caminando vio a la muchacha del mercado de cabellos rubios ella emanaba una gran cosmos energía maligna al parecer había despertado su massei, la presencia de Leonard no la había notado le vio con su armadura brillante e imperturbable, en aquel momento solamente podía ser una espectadora pero a pesar de ello quería ayudar fuese como fuese.
- Hay un cosmos cercano a la señorita Sophia es similar más no igual eso podrían estar buscando - dijo en voz baja mientras recordaba a la joven que había visto en los caminos a las villas que era como ver en un espejo a la señorita Sophia más no eran del todo iguales sus cosmos eran distintos uno era cálido lleno de ternura y amabilidad, el otro sin embargo parecido se podía percibir algo oscuro, Ioros bajó de su caballo y dijo que no entráramos, la joven le miró y espero a que este se retirara del lugar, se bajó del caballo con cuidado y comenzó a caminar detrás de él sin decir palabra alguna, en el piso se veía gente tirada pero no estaba muerta, al seguir caminando vio a la muchacha del mercado de cabellos rubios ella emanaba una gran cosmos energía maligna al parecer había despertado su massei, la presencia de Leonard no la había notado le vio con su armadura brillante e imperturbable, en aquel momento solamente podía ser una espectadora pero a pesar de ello quería ayudar fuese como fuese.
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Re: [Villa Vallis Mellitus] Comedor
Luego de unos minutos entre a aquel lugar, delante mío se encontraban El señor Ioros y la señorita que lo acompañaba, pero algo me parecía extraño, la forma en que el señor Ioros entro y luego la tranquilidad de aquel lugar parecía estar perturbada, no entendía nada, de rapidez entre y caminando por los pasillos vi a los lejos gente, sirvientes de la villa tirados en los suelos, cuando llegue hasta el comedor principal solo pude observar a la señorita Astrid en los suelos, delante de ella un legionario, al señor Ioros, un hombre que nunca había visto y a un joven con una extraña armadura, sin importarme que camine hacia donde ellos se encontraban con gran ira en mi mirada, no me gustaba que interrumpiesen de esa manera la paz de aquel lugar y mucho menos sin autorización irrumpiesen en la villa, aquellos sirvientes en el suelo se levantaron y huyeron atemorizados, tome del brazo a uno que me contó todo lo sucedido y luego se fue igual que los demás, camine firme y me pose frente a Astrid, mire fuertemente aquel hombre que le apuntaba con su espada.
Como osa a tratar a una dama de esta manera, acaso se olvida que esta es una casa no uno de sus campos de batalla a demás, nadie le ha pedido que entre en este lugar, esta joven, Astrid es invitada por el mismo señor Fye, el amo de esta villa así que nadie tiene nada que reprochar o decir en su contra, son asuntos de la familia y no es de su incumbencia, yo soy responsable de la presencia de Astrid por encargo del Señor así que le pido baje su espada, mire aquel hombre con gran firmeza y con mi mano izquierda apretaba mi maza, no permitiría que tratasen de aquella forma a una dama, mucho menos que manchasen con sangre o con sus presencia el hogar de mi señor, gire mi mirar al otro joven y usted aunque no sepa quien es, no esta en ningún derecho de hablarle así a las personas que trabajan aquí no importa la situación, usted ni tiene autoridad aquí, volví mis ojos hacia Astrid, estire mi mano derecha brindándosela a Astrid para ayudarla a levantar, no hay inconveniente por favor tome mi mano y levántese, luego de aquellas palabras me quede a la espera de la reacción de la joven y que aquellos hombres no invitados se marchasen, no me importaba aquella extraña situación, solo el cumplir con mi deber, además solamente debían estar allí el señor Ioros y Astrid ya que habían sido llamados por el señor Fye.
Como osa a tratar a una dama de esta manera, acaso se olvida que esta es una casa no uno de sus campos de batalla a demás, nadie le ha pedido que entre en este lugar, esta joven, Astrid es invitada por el mismo señor Fye, el amo de esta villa así que nadie tiene nada que reprochar o decir en su contra, son asuntos de la familia y no es de su incumbencia, yo soy responsable de la presencia de Astrid por encargo del Señor así que le pido baje su espada, mire aquel hombre con gran firmeza y con mi mano izquierda apretaba mi maza, no permitiría que tratasen de aquella forma a una dama, mucho menos que manchasen con sangre o con sus presencia el hogar de mi señor, gire mi mirar al otro joven y usted aunque no sepa quien es, no esta en ningún derecho de hablarle así a las personas que trabajan aquí no importa la situación, usted ni tiene autoridad aquí, volví mis ojos hacia Astrid, estire mi mano derecha brindándosela a Astrid para ayudarla a levantar, no hay inconveniente por favor tome mi mano y levántese, luego de aquellas palabras me quede a la espera de la reacción de la joven y que aquellos hombres no invitados se marchasen, no me importaba aquella extraña situación, solo el cumplir con mi deber, además solamente debían estar allí el señor Ioros y Astrid ya que habían sido llamados por el señor Fye.
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Re: [Villa Vallis Mellitus] Comedor
Helena pasó lentamente por la ventana de la sala de donde había provenido el ruido, ciertamente había mucha y más lejos se podía ver también en los alrededores que había sucedido algo parecido a una cruenta escaramuza, una de esas que no era posible parar hasta que uno de los dos bandos cayera; la preocupación de que Fye estuviera metido en alguno de esos enfrentamientos hizo que ella se sintiera triste o preocupada por causa del estado en que su amado se podría encontrar si acaso el hubiera terminado metido en tal enfrentamiento.
-Qué cosa más horrible- dijo mientras apretaba su arco y su carcaj pensando en que talvez la considerarían enemiga si se la veía con eso, pero nada de eso le importaba porque su preocupación era su amor platónico y era por el que se iba a exponer a todo eso; sólo con tal de ver que estuviera bien, que nada le hubiera pasado.
Lentamente se acercó a la ventana y pudo ver a un hombre de cabellos negros que ayudaba a una joven a ponerse de pie, también vio a mucha gente extraña moverse de un lado a otro, por lo que su preocupación no disminuyó, si no que más bien aumentó y pensando que tenía que ver donde estaba Fye decidió no marcharse de la villa, pero sí de ese lugar para ver si estaba por algún pasillo, no importaba nada ya, tenía que alertarlo acerca de eso que estaba pasando en su villa, y luego irse a ver a su madre quien seguro ya estaría preguntando por ella.
-Madre perdóname... Aún no puedo irme a la casa- dijo mientras corría hasta la puerta de la cocina para entrar a la villa otra vez, para otra vez correr por los pasillos sin importarle nada más que la seguridad de Fye.
-Qué cosa más horrible- dijo mientras apretaba su arco y su carcaj pensando en que talvez la considerarían enemiga si se la veía con eso, pero nada de eso le importaba porque su preocupación era su amor platónico y era por el que se iba a exponer a todo eso; sólo con tal de ver que estuviera bien, que nada le hubiera pasado.
Lentamente se acercó a la ventana y pudo ver a un hombre de cabellos negros que ayudaba a una joven a ponerse de pie, también vio a mucha gente extraña moverse de un lado a otro, por lo que su preocupación no disminuyó, si no que más bien aumentó y pensando que tenía que ver donde estaba Fye decidió no marcharse de la villa, pero sí de ese lugar para ver si estaba por algún pasillo, no importaba nada ya, tenía que alertarlo acerca de eso que estaba pasando en su villa, y luego irse a ver a su madre quien seguro ya estaría preguntando por ella.
-Madre perdóname... Aún no puedo irme a la casa- dijo mientras corría hasta la puerta de la cocina para entrar a la villa otra vez, para otra vez correr por los pasillos sin importarle nada más que la seguridad de Fye.
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