Las calles del mercado

por Luna Lun Ago 02, 2010 2:15 am

Recuerdo del primer mensaje :

Cubría mi rostro con la capucha para disimular un poco la mascara, simplemente no me acostumbraba a no usarla, tan solo en privado o frente a algunas personas no la utilizaba. Pero bueno tampoco era la idea llamar la atención, así que nada que unos harapos no hicieran pasar desapercibido.

-Tsk…hmhmhm – Contenía la risa, ya que la mascara haría ecos un poco extraños. Pero ver la reacción de la gente a nuestro alrededor cada vez que el estomago de Enya rugía de hambre era en verdad gracioso. Aunque mejor eran esas caras que ponía de ruego por llegar a las tiendas del mercado.

No fue mucho lo que habíamos caminado cuando comenzamos a ver algunos de los puestos ambulantes en el horizonte. Pero el calor y el sol hacían el camino mas extenuante, nos habíamos alejado un poco de la brisa que traía el río. Cada vez había más puestos, más grandes, con más variedades. Por instantes me detenía observando lo que exponían en alguno que otro pero suponía que el hambre de mi amiga ya la estaría hostigando mucho. – ¿Viste algo que le apetezca al ruidoso?- inquirí volteándome, pero me encontré hablando a la nada ya que Enya no estaba allí. Dirigí mi mirada unos metros mas adelante encontrando a mi compañera ya en un puesto. –Haha que impaciente.- musité mientras me acercaba a ella a ver que había encontrado.

por Aglaya Dom Oct 17, 2010 2:05 pm

El mercado de esclavos comenzó a quedar atrás mientras caminábamos en silencio, le tome la mano en cuanto ingresamos a las calles más concurridas para evitar que la muchedumbre la llevase a otro lugar, por suerte esta vez había poca concurrencia en comparación a días anteriores ella aún mantenía la cabeza agachada tenía miedo, seguramente los trogloditas de los cazadores de esclavos le habían hecho algo, de pronto una tienda llamó mi atención me dirigía a ella sin soltar la mano de Dagna, miré bien a la chica y elegí un atuendo que quedase en armonía con sus rasgos físicos, pagué y salimos.
- Tómalo es tuyo - dije mientras le entregaba el paquete que contenía un vestido y un par de zapatos, ella me miró asombrada por aquel gesto que tuve con ella - No puedo aceptarlo señora - la miré para luego pensar las palabras que le diría con cuidado - El vendedor no acepta devoluciones - dije despreocupadamente mientras caminaba, ella sonrió un poco y me siguió, demostraba menos miedo que antes ya no mantenía su cabeza agachada sino miraba todo curiosamente, esto era algo nuevo para ella – Y por cierto no soy romana soy germana – mi tono sonó algo serio, pero a la vez relajado, eso provoco que los hombros de Dagna se relajasen, seguramente creía que era romana.

por Alessa0 Lun Oct 18, 2010 10:29 pm

Las horas pasaba entre la andancia de sus cuerpo entre una hermosa vereda nocturna, envuelta por hermosas rosas carmines que tras pasar por aquellos lares Alessa generaba su marchitar, por el simple hecho de aquellas gélidas sensaciones que embargaba su corazón. Deteniéndose en aquel senderito dando media vuelta, Alessa tan solo veía con asombre aquella muerte que generaba con tan solo rosar el ambiente, ladeando su rostro, cerrando su ojo derecho y quedando con un gesto de dolor aquella decía en su mente:

-¿Y ahora en esto me he convertido?, en un simple parasito que sobrevive de la energía de los demás seres vivos, esto acaso será mi marca de vergüenza por entregarme al servicio de una divinidad lúgubre como lo es Hades… ¿me debe de importar esto? o ¿simplemente ignorarlo?… igual para que lamentarme de esto tan mundano (surcando una perfecta sonrisa de desquicie) la cosa es que ya hecho esta, y no hay vuelta atrás… jaja… ya habrá tiempo en la eternidad de un abismo infernal… (Ladeando su cuerpo y retomando su andancia) para lamentarme de mis decisiones, aun prácticamente mi sangre palpita(suspirando) así que continuo mi camino, buscando a mis demás hermano y hermanas… veamos que me depara el asqueroso destino…

Y en un mercado la nueva y carente de recuerdo Alessa yacía mirando por doquier percatándose de la inmundicia humana, rascándose la frente esta se cruzaba de brazos y caminaba hacia el lado este y así sentarse en le quicio de la banqueta, sacando una pieza de pan que había robado en la entrada de tan aglomerado lugarcillo, con tranquilidad comía mientras observaba el comportamiento humano de aquella sociedad romana, para tan solo decir tras el surcar de un gesto de seriedad en su faz:

-Que mierda tan mas aburrida… si fuera yo un dios también tendía el descontrolado deseo de destruir tal pocilga… jajajaja… veamos que es lo supuesto hermoso de esta tierra…

Ladeando el rostro y reflejando una dolencia sublime Alessa miraba el derredor… pues tanto su postura como su cara reflejaban un total vacio de sentimientos…

por Alessa0 Jue Oct 21, 2010 8:50 pm

Y de la nada aquella se estiraba en medio de la banqueta quitando la tención sus piernas y alzando su brazos a todo lo que daban, por simple hecho del aburrimiento de ver pasar la humanidad tan simple, tan cotidiana… tan aburrida en frente de ella, aquel mercado tan solo destacaba por los hermosos colore de las telas de ahí en fuero todo se iba absolutamente a la mierda, Alessa aquella errabunda de hogar como de sentimientos se cuestionaba que era lo maravilloso de ese pueblo y la gente que le poblaban… pues no le cavia en su razón que por tan patético espectáculo diario los dioses disputaban el quien ser ganador de dicho lugar.

Había pasado ya alrededor de una hora tras observar las actitudes pueblerinas, el pan por fin se acaba y las ansias de deglutir igual, suspirado por corto tiempo aquella por fin se dispone a levantarse de su yacente y solido asiento. Tronando su cuello y moviendo su cadera en formas de círculos esboza una sonrisa vacía y lentamente da media vuelta mientras en pensamiento aquella divagaba con ironía:

-Por todos los gordos dioses de esta mundo… que aburrimiento total embargo ahora mismo… lo gracioso de todo esto es que ni madres sé dónde mierda dirigirme, simplemente pienso que tan solo ando dando vueltas a lo menso…¿ que te tengo que hacer? a ¿qué tengo que ver?… Haaa maldita sea…

Y golpeado el suelo aquella se alejaba su aburrimiento como si descentro del que hacer generaba levemente el descontrolado deseo de matar por tan solo abolir dicho sentí miento mundano, suspirando y rascando su cabeza aquella se alejaba en busca de cualquier cosa para su distracción.

por Armand Mar Oct 26, 2010 12:31 am

Un paso apresurado , un caballo agotado un sol en su mas pleno apogeo y un cansancio que a simple vista se empieza a notar en mi rostro , cosas , gestos y murmullos ecos sonoros de las actividades que en el mercado se realizaban , llegando a mis destino observo a unos soldados parados observando y cuidando el orden de las calles tan peligrosas y riesgosas como son las de roma y mas sabiendo que por causa de la guerra nuestro pueblo sufría un inevitable embate de pobreza y la economía de roma esta deplorable es por eso que los asaltos estaban a la orden del día y trayendo a un caballo tan fino como lo es el cimarrón me podrían avece quitado con facilidad ,en cierta forma estaba un poco mas preocupado por encontrar a esta persona llamada flori ya que el encargo de mi amo era indispensable cumplir por los pocos días que faltaban para su partida a egipto y dejar roma para siempre.

Buenos días amigos acérquense tengo una propuesta para ustedes mirad , este caballo pertenece a mi amo el señor fye primo del emperador , les pediría de favor que lo cuidasen por unos momentos debo encontrar aúna persona llamada flori es de estatura promedio cabello como negro y azulado , medio callada , si la llegasen a ver les pediría que me dijeran hacia donde se fue es la doncella de la señorita samantha según se , si me cuidan bien este caballo se los recompensare . (

Ojala y lo cuiden bien si se los llegasen a robar no se la acabarían con el enojo de mi señor

Dándoles una monedas de oro me bajo del caballo llevándolo asta donde estaban unos anillos donde se amaran a los caballos en eso uno de los soldados se me acerca y me dice que una mujer con la descripción que le había dado la habían visto una horas antes y que se había ido sola , dándole otra moneda de oro me voy caminando entre la gente mientras trato de observar para ver si no la veo entre tantas personas

Diantres hay mucha gente hoy sera mejor ir al mercado de telas a lo mejor hay hay menos gente y podre indagar un poco mas sobre flori y su paradero

con lo que me irrita estar entre tanta gente espero que flori acepte ir o esto sera en vano

por Albireo Dom Oct 31, 2010 10:56 am

Narro / pienso / hablo

Luego del encuentro en el cual Leitos me salvo la vida, decidí que lo mejor era entrenar junto a Leitos...

Leitos: Albireo, ya que has aceptado entrenar junto conmigo yo seré tu maestro, debemos partir hacia la isla de Creta ya que allí sera donde te entrene.

Albireo: Y como llegaremos allí, maestro?

Leitos: Yo te encontrare allí pero tu debes llegar solo, esa sera la primera prueba de tu entrenamiento, así que cuidate y nos vemos en Creta.

Leitos se alejó rapidamente sin darme tiempo de preguntarle ni siquiera donde estaba el puerto (cosa que desconocia ya que nunca antes me había alejado tanto del orfanato).

Demonios, ahora debere averiguar donde se encuentra el puerto, por suerte estoy en el mercado, seguro que alguien aquí sabra decirme como llegar al puerto...

Di un vistazo rapido y pude observar que entre todas las personas que pasaban a mi lado sin siquiera mirarme había un anciano que no paraba de observarme, así que me dirigí directamente a él intentando ser lo más educado posible ya que en el orfanato me enseñaron que esa era la forma más facil de conseguir que la gente colabore con uno.

Albireo: Disculpe buen señor, sabría indicarme el camino al puerto?

Anciano: Claro que si, debes cruzar el mercado y cuando llegues al ultimo puesto salir hacia la derecha y caminar recto más o menos 20 minutos, pero debes tener cuidado ya que el mercado esta lleno de gente con... bueno, digamos que no con las mejores intenciones.

Luego de darle las gracias al anciano, decidí que lo mejor era correr a través del mercado ya que así sería más dificil que algún indeseable se me acercará, pero mientras corría ya dejando atras el ultimo puesto tropecé con lo que me pareció una rama, mientras me levantaba pude observar que el camino que el viejo me había aconsejado era en realidad un callejon.

???: Jejejejeje, que buen negocio que fue unirme con ese viejo, ya hiso caer a otro incauto en mis manos, ahora, dame tu dinero muchacho

Al oir esto me dí vuelta rapidamente y pude observar a un hombre fornido con apariencia de sucio vestido con una remera de tela comun marron y un pantalon negro que por sus colores oscuros hacian que no llamara la atención. Sin pensarlo siquiera me levanté y me pusé en posición de pelea

Albireo: Claro que no, necesito este dinero (tenia 3 monedas de oro) para viajar a Creta, así que vete de aquí y ahorrate los problemas.

???: Conque esas tenemos, ehhh???

El hombre me arrojó un puñetazo muy veloz pero que con un movimiento rapido logré esquivar, dejandome a un lado de él, posición que aproveché para golpearlo en el abdomen intentando así quitarle el aire y que tuviera que retirarse. Pero a pesar de que en el momento del golpe puso una cara de dolor terrible, era claro que no pensaba retirarse.

???: Necesitaras mucho más que eso para vencerme.

Mientras gritaba eso el extraño comenzó una entrevista contra mi y aunque todavía no entiendo como, logré saltar por encima de él con lo cual su embestida culmino en que se estampo la cabeza contra la pared detras de mi y cayo inconciente.

Rapidamente me dirigí al anciano que intentó huir de mi así que lo tomé por la tunica.

Albireo: Ya basta anciano, dime por donde se va realmente al puerto y más vale que esta vez no intentes nada.

Con el anciano aún tomado de la tunica llegué al puerto.

Albireo: Ahora vete de aquí y que no me enteré que vuelves a las mismas fechorias, o vendré por ti.

En el instante en el que lo solte, el anciano salió corriendo a toda velocidad, y luego de vagar por el puerto un rato conseguí un barco que me llevará a Creta...

por Helena Jue Nov 04, 2010 6:31 pm

La hija del soldado estaba realmente feliz, su día no dejaba de mejorar y con cada paso que daba estaba cada vez más cerca del hombre que tantos deseos tenía por conocer. Una alondra pasó volando encima de ella muy cerca de su cabeza y la hizo salir de su abstracción haciendo que ella pegara un grito; las cuerdas que había comprando eran muy buenas, ahora estaba llena de paquetes hasta las narices y todo porque había encargado un uniforme de sirviente igual al que usaban en la villa de Fye, cuanto trabajo no le había costado, pero al final logró obtener el uniforme, ahora sólo le restaba ir a su casa para poder cambiarse e ir a buscar a su amor platónico.

-Muy bien estoy es buenísimo, cada vez estoy más cerca de Fye.- dijo la joven mientras revolvía sus ropas y las volvía a guardar para caminar lentamente hacia su villa, esperaba que su madre hubiera salido con sus amigas a tomar el té para poder estar en sus menesteres sin que nadie la molestara, ya que ese día sería al fin el día en que viera cara a cara a su ángel, su divinidad soñada, su príncipe de cuentos encantados, su querida obsesión.

-Espero que con esto si pueda entrar sin levantar sospechas de nada, aunque no sé bien como llegaré a su habitación, supongo que si digo que me han contratado recientemente para ser la sirvienta encargada de limpiar la habitación del señor Fye seguro me dirán donde es, aunque para eso tengo este mapa también- dijo la joven de cabellos rubios mientras sacaba un pergamino con el mapa de la villa de Fye uno que el había costado muchísimo dinero conseguir con la ayuda del jardinero del lugar; cosa que le preocupaba bastante, dado que se veía que la lealtad de esos sirvientes era endeble y que su amado ángel luminoso estaría en peligro den cualquier momento.

por Ace Lun Nov 08, 2010 1:39 pm

Seguia buscando a la mujer, la verdad no tenia obligacion ni ganas de hacerlo asi que pense en dejarlo para otro dia, o simplemente olvidar lo ocurrido. No tenia ganas de nada ni si quiera de volver a casa, lo unico que queria era tomar algo de alcohol con el poco dinero que tenia en este momento. En los pequeños puestos, se veia que en uno se vendian jarras de vino, lo unico que me apetecia en ese momento a pesar de que no era bueno me lo bebia bien tranquilo sentado en el suelo de las calles del mercado. No hacia nada de nada y menos hacia al pensar el tener que volver a casa.
Vi un puesto con varias frutas, entre las cuales se localizaban manzanas sanas sanisimas manzanas, corri directamente hacia el puesto, y mientras pasaba por el lado de varios ciudadanos coji varias. El tendero se dio cuenta de que alguien le quito manzanas pero no quien pero al verme con estas vino tras mia.
Corri por las calles a gran velocidad, vi que habia una serie de cajas y mas hacia arriba una especie de barra de madera a la que facilmente me podria enganchar. Suvi por las cajas rapido y salte a la barra me colgue y balanzee rapidamente y cai a un puesto que estaba justo unos metros hacia delante, en la confusion entre tanta gente preocupada por el tendero pude huir con exito excabullendome entre los ciudadanos.

Valla por dios, tengo una suerte dorada no se como me lo monto, para siempre ser perseguido por los tenderos. Creia que mi tecnica de robo era buena es que la verdad es que solo saben tocar los huevos los tenderos estos, a ver si un buen dia vuelvo a casa, hablando de casa, deberia ser hora de que vuelva o si no subiran al piso de arriva cosa que no les tolerare

Se fijo en un puesto, en el que vendian aceite miro el precio y se quedo un rato pensando si comprarlo...

por Kainan Lun Nov 08, 2010 6:41 pm

Kainan se quedó en solitud en los baños, pues ese joven pareció intimidarse pues salío bien rápido del lugar, el germano frotaba su piel para quitar el polvo y el sudor que había en ella, despúes de varios dias de camino se hacía bien incómodo, una vez se sentía limpio hizó varias piscinas para destensar sus músculos.Se pasaba el tiempo y se hacía tarde aunque no veía el cielo podía notarlo, así que Kainan envolviendose la toalla en la cintura se dirigió a los vestidores donde había dejado su ropa y se cambió, dejando la toalla mojada en un cesto de la habitación.

A fuera de la casa de baños la gente empezaba a recoger las cosas para irse a casa con sus familias,Kainan paseaba viendo los restos de la mercancia, en ese momento no tenía mucha hambre así que no pensaba gastar dinero en comida, sería malgastarlo y tampoco andaba sobrado de oro, y por lo ke veia en las tiendas los precios de la mercancia era mucho más elevados que en los rodorios, debía ser porque era la capital y como toda capital corrompida por el dinero.

Kainan decidió salir ya de las calles principales del mercado dando un recodo a una callejuela, peró fue justo en ese instante que mientras él miraba el suelo,algo chocó contra él dandole un fuerte golpe peró sin hacerle caer al suelo pues tenía un buen equilibrio, no estaba del mejor humor asi que se dispuso a retarle:

-Mira por donde vas estúpido..... la próxima vez te travesaré con mi espada.

Ni siquiera se esforzo a mirarle la cara, peró al salir de nuevo a otra calle, se percató de alguien que le era muy parecido y se dispuso a comprobarlo así que se le acercó por detrás y agarrandolo por el cuello le dijo:

-Que se supone que haces tu por aqui.....Puño de Fuego-dijo Kainan en germano.

por Ace Jue Nov 11, 2010 4:05 pm

Aparta tio tengo prisa, creo que me siguen persiguiendo joder

Golpee al hombre y me solto y se desplazo hacia atras, despues dijo algo, que solo los Germanos saben entonces sorptendido le mire, y me quede mirandole detenidamente....efectivamente ese hombre era mi mejor amigo Kainan

¡Valla Kainan no sabia que eras tuuu tio que-que fue de tiii! jajaja, para ser sincero estaba buscando a una mujer con gran parecido a ti, puede que sea ella. Aunque lo unico que se es que es esclava la mujer... la verdad podria ser tu hermana, me entere mientras estuve en el ejercito que ella desaparecio al igual que tu pero ya veo que estas bien y...la mujer tambien si es ella asi que...bueno ¿Que te cuentas? Ya sabes que los reencuentros no se me dieron bien nunca jajaja

En el momento que hablaba con Kainan, no espere que el mercader viniera hacia aqui, asi que hicimos estuvo compenetrado, ambos le dimos un golpe en la barbilla y le dejamos por el suelo, entonces dije unas palabras.

Bueno, ¿Conoces Roma? si quieres te guio mas o menos por aqui Kai o lo que prefieras o si quieres vamos a la taberna y hablamos podemos hacer lo que quieras tio, el caso es que tanto tiempo sin vernos jaja, la verdad es que te extraño tio

Coloque los brazos tras la cabeza y me apoye, el resto del cuerpo en la pared estaba en una postura, en la que la gran mayoria de golpes me tirarian.

Bueno di

por Kainan Mar Nov 16, 2010 2:44 pm

Como era de esperar Ace aún conservaba esa cierta hostilidad,se deshizo muy bien del agarre que Kainan le había echo, peó una vez se deió cuenta de que era su antiguo compañero se empezó a abrir, su boca solo se aceleraba para no parar de crear palabras.... por la velocidad que iba tomando Kainan sólo entendía que se alegraba de verlo, y de que había visto a una chica muy parecida a él, este lo intentaba detener justo a esa parte pero imposible, parecía ser que solo la interrupción del tendero que se había estado irritando porque andabamos allí sin comprar nada..... lo único que se gano fue un buen puñetazo conjunto ya que ambos teniamos un humor terrible.

Volvía la charla.... peró esta vez decias cosas más coherentes, me invitabas a ir contigo, la verdad no había que pensarlo mucho, no tenía ni donde dormir, ni con quien estar... que mejor compañia podria tener que la de un antiguo compañero de armas aunque siempre podía volver con ese confiado chico de Orpheo.

-Esta bien Ace.... tengo algo de hambre y tengo algo de dinero también asi que..... vamos a la taberna, hablemos allí y luego de una larga fiesta ya descansaremos....tienes casa o sitio donde caer muerto no?¿Como has dicho tu serás el guía aquí.... conoces el terrno mejor-eso último sono a habladuria militar, no podia quitarse esa mania, su cabeza solo funcionaba para la guerra.

Kainan empezaba a andar de nuevo esperando que Ace dejara su pose de descanso y le siguiera, la verdad no creía que hubiese problemas con la dirección que tomase pues seguro que toda esa zona estaba llena de locales... decentes y menos decentes...

por Andrea Mar Nov 16, 2010 9:21 pm

Llego algo perdida a una de las calles del mercado, al parecer era la primera vez que salia sola a un lugar así, por el que esperaba no perderme. Deseaba comprar un poco de pintura,harina, huevos y de fruta para hacer un postre para el amo Fye. Veía muchas tiendas, pero ninguna me convencía de comprar los productos ya que buscaba algo de buena calidad pero no era suficiente el dinero que llevaba. Sinceramente veía muchas cosas tentadoras y a mucha gente que caminaba al rededor mio, era increíble la cantidad de gente que había a pesar de que ya era medio tarde. Sin querer choque con un sujeto, del cual al ser del doble de mi tamaño rebote en el cayendo al suelo de un golpe. El dinero que traía se me había caído al suelo esparsiendose por todas partes, empecé a gatear por la estrecha calle, mientras iba recogiendo mis monedas. Para la próxima ya sabía que debía estar más atenta al caminar por un mercado.
-Ouch..dush... la gente debería de tener más cuidado... ni siquiera te dan la mano o te piden disculpas.. que desastre.-
Me levanto del suelo dirigiéndome a comprar lo que iba a comprar, encontrando un puesto en donde vendían herramientas y cosas por el estilo. Una espada con una forma muy extraña me llamó la atención, la cual tenía una escritura en la hoja que no podía traducir aún bien, ya que pues aun no entendía mucho la lengua de Roma. No estaba cara la espada, y sinceramente me llamaba mucho la atención aquella espada cómo segundo regalo para Fye. Así que decidí llevármela. Seguía recorriendo el lugar con un poco de miedo al esperar no perderme.

por Vergilius Miér Nov 17, 2010 8:05 am

Las calles del mercado romano había sido algo que desde pequeño atrajo la atención del hijo del César. Por alguna razón le encantaba presenciar como la gente encontraba todo lo que buscaba intercambiándolo por otras cosas que para ellos no significaban nada, pero que para otros podían ser tan importantes como lo que ellos buscaban. Era todo un sistema de intercambios y de compras que facilitaba aun más el crecimiento del imperio haciendo que todos tuvieran oportunidades de conseguir lo que buscaban, pero obviamente algunos tendrían pretensiones más altas que otros. Los sirvientes del palacio de su padre le habían dado un gran caballo, con el cual paseaba ahora por esas calles. Cada metro que avanzaba había alguien que lo saludaba respetuosamente, Vergilius respondía los saludos amablemente por una cuestión de respeto y de compromiso, al igual que aceptaba algunas frutas que la gente le daba como regalo. No le gustaba quedarse con cosas que no le pertenecían, pero si las rechazaba podría ser un gran mal para el animo del romano que se las regalo.

El muchacho parecía estar feliz, pero sus verdaderos sentimientos mostraban un abatido muchacho quien trataba de recuperarse del dolor que le había causado la huida de Lucy. Sus pensamientos estaban tratando de averiguar los posibles motivos que su prima debía haber tenido para dejarlo de la noche a la mañana, para retirarse sin despedirse y aun más gravemente, mientras él dormía.

Un ruido llamo su atención y al girar su rostro pudo ver a una chica que había chocado contra un hombre y se desparramaron todas sus monedas. Luego se levanto y comenzó a andar, mientras que Vergilius la miraba movió su mano y le ordeno al caballo andar, para seguirla de cerca. Compro una espada muy buena, pero el hijo del César no sabia muy bien para que una muchacha quisiera una espada. Se acerco hasta quedar con su caballo junto a ella y le dijo unas palabras mientras que cabalgaba despacio, para seguirle el ritmo.

-Una muchacha no debería de tener un arma en sus manos, por más que habite en Roma…

por Andrea Miér Nov 17, 2010 9:19 pm

Me encantaba mirar a la gente del lugar, mas que nada porque era entretenido era como si pudiera sentirme parte de la gran familia de Roma. Al parecer un chico que andaba en caballo me habia dirijido la palabra, y ciertamente esto me saco de mis pensamientos. Que alguien me hablara a mi, era algo casi imposible digo quien le iría a hablar a una chica como yo. No sabia que contestarle a aquel chico, pero a lo mejor en Roma no era normal que una chica de 14 años trajera un arma consigo. Sinceramente yo deseaba aprender a manejar una espada, pero no tenia quien me ayudase. No sabia si decirle al amo Fye que había gastado el dinero para comprarme un arma, con el que deseaba protegerlo. Voltee para mirar hacia el apuesto joven, pero no sabia que debía contestarle exactamente, no sabia si decirle que la había comprado para practicar o si debía decirle otra cosa para que no me lo quitara. Bueno sabia que tampoco seria muy cortes de mi parte solo sonreirle e ignorarle, por lo que decidí hacer una reverencia y saludarle ya que se me hacia un poco descortés de parte del chico no preguntar ni siquiera mi nombre.

-Acaso,¿No debería de preguntar mi nombre antes de cualquier otra cosa?, no lo cree mi señor hehe.-

Sonreí tranquilamente como era de mi costumbre, no sabia quien era el, pero tampoco podía darme el lujo de no saludarle o simplemente de hacerle la platica. Me encantaba conocer gente, pero más me fascina hacerle la platica por mas que no lo conociese.

-Mi pregunta sería, ¿con quien tengo el placer de hacer una pequeña conversación en medio de la calle del mercado de Roma?-

por Vergilius Jue Nov 18, 2010 10:06 am

El caballo se movía despacio, a la par de la caminata que estaba haciendo la muchacha. En su rostro se podía ver el nerviosismo y por más que era muy joven se entendía que no sabía como contestarle al hijo del César. Pero luego de sus palabras, fue cuando Vergilius entendió que no sabía quien era él. Sin bajarse de su caballo, el guerrero sonrío mientras que seguía intrigado con el hecho de que alguien tan débil estuviera manejando un artefacto de guerra, pero tampoco me quería quedar despistado todo el día con ese tema, así que conteste las preguntas de la muchacha con un cierto tono de autoridad, pero no demasiado como para incomodar.

-Deberías de saberlo… Estas hablando con Vergilius, hijo del gran César. Hermano menor de Octavius y el mejor estratega del ejército romano, sin exagerar.

Sonrío luego de sus palabras mientras que seguía andando en el caballo, se había olvidado completamente de lo que se quería olvidar. Lucy por unos momentos ya no estaba en su mente y eso era por lo que había venido al mercado, para distraerse un poco. La gente del mercado intentaba ofrecerle cosas de nuevo pero esta vez él miraba a la muchacha para hacerles entender que estaba ocupado. Los mercaderes se retiraban rapidamente en cuanto entendian la seña de su mirada, no querian incomodarlo, aunque Vergilius no queria aceptar las cosas por motivos totalmente diferentes. Dijo unas últimas palabras desde su caballo a aquella muchacha que estaba platicando con él.

-Ahora, ¿Me contestaras que haces con una espada?

por Andrea Jue Nov 18, 2010 6:59 pm

Al escuchar la respuesta le miré sorprendida ya que no sabía que el era el famoso Vergilius de quien tanto hablaba mi amo Fye. Realmente estaba sorprendida. Empecé a hacerme un poco hacia atrás, al no saber que hacer. Pero bueno al saber que creo era uno de los hijos del emperador César, pues no sabía que reacción tomar.-Esto...eso significa que ¿usted conoce a mi amo Fye?-

Pregunte algo nerviosa ya que tenía miedo a que algo me hiciera el hijo del emperador, o peor aún, que mi amo me tomara como traidora por el simple hecho de hablar con Vergilius. Había recordado que el joven Vergilius me había hecho una pregunta, de la cual aún no le respondía. Pero con la pregunta que le había hecho, sinceramente no sabia si debía contestarle.

-Traigo una espada, porque deseo aprender a usarla. Es mi destino como sirvienta de mi amor, servirle en todo momento. Por esa simple razón la traigo conmigo, además de que ¿que pasará el día en que alguien me ataque por sorpresa .me quedare con los brazos cruzados mientras me intenta matar?, yo digo que no. Por eso, necesito aprender a usarla...pero... no se aún quien me puede enseñar a usarla.-

por Vergilius Jue Nov 18, 2010 8:13 pm

El rostro del hijo del César se puso pálido al escuchar el nombre de Fye. Su sonrisa se oculto en una mascara de seriedad que era muy notable. Eran familia, pero la familia del César tenia muchos problemas internos y la relación entre Vergilius y Fye era una de esas. Se odiaban desde pequeños, por asuntos políticos, de familia y sobre todo por el amor infinito que Vergilius sentía por Sophia, la prima del guerrero que desde hacia mucho tiempo no se comunicaba con él y lo que era peor, tenia prohibido verla. Recordar esto lo hacia poner medio deprimido y trataba de no demostrarlo ante la muchacha, le contesto con un tono rudo en un pequeño suspiro de aire. Una respuesta justa y sin ganas.

-Si, Conozco a Fye.

Se quedo callado pensando en Sophia. Hacia tiempo que no la veía y extrañaba todas aquellas charlas que tenían, extrañaba los ojos de la chica brillando y la mirada que podía volcar cualquier muralla, incluyendo la de su corazón. Le ponía furioso recordar que Fye había descubierto aquel amor y reacciono de la peor de las maneras, retándolo a un duelo peligroso. Pero Vergilius no se dejo basurear por él y termino sacándole un ojo y sellando así, definitivamente, el odio entre ambos. Ver a Sophia seria un lujo que el hijo del César no se podía dar en ese momento, porque el hermano de la muchacha debía de esperar el momento de cruzarse con él para vengarse… Pero comenzaba a pensar que ocultar el amor entre ambos era absurdo.

-Tienes razón con lo de la espada, nunca sabes cuando la necesites. Podrias aprender de cualquier guerrero romano o incluso sola, todo habitante de Roma lleva la lucha en su sangre.

Dijo mientras que seguía pensando en sus siguientes acciones, podrían tener grandes consecuencias pero en un momento las había decidido y pensado. Las maquino una y otra vez en su mente, evalúo los peligros y decidió que no tenía porque ocultar lo que sentía por Sophia… Iría a buscarla.

- ¿Te diriges a la casa de Fye?...

por Andrea Jue Nov 18, 2010 8:42 pm

....Me lo imaginaba, yo sabía que ustedes se conocían. Se que no es muy cortés de mi parte pedirle esto, pero ¿me podría contar que fue lo que pasó entre usted y mi amo Fye? ¿Por qué se odian tanto? Desde que llegué, el no tiene otro pensamiento en la mente que no sea el acabar con usted. Acaso es tan difícil el llevarse bien? Aquí la única afectada es la señorita Sophia, que anda triste de no poderlo ver, mi señor. Yo no soy nadie para meterme, pero le imploro que arregle las cosas con mi amo. Las peleas son malas, la violencia igual. A golpes no se llega a nada, yo le quiero demasiado a mi amo, pero tampoco quiero verlo infeliz el resto de su vida.-

Dije mientras me empezaban a salir las lágrimas, no quería que se desatara una pelea entre ambos familiares, no me gustaba para nada la idea de verlos pelear. Estaba decidida haría lo que fuera por Fye, pero aún así no usaría la violencia para ello. Miré a Vergilius a los ojos empezando a temblar pero tratando de demostrar un poco más de tranquilidad mientras me secaba las lágrimas que aún caían.

-Si voy a casa del amo. ¿Por?-

por Vergilius Jue Nov 18, 2010 9:22 pm

Las lágrimas le eran indiferentes al muchacho al igual que las palabras, no entendía porque aquella muchacha le preocupaba tanto el problema entre él y su primo, pero tampoco quería entenderlo. Simplemente no le contaría el porque de la pelea, eso era algo que había quedado en el pasado y los que lo sabían, debían callarse. Para él no era un placer hacer lo que hizo, por lo tanto no tenía porque repetirlo o seguir contando la historia. No era su objetivo el ir a combatir.

-Son problemas familiares y personales, no deberías de meterte en ellos si quieres continuar con tu vida.

Las palabras del muchacho podían sonar duras, pero la chica se estaba metiendo en cosas que quizás no la incumbían y si él no la ponía en lugar, Fye tomaría medidas mas extremas. Por que así era el carácter del primo de Vergilius. El muchacho escucho la respuesta positiva a su pregunta y sonrío mientras que detuvo su paso con el caballo, quedando un poco más adelantado que la joven. Cuando ella paso por su costado bajo su mano diestra rápidamente, sin soltar la rienda con la mano izquierda para no caerse. Tomo de la cintura a la pequeña y la subió atrás suyo en el caballo, mientras que dio unas patadas al caballo para comenzar a trotar.

-Agarrate… Te llevare hasta tu amo… Tengo unos asuntos que hacer allí.
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OFF: Creo un post en la villa de Fye =)

por Andrea Jue Nov 18, 2010 9:39 pm

Al parecer Vergilius, no hizo caso de mi pregunta, ya que al parecer, era mejor no meterme en mayores líos, de un momento a otro sin nada más que decir, Vergilius me tomó entre sus brazos para hacer que trepase en su caballo, en mi vida me había trepado a un caballo y casi me caigo al no saber de donde afirmarme, pero pronto pude agarrarme mejor, y que mejor manera que afirmarme del jinete así que si me caía caeria en buenas manos. Al parecer Vergilius tenía pensando ir a visitar a mi amo Fye, en que estaría pensando el joven Vergilius no lo sabía con certeza, pero esto no pintaba nada bien para mí, lo que menos quería en esos instantes era ver a mi amo Fye de mal genio además de que con todo lo que ya estaba sucediendo, y ahora resultaba que yo misma iba traerle en más problemas, sólo me quedaba rezarle a los Dioses por que todo saliera bien y no hubiesen más problemas en los cuales me involucren a mí.
-(Vaya día que he tenido.. T_T... solamente espero que no haya más problemas al llegar o el amo se enojará conmigo y no quiero que pase eso.) A pensado que sería peligroso para Sophia, el ¿qué usted llegara allá joven Vergilius?

por Aglaya Sáb Nov 20, 2010 12:35 am

La breve visita al cementerio me desconcertó un poco ya que como era posible que mi cuerpo y mente me dirigían a lugares a los cuales por costumbre antes acudía a robar cosas que me diesen recompensa monetaria, debería ser por simple costumbre, pero no acudía a aquellos lugares hace años con el pasar del tiempo mi campo de hurtos y robo se extendió al mercado en el cual aprendí rápida y dolorosamente a que no deben pillarte robando si te pillan no les importa si eres hombre, mujer o un niño igualmente te castigarán sin misericordia los mercaderes muchas veces peores que yo en el tema del dinero harían lo que fuera por obtener más eran unas bestias avaras, justo en lo cual me estaba convirtiendo con el paso de los años más nunca sería como ellos.
- Pero nunca hay que decir nunca - dije en voz baja ya que si era bien sabido uno siempre hace lo que dice que nunca haría en eso debía de ser cuidadosa, aunque mirando a los alrededores me dí cuenta de que estaba en el mercado y vaya que oportunidad más grande tenía en aquel momento mucha gente, eso era igual a dinero fácil, me escabullí entre la multitud y comencé a hurtar con cuidado cuando ya llevaba un buen botín entre joyas, monedas y armas me dirigía otro lugar del mercado en donde ya se me conocía el llamado mercado bajo o mercado negro donde podías vender y comprar de todo, pero el precio difería mucho entre lo barato y lo caro.

por Lydia Mar Nov 23, 2010 10:02 am

Con prisa la princesa llegó a las calles del mercado y se paró en uno de los estantes donde había frutas para comprar algunas y así poder alimentarse sin la sospecha de que alguien intentase envenenarla con las mismas, además de eso pensó que su primo estarí con hambre y por muy traidor que fuera, lo quería mucho así que no quiso que el pobre pasara hambre luego de terminar de condenar al esposo de su prima en ese senado. Aún no había indicios de que los rumores se hubieran extendido, pero a la princesa no le importó ya eso; sencillamente sólo le interesaba la felicidad de su prima, y el poder salir de la nación por lo menos una vez. Por ahí recordó a su amiga la princesa Lin, si se iba la dejaría sola, sin embargo algo le decía en su corazón que la princesa la encontraría fuera donde fuera que ella estuviese.

- Cielos será que se me hizo tarde en ese mercado? Pero si no me he demorado en comprar- dijo la princesa mordiendo la manzana que había comprado encargándose de que la canasta que traía consigo no se volteara, total ya había guardado entre sus ropas los polvos de las pociones que le ayudaban a mantenerse viva, no importaba hora nada más que las frutas que serían su alimento mientras esperaba por su primo.

-Bueno ahora sí se ve la salida del mercado- Lydia se apresuró más y pasando entre toda la gente logró salir del mercado y se sacó el chal, para darse un respiro, estaba cansada y aunque ya tenía la disnea propia de las personas que no están acostumbradas a correr para conservar tiempo vital; todavía se veía cada vez más acentuada la belleza de su rostro.

-No te asustes... Muy pronto estaré contigo y verás como todo te sale bien, por ahora querida ve hacia las recámaras esas, pero espera afuera

Lydia se mostró algo sorprendida al escuchar otra vez esa voz tan rara, pero tan conocida para ella, algo le estaba pasando, y de eso culpaba a su falta de alimentación, sin embargo ya no estaba para perder su tiempo pensando en ello, así que decidió no más seguir su camino hasta las cámaras del senado y así con paso presuroso dejó el mercado.

Narro/ Hablo/
Existencifa dormida de la diosa

por Alessa0 Mar Nov 23, 2010 11:33 pm

Y una vez más aquella yacía perdida entre las diagonales mal construidas del mercado romano. Cientos y cientos de seres deambulaban dejando impregnado en el ambiente su olor a sudor y esfuerzo, enormes bocanadas de bullicio se dispersaban. Para Alessa dicha situación de gran exagere de ruido le irritaba, pero siempre el mirar de aquella fuente al final del camino y en medio de dos raquíticos puestos de comida, solapando con su Frida fresca tales sensaciones febriles.

Llegando a dicho lugarcito, donde le agua a cierta hora del día, salía chorreante de entre los diferentes huecos acomodados en una columna de mármol, estratégicamente para dar espectáculos de brillos y refleje. Alessa llego a estar frente a frente de la apagada fuente, para tan solo dejar soltado su aliento y dando media vuelta se sentabas acogiendo sus piernas entre sus brazos y así esperar el alba de la mañana siguiente, pues su cometido en ese instante era dormir recargada en el quicio de tan hermosa construcción.

Bajando su mirada, simplemente se entregaba a los brasas seductores de Morfeo, tirándole a la suerte de su iracundo ser, para haber si caía en un solemne sueño de paz, aquella paz que solamente en momentos de mutismo aquella infrahumana gritaba desgarradoramente con una mirada.

por Ace Miér Nov 24, 2010 9:57 am

Kainan, ok vallamonos de aqui por cierto ¿te cuentas algo nuevo? siempre tan serio y no se tio, nunca hacias locuras espero que eso lo hayas cambiado, por que si no me enfadare y mucho, tanto que hare que te quieras suicidad....aunque eso siempre lo hacia... y normalmente el que se enfadaba eras tu...y yo acababa corriendo por todo el pueblo Jaja que buenos tiempos

Estuvimos andando, asta llegar a una de las mejores tabernas que estaba por las cercanias. Mire, para no encontrarme con nadie conocido y que empezara a preguntarme. Me pedi una jarra grande de vino y unos muslos de pollo, tamaño XXL estos eran los mas grandes que el establecimiento ofrecia tanto, que nadie podria aguantar ni siquiera dos. Coloque los seis platos en los cuales se colocaban en cada uno 2 muslos de pollos y al tiempo, cuando solo quedaban dos platos me quede dormido con la jarra de vino en una mano y en la otra un hueso del muslo. Note, como agua o algo me golpeaba la cara y me despertaba en un instante, me asuste y salte del sitio era Kainan, echandome agua a lo que me recordaba que tuve suerte, ya que normalmente me tira el agua quemando bastante.

Que genio a esta hora por la mañana-bostezando- Kainan, ¿Donde estamooos? juraria haberme dormido en la cama....

Se desperto del todo, y recordo que se quedo dormido en el bar pero que solo estuvo durmiendo 5 minutos 1 arriva otro abajo aproximadamente.

Cinco minutos maaas ~~

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Perdon por haber tardado en contestar tanto, pero entre que he estado malo y he tenido unos problemas no tenia el humor para estar posteando disculpa~~

por Arone Sáb Nov 27, 2010 11:26 pm

Al dejar mi hogar para comprar algunas cosas para que hubiera que comer no solo para mí sino también para mis padres ya creía que estaba prontos de regresar de su viaje, mientras que caminaba por el vasto mercado para poder comprar algo de fruta miraba como todos los que de encontraban a mi alrededor caminaban despreocupados comprando lo que necesitaban o simplemente solo para salir y mirar lo que ocurría fuera, al llegar al puesto de fruta mire un poco las que se encontraban siendo exhibidas para así poder ver si me llevaba unas cuantas o no, al decidirme por cuales tomar las amontone en un lugar para identificar cuales me llevaría.-me llevare estas frutas y esto es para pagarlas.-le dije mientras le daba unas cuantas monedas por las cuales yo suponía que era el valor de las frutas que había tomado.

Solo sonreía un poco para mostrar mi agradecimiento por las frutas después de ya comprarlas las llevaba en un pequeño costal que tome de casa para poner las cosas que compraría, pero ya no sabia si debía llevar algo mas además de las frutas ya que imaginaba que quizás traerían algo para comer cuando regresaran, después de todo siempre traen algo de comida consigo por sus viajes y traen un poco para comer juntos en casa, pero no estaba de mas comprar algo de pan para tener un poco, me acerque al puesto donde vendían pan para comprar un poco.-quisiera un poco de pan si no es mucha molestia.-le dije cortes mente al señor que atendía el lugar mientras intentaba adivinar cuanto podría costar ese pan, en el momento que me lo dio estire mi brazo para darle lo que creía era lo suficiente para pagarlo.-oye niño es demasiado toma.-cuando me lo dijo me sorprendió un poco que valiera menos de lo que le había dado.-ha disculpe y muchas gracias.-dije mientras tomaba el pan y las monedas ya para regresar a casa.

por Kainan Dom Nov 28, 2010 3:24 pm

Algo nuevo.... creo que podria contarte el final de la guerra pero sería una pérdida de tiempo pues todo el mundo sabe el resultado, de seguro que por aquí Roma lo celebraron a lo grande, creo que tampoco es momento para hablar de las desventuras de mi familia.. solo he venido a esta corrupta ciudad en busca de mi hermana pues he seguido su rastro hasta aquí...

Kainan siguió a Ace por las calles de esa gran ciudad, hasta que se pararon a lo que parecía ser una taberna más decente de lo común pues toda esa zona era una verdadera pocilga, entraron los dos y el germano parecía dar una rápida mirada en el comedor, nos atendieron rápido, seguramente no querían perder ni un solo cliente, Ace pidio las bebidas y un montón de comida.. como siempre hambriento y como siempre durmiendose al cabo de poco, muy típico de él, Kainan continuo comiendo y bebiendo, ya que pagarían esas provisiones mejor no desaprovecharlas.Finalmente ya cansado por todo el dia y bajo el leve efecto del alcohol Kainan tambien cayó dormido encima de la mesa.

El pelirojo despertó antes que su compañero peró parecía que habían pasado la noche allí durmiendo, lo primero que hizo fue revisar sus pertenencias no fuera caso que hubieran desaparecido pero no era así,entonces fue cuando notó la vejiga llena y como no tenia ganas de buscar el baño cogía la jarra que anteriormente contenía vino y meó en ella, al terminar se fijó en Ace y sin pensarlo dos veces le lanzó el contenido a la cara, sabía que era del todo imposible despertarle si no le causabas un shock.

-Ni 5 minutos mas ni menos... despiertate ya lirón... por cierto si aún no te has dado cuenta lo que te eche no era simple agua...

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Las calles del mercado

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