Camino a las Villas

Narro/Hablo/ PIenso

Dandy estaba henchido de felicidad, tras la dura experiencia de la guerra, ahora tenía un buen lugar en donde laborar, y lo mejor era que estaba junto a su hermana Helena.

Dandy extrañaba mucho a su familia, pero el sabía que tenía que ser fuerte para poder dar una buena impresión a todos y por su hermana Helena, quien parecía estar concentrada en sus pensamientos y estos no parecian ser muy buenos por la expresión de su rostro, a Dandy le pareció que Helena se sentía preocupada...

De pronto Helena volteó hacia donde caminaba Dandy y le dijo que se apresurara. Dandy lo hizo de esta manera dando largas zancadas, cuando estuvo a un costado de la mujer, Dandy preguntó:

-¿Qué te sucede hermana? Te noto preocupada... ¿Porqué ya no quisiste entregarle la canasta al señor Fye cuando tardaste mucho y te esforzaste en prepararla?-

Realmente a Dandy le preocupaba el estado de su hermana, talvez había sido por lo que habían estado comentando con Alexandra antes de la llegada del señor Fye, o la actidud de Dandy...así que deseaba saber que le sucedía a su querida hermana.

El camino a las villas era bastante largo, pues se ramificaba en varias direcciones para dirigirse a las villas. Aquella parte de Roma era donde vivían las familias más poderosas del reino, era un lugar sencillamente imponente. La lucha entre una y otra villa para ver cual tenía lo mejor y lo más nuevo del reino era algo común.

Pero Dandy no pensaba en eso, pensaba solamente en su hermana y en que aventuras viviría sirviendo al señor Fye, aun no sabía en que puesto iba a trabajar, pero esperaba que fuera uno en el que hubiera mucha acción y no como un servidor más de la Villa Vallis Mellitus

Dandy se acercó rápidamente al corcel de su hermana, mientras ella le decía que subiera al caballo, ya que de tal manera podrían avanzar más rapidamente.

Dandy habilmente subió al lomo del caballo y se colocó detrás de Helena, la abrazó cariñosamente sintiendo la fragilidad del cuerpo de su hermana entre sus brazos, a pesar de eso, Dandy sabía que Helena era muy fuerte tanto fisicamente como mentalmente.

Luego Helena le confesó a Dandy el porque de no haberle entregado la canasta con frutas al señor Fye. Le explicó que le hacia todos aquellos regalos para tener el placer de dárselos. Dandy vió haciendose realidad sus sospechas de que Helena sentía algo más profundo que admiración por el señor Fye...era amor. Pero decidió no decir nada por el momento, si no que le dió su apoyo a Helena.

-El que tu le hagas todos esos regalos demuestra la grandeza de tu corazón hermana, a pesar que el no los haya visto...no porque el no lo desee, sino que por lo que tu dices que es un hombre muy ocupado, pero lo que importa es el detalle. Y no te apures, cuando llegue el tiempo preciso, el se dará cuenta de lo que haces por él y te lo reconocerá grandemente.

El caballo de Helena seguía cabalgando mientras ambos se movían al ritmo de los pasos del equino. Dandy se sentía muy feliz, por que ahora tenía a su hermana Helena, quien lo quería, además Dandy sabía que Helena era capaz de sacrificarse por él. Y Dandy estaba dispuesto también a hacer lo que fuera por su hermana querida...

En el horizonte empezaba a verse la Villa Vallis Mellitus, un lugar que Dandy había visitado antes, hace algunos meses. Era un lugar muy hermoso, digno de un gran señor como Fye.

Dahinten cabalgaba tranquilamente. Había ido rápidamente por su caballo a los abrebaderos cercanos al mercado romano y seguido como siempre por Hachi iba a el encuentro con Cassie.

La tarde iba haciendo su aparición en el firmamento y por entre los empolvados caminos que llevaban a las villas, las piedras brillaban con un palido tono naranja. Dahinten se iba acercando cada vez más a la villa donde vivía, la Villa de Cambre, pero a pesar de que se encontraba ya bastante cerca no podía ver su construcción.

Así que Dahinten desvió un poco el curso de su trayecto y a galope fue a la villa de Cambre, se asombró al ver que en aquel próspero lugar solo quedaban cenizas y escombros. Seguramente alguien había destruído la villa, porque las demás villas seguían intactas. La rabia brotó desde lo más profundo de su corazón, y decidió que en cuanto supiera quien lo había hecho iba a darle una buena lección. Seguramente el senador Mauritius también estaría enojado...

Ya había perdido valiosos minutos inspeccionando la villa, así que tomó a Hachi lo subió al caballo y cabalgó hasta donde se encontraba Cassie, a quien encontró sentada en una roca junto al camino.

-Perdon por la tardanza señorita Cassie, pero tuve que desviarme del camino unos momentos. Algo muy extraño pasó y se lo tengo que comunicar al senador Mauritius...

Dahinten no sabía si el Dios Zeus sabía de lo que había pasado con la Villa de Cambre, pero estaba seguro que la iba a poder reconstruir. Quien destruyó la Villa seguramente tendría un gran poder, pero nadie se comparaba con los poderes del gran Zeus, así que Dahinten estaba confiado.

-Nos vamos, señorita Cassie?-

Cassie se levantó, y pareció notar que Dahinten estaba un tanto alterado; y no se había equivocado. Un torrente de odio e ira nacía de lo más profundo de su ser. Estaba furioso por lo que habia pasado en la Villa de Cambre, durante el trayecto había ido pensando en si alguno de los sirvientes de la villa había sobrevivido.

Cassie le dijo a Dahinten que se tranquilizara, y acercándose mucho a el legionario puso sus dedos en las sienes de Dahinten frotando suavemente describiendo pequeños círculos. Al principio le dolió a Dahinten, pero luego se empezó a sentir mas calmado, solo sentía los dedos de Cassie en sus sienes y la proximidad de los cuerpos de ambos. Dahinten se sentía un poco extraño debido a que nadia le había hecho un gesto tan cariñoso en mucho tiempo y mucho menos se le habían acercado tanto...

Seguidamente Cassie puso las manos sobre los hombros de Dahinten y le dijo que todo iba a salir bien de ahora en adelante, realmente, Dahinten se sentía muy cómodo hablando con Cassie, pues ella era muy sociable y comprensiva. Cassie se subió a su caballo y jaló de un brazo a Dahinten para que tambien lo hiciera, pero antes de eso, Dahinten se acercó a Hachi y le dijo:

-Amigo, no te puedo llevar, lo lamento. Pero por el momento, vete junto con Silver a la casa de don Amelio, llevale esto... Dijo Dahinten escribiendo rápidamente una nota para don Amelio en la que le pedía que se hiciera cargo de su perrito y de su caballo por un tiempo. Acarició a Hachi detrás de las orejas, luego Hachi lamió la mano de Dahinten a manera de despedida y tomando entre sus dientes las bridas de Silver empezó a caminar.

-Pronto iré por ustedes amigos, mucho cuidado...- Susurró.

Subió al lomo del caballo de Cassie y se sorprendió de ver que salían dos grandes alas de los costados del mismo. Aquello era algo espectacular...y de pronto empezó a volar llevando en su lomo a Cassie y a Dahinten con dirección del templo de las artes y la luz.

Después de tanto y tanto caminar la muchaha se sento cansada en un tronco caido por los fuertes vientos o por alguna batalla que alli ocurrio. Se quitó las sandalias que tenia puestas y dejó al descubierto unos pies sucios por la tierra del camino y magullados por todo lo que habia tenido que andar para no volver la mirada atras y no recordar. Por fin llegó la noche y Zarabia buscó leña verde para que así el fuego tardará mas en consumirse, se recostó y miró al cielo contemplando las hermosas estrellas que hasta ahora le habían servido de guía. De repente y como de la nada empezó a soplar un fuerte viento y unos rayos, sorprendida Zarabia se incorporó de un salto y se tapo con su capa la nariz y la boca para que el polvo no le impidiera respirar. Un torbellino oscuro como el cielo en la noche apareció a unos diez metros de la muchaha y como si fuera una boca, arrojo algo de su interior.
Pero que demios??!!...
De la misma forma que apareció aquel torbellino se fué sin dejar rastro ninguno, tan solo un revoltijo de hojas removidas por el lugar. Zarabia no podía ver bien que era lo que aquella cosa había dejado en el suelo y se acercó. Sus pasos eran firmes pero cautelosos.
Se mueve!!!...
Sus ojos se abrieron lo máximo y se dió cuenta de que lo que había en el suelo era una muchaha de cabellos largos y con la ropa hecha jirones que casi ni la cubrian lo que debiera. Enseguda Zarabia viendo lo que pasaba, se quitó su capa dejando al descubierto su enorme espada que llevaba en un cinturon y tapó a la joven todo lo bien que pudo, temblabá.

- Hola, me llamo Zarabia. ¿te encuestras bien? ¿Qué era eso que te ha traido hasta aquí?

La muchacha no le contesto solo se le quedó abrazada a aquel cuerpo calido que la recogió.



PIENSO HABLO

Cogiendo a Cassie por los brazos Zarabia la ayudó a incorporarse.
- No tengas miedo, ponte junto al fuego y ya verás que mejor te sentirás-
Las dos muchachas que confundían en la noche más oscura que de costumbre, a lumbre de la fogata Zarabia dio algo de comer a Cassie, con las manos aún temblorosas cogió un pequeño mendrugo de pan y comió de él, comió deprisa como si no hubiera comido en días, Zarabia le acercó un pequeño cuenco que contenía agua y la muchacha bebió sedienta. PORQUE HA LLEGADO ESTA MUCHACHA HASTA AQUI? Y PRECISAMENTE DONDE YO ME ENCUENTRO. SERÁ ALGUNA ENVIADA DE LOS DIOSES? Zarabia observaba a la muchacha detenidamente sin que esta se diera cuenta y muchos interrogantes le venían a la cabeza porque, como, para que estaría aquí? un sin fin de incógnitas inundaron su mente.
De pronto Cassie se incorporó dejando caer la túnica que la calentaba y con pasos vacilantes empezó a caminar desorientada.
- Pero que haces? Estás loca? Estas muy débil, debes descansar es de noche y no es recomendable caminar por ahí sola y a oscuras, no crees? Cassie volvió sobre sus pasos y al llegar de nuevo hasta la fogata se desmalló.

PIENSO HABLO

Off rol: No puedes manipular mis acciones… esta os paso pero para la otra no describa algo que no he hecho

Cassie toda trémula tomaba algo de pan que aquella desconocida le ofrecía con aires amistosos. La musa que tenía reglas estrictas para comer en aquella ocasión no pudo evitarlo y con desesperación degluto el alimento. Después la dama de cabellos cortos y rojos ofreció algo de agua. Sin embargo la musa sabía muy bien que no tenía nada que hacer por esos lares, por lo que sin anunciar se levantaba abruptamente y se retiraba. La desconocida decía un surco de palabras insignificantes para ella, quien algo molesta le refutó:

-Lo siento mujer pero yo debo d estar aquí… no se qué diablos hago aquí cuando debería estar sirviéndole a mi amo en estos momentos… la fiesta, la maldita fiesta…

Sin embargo la mujer recordaba que había olvidado un lienzo cerca d la fogata por lo que dio media vuelta y regreso al punto de inicio. No óbstate esta se mareaba y simplemente caía al suelo inconsciente por varios minutos más. En su mente simplemente la imagen de su amado Apolo se fraguaba para que de la nada aquella despertara de un sobresalto. Exaltada veía por todos lados y simplemente suspiraba. Recogiendo sus piernas y escondiendo su cabeza la musa de Clío dijo:

-No sé qué es lo que está pasando mujer forastera… pero tienes razón es mejor que descanse unas cuantas horas antes de que me marche… no tengo sueño por lo que estando sentada es más que suficiente. Ahora bien cuéntame ¿Qué es lo que buscas en Roma? Ya que estaremos un rato juntas es mejor que hablemos a que nos aburremos ¿No lo crees?

Dicho eso la mujer de cabellos largos color castaño, tomó la vieja capa y cubrió su desnuda figura esperando tranquilamente a que aquella le siguiera la conversación antes de esperar el amanecer y retirarse de una vez por todas ya que temía que su Dios llegara y al no encontrarla se enojara.

En cuanto Cassie me hizo la pregunta de qe es lo he hacia en Roma me quedé paralizada, me empezaron a sudar las manos, las extendí frente al fuego para que se me secaran y para calentarme en aquella noche que se había vuelto fría sin mas. Por mi mente llegaron las imagenes de toda mi familia muerta en aquel hermoso dia de verano. No sabía si contarle la verdad o distorsionar un poco mi historia pues no conocia de nada a aquella muchacha aunque hubiera aparecido de la nada y de forma muy extraña. La observé durante largo rato sin contestarle y observé que lo que quedaba de su vestimenta todavía se podía vislumbrar la grandeza de sus ropajes. ¿De donde vendría esta chica?¿Será algun dios? Miles de incogniras inundaron mi mente, pero ninguna tenia sentido observando a Cassie, es bella, lleva ropas delicadas o lo que quedan de ellas, sus manos aparentas suaves y delicadas, no creo que conozcan el sufrimiento del trabajo...
Por fin me decidí a contarle la verdad a aquella extraña, empecé por describir a mis padres y a mis hermanos. -Heramos pobres pero felices, viviamos con los que la madre tierra nos regalaba, nunca nos faltó de nada hasta que un dia unos hombres me lo quitaron todo. Cuando nos despertamos por la mañana no me podía imaginar como termiaría el día. Ya por la tarde todos juabamos por detrás dela cabaña y yo entré de nuevo pues iba a buscar una cuerda para mi hermana pequeña cuando oi el ruido de unos caballos, pensaba salir pero cuando me dirigía a la puerta trasera un grito de mi madre me paralizó, me quedé congelada por el pánico sin poder moverme, temblando me escondí debajo del catre de mis padres, se oía mucho ruido pero sobre todo las risas de aquellos hombres, se divertían haciendoles sufrir. Cuando no oí mas ruidos ni mas risas, salí para ver donde estamas mis padres y mis hermanos, pero lo que allí vi nunca se me podrá borrar de la mente, todos estaban muertos, a mi padre le faltaba la cabeza y mi madre estaba completamente desnuda y mis hermanos degollados. En aquel momento mi corazon se lleno de dolor por no haber estado con ellos pero sobre todo de odio, odio por las personas que pudieron acabar con la vida de cuatro personas como si hubiera sido una fiesta y por esa razon he llegado hasta aqui despues de ir de pueblo en pueblo buscando a esos villanos y su rastro me ha traido hasta aqui.
Cuando terminé mi historia volvi la mirada al fuego para que me secará las lagrimas que corrian por mi cara, deseé estar con mi familia, pedí a los dieoses que me llevaran con ello pero desistí, pensé que todavia tenía un encomienda que realizar.

Michiru se encontraba caminando por una vereda con sus manos entrelazadas y el rostro serio, el viento ondeaba sus cabellos verdisos y rizados, seguía caminando mientras a sus pies pequeñas ráfagas de polvo se hacían se encontraba pensando sobre la imagen de violín en la noche no le había dado mucha importancia pero le intrigaba saber sobre que trataba, soltó sus manos y coloco una de ellas sobre su barbilla en forma pensativa tenia miles de pensamientos de lo que podúa suceder pero ¿como saber cual era el correcto?

- Es realmente melancólico estar sola aquí en roma, tocare un poco de música para no sentir tan solo este camino-

La chica se detuvo y se quito el estuche del violín sobre su espalda, lo abrió lentamente y saco con cuidado su instrumento, cerro nuevamente su estuche y lo coloco sobre su espalda una vez hecho aquello con sus 2 manos tomo el violín y comenzó a tocarlo mientras caminaba al ser realmente buena no era necesario que observara las cuerdas, continuo caminando y tocando

-realmente esto es relajante al estar con lo que mas me gusta... La música, apesar de que Carlos ya no se encuentra conmigo realmente me hace mucha falta charlar con el pero ahora esta en un lugar mejor las cosas suceden por algo, tengo que comenzar asuperarlo si no me quedare undida en una tristesa profunda cada vez que lo recuerde, otro mal presentimiento una pelea ¿quizas? no lo se ... sera mejor que regrese -

Michiru Dio media Vuelta y se marcho del lugar

- Oh, amiga! No creo que ese sentimiento florezca en mi corazon, muchas noches viendo la grandeza de las estrellas he soñado con desaparecer e ir al encentro de mi amada familia, he soñado cada noche con ellos y mis sueños eran hermosos, mis sueños me llevaban a mi anterior vida, sin sufrimientos ni dolor ni odio.
Se me quebró la voz, no pude seguir hablando. Aquella muchacha me observaba tranquila, pero en su rostro se divisaba la amargura de mis palabras, la consideré algo mas cercana a mi por haberle contado algo tan profundo y doloroso para mi. Cassie se levanto y rodeando la fogata se situó a mi lado y con semblante sereno me ofreció palabras de consuelo, mi corazón lo senstia rehacio a su aliento.
- Cassie no creo que algun dia mi corazon deje de sentir este dolor y ue mi alma descanse de tanto dolor.
La joven siguió con sus palabras de consuelo, sentía que si seguia al lado de la joven muchacha el sentimiento de venganza desaparecerí alaagun dia y no se si quiero que eso suceda alguien tenía que pagar por los crimenes cometidos a una feliz familia. Mis ojos sin brillo se dirigieron al fuego, mi mente vago durante un rato por la nada si saber donde detenerse, perdi la noción del tiempo.